Guess who is back!
Hola! traigo un nuevo capítulo.!
Antes de pasar, quiero darle un gran y particular agradecimiento a Anabelita, MarFer Hatake Karinits y Velmon. Muchas gracias a todas por siempre estarme apoyando y por comentar. Lo que se viene mis niñas jujuju ¬.¬
Cap 31 Tienda de Campaña
La noche era oscura, perfecta para la infiltración mientras los soldados eran distraídos en el frente de batalla. Caminó tras los árboles asegurándose de no ser visto y cuando lo necesitó, desapareció en las sombras con asombrosa facilidad.
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- Por favor, avísenos sin necesita algo más. – Dijo Matsuri antes de partir de la tienda de campaña.
- No hay problema, por ahora solo descansaré. Avíseme si hay novedades.
- De acuerdo – La ninja salió de la tienda de campaña hacia el campo de batalla y Temari por fin sintió que podía quejarse a gusto acostándose en posición fetal. A lo lejos escuchaba los estruendos de la batalla. Sus sentidos le permitían sentir las vibraciones de la tierra tras cada jutsu lanzado.
- Maldita sea! Muero lenta y dolorosamente. – Tomó varias respiraciones profundas controlando su flujo de chacra esperando que con eso su cuerpo no perdiera más sangre.
Cuando por fin sintió que los medicamentos funcionaban y que la llevaban al mundo onírico a pesar del lejano estruendo, sintió un brazo pasar por su cintura. Alterándose tomó su kunai lista para perforar la yugular del enemigo pero fue inmovilizada en la posición antes de poder hacer más.
- Tranquila mujer, soy yo. – Dijo en un susurro más alto de lo que debería a causa de un ataque de rayo varios kilómetros al sur.
- Maldito seas Shikamaru! ¿Qué haces aquí? – respondió suavemente intentando no alzar la voz acostándose de espaldas mientras él la miraba desde arriba apoyándose en el codo.
- Vine a verte. ¿Estás bien?
- ¿Desde cuándo estás aquí? – dijo ignorando su pregunta sintiendo su piel estremecerse cuando un ataque sonó más cercano que el resto.
- ¿un minuto? – a pesar de la oscuridad, se podía ver su sonrisa ladina.
- ¡Me refiero a la batalla, idiota! – dijo enojada cruzándose de brazos.
- Ah, como seis días hoy. – dijo notando un leve silencio en el lejano campo de batalla que no duró tanto como quisiera.
- ¿Y no pudiste decirme? – Temari recordó que unos días antes, había decapitado de un solo abanicazo a cuatro personas, y quien sabe cuántas más habían sido dadas de baja por sus habilidades.
- Apenas te vine a ver antier a lo lejos. ¿Qué tal está tu pierna? – dijo el levantándole la pierna para acariciarla por la cara trasera donde se hallaba una cicatriz en proceso de quince centímetros de largo casi llegando a la parte posterior de la rodilla
- Mejorando. – dijo sintiendo el ligero cosquilleo de la caricia cuando pasaba sus dedos cerca de la herida.
- Mentirosa. Por algo estas aquí y no luchando. – Temari resopló.
- He perdido mucha sangre los últimos días. Hubiese podido soportar más pero la tajada en mi pierna tocó la arteria y mi cuerpo no tiene suficientes glóbulos para batallar sin poner en riesgo mi vida o la de mis compañeros. – En ese momento el viento incrementó ligeramente su intensidad y ambos supieron que un ataque de dicha naturaleza había sido lanzado.
- Que problemático... pero supongo que es mejor para mí, no te arriesgas tanto. – Dijo besándola con suavidad, ella a pesar del dolor sintió que todo mejoraba hasta que lo sintió acariciando sobre su blusa.
- Mmm shika… ahora no es un buen momento. Estás en mi campamento, no muy lejos se está librando una guerra y si te descubren te matarán sin dudar.
- Lo sé... solo déjame acariciarte un poco… - dijo con toda la intensión de liberar en su cuerpo endorfinas que le ayudaran a pasar mejor el dolor.
- Mm no… no entiendes… deberías saber que estoy pasando por una mala semana – al oír aquello Shikamaru dejó caer su cabeza rendido. Malditos días rojos.
- Arg... lo imaginaba… tienes suerte entonces – él hurgó entre sus bolsillos hasta dar con una pequeña bolsa de tela. –toma, no sabía que te encontraría aquí, pero llegué a pensar que te podría ver en algún punto. Igualmente se adelantó un poco este mes ¿no?
- Debe ser normal, con tanto estrés no es raro. - dijo ella agradeciendo con su mirada mientras tomaba las semillas que él le ofrecía. Ambos se alteraron un poco al sentir un temblor de mediana intensidad durar varios segundos.
- Lo malo es que nadie más puede prepararte el té, las semillas son oriundas de Konoha, las identificarían. – dijo ignorando el temor del último ataque.
- No te preocupes por eso. – dijo señalándole la tetera que tenía en la tienda dispuesta a levantarse pero Shikamarau la tomó del hombro para recostarla.
- Yo lo preparo entonces. – le dijo acariciando su rostro, Temari algo incomoda con la situación prefirió cambiar el ambiente.
- Oh, que tierno el vago… me vas a hacer llorar – dijo con burla pero sin mentir tanto en realidad. Nunca se consideró una mujer muy dispuesta a los cambios emocionales del síndrome menstrual, pero con la actitud Shikamaru era difícil no sentir que no se merecía todo aquello. Además aún estaba con los nervios alterados, estando en el campamento cuando se oía una batalla tan feroz a poca distancia y se sentía insegura e inútil.
- Pues como estas ahora no me extrañaría que te pusieras a llorar como magdalena.
- Uy idiota! – dijo bajo pero audible y enojada mientras él preparaba el té para ella. Una vez lo tuvo listo, se lo quería entregar pero la vio acostada de lado apretando su vientre con una cara tensa casi entrando en el sueño. Se acercó a ella para cubrir su hombro con la cobija de lana cuando ella abrió los ojos producto del sonido de los truenos y demostrando que seguía despierta.
- Toma problemática, ya está el té.
- ¿Tengo que levantarme? – dijo con tono de berrinche.
- A menos que quieras quemarte la cara por tomar té acostada, diría que sí. – Temari se sentó con parsimonia intentando no desarroparse y tomó la taza con cuidado mientras Shikamaru se posicionaba detrás de ella para darle soporte. Ella se sintió confortada inmediatamente ignorando el ruido externo y eso que ni siquiera había probado el brebaje. El solo olor del té y la cálida presencia de Shikamaru la hicieron sentir mejor. – ¿Te vas a dormir? No vaya a ser que se te caiga, está muy caliente, mejor tomarlo mientras está así.
- Si, mamá- dijo con mofa bebiendo el té lo más rápido que pudo. Mientras tanto, sentía a Shikamaru acariciar su abdomen brindándole calidez. Aquel acto la hizo evocar momentos felices como cuando dormían abrazados en su cuarto en sunna sin que sus hermanos supieran que él estaba ahí, o cuando estaban en la cabaña y ella tenía su pequeño Nara dentro mientras su padre lo acariciaba. Casi sin darse cuenta sintió que él se acomodaba para quedar ambos acostados sin saber en qué momento le había quitado la taza vacía de sus manos. Temari sabía que el efecto somnífero era más por los medicamentos que de las semillas, aun así agradeció poder descansar. – ¿Sabes? Lo bueno de estar así ahora es que podré estar tranquila contigo en nuestra fuga de cumpleaños. No voy a tener mi periodo en ese momento – Temari lo sintió reír a su espalda abrazándola más por la espalda. El sonido de su sonrisa logró evitar que oyera el producto de los jutsus lanzados a lo lejos.
- Ajam… descansa Tem… mañana estarás como nueva.
Permanecieron en cómodo silencio hasta que Temari no pudo evitarlo.
- Lo siento… no quiero matar a los tuyos. – Shikmaru respiró varias veces antes de responder. Sabía que por nada debía decirle que ella le dio de baja a dos de sus primos más cercanos los cuales estaban a su lado y él solo por conocer de antemano el ataque logró esquivarlo sin sufrir daños a pesar de no poder hacer nada por su propia familia.
- Es una guerra Temari, no dejes que esas sombras apaguen tu luz, descansa que ya mañana será un nuevo día, y ahora nada puede herirnos. tu y yo estaremos sanos y salvos * – él comprendía que la angustia que ella sentía no era solo producto de los medicamentos y las hormonas, pero eran estos factores los que le hacían expresarlo y él no podía hacer más que darle seguridad a pesar de que ni siquiera a esa distancia estaban totalmente a salvo de la guerra.
- No me dejes sola. – susurró apretándose más a su pecho.
- No lo haré…
- No seas idiota…. ¡Tienes que dejarme!, no puedes quedarte aquí – dijo intentando mirarlo de reojo en tono de regaño y dándole una palmada al cuerpo pero él la acomodó de nuevo.
- Permaneceré hasta que te duermas y sepa que estás mejor, luego volveré a donde debo estar.
La mañana llegó y Temari se removió inquieta notando un frío molesto a su alrededor.
- Buenos días Temari. – escuchó entrar a Matsuri y su corazón se aceleró mientras de forma disimulada se percataba de que Shikamaru ya se había ido y por la temperatura que notaba en el lecho a su lado, no había sido hacía mucho.
- Buenos días.
- ¿Cómo sigues?
- Mejor – Respondió y con la mayor discreción posible escondió la taza que notó que seguía cerca.
- Eso es bueno.
- ¿Que tal fue la batalla?
- Ganamos… o algo así. No lograron quitarnos esta zona.
- Querrás decir que no lograron "recuperarla".
- Exacto, pero no logramos avanzar tampoco. Quizá a lo largo del día se va a intentar una nueva ofensiva aprovechando que están débiles.
- Nosotros también lo estamos ¿será prudente hacerlo?
- Son órdenes de la central… Además si no lo hacemos nosotros lo harán ellos.
- Deberíamos negociar con el otro frente. Quizá dejar la batalla y hacer un alto temporal al fuego, una tregua médica.
- Ja, no lo aceptarán Temari, estamos en sus tierras, no tienen motivos para darnos tregua y el siquiera lanzar la propuesta es un indicio de que lo necesitamos.
- Así que volvemos a la guerra fría. – afirmó con tristeza y decepción.
- Esto es terrible, solo quiero dormir.
- ¿Estuviste en el frente toda la noche?- Dijo notando el cansancio en su amiga.
- Si, fue muy agotador. Konoha es poderosa – Respondió Matsuri acomodándose al lado de Temari mientras ésta le abría espacio hasta que …
- Auch!…- Se quejó Temari sobándose la cabeza tras sentir su cabello siendo halado.
- ¿Sucede algo? – Antes de responder, Temari se fijó en la fuente del repentino dolor y notó algo muy particular.
- No!... nada… oye, estás muy tensa, deberías ir a darte un baño y dormir un poco.
- Pero ya me estoy acomodando! No quiero moverme, de verdad Temari…- se quejó
- Pero es lo mejor, descansarás bien. Además tienes sangre ajena en la ropa.
- Mejor me baño luego.
- Vamos Matsuri… además bueno…. Ya sabes, necesito algo de privacidad justo ahora.
- Ambas somos chicas, no tiene nada de raro.
- Por Dios Matsuri! Sabes lo mucho que he sufrido con Kaede, no pretendas ser igual ahora.
- Kaede? ¡ah! Cierto! La sombra tiene nombre! – al recordar aquello le surgió un brote de empatía - tienes razón, mejor te dejo en paz, no vaya a ser que me traumes a mí también- dijo sonriendo mientras se estiraba para salir.
- De verdad perdona no ofrecerte por más tiempo mi tienda, pero ya sabes cómo son estas cosas.
- Si, lo sé, que te mejores pronto Temari, te necesitamos.
- Obvio! En cuanto mejore te veo, Adiós! – A Temari casi no le sobró tiempo para despedir a su amiga antes de tomar del cabello al pelinegro y sacarlo de su escondite detrás de su equipaje - ¡Como es que sigues aquí, idiota! ¡Solo lograrás que te maten!
- Lo siento! De verdad no era mi intensión. Me quedé dormido. Solo tuve tiempo de sentirla venir y corrí a esconderme.
- ¿Detrás de mi equipaje? ¡Que astuto! – dijo con sarcasmo
- No había nada más grande para hacerlo. Agradece que no me escondí bajo las mantas.
- ¿Y ahora como te irás? ¡Te deben estar buscando en tu campamento!
- Lo dudo, ha habido muchas bajas y mucho caos, no será raro si no me ven en un buen rato.
- Hablo en serio. No te puedes quedar. Esta es mi tienda privada pero aun así los soldados pueden entrar.
- Todo estará bien. Más bien dime cómo te sientes – Temari tomó en serio la pregunta y evaluó su propia salud. Ya no sentía mareo o debilidad extrema por las hemorragias, el dolor en su pierna era mínimo y ya no tenía dolor abdominal.
- Jum… mejor ahora que lo pienso.
- Me alegra – dijo acariciando su mejilla.
- Oye, no te entretengas tanto. – dijo quitando su mano. - No me hagas esto más difícil, me va a dar un ataque si siento a alguien cerca.
- Bien, ya me voy, pero primero… hay algo que quería darte.
- ¿Darme?
En ese momento Shikamaru tomó uno de sus pergaminos el cual extendió y materializó su contenido. Temari observó maravillada el detalle.
- ¿Que? ¿Y esto? creí que no me darías nada por mi cumpleaños – Shikamaru sonrió
- No te lo regalo por ser tu cumpleaños, eso es solo la excusa, Tem.
Shikamaru tomó en sus manos el objeto para enseñárselo mejor. Temari no podía creer lo que veían sus ojos.
- ¿De donde lo sacaste?
- Lo mandé a hacer.
En las manos de Shikamaru ella podía ver un hermoso brazalete cuyos accesorios se extendían hasta los dedos como anillos por medio de estilizadas cadenas finas.
- Es hermoso… yo… - dijo ella alcanzándolo.
- No es lo que parece… - aquellas palabras detuvieron a Temari por un segundo antes de preguntar extrañada.
- ¿Qué?
- Temari, comprendo la situación, de verdad lo hago, sé que debes cumplir responsabilidades como princesa y asistir a eventos con él… con tu prometido… yo solo quiero que estés preparada y protegida. Mira…para los demás será solo un accesorio para resaltar tu belleza, pero si lo necesitas, estará a tu entera disposición si no puedes usar tu abanico.
- ¿es un arma? – aquello la emocionó notablemente.
- Exacto. – Shikamaru entonces empezó a explicarle y a mostrarle a Temari su nueva adquisición. El brazalete se podía usar por ambos lados, uno era de color plateado y otro de color dorado pensado para eventos elegantes en los que le queda difícil portar un arma. – Sabes que no sé mucho de moda y todo eso, pero si sé que ambos son colores neutros que podrás combinar con cualquier cosa. - Oprimiendo un mecanismo puedo sacar un katar y Temari maravillada comprobó su filo antes de devolverlo a su lugar. La estructura del accesorio era resistente a golpes por lo que refuerza la mano dándole más soporte y asertividad. De los cuatro dedos de la empuñadura saca garras para peleas de corto alcance y el accesorio del pulgar se saca para que pueda fungir como una jabalina de cuerda para ataques de mediano alcance. Contiene en la zona de la muñeca un paquete de 20 sembun reemplazables y también con un dispositivo en el pulgar opcional para lanzarlas más lejos.
- Es increíblemente completo! – Dijo ella admirándolo para después abalanzarse sobre su cuello con un gran abrazo. - Gracias.
- Problemática, me estás asfixiando. – dijo palmeándole la espalda.
- Uy, discúlpame si te saturo con cariño. – Temari se retiró burlesca.
- Jum... Problemática
- Has dicho la palabra dos veces en menos de quince segundos, sabes que no me gusta. Más bien pásame mi regalo.
Temari se lo iba a arrebatar pero él fue más rápido y tomó la mano de ella. Antes de que lo anticipara, él deslizó el brazalete con delicadeza para después pasar anillo por anillo por cada uno de sus dedos.
- Me encantaría deslizar otro tipo de anillo en estos dedos – a pesar de que Temari lo había imaginado milésimas de segundos antes de que él lo dijera, oírlo en voz alta hizo que se acelerara su pulso y quedó muda - ¿Qué pasa? ¿Te puse nerviosa?
- No seas idiota Nara… sabes que no se puede. – dijo incrédula.
- No ahora… - susurró besando su mano.
- ¿Que quieres decir? – Shikamaru estaba dispuesto a responder, pero la campana del desayuno sonó, por lo que el barullo de los ninjas aumentó fuera de la carpa.
- Es mejor que me vaya. – Dijo acomodándose para salir.
- En cualquier momento alguien entrará a traerme comida o a avisarme que ya está lista. – dijo intentando no sonar preocupada.
- Lo sé, si me ven… - Shikamaru no completó la idea intentando concentrarse en cómo salir. Había sido un tonto, el haberse quedado dormido le había quitado preciadas horas de escape. La noche anterior no planeaba quedarse tanto tiempo, si bien su escuadrón no era el que estaba en la pelea, él siempre participaba así fuera indirectamente, pero le ganó su deseo de saber si ella había sobrevivido y fue en cuanto pudo aprovechando la noche. Las sombras eran sus aliadas, y ahora no podría usarlas sin llamar la atención. Se asomó por una ranura y chasqueó la lengua. Había demasiada gente.
- Mierda, ¿y ahora?
- Hay demasiados. Tendré que camuflarme.
- ¿Y cómo? No tengo ropa de barón aquí. Te puedo dar una de mis bandas, pero nada más, además eres demasiado popular entre los ninjas aunque no lo creas.
- Jum... eso me gano por hacer las cosas bien. – meditó.
- Te puedes transformar en mí.
- No alguien me vería y luego tú no podrías salir. Además con tu rango podría llamar demasiado la atención. Aunque…-Shikamaru realizó aquellas posiciones de manos que Temari reconoció pero no sabía de donde hasta que el cuerpo de Shikamaru se transformó. - No sé si agradeceré o mataré a Naruto por esto – dijo con una voz mas suave.
- ¡Es el jutsu de naruto! El Jutsu sexy! – le dijo al verlo con aquellos rasgos delicados propios de la feminidad además de su notable crecimiento de cabello.
- Hey! No hagas ruido! Además el jutsu sexy es diferente! No iba a aparecer encuerado!
- Querrás decir encuerada … además jumm… - dijo poniendo una mano en su barbilla escudriñándolo - si que es sexy, hasta de chica eres lindo... podría ser lesbiana contigo- dijo con una sonrisa asechadora.
- Kami Temari! Más bien pásame un uniforme que no sé si aguante así mucho tiempo, nunca lo había usado.
- Eso me tranquiliza, toma – ella le tendió su ropa y lo/la vio cambiarse. A medida que lo hacía pudo notar algo. – Oye… yo también tengo ese lunar. – dijo ella señalando el seno de su compañero quien se detuvo solo unos segundos a ver de qué hablaba antes de retomar dándole la espalda algo avergonzado.
- Bueno ¿qué esperabas? ¿Que me imaginara un cuerpo de la nada?
- ¿Copiaste mi cuerpo?! – dijo sorprendida
- Claro, creo que lo conozco mejor que el mio. Bueno, igual disculpa si no quedó exacto, ahora no tengo tiempo de concentrarme en todos los detalles.
- ¿y este lunar de aquí? – dijo ella señalando la parte posterior de su cuello haciéndolo erizar.
- No me hagas cosquillas, y también es tuyo – ella llevó su mano a su nuca sorprendida.
- ¿Tengo un lunar ahí?
- Ajam – dijo terminando de calzarse.
- Mierda. Parece que conoces mi cuerpo mejor que yo. – en eso él terminó de vestirse.
- Bueno Tem, sabes que me encanta charlas contigo pero si no me voy ahora…
- Lo sé, lárgate ya. – ambos se miraron unos segundos sin saber qué hacer, siempre se daban un beso ligero, pero con el jutsu…. Sus caras se tornaron rojas y él solo atinó a besar su frente para luego tomar sus prendas de la hoja y salir con disimulo.
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...Continuará...
- . (7 meses tres semanas y media)
*Si conocen la canción safe and sound de Los juegos del Hambre, será natural el que puedan reconocer la situación, me inspiré en ella para ese pedacito
Saben? Siempre intento poner escenas de pelea pero me queda terriblemente difícil! He intentado instruirme leyendo fics de bulma y vegueta, y la verdad son buenos pero no he aprendido demasiado, así que me disculpo por la falta de acción y el exceso de romanticismo. Se suponía que este fic sería algo bélico, pero ciertamente no me sale. Lo siento. (ay que nostalgia, cuando escribí esta nota apenas había leído uno o dos fics de vegebulXD... lo malo es que sigo igual :( ay )
Quiero pedir perdón además si se me va alguna falta de ortografía, ultimadamente por tiempo, me confío demasiado del word
Por otro lado… ¡ay, que rico tener a alguien que te cuide cuando estás así!
