Mis amores. Les tengo una noticia…

Como algunxs de ustedes sabrá, soy Psicóloga, y me ha surgido un proyecto social en un corregimiento de otra ciudad. Este proyecto dura seis meses dependiendo de los resultados con la comunidad (aunque la verdad, espero que no tome tanto tiempo). Lamentablemente, el haber aceptado este proyecto implica un consumo alto de mi tiempo y mi estadía frecuente en dicho corregimiento… el lugar no cuenta con internet y de hecho, ni siquiera se ve necesario el transporte de computadores aún (se espera que al final de los seis meses, la escuela local cuente con computadores para los niños, pero hasta ahora, a duras penas hay agua y luz).

OJO! No me estoy despidiendo. Prometí terminar este fic y lo haré a menos de que algo incapacitante me pase. Por tanto, lo único que les pido es paciencia, porque además, nada asegura que tras los seis meses tenga contenido para publicar.

Esto iniciará el 2 de Abril, así que alcanzaré a publicar dos capítulos ya escritos, y un one shot como para que no me olviden… intentaré publicar si puedo en ese tiempo los fines de semana que vuelva a casa porque entiendo cómo se siente tener el corazón roto al ver que no hay un "siguiente".

Sin más avisos parroquiales, espero que disfruten este capítulo. Es posible que vuelva en septiembre con toda.


Cap 35 La mejor forma de esperar.

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Para su fortuna, pudo salir tras quince minutos sin necesidad de recurrir a su mano para liberarse. Habría sido problemático tener que limpiar y probablemente recurrir a una ducha.

Fue demasiado tentador solo quedarse durmiendo en su cama hasta que apareciera, pero aún tenía trabajo que hacer. Se levantó y se terminó de arreglar fijando bien el cabello, los lentes de contacto y la máscara. Salió por un corredor escondido para ir a dar a las inmensas escaleras hasta la primera planta. Desde ahí vio a Temari con su prometido que entrecruzaban los brazos para comer pastel. También vio como él le robó un beso rápido que el público aplaudió a pesar de que Temari frunció el ceño; se sintió impotente, a nadie le gusta ver a su pareja ser besada por otro hombre a pesar de que era comprensible en la posición de ella. Oficialmente Shikamaru era su amante, solo entre ellos él era el oficial, que asco sentir ese sentimiento de celos justificados sin poder hacer nada.

Indignado miró a su alrededor para quitarse la idea de verlos como a una pareja.

Más rápido que su cerebro, sus ojos captaron algo discorde con el lugar. Vio dos ambus en una esquina; frotándose los ojos supo que en realidad no había visto las bandas de Konoha sino algún reflejo no identificado, pero eso no lo dejó más tranquilo. Los ambus no deberían ser visibles para un simple "invitado". Se dirigió a la fiesta para comer tranquilamente, sus ojos tras la máscara estaban pendientes de todo, desde la charla de Temari con sus hermanos y su prometido, hasta la charla de los invitados sin ignorar a los concejales de ambos países. A lo lejos notaba a sus compañeros de trabajo, estaban retirados entre si y hablando con otros invitados, pero notó que sus miradas eran atentas y las charlas eran disimuladamente profesionales.

Resopló decepcionado; no había información nueva en esta estúpida fiesta. Pudo ver a lo lejos que algunas personas fotografiaban a Temari y al feudal, por lo que algunos besos aparecieron de nuevo en el panorama.

- "Ignora los celos Shikamaru, él es su prometido, tiene que hacerlo… mira su cara, no lo hace por que le guste… de verdad espero que no le guste; el tipo es agraciado, hay que reconocerlo, pero es mimado. Temari odia eso…"


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- Creo que han sido suficientes fotos… Kenji sama – dijo Temari recordándose las mil veces que él le pidió llamarlo por su nombre.

- Solo una más querida, hay que recordar este día.

- Pues me siento indispuesta. Si no paras esto estropearé apropósito todas las fotos y no te gustará nada que tu prometida salga poco agraciada ¿cierto? – Dijo en tono de amenaza que él entendió perfectamente.

- De acuerdo, como digas. – Le respondió para después dirigirse a los fotógrafos. – Caballeros, suficiente por hoy, muchas gracias por su atención, hablen con mi asistente para gestionar las fotos. – Señaló al joven a su lado.

- Casi que no se van, Kaede, por favor tráeme sake, por favor. – Pidió Temari y Kaede obedeció rápidamente.

- Creí que estabas indispuesta, no deberías beber.

- Lo que sucede es que aún estoy agotada.

- ¿Agotada de qué? – preguntó el Daimyo. Temari lo miró incrédula, le había explicado mil veces la razón y él ni cuidado le habría puesto.

- Agotada de la batalla que hubo hace poco contra Konoha, participé en el frente y apenas ayer fui dada plenamente de alta. – Claramente omitió que también acababa de ser complacida por un hombre que no era su prometido, que de haber culminado como planeaba, la habría dejado más que extenuada.

- Ah! Eso… si. De algo lo mencionaste. No deberías ir al frente princesa, deja eso a los ninjas.

- Yo soy ninja – dijo conteniendo la frustración, él no le iba a quitar lo que era.

- En cuanto seas mi esposa, no tendrás que preocuparte por cosas tan pequeñas.

- La vida de mi gente no es una cosa pequeña. Konoha es fuerte, no me arriesgaré a no proteger a los míos.

- Ummm si… konoha… bueno, esperemos que con lo que les dimos puedan hacer algo al respecto. Y si no basta, pueden usar a mis ninjas.

- Los ninjas de Iwa son independientes Daimyo, tienen alianza con Konoha, no aceptarán una misión así…

- No sabes lo que puede conseguir el dinero, querida.

- ¿Esta dispuesto a ser enemigo de Konoha?

- Tú serás mi esposa, debo apoyar a tu nación en lo posible o se disolverá el trato.

- Si me dijeras con quien firmó el trato, podría darte mejores garantías.

- Ya te lo dije Temari… ese trato se firmó un día antes de posicionarme. Si mi padre no estuviese tan enfermo, le preguntaría, pero prefiero no darle más dolores de cabeza en tanto se recupere. Por mi está excelente así como está, yo mismo habría firmado de estar presente.

- Lo sé… Kenji sama, no has dejado de jactarte de lo mismo… - respondió con falsa armonía. Él no paraba de hablar de ese convenio como si fuera la compra del año.

- Estoy orgulloso de ser tu esposo.

- Ajam… uy, este sake si que estaba fuerte… ¿Te molesta si me retiro? Creo que ha sido suficiente para mí. – dijo empezando a levantarse

- ¿Qué? No, por favor, la fiesta apenas está empezando. – Tomándola suavemente de la mano, logró que se sentara de nuevo, muy a su disgusto.

- Por favor, te dije que estoy agotada – insistió

- Vamos, Princesa… me vas a arruinar la sorpresa

- ¿más sorpresas? – preguntó mirando de reojo a Kaede de forma acusadora, pero la nana alzó los hombros sin entender a qué se podría estar refiriendo el feudal.

- Siempre hay sorpresas.

- Odio las sorpresas, dime que es y listo. O dámelo adelántalo.

- No podría hacer eso, llega en la madrugada.

- ¿Madrugada? ¿Que se supone que es?

- Eres una mujer difícil… bien, te lo diré - Dijo como quien no quiere la cosa. Era más que obvio que no podía guardar su propio secreto; tenía que presumir – Es una alborada. Tus ojos merecen deleitarse con la belleza antes de que el alba aparezca. Vendrán músicos y habrán fuegos artificiales. Es hermosísimo.

A Temari se le desencajó la quijada. ¿En serio por eso la iba a hacer permanecer despierta?

- Con todo respeto, pero no creo poder soportar mucho tiempo despierta hasta allá y no lo disfrutaré, solo quiero quitarme este peinado y esta ropa. Se supone que tras el pastel, podría irme y con lo borracha que se está poniendo la gente, no notarían mi ausencia.

- Oh, yo la notaría. – dijo coqueto.

- Pff, claro que no, mi hermano Kankuro es muy elocuente, podría conversar con él, o con mis amigas - dijo señalándolas. Él las miró y les sonrió.

- ¿No quisieras que te acompañara a tu alcoba?... estaríamos juntos… te ayudaría con la ropa… y descansarías mucho más tranquila – Ante la insinuación Temari subió las armas, ya había tenido suficiente del principito. Recordó la vez que intentó propasarse y que lo puso en su lugar.

- No… ya le dije que no… usted no pisará una sola baldosa de mi habitación hasta el matrimonio. No es bien visto y es una ofensa para mí, para mi familia y para mi aldea.

- Oh… de acuerdo… debía intentarlo, amor. – Ella quiso impedir que la llamara así pero ya había tenido suficiente esa noche.

- En todo caso… con su permiso me retiro – Dijo levantándose de la silla, pero él la detuvo de la manga.

- Por favor, espera un rato más… hazme compañía. – le rogó. Temari bufó sentándose de nuevo.


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Las horas pasaban y no veía nada extraño. No volvió a ver a los ambus, pero en cierta forma no le parecía bueno. Los concejales no habían hecho más que charlar entre ellos de cosas triviales sin relación a la guerra. Había seguido de cerca las conversaciones de Temari y le pareció interesante darse cuenta de que el anterior feudal estaba enfermo justo tras firmar el acuerdo lo que le daba material de investigación para más adelante. Agradeció a su cerebro poder manejar distintos campos de información, por lo que no fue directo a derramar vino en el feudal "accidentalmente" cuando insinuó que acompañaría a Temari a su alcoba; si lo hubiera hecho seguro el niño mimado le habría mandado a cortar la cabeza.

Casi podía ver a Temari dormir sobre su mano, por lo que quiso llamar su atención. Con discreción su sombra caminó hasta ella trepando por sus piernas. La vio a lo lejos dar un respingo para después sonreír. Ella disimuló una cara de alegría pero la sorpresa fue notoria cuando un hilo de sombra haló su ropa interior para pringarla suavemente haciéndola sonrojar y lo buscó entre la gente. Enrollando la sombra a su tobillo, la haló suavemente para que se levantara y así lo hizo. Ella se dirigió hacia una mesa de buffet donde casualmente la esperaba el moreno. No se miraron, cada uno comió por su cuenta varios aperitivos.

- ¿Cuándo podré tener mi postre? – dijo sin deshacer el jutsu para apretar su trasero por debajo del vestido.

- ¿No deberías pensar en tu trabajo? – El seño de Shikamaru le dio a entender que no había información a qué aferrarse.

- Decepcionante como suena, no hay nada que justifique mi presencia aquí… excepto mi postre. – apretó de nuevo con la sombra haciéndola estremecer.

- En cuanto pueda deshacerme del feudal… – respondió sonriendo

- Debí equipar tu brazalete con sembu de somníferos, para que le hagas a tu prometido una tierna sesión de acupuntura.

- Habría sido útil, en cuanto pueda lo haré. – Temari sintió bajo su vestido un movimiento denso que subía hacia sus senos y era acariciada sutilmente.

- Que sea pronto…

- Yo… yo… cre…creo que iré a descansar. Con su permiso – Dijo cuando notó que la sombra se iba a hacer densa dentro de ella.

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- Temari caminó tranquila hasta su lugar junto al feudal.

- Querida, te me perdiste un instante.

- Fui a comer… Su majestad, de verdad quisiera pero no me siento bien… me retiraré.

- ¿Te pasa algo?

- Solo estoy cansada. – Para quien la conozca, sabría que la expresión fue exagerada para ser ella, pero el feudal no parecía notarlo.

- Quiere que la acompañe. – preguntó preocupado.

- No, no… usted debe seguir alegrando la fiesta, notarían la ausencia de ambos.

- Pero la alborada…

- Lo sé… estaré aquí antes de las cuatro de la mañana… eso me da mucho más de dos horas para dormir.

- Si deseas la criada te acompaña. – dijo señalando a Kaede. La nana que había estado hablando con un Jonin, prácticamente se materializó ante ellos dispuesta a obedecer.

- No, gracias… ella sabe que puedo sola. Es más, le ordeno que permanezca aquí para que sea quien me informe si pasa algo que deba saber. – Él entendió su concepto de orden directa y le agradó que pudiera parecerse más a él en ese aspecto.

- De acuerdo florecita… descansa un rato. Antes de las cuatro te espero aquí.

- Sin ningún problema… - Respondió antes de dirigirse a su nana. - Kaede, si mis hermanos o alguien pregunta por mi, inventa cualquier cosa, que fui al tocador o lo que sea. Pero déjame dormir… a las cuatro estaré aquí ¡no me vayas a buscar! Yo misma bajo. – Recalcó con ímpetu.

- Oh… claro que si señorita. – Temari se retiró con elegancia esperando no parecer demasiado ansiosa por salir del lugar.

- Ella es una mujer particular… ¿no te parece? – le preguntó el feudal a Kaede.

- Lo es mi señor… es usted afortunado de desposarla.

- Lo sé… soy de lo mejor.


- Mujer, casi que no llegas.

- Cállate Nara. – respondió cerrando la puerta con seguro y fue hacia él para quitarle los botones de la camisa.

- Uy. Que impaciente. – dijo sonriente viéndola actuar.

- Te traje tu bendito postre, no te quejes. – él sonrió alegre por la disposición de Temari.

- Que amable de tu parte. – Dijo evitando que le terminara de quitar la parte superior del traje por voltearla y desatar el vestido de ella – Pero, es tu vestido el que me tiene más desesperado.

- ¿Desesperado? ¿Aún te quejas de que te haya tenido que dejar solo con tu manito? – respondió ansiosa notando que el vestido dejaba de presionarla poco a poco.

- Para que sepas, mi manito no tuvo que hacer nada… solito se desanimó con tu ausencia.

- Oh, pues entonces vamos a contentarlo – Dijo Temari guiando la mano tras su espalda para acariciar sobre la ropa el miembro de Shikamaru.

- Estoy cargadito para ti… - susurró en su oreja.

- Eso significa que esto va para largo. – Dijo alejándose un paso para girarse y encararlo. Con sus manos descolgó el vestido que cayó pesado a sus pies dejándola solo en aquellas pequeñas bragas. Shikamaru a pesar de estar más que acostumbrado a la vista, no pudo evitar deleitarse. Levantó sus manos para quitar los adornos del cabello de Temari y dejarlo suelto mientras ella lo observaba tan dedicado y al tiempo soltaba su brazalete.

Cuando los rubios cabellos cayeron cual cascada de oro, Shikamaru enterró su mano entre éstos para acercarla en un beso. Temari terminó de quitar la camisa de Shikamaru para poder tocar su pecho pero algo la detuvo.

- ¿Qué demonios? – ella interrumpió el beso para ver lo que cubría la piel de su amante.

- ¿No habrás creído que subí de peso en unos días o si? – dijo quitándose la prenda extra que lo hacía ver más robusto. – o ¿es que acaso no conoces mi cuerpo tan bien como yo conozco el tuyo?

- ¿Eso es lo que crees Shika-kun?– dijo pellizcando sutilmente las tetillas erizándolo al instante mientras volvían a besarse. Caminaron hasta toparse de nuevo con la cama – ¿Crees que no conozco tu cuerpo a la perfección?

Temari lo empujó sobre la cama y quitó sus pantalones arrasando de paso con los zapatos dejándolo plenamente desnudo. Trepó hasta él pero en lugar de besar sus labios, besó el punto medio entre sus clavículas haciéndolo sonreír y tragar saliva. Mirándolo besó alrededor de una de sus tetillas mientras con los dedos acariciaba el otro pecho con las uñas.

- Recuerdo que tuviste piedrilla a los 14… duró poco tiempo pero siempre has sido sensible… tus pectorales ahora son fuertes, masculinos y musculosos – dijo lasciva mientras chupaba su pecho – pero me dan total capacidad de excitarte – Para resaltar su punto, bajó un poco sus caderas para rozarse con la erección que ahora apuntaba al cielo.

- No me vas a perdonar el comentario ¿cierto? – dijo en un suspiro.

- ¿Comiste demasiado pudin y ahora eres adivino? – dijo sonriente mientras bajaba besando su abdomen hasta llegar al ombligo. Ahí se detuvo para hundir la lengua repetidamente dándole una vista hermosa a Shikamaru y un fuerte estremecimiento.

- Tem… - ya empezó a rogar – ¿podrías reclamar tu pudin ahora mismo? – dijo moviendo la cadera siendo plenamente consiente de que su pene se encontraba en medio de sus redondos senos creando un suave surco solo para él.

- ¿Mi pudín? ¿Ahora? ¿y está jugosito? – dijo poniéndose de rodillas en el suelo ubicándose entre sus piernas y enviando aire cálido a la erección apretando ligeramente el glande con dos dedos.

- Muy jugoso… todo para ti. – Dijo ansioso apoyándose en sus codos para verla mejor al actuar.

- No parece muy jugoso aún, según mi opinión profesional… - dijo lamiendo la punta del pene con solo la punta de su lengua privándolo de la sensación rápidamente haciéndolo virar los ojos impaciente.

- Si que lo está, pruébalo y verás. – insistió.

- Puede estar aún más jugoso… si hago esto – dijo poniendo su mano en la base y presionando su dedo entre el escroto y el pene y él jadeó inevitablemente.

- Ahh mendokusei…

- ¿Y si hago esto…? – dijo presionando suavemente sus testículos mientras que con la otra mano acarició con cariño la base del glande sobre el frenillo.

- Me estás matando mujer – jadeó y Temari notó cómo la erección había crecido notablemente haciéndolo más apetecible. Ahora era plenamente imposible que él le dijera que ella no conocía su cuerpo.

- Tranquilo… ya reclamo mi pudin – dicho esto, le empezó a dar su liberación, lo introdujo en su boca cuanto pudo y succionó haciéndolo suspirar al fin con el placer que le había negado. Empezó con mesura durante quizá más de un minuto antes de ir con la artillería pesada, utilizó sus manos como extensión de los labios y él tuvo que sentarse para poder soportar las sensaciones que aquella boca divina le proporcionaba, sujetó sus cabellos para empezar a guiar el ritmo el cual, ella dichosa siguió.

No podía estar más alto, sus manos eran divinas y lo acariciaban donde sabía que lo enloquecía, nada fue descuidado, iba de la punta a la base y de la base a la punta, no ignoró el área circundante impidiéndole concentrarse más.

- Tem... me voy a… Tem… ufff… apár...tate…

- Dame mi postre shika, vente en mi boca.

Con el permiso concedido, expulsó su esencia. Ella no dudó en tomar la primera parte para después ayudarlo a expulsar el excedente con su mano sin importarle que su semen cayera en su cuerpo embarrando sus senos.

Él cayó rendido en la cama recuperando el aliento, pero sabía que debía recuperarse rápido, Temari no lo dejaría descansar. Ella trepó hasta él besándolo de subida y Shikamaru posó sus manos en su escultural cuerpo apretando la fina cintura deslizándose hasta sus glúteos pero notó algo.

- ¿Aún con esta tanga? Tendremos que hacer algo al respecto. – girando ambos cuerpos quedó sobre ella. Posó ambas manos en sus senos acariciando cada centímetro de piel mientras besaba el lóbulo de su oreja, Temari empezó a gemir y Shíkamaru fue bajando hasta sus senos. Dedicado a su labor, les dio de a lamida cual paleta para después escoger el primero y chuparlo como lactante hambriento, movió su lengua en todos sentidos sobre el pezón para dedicarse de igual forma al segundo seno. Con una de sus manos empezó a perfilar el abdomen de Temari para tocarla sobre la tela despertando en ella más impaciencia.

Sin retirarse aún de sus senos, succionó cada parte de sus protuberancias desde las costillas hasta el esternón, de ahí acompañó con sus dientes el recorrido de su mano. De nuevo volvía a estar de rodillas ante ella como perro faldero fiel a su amo.

- El detalle es lindo… combina con tu vestido – dijo trazando con el dedo el patrón bordado que tenía la parte delantera del panty cuyo centro coincidía casualmente con el de ella. Temari se mordió el dedo ante la caricia y Shikamaru no se pudo resistir a chuparla por encima de la tela apretando sugestivamente cada parte de su sexo negándole mayor placer con sus labios directamente – No pude detallarlo bien antes… es muy transparente… casi… te puedo ver toda – susurró sobre ella sin dejar de saborear la tanga que ahora tenía exceso de humedad. Temari de verdad se estaba impacientando, tenía que hacer que se la quitara.

- Ni yo me fijé… tal como el vestido, es un regalo de mi prometido – Shikamaru frunció el ceño y alzó una ceja sin detenerse.

- Así que un regalo del principito, eh? Bueno… sería una lástima que… - sujetó la tanga en dos puntos frágiles con sus dedos y sus dientes - … se rompiera – Rasgó la tela asegurándose de no lastimarla y botó los restos tras de si. Temari le miro con la boca abierta notando el cambio de temperatura al verse toralmente descubierta, la sensación de frio solo la excitó más.

- Idiota! ¿Ahora con qué saldré?

- Luego te preocupas por vestirte, pero ahora déjame tomarte en todo tu esplendor. – Enterró de nuevo en ella sus labios mordiendo suavemente el clítoris haciéndola gemir, él la miró a los ojos aún en su labor y se rio con burla. Temari al verlo de esa forma, lo apartó con fuerza y acostándolo sobre la alfombra en el piso se sentó a horcajadas sobre él sorprendiéndolo.

- Te doy diez segundos para quitarte esos malditos ojos azules o te los arranco yo misma – dijo bajando el torso para estar más cerca y ponerlo nervioso como sabía que lo haría – Además has sido un chico muy malo rompiendo mi ropa interior y pagaras por eso.

- Oh... si que he sido malo – dijo nalgueándola picándole el ojo.

- Si no te los quitas ya mismo te los arranco como hiciste con mi tanga hace un rato – amenazó de nuevo con más ímpetu apretando su cuello. Shikamaru contorneó con las manos las nalgas de Temari presionando con fuerza el recorrido hasta su cintura y luego sus senos. Los agarró ambos, los puso juntos y enterró en ellos la cara para besarlos brevemente a cada uno. Haciendo pinza con sus dedo pellizcó los pezones estirándolos y al soltarlos, se dedicó a quitar cada lente de contacto rápidamente mientras sentía las uñas de Temari trazar surcos sobre su pecho. – que buen chico. Pero no basta… necesito que… - Temari por provocarlo movió su trasero y sintió su pelvis ligeramente sorprendida – ¿Ya te volviste a empalmar? Eso fue pronto…

- Ahora si, que comience la acción.


El frio de la madrugada lo hizo despertar. Realmente no había dormido demasiado tiempo puesto que apenas hacía breves minutos, la regulación del ambiente dejaba en evidencia que el calor apasionada velada empezaba a graduarse. Temari, claro, no lo notó, ella estaba más acostumbrada que él a los cambios bruscos de temperatura. La tenía abrazada por la cintura estando ella de espaldas a él, producto de la última posición que utilizaron, él había estado detrás de ella levantando una de sus piernas y penetrándola con fuerza y masajeando su clítoris hasta que los sacudió el fuere clímax haciendo que ambos quedaran plenamente rendidos del intenso ejercicio que duró mucho más de dos o tres rondas.

La apretó mas a su pecho, le encantaba sentirla así, masajeó uno de sus senos como ya le era costumbre sin la intensión de provocarla, solo quería sentirla y acariciarla. Arropó sus cuerpos como pudo mientras intentaba encontrar con la mirada algún reloj: para su fortuna aún le quedaba al menos una hora para los fuegos artificiales, o sea media hora para dormir y otra media hora para que su problemática mujer se arreglara. Bostezó con tedio acercándose más al cuello de Temari para oler su cabello y la sintió reír suavemente.

- Déjame dormir, me haces cosquillas.

- ¿Yo que culpa que seas cosquilluda? Duérmete que queda media hora de locha todavía.

- Bueno, pero hazme mimos.

- ¿Que no te bastaron las rondas anteriores?

- No me refiero a eso idiota, dame besitos que me encanta cuando lo haces.

- ¿Que? ¿Y cuando lo hago?

- Cuando crees que estoy dormida – respondió apretándose más al pecho de Shikamaru y retiró su cabello dejando libre el acceso a su cuello; él frunció el ceño extrañado.

- Ah… ¿o sea que no lo estas?

- Finge que si – Shikamaru resopló para proceder con el capricho de la cumpleañera.

Besó su cuello con pequeños picos en su piel. Le encantaba esa sensación en sus labios, ya fuera desde el leve contacto con la piel o cuando la besaba más húmedamente, para variar la monotonía se permitía succionar suavemente sin riesgo a dejar marca (cuando quería) y también a lamerla de distintas formas.

Temari estaba encantada, adoraba como se sentía. Había descubierto que él lo hacía hace algunos años pero nunca lo dejó en evidencia, solo gozaba y se permitía ser vulnerable ante él solo porque él no sabía que ella lo permitía. De sus partes favoritas era cuando le daba besos húmedos porque podía sentir la redondez de sus labios y el jugueteo de la lengua, también adoraba cuando de vez en cuando halaba su oreja.

Tras varios minutos, se giró para estar frente a él y mirarlo a los ojos, oscuros como la noche; le encantaba verlo así, cuando a pesar de la desnudez dedicaban tiempo solo a amarse en tranquilidad. Juntaron más sus cuerpos para besarse en los labios detallando el sabor del otro. Si, sus manos recorrían la piel libre y era por la necesidad de comprobar que estaban juntos en el aquí y el ahora y nada ni nadie podría arrebatarles el momento, era real lo que sus dedos tocaban y lo que sus lenguas probaban.

- Te amo – se adelantó a decir cada uno al separar los labios.

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...Continuará...

- . ( 23 de agosto, 7 meses 4 semanas desde que inició la guerra )


Hola! se preguntarán (ok quizá no se lo pregunten, pero aún así respondo) por qué quité la escena de lemon fuerte… bueno, esto tiene varias razones.

-1. Es mi fic y se me dio la gana… jaja neh, mentiras… resulta que estoy escribiendo al mismo tiempo otros cuatro fics y bueno, necesito material, no tengo tanta imaginación como creen para el lemon jajaja

2. Quería que entre estos dos no solo se muestre el vínculo del sexo, quiero que de verdad sientan como yo, que esa intimidad les significa algo a este par, una unión que no solo implica lo excitante de lo prohibido.

Pdt:.. En serio, continuará, espero que la noticia no impida que me digan que les pareció el capítulo con cada uno de sus detallitos, quiero saber que opinan , Lxs amo!