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El paso del tiempo siempre era de ayuda, le ayudaba a pensar en todo y en buscar solución con la lógica, pero esta vez era imposible buscar respuesta alguna a lo que le estaba pasando, la palabra "imposible" se había quedaba corta con todo lo que había ocurrido en esas tres semanas, aunque su vida nunca había sido normal nunca, jamás de los jamases pensó en que este tipo de cosas le pudieran ocurrir, mucho menos que fueran reales.

Aunque la cosa fuera difícil no podía pedir ayuda, cada vez que conseguía el valor suficiente para contarles recordaba las palabras de aquel sujeto y su imagen se venía a su cabeza, no podía contarle a nadie sobre lo que pasaba, no quería que se repitiera la historia, no podía, debía evitarlo a toda costa.

Apenas podía recordar sus sueños y para ser sincero quería que todo fuera eso, un simple sueño. Pero no podía solo ignorar esto, decir que no era su asunto tampoco, si era cierto lo que le habían dicho entonces había demasiado en riesgo, vidas tanto de pokemon como humanos se perderían y eso No debía permitirlo, aunque no entendía lo que pasaba debía hacerlo, estaba decidido, salvarlos a todos–

Volteando a ver al este vio que estaba empezando a amanecer, al notar esto sabía que ya tenía que volver lo que le faltaba era que preocupara a sus amigos, ya sabía lo que tenía que hacer hoy, buscar a aquel científico y mantenerse cerca, después de eso solo debía esperar algo ¿Pero que debía esperar?

Apenas al llegar al centro encontró listos y preparado a Rayo y a Charmander esperándolo en la puerta.

– Chicos, que están... – trato de decir God pero las miradas que tenían hablaban por ellos, en ese momento sobraban las palabras y con solo asentir, God se dio vuelta y al segundo los pokemon fueron tras él, Rayo se paró en su hombro del entrenador mientras que Discharger iba a su lado mientras como un boxeador hacia sombra con sus garras puestas las cintas peleador.

– Vamos chicos, directo a las Ruinas Alfa. – Entonces empezó a caminar y con el resplandor de aquel amanecer se perdió el rumbo.

Mientras en una habitación del centro pokemon...

– Natsu... ¿Dónde estás?– decía gritando la joven de cabellos miel mientras buscaba a su igneante amigo. Desde la mañana había estado buscándolo desde que el pequeño al despertar de la cama salió disparado hacia la entrada del centro pokemon tras haber visto por la ventana de su habitación. Al llegar al mostrador la doctora le decía acerca de su pokemon, según ella había pasado por la puerta, tas saber eso agradeció la información y se dirigió hacia la entrada donde encontró a su igneante compañero olfateando y a la vez haciendo una expresión de asco.

– ¿Que ocurre Natsu? ¿Qué oliste? – le dijo suavemente mientras le acariciaba detrás de la oreja, este parecía que cuando le rascaban ahí no podía aguantarse, sacaba la lengua, movía la cola con alegría y la pata trasera izquierda, aun siendo orgulloso Natsu era un cachorro y Amber era la única en saber cómo hacerlo parecer. – Bueno Natsu, dime ¿Porque saliste de repente del cuarto?– El cachorro solo ladro tres veces.

– Espera por favor ¿Dijiste que oliste cenizas?–

La expresión de la joven de color miel cambio de una de alegría a uno de asombro– ¿Acaso habrás olido a...?

/RUTA 36/

– Creo que es aquí, esta Ruinas debe ser la entrada a las Alfa. – El entrenador junto a los variocolor mientras veía la opción mapa que tenía en su Pokedex donde parecía en un mapa digital de la región de Johto y en un punto de la ruta 36 aprecia una flecha con un 25 puesto en rojo. – Antes que nada, chicos, les quiero presentar oficialmente a nuestro nuevo compañero– Sacando de su cinturón una pokeball mientras la expandía, la lanzo al aire y ahí apareció materializado de la luz un pokemon que con solo verlo a simple vista parecía peligroso. – Chicos, este es Bee y de ahora en adelante viajara con nosotros– Los dos pokemon parecían sorprendidos al ver aquel pokemon hasta que en un breve recuerdo logro reconocerlo, vio con desconcierto a su entrenador mientras apuntaba al Beedrill lo cual el solo asintió de forma clamada lo cual Rayo tomo a la perfección– Muy bien, andando chicos–

Tras caminar un rato por ese lugar se notaban ciertas estructuras rocosas junto a plantas y habían ciertos lugares donde se acumulaba agua, esta zona se le hacía muy familiar al entrenador parecía que hubiera estado ahí antes pero era extraño, ya no sentía ninguna presencia además de la suya y de sus amigos, pensaba que si había una investigación en ese lugar pues habría muchas personas trabajando ahí y le era bastante raro que el lugar estuviera tan desierto que hasta faltara la planta rodante. No tardo mucho hasta recorrer más o menos la zona hasta llegar al centro de aquel lugar sonde parecía haber un lago, este le vino de repente a God el recuerdo de aquel pokemon tan extraño que había visto hace realmente poco aunque no tardo mucho para que el dolor de cabeza volviera a pasar factura haciendo que este cayera de rodillas mientras se sujetaba la cabeza, esto alarmo a los dos pokemon variocolores ya que nunca habían visto así a su entrenador, God empezaba a escuchar aquellos susurros otra vez y entre ellos escucho una voz que le hacía muy familiar pero no podía entender que decía hasta que al ritmo del latido God escucho la voz diciendo: Estas... cerca... La misteriosa voz seguía hablando pero el dolor le impedía al de ojos carmesís poder entenderla hasta que al sentir ese latido paro en seco.

– Rayo, a la izquierda, rápido. – El pikachu al escuchar la orden inmediatamente la cumplió saltando hacia la izquierda mientras que él tomaba al Charmander y se dirigía a la misma dirección, entonces un destello rosa paso de tras de él, si no se hubiera quitado entonces el golpe le hubiera dado de relleno, rápidamente se dio vuelta y logro ver que el ataque parecía ser de un pokemon rosado, tenía una gema roja en su frente y a su lado estaba un pokemon negro de su mismo tamaño con anillos amarillos en sus orejas.

– Y...ya me estoy cansando de que me ataquen por la espalda. – decía God mientras veía a esos pokemon de manera seria. –¿Quién son esos pokemon? – God recordó el objetivo principal de su Pokedex y al abrirla apunto hacia ellos.

/Espeon: Pokemon Sol/

Espeon es extremadamente leal al entrenador que le merece la pena. Dicen que este Pokemon desarrollo sus poderes adivinativos para evitar que su entrenador sufriera ningún daño.

/ Umbreon: Pokemon Luna/

Umbreon evoluciono tras haber estado expuesto a ondas lunares. Suele esconderse en la oscuridad en silencio y esperar a que su presa se mueva. Cuando se lanza al ataque, le brillan los anillos del cuerpo.

– Así que estos son Umbreon y Espeon, muy bien, será la oportunidad para probarte Bee. – decía God mientras ampliaba su pokeball preparándose para atacar– Adelante Bee. – Al formarse el pokemon del rayo de luz, empezó a zumbar con las alas y se movía de un lado a otro sin perder de vista a ambos pokemon enfrente de él. God abrió Datos de su Pokedex para revisar los datos de Bee, era algo necesario ya que sería la primera vez que combate con el–Muy bien, Bee, usa Dobleataque. – Los afilados aguijones de sus brazos empezaron a rodearse de una luz verde algo oscura mientras el Beedrill empezaba a descender con el propósito de atravesar a alguno de los dos.

Tomando la iniciativa el Umbreon se posó enfrente del Espeon mientras que sus anillos empezaron a brillar, enfrente del salió una barrera verde que paro el ataque en seco del Beedrill, pero el Espeon no perdió tiempo ya que mientras Beedrill retrocedía recibió un potente psicorrayo haciéndolo caer a tierra, el de ojos carmesíes no podía creer lo que había pasado ya que era impresionante la coordinación que tenían esos dos pokemon.

– Bee ¿Estas bien? – Entre la arena se logró ver que se empezaba a levantar con el movimiento de alas del tipo veneno– Muy bien, intentemos de nuevo con Dobleataque. – El pokemon volvió a repetir el ataque y empezó a descender de nuevo pero esta vez su objetivo era Umbreon mientras que este no logro esquivar el ataque y le dio de relleno.

– Muy bien Bee, ahora usa... ¿qué? – decía God pero fue interrumpido por un mensaje de la Pokedex de "Sistema Batalla" Ahí parecía una clase de simulador de batallas, más que eso parecía un juego de consola. – Muy bien parece que le hicimos bastante daño. – dijo al ver en el cuadro de abajo donde decía Golpe Critico en letras amarillas. – Muy bien ahora Taladradora en Espeon. –

El tipo insecto/veneno ascendió una considerable altitud para descender mientras giraba con sus aguijones envueltos en una luz gris mientras giraba velozmente en si como un taladro, apunto de dar, se escuchó una voz.

– Sunny, Moony, Basta ya. – grito una voz gruesa con un tono de enojo, ambos pokemon tuvieron que esquivar el ataque y fueron directos aquel sujeto dueño de esa voz.

– Oye chico ¿Te encuentras bien? – Al oír a aquel hombre God de inmediato se dio la vuelta y se impresiono al tener que ver hacia arriba, el hombre parecía medir casi dos metros, tenía una frondosa barba de candado café unidas a unas patillas algo largas y unas cejas algo pobladas, lo curioso de este era que no tenía ni un pelo en donde usualmente se tenía, vestía con una camisa de botones gris con un jean oscuro con cinturón, usaba botas que parecían estar realmente sucias y una bata con múltiples manchas de tierra y café. A simple vista parecía alguien de los que se debe de tener cuidado.

– Ehhh si gracias por preguntar. – decía God mientras se tranquilizaba y regresaba al Beedrill a su pokeball, tras esto se dirigió al extraño sujeto. – Disculpe señor ¿Usted es el entrenador de esos pokemon?–

– Así es y de verdad lamento lo ocurrido con Sunny y Moony, como compensación déjame llevar a tu beedrill al centro de Investigación para sanarlo. – dijo el sujeto con un tono algo amigable tratando de ser amable con el entrenador.

– Es...está bien ¿Que me dicen chicos Vamos? – Al voltear a ver a sus compañeros vio como asentían mientras que Rayo miraba a God con seriedad, era entendible fácilmente que lo que decía sin palabras era "Mantente alerta."– Muy bien señor pero antes le pido que me diga quién es usted?– El sujeto tras escuchar esto se dio cuenta y empezó a reír algo forzadamente.

– Jajaja lo siento lo siento, mi nombre es Leonardo Napol, soy el director del grupo de investigación en las Ruinas Alfa, nos emprendemos en la búsqueda de conocimiento que se esconden entre estos muros...– dijo Leonardo mientras tenía una mirada perdida en el horizonte, pero esto no fue lo que impacto a God sino fue descubrir que ese era el mismo científico que Destiny le dijo que tenía que buscar y seguir.

– Disculpe pero ¿Dijo que se llama Leonardo Napol? –

– Así es chico y a tu dime ¿Cómo te llamas y que haces aquí? –

– Yo soy God Forcehold y vine aquí a entrenar un poco. – mintió God de forma calmada para encubrir al tipo ensombrerado.

– Así que eres un entrenador, eh? ¿Te parece si me cuentas algo de ti camino hacia allá? – decía mientras apuntaba hacia una dirección la cual el empezó a caminar y God a seguirlo.

El ambiente que esperaba God era uno un poco más sombrío, con más tensión, mas no esperaba esto, el profesor Leonardo resultaba ser una persona un poco diferente ya que este aunque tuviera un físico extremadamente ejercitado tenía una personalidad amistosa, era una persona realmente simpática y aunque God no se olvidaba de su "objetivo" disfruta del rato que pasaba con el científico. Al llegar a la estación de Investigación se sorprendió bastante al ver que desastroso todo estaba, libros abiertos y hojas repletas de datos acomodaban el suelo y las mesas de aquel lugar, según decía el pasaba más tiempo en las ruinas enfrentando a los unkown que el que estaba arreglando cada detalle.

– Ven por aquí God. – decía mientras llegaba hacia una típica máquina de restauración del centro pokemon.

– Muy bien. – Donde estaban los orificios de las pokeballs God inserto la pokeball de Beedrill ahí y entonces el enorme profesor prendió la máquina y se puso en una Pc cercana hasta que se puso a ver los datos y se sorprendió.

– Wow es increíble. Este pokemon está entrenado perfectamente hasta su máxima capacidad, es... extraordinario. – Dijo asombrado y emocionado el profesor Leonardo mientras miraba sus datos. – Se nota que eres un gran entrenador–

– No lo entrene, hace poco lo recibí de otra persona, quería que lo cuidara por él. –

– Mmm ya veo, pues admiro tu sinceridad, cualquier otra persona presumiría acerca de sus dotes de crianza y bla bla bla, lo peor es que cuando los retas no te duran ni para el 2ndo ataque. –

– ¿Y usted es fuerte? – dijo God con una mirada retadora mientras sonreía un poco malicioso.

– Más o menos según pienso ¿Porque? ¿Quieres una prueba? –

– No, un combate. – Dijo God de manera retadora– (Si logro derrotarlo puede que pase lo que tenga que pasar) – pensó God en el fondo recordando a Destiny. – ¿Le parece bien?–

– Jajajaja chico, me empezaste a caer bien. Muy bien, combatiremos. Moony y yo contra ti y tu Beedrill, así estaremos iguales. –

– Esta decidido, vamos a afuera. – decía God mientras se dirigía corriendo hacia la maquina sanadora y sacaba la pokeball de Beedrill para luego lanzarse de inmediato hacia la puerta más de un mal paso se tropezó siendo lanzado contra el estante lleno de libros y diarios cayéndole una tonelada de conocimiento. El ratón eléctrico y el profesor mostraban un gesto de dolor obligándolos a cerrar los ojos hasta que al no escuchar más caer, entonces al abrir los ojos vieron enterrado entre tantos libros y en su cabeza había un libro abierto.

– Eso debió doler. – dijo el profesor mientras se dirigía hacia el chico al igual que el ratón eléctrico– Oye chico ¿Estas bien?–

– Si eso creo. – dijo mientras tomaba con las manos el libro que le cayó en la cabeza y se levanta de aquel sepulcro de hojas– ¿Quien dijo que aprender no duele?– Al ver el libro que tenía en la mano vio algo que lo asombro, en aquel libro estaba el símbolo que se había visto antes en sus ojos al verse en el reflejo días atrás– Este libro...–

– Ahhh encontraste el diario Ryuseii. –

– ¿El diario de qué? –

– Este es un diario lleno de información acerca de una antigua leyenda, es una historia larga y una de mis favoritas. – dijo mientras veía como el empezaba a leer aquellas páginas.

– ¿Podría...?–

– Adelante, con confianza–

– ¿De qué se trata?–

– Ven siéntate y te cuento. – tras escuchar vio una especie de sofá enterrado entre hojas pero sin importar se sentó en el– Pues es una historia bastante compleja y aun no la entiendo del todo pero te puedo hacer un resumen: Veras la historia se enfoca hace 3500 años donde poco a poco el ser humano y el pokemon empezaban a convivir en harmonía aun tras tantos conflictos, la historia se centra en una región desconocida llamada Experanz donde tras la muerte del rey sus tres hijos emprendieron diferentes caminos y decisiones que cambiarían para bien o para mal el futuro de la antigua región.–

– ¿Y qué pasó luego?–

– Pues es asombroso lo que pasa puesto que...–

– Profesor Napol.– se escuchó una voz del otro lado del Lab, para ser más precisos en la entrada estaba un señor delgado de 1 '60 con apariencia débil, llevaba lentes más o menos delgados, tenía el cabello largo medio rizado que llegaba hasta un poco más bajo del hombro, sin que se dieran cuenta estaba ahí parado desde hace un rato.– No debería estar en las Ruinas investigando acerca de la recién descubierta puerta de la Estrella que Usted mismo dijo que lo haría.– dijo aquel hombre con cara de decepción ante el profesor que simplemente se rasco la cabeza mientras forzaba una sonrisa.

– Jajaja Lo siento Manu, se me olvido que me estabas esperando, veras es que este chico vino de turistas y pues Moony y Sunny lo confundieron con el sujeto del hielo, habían herido a su pokemon así que lo traje aquí para restaurarlo.– dijo el profesor Leonardo tranquilamente lo cual el supuesto compañero solo soltó un suspiro. En esas palabras God se interesó bastante ya que hasta ahorita no le había preguntado porque le habían atacado esos pokemon, pero le trajo a curar como compensación, estaba bien eso pero quería saber más sobre lo que pasaba en ese lugar

– Profesor Napol ¿Podría preguntarle que paso con el sujeto del hielo?– pregunto God con cierta curiosidad pero algo serio.

– Ahí eso pues...–

– Profesor por favor. – interrumpió el señor. – Ese extraño y su pokemon han causado demasiados daños ya, han hecho que los demás se hayan ido, también ha atacado los equipos retrasándonos por dos meses enteros y para terminar ha estado bloqueando el camino hacia las ruinas, tenemos suficiente con eso como para que el chisme de que un extraño se ha estado interponiendo se propague por la ciudad. Por favor trate al menos de guardar el secreto hasta que lleguen la ayuda del profesor Boreal–

– Espere ¿El profesor Boreal vendrá acá?– dijo God mientras la imagen del profesor mejor amigo de su padre le venía a la cabeza.

– Vaya, parece que lo conoces– dijo el profesor sacudiéndole la cabeza al joven entrenador.

– Era mejor amigo de mi padre, claro antes de que él...– Con unos breves recuerdos la expresión de su cara cambio de interesado a uno más deprimido, no se necesitaban más palabras para entender cómo se sentía el joven de ojos carmesíes.

– Oye tranquilo, anda ya, no pienses en cosas tristes, mira si quieres te muestro las ruinas pero ya cálmate, vale. – dijo el profesor mientras le agarraba del cuello con el brazo y le daba en cabeza con el nudillo, esto más que molestar le pareció extraño al joven de ojos carmesíes pero aun así un breve recuerdo le hizo sonreír.

– ¿Me podría llevar? –

– Claro chico, vente, andando. – dijo el profesor antes de partir hacia la puerta–

– PROFESOR NAPOL. – refuto el otro sujeto con algo de enojo y desesperación en su voz– POR FAVOR NO ARRIESGUE LA INVESTIGACION DE RYU– Al oír esas palabras God pensó en esa palabra hasta que se le quedo en la mente.

– Ya se Manu pero no pasara nada si le mostramos lo que descubrimos, de todos modos ya aseguramos esa zona y con sus pokemon se puede defender de los Unknown, además míralo, como puedes decirle no a esta carita. – Tras decir esto le golpea a God por la espalda suavemente en lo cual entendió y puso una expresión algo infantil y con ojitos tiernos, fue increíble como al ver esto el sujeto se puso nervioso y al final no pudo decir que no.

– Solo manténgalo alejado de las escrituras y que no toque nada, un solo rasguño...–

– Puede hacer que la estructura nos caiga encima, ya me lo has repetido y no te preocupes que yo asumiré la responsabilidad– dijo el profesor mientras apagaba los equipos y se preparaba para descender hacia las Ruinas.

/CENTRO POKEMON/

Naomi y Hadson estaban desayunando con gusto mientras veía un antiguo combate antiguo en la televisión de hace años donde se veía una gran diferencia, Hadson veía con entusiasmo el combate mientras Naomi tomaba una taza de té mientras no despegaba su vista de su libro. Las cosas estaban calmadas desde la mañana y le era extraño que habían despertado algo tarde, pero algo se sentía diferente como más tranquilo hasta darse cuenta, era demasiado tranquilo.

– Hadson ¿Dónde está God? – pregunto ella con una mirada algo intrigada al joven que al escucharlo se dio cuenta que faltaba.

– No... No lo sé. En la mañana salió corriendo antes de que le preguntara a donde iba, quería acompañarlo pero no me dio tiempo de seguirlo. – dijo Hadson algo deprimido pero paso de largo en pensar eso de nuevo. – Supongo que estará entrenando para vencer a Falkner, la última estuvo a punto de ganar, después de eso estuvo muy desanimado aunque cuando regreso esa noche estaba más animado, como si hubiera cambiado de cara. –

– Si, también note eso, sin embargo me parece extraño de que God se haya ido así nada más, de todos modos pasemos por la ruta al este, seguro lo encontraremos ahí o tal vez en las Ruinas Alfa que está cerca, déjame terminar y vamos– dijo Naomi muy analítica y fría mientras le daba un pequeño mordisco a un sándwich volviendo a ver a su libro.

– Bueno, podemos esperar un rato. – dijo Hadson volviendo a voltear hacia la pantalla.

Aunque era bastante joven, Hadson tenía un gran intelecto y una gran madurez, pero eso también para él era una maldición ya que inconscientemente busca saber más provocándole ciertos problemas de vez en cuando, su forma de pensar era siempre recolectar información, datos, tratar de conocer más a fondo este mundo y las personas que lo conformaban, era como así decirlo un genio en batalla. Hadson tenía una gran curiosidad por aquella chica que en todo el tiempo que le había visto estaba calmada, nunca había visto ni una gota de sudor pasar por su frente.

– Oye Naomi ¿De dónde vienes?– pregunto el de ojos zafiros con intriga.

– De Kalos ¿Por qué lo preguntas?–

– Este... curiosidad– dijo alegremente– Hey pero si el concurso en Ciudad Azalea ya paso entonces ¿qué harás?–

– Bueno, la verdad es que perdí el interés en los concursos, al principio pensé que sería buen camino pero no me agrado al final, por ahora solo quiero viajar y conocer más acerca de los pokemon–

– Entonces ¿seguirás viajando con God?–

– God parece ser alguien interesante y de seguro aprenderé unas cosas de él, puede que considere cruzar caminos con el temporalmente. – dijo Naomi un poco más simpática de lo usual aunque aún mantenía su tono educado. Tal vez fue que vio mal pero en ese momento parecía como si Naomi hubiera sonreído aunque fuera levemente, le era increíble. Los dos jóvenes entrenadores hubieran seguido hablando si no fuera porque en el medio de la sala vieron al cachorro de antes olfateando con un gesto de asco en su rostro pero aun así continuaba hacia la puerta del centro pokemon, tanto Hadson como Naomi reconocieron a ese pokemon variocolor.

– Natsu. – dijeron al unísono ambos entrenadores. – Si él está aquí entonces...–

– Natsu, por favor espérame…– se decir y tras pasar unos segundos apareció aquella dulce joven corriendo con sus ropas habituales corriendo tras su pokemon hasta que un saludo de Naomi la distrajo de lo que hacía.

– Buenos Días, Amber. –

– Eh?! Am… Buenos días Na–Naomi–san… – dijo la joven de cabellos color miel.– Buenos días también a ti, Hadson–kun. – dijo haciendo una reverencia ante ellos, pero tanto Hadson como Naomi estaban confusos por lo ocurrido.

– Este... Amber no te preocupes de usar los honoríficos con nosotros, puedes llamarnos como quieras. – dijo Naomi de forma tranquila mientras se le veía salir una gota pasar por su frente.

– Este... bueno. – dijo esa joven de una manera algo tímida, al parecer le costaba abrirse ante las demás personas– Esto... ¿Han visto... a God–kun?– dijo Amber con su timidez en su voz mientras con la vista toda la habitación buscaba rastro del de ojos carmesíes–

– Pues él debe estar entrenando en la ruta cercana, nosotros lo vamos a buscar ahorita, si quieres puedes acompañarnos– dijo Hadson de una manera un tanto amigable pero bastante energético, asustando un poco a la joven pero se le paso rápido.

– Esto... Natsu lo está... – iba a decir la de color miel pero fue interrumpida por un ladrido, era Natsu que parecía haber encontrado el camino hacia God y ahora llamaba a su entrenadora tratando de aguantar ese olor de ceniza.– ¿Natsu lo encontraste?– El cachorro de fuego ladro diciendo que si entonces una sonrisa energética se esbozó en el rostro de la joven.

– Hey "Amber–san" ¿Podemos ir contigo? – dijo Hadson cómicamente mientras se acercaba a la joven, esta quedo sorprendida al tal punto que se sobresaltó un poco por dentro, no de esperaba eso. – Esto... –

– Me parece buena idea, de todas formas teníamos que buscarlo en un rato para ver cómo le ira, ha estado mejor desde lo que paso en el gimnasio – dijo mientras recordaba cuando cayeron los variocolor del ojicarmesi. – De todas formas está más a animado, tal vez combatir otra vez con él puede hacer que mejore su aguante de la presión en el combate, eso fue el error que le vi. Mas no sé qué tanta fuerza física puede mejorar entrenando solo con pokemon salvajes. – dijo Naomi mientras veía al vacío agarrando suavemente su mentón, Hadson había quedado confuso, apenas había entendido pero no sabía mucho de esta que con un solo combate analizo ventajas y defectos que tenía.

Un ladrido de Natsu basto para darse cuenta a los tres que se dieran prisa, entonces Amber tuvo que aceptar la ayuda y entonces los tres siguieron al igneante hacia el este de la región sin saber qué era lo que iba a pasar.

/RUINAS ALFA/

Ambos científicos junto al joven oji–carmesi llegaron hasta un edificio donde en el medio de la habitación pudieron encontrar un pasadizo donde pudieron descender varios metros de profundidad, una caída así sería la muerte, bueno al menos un buen golpe de cabeza para el ojicarmesis, una suerte que por el momento el entrenador fuera con mucho cuidado de no hacer un movimiento tosco. Al bajar completamente lograron ver aquellos pasillos llenos de extraños símbolos, estatuas de pokemon antiguos, tratando de acercarse a una pared God fue detenido por el peludo brazo del profesor Napol que en ese momento tenía una mirada seria.

– Espera God, antes que nada ponte esto. – dijo Napol mientras le extendía la mano y le daba una lata con un tono plateado.

– ¿Repelente?–

– Es para los Uknowns de la zona, desde hace días vimos que se habían puesto muy agresivos con cualquier cosa que se mueva, es mejor tomar prevenciones con ellos.– dijo antes de empezar a caminar por el pasillo que iba al este.

– ¿Puedo preguntarle algo profesor?–

– Lo que quieras.–

– ¿Quién es el señor Manuel?– pregunto curioso God en voz baja mientras miraba al profesor con mirada perdida en su sujetapapeles.

– Pues es un investigador graduado en la región de Kanto, es el más nuevo en nuestro grupo de investigación y es hasta ahora el último en quedarse conmigo para seguir con la investigación, por ahora se encarga del almacenamiento y recopilación de datos, creo que eso explica porque siempre esta tan estresado.– dijo Napol rascándose la cabeza.– Pero él es buen tipo aunque hace cosas un poco raras a veces pero en el fondo creo que tiene su corazoncito. –

– ¿Y que está buscando aquí abajo?– pregunto God sin quitar la mirada de los pasillos llenos de símbolos extraños, no sabía porque pero sentía algo familiar con aquellos símbolos.

– ¿Te acuerdas del cuento que te dije en el Laboratorio?– dijo Napol algo entusiasmado a lo cual God asintió y el profesor siguió narrando– Pues no te conté que esa región era el inicio donde todo comenzó, todas las regiones eran una y Experanz era el centro de todas ellas, tras la desaparición de los dos hermanos mayores el tercero tomo el control por un tiempo pero unas fuerzas naturales acabaron con la región pero según la investigación hemos encontrado que en lo más profundo de este lugar estuvo el primer hermano, además de las pruebas escritas que encontramos también descubrimos que de aquí viene una inmensa cantidad de fuerza realmente alarmante y poderosa, si logramos descubrir el origen de esa fuerza podríamos usarla para alimentar la región por años, nos ayudaría a mejorar a Johto, así podremos devolver la luz a la región, ese es mi sueño. – dijo Napol con orgullo mientras miraba para arriba, el extraño tono del profesor tenia hizo a God voltear a ver al profesor que en sus ojos podía ver un destello, esto asombro bastante al entrenador.

– Profesor. Ya llegamos– dijo Manu avisándole al profesor, esto hizo voltear a God a ver hacia el fondo donde vio una pared llena de esos extraños símbolos, pero no duro mucho hasta que perdiera el enfoque y empezara a sentir mareo.

– Muy bien, Manu veamos donde nos quedamos…–

– Llevamos más del 76,8% de las escrituras traducidas, tomaría dos o tres horas en llegar al 80%.– dijo con su voz débil el científico Manu.

– Mmmmn eso es malo, tendríamos que llevar de nuevo las maquinas arriba para recargarlas y reconfigurarlas– dijo Napol viendo seriamente las maquinas con algo de tristeza– Pues podríamos... ¿eh God?– Sin darse cuenta God había avanzado hasta estar a unos pasos de la pared.

PLAY

Epic Score – Liberators extended

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...

...

..

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– Puedo... leerlo…– susurro lentamente mientras veía aquellos extraños símbolos, pero ahí no acaba... De repente el dolor de cabeza volvió haciéndose mucho más fuerte. God sentía que daba vueltas por toda la habitación y aquellas voces volvieron en leves susurros incomprensibles, un grito de dolor salió de God para luego caer de rodillas, esto alarmo al profesor Napol quien trato de ayudar a God pero algo lo detenía, era como si una extraña barrera no le dejaba pasar.

Las voces empezaron a sonar cada vez más fuerte hasta que en un punto empezaron a entenderse mejor, entonces God trato de repetir aquellas palabras tratando de hacer que pararan.

– Buscador de la luz… que todo lo extingue, haz llegado al punto sin retorno…

en frente descansa la mitad de lo que alguna vez… hizo un cambio al mundo, solo aquel quien sacrificó parte de…

para contener la furia de la bestia podrá liberar a aquel quien guio la luz…

en la oscuridad del comienzo y continuo hasta el fin…–

Sin pensar, God dijo inconscientemente esas palabras, y sin darse cuenta los símbolos de las paredes empezaron a iluminarse en un destello dorado, los científicos asombrados pero a la vez confundidos no creían que estaba pasando hasta que lo que vieron paso de lo increíble, los símbolos dorados empezaron a separarse de las paredes y poco a poco levitando se acercaban al pelinegro hasta que los símbolos pararon haciendo una esfera con God en el centro.

El dolor no paraba hasta que en un parpadeo abrió los ojos y ahí estaban, los pentágonos negros, habían aparecido para después God medio cerrar su ojo con mirada seria. Los signos seguían moviéndose en filas en direcciones opuestas guiando una fila a la derecha y la de abajo a la izquierda.

El profesor Napol trato de mandar al espeon y al umbreon a ayudar a God pensando que algo malo ocurriría, se les ordeno atacar aquella esfera de símbolos dorados con Bola Sombra de ambos, pero antes de efectuar el ataque una imagen apareció en sus cabezas, un ojo con la pupila en forma de pentágono y dos puntos plateados puestos en la punta superior izquierda y la punta inferior derecha, esto hizo que ambos retrocedieran un poco afectado.

– Chicos, que esperan. Necesitamos ayudarlo. – dijo Napol pero los pokemon ni se inmutaron, el profesor no sabía que había pasado para que sus pokemon actuaran como si estuvieran enfrente de la presencia de algún legendario, tras quedarse sin opciones tuvo que rendirse frustrado rezando porque no pasara nada malo.

– Las voces... ya son claras...–susurro God aun de rodillas antes de ponerse de pie lentamente aun dentro de la esfera, pero tras eso empezó a caminar lentamente hacia la pared, su mirada se fijaba en un punto en específico, la piedra negra en el centro.

El entrenador contaba aquel extraño canto que en cada cierta parte parecía que en el tono de voz de él, pareciendo cortada y en ciertas partes de un tono casi inhumano llegando a ser mucho más profundo de la voz en pleno cambio del chico, parecía como si estuviera poseído por algo del otro de aquella gruesa pared.

– Gran espíritu antiguo del fuego oscuro…

cuya luz hace desaparecer todo…

después de haber hecho 10 retornos a este mundo

regreso para que seamos uno nuevamente…

ambas parte de la Destrucción

se unirán para formar nuevamente a aquel ser…

quien limpiara al mundo de la luz o…

la oscuridad…–

Gran Puerta del Purgatorio Carmesí… abre tus puertas y muéstrame ante mis ojos…– dijo God junto a un eco un tanto siniestro a lo que el entrenador levantaba su mano izquierda en dirección de donde la roca oscura se situaba.

– El camino terrestre hacia Ryu...–

La esfera de símbolos abrió paso al brazo de God que con el toco la piedra negra, de repente el lugar empezó a temblar tanto las paredes como el techo, esto alarmo a los profesores pensando que toda la estructura se les caería encima pero antes de dejar todo y salir corriendo de ahí, Napol hizo un último intento de sacar a God.

Así que fue corriendo hacia el pero algo lo paro, el mismo ojo apareció en la mente de Napol que lo hizo parar inconscientemente. Aunque todo se derrumbara God aún seguía bajo ese efecto, no se sabía que iba a pasar ahora solo podía observar y esperar que nada malo pasara. Del techo empezaban a caer fragmentos, pero aun así, God ni se inmutaba aun cuando el temblor se hacía cada vez más fuerte hasta que...

Sello Abierto…

De la roca se escuchó un crujido y una onda vinotinto pasó por toda la pared en un parpadeo, entonces cambio de color de marrón claro a una gris niebla hasta que la pared caía convertida en polvo cayendo al suelo, la pared se había hecho ceniza. Era impresionante lo que había pasado pero era más increíble que estaba detrás de esa pared...

/RUINAS ALFA/ SUPERFICIE/

– Oye Amber–san ¿Falta mucho? – pregunto cómicamente Hadson usando los honoríficos del antiguo Johto.

– Natsu… dice que estamos cerca, ya casi llegamos. – dijo la joven de cabellos miel acelerando un poco el paso.

– Oye Amber… – dijo Naomi algo curiosa. – Nunca nos contaste como conociste a God, me gustaría saber porque necesitas verlo tanto. –

– Esto... yo...–

– Oigan, olviden eso y cambiando de tema. ¿No hace frio de repente? –Era cierto lo que decía, una ráfaga de viento empezó a sentirse haciendo temblar por unos momentos por el clima tan repentino. – ¿Alguna se esperó esto? Porque yo no, hubiera traído un...– Una ráfaga de aire interrumpió aquella sarcástica opinión.

En unos segundos de una pokeball de parte de Naomi salió aquel pequeño corcel prendido en fuego saliendo con una reverencia con su entrenadora que hizo lo mismo, una palabras frías y serenas fueron lo que basto para explicar porque había sacado a Nitro

– ¡Detrás de mí! – dijo Naomi, aun si entender lo que pasaba hizo lo antes dicho.

– Nao ¿Qué pasa? – pregunto Hadson algo nervioso.

– Hay alguien más aquí. – Tras oírla ambos entrenadores miraron a su alrededor buscando a ese "alguien".

– ¿Cómo lo sabes? – pregunto Hadson poniéndose con Naomi y Amber espalda con espalda.

– No lo sé, solo ciento un auras realmente fuerte con otra que no preciso que tipo sea. –

– Espera ¿Qué? ¿Aura? –

– Luego te cuento, por ahora saca a Nidra y prepárate, a la primer oportunidad o atacamos o huimos. –

Entre las antiguas edificaciones empezó a salir niebla suponiendo que esta apareció del mismo lugar donde vino el viento, ahora si estaban a la merced de cualquier ataque, podía venir de donde fuera. En una de las miradas, Amber vio al techo de una edificación donde vio a aquella silueta en cuatro así que alarmo a los otros dos, Naomi al voltear a ver ese pokemon se sorprendió a tal de que casi perdió el equilibrio.

– No puede ser...–Naomi estuvo a punto de perder la cabeza al ver a ese pokemon.– No... Esperaba verlo tan rápido–

– Naomi ¿Qué pasa?– pregunto Hadson empezándose a preocupar por su amiga, volteo a ver a ese pokemon y del salió una aura oscura alrededor del.– Nao ¿Quién es ese pokemon?–

– Es conocido como un pokemon legendario, quien purifica el agua vaya donde vaya, es... el pokemon aurora, Suicune. – Un rugido salio en señal de ataque haciendo que estos retrocedieran. – Hadson cambio de planes, no podemos ganar contra él, tenemos que huir cuanto antes–dijo Naomi mientras se preparaba para atacar, a la... –

Un rayo hielo interrumpió la escena impactando contra el suelo haciendo salir un cristales de hielo lanzándolos unos metros separándolos, la única que se levantó para contraatacar fue Naomi con Nitro.

– Nitro Bote. – El pequeño semental empezó carrera para dar un gran salto dirigiéndose hacia donde esta aquel legendario, el legendario ni se inmutaba a ver que iban hacia él.

Suicune dio un gran rugido a los cielos mientras una aura azul siniestro lo rodeaba, de repente empezó a llover como en una tormenta, relámpagos negros caían junto a gotas de agua más pesadas de lo común, la lluvia sorpresa fue demasiada para Nitro quien no pudo mantenerse en el aire y fue tirado había el suelo con fuerza, la gran tormenta no dejaba ver nada a lo que estaban ahí pero Naomi sabía que con esa lluvia y sin alguien de electricidad, estaban perdidos.