Y ADIVINEN QUE DÍA ES HOY!
¡Si! FELIZ CUMPLEAÑOS PARA SHIKAMARU!
Disculpen mi prolongada ausencia, no podría prometer que va a volver a ocurrir, pero esta historia ya tiene final, solo necesita de algunos capítulos intermedios.
Sigo viva a pesar de este apocalipsis y espero seguir así. Ahora, disfruten de este capitulo
Por favor, si les nace del corazón, reporten sintonía con criticas, opiniones o emociones para saber que aún siguen conmigo.

Cap 39 Festividad

Resumen: ha iniciado la guerra entre Konoha y Sunna. Empecinados en acabar el conflicto, Shikamaru y Temari, lejos de finalizar su romance, deciden poner manos a la obra con su fuerza e intelecto para descubrir las anormalidades que llevaron a ambas naciones a atacarse entre ellas.

Pero no es nada fácil. Juntos tienen que atravesar por dificultades tales como pelear entre sí, traicionar a sus propias aldeas y el reciente compromiso de Temari en matrimonio con el señor Feudal de la Tierra.

A pesar de ello, comprendiendo la importancia de la paz y la tranquilidad, y aprovechando la ocasión del cumpleaños de cierto Vago, la pareja ha decidido poner un alto al estrés de la vida cotidiana y alejarse del mundo por una pequeña fracción de tiempo en un lugar donde nadie los conozca…

… Y así, continúa nuestra historia….

Como si fuera extraño, Shikamaru no pudo evitar tomar a su problemática después del almuerzo y llevarla al balcón. ¡Era todo tan hermoso! Se acostó en el diván con Temari a cuestas y ella pudo notar la tranquilidad en sus ojos.

- Definitivamente la pereza es la madre de todos los vicios.

- Pero madre es madre, y hay que respetarla. - respondió él.

Temari rio al escucharlo, no esperaba menos de Shikamaru. Bueno, en realidad, pensó que él la llevaría a la cama y le haría el amor como si no hubiera mañana, pero en el transcurso del almuerzo notó que, a pesar de sonreír constantemente y participar activamente en la charla, el vago se moría de sueño. Los ojos empezaban a ponerse rojizos, bostezaba con disimulo esperando no ser visto ni oído y presionaba con bastante frecuencia su tabique, los ojos o la sien. Todo, esperando que ella no lo notara, ¿Qué creía? ¿Qué era ciega?

Acostada sobre su pecho sintió que él le besaba la frente intentando que ella lo mirara y correspondiera a sus labios; podría estar muy cansado, pero requería cariño; complaciéndolo se acomodó mirándolo.

- No puedo creer que en serio estemos aquí - dijo rompiendo el silencio.

- Tampoco yo, seguro es un sueño.

− Pues que no te extrañe, no sé cómo aún estás despierto.

− Voluntad de fuego… ya sabes… muero de pasión – dijo abrazándola más, acercando su rostro para besarla, pero Temari se retiró primero para respirar.

− ¿Y qué tal si primero descansamos del largo viaje y así luego podrás divertirte cual semental? – soltando una breve carcajada, Shikamaru respondió.

− Así que me dejas en abstinencia por conveniencia, eh? No quieres que me quede dormido a la mitad de la acción. – dijo moviendo sus caderas desde abajo haciéndola reír.

− ¡Obviamente es conveniencia propia! No quiero hacer todo el trabajo, ya me bastó con haber hecho la comida.

− Ey!, pero si ayudé… - respondió con expresión indignada

− Si a eso le llamas ayudar…. – dijo torciendo los ojos como quien no quiere la cosa.

− Uy, pequeña problemática… - Shikamaru a sabiendas de que su vida corría peligro, la apresó con sus piernas para empezar a frotar sus dedos sobre ella, conociendo sus puntos sensibles haciéndole cosquillas.

− Noo! Sin cosquillas Shikamaru JAJAJAJAJA – Gritó intentando zafarse, riendo sin poder contenerse por sus acciones - te dije que no! Ay idiota! Sigue así y te pateo, JAJAJA ¡hablo en serio! - Dijo riendo enojada intentando encontrar aire y retorciéndose contra él.

− Bueno, bueno, ya… me quedo quieto. – Dijo volviendo a la posición anterior, ella acostada sobre su pecho haciendo espirales en éste, y él abrazándola acariciando su espalda y su cabello; ambos sabían que si no fuera porque prometieron descansar primero, aquella sesión de cosquillas habría terminado en otra cosa. – Te amo – fue lo último que dijo antes de caer dormido.

De alguna forma sentía que había demasiada Luz en el lugar… aún no abría los ojos, pero una calidez extraña empezaba a invadir su cara. Regresando poco a poco de la inconsciencia notaba su pelvis bastante… recreada…

− Cuando quieras abres los ojos… - escuchó a la problemática.

− Mmm? – aun no entendía nada; recuperaba poco a poco la movilidad de sus brazos que, se dio cuenta, estaban sobre las piernas de Temari. Haciendo un esfuerzo sobrehumano,

empezó a abrir los ojos, para darse cuenta que la fuente de calor y luz estaba demasiado cerca y hacía gran contraste con el panorama oscuro – Que mier…?

− Shh… no arruines el momento – dijo Temari interrumpiéndolo poniendo un dedo en sus labios. Logrando abrir plenamente los ojos, notó que frente a estos tenía una vela encendida y su primera reacción fue intentar retroceder.

− ¿¡Ah?!

− Feliz cumpleaños, Shikamaru. – Retirando sus ojos del fuego, pudo ver a través de este la sonrisa que tanto amaba de Temari. Ella sostenía entre sus manos, un muy pequeño pastel con una vela verde de cumpleaños.

− T… Temari… - balbuceó asombrado sintiendo cómo poco a poco una sonrisa aparecía por su rostro. – Mi cumpleaños es mañana. – Dijo enderezándose.

− No, vago idiota. ¿Cuánto crees que dormiste? Ya es medianoche.

− ¡¿Que?! – Solo fue mirar a su alrededor para saberlo, la inclinación de la luna y la paz en el ambiente se lo confirmaban… ya tenía 19 años.

− Así como vez, ahora más te vale que pidas un deseo antes de que la vela se apague. – Shikamaru rio notando el pastel que ella sostenía. Era justo para dos personas, con una simple cobertura azul y cerezas alrededor. Tomándola de la cintura y acercándola más a él, susurró…

− ¿Y qué más puedo desear si te tengo así conmigo, con este excelente recibimiento y como un hermoso regalo de cumpleaños? – a pesar de la oscuridad pudo notar el sonrojo en sus mejillas.

− Oh! No seas tan cursi! – Dijo quitándosele de encima para acomodarse a su lado y poniéndole el pequeño pastel en las manos mientras ella cruzaba los brazos en posición de berrinche. - Anda! Pide algo! No es como si no hubiera algo que desear… que se acabe el hambre, la paz mundial, el dominio del universo… tantas cosas.

− Jaja! Bien… ya mismo lo deseo… - Shikamaru con el pastel entre sus manos, cerró los ojos, quería pensar algo creíble por si ella le preguntaba que quería, pero en ese momento, lo único que quería era hacerle el amor. Vale, podría desear un mundo en paz para ambos, pero eso era algo dific… ¿Qué está haciendo la problemática? No era de piedra, sintió cuando ella bajó la tela de su pantalón suelto y sus boxers, y a duras penas le dio tiempo de abrir los ojos para mirarla engullirlo. Tomó una gran bocanada de aire y apretó entre sus manos el plato del pastel casi tirándolo sobre ella, incluso alimentándose con la idea de tener que limpiar el merengue sobre ella con su lengua, todo en menos de medio segundo. – T.. Tem… Temari! ¿Que…?

− ¿Qué te parece? Es la hora de soplar la vela – dijo respirándole aire cálido sobre el glande. Él se sentía embotado, la gran sensación de placer lo confundió y no sabía qué hacer con el paquete en sus manos, ¿Qué era eso? ah, sí, su pastel de cumpleaños.

− Bruja! Como supiste lo que dese… deseaba… - Dijo entrecortadamente al sentirla chuparlo.

− Porque soy tú hada madrina y voy a cumplir tu deseo.

− Bendita seas. – Dijo soplando la vela del pastel y atinando a ponerlo en la mesa que le quedaba estirando el brazo. La tomó del cabello para guiar el ritmo y no pudo evitar

mirar al cielo abrumado por el placer, sentía su tibia lengua recorrerle cada parte de su erección y succionar la punta con cada movimiento. Pero se detuvo.

− Mírame a mí, o me detengo. – aun con la cabeza recostada mirando al cielo, no comprendía sus palabras, solo quería presionar su cabeza para que sus labios bajaran y recorrieran su pene, pero ella no lo permitió – te dije que me miraras – Ordenó, y él, más que por obedecer, la miró porque quería saber por qué no continuaba la felación haciendo que sus ojos conectaran – así me gusta… mírame… - dijo ella lamiendo sutilmente la punta para captar toda su atención.

Su respiración se empezó a entrecortar, Temari sabía que él estaba cerca y no se iba a detener, enrollaba su lengua en su glande y lo succionaba formando un vacío en su boca haciéndolo gemir. Amaba cuando lo escuchaba hacerlo!

− Tem! Temari! Me va a hacer venir! No, no! No te detengas! – le rogaba. Ella sentía cómo él la quería tomar de los brazos para levantarla y penetrarla, pero era tal su placer que no atinaba a hacer un movimiento. Sus gemidos fueron incrementando cuando ella con pericia acarició su escroto con cariño mientras masajeaba la base de su pene y la intensidad de sus sensuales gemidos incrementaron – Me… eE vas a matar mujer! – Logró decir antes de que Temari sintiera en su boca todo el contenido del orgasmo de Shikamaru, pero no se detuvo abruptamente, dejó que él acariciara su cabeza mientras se derramaba en ella.

Él sin darse cuenta, había cerrado los ojos pero ella no podía culparlo. Amaba ver su ceño fruncido tras el sexo. Ella lentamente se separó de su falo asegurándose de limpiarlo todo con su lengua, tragando todo lo que pudiera y lo sintió estremecerse cuando lo acariciaba

− Ay mujer…. Ufff yo… - al intentar hablar, abrió los ojos y la miró con una sonrisa mordiendo su labio. – estuvo increíble

− Lo sé amor… soy genial – dijo engreída limpiando la comisura de los labios con un dedo que procedió a chupar. Él la miró con una sonrisa enorme mientras la tomaba por los brazos para levantarla sobre sí.

− Me vas a volver loco! Te amo mi picarona

− ¿Entonces puedo asumir que te gustó tu deseo de cumpleaños? No podíamos recibir la vuelta al sol sin algo memorable.

− Cada que estoy contigo es un hecho memorable. Pero aún no hemos acabado.

− ¿Ah no? – preguntó con fingida inocencia.

− Definitivamente no… quítate esa ropa que insulta mi vista…- su balcón fue testigo de la pasión ardiente del par de amantes que con solo tocarse derretían hasta el más frio hielo…

***.

Lo miró dormir pacíficamente… aún no entendía cómo era que podía dormir tanto y aun así ser tan efectivo en sus actividades. La noche anterior, tras desgastar bastante tiempo en el exterior, por fin ingresaron a la alcoba a cumplir con sus actividades de celebración, especialmente porque después de cada orgasmo, el frio casi invernal les golpeaba con fuerza y Temari no había podido evitar estornudar varias veces. Ahora, con la luz del día, no se podía creer la suerte que tenía. Él era un chico simpático,

trabajador… de alguna forma se encaprichó con ella creando así esa loca historia de amor que tenían. Había madurado tanto que si lo comparaba con el niño que era antes, notaría grandes diferencias; le gustaba molestarle el orgullo llamándolo niño, pero sus rasgos habían madurado, ya era un hombre al que le sentía barba si se dedicaba, y que sabía tantas cosas que le impedía aburrirse.

Sin quererlo y como ocurre con muchas reacciones del cuerpo, Temari sintió otro estornudo venir. Quiso ser lo más silenciosa posible, pero al abrir los ojos él la miraba conteniendo la risa.

− Te ves adorable hasta estornudando.

− ¿No podrías decir cosas más normales al despertar? ¿Algo así como "buenos días"?

− Yo no tengo la culpa de que me recibieras con esta escena.

− De hecho si, ¡¿Cómo se te ocurre tenerme hasta las tres de la mañana teniendo sexo en la intemperie cuando próximamente está por caer la nieve?! – dijo acercándose

− Es que eres muy ardiente, mi amor. El clima nos daba un plus – dijo picándole un ojo.

− Jum! Con ese frio no sé cómo no se te hizo chiquita.

− Tú me la tenías a todo dar.

− Eres increíble Shikamaru, mira que si me enfermo por tu culpa, te patearé tu perezoso trasero y los huevos hasta sacarte del continente y nunca más podrás practicar tu actividad favorita. – le regañó muy seria logrando un estremecimiento por parte del interpelado. – Ahora, antes de que me distraigas con cualquier idiotez toma tu regalo.

− ¿Regalo? – Shikamaru la observó inclinarse por su lado de la cama para tomar un paquete de debajo de la cama y no resistió las ganas de pellizcarle el trasero desnudo haciéndola brincar.

− Hey! ¡Sigue así y no te doy nada!

− Ya, ya, me calmo – respondió sonriendo – no sabía que me tenías más regalos.

− Bueno, no es nada comparado con el que me diste, pero quiero dártelo.

− Temari, no tenías que molestarte. – dijo tomándolo en las manos detallando la envoltura

− Por favor pasemos la parte de negación y de reticencia y ábrelo, rasga el papel, no importa - Obedeciendo, Shikamaru rasgó el papel de color morado encontrando bajo este una caja transparente. Sonrió al ver su contenido; abriendo con cuidado, tomó el par de guantes marrón admirando su calidad.

− Me suenan de algo…

− Son unos guantes especiales… ayudan a concentrar el chacra cuando este se sale de control para que no te quemes – mencionó enarcando la ceja al recordar las quemaduras que tuvo el chico cuando entrenó tan fuertemente aquella vez no solo haciéndola preocupar, sino quedando inconsciente varios días. – Además, detectan cuando has caído en algunos tipos de genjutsu y lanza una descarga eléctrica tenue pero suficiente para ayudar a liberar…. Así no voy a tener que golpearte con mi abanico cada vez que te dejes atrapar – Dijo molestándolo, pero ni así le quitó la sonrisa que tenía mientras se los probaba.

− Eres increíble Temari, los había oído mencionar pero no creí que los tendría tan cerca. Gracias amor. – dijo mientras se los probaba, le quedaban perfectos.

− Sabía que te gustarían, aunque imagino que tardarás en acostumbrarte con ellos, lo mejor es que los uses poco a poco y esperemos que no sean un problema en el verano.

− Eso es lo de menos, por ahora que estamos casi en invierno, van excelente.

− Si, si, bueno, ya no te me hagas el lochudo, ¡A levantarse! ¡Hay mucho que hacer! Solo tenemos hoy y mañana para disfrutar. No cuento con pasado mañana que nos vamos, eso no cuenta – dijo retirándose las sabanas dispuesta a levantarse.

− Pero Temari! ¡Solo quedémonos en cama un poquito más! – dijo en berrinche aprisionando su cintura con la extensión de sus brazos tumbándola de nuevo.

− Que no Shikamaru! Quiero ir a las termales, también al rio y mira que vi varios juegos en la sala de estar – respondió intentando quitarse sus pulposas manos que pronto fueron también apoyadas por sus piernas que la aprisionaron completamente.

− Ay Tema, me vas a volver loco.

− Tú ya estabas loco, no me metas en eso, Hombre de las Sombras

− Jaja, cómo tú digas Hikari*… eres mi Luz… - Dijo coqueto haciendo que Temari se sonrojara levemente pero intentó que no se le notara.

− Si, si, como diga señor… mmm… Dai… Dai… ¿Cómo era? ¿Shikadai? – Dijo intentando hacer memoria

− Daisuke, desmemoriada! Y luego me presumes que tienes una mente brillante, dices eso en público y se nos cae la coartada. – Reaccionó con un ataque de risa al que Temari no tardó en responder a golpes que Shikamaru intentaba esquivar.

− Que idiota eres! Para que sepas que Shikadai es un nombre más bonito, no como esa palabra vomitiva que escogiste.

− Eso lo dices porque me amas… - Dijo agarrando a Temari por las muñecas impidiendo los golpes y la arrastró consigo hasta dejarla debajo de él - amas mi nombre… - pasó sus labios por su oído hablando suavemente mientras sus cuerpos se apretaban más - amas susurrarlo… amas gritarlo…. Amas gemirlo…. –Temari se estremeció contra su cuerpo.

− Ah… Shi…. Shika… - Temari sintió cómo sus labios bajaban por su cuello hasta la clavícula erizando cada nervio en el recorrido, activando cada zona erógena dando ligeros mordiscos y suaves besos hasta llegar a sus pechos… ella sabía que había empezado a empapar las sábanas de nuevo.

− Si… dilo… - tomó el pezón entre sus labios y lo enroscó innumerables veces con su lengua para pasar a bordear cada parte de la curvatura de su seno con besos húmedos mientras que con la mano acariciaba el otro empezando a intercalarse.

− Shikamaru… - gimió suavemente, reconocía las sensaciones, a punta de besos y caricias en su pecho, sentía un placer inimaginable. Él lo sabía… ella llegaría si él seguía así, chupó su piel como un exquisito manjar sin dejar espacio libre, quería entrar en ella, pero su orgullo le decía que tenía que lograr que se viniera de esta forma… nuevamente. Con la punta de sus dedos acarició cada costado de su curvilíneo cuerpo y apretó suavemente ambos pechos entre si dibujando con su lengua el surco que formaban, succionando cada monte a la primera oportunidad brindada. La sintió vibrar bajo su cuerpo, estaba ansiosa, podía ver en su mirada cada nervio hacer corto circuito y arremetió mordiendo con delicadeza su pezón mientras pellizcaba el otro. Finalmente la escuchó gemir agitadamente mientras tomaba entre sus manos su oscura melena suelta apretándolo más contra ella pidiendo más intensidad – Si… si… sigue así… mmm

− Di mi nombre… - dijo aún apretado a sus pechos chupando con más fervor.

− Shika... Shika…. Humm si… - la sintió friccionarse contra su cuerpo desnudo queriendo aliviar el escozor en su clítoris y a pesar de no estar dentro, empezó a aliviarle la sensación con movimientos intensos mientras seguía besándola con pasión hasta que el gemido explotó en su garganta. Al estar entre sus piernas, notó la humedad que escurría empapándolo con el clímax al que la llevó y se sintió orgulloso de tal reacción… pero sabía que no había terminado ahí…- Te quiero dentro… - dijo aún abrumada por el orgasmo, ya no sentía vergüenza como la primera vez que la hizo llegar solo besando sus senos creyendo que era imposible, ahora solo quería compartir su placer.

− Tú lo pediste, amor. – Solo acomodándose un poco, se deslizó dentro. Temari se estremeció nuevamente – Uff… estás deliciosa Tem…- empezó a aumentar el ritmo, le gustaba cada sensación en su erección, le gustaba cómo se sentía cada musculo y la humedad que le permitía resbalarse. Temari aún abrumada, sabía que podía llegar nuevamente moviendo su cadera contra la de él en forma circular haciéndolo tocar sus puntos más sensibles, y él, claramente recordaba cómo penetrarla para tocar su aglomeración de nervios.

− Shika… me vengo de nuevo… - Shikamaru siguió penetrándola con ahinco. La escuchaba gemir y rasgar su espalda - ah! Ah! Shika! Ahh! Si! Sigue así! Ahh!

− Tem…. Yo… no tardaré mucho…. Ah! … Me harás venir…. – Dicho y hecho…. A pesar de que él se vino primero, Temari no desaprovechó para aprovechar su orgasmo y seguir friccionándose – ¡Quieta, quieta, quieta…! - Suplicó Shikamaru al notar que ella continuaba mientras él explotaba quedando extremadamente sensible, intentó sujetarla

de la cadera pero ella continuaba moviéndose y apretándose por dentro hasta que llegó no mucho después con un pequeño grito. Jadeando aún, lo abrazó para calmarse y lo hizo caer sobre ella – Mujer! Casi me matas! – dijo entrecortado intentando respirar.

− Tu a mí me llevaste al otro mundo – respondió también jadeando.

Muy a pesar de Shikamaru y sus deseos de descansar, no pasó mucho tiempo antes de que se viera obligado a bañarse… no pudo quejarse al tener a su rubia limpiando todo su cuerpo y gozó de hacer lo mismo por ella… en su apretado itinerario, nunca faltó aquella intimidad y complicidad a la que se habían acostumbrado desde hacía años… ni en ese baño en las termales donde ellos estaban más calientes que el agua, ni cuándo fueron a aquel fino restaurante al cenar mientras se comían con la mirada, ni mientras veían una película a medias antes de sucumbir al placer tras el cual, caen profundamente dormidos. .

La tranquilidad por fin estuvo en sus vidas… pudieron gozar en las pequeñas vacaciones del simple hecho de ir de compras y de paseo al pueblo cercano, las excursiones a un río, los sencillos juegos de mesa y del más tierno al perverso sexo.

Pero como todo en esta vida ... la felicidad no era eterna ...

- (Septiembre- 8 meses 4 semanas desde que inició la guerra

● Hikari - Nombre que le dio a Temari, significa Luz en japonés