IV. Corazon

En la zona sur de ciudad Malva justo en el límite se encontraba las dos entrenadoras junto al de ojos carmesíes. Ambas encontraban tratando de pasa el tiempo, Naomi se encontraba leyendo mientras God discutía algo con el ratón eléctrico situado en su hombro, más la joven color miel acariciaba a su cachorro de fuego con una sonrisa una leve sonrisa algo roja puesto recordaba lo que había pasado hasta hace poco.

.

/JOHTO/CENTRO POKEMON/1 HORA ANTES/

.

En la sala de aquel centro se encontraba los tres esperando impacientemente por saber lo que había pasado con Hadson.

.

— Intente advertirles, si combatían estando Hadson en ese estado era obvio que pasaría. — decía Naomi tratando de mantener la serenidad más en su vista se podía ver que estaba preocupada. — Aunque me sorprende lo lejos que pudo llegar estando así. —

— ¿De qué hablas Naomi-san? —

— Pues desde que estos dementes empezaron a mesclar los movimientos note que sus piernas le temblaban y le costaba respirar un poco, me sorprendió que durara tanto de pie. —

— Ya te lo dije, no lo subestimes. — decía God serio con la mirada perdida en el suelo. — Y esto no ha acabado. Hadson cayó no Nidra, eso significa que se suspendió el combate. —

— ¿Entonces esperaras que Hadson despierte para volver a combatir? — decía Naomi serena. — El problema es que no tienes tiempo, Hadson tiene el vuelo a las 6. —

— Eso lo sé. — decía God. — De todos modos también debo partir, si salgo ahora llegare en dos días a Ciudad Azalea. —

— Hablando de eso. — diciendo esto y cerrando el libro levantándose del lugar. — Quisiera proponerte que formáramos un grupo de viaje. —

— ¿Eh? ¿Un grupo? —

— Así es, hasta ahora hemos viajado juntos debido a que teníamos que recorrer el mismo camino, pero ahora quisiera de verdad viajar junto a alguien con tu estilo, vine a esta región para aprender sobre su cultura, más seria interesante aprender también de ti. — decía a lo que le extendía la mano. — ¿Que dices? ¿Quieres formar un grupo conmigo? —

Pero... — decía God con una sonrisa algo infantil mientras rascaba su cabeza. Yo creía que ya lo habíamos formado. —

— Realmente eres algo extraño. — decía Naomi mientras una gota bajaba por su nuca. — Entonces iremos a Ciudad Azalea ¿Puedo preguntar por qué no vamos por la ruta 36 que está abierta? —

— Ah bueno, es que digamos que me gustaría seguir la misma ruta que siguió mi Maestro. — dijo God con una sonrisa. — Es como un deseo que tuve desde que comencé a viajar. –

— ¿Maestro? Ya me habías contado de eso, era Gold Eco. — preguntaba Naomi pensando en aquel detalle. – Un entrenador único conocido como un maestro en la crianza, paso su debut por el Salón de la Fama y en distintos Campeonatos Mundiales. Continúo su vida fuera del foco luego de 20 años siendo entrenador al comprometerse con una investigadora según recuerdo. –

.

Naomi daba un reporte de lo último que había sabido de ello. Por su parte tanto God como Rayo compartieron una mirada mientras se deslizaba poco a poco lejos de Naomi. ¿Qué tanto sabría? ¿Esto era lo que se le llamaba acosador? No pensaba que Naomi fuera tanto así. Aun así, God suponía que entender y aceptar era parte de la amistad.

.

— Si, el Chico Pokemon. — dijo God mostrando una gran sonrisa. — Hace tiempo él nos contaba grandes cosas que pasaron en su viaje, y si les soy sincero me gustaría vivir experiencias así. —

—Ya veo. — decía Naomi. — Pues supongo que nos iremos hoy por la ruta 32. —

— Así es. — termino de decir God, más luego volteo a ver a un lado donde se encontraba la joven color miel quien había mantenido el silencio desde el comienzo solo estando sentada con los brazos recogidos y con una mirada algo frustrada viendo hacia el suelo.. — ¿Y tú Amber? —

— ¿¡Eh?! — fue lo único que pudo decir antes de ver como God se mantenía sentado en el aire frente a ella, la reacción que ella tomo por la corta distancia entre él y ella era empezar a alarmarse. De repente la había incluido en una conversación sin ninguna intervención suya, y estaba fuera de foco en sus propios pensamientos. – (No… No estaba escuchando… ¿Qué debería decir? ¿Podría seguir la corriente? ¿Pero si se entenderán me verán con malos ojos? ¿Qué debería hacer? –

Una cierta ansiedad empezaba a ahorcar a Amber de repente. Sus ojos bailaban entre mirar a God o al suelo. En verdad sentía bastante temor antes de hablar, pero de alguna forma se sentía segura en ese momento.

— Te pregunto a donde te dirigirás. — dijo God calmado y con una sonrisa tratando de actuar más tranquilo. Veía a Amber dudar y estar exaltada cada vez que hablaba con ella o cuando estaba en público. – Aunque hablamos de cosas al azar en el techo, nunca hablamos de eso. –

Esto... bueno... yo... — era lo único que podía entenderse del bajo tono tímido con el que estaba hablando, su rostro se había vuelto rojo y jugaba con sus manos mientras las observaba puesto no podía mantener la mirada en los ojos carmesíes nerviosa. — Yo... —

.

Fue lo último que pudo decir en esos 30 largos segundos para responderle, hasta que con ese nerviosismo God entendió algo diferente.

.

— ¿Por qué no vienes conmigo? – Esas palabras con un tono tranquilo en su voz sorprendió tanto a Naomi como a Amber. – ¿Quieres viajar con nosotros? Si no tienes algún lugar donde ir ¿por qué no te unes a nuestro grupo? Mientras más gente mejor. —

— Ummm bueno yo... —

— Gracias a ti he aprendido un par de cosas y aun no te compenso lo de la nueva ropa aun. — dijo aun tratando de convérsela. — ¿Que dices, te gustaría viajar con Nao y conmigo? —

Bueno... No lo sé...Natsu... — Volteando a ver su pequeño cachorro de fuego este le asintió emocionado dándole la respuesta. — Muy bien. —

— ¿Entonces? — Decía mientras le extendía la mano con aquella sonrisa infantil en su rostro.

— Si está bien con usted, entonces me gustaría mucho. — diciendo esto imito aquella sonrisa del chico con ciertas diferencias como el leve rubor en sus mejillas y una sonrisa más tranquila. – (Muchas gracias…) –

..

.

/JOHTO/ACTUALIDAD/

.

.

— God, ya es tarde. — decía Naomi viendo la hora en su Pokedex. – Creo que deberíamos partir ya. –

— 1 minuto más. Por favor. — Decía mientras cruzaba los brazos con la mirada en el camino de donde habían venido, manteniendo el silencio por unos momentos hasta volver a hablar... — Supongo que no podemos esperar más. —

.

God tomo su bolso preparado para irse antes de que la luz del atardecer se hiciera presente. Le molestaba bastante el dejar algo inconcluso, pero debían de avanzar a una zona segura en la ruta para poder acampar. — ¿Listas? —

.

Diciendo esto empezaron los tres a caminar hacia la siguiente ruta con un sabor frustrante de boca por aquella acción que tomaban. Viendo hacia delante God ocultaba la mirada debajo de su gorra siendo que preocupaba al pequeño compañero en su hombro quien le expreso un gesto que entendió en seguida.

.

— Sé que no podemos esperar más. Pero que otro momento se lo podre decir. — le decía God al ratón eléctrico un tono decepcionado, más el ratón no quiso escuchar eso. Saltando de su hombro y en pleno aire lanzo un potente rayo al cielo.

— ¿Qué haces compañero? — dijo mas no lo escucho y cayendo en cuatro en el suelo se fijó en donde lo había enviado. — ¿Le haces una señal eh? —

— God. Vamos. — oyó el de ojos carmesíes decir a Naomi tomando su atención.

— Voy. — dijo God, mas por unos últimos segundos espero viendo el camino hacia Ciudad Malva. — Supongo que es todo. — dicho esto y volteando para continuar el viaje comenzó a caminar.

— ¡Oye! —

.

.

Fue esa palabra lo que hizo detenerse de golpe y con una sonrisa en su rostro volteo de nuevo para por fin ver jadeando al chico de ojos color zafiro. Hadson había llegado.

.

.

— ¿Te vas sin despedirte? — pudo decir entre la respiración.

— Tan dormilón como siempre las veces que después de correr te tenía que levantar ¿Por qué tardaste tanto? —

— No todos podemos correr como el diablo y salir del coma cuando quiera. — dijo ya recuperado un poco el aliento tratando de mantenerse calmado, pero no pudo más, Hadson no pudo aguantar más ese sentimiento que lo hacía creer que estaba en un vacío oscuro, aquella soledad volvía a él.

.

.

.

PLAY

Immediate Music — The Day Is At Hand "Quantum"

.

.

.

— ¿También... vas a irte? — susurro Hadson con un tono de voz quebrantado reteniendo las lágrimas. — Me dejaras tú también, como todos. —

Hadson... —

— No, no te preocupes por eso. En grupo o no, yo brillare más que nadie. — decía Hadson tomando una actitud completamente diferente a la que tenía antes. — Y no creas que con este empate me has ganado. Esto no se acaba aquí, ¿Me oíste? —

— ¡Me... me hare más fuerte, voy a ser mejor, y nadie me detendrá... Y, y luego te venceré! —

¿Me... vencerás?... Jajajaja, muy bien, con que ese es tu propósito. — dijo viendo al cielo con una sonrisa. —Si ese es tu Objetivo, quien soy yo para negártelo. –

— ¿Eh? —

— Es algo que reside solo en Johto, es algo muy complicado de explicar pero mi abuelito me dijo que es por así decirlo la meta que nos dejamos a nosotros mismos por cumplir. Una razón por lo cual buscamos algo. — explico God. — No sé cuál será la razón pero si quieres ser el mejor entonces tendrás que pasar sobre mí. —

.

Hadson solo veía el rostro de God que parecía estar satisfecho con sus palabras. Aunque era difícil de explicar, se sentía más cercano a God cuando lo veía como alguien más a quien vencer. No cabía duda que había crecido mucho gracias a él, y lamentaba tener que despedirse por cuestiones familiares. No obstante, estaba satisfecho con haberlo enfrentado. Aun sentía la emoción de antes, y tenía un fuerte deseo de seguir en su viaje. Aun así, ese no era lo que podía hacer.

.

— Ah, se me olvidaba. — Buscando en uno de los bolsillos God buscaba aquel objeto con calma para luego extenderlo hacia un Hadson algo confuso. — Tengo que pedirte un favor. —

— ¿Un... favor? — decía Hadson limpiándose las lágrimas para luego fijarse en el objeto que tenía enfrente sorprendiéndose y recordando al mismo tiempo aquel momento. — Una... pokeball. —

Veras, este pequeñín es del laboratorio del profesor Boreal. Cuando Naomi comenzó su aventura le dieron a elegir entre los pokemon iniciales de Johto. — Al decir esto God llamo al pokemon dentro de la pokeball el cual empezó a formarse del rayo de luz así aparecía el pequeño cyndaquil. — Entre ellos estaban una simpática Chikorita, Wrecker el cual Nao eligió y este pequeño. La primera vez que lo vi sentí que tenía un gran potencial, pero ya tenía conmigo a Disc así que no podía llevármelo. —

.

.

El pequeño cyndaquil empezó a caminar un poco nervioso hacia el chico de ojos azules quien mantenía una expresión de asombro. Era un pokemon poco común que apenas algunos podían recibir de regalo. El pequeño cyndaquil veía con curiosidad los ojos azules de Hadson, pero de repente estornudo y la flama en su espalda broto como una erupción por unos segundos.

.

.

— La otra vez me mostraste que tenías algo especial y pensé que podrías ser el adecuado para este pequeñín. Fue una suerte que no se lo hubieran llevado aun y que el profesor me lo haya dado por haberle ayudado con lo que paso en las Ruinas Alfa. — dijo mientras le daba un pequeño empujón al ratón de fuego. — Y con el combate que tuvimos me mostraste todo lo que quería ver, sé que contigo quien lo guie llegara a ser muy poderoso y llegara a la cima contigo. Por eso quería pedirte ¿podrías encargarte de Cyndaquil y ser su entrenador? —

..

..

Pidió God mientras cerraba los ojos y juntaba las palmas, aun en estado de sorpresa el de ojos azules no sabía que hacer más al sentir al pequeño cyndaquil vio que este le estaba sonriendo y con su pokeball en sosteniéndola a penas con sus patas. Tomándola y disminuyéndola Hadson había tomado la decisión, Cyndaquil se había unido a su equipo.

..

..

— Muy bien, te lo encargo. — decía God ya levantándose recargado volviendo a su habitual comportamiento. — Y otra cosa, no hemos decidido quién de los dos es primero. —

— Yo... me desmaye, al no mantenerme de pie he perdí... —

— Pues sí, así es en un combate oficial de la Liga. — decía God imitando el tono burlón que tuvo Hadson en el combate al igual que sus movimientos. — Pero, ese combate no fue "oficial," ¿verdad? —

— ¿A qué te refieres? — replico más confuso por aquellas palabras.

— Yo, God Forcehold te reto, Hadson Rise, a un combate oficial. — dijo God desafiante, dejando a Hadson con una mirada de que había pensado que el que tenía enfrente era más... listo.

— ¿Te burlas de mí ahora? —

— Pero debido a la falta de tiempo de ambos, tomaremos la opción escrita en Pueblo Esperanza. —

— ¿De que esta... — fue lo último que pudo decir antes de tomar aquel objeto que God había lanzado, al observar que era ese objeto se sorprendió con el brillo azul neón que desprendía con los rayos naranjas del atardecer.

— Es... un zafiro. — Quedándose viéndolo Hadson estaba hipnotizado por aquel brillo, viendo su forma parecida a una rupia Hadson pudo ver en el reflejo sus ojos del mismo color.

— Es tuyo por ahora, representa nuestro pacto, con esto y que siempre lo lleves contigo significa que no importa cuánto tiempo pase o donde sea, combatiremos y demostraremos quien es mejor entre los dos. —

— ¿Y dónde entra esto? — pregunto Hadson refiriéndose a la valiosa gema en su mano.

— Ese será por así decirlo el premio de consolación de quien pierda, si logras derrotarme me lo devolverás pero si yo gano el zafiro será completamente tuyo, esa es la regla. — decía God mientras le rascaba la cabeza. — Aunque pensándolo mejor, no lo veas como un premio, sino como un recordatorio. Si serás el más fuerte del mundo pues tendrás que enfrentarme y este será lo que te motive cada día. —

— ¿Es una clase de juego o algo así? — decía Hadson incrédulo de lo que decía.

— Tómalo así si te parece, pero eso si te prometo que no me dejare vencer. — decía de nuevo con aquel tono desafiante tan repetitivo, pero tomando una actitud diferente y poniendo su mano derecha en los cabellos azules del entrenador menor le dio las palabras que le marcaron su camino. – Aunque seas más pequeño no significa que tenga que ir fácil contigo, amigo. –

.

.

Hadson estaba en shock al tener tanto la pokeball y un pequeño zafiro cuadrado que tenía en sus manos. Estaba dudoso de cómo reaccionar, y cuando buscaba explicación de parte de las otras dos entrenadoras, tanto Naomi como Amber veían de cierta forma calmada lo que pasaba enfrente de ellas. Era una extraña manera de despedirse, pero era obvio que God quería volver a verlo, sea como un amigo o también un rival más a quien vencer.

.

.

— Mientras tengas contigo a tus pokemon contigo jamás estarás solo. — dijo God con una sonrisa más calmada mientras que Hadson veía con una lagrima saliendo de su ojo callado. —Tal vez estemos lejos, y tal vez no estemos comunicados, pero te prometo que no importa que pase nos volveremos a encontrar y decidiremos quien es el mejor de los dos. —

,

Viendo cómo se alejaba Hadson mantenía en sus brazos al pequeño ratón de fuego mientras con una sonrisa se despedía a lo lejos de los tres entrenadores con la meta impuesta en su cabeza. Más al notar que God paró de nuevo para voltear a ver a Hadson una última vez, guiñándole el ojo y apuntando con dos dedos God grito.

.

See you. —

Y dicho esto volvió a correr hacia la siguiente ruta, alejándose de Hadson y permitiéndole hundirse en sus pensamientos. Con un leve tiempo para pensar tranquilo, pudo despejar las dudas que tenía.

.

Era obvio que su relación era algo cliché. Un entrenador joven salvado por alguien más experimentado, comenzando un corto viaje a cambio. Fueron asaltados por personas que se llamaban cazadores, vio y experimento cosas que no esperaba hacer. Obviamente se lo llevaría a la tumba si alguna de su familia le preguntara al respecto. No iba a poner en peligro el viaje de quien le había ayudado. Hadson aún tenía la Pepita de Oro que le había prometido a God que le daría a cambio de su ayuda. Nunca la reclamo. Al final, nunca la quiso, y se mantuvo ayudándole desde entonces. Sin saber quién era, y sin importarle ninguna recompensa o premio. Solamente viajo con él por gusto.

.

.

Alguien que lo acompañó por un tiempo, lo guio y enseñó sin pedir nada a cambio. Eran unas vacaciones que no podría olvidar jamás. No iba a mentir, Hadson era muy feliz de haberlo conocido. Pero por eso mismo sentía mucha rabia al tener que alejarse así como así porque se le había acabado el tiempo libre. Se sentía frustrado de volver a ser un heredero familiar más para los demás. Era la misma sensación que traía melancolía con esa frustración.

.

Entrenaron juntos en los primeros pisos de la Cueva Oscura. Hadson vio que God era más similar a un pokemon que a un humano. No solo dirigía instrucciones a sus pokemon, sino que también entrenaba junto con ellos. En todo momento, Hadson apenas alcanzaba a seguirle el paso, pero God siempre parecía estar a su lado. Gracias a el mejoró bastante con ello, y sentía más fuerte que antes. No, más bien se sentía con más confianza. Había conocido personas maravillosas, y se llevaba consigo memorias irremplazables. Hubiera deseado un poco más de tiempo con ellos, pero estaba seguro de que no lo olvidaría.

.

Ha habido momentos como los anos con su madre, donde el querría haber congelado el tiempo y vivirlas de nuevo. Aun así, se alegraba que habían pasado. Incluso se había enfrentado a él y aprendido de ello. La sensación que tuvo aun la sentía en su pecho. Ese calor en su pecho era algo que le gustaba. Donde antes solo sentía satisfacción al vencer a otros y probar su valía como entrenador, en aquel combate tuvo la oportunidad de ver algo nuevo. Desde hace bastante no se había sentido tan emocionado con algo como un simple combate. Se sintió vivo. Le gusto sentirse así.

.

Ahora sabia como se sentía alejarse de un amigo, alguien de que no te quieres separar, y el sentimiento agridulce que le recorría cada vez que recordaba esos últimos momentos. Eso lo hacía pensar en las palabras de su madre. Se preguntaba así mismo si viviría más experiencias como esas y sentir esas sensaciones otra vez. Esa alegría, esa emoción que le cortaba la respiración. Poco a poco dudaba de que tan grande seria el mundo, y si fuera posible, se encontraría a otro soñador como God a donde iba a parar. Ahora entendía en parte que apenas daba unos primeros pasó. Con un sueño tan grande, debía de esforzarse por cumplir esas expectativas. El motivo de ello era muy simple, de que otra forma se encontraría de nuevo con su amigo en el campo de batalla si no es en la sima del mundo.

.

.

.

.

.

Una hora después en un aeropuerto cercano a Ciudad Trigal, estando en la pista de aviones apunto de subir en el avión Hadson volteo por unos segundos con una sonrisa al sol en su pleno atardecer a lo que la imagen de God de esa despedida final haciendo ese gesto.

.

— Debo esforzarme y ser mejor. — pensó Hadson imitando aquel gesto guiñando el ojo y apuntando con dos dedos a la imagen de God dicto con aquella frase una promesa más por cumplir. – Es una promesa. God... ¡See you! —

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

Comunicacióndel Escritor:

Buenos días, tardes, o noche. Aquí Crimsell hablando por primera vez en la historia. Con este capítulo deseo cerrar el primer volumen de la historia y el primer arco de la historia. Continuare escribiendo el desarrollo de la historia en breve, posiblemente iniciando su publicación la siguiente semana. Agradezco en adelanto por su paciencia ante la inexperiencia de este escritor. Estaré pendiente de escuchar comentarios y criticas del público, y espero que podamos llegar a entendernos. Es un placer escribir esto por diversión y para liberar ese deseo que se tuvo desde una edad temprana. Sin más que decir, me despido.

SEE YOU!