Febrero- 14-2022
¡Hola! Feliz día de San Valentín! primero que nada, un anuncio.
¡Anunciooo!
Les traigo este capítulo con muchísimo amor! en serio que si, y como algunxs sabrán, empecé a subir esta historia a Wattpad. La subiré progresivamente porque toma su tiempo, y elegí hacerlo, conforme a la época del año que están viviendo los personajes.
¿Eso qué significa? Que sincronizaré ambas historias para que salgan al tiempo, por lo que la próxima publicación próxima, se hará, cuando esté al día en wattpad, y tristemente, eso será a finales de año.
LA HISTORIA NO ESTÁ ABANDONADA
Solo estará pausada en esta plataforma hasta que wattpad la alcance.
Sin más que decir, disfruten este capítulo. Espero a lo largo del año subir nuevas historias para que no se haga tan larga la espera. Muchísimas gracias por leerme, de verdad lo aprecio.
Recibo dudas, comentarios e inquietudes, especialmente de este capítulo porque se revela INFORMACIÓN importantísima.
¡HASTA LA PRONTO!
CAPÍTULO 51
LA INFORMACIÓN
.
Temari tenía frente a si a Mizu… o Hanna… como quiera ser llamada…
Ella estaba arrodillada frente a Temari entregando su último informe.
En vagas palabras leía el rechazo que le había hecho Shikamaru. Agradecía que fuera una profesional porque otra en su lugar se lo habría tomado personal y lo habría acosado hasta que estuviera en sus redes. Así habían muerto un par de compañeras suyas en el pasado. Pero aún tenía que confirmar
- Hanna… hiciste un excelente trabajo. Fueron los factores externos los que impidieron que la misión fuera llevada a cabo. ¿Cómo te sientes con ello?
- He sido una decepción para la aldea. Sin embargo, comprendo que debo fortalecerme por el bien de mi gente.
- Y respecto al objetivo… ¿Cuál es tu posición?
- Como Femene Fatale nuestras misiones siempre terminan en muerte… muerta la misión, muerto el interés – ella repitió una de las instrucciones de su enseñanza. También recordaba eso.
- ¿Entonces puedo confiar que no se volvió algo personal? ¿Que no hay gusto alguno?
- Puede darlo por seguro o que sea la misma muerte quien me persiga a mí. Como mujer tampoco estoy interesada en un hombre sin pasión. – Dijo sin darle importancia; Temari sin embargo, enarcó la ceja… Shikamaru era el hombre más apasionado que conocía.
- ¿Sin pasión, dice? Extraño defecto para resaltar de una víctima – No tenía que decirlo, pero ciertamente la curiosidad pudo hablarle al oído.
- Era amable, guapo y listo…pero completamente torpe para el romance, es posible que su intelecto no procesara los ámbitos corporales. No se permitió a sí mismo una erección y no sabía interpretar mis intensiones. Puedo deducir que es un hombre cobarde, escapaba ante cualquier avance de una mujer.
Temari en cierta forma pudo estar tranquila pero otra parte de ella ardía…
"¿Sin pasión? ¿Torpe para el romance? ¿Cobarde?" ven acá yo te muestro con mi abanico quien es cobarde.
Tomando una respiración calmada, prefirió dar por finalizada la charla.
- Bien… supongo que cada quien tiene sus… gustos. Puedes retirarte Hanna, hiciste un excelente trabajo.
- Gracias Temari sama, es usted mi benefactora.
Sin tardar mucho, la joven se retiró de la sala. Ciertamente las cosas no habían salido según lo planeado pero su aldea no la penalizaría. Corrió rápidamente a través del desierto a continuar trabajando de forma normal.
Sin embargo, a pesar de las palabras dichas, no todo era cierto… La curiosidad se había aprovechado de su mente y no encontraba un motivo plausible para que un hombre joven y hormonal en una edad tan activa, hubiera logrado esquivar sus avances. Ella lo había conocido, había interactuado con él, era un joven normal, nada en su actitud le indicaba que tuviera alguna de las condiciones por las que un hombre no pudiera caer en sus encantos…
En sus ojos había un misterio que quería descubrir a pesar de que sus instintos y educación le dijeran lo contrario.
Era una Femene Fatale y sabía que el no dejar ir a un objetivo, podría terminar muy mal…
Aun podía recordarlo aquella noche, tenía un aura diferente; en ningún momento la dejó besarlo. Desestimó su compañía en cuanto apareció Shikaku Nara y la dejó plantada.
Sintió una frustración enorme, aunque debía reconocer que era más como una espía ineficiente que como una mujer despechada.
Tras varias horas de carrera continua, pudo divisar la enorme fila de montañas desérticas. Alejó aquellos pensamientos de su mente para ingresar a una caverna entre las faldas de la misma… tenía mucho que hacer.
Ingresó sorteando los obstáculos que ya conocía bien. Tras confirmar su identidad varias veces, se vio frente a una gran mesa.
Tres hombres la estaban esperando. Dos la miraban extrañados. Dejaron de lado los documentos que miraban para atender la sorpresiva visita
− Regresaste más pronto de lo esperado… - Inició Goshinki sin sorpresa alguna.
− La misión en Konoha se dio por terminada. – Dijo tomando asiento.
− Felicidades entonces… ¿finalmente quien fue el objetivo? – Él se paró para servirse un trago de sake preparándose para escucharla.
− Eso no importa… y no fue exitosa… la cancelaron.
− ¿Tu? ¿No pudiste? ¿Debería preocuparme? - Dijo mirándola sorprendido.
− Para nada… saben que solo fue una excusa para obtener información...
− ¿Y qué nos traes entonces? ¿Alcanzaste a obtener lo que necesitábamos?
− ¿Algo que hayas omitido de tu misión ante el Kazekage? – interrumpió con afán el hombre castaño mientras jugueteaba con su collar de perlas moradas.
− No mucho de información adicional… sustraje los registros de antídotos creados para el veneno que hemos lanzado. La división médica de Konoha es más avanzada para crear los antídotos de lo que creía; también implementaron un programa para prevenir a las personas sobre la mayoría de fuentes hídricas.
− ¿Tienen solución hasta para los venenos de Sunna? Pareciera que previeron también eso entonces… Bueno, ya no me extraña, por otro lado, ya tenemos varios pueblos bajo nuestro control. Las pequeñas aldeas ninja que no firmaron a tiempo la integración con la gran alianza, están tomando un bando que claramente nos favorece.
− ¿Qué sabes del jinchuriki del Kyubi? – Preguntó de nuevo el castaño
− Efectivamente estaba desaparecido… pero según lo que pude averiguar, regresará pronto a la Aldea de la Hoja.
− Maldita sea… esperaba que algo le hubiera pasado. – Golpeó con el puño la mesa. Para intentar tranquilizarse, rascó su barba y acomodó su túnica verde.
− ¿Algo como qué, Daikoku? Es el maldito Kybui, el héroe del mundo ninja… nada malo le puede pasar.
− Bueno, al menos podremos proceder sin más sorpresas… Últimamente todos nuestros planes salen frustrados… como si no pudiéramos mantener el misterio entre las aldeas. El glamour puesto en la aldea de la arena es eficiente, pero tiene alguna falla que no hemos podido identificar – Dijo Goshinki
En ese momento Hanna tuvo un presentimiento.
− ¿Y no cabe la posibilidad de que haya traidores a las respectivas aldeas diferentes a nosotros… alguien con quien podamos contar a futuro… que también quiera frustrar su propia aldea?
− ¿Alguien como quién?
− … No lo sé… alguien… - A su mente regresó Shikamaru… Sabía muchas cosas, pero había logrado sortearla como si supiera las defensas adecuadas para su jutsu. El único inconveniente era que se notaba que era alguien tan leal que sería una apuesta arriesgada catalogarlo como un espía para la Aldea de la Arena… no tendría sentido… era más probable que hubiera algún espía en la Arena que entregara toda la información a la Aldea de la Hoja…
− Adicional a eso seguimos teniendo el problema de Naruto Uzumaki… No podremos eliminar a la Aldea de la Hoja si él está presente… ¿se sabe el motivo de su ausencia?
− Visita conyugal. – Respondió Hanna
− ¿A qué te refieres? – Preguntó Daikoku
− Su esposa está escondida en algún refugio. A causa de la guerra llevaron a cabo una boda muy discreta. La escondieron tras los ataques infructuosos que cierta persona hizo a principio de año… - dijo mirando al castaño que bufó molesto - supieron que era un objetivo y no escatimaron en gastos para esconderla.
− ¿Tú sabes dónde está? – dijo Goshinki
− No… aparentemente tampoco lo sabe lady Tsunade, ni su asistente… no pude obtener nada por esa parte… - De alguna forma imaginaba que el Nara lo sabía, pero nunca pudo confirmarlo.
− Entonces tendremos que encargarnos de Uzumaki de otra forma… ¿El Uchiha… seguro no es un problema? – Preguntó de nuevo el castaño
− Estoy segura, Daikoku… Es un nómada y por su pena aun no regresará a Konoha… y su mujer se fue con él hace poco… hasta ahora por el perfil que hemos mantenido en la guerra, no es nada en lo que él se involucraría; tiene la confianza de que no se le saldrá de las manos a Kakashi.
− ¿Y lord Kazekage?
− Tendré que volverlo a trabajar… Desde que me fui a mi misión, no he podido constatar si retomó sus desvelos…
− Igualmente con la nueva información es mejor no darle instrucciones aún…
− No lo haré, pero sé que también lo tendré ocupado… el que yo haya tenido esta misión seguramente lo tendrá pensativo. Intenta abolir el departamento Femene Fatale, no quiere que ninguna otra kunoichi de sunna pase por lo mismo hasta que tenga la edad correcta.
− ¿Se ha enamorado de ti?
− Sin duda me aprecia, pero no he querido forzar el lazo… solo le he dado una nueva perspectiva… soy su amiga, la que le ayuda a relajarse, a pensar y a descansar por la noche.
− ¿Se han acostado? – Dijo incrédulo Goshinki
− No. Te digo que con él no tiene sentido forzar el vínculo, él tiene demasiado amor para dar, pero no de una forma que muchos puedan entender. No es un amor que muchos comprendan.
− Siempre y cuando no te enamores tú, todo está bien – Dijo Goshinki acercándose a ella acariciándole el cabello cariñosamente
− Sabes que yo no me puedo enamorar, abuelo… Además, Gaara representa todo lo que quiero destruir… En cuanto destruyamos las aldeas, no quedará nada del legado de Rasa, eso lo aseguro.
El hombre silente había observado todo el tiempo la reunión sin decir nada. Hanna lo miró fijamente
− ¿Y tú?... ¿nada que decir? – él la miró enojado
− No lo molestes… ha estado de mal humor. Aún no ha logrado recuperarse.
− Pues será mejor que lo haga pronto. Lo necesitamos, fue por él que hemos hecho todo esto.
− Descuida… tenemos una idea… implicará reclutar a una persona o decapitarla, pero estará bien…
− De acuerdo. Solo digan nombres y pondré a un equipo a tomar la misión. – Respondió Hanna
− Muy bien, pronto lo tendrás… ¿alguna otra cosa que quieras decirnos? ¿Información importante?
− Pronto el prometido de la princesa visitará Sunna. Es necesario para que se vea una alianza sólida.
− Bien… Es necesario que todo se dé de acuerdo al plan. Una vez ambas aldeas se unifiquen será más fácil que la aldea de la roca se una contra Konoha… dos aldeas ninja, un feudo y las aldeas menores que hemos tomado, juntarán fuerzas para destruir a Konoha y sin el kyubi de por medio, más fácil aún.
− ¿Y cómo vas con el reclutamiento de las otras grandes naciones?
− No tan rápido como hace dos años, pero es mejor… no soltamos las alarmas de ese modo… Aun no es el momento para que las otras aldeas destrocen a Sunna. Si descubren lo que pasa, nos quedaremos sin caballo de Troya.
− Perfecto… y respecto a nuestro caballo de Troya – Empezó diciendo Daikoku mirando a Hanna - empiezo a dudar de tus habilidades… con lo del kazekage y lo de tu última misión…
− El Kazekage ya te dije que es un hombre particular… sé cómo manejarlo, no todo es sexo en esta vida, caballeros.
− ¿Y el otro?
− El otro… digamos que es particular a su manera… lo subestimé…. No volverá a pasar
− ¿Pero quién pudo ser tremendo marica para resistirse a tus encantos, amor?
− Un Nara… Shikamaru Nara. Ya sabes… más cabeza que corazón.
− ¿El que quedó encargado de la 4ta división en la guerra ninja?¿Hijo de Shikaku Nara?
− Si, el mismo…
En ese momento, en la esquina de la mesa, el silente compañero hizo una cara de reconocimiento sintiendo que se le erizaban los vellos de la nuca. Goshinki leyendo su lenguaje corporal, tomó la palabra.
- Debes seguir trabajando con él – Decretó. Hanna lo miró sorprendida
- ¿Que? ¿Pero y el Kazekge? ¡No puedo trabajar con ambos al mismo tiempo! – Dijo molesta.
- Tendrás que hacerlo. El Nara es importante.
- ¿Por qué?
- Sabe mucho.
- ¿No pudiste decirlo antes de que saliera de misión? Iba con propósitos específicos.
- No dijiste quien era el objetivo y según nuestro infiltrado del consejo, era un ninja de menor de rango.
- Porque lo es. Créeme, no va a soltar nada y hay mucho que dudo que vaya a saber, por eso lo desestimaron.
- Mira, jovencita, si te lo estoy ordenando, es por algo. Para eso estás tu. Esa es tu misión ahora.
- Pero abuelo, la misión falló. Sunna sabe de mi fallo. No puedo ausentarme.
- Nos encargaremos de eso.
- ¿Por qué es importante? Quero la verdad
- Digamos que tenemos cuentas que arreglar. – Dijo mirando a su compañero.
- Al menos déjenme despedirme del Kazekge. El efecto que causo en él no estaba preparado para durar tanto tiempo.
- Bien.
Últimamente no tenía tiempo de gozar de la vista.
El sol caía por el horizonte haciendo ver la arena como un mar de sangre. Últimamente tampoco veía mucha sangre, no porque no hubiera, sino porque estaba limitado al trabajo burocrático. Se llenó de angustia su corazón, hacía tiempo que no dormía bien haciéndole recordar sus desvelos de infancia, y el agotamiento y la situación seguían pasándole factura.
A veces sentía que no pensaba bien. Solo cuando descansaba noches enteras notaba que podía ser más diligente.
Pero el trabajo continuaba. Esta noche al parecer tampoco dormiría.
Entrando de nuevo a su oficina, notó una presencia inesperada; sonrió agradecido.
- Bienvenida.
- Lord Kazekage – Dijo Hanna con una reverencia.
- Ya te he dicho que puedes llamarme Gaara. – Dijo señalándole la silla frente a si
- Aun no me acostumbro. - Ella se sentó obediente al igual que él.
- Me dijeron que llegaste esta mañana.
- Si… verá – Dijo con una sonrisa tímida. – Hoy tuve día libre. Quise venir a buscarte, pero… me sentía avergonzada.
- ¿Por hacer tu trabajo? – Dijo con una mirada comprensiva y triste. Ella lo miró sorprendida.
- No realmente… por fallar la misión.
- Ah… - Dijo con una sonrisa.
Gaara la miró. Se le notaba la tristeza en la cara. Él por su parte no podía estar más cómodo con la idea. Lo cierto es que no le agradaba para nada ese departamento de acción; sabía que era necesario, pero nunca le agradó, especialmente considerando que su hermana había estado ahí siendo demasiado joven.
Ninguna persona, especialmente las niñas y niños, deberían tener que verse forzados a usar su cuerpo de esa forma.
Justamente la misión que acababa de tener había sido particularmente difícil. Comprendía porqué había fallado. Si el Nara amaba a Temari la mitad de lo que se notaba que ella lo amaba a él, habría sido un esfuerzo titánico para Hanna… El solo pensarlo lo hacía estremecer; no le agradaba para nada la idea de que ellos dos hubieran interactuado, que él la hubiera tocado o que ella lo hubiera besado… y le molestaba el daño que ese ninja le hacía a dos mujeres tan fuertes y valiosas como su hermana y Hanna. Ciertamente ya nada bueno podía venir de Konoha.
- Comprendo que te sientas frustrada, pero me alegra que estés en casa de nuevo. – dijo intentando apartar esos pensamientos tan agobiantes.
- A mí también me alegra… no dejaba de pensar en ti… - Dijo nerviosa. – Bueno, digo… de pensar en el tratamiento, yo… bueno… sé que te hace bien dormir y…
- Descuida, no tienes que preocuparte por mí. He vivido toda mi vida con insomnio, no moriría por unos días más sin tratamiento.
- Claro que me preocupas – Dijo afligida – o sea… usted es mi kazekage… claro que me preocupo por usted… si usted está bien, el pueblo está bien… y usted… Bueno… es mi trabajo… lo hago por su bienestar… usted…
Gaara sintió que, con esas palabras, tenía todo el ánimo que necesitaba. Por personas como ella, valía la pena seguir y no caer.
Tenía una visión del mundo muy grande, pues había interactuado con más personas que él. Tenía razón cuando le decía que la única forma de terminar la guerra, era asegurándose de que su pueblo fuera feliz y obtuviera todo cuanto necesitaba.
- Me alaga tu lealtad Hanna, esta aldea sería un mejor lugar si todos pensaran como tu
- Gracias Kaze… Gaara… ¿y qué me dices de ti?, ¿Qué hiciste en mi ausencia?
- Lo normal, reuniones, gestiones… más reuniones. El hecho de que Konoha quiera destruirnos directamente es algo que aún no concibo.
- Déjame adivinar, no has dormido bien.
- Lo siento… tienes razón. No lo he conseguido los últimos días.
- ¿Has prendido la vela de fragancia que te dejé? Se supone que te ayude a dormir
- Si, pero no sé qué le haces tú, porque no huele igual.
- Bueno, prenderla no basta. Tienes que relajarte, dejarte llevar.
- Lo intento, pero me cuesta dormir si tengo ninjas en el campo sosteniendo la batalla a la intemperie.
Ante esas palabras llenas de aflicción, Hanna se estiró sobre el escritorio y tomó su mano, estaba cálida y la acarició cariñosamente.
- Gaara… sé que te sientes mal, pero tu estas aquí haciendo un trabajo igual de importante. ¿Te gustaría que nuestros ninjas allá donde están se sientan culpables y desvelados por pensar en que no deben decepcionarte?
- Claro que no. – Dijo triste acariciando la mano de Hanna
- Entonces tampoco debes hacerlo. Debes descansar para dar lo mejor de ti.
- Es que solo a tu lado siento que puedo descansar.
Hanna con una sonrisa tierna, se levantó de la silla y rodeó el escritorio hasta llegar a su lado. Le dio un abrazo fraternal y besó su frente. Gaara, sintiéndose más completo, bordeó su cintura con un brazo apoyando su cabeza contra su femenino pecho.
- Descuida, estoy aquí. Te preparé una deliciosa cena; luego podremos ir a descansar juntos y todo estará bien.
- Pero debo trabajar…
- Tranquilo, primero el tratamiento… mañana todo volverá a estar bien mi Lord… yo estoy aquí… no necesita nada más.
.
.
.
Noviembre (11 meses desde el inicio de la Guerra)
Feb-14-2022
Bueno, hasta aquí este capítulo, espero que lo hayan disfrutado. Estoy ansiosa por mostrarles lo que sigue.
Sé que hay poco ShikaTema (y Justo antes de la pausa T-T) pero déjenme leer en sus comentarios qué les ha parecido
¡Las amooo!
