Autor Original: rexlover180

ID: 2962133

.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.

5. La vida destrozándose

"Arthur todavía tiene el ron" Alfred se dio cuenta con sobresalto cuando estaba todavía limpiando después de la fiesta en el salón de baile.

"¿Qué?" un sirviente le miró boquiabierto "Tú… ¿le diste alcohol?"

"¿Fue una mala idea?" preguntó Alfred tímidamente.

"Tienes que traerlo de vuelta antes de que lo beba" el sirviente sacudió al cabeza "Dios, mejor date prisa antes de que destruya algo" Así Alfred tomó eso como una señal para dirigirse rápidamente hacia la habitación del nuevo Rey.

Cuando llegó a la puerta, sin embargo, escuchó algo inesperado.

"No deberías beber tanto" habló Arthur entre risas. Después de una pausa, empezó a reírse, y entonces habló de nuevo "¡Soy más grande! ¡Puedo tomar más que tú!"

Alfred rápidamente abrió la puerta, viendo a Arthur apoyado en su cama como soporte, mirando a algo en el aire. Pero parecía fijado en ello, como si estuviese diciéndole algo.

"Mmm…hey, Arthur" murmuró Alfred. Arthur lentamente dirigió su atención hacia él.

"Hey, Alfie" habló Arthur arrastrando las palabras y se puso en pie, probablemente intentando caminar hacia Alfred, pero tropezó rápidamente, doblándosele las rodillas. Por suerte, Alfred intervino rápidamente y le atrapó, sosteniéndole.

"Frena" Alfred se rio ligeramente y pudo ver que Arthur estaba sosteniendo la botella de ron, casi vacía, en su mano derecha.

"Eres fuerte" se rio Arthur. Entonces miró más allá de Alfred, observando lo que sea que estuviese mirando antes "Cállate, sé todo eso…"

"Uh, ¿a quién estás hablando?" Alfred miró por encima de su hombro durante un segundo, sin encontrar a nadie, y volvió a mirar a Arthur.

"Mi hada, por supuesto" se rio Arthur "¿No puedes verla?"

"Creo que deberías ir a la cama" Alfred tomó rápidamente la botella de ron de la mano de Arthur y la puso sobre la mesa.

"Hey, me estaba bebiendo eso…" murmuró Arthur.

"Y ese es nuestro problema, ¿verdad?" Alfred se rio "Venga, vamos. A dormir"

"Ella está en lo cierto" suspiró Arthur y rodeó con los brazos el cuello de Alfred "Realmente me gustaría que fueses mi Rey…"

"¿No eres tú ya el Rey?" Alfred ladeó su cabeza.

"Pffft" se rio Arthur "¡Ni modo!"

"Entonces… ¿qué eres?" preguntó Alfred. Sabía que Arthur estaba seguramente burlándose en su borrachera, pero al mismo tiempo estaba interesado…

"Soy… la Reina" murmuró Arthur "¡Como si a alguien le importase, de todos modos! E-Estoy solo…"

"Realmente creo que deberías dormir" murmuró Alfred y empezó a mover a Arthur hacia la cama para tumbarle.

"M-Me odias, ¿verdad?" murmuró Arthur, su rostro oscureciéndose ligeramente.

"¿Qué?" Alfred le miró. Parecía estar haciendo pucheros, su flequillo cayendo sobre sus ojos "No, no te odio. Eres alguien realmente divertido con quien pasar el rato"

"Soy inútil…" suspiró Arthur "No puedo hacerlo todo por mí mismo" dejó escapar un hipido.

"Estoy seguro que si descansas lo suficiente, estarás bien" Alfred sonrió suavemente y finalmente dejó a Arthur sobre la cama. No estaba muy seguro de si debía mover las sábanas, porque Arthur se estaba quedando ya dormido.

Arthur se rio un poco "A Ella realmente le gustas…"

"Ve a dormir" Alfred sonrió y, antes de que pudiese detenerse, besó ligeramente la frente de Arthur. Justo después, sin embargo, se puso en pie, ligeramente sonrojado. ¿Por qué hizo eso? Por suerte, los ojos de Arthur estaban cerrados y su respiración era tranquila. Estaba dormido "Si prometo no recordar nada de esta noche, ¿me prometerás hacer lo mismo?" preguntó de un poco tembloroso, apoyándose en la mesa.

Alfred se quedó allí un rato, mirando fijamente. ¿Por qué pensaba que Arthur se veía adorable de algún modo…? Eso no era correcto, no estaba bien. Estaba mal a tantos niveles. Arthur era un Real, Alfred un sirviente. Ambos eran hombres, ¡por amor de dios! Este tipo de cosas no eran saludables. Así que… ¿Por qué Alfred todavía sentía la necesidad de besar su frente de nuevo?

Arthur abrió sus ojos, pero rápidamente los cerró. Tenía un terrible dolor de cabeza y sentía como si estuviese amenazando con romperse. Rápidamente se movió de modo que su cara estuviese hundida contra su almohada.

Esto era completamente un asco… no podía siquiera recordar nada más allá del primero sorbo a ese ron…

"Hey, ¿Arthur?" una voz tras él se escuchó y pasó por su cabeza como cuchillos.

"¿Qué?" siseó Arthur. Realmente no estaba de humor para esto.

"Uh, todos han estado buscándote" murmuró la voz "Algo sobre ti, saltándote una reunión"

"¡Mierda!" Arthur se sentó e inmediatamente se arrepintió, su dolor de cabeza empeoró. Se agarró la cabeza "Ach…"

"Hey, ¿estás bien?" la persona corrió a su lado. Arthur alzó la mirada y vio que era Alfred.

"No" murmuró Arthur "Bebí esa botella entrar de maldito ron que me dejaste"

"Creí que me dijiste que no quería tener resaca y que no era el momento idóneo" dijo Alfred y Arthur prácticamente lo escuchó sonreír en su voz.

"No te preocupes por eso" Arthur negó con la cabeza. No podía decirle a Alfred sobre Ella, definitivamente pensaría que estaba loco "Dijiste que me perdí una… ¿una reunión?"

"Si" asintió Alfred "El Parlamento estaba muy enojado"

"Maravilloso" suspiró Arthur, pasándose una mano por el pelo. Se movió para ponerse en pie, pero su cabeza de repente empezó a palpitar más e hizo una mueca, volviendo a sentarse "Maldición…"

"Quizás deberías dormir un poco más" sugirió Alfred.

"No, no puedo llegar más tarde de lo que voy ya" Arthur negó con la cabeza. Alzó la mirada hacia su escritorio y descubrió que Ella estaba en la misma situación que él, luchando por mantenerse erguida "¿Sabes si están todavía en la sala de reuniones?"

"Que yo sepa" Alfred asintió.

"¿Te importaría salir?" Arthur miró a Alfred. Parecía genuinamente preocupado por Arthur "Debería cambiarme para la reunión"

"Cierto" sonrió Alfred ligeramente y salió con rapidez de la habitación.

Arthur le dedicó una segunda mirada a Ella, y entonces lentamente se puso en pie, haciendo una mueca cuando el dolor de cabeza empeoró. Pero aun así se las arregló para cambiarse de ropa con bastante rapidez, a pesar de todo el dolor de cabeza. De camino hacia afuera, Ella se movió hasta su hombro y entonces se dejó caer de espaldas, probablemente a punto de dormirse.

"Vaya ayuda que eres" murmuró Arthur y empezó a caminar por el pasillo y hacia donde recordaba que estaba la sala de reuniones. Su cabeza todavía estaba palpitando, pero tenía que poner una expresión dura porque se supone que era el Rey en ese momento…

Antes de que llegase a la sala de reuniones, sin embargo, vio a uno de los miembros del Parlamente, el jefe de hecho, viéndose cabreado mientras acechaba el pasillo. Cuando hicieron contacto visual, a pesar de ello, Arthur sintió su corazón hundirse y la ira del hombre empeoró. Arthur se armó mentalmente de valor mientras el hombre avanzaba hacia él.

"Ahí estás, mocoso" espetó el hombre cuando llegó lo suficientemente cerca de Arthur. Ella se asomó un poco para ver a la otra persona. Arthur sabía que esto no iba a ayudar en nada su resaca "¿Dónde estabas?"

"Me disculpo" dijo Arthur "Parece que me he dormido"

"¿Qué tal si la próxima vez que vayas a una fiesta, te aseguras de no emborracharte hasta el límite?" regañó el hombre "Apuesto a que esa es la razón de que te durmieses. Probablemente estés de resaca en este momento, ¿no es así?"

"Me disculpé" dijo Arthur "No hay necesidad de permanecer en ese tema, señor. Debemos encontrar un momento diferente hoy para tener esa reunión, ya que es tan necesario"

"Imbécil…" murmuró Ella en voz baja, a pesar de que no era necesario. Como si pudiera verla incluso si lo intentaba.

"Hay una razón por la que los niños no deberían estar a cargo de Espadas" escupió el hombre "La siguiente reunión por tu corazón es mañana"

"Si, entendido" murmuró Arthur, eligiendo no comentar lo que el hombre dijo antes.

"Ahoga, ve a recuperarte de la resaca y mantén la cabeza baja, como se supone que debe ser" suspiró el hombre y empezó a alejarse.

"Es un gilipollas…" se quejó Ella, tumbándose boca abajo ahora.

Arthur esperó hasta que el hombre dobló la esquina antes de girarse y empezó a alejarse hacia el lugar que sabía que podía darle paz y tranquilidad, y sería capaz de desahogarse. Su dolor de cabeza estaba empezando a convertirse en migraña ahora. Mientras doblaba la esquina, casi corrió directo contra Alfred de nuevo.

"Amigo, no deberías dejarle que te pisotee" dijo Alfred, mirando hacia donde el hombre había ido "Quiero decir, eres el Rey, ¿verdad? Y no es como si fueses un niño, ¿no? Quiero decir, tienes al menos 20, ¿verdad? No controla lo que tú –"

"Alfred" interrumpió Arthur, haciendo que Alfred se detuviese. Arthur concordaba con todo lo que dijo Alfred, y estaba extremadamente irritado. Pero simplemente no podía explotar ahora "No estás ayudando" Arthur rápidamente se alejó de Alfred y empezó a caminar hacia el jardín que se extendía en la parte de atrás del castillo. Sabía que había un laberinto de setos en el que fácilmente podría perderse.

Así que no perdió el tiempo decidiendo fuera y entró dentro del laberinto.

"Hey, Arthur, ¿estás bien?" un hada que vivía en el jardín revoloteo delante de él.

"Ni en lo más mínimo" contestó Arthur y continuó caminando por el laberinto que había memorizado cuando era pequeño.

"¿Algo en lo que podamos ayudar?" preguntó un hada diferente.

"Bueno, me encantaría golpear algo, o tirar algo, o gritar" dijo Arthur "Así que, si alguna de ustedes quiere ayudar con eso, sería de bastante ayuda" Arthur se detuvo en una esquina, sabiendo que nada a parte de la mesa estaba cerca. Nadie podría estar cerca de todos modos…

"Bueno, no me mires…" murmuró Ella.

"Puedo culparte de todo este desastre" le espetó Arthur.

"¡Hey, culpa a Alfred! ¡Él es quien trajo el ron!" argumentó Ella "Me duele la cabeza"

"Bien" Arthur rodó los ojos, sosteniéndose su propia cabeza "Alfred no hizo nada malo, simplemente estaba intentando ayudar"

"Aun así, era ron del bueno" Ella se rio entre dientes.

"¿Le animaste a beber?" exigió la primera hada

"Toda una botella de ron" Arthur negó con la cabeza.

"¡Ella! ¿Qué tipo de hada guardiana eres?" regañó la segunda hada y muchas más empezaron a venir.

"Está bien" suspiró Arthur y empezó a caminar "Nadie estaba cerca. Por otro lado…quedé como un tonto frente al Parlamento…"

"¿Qué ocurrió?"

"Simplemente piensan que soy un idiota y que no puedo hacer esto" Arthur gruñó "Que no puedo yo solo. Está en lo cierto… Solo soy un niño intentando y fallando en hacerme cargo de Espadas…"

"¿Qué?" preguntó Ella "Estás de broma, ¿verdad?"

"Sabes tan bien como yo que no puedo hacer esto" suspiró Arthur.

"Si no pudieses hacer esto, ¿podrías haber durado tanto?" exigió Ella.

"La única razón por la que he durado tanto tiempo es porque Alfred estaba cerca para mantenerme cuerdo…" suspiró Arthur y dejó de caminar "Pero seguramente van a echarle por darme esa botella…"

"Confía en nosotras, no se va a ir a ningún lado" dijo un par de hadas.

"Me estoy cansando de esos mensajes crípticos" Arthur rodó los ojos. Su dolor de cabeza todavía no se iba. Entonces, pensó en algo que no había pensado antes "Ella, ¿estaba alguien en mi habitación la pasada noche cuando estaba borracho? ¿Antes de dormirme?"

"Como si pudiese acordarme" murmuró Ella "No puedo recordar desde 10 minutos después de que Francis se fuese de la fiesta"

"Por supuesto que no…" Arthur negó con la cabeza. Eso fue cuando escuchó las voces.

"Juro que esa es la voz de mon cher" murmuró la voz de Francis y un pensamiento vino a la mente de Arthur. Mierda.

"Sería genial para ver si sabe cómo sacarnos de aquí" suspiró la voz de Ludwig "Hemos estado atrapados durante una hora por tu culpa"

"¡No es mi culpa del todo!" respondió Francis "Solo pensé que el jardín es hermoso"

"¿A dónde fue Ivan?" preguntó Ludwig de repente.

Arthur se estremeció levemente y se dio la vuelta para volver a la entrada y esperando esquivarles, pero rápidamente entró en contacto visual con alguien.

"¿Ivan?"