Autor Original: rexlover180
ID: 2962133
Notas de la traductora:
¡Aloha~!
Así que, sin más dilación, ¡que lo disfrutéis~!
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Capitulo 12: Visitantes para la Reina
"Arthur" murmuró una voz suave y Arthur lentamente abrió los ojos. Por alguna razón, esperaba despertar en ese maldito asilo. Pero se encontró con una habitación de aspecto conocido… Se sentía como una eternidad desde que la había visto… Y luego estaba Alfred ahí, el cual estaba de pie frente a él, sonriendo suavemente "¿Has dormido bien?" preguntó, probando.
"Si" murmuró Arthur y se acurrucó más en las cálidas sábanas de la cama.
"Yo…eh… te traje comida" Alfred se frotó la parte posterior de su cabeza "Yao dijo que debía traerte un poco, ya que seguramente no comiste mucho allí. ¿Comiste allí?"
Arthur negó con la cabeza.
"¿Ni siquiera te dieron agua?" preguntó Alfred.
"Mucha" murmuró Arthur irritado. No estaba de humor para hablar de eso… No ahora.
"¿Crees que puedas sentarte? ¿Para comer?" preguntó Alfred.
Arthur asintió. Los insectos volvieron, zumbando alrededor de su cabeza, pero Arthur estaba empezando a ignorarlos con facilidad. Se movió para sentarse, pero algo tiró de su cuerpo, haciéndole detenerse. Dejó salir dos golpes de tos demoledora, haciendo que le doliese el cuerpo y cayó de vuelta en la cama. Se aferró el estómago, la parte que más le dolía al toser.
"Oh, Dios mío, ¿estás bien?" preguntó Alfred, obviamente preocupado, e incluso colocó una mano con cautela en el hombro de Arthur.
"Estoy bien, amor" Arthur se estremeció. Como si fuese una contradicción, sin embargo, dejó salir otra tos y tuvo que tomar una profunda bocanada de aire para asegurarse de que podía respirar después.
"Eso no suena bien…" murmuró Alfred, frotándose el brazo.
"No sé lo que es…" suspiró Arthur, frunciendo el ceño.
"Tu…eh…¿todavía estás de humor para comer?" preguntó Alfred.
"No vas a darme de comer, ¿verdad?" preguntó Arthur.
"Bueno, no puedes sentarte…" murmuró Alfred.
"¿Qué tipo de comida es?" preguntó Arthur curiosamente.
"Sopa" dijo Alfred.
Arthur suspiró. La comida realmente sonaba increíble en este punto, y estaba solo ellos dos en la habitación… "Mientras que nadie se entere de que me has dando de comer"
"Sin problema" asintió Alfred y se alejó durante un segundo, retrocediendo con el bol en las manos. Se arrodilló en frente de la cama.
"La verdad es que no me gusta esta idea" Arthur negó con la cabeza, pero tosió de nuevo. Se acurrucó más en sí mismo, haciendo una mueca.
"Pero necesitas comer" dijo Alfred suavemente.
"Si, pero…" la voz de Arthur bajó.
"Hey, si no quieres… creo que no tienes porqué…" murmuró Alfred.
"N-No" murmuró Arthur y sintió su estómago rugir "Yo solo…"
"¿Cuestiones de orgullo?" Alfred sonrió "No pasa nada. Si quieres esperar hasta que puedas sentarte, por mí está bien"
Arthur estaba a punto de decir algo, pero los dos escucharon un golpe en la puerta. Alfred bajó la mirada hacia Arthur, el cual asintió con la cabeza y, entonces, respondió "Adelante"
Arthur observó la puerta cuidadosamente, esperando que apareciese Francis, pero era ese hombre de antes… Ese Jack…
"Hey, Yao" dijo Alfred.
"Solo quería ver cómo estaba Arthur, aru" dijo Yao y Arthur frunció las cejas con confusión ante la última palabra. ¿Qué significaba?
"E-Estoy bien" murmuró Arthur, pero la tos eligió ese momento para cortar la conversación, haciendo que Arthur hiciese una mueca de dolor.
"Aiyah, no suena bien" declaró Yao."Ha estado haciendo eso desde que despertó" dijo Alfred, inquieto.
"No es como que esté haciéndolo a propósito" gruño Arthur.
"¿Todavía no ha comido, aru?" preguntó Yao.
"Mmm, estamos en ello" Alfred se rio ligeramente.
Arthur bostezó "¿Puedo comer después de que haya terminado de dormir?"
"Claro" asintió Alfred.
"Siempre y cuando comas, aru" declaró Yao.
"L-Lo haré…" murmuró Arthur y cerró los ojos. Sus párpados ya se estaban sintiendo pesados de todos modos…
Antes de que pudiese deslizarse a la inconsciencia, sin embargo, escuchó a los dos hablar.
"¿E-Estás seguro de que va a estar bien? ¿Qué pasa con la tos?"
"No hay modo de saberlo, aru"
"Me siento tan estúpido e inútil…"
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"No deberías estar en esta habitación hasta que esté bien de nuevo"
"Puedo ver a mon cher cuando sienta que puedo"
"Estás en mi país, yo hago las reglas"
"Demasiado mal"
Arthur abrió los ojos con cautela. Esperando todavía despertar en el asilo, no pudo evitar sonreír ligeramente cuando vio a Alfred. Estaba todavía a salvo en su habitación… eso era bueno. Y entonces vio un destello de cabello rubio.
"¿Qué…diablos está haciendo Francis en mi habitación?" murmuró Arthur y ambos, Alfred y el intruso no deseado, Francis, miraron hacia él.
"¡Mon dieu! Se ve muy pálido" Francis inmediatamente corrió al lado de Arthur, el cual simplemente parpadeo.
"¿Qué estás haciendo en mi habitación?" preguntó Arthur de nuevo.
"Se metió sin más" gruñó Alfred "Le dije que no era buena idea"
"Soy el único amigo de Arthur" dijo Francis orgullosamente.
Arthur abrió la boca para decir algo, pero todo lo que salió fueron tres horribles tosidos. Cada cual se sentía peor. Se encogió sobre sí mismo cada vez. Pero también se dio cuenta de que Francis retrocedía inmediatamente.
"Arthur…" murmuró Alfred.
"¿Esa es la tos?" preguntó Francis.
"Si" dijo Arthur secamente "Francis, por favor, vete"
"¿Porquoi?" preguntó Francis, con el ceño fruncido.
"No puedo moverme" declaró Arthur "Estoy enfermo, tengo frío y tengo hambre. Por favor, no me irrites también"
"Es grave…" murmuró Francis.
"Bueno, ya le has escuchado" Alfred se acercó hacia él "Tienes que irte"
"Pero…" Francis hizo un mohín "Simplemente vine a ver cómo estaba mi amigo"
"Y lo aprecio…" murmuró Arthur "Pero no es necesario en este momento"
"Bien" Francis alzó las manos, rindiéndose "Te dejaré si no me quieres aquí"
Arthur suspiró y cerró los ojos de nuevo. Dejó salir una tos más antes de ir a dormir.
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"Joder"
"Por favor, quédate en silencio. Está durmiendo"
"¿Cómo diablos dejaste que ocurriese esto? ¡Eres el jodido Rey, por el amor de Cristo!"
"No podía hacer nada para controlarlo. Y recuerda lo que dije, está durmiendo"
"Ya no…" murmuró Arthur, abriendo los ojos ligeramente. Cada vez que despertaba, por alguna razón, se sentía más y más débil. Inmediatamente, sin embargo, la cara de alguien apareció repentinamente en su visión. Este rostro era completamente inesperado, a pesar de todo. A diferencia de Francis, el cual Arthur sabía que iba a venir con el tiempo. Esta vez fue un pelo rojo fuego y los enfadados ojos verdes de su hermano mayor "¿Scott?"
"Te ves fatal, niño" Scott frunció el ceño. Pero Arthur todavía podía ver un pequeño rastro de preocupación en su rostro. Algo que Arthur nunca había visto antes en él.
"Gracias" murmuró Arthur sarcásticamente. Y entonces llegó un ataque de tos, uno de esos horribles. Tosió al menos diez veces antes de detenerse "Maldita sea" Arthur se frotó la garganta.
"¿Vas a vivir?" Scott alzó una ceja.
"No eres muy tranquilizador" Arthur rodó los ojos.
"Lo siento por todas las personas que siguen irrumpiendo aquí" murmuró Alfred.
"Oye" espetó Scott "Soy su hermano, puedo verle cuando cojones quiera"
"No peleéis…" murmuró Arthur y tosió de nuevo.
"Solo vine a verte" Scott rodó los ojos, depositando de nuevo su atención hacia Arthur "Mamá está preocupada y toda esa mierda"
"¿Y ellos te enviaron a ti de entre todas las personas porque…?" preguntó Arthur.
"Me sentía mal por decir algunas cosas en casa" murmuró Scott a regañadientes "Muchas cosas, la verdad…"
"¿Qué has dicho de mi esta vez?" preguntó Arthur directamente.
"Nada que importe" Scott suspiró "De todos modos, ahora que sé que estás vivo y todavía cuerdo, si no más, me voy a ir"
"Es bueno verte también, Scott" Arthur se rio ligeramente. Pero entonces empezó con otra tanda de tos y no se detuvo hasta después de escuchar la puerta cerrarse.
"Deberías dormir un poco más, a ver si esa tos mejora" murmuró Alfred.
"Vale" Arthur tosió un poco más. Pero estaba empezando a sentir que el dormir era el problema.
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Arthur despertó de nuevo ante el pequeño ruido de cosas moviéndose en su escritorio. Lentamente abrió los ojos y suspiró mentalmente con alivio cuando vio que solo había una persona en su habitación, Alfred. Parecía que estaba ordenando las cosas en su escritorio.
"¿Alfred?" preguntó Arthur, consiguiendo la atención del hombre frente a él. Pero el chico que se dio la vuelta no era exactamente Alfred. Se parecía bastante a él, pero sus ojos y su cara eran más suaves y tenía un rizo que salía de la parte superior de su cabeza, no un mechón.
"N-No soy Alfred" murmuró el hombre. Parecía como que estuviese casi susurrando "Tenía que dormir, así que estaba cuidando de ti. Soy Mathew, su hermano gemelo"
"Así que al fin consigo conocerte" Arthur se rio ligeramente antes de tener otro ataque de tos. Cuando finalmente acabó, su garganta se sentía rasposa y su estómago se sentía como si estuviese ardiendo.
"Estaba en lo cierto, eso es malo" murmuró Mathew para sí mismo "¿N-Necesitas que te consiga algo? ¿Cómo agua, té o comida?"
"No" Arthur se negó con voz ronca, sacudiendo la cabeza "E-Estaré bien, no tengo mucha hambre"
"Si estás seguro" Mathew asintió.
"Gracias" Arthur asintió. Bostezó, pero fue cortado a la mitad por otra tanta de tos. Sentía sus párpados volverse pesados "¿Dijiste que Alfred se fue a dormir?"
"Ha estado en esta habitación las 24 horas del día desde que volviste" Mathew sonrió suavemente "Al parecer soy el único en el que confía suficiente para cuidarte"
"Ya veo" Arthur sintió sus párpados caer "Entonces, dile que dije hola"
Arthur cerró los ojos.
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Alfred caminó lo más rápido que pudo a la habitación de Arthur. Todavía estaba molesto con las personas que le dijeron que necesitaba dormir. No podía siquiera dormir, en primer lugar…sabía que se veía horrible por no dormir en días y quizás solamente comer una o dos veces. Pero no podía hacer nada al respecto. Tenía que asegurarse que Arthur estaba bien.
Cuando entró en la habitación de Arthur, Mathew estaba simplemente sentado en la silla del escritorio de Arthur, mirando por la ventana. Arthur todavía estaba profundamente dormido.
"¿No se supone que tendrías que estar durmiendo?" Mathew alzó una ceja, girándose hacia él.
"No puedo…" murmuró Alfred y se apoyó contra la puerta. Miró a Arthur de nuevo y se dio cuenta que su respiración estaba volviéndose trabajosa "Está empeorando cada vez que se despierta"
"Tuvo unos cuantos ataques de tos cuando despertó la última vez" murmuró Mathew tristemente.
"¿Despertó de nuevo?" preguntó Alfred.
"No por mucho tiempo" Mathew se encogió de hombros "Me dijo que te dijese hola"
"¿Hizo algo más?" preguntó Alfred "¿Había algo más mal en él a parte de la tos?"
"Se le iba la voz" murmuró Mathew "Creo que está perdiendo la voz"
"Me siento tan inútil" murmuró Alfred "¡No puedo hacer nada y prácticamente está muriendo frente a mí!"
"Estará bien" Mathew se levantó y colocó una mano en el hombro de Alfred "Mientras que él te tenga cuidándole, sé que estará bien"
"Gracias, Matt" Alfred se alejó de la puerta y Mathew se fue.
Alfred dejó salir un suspiro y arrastró la silla desde el escritorio un poco más cerca de Arthur y se sentó en ella. A pesar de todo lo que estaba sucediendo, el rostro de Arthur estaba en calma, como si estuviese durmiendo pacíficamente. Alfred realmente quería saber lo que ocurrió en ese asilo, pero eso tendría que esperar hasta que Arthur se pusiese mejor.
Si mejoraba…
Alfred sacudió la cabeza, desterrando ese pensamiento. Arthur iba a estar bien. Estaría bien y nada malo le sucedería de nuevo. Alfred moriría antes de que algo malo le sucediese. Arthur iba a estar bien…
Alfred salió de sus pensamientos, sin embargo, por lo que parecía una pequeña bola de luz cerca de la cabeza de Arthur, pero estaba moviéndose hacia él. Alfred pronto pudo ver varias bolas pequeñas de luz alrededor de Arthur. Frunció las cejas con confusión cuando la primera bola de luz se detuvo a unos centímetros de su cara. En un segundo, se transformó en una pequeña mujer con el pelo castaño y un vestido rosa. Y…¿alas?
