Autor Original: rexlover180
ID: 2962133
Notas de la traductora:
¡Aloha~!
Así que, sin más dilación, ¡que lo disfrutéis~!
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Capitulo 13: Quizás estoy loco
"Arthur va a estar bien, ¿verdad?" preguntó la pequeña mujer.
"¡J-Joder!" se asustó Alfred, terminando golpeándose la espalda contra el suelo.
"¡Así que tenía razón!" chilló la mujer con entusiasmo y voló justo hacia el rostro de Alfred. Alfred no sabía lo que hacer así que simplemente la miró boquiabierto "Tienes que ayudar a Arthur"
"¿Quién… qué…?" logró decir Alfred. La mujer estaba revoloteando cerca de su cara "¿Tú?"
"Hey, escucha" la mujer rodó los ojos "Mi nombre es Ella. Soy el hada guardián de Arthur. ¡Y tienes que ayudarle! No puedo verme más..." estaba empezando a llorar.
"¿Qué?" jadeó Alfred "¿E-Estoy viendo hadas ahora?" quizás estaba volviéndose loco por todo esto.
"Por favor, no te centres en eso ahora, probablemente me estoy quedando sin tiempo" murmuró Ella "Por favor, solo ayúdale. ¡V-Va a morir si no le ayudas y él no me escucha!"
"¿Qué?" Alfred se incorporó "¿Qué dijiste?"
"Va a morir" dijo una voz masculina más profunda. Alfred miró alrededor en busca de la fuente, no conocía esa voz, pero al mismo tiempo se le hacía extrañamente conocida. De la nada, una nube de humo apareció y entonces dos personas. Ahí estaba un hombre con el pelo blanco y los ojos rojos, y un niño pequeño con ojos azules y el pelo de un rubio arenoso. El niño inmediatamente corrió al lado de Arthur y Alfred vio que las otras bolas de luz se habían transformado en otras personas con alas. Otras hadas.
"¡Despierta, idiota!" gritó el niño, pero Arthur ni se movió. El chico intentó empujar a Arthur, pero parecía que sus manos pasaban a través de él "¡Vamos! ¡Despierta y llámame estúpido otra vez!"
"Me estoy volviendo loco" Alfred negó con la cabeza.
"Chico, quiero que me escuches" declaró el hombre con el pelo blanco "Mi nombre es Gilbert y soy un Joker. Todos estamos usando un jodido montón de magia justo ahora solo para que puedas vernos. Eso es solamente porque necesitamos tu ayuda"
Alfred parpadeó un par de veces "Estoy rodeado de cosas que no existen…"
"Mira" suspiró Gilbert y desapareció en una nube de humo y reapareció con otra humareda justo en frente del rostro de Alfred. Pero estaba boca abajo.
"¡Mierda!" gritó Alfred. Y retrocedió "¡F-Fa-Fantasma!"
Gilbert se enderezó "Mira" Gilbert agarró con brusquedad la camisa de Alfred "Los fantasmas no puedo tocarte. Yo puedo" en un sorprendente movimiento, Gilbert golpeó a Alfred en la cara con la palma de la mano "Ahora, cállate y escucha lo que tengo que decir. ¿Entendido?"
"Claro" murmuró Alfred.
"En ese asilo, Arthur admitió que no creía en la magia o en las hadas" dijo Gilbert "Ha tenido un vínculo con la magia durante toda su vida. No como el vínculo que tú tenías de niño cuando podías verlas. Este es más fuerte. El que admitiese que no creía, cortó esa conexión. Las personas normales pueden vivir con eso. Pero esa magia en la que él confiaba ha desaparecido completamente. Podrías considerarlo su soporte de vida. ¿Entiendes?"
"Algo así" murmuró Alfred.
Gilbert rodó los ojos "Tienes un poco de magia todavía en ti por alguna razón. Por eso, con la suficiente magia, puedes vernos. Por eso es que estamos hablando. Nos estamos quedando sin tiempo y sin magia, así que necesito que entiendas. Sin la conexión mágica, Arthur va a morir para cuando acabe el día"
"No" Alfred negó con la cabeza "No, no puede morir. Él solo… yo…"
"Eres el único en esta habitación que puede vernos y oírnos" dijo Gilbert "La única razón de que no haya despertado con tus gritos es porque no tiene suficiente energía para despertar. Necesito que hagas que crea en la magia de nuevo o morirá. No me importa que creas o no. Solamente importa que él lo haga"
"Entonces, esa tos y todo lo demás" murmuró Alfred "¿Es porque no cree en las hadas?"
"¿Ese es el único progreso que hemos hecho?" espetó Gilbert y se puso en pie. Estaba empezando a desvanecerse ante la visión de Alfred "Me quedo sin tiempo. Haz que crea en para el momento en que el sol caiga o no verás a tu amor verdadero de nuevo"
"¿Qué quieres decir–?" Alfred fue interrumpido por una nube de humo haciendo que Gilbert y el chico desapareciesen. Alfred miró temblorosamente a Arthur y todas las hadas que le rodeaban. Estaba empezando a volverse borrosas también. todas desaparecieron lentamente, hasta que una, Ella, era la única ahí, al lado de la cabeza de Arthur.
Alfred pudo escucharla decir "Vas a estar bien. Alfred será tu héroe" Alfred la vio besarle la mejilla y desaparecer.
"Magia" murmuró Alfred "Eso es nuevo…" se puso en pie, sintiendo sus piernas temblar un poco, y miró fuera de la ventana. La puesta de sol estaba cerca "Oh, mierda…"
Alfred podía sentirse temblar. No sabía lo que hacer. Ese…Ese Joker le dijo que tenía hasta la puesta de sol para hacer que Arthur creyese en algo que Alfred no creía que existiese, en primer lugar. ¿Cómo iba a lograr que Arthur creyese en la magia, para empezar? Alfred nunca había tenido que hacer algo como esto antes. No tenía ni idea de lo que hacer. De qué decir…
En el silencio de la habitación, Alfred podía escuchar el tictac del reloj de la Reina y el reloj del Rey. Esa era su idea. Rápidamente cogió los dos relojes y se acercó a Arthur. Temblorosamente colocó una mano en el hombro de Arthur y le sacudió ligeramente.
"¿Arthur?" preguntó tentativamente Alfred. No hubo respuesta a parte de la respiración dificultosa de Arthur. Alfred no sabía si debía creer lo que el Joker dijo, pero por lo que las leyendas contaban de los Jokers, tenía que confiar en lo que decían. Sacudió a Arthur con un poco más de fuerza "Arthur"
Sin respuesta.
Alfred tomó aire y cerró los ojos. Sacudió a Arthur con más rudeza "¡Arthur!"
Finalmente, Arthur abrió lentamente los ojos un poco "¿Si?" preguntó, su voz más baja que la de Mathew. Alfred sintió su corazón se destrozaba por solo ver a Arthur así frente a él.
"¿Es cierto que no crees más en la magia?" preguntó Alfred, esforzándose por asegurarse de que su voz no se quebrase.
"¿Por qué debería?" preguntó Arthur y dejó salir otra de esas horribles toses. Incluso Alfred se estremeció al ver a Arthur hacer una mueca de dolor y acurrucarse aún más. Se veía tan pálido y sus ojos se estaban quedando sin color.
"T-Tienes que creer" murmuró Alfred. Arthur estaba a punto de decir algo, pero Alfred le cortó "Confía en mí. Solo hazlo, ¿de acuerdo? No me importa lo que ese maldito asilo te hiciese pensar. No es propio de mi Arthur el hacer lo que se le dice"
"Pero… la magia es solo–" Arthur fue cortado por otro ataque de tos. Alfred podía sentir su estómago revolverse con cada tos.
"¿Qué pasa con lo que me dijiste sobre los relojes?" preguntó Alfred una vez que acabó y Arthur simplemente le miró. Alfred le mostró los relojes "Estos. Cuando me los mostraste la primera vez, me dijiste que eran mágicos. Por eso es por lo que actúan extraño cuando el Real adecuado no está tocándolos, pero muestran perfectamente la hora cuando lo hacen. Así es como pueden decir con exactitud dónde está el siguiente Real, señalándolo con la manecilla."
"Relojes…" la voz de Arthur se quebró.
Alfred suspiró, pensando en otra idea. Pero no podía creer que estuviese a punto de sonar tan cursi "¿Y qué pasa con lo que hay entre nosotros? Te amo. He estado muerto de preocupación desde que te fuiste del castillo a ese Infierno. El amor tiene su propia magia. Lo que siento no es normal. Es…es mágico"
"Alfred…" murmuró Arthur.
"Todos están preocupados por ti" Alfred negó con la cabeza, sosteniendo los relojes con fuerza "No solo la gente, sino esos Jokers también. Y…" Alfred se estrujó el cerebro para recordar el nombre de esa hada "Y… Ella también"
"Ella" Arthur parpadeó.
A través de toda la debilidad que Arthur podía sentir, sintió algo dentro de él. Todo lo que Alfred había dicho. Arthur no debía pensar que tuviese sentido. La magia no… no podía resignarse a pensar eso, por alguna razón.
Los relojes, Arthur recordaba explicárselos a Alfred como mágicos. Realmente no había otra explicación para su comportamiento.
Y Arthur correspondía al amor de Alfred. El modo en que Alfred lo describió, sin embargo, era mágico.
Ante la palabra "Jokers", Arthur se olvidó de su debilidad. Por alguna razón, no se sentía que pudiese moverse más. Cuando escuchó el nombre de Ella, sin embargo, eso es lo que lo logró. Sintió algo derramarse sobre él y ya no se sintió débil. Durante un segundo, podría haber jurado que vio una cara conocida de mujer antes de que una enorme cantidad de dolor sacudiese todo su cuerpo.
Se acurrucó más sobre sí mismo, levando las manos a la cabeza, y dejó escapar un grito de dolor. Sintió una enorme cantidad de dolor subir hacia su cabeza, pero algo fue a su corazón también. Ni siquiera se atrevía a abrir los ojos, sentía mucho dolor. Perdió el conocimiento antes de que fuese demasiado malo, a pesar de todo.
Pero aun así pudo escuchar dos voces gritando su nombre.
Alfred y…
¿Ella?
Alfred vio con horror cómo gritaba Arthur delante de él. No sabía lo que hacer o lo que podía hacer, en primer lugar. Estuvo casi a punto de acariciar suavemente el hombro de Arthur pero se retiró. Arthur parecía que estaba a punto de arrancarse el pelo de la cabeza y sus ojos estaban cerrados, apretados mientras estaba hecho un ovillo.
Y entonces simplemente se quedó inerte.
"¿Arthur?" ahora Alfred agarró su hombro, pero nada ocurrió. Le sacudió bruscamente "¡Arthur!" sólo se movió como una muñeca de trapo "¡Arthur, despierta, maldición!" Alfred sintió las lágrimas acumularse en sus ojos. ¿Era por lo que hizo? ¿Y si realmente moría?
"¿Está todo bien, aru?" Yao entró precipitadamente en la habitación "Le escuché gritar"
"N-No lo sé" murmuró Alfred temblorosamente. Incluso podía ver sus manos temblando furiosamente "No tengo ni idea"
"Comprueba si está respirando, aru" dijo Yao apresuradamente y dio un paso dentro de la habitación.
Alfred inmediatamente se arrodilló al lado de Arthur y puso su oído cerca de la boca de Arthur para tratar de escuchar. Podía sentir pequeñas y rítmicas bocanadas de aire caliente. Eran pequeñas, pero definitivamente estaban ahí.
"Está respirando" suspiró Alfred con alivio.
"Ahora comprueba sus latidos, mira si son normales" dijo Yao "Si hace falta, puedo buscar un médico, aru"
"L-Lo comprobaré" las manos de Alfred seguían temblando mientras movía a Arthur para que estuviese tumbado de espaldas y presionó su oreja contra el pecho de Arthur, donde su corazón debería estar. Estaba latiendo de manera rítmica y con tanta fuerza como el del propio Alfred, el cual podía sentir en su cabeza debido al estrés "Está bien también…"
"Su piel se ve más saludable, aru" murmuró Yao mientras Alfred volvía a enderezarse. Alfred tenía que admitir que ya no estaba pálido. Lentamente, su pecho empezó a subir y bajar mientras su respiración se hacía más fuerte.
"Gracias, Jokers" Alfred suspiró, plantando la cara en la cama al lado de Arthur "Muchísimas gracias…" se sentía a punto de llorar de alivio.
"¿Qué?" preguntó Yao.
"Nada" Alfred se puso en pie rápidamente "Va a estar bien… Simplemente lo va a estar…"
"¿Estás seguro?" preguntó Yao.
"Totalmente" Alfred asintió "Estoy seguro"
"Entonces quizás deberíamos dejarlo espacio para que termine de descansar" murmuró Yao, moviéndose hacia la puerta aún abierta.
"Claro" dijo Alfred. Se sentía muy aliviado de saber que Arthur definitivamente iba a estar bien "Hey, ¿sabes si tenemos algunos libros sobre los Jokers en la biblioteca?"
"Si" asintió Yao "¿Por qué?"
"Es solo que creo que sería interesante aprender un poco sobre ellos" dijo Alfred y tomó el pasillo que lleva a la biblioteca.
"¡Espera!" llamó Yao "¡Tienes trabajo, aru!"
"Eso puede esperar hasta más tarde" respondió Alfred y empezó a correr hacia la librería.
