Autor Original: iiShuChan
ID: 2326898
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Arthur finalmente llegó a su casita y abrió la puerta. Volvió a mirar al hombre que lo había seguido a casa desde la estación y suspiró.
"Bueno, supongo que esto es un adiós, ¿verdad?" dijo, un poco esperanzado.
"En realidad" el otro se rascó la nuca "¿Esperaba poder quedarme contigo?"
Tienes que estar de broma… "Lo dices en serio ahora, ¿no?"
Dicho hombre asintió con la cabeza, una pequeña sonrisa tímida plasmada en su rostro. Lo que Arthur no daría por quitarle esa sonrisa de un guantazo de inmediato.
"No. Déjame en paz, ya" y con eso, se volvió hacia la puerta principal y la abrió, poniendo un pie dentro.
"¡Por favor!" el rubio más alto había subido corriendo las escaleras hacia la puerta y agarró del hombro a Arthur "No tengo a dónde ir, ¿de acuerdo? La compañía pagó mi viaje aquí pero dijo que no podían gastar lo suficiente para una habitación de hotel, así que hazme el favor, ¿por favor?"
Arthur originalmente se había vuelto hacia el joven para rechazarlo. Pero la mirada en los ojos de este estaba llena de preocupación y pesar. Y, tal vez, un ligero tinte de miedo. Por supuesto, saber que no tienes a dónde ir, asustaría a cualquier persona.
Arthur suspiró y se rascó la cabeza "Vale. Solo limpiate…"
Entró dentro, dejando las llaves en la mesa al lado de la puerta y se quitó la chaqueta. Alfred lo siguió, alabándolo y llenándolo de agradecimientos todo el tiempo.
"Pero no dirijo un alojamiento con desayunos. ¡Así que no te aproveches de esto!" golpeó al ruidoso chico tras él en el pecho, mirándolo con severidad.
"Claro, viejo. Lo pillo" dejó que una sonrisa arrogante adornara sus rasgos.
"¡No soy viejo! Soy el más joven en las fuerzas de policía, para que lo sepas" explicó Arthur mientras caminaba hacia la sala de estar. Se giró cuando no escuchó pasos siguiéndole "Bueno, vamos. Deja de ser bellend* y ven aquí"
Alfred se rio un poco y se quitó los zapatos, entrando "¿'Bellend'?"
"Al igual que vosotros, los americanos, nosotros también tenemos muchas maneras de decir 'idiota'. No me gusta, deja de actuar" Arthur se sentó en el sofá y lanzó un suspiro de alivio. Dios, era genial estar en casa.
Alfred miró fijamente a Arthur por un momento. Se había quitado la gorra y la chaqueta y cerró los ojos. El hombre era bastante delgado, aunque no parecía que nunca hubiera comido. Su pelo también se veía bastante esponjoso. Y esos ojos…
Alfred se aclaró la garganta, sonrojándose levemente. Miró alrededor de la pequeña y acogedora sala de estar. Este hombre tenía el sentido decorativo de una mujer. Las paredes estaban pintadas de azul celeste con bordes blancos cerca del techo y el suelo. La alfombra era de un gris claro muy lustroso y, a pesar de los pequeños rastros de pisadas de pies durante años, todavía se veía suave.
Los muebles parecía que podrían haber salido directamente del viejo colonial. Todos eran de color azul claro a juego con las paredes. Arthur tenía un pequeño sofá de dos plazas acorralado cerca de la ventana grande, junto a él había una mesa auxiliar con una pequeña lámpara literalmente unida a ella. Al lado había una silla pequeña con el color del sofá, pero con un patrón de rosas en la tela. El sofá más grande era igual y estaba más cerca de la puerta del baño.
La pantalla, de tamaño medio-grande en la esquina, frente a todos los muebles, estaba apagada pero se encontraba en un pequeño mueble blanco en la pared. Y, por alguna razón, Alfred encontraba esto extraño, porque había una PlayStation 3 y una Wii en el estante inferior del mueble, debajo del televisor. Consideró a Arthur como un tío bastante sieso. ¡Quién diría que jugaba!
"¿Tienes una PS3?" Alfred miró al hombre, que abrió sus profundos ojos verdes.
"Sí. ¿Es extraño? ¿O se supone que no tenga una?" preguntó con una mirada confusa.
Alfred se rio un poco "No, no es eso. Simplemente no pensé que eras del tipo que le gustan los videojuegos" explicó mientras se dirigía a los estantes montados en la pared que contenían una pequeña colección de juegos.
"Bueno, pues lo soy"
El rubio alto revisó todas las carcasas. Vio algunos juegos de los que nunca había oído hablar y pensó que era típico, ya que él estaba en Europa y tenían juegos antes que en los Estados Unidos. Pero lo que nunca pudo imaginar es ver los siguientes juegos de Arthur. Tenía casi todos los juegos de Silent Hill. Una serie de juegos que el propio Alfred no pudo terminar. Un juego llamado 'Alone in the Dark' pasó por su visión mientras examinaba los juegos. La colección de Resident Evil fue la siguiente.
Pronto, llegó a los juegos de la Wii, que era una colección un poco más pequeña. Sorprendentemente, tenía los tres juegos de Just Dance. Alfred se rio de la imagen mental que tuvo. Resident Evil Umbrella Chronicles estaba tras esos. Luego notó dos títulos más oscuros. Ju-On the Grudge. Alfred se estremeció. Recordaba esa película y estaría condenado de solo pensar en jugar el juego. Y, por último, Calling. Alfred cogió la carcasa para leer el reverso en silencio con una mirada perpleja.
"¿Qué es este?" Alfred lo levantó para que Arthur pudiera verlo.
"Es uno de esos típicos juegos de terror japoneses. Ya sabes, el sobre uso de 'el Grudge embrujado', las niñas colgándose en los baños de la escuela. Pero, me gustó, así que lo compré" el hombre se encogió de hombros y sonrió "¿Te gustaría jugar esta noche?"
"No, gracias…"
Arthur dejó escapar una carcajada "¿Asustado? ¿Tienes qué? ¿Veintiuno? Supuse que serías de videojuegos"
"No de horror…"
El hombrecillo alzó las cejas, confundido "¿No te gustan los juegos de terror?"
"Apenas puedo soportar las películas de terror y mucho menos los juegos, amigo…" suspiró Alfred.
Arthur dejó escapar otra risa "Bebé"
Los ojos azules lo miraron desde detrás de un par de gafas "¡No soy un bebé! Simplemente me asusto fácilmente…"
"No veo por qué deberías estarlo, seguiste a un completo extraño a su casa y suplicaste quedarte unas noches" inclinó un poco la cabeza, mirando al hombre.
"Esa es una historia diferente" se volvió y volvió a poner el juego donde lo encontró, mirando a los demás. Pasó algunos juegos 3D aleatorios y llegó a una colección aún más pequeña de juegos de PlayStation 2. Solo constaba de cuatro juegos.
El primero se llamaba Kingdom Hearts 2. Alfred se rio. Entonces, ¿Arthur del tipo que todavía cree en los cuentos de hadas y los personajes Disney? Luego venía una serie de títulos oscuros nuevamente. Fatal Frame. Uno a tres.
"¿Y estos?" los señaló Alfred.
"Esos juegos son mis bebés. No los toques" dijo Arthur, estirándose.
"¿Sobre qué son?" Alfred se volvió para mirarlos de nuevo.
"Disparas a fantasma con una cámara"
El más alto se rio en voz alta esta vez "¿Una cámara? ¡Eso suena como estúpida trama!"
"Sí, suena estúpido, pero son realmente increíbles. Así que no los toques. Más tarde eta noche, podría enseñártelo… no da tanto miedo a menos que juegues en modo Pesadilla" explicó Arthur, saltando para ponerse en pie.
Alfred tragó un poco de saliva, pero quería mostrar que no era tan gallina "Bien"
Probablemente se arrepienta de eso.
*Bellend: significa idiota. Decidí conservarla para que el texto no perdiese sentido.
