Sueños Compartidos.
5 años.
Senku se sentó al lado de Kohaku, viendo con preocupación su rostro lleno de rastros de lágrimas.
—Escuché a nuestros padres hablar —le dijo con cautela—. Tu mamá podrá volver a casa mañana, ella está bien.
Kohaku sollozó y lo miró con tristeza.
—La vi sangrar… —Las lágrimas volvieron a deslizarse por sus mejillas—. Había sangre en su boca… en su nariz y en sus manos… y después papá se la llevó. —Llevó sus puñitos a su rostro—. Mi nee-chan también estaba llorando… no creo que esté bien. —Negó con la cabeza.
Senku no sabía qué hacer, así que la abrazó, por más que normalmente no le gustará hacer ese tipo de cosas. La verdad él también estaba muy triste.
Lo peor es que su mamá estaba de gira, y su padre le dijo que no era necesario venir, y estaba ayudando con todo a Kokuyo, así que Senku sentía mucho su falta.
Kohaku agradeció mucho ese abrazo y empezó a llorar suavemente en su hombro, deseando que de verdad su madre volviera mañana a casa y estuviera bien.
Se calmaron y Senku la llevó a ver Doraemon para distraerse, aunque Kohaku no pudo sonreír mucho, pero él estuvo tomando su mano todo el tiempo y eso la hizo sentir mejor.
Luego de un rato, Byakuya y Kokuyo se acercaron a ellos, sorprendiéndolos con sus caras de pánico.
—¿Han visto a Ruri? —preguntó Kokuyo con temor, haciéndolos asustarse.
—No… ¿Le pasó algo a mi nee-chan? —Los ojos de Kohaku se llenaron de lágrimas otra vez.
Byakuya y Kokuyo intercambiaron una mirada.
—Llevémoslos con nosotros, no hay nadie cerca que pueda cuidarlos —propuso Byakuya, y Kokuyo a regañadientes aceptó.
No se lo dijeron a sus pequeños, pero la verdad era que Ruri se había escapado, dejando una nota de que iría a ver a su mamá al hospital, hospital que estaba al otro lado de la gigantesca ciudad.
Llamaron a la policía también, mientras buscaban, sintiendo sus corazones llenarse de más y más miedo por cada minuto que pasaba.
Al final, encontraron a Ruri llegando al hospital donde su madre estaba internada, en compañía de un niño llamado Chrome, un niño que la ayudó cuando se perdió.
—¡¿En qué estabas pensando, Ruri?! —Kokuyo regañó a su hija mayor con severidad, antes de abrazarla contra su pecho.
—¿Y tus padres, pequeño? —Byakuya se acercó al pequeño Chrome, que tenía la edad de Senku y Kohaku.
—No tengo, me cuida el viejo Kaseki —admitió despreocupadamente—. Vivimos en la ferretería, sé volver solo, conozco toda esta ciudad como la palma de mi mano. —Llevó las manos detrás de su nuca.
Byakuya lo miró muy sorprendido, pero de ningún modo pensaba dejarlo volver solo. Kokuyo y él lo acompañaron hasta la ferretería, donde interrogaron al anciano que lo cuidaba.
Kaseki encontró a Chrome vagando por las calles y decidió acogerlo bajo su cuidado, ya que el niño se había escapado del orfanato con solo cuatro años, y decía no querer ir al jardín de niños porque temía que lo volvieran a llevar a ese lugar donde lo golpeaban. Conmovido, Byakuya le ofreció su ayuda, y Kokuyo, aunque dudoso, aún estaba agradecido porque Chrome hubiera ayudado a su Ruri, y también se ofreció a ayudarlos.
Al día siguiente, la madre de Kohaku volvió a su hogar, y aunque no estaba recuperada del todo aun así todos fueron muy felices de tenerla de vuelta en casa.
Las semanas siguientes, ayudaron a Kaseki a adoptar legalmente a Chrome y lo inscribieron al jardín de niños para que pudiera ir con Senku y Kohaku, volviéndose muy amigos los tres, aunque debido al modo en el que se conocieron Chrome era más cercano a Ruri y prefería jugar a buscar flores o insectos con ella o bien solo quedarse a su lado a leer.
Continuará...
Holaaaaaaaaaaaa :D
Aquí un nuevo cap de este fic azucarado!
Aunque creo q este cap estuvo medio sad... así q si quieren subiré otro más tarde o mañana! :3
Pero ya saben, tienen que pedirlo ;D
Ojala q les haya gustado!
Me despido!
CELESTE kaomy fueraaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!
