Sueños Compartidos.
11 años.
Byakuya estaba en Estados Unidos, entrenando con la NASA, y Lillian estaba de gira mundial y se había llevado a Rei, dejando a Senku solo en casa… más o menos.
—¡Senku, te traje curry! —Kohaku llegó a su casa pateando la puerta, con una bandeja con una olla y dos platos encima—. Para que no sigas comiendo puro ramen instantáneo.
—¿Lo cocinaste tú? —Levantó la vista de los circuitos que estaba soldando para verla con desconfianza.
—He mejorado mi cocina. —Le sacó la lengua—. Pero no, mi mamá se sentía bien hoy así que ella hizo la cena. ¡Está delicioso, aunque apenas probé una cucharada!
Indispuesto a desaprovechar una deliciosa comida cacera, Senku se sentó con ella en la mesa para cenar.
Llevaba semanas solo en casa y todos los días Kohaku venía o a cenar con él o a arrastrarlo a cenar con su familia. También Taiju se les unía varias veces, y Tsukasa muy de vez en cuando, ya que se estaba convirtiendo en toda una estrella de boxeo y otras artes marciales con solo trece años.
Kohaku también estaba entrenando duro y ganando torneos femeninos y uno que otro mixto, aunque de todos modos pasaba mucho más tiempo con él, y aparte de ella también tenía muy seguido a Taiju y Chrome dando vueltas por su casa, ambos muy útiles para ayudarlo en su proyecto de cohete junto a la leona, debido a la resistencia del cabeza hueca y la inteligencia que Chrome estaba desarrollando. Aunque él estaba más interesado en minerales y exploraciones, aprendía rápido y hacían un buen equipo.
Y la verdad, Senku no sentía tanto la falta de su familia, menos cuando Byakuya lo llamaba casi cada cinco minutos.
—¡Hijito! ¡¿Cómo estás?! ¡¿Te hace falta algo?! ¡Si es necesario papá irá por ti inmediatamente!
—Estoy bien, pero si quieres puedes mandarme dinero. —Rascó su oído con aburrimiento.
—¡¿Es que no quieres a tu padre?!
Lillian lo llamaba unas tres veces al día, antes y después de ir a la escuela y casi a la hora de dormir, también para que pudiera hablar con Rei.
Pasaron los meses y la voz de Senku comenzó a volverse más grave, y también se volvió más alto que Kohaku, aunque por poco, en realidad no se dio cuenta hasta que ella se lo señaló en una de sus tantas visitas.
—Wow… —Lo miró con los ojos muy abiertos, pestañeando varias veces—. ¿Cuándo te hiciste más alto que yo?
—¿Eh? —Ladeó la cabeza, acercándose más a ella, tanto que acabaron con las puntas de sus zapatos tocándose—. Hmm… —Llevó una mano a su cabeza, aplastando su cabello, y luego la llevó a la cabeza de Kohaku, aplastando su coleta—. Ah, ahora que lo dices tienes razón. Como por dos centímetros. —Sonrió.
—Ja, no es justo, siempre fui más alta que tú. —Cruzó los brazos, entrando a su casa pisando fuerte, indignada. Senku solo se rio, asegurándose de caminar bien erguido.
Chrome siguió sin pegar el estirón, pero Taiju sí que pegó un gran estirón, llegando a crecer como veinte centímetros en solo unas cuantas semanas. Aunque nadie le ganaba a Tsukasa, que ya medía como un metro setenta con trece años.
Senku logró hacer su segundo cohete con la mesada que le dejó Lillian y los consejos del Dr. X de la nasa, y todos sus amigos estuvieron allí para presenciar el despegue. Esta vez logró despegar, y alcanzó unos metros de altura, antes de empezar a dar vueltas a lo loco y estrellarse en una gran mansión a muchas calles de allí, pero que era tan grande que se veía fácilmente.
Todos se fueron de espaldas. ¡¿Por qué tenían tanta mala suerte?!
Senku vio con los labios torcidos como el techo de la mansión comenzaba a incendiarse, y entonces solo pudo decir una cosa:
—Corran.
Todos salieron disparados lejos de allí, pero ni así se pudieron salvar de las cámaras súper avanzadas de esa familia asquerosamente millonaria.
Era el conglomerado Nanami, y fue una de sus mayordomos la que se encargó de reprenderlos por los daños causados.
—El señor Nanami confía en mi juicio, y no quiere ningún tipo de escándalos. —La mayordomo se presentó como Francois, y fue muy cordial al invitarlos a una elegante sala en la mansión—. Al ser ustedes niños, no procederá con acciones legales. En cambio, el joven amo Nanami Ryusui pidió encargarse especialmente de proporcionarles un castigo por sus acciones.
—¡JA, JA, así es! —Un niño rubio de la edad de Senku se apareció, con una gran sonrisa y chasqueando los dedos—. ¡Vi ese cohete y deseo sus habilidades! ¡Ustedes podrán ayudarme a construir mi coche de carreras ganador para recuperar lo que mi padre me restó de mesada!
Todos intercambiaron una mirada.
Por alguna razón, tenían la impresión de que una demanda hubiera sido mejor que quedar bajo las garras del tal Nanami Ryusui.
Continuará...
Holaaaaaaaaaaa :D
Aquí un nuevo cap! Ya once años, nuestros bebos están creciendo :'D
Y esto fue lo que se me ocurrió para meter a Ryusui al grupito XD
Muchas gracias a todos por su apoyo! En especial a los q dejan review TwT Los adoro con todo el kokoro! :'D
Ojala q el cap les haya gustado y no olviden q se les ama!~
Me despido!
CELESTE kaomy fueraaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!
