Los rayos del Sol empezaban a colarse en la estancia, por una enorme puerta corrediza de cristal, donde Rin dormía plácidamente, al sentir los rayos del Sol en su rostro se despertó resignada. Había descansado, pero no tanto como ella hubiese querido, se levantó y dirigió al baño para darse una ducha.
Después de haber cumplido con esa tarea, salió envuelta en un paño (toalla) al rededor de su cuerpo, saco de su vestidor unos jeans azul, franela corte en v y una chaquetilla del mismo color de los jeans. Después de vestirse, se puso unos botines de tacón liso, cepillo su larga cabellera y la ató en una coleta alta, se colocó un poco de maquillaje y miró la hora en su móvil.
Aún tengo un poco de tiempo antes de reunirme con kagome- camino hacia la sala, tomó su bolsa y las llaves de su wolskvagen new beatle, salió del departamento para dirigirse al estacionamiento, montó en su auto y arranco el motor.
Mientras conducía no pudo evitar rememorar el momento en que le dijo a sus padres que se mudaria a Tokio, la querían obligar a quedarse, la habían amenazado con encerrarla en su habitación si no obedecía, lógicamente no les hizo caso, por favor, si ya tenía 25 años. Ese mismo día hizo sus maletas y se fue al aeropuerto, viviría en casa de kagome mientras encontrara un departamento, una de sus tías más cercana le había echo el"préstamo" para dicho aquello.
Estaba tan ensimismada en sus pensamientos que no se percató del semáforo en rojo y del Ferrari rojo que había frenado, inevitablemente, le dió un golpe ya que no le dió tiempo de frenar al momento- Rayos!- exclamó asustada- se bajó de su auto para verificar el daño, el dueño del Ferrari también hizo lo mismo.
Pero que demonios te pasa..- al ver la figura femenina, parpadeo un par de veces- Rin? eres tú?.
Inuyasha, pero que sorpresa- dió dos pasos y le dió un fuerte abrazo- como te extrañé.
igualmente, has cambiado mucho- deciso el abrazo para mirarla mejor- ya no eres aquella mocosa que recordaba.
Ni tú aquel chico con lentes y frenos- lo miro igual, un joven de cabellos platinados, ojos dorados como el oro, piel blanca y músculos marcados, según veía por la camiseta que traía puesta ( con razón tienes suspirando de amor a Kagome) pensó ella, se había convertido en un joven sumamente apuesto- me mudé ayer, ahora podré estar más seguido con mis amigos.
Super- Inuyasha se sonrojo levemente- kagome lo sabe?.
jaja.. Que tierno eres- bromeó por su sonrojo- por supuesto- respondió al ver que Inuyasha rodó los ojos apenado- ella me ayudó ayer con la mudanza.
Keh! por qué no me llamaron, les hubiera ayudado- dijo resignado ( me hubiera gustado pasar el rato con kagome) pensó.
No sé me ocurrió- se encogió de hombros- además, me gustaría saber cuándo le dirás lo que sientes por ella- pregunto al recordar las muchas veces que el le había hablado de sus sentimientos durante todos estos años.
Pues, pensaba hacerlo en su cumpleaños, ya sabes, comprarle un bonito regalo y después declararme con ella.
auuu... Que romántico- el se rascó la nuca- descuida, te echaré una mano con eso.
Gracias- miró su reloj de muñeca- bueno, ha sido un placer volver a verte, te espero mañana en mi casa junto con kagome. tengo que irme, se me hace tarde y al gruñón de mi hermano no le gusta que lo hagan esperar. y descuida, el seguro arreglará el daño.
cuídate- lo despidió- nos vemos mañana.
El peliplata entró en su auto y se perdió de vista, ella hizo lo mismo, se dirigió al local donde había quedado con kagome, le comento su encuentro con su amigo haciendo que la joven se sonrojara por la mención de el. Kagome había pedido el favor a un familiar de ella que era experto en diseño de interiores para que las ayudará, el les había dado una lista con todas las cosas que iba a necesitar, Rin fue a una tienda a comprar lo que necesitaba mientras Kagome se quedó con su pariente, estacionó su auto y se adentro en lugar.
Veamos..- tomó un carrito mientras pasaba por los pasillos leyendo la lista, sin percatarse de que a poca distancia se encontraba otro comprador, y sin poder evitarlo chocó- otra vez- se recriminó alzando la vista de su lista para encarar al sujeto. Sus miradas se cruzaron haciendolos sentir una pequeña descarga eléctrica, ella no podía creer lo que tenía al frente, era el hombre más atractivo y sexy que jamás hubiera visto.
Tenía por lo menos un metro ochenta, ya que tenía que levantar la vista para mirarlo a los ojos, nariz perfilada, piel blanca como la nieve, músculos remarcados sin ser exagerados, porte elegante y estoico. Sólo había un problema con el, era el hermano gruñón de Inuyasha, lo noto por el característico color plata de su cabello y el dorado de sus inexpresivos orbes.
Sesshomaru..- articulo un poco atontada por la sorpresa ( Rayos, tenía que ser otro Taisho) pensó Rin.
Sesshomaru enarco una ceja- La conozco?- pregunto serio
Ikeda..- respondió como si fuera lo más obvio del mundo, pero al ver la misma expresión, agrego- Rin.. Ikeda Rin.
Al recordar a la amiga de su hermano, aquella chica sin ninguna gracia femenina, tuvo que admitir que le sorprendió, claro, no lo dijo ni lo demostró.
Disculpa por lo de hace un momento- hizo una pequeña reverencia- estaba un poco distraída.
El asintió, se giró y siguió su camino- Sigue igual de serio y gruñón por lo visto- ella hizo lo mismo, al terminar de meter al carrito todo lo de la lista, se encamino a una de las cajas para pagar. Al salir del lugar no pudo evitar recordar la mirada de aquel gruñón, pestañeo varias veces diciéndose que solo había sido la impresión, metió las cosas en su auto y se dirigió a dónde esperaban por ella.
Hola!! Gracias a todos los que estén leyendo esta historia, recalco que soy nueva en esto, cualquier comentario se les agradece!..
Volviendo a la historia, que les pareció el primer encuentro? o debería decir reencuentro? Rin quedó impactada con Sesshomaru, por dios, quien no? siempre daré gracias a Rumiko por tan perfecto personaje. Pero Sesshomaru no se queda atrás, también se sorprendió al ver el drástico cambio de Rin.
Nos leemos pronto! besos!!
