Después de encontrarse con kagome en lo que se convertiría su negocio, bajaron los materiales para dicho lugar, cerraron y se fueron a hacer otras diligencias. Fueron a un sitio donde realizaban aparadores, mostradores, y muchas otras cosas, las fabricaban a medida y según el gusto del cliente. Ordenaron los muebles que querían para el local, según las medidas que les había dado el decorador de interiores, luego de eso se dirigieron a elegir algunos electrodomésticos, refrigeradores tipo mostradores, hornos, congeladores. También miraron algunas bancas y mesas, todo iba viento en popa para el negocio de sus sueños, no por nada le había llevado la contraria a sus padres para estudiar lo que a ella le gustaba.
Dejó a Kagome en su casa y se despidió de ella, quedó en pasar buscándola en la mañana para ir a visitar a los futuros suegros de su amiga, comentario que la hizo sonrojar. De allí se dirigió a un supermercado, quería hacer algo para aquellas personas que en el pasado la habían tratado tan bien ( fueron más padres que mis propios padres ) sonrió ante su pensamiento, no iba a negar que le dolía que sus padres la tratarán como alguien a quien oprimir.
Ya en el super se dió una vuelta por los pasillos, colocando en el carrito lo que estaba buscando, no había notado que desde lejos la miraban unos ojos marrones, llegó al pasillo donde estaban exhibiendo las frutas, busco y busco hasta que encontró lo que estaba buscando.
Estás me servirán, se ven fabulosas- dijo al ver las enormes, rojas y jugosas fresas que tenía en las manos- a la señora izayoi le encantan las fresas.
Disculpa- Rin miró a quien la llamo- Rin?- pregunto un joven de cabellos negros hasta los hombros atados en una coleta alta, moreno, cuerpo bien formado y ojos marrones- no me recuerdas? soy Kohaku
Kohaku!- dejó las fresas el carrito y salto a los brazos del joven- cuanto tiempo, como has estado?
No tan bien como tú por lo visto- alago mirándola de arriba a abajo- estás bellísima.
Que exagerado, pero gracias- le mostró una gran sonrisa.
Que sorpresa verte- agrego- cuando llegaste?
Pues, llegue hace una semana, pero me mudé legalmente ayer.
Me alegra mucho saberlo- posó su mano en el hombre de la chica- y tus padres?
Los dejé en Osaka, no querían que viniera- tomó su carrito y siguió recorriendo los pasillos- pero como bien sabes, no voy a permitir que me manejen a su antojo, querían casarme con alguien que ni las pestañas conozco, puedes creerlo? tomé mis maletas y me vine a quedar con una amiga hasta que encontrará un departamento.
Bueno, siguen siendo los mismos, no han cambiado nada por lo visto- Rin negó tristemente- pero ya eres toda una adulta, no pueden imponerte nada.
Y se los dije, por eso desde que me vine no me han llamado ni para saber cómo estoy- tomó algunos chocolates mientras hablaba- o para ver si llegue, si no llegue.
Dales tiempo- le dijo consolador- ellos van a tener que entender que ya no eres una niña.
Ojalá- caminaron hasta las cajas, ella pagó sus cosas y el igual- bueno, a sido bueno verte otra vez después de tanto tiempo.
pienso igual, ven te ayudo con eso- le quitó las compras y la acompaño a su auto, las dejo en la maleta y la cerró- se que apenas llevas unos días aquí, pero me gustaría invitarte un helado o lo que tú quieras.
Gracias, encantada acepto tú invitación- intercambiaron números de celular- bueno, estamos en contacto.
Claro- guardo el número de celular de ella- fue un gusto volver a verte.
Se despidieron y ella subió a su auto y arranco, al llegar a su departamento dejo las llaves en la mesa de la sala y se cambió la ropa por algo más cómodo, se dirigió a la cocina y se colocó un delantal, sacó un tazón y todo lo que había comprado.
Manos a la obra- empezó mezclando algunos ingredientes, no podía ocultarlo, cocinar era lo que más le gustaba, era su pasión, todos los postres y platillos que elaboraba los hacía con amor porque eso era lo que le gustaba, no por nada asistió a la mejor escuela de gastronomía en Osaka- meteré ésto al horno y empezaré con el relleno- al cocinar cualquier cosa, se olvidaba de todos sus problemas, por eso desde los 17 años había decidido montar su propio negocio, una pastelería, ya que era fanática de hacer postres al igual que de comerlos.
Espero que les guste- se dijo mientras cortaba unas fresas y las colocaba como decoración- terminado- dió un paso atrás y observó su trabajo culminado, una perfecta tartaleta de fresas- en serio espero que les guste.
La llevo al refrigerador, se lavó las manos y se quitó el delantal después de preparar su cena, fue a su habitación y se dió un baño, se colocó una pijama y se acostó.
Mañana será un excelente día- se fue quedando dormida pensando en los años pasados, cuando aún no se había mudado a Osaka, y sin poder evitarlo, también recordó un par de ojos dorados que le habían robado el aliento esa misma tarde.
Hola otra vez!! Cómo están? espero que bien, y ya vamos conociendo un poco más de la vida de Rin, quise poner en escenario a Kohaku desde el principio, tendrá un papel muy importante en el futuro de Rin.
Y que les pareció el capítulo de hoy? déjenme sus comentarios por favor!!..
Nos leemos pronto!!
