Título: Privilegios.
Fandom: Veronica Mars
Advertencias/Spoilers: Una muy leve alusión a maltrato intrafamiliar. Spoilers hasta el capítulo 1.06
Personajes: Logan Echolls.
Notas: Un drabble pequeñísimo. Tengo muchos plotbunnies asesinos de la serie, pero éste fue el primero que salió. Es lo primero que escribo de Veronica Mars, no me atreví a ahondar demasiado en Logar porque siento que aún falta mucho por ver de él, así que sólo me enfoqué en un punto de su vida.


Logan observa la portada de aquella revista por enésima vez, experimentando de nuevo esa incómoda acidez en la boca del estómago.

Escándalos, chismes, rumores, opiniones... la misma historia de siempre.

Todo el mundo tenía algo que opinar acerca de la familia Echolls: los tabloides, la prensa amarillista, los programas de espectáculos y con ellos, todo Neptune. Cuando se vive bajo los reflectores, siempre hay alguien que diga algo de ti, sea bueno o malo.

Pero está seguro que nadie puede tener la misma opinión que él. Nadie. Ser miembro de la familia Echolls debe darle algún tipo de privilegio. ¿O no?

Oh, ya lo cree que sí. Privilegios en todos lados apenas escuchan su apellido, y entonces puede pasearse por incontables lugares como si fuera el emperador del universo, mirando al resto con una sorna que todavía puede permitirse. Gracias a ese privilegio es que todavía no le expulsan de la escuela, sino simplemente acarrea innumerables suspensiones y citaciones de disciplina.

Sin embargo, Logan no tiene el privilegio de degustar la victoria que se siente al expresar tu opinión con libertad. Al menos, no dentro de las paredes de su casa. Porque los reporteros y televisoras pueden recibir una demanda millonaria por difamación, pero su castigo le arranca su dignidad en carne viva... literalmente.