¡Saludos queridos lectores!
Después de una larga espera, les traigo la continuación de esta historia. Este capítulo corresponde al Día 20 Cumpleaños de Karin/Tema libre del SasuKarin Month 2021
Agradeciendo todos su comentarios, los dejo con la historia n.n
Sasuke mantenía su cuerpo pegado al de Karin con una mirada feroz dirigida al par de hombres que no se inmutaba en absoluto con la indecente escena. Él estaba tan centrado en ese instinto suyo de alejarlos de la chica, que apenas comprendía el diálogo que se estaba desarrollando entre ellos.
—"Cualquiera que no posea un alma equilibrada, será corrompido por el poder de la lágrima de la diosa" —recitó Kisame en tono burlón— Todos los brujos conocemos la leyenda de esas joyas, pero siendo una leyenda, quiere decir que no todo es real.
—¿Y crees que lo que tú elijas es la parte falsa sólo porque sí? —señaló Karin tratando de fingir que no estaba abochornada por la situación en la que estaba. Ya de por sí le era difícil mantener la conversación sabiendo que estaba desnuda teniendo al chico que le gustaba sobre de ella después de haber tenido relaciones sexuales— Si fuera mentira ¿Por qué los Dioses habrían nombrado guardianes?
—Supongo que puedo decirle a una aprendiz que debería ser bruja desde hace años. No eres una amenaza después de todo —el hombre volvió a burlarse y Karin no pudo replicar antes de que él siguiera hablando— No es mentira que la joya pueda causar devastación, pero si alguien poderoso la usa, podrá contener el poder.
—¿Te das cuenta de lo absurdo? Si alguien tuviera suficiente poder para contener el poder de la joya ¿Para qué querría la joya?
—Te lo explicaré si me dices dónde está —propuso el hombre seguro de sí mismo— Y dejaré que te quedes con tu juguetito un rato.
—¡Olvídalo! Lo que sea que tengas por explicación, seguramente es un error alentado por la ambición —aseguró Karin, para luego arrepentirse por no intentar seguir ganando tiempo. Sabía que el círculo podría protegerlos de esos dos, pero no por mucho a menos que el ritual que estaba haciendo funcionara y no estaba del todo segura si era el caso.
—Sin importar que me lo digas o no, te sacaremos la verdad —aseguró Kisame con una sonrisa socarrona— Me lo has dejado fácil con ese vampiro en celo que proteges.
El brujo le hizo una señal a su compañero para que tomara a ambos jóvenes, a lo que Itachi obedeció caminando hasta el círculo. Empero, cuando el hombre intentó atravesar la barrera invisible, esta lo lanzó violentamente varios metros lejos del lugar.
—¡No podrán entrar, váyanse! —ordenó Karin tratando de mostrarse muy segura a pesar de sentirse inquieta de no saber si la barrera podría resistir un segundo intento. Esperaba que ello los hiciera desistir, y sobre todo, tranquilizar a Sasuke, pues ella podía sentir la hostilidad del chico que no dejaba de soltar algunos gruñidos cuando los veía acercarse.
—Siendo una aprendiz, debió quedarse sin poder —habló Kisame confiado al saber que su compañero volvía del impacto— No deberá ser problema un segundo intento.
—Espero que sí —respondió Itachi, quien se veía débil tras el rebote e intentó entrar al círculo nuevamente, obteniendo el mismo resultado que la primera vez.
Itachi, pese a lo lastimado que estaba, intentó una y otra vez tratar de pasar la barrera esperando que el poder de Karin se debilitara, pero todas las veces fue lanzado lejos con la misma fuerza y no pudo ocultar el hecho de que estaba gravemente lastimado.
—¡Funciona! —exclamó Karin contenta, porque ella podía darse cuenta que la barrera no se debilitaba y eso era señal de que el ritual de cambio de elemento estaba funcionando.
Para ese momento, el mayor de los Uchiha ya había dejado de intentar entrar a la barrera y en su lugar, el brujo caminó hasta el límite de esta. Kisame esperaba que aquello fuera una finta, pero al estirar la mano para tocar la protección, salió disparado.
—Esa barrera… —murmuró entre dientes cuando Itachi había alcanzado a detener su impacto y aún así, el brujo se veía verdaderamente lastimado.
—Ya no tienes qué preocuparte, Sasuke —Karin le acariciaba el cabello tratando de hacer que se calmara, pues su hostilidad no disminuía— Estaremos a salvó de ellos por ahora.
—¿Se supone que ella pueda hacer esto? —preguntó Itachi a su compañero con dureza.
—Ni siquiera sabía que esto podría ser posible —el hombre se limpió un hilo de sangre que se asomaba de su boca— Si se convierte en bruja antes de que sepamos el paradero de la joya, será casi imposible enfrentarla —le murmuró al vampiro para recordar la conducta salvaje del vampiro más joven— Tu hermano podría ser nuestra única esperanza.
—¿Cómo entramos?
—No podremos entrar mientras siga el ritual —respondió Kisame y dió algunos pasos hacia la barrera sin intenciones de atravesarla— ¡Niña! ¿Este ritual ha sido idea tuya?
—¡Por supuesto que ha sido idea mía! —exclamó la pelirroja con enfado, pues desde un principio, ese hombre la había estado subestimando.
—Me has dado una gran idea. Así que a cambio, voy a revelarte algo que, a pesar de ser Uzumaki, quizá no sepas —respondió el brujo con una sonrisa ladina y la joven se vio bastante irritada con el comentario— Créeme, es un dato que necesitas saber si quieres ser una bruja, pero antes dime. ¿Le diste tu primera vez a ese vampiro?
—¡Claro que no! —exclamó Karin tratando de ocultar la verdad. Le era vergonzoso tener que decir que su primera vez había sido con un vampiro excitado que seguía sobre de ella mientras los miraban.
—Bien, entonces no eres tan estúpida como creí. Los vampiros que son alimentados con sangre virgen como su primer alimento, tienen más dificultades para controlarse y pensé que si le habías dado tu primera vez, podrías no sobrevivir, especialmente si se comió la prueba de esa virginidad.
—¿De qué hablas? —preguntó Karin nerviosa por aquellas palabras, pero enseguida notó que eso la estaría delatando y quiso corregirlo— ¿Qué tiene que ver eso con ser bruja?
—Sólo lo preguntaba porque necesitas estar viva para poder convertirte en bruja, así que sólo me preguntaba si no te condenaste por una cara bonita —respondió Kisame con una sonrisa interna porque su sospecha había sido confirmada— Pero ya que no hay riesgo, te diré que puedes convertirte en bruja fácilmente si absorbes un poco del poder de la lágrima de la Diosa.
—¿Crees que soy estúpida? Si toco la joya mi alma se corromperá. Lo que quieres es hacerme ir por ella y seguirme para conseguirla, pero ya te lo dije, no sé dónde está.
—Dije que absorbieras un poco del poder, no que la tocaras. ¿Sabes asimilar energía de otros seres vivos no? Sólo debes hacer lo mismo con la lágrima. Tiene demasiada magia contenida, que bastará un poco para que puedas pasar tu prueba —comentó Kisame en un tono que subestimaba las habilidades de la chica, pues absorber energía era algo muy básico para las brujas, por eso podían recuperarse pronto en comparación a los humanos— Sobre hacer que vayas para seguirte, sé que no tiene caso porque la joya seguramente tendrá una barrera tan poderosa como la de tu casa, pero estoy seguro que cuando te conviertas en bruja usando su poder, vendrás a mí para saber cómo controlar la joya.
—¿Y tú me dirás cómo hacerlo? —Karin se burló.
—Estoy dispuesto a compartir el poder si me dices dónde está.
—¡Largo de aquí! —exclamó Karin enfadada, pues él no sólo la subestimaba, sino que la trataba de idiota.
—Nos veremos aquí la noche siguiente de tu examen —respondió Kisame riéndose— Mientras tanto, disfruta de tu juguete.
Kisame le hizo una señal a su compañero y ambos se alejaron caminando de la cascada. Para cuando estuvieron lo suficientemente lejos como para que ni el fino oído de Sasuke pudiera escucharlos, aunque estaba distraído, Itachi se dirigió al brujo.
—¿Cuál es el plan?
—La sangre virgen de una doncella o un mancebo es un platillo suculento para un vampiro, tú mismo has experimentado el ansia de comerlo cuando el aroma pasa por tu nariz, pero el sabor de la prueba de esa virginidad es algo único —explicaba Kisame— ¿Qué crees que pasaría si un vampiro recién convertido que aún no controla su ansia prueba esa virginidad? —Kisame sonrió cuando el rostro de Itachi reflejó que sabía la respuesta— Tu hermano terminará matando a esa niña, ya sea destrozándola por la excitación o dejándola seca por el hambre. Cuando eso pase, podemos deshacernos de la barrera de su casa.
—Dijiste que la barrera es muy poderosa.
—Cuando no haya ninguna persona de la misma línea de sangre cerca, la barrera se debilitará. Aún si no logro destruirla, quizá haya pistas del paradero de la joya en la casa y podemos engañar a algún humano insignificante para que busque y nos traiga información.
Itachi miró a su compañero seriamente mientras lo oía hablar.
—¿Y por qué le dijiste que absorbiera poder de la joya?
—Tu hermanito no se quitará de encima de ella en toda la noche debido al ansia y el único motivo por el que ella sobrevivirá hoy, es porque el ritual que está haciendo la alimenta con suficiente poder para poder recuperar su cuerpo, pero la barrera del ritual caerá cuando sea tocada por el primer rayo de sol. Tu hermano morirá si no se va antes de ello y si por algún motivo logra controlarse para refugiarse del sol, ella sabrá que no podrá controlarlo una segunda noche —explicaba el brujo— Además, el objetivo de esa chica es convertirse en bruja lo antes posible y darle ese dato sobre la joya la tentará. Para cuando caiga la noche, tu hermanito volverá a arrojarse sobre ella. Sin la barrera, él la matará, así que si quiere sobrevivir, necesitará poder lo antes posible y si está lo suficientemente presionada, ella irá por la joya para defenderse de él.
—Dijiste que no podríamos seguirla porque la joya tendría una barrera.
—Ella insiste en que no sabe dónde está la lágrima, si es verdad, quiere decir que no hay ninguna barrera y en caso de que ella decida buscarla, al ser la guardiana, le será más sencillo localizarla. Si nos está mintiendo, podemos seguirla y detenerla antes de que atraviese la barrera. De esa forma sabremos el lugar donde se localiza y podremos deshacernos de ella fácilmente, especialmente si se separa de tu hermanito.
—¿Qué pasará con Sasuke? —cuestionó Itachi.
—¿A estas alturas te preocupas por tu hermano? —Itachi se vio estoico ante la pregunta— Cuando ella muera, se volverá loco por encontrar más sangre como la de ella, aún si encontrará sangre virgen, se verá frustrado porque no es la misma, así que probablemente mate sin control. Si su sed lo domina, terminará quemado por el sol y si le queda algo de lucidez, logrará refugiarse a tiempo cada que amanezca, pero jamás logrará controlarse —aseguró el brujo mirando a su compañero esperando ver un atisbo de preocupación o compasión— ¿O es esa niña la que te preocupa?
—Me preocupa que ella encuentre la forma de salvarse y arruine tu plan —contestó Uchiha— Hasta ahora, te has equivocado mucho con ella. Nos está dando problemas aún siendo aprendiz.
—No conozco a ningún vampiro que haya superado el estado en que está tu hermano y dudo que los Uzumaki tengan registros y mucho menos una solución de algo similar. Ellos siempre evitaron relacionarse sentimentalmente con tu familia para exterminarlos en cuanto estuvieran en la fase de transición —respondió Hoshigaki— Hemos tenido suerte que esa niña haya ido en contra de varias de las reglas de su clan a favor de tu hermano y es por ello que me estoy aprovechando de ello y de su ignorancia —Itachi lo miró con dureza— Si no confías en mi plan, te recuerdo que aún podemos usar a tu hermano como moneda de cambio mientras ella siga interesada en él y si tanta desconfianza me tienes, eres libre de hacer un plan de respaldo, si es que tienes uno en mente.
—Eso haré.
Mientras tanto, Karin había intentado calmar a Sasuke que seguía comportándose hostil, pero su tensión no paró hasta que el aroma y ruido del par de hombres estuvo lo suficientemente lejos como para ya no percibirlos. Sin embargo, tal y como había pronosticado Kisame, el joven había vuelto a su estado de excitación cuando el peligro se alejó.
—Hemos tenido suerte de que…
—Quiero más —Sasuke pronunció interrumpiéndola y se lanzó sobre el cuello de la chica antes de que ella pudiera decir más nada.
—Se menos rudo —chilló la chica tras un gemido de dolor por la forma tan violenta en que la había mordido, pero eso no lo detuvo a volver a penetrarla con la misma ansiedad del principio.
El resto de la noche, Sasuke no dejó de beber de Karin, así como de mantener relaciones con ella. Incluso, ese ahínco por poco y provocó en varias ocasiones, que ella saliera por completo del agua, pero a pesar de todo lo que conllevó lidiar con el instinto del vampiro, el ritual pudo terminarse.
No fue fácil convencer al chico para que se fuera justo antes de que el sol lo tocara y a decir verdad, Karin tuvo que lanzarle un golpe de poder para hacerlo reaccionar.
Gracias a la velocidad sobrehumana de la naturaleza vampírica, Sasuke pudo refugiarse en el armario antes de que el sol lo alcanzara y podría decirse que fue apenas un par de segundos lo que habría hecho la diferencia.
Una vez que Sasuke se alejó, Karin permaneció angustiada sin estar segura si él había llegado a tiempo, pero no pudo moverse de la cascada hasta descansar un poco y que parte de la magia del ritual que aún fluía en ella, la ayudara a recuperarse de la noche. En cuanto se sintió fuerte, ella se apresuró a vestirse, recoger sus cosas y tratar de no dejar evidencia del ritual, pues sabía que si dejaba algo y la gente del lugar lo encontraba, rápidamente inferirían que fue ella y seguramente la irían a buscar. No sería la primera vez que incluso por algo que ella no había hecho, fueran a reclamarle y era mejor evitar llamar la atención del pueblo mientras estuviera ocultando a un vampiro. Pensando en ello, Karin sólo suplicaba que él si hubiese llegado a tiempo al refugio.
Al llegar a casa, y con mucha cautela, la pelirroja se aseguró de que el Uchiha estuviera en el armario y una vez que lo comprobó usando sus poderes para no abrir la puerta, se sintió tranquila. Aquello la había tenido bastante preocupada desde que Sasuke no parecía reaccionar a sus advertencias sobre el sol cuando estaba a punto de amanecer y cuando el estrés se fue al asegurarse de que él estaba bien, pudo sentir el cansancio que la magia no había podido aliviar y las exigencias de su cuerpo por algo de comer.
Pese al alivio que la chica sintió al saber que su compañero estaba a salvo, Karin aún tenía en mente una inquietud muy grande, pues Kisame había mencionado algo sobre su primera vez y que de habérsela entregado a un vampiro, como fue el caso, podría significar su futura muerte. Ella no estaba segura si aquellas palabras habían sido un engaño o debía tomarlas en serio, de ser así, estaba segura que él no le había dicho todo, así que, después de conseguir algo de comer y sentarse a la mesa, usó sus poderes para detectar si entre los grimorios, había algo de información al respecto.
Había que decir que Karin temía que no hubiese nada en los libros de sus antepasadas y prácticamente estaba segura que no encontraría nada porque la regla de no involucrarse sentimentalmente con los Uchiha y encargarse de ellos si los encontraban en transición, eran reglas muy estrictas. Empero, después de cierta demora, uno de los grimorios brilló y Karin lo hizo llegar hasta ella para leerlo de inmediato.
Fue sorprendente ver que más de la mitad del grimorio estaba iluminado indicando que en muchas de las páginas, había explicaciones sobre mantener relaciones personales con un vampiro, tal como Karin lo había buscado e incluso, la pelirroja terminó de comer antes de poder leer todas las páginas, pues por curiosidad, había decidido leer el libro entero.
Una vez que Karin terminó de leer el grimorio, lo cerró, caminó hasta su cama con él en los brazos y se acostó esperando quedarse dormida, pero todo aquello que leyó no dejaba de hacer ruido en su cabeza.
El grimorio que había leído estaba dedicado a la experimentación de una de sus antepasadas más antiguas con respecto a los vampiros. Es decir, cuando a los Uzumaki se les asignó el trabajo de controlar la maldición de los Uchiha, está chica, aparentemente de su edad, había propuesto explorar las habilidades, debilidades y límites de los vampiros con el fin de estar prevenidos en caso de que alguna bruja, de su clan o de otro, interviniera. De esa forma, los Uzumaki sabrían cómo actuar, pero su familia no estuvo de acuerdo y a pesar de que le prohibieron intentarlo, ella lo hizo de todos modos.
Durante la mayor parte de su vida, la chica dedicó su tiempo a estudiar a los vampiros. Al principio se limitó a esperar a que algún Uchiha entrara al estado de transición, pero cuando rescató toda la información posible sobre esa etapa, sabía que debía ir más allá y que su familia se lo impediría, evitando que alguno de los Uchiha se volviera vampiro. Fue por eso que alrededor de los veintiséis años, ella dejó el ducado para buscar otros vampiros con los cuales experimentar, interactuando con muchos de ellos y desarrollando hechizos para enfrentarlos, localizarlos y algo más.
Tenía ochenta y tres años cuando escribió por última vez en su grimorio, concluyendo que no había podido realizar todas las pruebas que quería porque las circunstancias, el carácter de los vampiros, los lugares y otros factores no se lo permitieron, pero que toda la información que había recolectado debía usarse para seguir cumpliendo con la misión del clan y que los Uzumaki no debían confiarse de la información que ella había recolectado, porque las reacciones de los vampiros originales, los Uchiha, no eran iguales a los de los vampiros convertidos. Ni siquiera estaba del todo segura si los efectos eran más fuertes en unos que en otros, pero teórizó en cada aspecto que descubrió.
Investigando, Karin se dió cuenta que aquella chica había sido expulsada del clan cuando se fue para experimentar. Sin embargo, su grimorio estaba en la casa cuando se suponía, según las reglas del clan con respecto a los expulsados y desertores, debía ser quemado. Cómo respuesta a esta incógnita, la joven sólo pudo suponer que su familia contempló su investigación como algo lo suficientemente útil como para conservarlo, pero si analizaba los hechizos personalizados de su antepasada, especialmente los relacionados a vampiros, ninguno se repetía en el resto de los libros.
—¿Quizá ella escondió su grimorio del clan? —se preguntó a sí misma, porque no entendía la situación.
Karin le dió mil vueltas al asunto hasta que el sueño la venció, quedando dormida sobre su cama y con el grimorio en sus brazos.
A las cinco de la tarde aún había luz de día y la chica no había dormido lo necesario, pero si lo suficiente como para comer, cambiarse de ropa y dar un nuevo repaso al grimorio de su antepasada, la cual, por cierto, tenía el mismo nombre que ella.
Para la joven, el tiempo pasó volando mientras leía, olvidando por completo que aún debía prepararse para su prueba como bruja y que pronto caería la noche, momento en que el joven vampiro saldría de su escondite.
Mirando el armario y la ventana alternadamente, Karin cerró el viejo grimorio notándosele la inquietud en la forma en que apretaba el libro entre sus manos, pues entre las páginas estaba la advertencia que Kisame ya había mencionado.
Las palabras del libro retumbaron en su cabeza:
"La sangre de doncellas y mancebos, son el platillo favorito de cualquier vampiro y aún los más viejos y entrados vampiros, pueden ponerse inquietos con sólo oler la sangre virgen. Aparentemente, la atracción que sienten tiene que ver con su falta de fertilidad, así que se ven atraídos, además de por la sangre, por aquello que da vida. Eso explicaría el por qué su deseo no es tan voraz cuando se trata de niños o incluso de hombres y mujeres vírgenes que han terminado con su edad reproductiva."
Karin caminó frente al armario al notar que poco a poco se perdía la luz del sol desde la ventana y siguió repasando en su mente:
"Un vampiro recién transformado que no ha controlado su ansia es más propenso a perder la cabeza, especialmente si su primer alimento es sangre virgen, al punto de no poder saciarse. Sin duda, éste matará a su presa y buscará sin descanso una fuente de alimentación igual, por desgracia, cada humano es diferente y jamás lo conseguirá, por lo que el vampiro matará o terminará expuesto al sol."
Ella puso las manos sobre las manijas del armario, indecisa sobre si debía abrirlo o no, aunque de antemano sabía, que Sasuke saldría por su propia cuenta tarde o temprano. Mientras dudaba siguió recordando:
"El vampiro alimentado con sangre virgen, puede excitarse con su víctima, lo que lo llevará no sólo a beber de ella, sino a violarla. Este suceso cambiará el sabor de la sangre de su víctima, pero no por eso la hará peor, sino más bien, será una forma de marcar su territorio. Si el vampiro bebe la evidencia de la virginidad de su víctima, no habrá forma de regresarlo a la razón, por lo que no hay que dudar en matar al vampiro por el bienestar de su víctima, si es que aún está con vida y la gente de la zona."
—No quiero hacer esto —Karin se dijo así misma, sosteniendo con fuerza las manijas del armario y derramando algunas lágrimas, después de todo no quería matar a Sasuke, especialmente cuando ella había sido la idea de darle su virginidad sin saber el daño que le causaría.
Karin no temía morir y menos por Sasuke, pero si dejaba a un vampiro enloquecido por el ducado, la gente en el ducado sería asesinada por él y tal y como se lo había dicho a Uchiha, a ella no le interesaban las vidas de esas personas, pero no quería ser ella quien mandara al carajo los esfuerzos que su clan había hecho por generaciones.
Pasó saliva, estaba nerviosa. Sabía que terminar con la vida de Sasuke debió haberlo hecho desde que leyó en el grimorio que no había forma de curarlo… ¡No! Más bien debió haberlo hecho desde que lo vio tirado a las orillas del río en estado de transición, pero ahora, por un error de ella, debía terminar el trabajo y lo había dejado hasta el último momento en el que él se despertaría como loco.
Quizá, lo peor de todo era que no estaba del todo segura si podría terminar con el trabajo, pues no era lo mismo enfrentar a un vampiro que a alguien en transición y aunque podría decirse que gracias al ritual de cambio de elemento tenía más poder, no era el mismo que se le otorgó temporalmente en el ritual. La situación era que ella seguía siendo una aprendiz y Sasuke, ya no sólo era un vampiro, sino uno enloquecido hundido en el arrebato.
Llorando en silencio, Karin abrió el armario dispuesta al menos, a intentar exterminar a Sasuke antes de que sus sentimientos la traicionaron, pero cuando el chico apareció frente de ella y lo miró a los ojos, recordó otra de las advertencias del grimorio:
"...las reacciones de los vampiros originales, no siempre son las mismas que las de los vampiros convertidos. Los Uchiha son especiales porque son los maldecidos."
