¡Saludos queridos lectores!

Lamento mucho la tardanza por la actualización de esta historia, pero al final del capítulo les dejaré la explicación y algunos anuncios.

Sin más, los dejo con el capítulo de esta ocasión, no sin antes comentar, que este capítulo corresponde al Día 23 Mito del SasuKarin Month Junio 2021


Itachi sonrió con un gesto triste y con un ademán de su mano, invitó a Karin a sentarse en el tronco de un árbol tirado. Ella aceptó la invitación, pero se sentó en el extremo del tronco para mantener su distancia y el hombre lo entendió, porque se sentó en el extremo opuesto.

A decir verdad, la pelirroja ni siquiera habría aceptado sentarse, de no ser que estaba débil por la falta de sangre, pues aunque en ese momento su rostro no estaba tan pálido como la primera vez que Sasuke bebió de ella, sentía la pesadez de su cuerpo debilitado e Itachi, por su parte, se había dado cuenta de su estado porque podía oír los raquíticos latidos de su corazón.

—Sólo media hora —Karin le recordó poniendo la bolsa donde había guardado los hongos en su regazo.

—No es una historia muy larga como crees, después de todo, los mitos no suelen serlo.

—Sólo comienza.

—¿Sabes cómo fueron creadas las lágrimas de la Diosa?

—Literalmente, son lágrimas que la Diosa Nao dejó caer sobre la Tierra cuando buscaba a su amor perdido —respondió Karin con sospecha, pues se suponía que aquella plática tendría que ser sobre la maldición de los Uchiha, no sobre las joyas

—¿Sabes quién era el amor perdido de la Diosa?

—N… no. No hay muchos detalles sobre la identidad de su amante —respondió Karin con sinceridad y muy confundida por la pregunta.

—Aunque no lo creas, mi familia tiene que ver con esa historia, pues fue un antepasado nuestro, el amado de la Diosa.

—Estás mintiendo —aseguró Karin, quien no podía creer que existiera esa casualidad. Además, su familia era quien mejor conocía los mitos y leyendas antiguas, no podía ser posible que los Uchiha, quienes habían negado todo ese pasado para poder mantenerse en alto estatus en la nueva cultura del país, pudieran saber secretos de aquellos tiempos.

—Cuando la maldición cayó a nuestra familia, los padres de mi antepasado maldecido, ordenaron que él y su descendencia fueran descartados de las historias que se contaran a los sucesores, porque aunque su historia sirva como lección de la ira de los Dioses, pensaron que su pecado había sido muy grave y temían que los Dioses quisieran extender la maldición al resto de la familia.

—Dijiste que tenías pruebas, si es así, quiero verlas antes de escucharte —comentó la pelirroja incrédula, pues hasta ese momento, todo le parecía arreglado por el hombre.

—Primero escucha la historia ¿Si? —pidió Itachi— Te daré todas las pruebas al final.

—Yo…

—De todas formas no puedes volver con Sasuke ahora. ¿Verdad? Tu flujo sanguíneo es débil, necesitas comer y descansar y si regresas ahora, él se lanzará a beber o a hacértelo. Al menos escúchame mientras esperas —interrumpió el joven hombre y Karin quedó callada ante la sorpresa de que él se diera cuenta— Tal vez incluso alargue la historia para evitar que mi hermano te tenga, porque aunque él sólo actúe por impulso, lo envidio. Quizá un día me dejes tenerte y prometo que lo disfrutarás, será diferente que con mi hermano.

—N… no digas tonterías —replicó Karin nerviosa.

—Yo te haría el amor.

—¡Sólo cuenta la historia! —exclamó Karin más nerviosa y sonrojada, pues no quería oír esos coqueteos.

Itachi sonrió a la reacción de la joven, la prioridad era contarle sobre la maldición, pero no podía evitar aprovechar algunas situaciones que se daban, especialmente porque era muy poco lo que podía hablar a solas con ella.

—Apenas habían unas cuantas familias humanas en la Tierra cuando el descendiente directo de la primera pareja humana tuvo dos hijos varones. Indra y Ashura.

—¿Indra? —preguntó Karin, pues no había oído ese nombre. Sin embargo, Itachi le hizo una señal para indicarle que esperara a oír el resto de la historia antes de hacer preguntas.

—Indra era el mayor y tenía una prometida a la que amaba profundamente, pero ella había nacido enferma y su condición empeoraba conforme pasaban los años. En ese tiempo, no había suficiente conocimiento en la medicina y los doctores no sabían cómo curarla. Sólo sabían que ella empeoraba y que eventualmente moriría —contaba Itachi— Indra no quería aceptar ese destino y suplicó a los dioses para que le ayudaran a salvar a su prometida, pero los Dioses estaban ocupados en sus asuntos y aunque uno de ellos escuchó sus súplicas y se presentó frente a él. La respuesta que obtuvo fue que era el destino de la chica morir joven y que en el futuro conocería a otra mujer a la que amar.

—Pero eso…

—No, no fue ningún consuelo para él saber que ella moriría y que él estaría con otra mujer. No concebía la posibilidad de enamorarse de alguien más —adivinó lo que la chica iba a decir y se le adelantó— Por el contrario, Indra estaba muy enojado y no quería rendirse, así que salió en un viaje buscando la forma de salvar a su amada.

—¿Los Uchiha lo ayudaron a desafiar a los Dioses? —preguntó Karin, pensando que quizá por ello habían sido maldecidos.

—No. Durante su viaje, Indra descubrió que había una forma de curar toda enfermedad e incluso, convertir a los humanos en inmortales.

—La ambrosía. *

—Si, pero el problema era que la única forma de obtenerla era que un Dios se la ofreciera o lo llevara al mundo divino dónde podría intentar robarlo —respondió el hombre— Los Dioses no habían respondido a sus súplicas anteriormente y tampoco tenía una excusa para que alguno lo llevara al mundo divino.

—¡La Diosa Nao! —exclamó Karin. Comenzaba a imaginarse el curso de la historia

—Indra estaba buscando la forma de engañar a los Dioses para conseguir la ambrosía, y mientras seguía su viaje, se encontró con la Diosa Nao. Al principio, él sólo se acercó a ella para entablar una amistad con la que pudiera conmoverla para que le diera la ambrosía. Estaba confiado en que, al ser ella la Diosa del amor, se compadecería de su historia y más si se trataba del sufrimiento de un amigo. El problema fue que la Diosa se enamoró de él e Indra sabía que ella era celosa, así que hablarle de su prometida sería peligroso.

—Él la engañó —Karin aseguró más que preguntar.

—Así es. Le hizo creer que él también la amaba y al ser bueno con las palabras, la convenció rápidamente de darle la ambrosía para poder estar juntos por siempre.

—Si la Diosa maldijo a Indra por la traición, no tiene sentido que el mito diga que ella lloraba por su amor perdido mientras lo buscaba —replicó Karin, quien no se fiaba de la palabra del hombre.

—La Diosa le explicó a Indra que, para convertirse en inmortal, debía beber tres copas de ambrosía por tres días. Una sola servía para curar cualquier enfermedad, la segunda era para que el cuerpo no necesitara de comida y bebida para subsistir y se convirtieran sólo en placeres y la tercera era la que completaba la inmortalidad —respondió Itachi sin inmutarse por los reclamos de la pelirroja— Indra bebió las dos primeras copas mientras pasaba el tiempo con la Diosa para hacerla bajar la guardia y cuando tuvo que tomar la tercera, fingió que la tomaba y escondió la bebida para poder llevársela a su prometida. Esa noche, la pasó con la Diosa y cuando ella se quedó dormida, él huyó con la ambrosía —él notó que Karin seguía renuente a creerle— Para tener tiempo de huir, Indra dejó pistas como si algo lo hubiese atacado, así que cuando la Diosa despertó, se puso a buscarlo al creer que alguno de los otros Dioses quizá lo atacó por celos. Fue cuando ella, llorando, viajó por la Tierra en su búsqueda, convencida de que él jamás se iría de su lado si no fuera obligado.

—¿Cómo lo descubrieron? ¿Por qué ella no les preguntó a los Dioses por Indra?

—La Diosa no acudió a ningún Dios porque estaba segura de que le mentirían, pues todos buscaban enamorarla y ninguno confesaría. Ella buscó por la Tierra porque ningún Dios sabía que ella le había dado la ambrosía, así que estaba segura de que si lo habían encerrado o hecho daño, sería en alguna parte de la Tierra. En cuanto a cómo descubrieron a Indra, todo fue por las joyas —señaló Itachi— Los Dioses vieron a algunos humanos conseguir las joyas, al principio por casualidad, hasta que los humanos notaron de dónde provenían y lo que hacían, momento en que las empezaron a buscar para su propio beneficio. Sabes que eso trajo caos a la Tierra y fue cuando se ordenó recuperar las joyas para evitar que la Tierra fuera destruida.

—Fueron los Dioses quienes tuvieron que buscarlas porque nadie más podía tocarlas sin volverse loco —completó la pelirroja.

—Si. El Dios que había atendido al llamado de Indra cuando suplicó por ayuda, fue quien, buscando las joyas, lo vio junto a su prometida, quien ya no se veía enferma ni convaleciente. Esto llamó mucho su atención y cuando volvió con los demás Dioses, lo comentó para saber más al respecto —siguió con la historia— Para ese entonces, los Dioses ya habían hecho que la Diosa Nao volviera al mundo divino para que dejara de esparcir sus lágrimas, así que oyó el reporte. El nombre no pasó desapercibido para la Diosa y, temiendo haber sido traicionada, fue a verificar si se trataba de la misma persona.

—Entonces la Diosa lo descubrió y lanzó la maldición del vampirismo. ¿Verdad?

—La Diosa estaba furiosa, pero al mismo tiempo estaba enternecida por el amor que Indra le tenía a su prometida. Parte del castigo sería quitarles los efectos de la ambrosía a Indra y su amada, pero la Diosa decidió dejárselos, sólo que los contaminó y deformó con la maldición que les lanzó —explicó Itachi— Todos los descendientes de Indra serían fuertes y saludables por la ambrosía. Al morir, resucitarían con sus habilidades multiplicadas y serían prácticamente inmortales incluso de heridas mortales, pero no podrían salir al sol y se verían obligados a beber sangre de otros para mantener sus privilegios.

—Traicionó a una Diosa y los obligó a traicionar a los demás humanos para sobrevivir —concluyó Karin.

—No, beber sangre sólo es el método para hacer que la ambrosía en nuestra sangre, aquella que heredamos de Indra, siga activa y la sangre virgen es más efectiva que cualquiera por eso nos pone como locos, pero el verdadero castigo radica en que, convertidos en vampiros, nos vemos obligados a beber de quienes amamos como pareja —corrigió Itachi— Si aún no tenemos un amor, podemos tener un enamoramiento falso de quién bebamos sangre virgen por primera vez, pero los efectos son los mismos: una sed voraz que tarde o temprano nos llevará a "amar" desmesuradamente al punto de la locura y nosotros mismos destruiremos a aquella persona que más amamos.

—Destruir el amor…

—Estamos obligados a cumplir el miedo de Indra de perder al amor de nuestra vida, pero es más sádico porque lo destruimos nosotros mismos. Además, si logramos controlarnos para no dañar a nuestro amor, porque si ha habido casos de fuerza de voluntad, igualmente les veremos morir, ya sea por enfermedad, accidentes o por el mismo tiempo —explicaba el joven— Sabrás que también tenemos la opción de dar está maldición a otros y eso incluye a nuestro amor para poder estar juntos por siempre, pero mientras los Uchiha, que somos el origen de todo esto podemos mantenernos cuerdos a través de los años, aquellos que son convertidos por nosotros, tarde o temprano se volverán locos. Al final, poder convertir a otros en vampiros no es casualidad, porque si lo hacemos con nuestro amor, lo veremos perder la cabeza.

Karin aún no estaba convencida, así que, pensativa, miraba a Itachi detenidamente buscando alguna pista que le ayudara a discernir si estaba mintiéndole o si realmente estaba diciendo la verdad, pero el joven hombre parecía firme en sus palabras.

—Supongamos que te creo y tienes razón. Tu historia no tiene sentido. Tú, Sasuke y algunos de sus antepasados han pasado por el vampirismo y salvo por el ansia de los novatos, no hay registro de que asesinen a nadie involuntariamente después de dominar su instinto. Además, si ustedes ya sabían de esta historia… ¿cómo es que ningún Uchiha ha intentado romper la maldición?

Karin tampoco creía las palabras de Uchiha, porque estaba segura de que su antepasada que experimentaba con los vampiros se habría dado cuenta de algo durante sus estudios.

—Porque estar enamorado no es lo mismo que amar. Amar de verdad es algo a lo que no se llega con facilidad y uno de los motivos para que mi familia aceptara la nueva religión, fue por su costumbre de arreglar matrimonios. El amor rara vez surge de ese tipo de uniones y se esperaba que de esa forma se ahorrara el sufrimiento de los nuestros —respondió Itachi— En cuanto a por qué no hemos roto la maldición… obviamente Indra lo intentó todo para lograrlo antes de morir, pero no lo logró y al final, su miedo se cumplió y aunque las siguientes generaciones lo intentaron, uno de ellos tuvo que tomar una difícil decisión —Karin preguntó con la mirada— Cuando la nueva religión llegó a estas tierras, mis antepasados tuvieron la oportunidad de elegir entre aferrarse a la religión original como hicieron los Uzumaki o adaptarse a lo nuevo. El líder de aquella época decidió unirse porque perder los terrenos Uchiha haría imposible romper la maldición.

—¿Qué tiene que ver el terreno?

—No sé los detalles, sólo sé que es necesario.

—Dijiste que sabías la condición para romper la maldición y ahora me dices que no sabes por qué es necesario el terreno. Eres incongruente con tu historia —replicó Karin.

—Tengo esto sobre la condición —sacó una hoja vieja que mostró a la chica. Karin identificó de inmediato la lengua antigua— Pero nadie en mi familia sabe leerlo —la pelirroja se estiró queriendo tomar la hoja para leerla, pero Itachi la quitó de su alcance— Te la daré, pero termina de escucharme.

—¿Cómo pudieron olvidar el lenguaje original sabiendo que tenían la solución a la maldición a su alcance?

—Cuando mi antepasado optó por unirse a la nueva religión, irónicamente se vio obligado a destruir y dejar en el olvido todo lo relacionado a la religión original. Sólo se guardó lo necesario en un escondite bajo la mansión. El plan era ganar la confianza de los invasores antes de retomar lo que había quedado escondido, así que sólo los líderes pasaban el secreto esperando el momento, pero nos tuvieron bajo vigilancia por mucho tiempo. Aún ahora, la corona tiene sus reservas con nosotros —explicó Itachi soltando un suspiro pesado— Por culpa de ello, que se decidiera no hablar del tema a los niños y gracias a la vigilancia de tus antepasados, la maldición de mi familia quedó en el olvido lentamente, por lo menos hasta que Uchiha Maadara tomó el liderazgo del clan. No estoy seguro cómo, pero él sospechaba de la maldición. Sin embargo, no fue sino hasta después de su boda en que las cosas comenzaron a ir a pique, que se dedicó a buscar la razón de la mala suerte. Así dio con los secretos que habían quedado en el olvido.

—¿Qué? ¡No! ¡La mala suerte de Maadara Uchiha no fue por culpa de la maldición! —exclamó Karin al recordar lo que había leído sobre los anillos de boda en el grimorio de su antepasada y enseguida se cubrió la boca. Ese hombre no necesitaba saber al respecto.

—Lo sé. Según los registros que él dejó, los Uchiha siempre supieron que los Uzumaki eran brujos y brujas, así que acudió a la Uzumaki de aquel entonces para buscar una respuesta. Sé que la mala fortuna fue por los anillos de boda, pero gracias a esa consulta, la bruja Uzumaki no sólo le habló del vampirismo que tu familia había estado vigilando por años, sino que también ofreció ayudar a Maadara a descubrir la forma para librar a los Uchiha de la maldición.

—La deuda —murmuró Karin, recordando las lamentaciones de su antepasada. Itachi fingió que no la oyó.

—Para poder rescatar la mayor cantidad de información, la bruja Uzumaki desarrolló un hechizo de regresión para buscar en las memorias del alma de Maadara. Sorpresivamente, su alma, en el pasado fue la de Indra, así que de esa forma pudieron recuperar esa parte del mito que quedó en el olvido y la información sobre los viejos artefactos Uchiha que se escondían debajo de la mansión. Sin embargo, y a pesar de que tú antepasada ayudó, tampoco pudieron romper la maldición.

—¿Y el resto? ¿Nadie más intentó romperla?

—Claro, pero debían ser discretos para no llamar la atención. Ya teníamos la mira de la corona sobre nosotros y cualquier cosa que indicara que teníamos contacto con la vieja religión, podrían usarla para acusar a los Uchiha de brujería con tal de quitarnos de en medio, pero el principal motivo por el que no podíamos encontrar el modo de romper la maldición es porque no sabemos lo que dice esta hoja —aseguró el hombre— Tu antepasada lo leyó, pero no le dijo a Maadara su contenido. Ella aseguró que mientras siguiéramos atados a la nueva religión, no habría forma de romper la maldición y que una Uzumaki leería el papel para nosotros cuando ya no existieran esas ataduras. Ahora sólo estamos Sasuke y yo y estando convertidos, no tenemos razones para seguir atados a esas reglas.

—Hoshigaki puede leer ese papel también —señaló Karin desconfiada.

—Pero yo no quiero que él lo lea —Itachi le extendió el papel a la pelirroja— Y tú deberías saber más de esto.

—Mataste a tus padres y tu hermano e incluso intentas terminar el trabajo con Sasuke convertido, tienes un pacto con un brujo que nos ha amenazado y ¿Piensas que voy a creer que la solución a su maldición está en este papel que me ofreces? —replicó Karin levantándose del tronco sin tomar el papel— Y no quiero que digas que es porque estás enamorado de mí, porque sigo sin creerte ni una sola palabra. Si tú historia fuera cierta y me amaras, tendrías sed de mi ¿No? Por lo que veo, no parece ser el caso, de serlo, actuarías igual de impulsivo que Sasuke.

—El pacto que tengo con Kisame me ayuda a controlar el impulso, pero eso no quiere decir que no tenga que esforzarme para resistirme estando cerca de ti, aun cuando no te huelo. Además, admito que, por ahora, no puedo decir que te amo, pero si estoy enamorado —comentó el hombre— En cuanto al pacto, es el mismo que evita que pueda ponerme de tu lado para poder demostrarte de otras maneras que no tengo intenciones de dañarte, por ahora sólo puedo darte esto.

—Puedes deshacer el pacto cuando quieras. ¿Lo sabías? Sólo tienes que hacérselo saber al brujo.

—Tengo algunos motivos para no romper ese pacto. Uno de ellos, es poder controlarme cerca de ti —contestó Itachi.

—¿Y cuáles son esos otros motivos? ¿Por qué no le darías prioridad a romper la maldición? —preguntó Karin, pues ella seguía convencida de que él sólo intentaba engañarla y quería acorralarlo— Déjame adivinar, es porque quieres la joya de la Diosa como todos los ambiciosos de poder que la buscan —ella bufó— He estado sospechando que te convertiste intencionalmente y parece que no estoy equivocada.

—¿Crees que me suicidé para poder convertirme en vampiro?

—¿No lo hiciste? —preguntó Karin insistiendo e Itachi no contestó enseguida— Lo sabía.

—Las cosas no son como piensas.

—Quizá no lo sean, pero no soy idiota, puedo ver las incongruencias —insistió Karin— Hay un fallo muy grande en toda tu historia.

—Por ahora no puedo decirte por qué elegí este camino, pero en su momento lo haré.

—Pues no te creo nada y tu media hora se acabó. Adiós.

Karin comenzó a caminar dispuesta a irse e Itachi la habría detenido de no ser por el círculo de ceniza que ella llevaba en la frente. Sin embargo, se puso frente a ella usando su velocidad y le estiró el papel.

—Por favor, al menos llévate esto.

—No lo quiero. Debe de ser falso.

—Yo no sé escribir ni leer la lengua antigua y no quiero que Kisame lo vea. Aunque no lo leas, llévatelo para que él no lo tenga —insistió el hombre.

—Ese brujo pudo haber escrito el papel —la pelirroja lo esquivó para seguir caminando, dejando al vampiro atrás.

—Lo enterraré junto al tronco donde hablamos, justo enfrente de donde estuviste sentada —Itachi le gritó a la chica— Puedes venir por él cuando quieras, pero no dejes que Kisame lo tenga.

La pelirroja fingió que no lo escuchó y siguió caminando sin mirar atrás, pero durante todo el camino hasta su casa, ella estuvo alerta en caso de que él o el brujo la siguieran al punto de que por poco olvidaba que cuando dejó a Sasuke, él había quedado herido por la activación de la barrera y entrar descuidadamente a la casa, la pondría en peligro.

Para ese momento, Karin ya había descansado y gracias a su condición de aprendiz, había recuperado parte de su sangre, empero, aún estaba débil y decidió cocinar algunos de los hongos en el jardín de su casa para comerlos antes de entrar.

Como era de esperarse, Sasuke ya la había escuchado e intentaba salir de la cabaña lastimándose cada vez más cada que chocaba con la barrera, pues su instinto lo estaba dominando en ese momento y aunque Karin intentó resistir hasta que los hongos quedaran cocinados para poderlos comer, no pudo soportar oír cómo el chico se hacía daño.

Apresuradamente, la pelirroja tomó algunos de los hongos a medio cocer, se metió a la boca los que le cupieron, abrió la puerta de la cabaña mientras masticaba y se borraba la ceniza de la frente y lanzó su hechizo paralizante a Sasuke antes de atravesar el umbral. El joven cayó inmóvil al suelo y las heridas causadas por la barrera eran más que evidentes en su cuerpo.

—Sé que estás sediento y que no puedes controlarte, así que te daré de beber así. ¿Si? —la chica había entrado directo a la cocina por un cuchillo para luego sentarse en el abdomen del azabache— Por las heridas, estás débil, así que me es muy sencillo contenerte con mi poder —se acercó el cuchillo a la muñeca— Cuando bebas mi sangre vas a recuperar tus fuerzas y llegará un momento en que mi hechizo cederá —aunque él no podía moverse, se oían algunos gruñidos atorados en su garganta— Por favor, trata de controlarte lo mejor que puedas, prometo no irme tanto tiempo de nuevo.

Karin cortó su muñeca y dejó caer su sangre en la boca de Sasuke que había quedado abierta cuando gritaba por salir de la cabaña y aunque la pelirroja ya había recuperado muchas de las fuerzas de su cuerpo, aún no eran todas, por lo que su magia comenzaba a mermar conforme perdía sangre y aumentaba la fuerza de Uchiha, cuyas heridas habían comenzado a sanar desde la primera gota de sangre en su garganta.

—Pronto ya no podré mantenerte paralizado. Necesito que te controles. Sé que será muy difícil porque aún tienes hambre y las heridas te exigen más, pero recuerda que puedo morir si no paras a tiempo.

Su única opción para tratar de tranquilizarlo era el sexo nuevamente, así que ella se frotó un poco en su cuerpo y abrió de nuevo los cintos de su blusa antes de que la parálisis terminara, pues si bien habían considerado tener relaciones con él estando paralizado, ella sabía que el propio hechizo no les permitiría consumar la acción.

—Te has controlado bien hasta ahora, así que sabes cómo puedes alternar la sangre con el sexo —se notaba que ella se esforzaba por mantener un poco más la parálisis porque notando que Sasuke comenzaba a liberarse lentamente, él no hablaba, sino que gruñía. Una señal clara de la inclinación hacía el instinto— Mañana todo será más fácil cuando hagamos el pacto. Mantén eso en cuenta, por favor.

Sasuke se lanzó a beber de la muñeca de la chica para seguir saboreando la sangre cuando se vio libre del hechizo, pero aun si no prestaba atención a los latidos del corazón de la aprendiz de bruja, en el propio flujo de sangre podía identificar cómo ella iba debilitándose entre más succionaba. Además, él estaba excitado por lo que ella había hecho previamente y finalmente cedió al resto de sus instintos rompiéndole la ropa que impedía su unión.

Había que decir que él bebió más de lo usual y se comportó muy agresivo al hacérselo que ni siquiera pudo saborear la sangre condimentada con el éxtasis de la chica al estar demasiado débil y lastimada para disfrutarlo. Karin podía darse cuenta de que la razón del chico estaba prácticamente perdida, pues ni siquiera era capaz de hablarle o de razonar que aún podía beber sus fluidos vaginales para no terminar con su sangre.

—No puedo detenerme —habló Sasuke de repente bebiendo del cuello de la chica mientras se corría por tercera vez dentro de ella.

—Ya no tengo fuerzas —Karin le contestó en un hilo de voz sintiendo que pronto perdería la consciencia y sabía que una vez que eso pasara, Uchiha terminaría con su vida, pues a pesar de que él al fin había logrado hablarle, aún estaba demasiado ansioso para lograr parar.

—Necesito más —él gruñía sin poder controlar su boca que seguía succionando aun cuando él trataba de al menos, hacerlo más lento.

Si, Sasuke no podría seguir resistiendo a su instinto tarde o temprano y Karin siempre lo supo. Era lógico, teniendo en cuenta que llevaba una hora esperando comer después de que la hora anterior no probó demasiado, también había usado parte de la sangre que bebió de ella para poder curarse del daño que la barrera le causó y finalmente, en esos días convertido, Sasuke no había comido suficiente para satisfacerse para no matarla. Todo eso sin mencionar lo que ya de por sí era difícil para el azabache, que era controlar sus instintos como neófito y que su primera sangre había sido de una virgen que, además, le dio su primera vez.

Karin se lamentaba mientras él bebía, pues faltaba tan poco para poder hacer el pacto y se quedaron a una noche de lograrlo y todo por sus descuidos. Ahora, sólo podía aceptar la muerte en brazos de él.

Ella tenía mucho qué decirle, no sólo para que él pudiera investigar sobre la maldición de su familia cuando ella ya no estuviera, sino también sobre sus propios sentimientos, pero ella ya veía borroso y también sabía que, si él la oyó previamente, había sido porque su oído de vampiro era lo suficientemente fino como para haber oído algo tan tenue. Ahora, antes de perder la conciencia, sólo tendría unos instantes para darle sus últimas palabras, porque después del desmayo, mientras él siguiera bebiendo así, sólo seguía la muerte.

—Sasuke, te a…

Sintió el cuerpo de Karin dejarse caer ante la falta de las fuerzas y aunque como la primera vez, había sentido cómo él le robaba la vida a través de la sangre, Sasuke no había podido detenerse sino hasta que una voz lo sacó del trance.

—¡Si la matas, voy a hacer lo mismo contigo!

La necesidad de seguir bebiendo y tener relaciones se contrapuso a la razón de Sasuke que ahora no sólo intentaba contenerse para no matar a la chica, sino que deseaba salir apresuradamente a atacar a su hermano que estaba a sólo unos metros de la puerta.

—¡Seré yo quien te mate a ti! —Sasuke pudo responder y concentró su mente en los pasos de su hermano que se alejaban de la cabaña.

Resultó difícil para Sasuke mantener esa lucha interna cuando los pasos de Itachi se alejaron tanto, que incluso su oído superdesarrollado ya no podía captarlo. Sentía que en cualquier momento el instinto le ganaría y eso sólo significaba que terminaría por robar la vida de Karin, y si eso sucedía…

Miedo, de repente sintió mucho miedo cuando pensó en la posibilidad de que la joven ya ni siquiera estuviera viva para ese momento y pegó su oreja al pecho de la chica para poder oír su corazón.

No había sonido.


¿Itachi le habrá dicho la verdad a Karin? ¿El papel será auténtico? ¿Qué hará Sasuke ahora que el corazón de Karin ha dejado de latir?

Espero que este capítulo les haya dejado muchas dudas y que estén haciendo teorías al respecto n.n

Como mencioné al principio del capítulo, tengo algunos anuncios, empezando por recordarles que esta historia nació el año pasado a causa del SasuKarin Month que celebramos en un grupo de facebook en honor a la pareja. Como podrán ver, ya casi se cumple el año y no he podido terminar los temas (que no es obligatorio, pero decidí hacer mi mejor esfuerzo). Esperaba terminar esto mucho antes, pero ahora me conformo con hacerlo antes de que empiece el de este año. Para esta historia, los capítulos próximos ya no estarán ligados a los temas del SasuKarin Month, ni del año pasado ni de este.

Dicho lo anterior, mi falta de actualizaciones se debió a mis ocupaciones en el trabajo y casa, pero también porque estuve escribiendo tanto como pude para tratar de terminar lo que me faltaba del calendario. He usado todo abril para ello y me alegra anunciar que sólo me falta un tema del calendario.

Quería subir todo lo que tenía el 30 de abril para dedicar todo mayo al calendario de este año, el cual ya se ha elaborado, pero como pueden ver por las fechas, no he podido. Trataré de subir todo el 1 de mayo a lo largo del día.

Aún deberé actualizaciones después de subir los temas del calendario, y seguiré escribiendo un poco. Si logro completar algún capítulo lo subiré, pero en mayo y junio le daré prioridad al SasuKarin Month, pues espero poder completar el calendario dentro del mes (junio). Así que si, quizá no vean más actualizaciones de esta u otras historias durante un tiempo, pero es probable que en junio tengan fics SasuKarin diario o casi diario (esperemos que diario, porque es un reto que me estoy poniendo).

Sé que muchos querrán saber la continuación de esta y otras historias, pero las retomaré al terminar junio. Lamento las molestias, pero como mencioné, si me es posible, actualizaré antes, mientras tanto, los invito a leer las historias que estaré subiendo hoy (1 de mayo) y en junio, las que dedicaré al SasuKarin Month 2022

Por último, quiero anunciarles que he abierto una página en facebook a la que pueden seguir, llamada Sakasu Fanfics. El único propósito de esa página es para que se enteren cuando actualizo historias, subo nuevas y algunas noticias sobre retrasos de las mismas. No estaré muy activa mas que para los anuncios, pero ahí mismo podrán estar mejor enterados de las dinámicas que tome sobre mis fics. Además, ya he subido el calendario del SasuKarin Month de este año por si quieren hecharle un vistazo e incluso, por si desean participar en la dinámica.

Sin más, me despido por ahora, esperando que la historia haya seguido siendo de su agrado y que las noticias no les cause molestia. Nos estaremos viendo en próximas actualizaciones n.n