No words
Capitulo 1: Por que ?
Era su sexto año en Howarts, un año que ya prometía ser de por si complicado. Toda su vida era complicada, y por si fuera poco solo a él le anunciaban las desgracias.
A veces deseaba ser otra persona, alguien normal. Que al caminar por la calle la gente no lo señalara con el dedo por ser el-niño-que-vivió.
Quería ser solo Harry, y que no lo juzgaran por su apellido ni por su supuesta misión a cumplir.
La gente no entendía por lo que estaba pasando, no sabían lo difícil que era ver morir a sus seres queridos frente a sus ojos, no sabían lo que era perder la esperanza que durante un año entero había albergado, la esperanza de irse a vivir finalmente con su padrino, de saber como había sido la adolescencia de sus padres; pero por sobretodo no sabían la carga tan pesada que habían echado sobre sus hombros, el sufrimiento que esto conllevaba, la profunda tristeza que durante la noche lo embargaba.
Acababa de cumplir sus 17 años. Que irónica era la vida.
-Harry!-un joven de pelo rojizo corría a toda velocidad seguido por una chica de pelo enmarañado. Ambos trataban de alcanzar al moreno quien parecía estar nuevamente navegando por los mares de su subconsciente.
Hacía días que estaba así, y la verdad ya empezaba a preocuparlos a todos, temían que su soledad llegara a convertirse en depresión y que esto alcanzara algo más.
Al no contestar su llamado Ron lo sujeto del hombro para darlo vuelta violentamente. Sus ojos se abrieron incrédulos, delante de él no se encontraba el mismo chico que había conocido cinco años atrás. Estaba mortalmente pálido.
Unas grande ojeras trataban de esconderse inútilmente debajo de sus parpados y no había rastro de alegría en sus ojos…todo se había esfumado.
Al ver q Ron se había quedado callado, Hermione tomo la palabra, pues también había notado lo mismo
-Harry, estamos preocupados por ti. Sabes que somos tus amigos, y queremos saber que es lo que pasa.
Se soltó bruscamente de la mano con que Ron todavía lo sujetaba.
-No me pasa nada!-el grito se escucho por todo el pasillo, su voz retumbo por las viejas paredes y por primera vez desde que lo conocieron Hermione y Ron le tuvieron miedo.- Verdaderamente me están cansando! Por que nadie me puede dejar en paz! – seguidamente se echo a correr, no sabia por que les había gritado de esa manera.
Ellos no tenían la culpa de todo lo que le pasaba.
No sabía a donde se dirigía, pero repentinamente al doblar en uno de los pasillos chocó contra alguien, y fue tal el impacto que pronto se encontró cayendo de frente al piso.
Pero una mano se ciñó sobre su cintura deteniendo la caída.
-Potter- la manera en que su apellido había sido pronunciado fue lo que hizo que Harry se diera cuenta de quien se trataba.
Por que solo una persona se dirigía a él con tanto resentimiento.
-Perdóneme, no estaba mirando- se deslizó fuera de aquellos brazos, para situarse frente a su profesor.
-Pues debería tener más cuidado...10 puntos menos para Griffindor- sus ojos escrutaron intensamente al chico que estaba frente a él. Debía admitir que se había vuelto un joven muy hermoso, pero sobre todo sus ojos… esos verde esmeralda que seguramente ya traía a varias de cabeza.
Aunque había notado algo más, algo que todos los profesores habían notado y era que últimamente a Potter se lo veía distraído y distante, sin mencionar que un aire de tristeza se cernía a su alrededor.
No que eso le preocupara, pero momentos antes Dumbeldore había citado a todos los profesores para informarles del asunto-Y para que esto no se vuelva a repetir…detención el jueves a las 18 hs. en mi despacho. Y por favor sea "puntual", a no ser que desee perder otros 10 puntos.
Harry no le contestó sino que reanudó su marcha, ignorándolo completamente, cosa que molestó de sobremanera al profesor.
Pero de cierto modo la prepotencia de ese chiquillo lo atraía y lo excitaba de sobremanera.
Se sonrió a si mismo cuando varias imágenes nada inocentes surgieron en su cabeza. Oh si, él se encargaría de que Potter dejara de comportarse de esa manera, y quien sabe, tal vez recibiría algo a cambio…
Pero primero lo primero, debía ir a hablar con Dumbeldore. No quería arriesgarse sin el permiso de la mayor autoridad del colegio.
-Severus, que gusto tenerte por aquí. Un caramelo de limon?
-Discúlpame Albus pero deberé reclinar esa oferta- tomo asiento frente al viejo que se encontraba mirándolo fijamente y con una sonrisa de comprensión.
-Creo saber por que estas aquí- le dijo sonriendo aun más
-No me sorprendería, no se como haces pero siempre sabes todo
-Son gajes del oficio.
-Entonces no necesitarás que te de los detalles. Tan solo lo resumiré a decirte que el comportamiento de Potter es inaceptable y como parece que los métodos usuales no funcionan con él me he tomado el atrevimiento de pedirte que me autorices a utilizar mis propios métodos en este asunto.
Dumbeldore estrechó su vista y volvió a sonreír para luego devorar quedamente uno de sus caramelos de limón.
-Supongo que tendrás tus motivos para pensar eso. Y además estoy de acuerdo contigo, el comportamiento de Harry ha declinado estos últimos días, y al igual que tu yo también estoy preocupado.- Snape se levantó del asiento y se dirigió a la salida.
-Entonces supongo que este asunto esta resuelto, verdad?
-Claro que sí, pero no seas muy duro con él.
-Créeme Albus, eso esta fuera de mis planes.-Abrió la puerta con una sonrisa en su rostro, una sonrisa q no presagiaba nada bueno. Al menos no para Potter.
Todavía podía sentir la adrenalina, esos brazos rodeándolo con protección y esos ojos que parecían querer desnudarlo.
Su corazón se aceleraba cuando pensaba en eso y por alguna extraña razón lo encontraba inusualmente placentero.
Se sonrojó violentamente al darse cuenta de las cosas que estaba pensando.
Por dios era Snape, su profesor mas odiado, aquel a quien no soportaba…
¿Como demonios podía si quiera pensar en algo que los relacionara de manera intima?
Todo pensamiento se esfumó cuando repentinamente se encontró atrapado entre la pared y el cuerpo de alguien.
Pero para cuando pudo reaccionar hubiera deseado no haberlo echo.
Allí, frente a él, acorralándolo estaba Snape.
Tenía sus manos apresadas contra la pared, impidiéndole cualquier tipo de resistencia.
-Pro..profesor? que esta haciendo- sentía un nudo en el estomago, y el corazón casi se le sale cuando una de las piernas de el hombre se situó entre las suyas, separándolas.
-Donde esta su valentía ahora Potter?- Lo miraba, ahí atrapado entre su cuerpo. Se veía como un león acorralado, a punto de ser mordido por una serpiente.
Y la serpiente estaba ansiosa por morderlo y desgustarlo.
Continuara….
