Espacio de la escritora

Hola de nuevo, queridos lectores! He vuelto con un nuevo capítulo de esta historia. Como les dije en el capitulo anterior les mostraría una pequeña comparativa de los protagonistas de los animes que contribuyen en esta historia. Espero disfruten el capítulo.

También, dado que no hubo ningun comentario sobre la historia :/ T_T dividí este capítulo, así que habrá que esperar para la continuidad de este. Claro que le daré otro título.

Me sabe un poco mal que no haya podido recibir sus opiniones sobre la historia. Honestamente, desanima un poco.


Capítulo 13: Lo que hacemos por amor

"Mi señora, su pintura está quedando magnífica" dijo Shimo zambulléndose una manzana.

"¿Lo crees?" preguntó la diosa deslizando delicadamente el pincel manchado con pintura color melocotón sobre el lienzo delante de ella.

"Claro, su trabajo siempre es impecable. Me gusta mucho ese color, creo que le sienta bien al kimono. ¿Esa es la pintura que le dará al maestro Tomoe cuando volvamos?"

"Así es."

La deidad cerró un instante sus ojos pensando en el peli plateado de ojos violetas. Con cariño recordaba al revoltoso y grosero ex yokai a quien alguna vez se había vuelto cercana. En su mente, el rostro suave y alegre del hombre le trajo la inspiración que necesitaba para empezar su trabajo artístico. Su imagen era muy distinta a lo que recordaba.

Flashback

-¡Agg, Mikage, ya no lo soporto! Otra insufrible humana volvió a tocarme por agradecimiento. Les agradecería más que no se me acercaran, ya bastante hago acabando con esos espíritus malignos.-

El kitsune acababa de regresar de exterminar a unos yokais que atormentaban a los pasantes de un puente, no muy lejos del templo del dios de la tierra.

-Tomoe, han pasado años desde que te volviste guardián y aún mantienes tu aversión a los humanos. Debes aprender a relacionarte con ellos, como deidad tengo un fuerte vínculo con ellos y no puedo esperar que los habitantes de este templo no sean sensibles ante eso.-

Respondió con severidad el dios rubio de anteojos.

-¿Cuándo aprenderás a ser más sociable con ellos? Siempre los asustas, ¡ellos sólo quieren agradecerte!- dijo poniéndose de pie mientras regañaba al guardián. Tomoe solo se encogió en su asiento escuchando la reprimenda.

La divinidad estuvo regañándolo casi por media hora. A Korihana la escena le pareció un poco cómica, ya que parecía la escena de un padre reprendiendo a su hijo pequeño.

Después de un rato Mikage se acercó a la ninfa, quien estaba viviendo en su templo. La mujer le sonrió y le sirvió un poco de vino de arroz.

-Otra vez el mismo problema, ¿no? - comentó ella.

-No sé qué más hacer para que logre tener una conexión medianamente afectiva con los humanos- dijo el hombre en un suspiro meciendo un poco el vaso con el licor.

- No puedes culparlo, es un yokai. Por naturaleza sienten aprensión por los humanos.-

-Ojalá fuera solo eso, pero su caso es diferente. El no soporta su simpleza, su fragilidad,la fugacidad de su vida.-

- Entiendo lo de debilidad, debido a eso, los yokais consideran a los humanos inferiores. Pero, ¿a qué te refieres con lo otro?- preguntó con interés la ninfa de cabello oscuro y mechones celeste-platinado.

- Cuando conocí a Tomoe hace muchos años, el era un yokai destructivo y peligroso, pero estaba muy débil y resignado a morir. De hecho era lo que más anhelaba, que la muerte viniera a buscarlo. Él había amado profundamente a una humana, y anhelaba compartir su vida con ella, para eso él se convertiría en humano, pero la joven murió pronto antes de que pudiera estar a su lado.- contó el rubio con entera confianza puesto que había enviado al kitzune a realizar ciertas labores fuera del templo como castigo.

- ¿cómo planeaba convertirse en humano? - Korihana frunció su ceño pues quería saber cómo había conseguido ese trato el yokai.

- Hizo un trato con un dios caído, como sabes ellos pueden perder su título y autoridad pero aún conservan sus poderes. Uno de ellos lo engañó, e hizo que el hechizo sólo se cumpliera si él se quedaba al lado de la mujer que decía amar y por quien se convertía en humano. Según sé el trato incluía que esa deidad salvara la vida de joven que ya peligraba a cambio de su vida y poder yokai, el dios lo tomaría.-

-Comprendo, pero al morir la joven, Tomoe no cumplió su promesa de quedarse con ella porque él seguía viviendo. El trato no fue claro.-

- La marca del trato de la deidad lo consumía, y yo lo sellé e hice que olvidara el asunto de la mujer, porque si recordaba, la marca de la deidad lo seguiría reclamando.-

- Pero el dios caído tampoco cumplió con el trato no salvó ala mujer.- dijo ella confundida.

- Por lo que ya murió, este tipo de tratos es demasiado serio y rígido. Si ninguna de las dos partes cumple ambos morirán.-

- Es algo terrible. Si él recordara tu sello se rompería y lo peor podría ocurrir.- Ria estaba angustiada, solo llevaba unos meses en el santuario de Mikage, pero apreciaba al kitsune.

- Antes de sellarlo, él se lamentaba de que la joven haya sido tan débil, que no pudiera resistir un poco más. De que su fragilidad lo haya condenado a una soledad insoportable. No había conocido nunca a un yokai que se sintiera de esa forma por un humano. Vi en Tomoe esa necesidad, y por eso decidí que se quedara conmigo.-

- Y por eso no soporta a los humanos. Ja, su mente no es consciente, pero su corazón aún está herido.- dijo ella con gran tristeza y melancolía. - Aunque deseáramos olvidar nuestro dolor, una parte dentro de nosotros siempre estará latente para recordarlo.

-Ria… - dijo en un suspiro el dios de la tierra mirando a su protegida. Él sabía que sus palabras no sólo eran por el demonio zorro.

La bella chica puso una sonrisa sincera aunque aún un poco triste en su rostro y dijo: Hablaré con él cuando vuelva, lo esperaré en las escaleras de la entrada.

La ninfa de la escarcha salió de la habitación casi de inmediato, evitando que su amigo viera como sus ojos se habían humedecido.

-Así que, te regañaron de nuevo por tu mal comportamiento con los humanos, eh? - comentó con picardía diversión la ninfa.

-Hump, No estoy de humor para ti- contestó groseramente el yokai mientras seguía subiendo los escalones pasando de lado a la mujer.

- Tomoe, está bien si no te agradan los humanos.- dijo ella, quien se había puesto a la par del andar del kitsune.

-Dile eso a Mikage. Mi trabajo como guardián es obedecerlo y cuidar de él, pero no tengo que tolerar a esos molestos humanos. - siguió refunfuñando el peliplateado.

- Creo que Mikage no es solo tu amo y señor, pienso que como yo, lo ves como un amigo, alguien en quien confiar.-

-¿Y tu punto es?- dijo él después de unos segundos de silencio en los que aceptaba en su mente que lo que decía la mujer no estaba equivocado.

-Mi punto es que no veas el tratar con humanos como una orden, aunque lo sea, sino como algo que le agrada a tu amigo. Así como él te entiende, trata de entenderlo a él, y averigua porqué es importante esto para él.-

-Ja, eso ya lo sé. Por su deber como dios, y las peticiones que recibe a diario en el santuario.-

-Si fuera así, ¿no crees que el asunto terminaría si él mismo purificara y exorcizara a los espíritus malignos?-

Eso hizo pensar al yokai, dándose cuenta que la ninfa de ojos oscuros y destellos rosa-rojizos tenía toda la razón en ese hecho.

-¿Entonces, cuál es la razón?- preguntó él deteniéndose en un escalón mirando a la mujer que estaba a su lado.

La ninfa balanceó su cabeza de lado a lado como pensando, y luego le respondió: ¡Averígualo! Ella soltó una risilla y le dio un pequeño golpe con su dedo medio en su frente. Después se alejó

El yokai frunció el ceño, pero siguió su camino. Por alguna razón le agradaba la ninfa, y seguiría su consejo.

Fin de Flash-back

La manera malhumorada del ex yokai se había suavizado un poco cuando se volvieron a encontrar. Aún estaba muy clara en ella la imagen de su reencuentro con el kitsune, ese brillo en su mirada mientras hablaba de su esposa e hija, nunca lo había visto, ella pensaba que así debía lucir la mirada de la persona más feliz del mundo. Estaba muy contenta por él.

Al abrir los ojos ella siguió pintando el vestido tradicional que había diseñado para Nanami, pensando que era el color que mejor le acentuaba, que le daría el toque especial que haría que alguien viera, aunque sea un poco, el brillo que Tomoe encendía cuando hablaba de ella.

Esta era parte de su técnica de pintura y dibujo, pensar en la persona que quería retratar, recordar momentos, sentimientos, emociones, los que ella sentía al estar cerca de ellos.

Ella aún no conocía a Nanami, pero se hacía una idea de su personalidad por los relatos de Mikage, además que las expresiones del ex kitsune eran suficientes para transmitir un poco la calidez de la desconocida que solo había visto en fotografía.

El cuadro que pintaba tenía el fondo del paisaje que estaba delante de ella. Manzanos cargados con su fruta iluminados por los destellos del sol de la mañana, hojas verdes brillantes, montañas imponentes en el fondo y cielo azul semi despejado.

En un árbol, apoyado en su tronco, estaba Tomoe abrazando tiernamente con un brazo a la joven de cabello castaño que tenía un adorno de flor de durazno y en la otra sostenía a una pequeña que era la viva imagen de la madre, excepto claro por los ojos color uva. Sin duda una familia adorable.

-¿Debería agregar las orejas y cola ?- pensó pícara la dama invernal, escondiendo una pequeña sonrisa.

"¿Quiénes son esos?" preguntó curioso el diablillo, que había vuelto de repente de recoger unas manzanas para él.

"¿Tú que opinas, Jaken? ¿Es una buena pintura?" preguntó la diosa, retocando el color de la yukata de la pequeña niña.

"No es mala, tal vez hasta se ve bien." respondió cortante, no queriendo admitir que el trabajo de la mujer era realmente impresionante. Ella era muy talentosa.

"Supongo que tendré que mejorarla." respondió ella un poco burlesca.

El kamaitachi de ojos negros que estaba jugando en la hierba cerca de ellos la miró por un momento, sorprendido que su señora, quien siempre es seria con los extraños, bromeara por un instante con uno de ellos, aunque fue tan rápido que cualquer otro probablemente no se habría dado cuenta.

"Ahora responde, ¿quiénes son?" preguntó impaciente el diablillo de piel verde.

"Unos amigos, el hombre es Tomoe, la mujer se llama Nanami y la pequeña niña es su hija."

"¿Son seres celestiales? Porque se ven bastante simples, como humanos." argumentó.

"De hecho sí, son humanos. Aunque Tomoe solía ser un yokai."

"¿A qué te refieres con eso?"

"El era un kitsune, pero cuando conoció a su ahora esposa decidió que quería tener una vida con ella, no importa lo corta que fuera."

" ¡Qué bestia tan estúpida! Renunciar a su naturaleza yokai por un ser tan miserable como los humanos."

"El maestro Tomoe te haría pedazos si te oyera, ¡aún como humano!" dijo con orgullo Shimo.

"Ja, eso me gustaría ver" respondió con burla el diablillo

"El fuego vulpini del maestro Tomoe, era muy poderoso. Jamás podrías competir contra él." agregó Fubuki.

"Humpt, si era tan bueno como dicen no debió hacer una tontería como renunciar a su poder Yokai." dijo resongón. "Por cierto,¿cómo es que se hizo humano?" El diablillo nunca había oído tal cosa de un yokai haciéndose humano, si bien habían humanos que se dejaban poseer por espíritus malignos.

"El maestro Tomoe había servido como guardián del dios Mikage, y también había ayudado a la d…" Fubuki estaba a punto de mencionar el hecho de que Nanami alguna vez tuvo el poder de una deidad siendo humana y ese tipo de información no era apta para compartirse con cualquiera, así que se corrigió." él también ayudó a la señorita Nanami, quien alguna vez sirvió a los dioses, se enamoraron y pidió a las deidades que lo volvieran humano. Por la amistad y el trabajo realizado, le concedieron ese pedido y ahora viven como humanos con su hija."

Hubiera sido muy extraño mencionar todo el hecho del pasado y el futuro y como ellos se conocieron en diferentes tiempos. Así que contó una historia más sencilla.

" ¿Entonces los dioses transforman a las criaturas?" siguió preguntando el diablillo.

" No, no todas las deidades pueden hacerlo. Y tampoco se hace porque sí, hay casos y casos." respondió la diosa quien había guardado silencio todo ese tiempo.

"Creo que ese Tomoe es tan tonto como el mestizo de Inuyasha."

"¿Quién es ese Inuyasha, Jaken ?" preguntó interesado Fubuki.

"Un odioso hanyo hijo del padre de mi amo Sesshomaru" contestó el diablillo con molestia. Pudo hablar de él ya que su señor había salido a atender sus asuntos como solía hacerlo.

"¿El inuyokai tiene un hermano?" preguntó Shimo acercándose más a su hermano.

"¡Señor Sesshomaru para ti, mocoso! Y no, no es su hermano, es solo su medio hermano." gritó Jaken.

"Sí, sí como digas. ¿Qué pasa con él?" dijo rodando los ojos.

"Inuyasha es el hijo del Gran Perro General y una humana. Ellos nunca se han llevado bien por la heredad que les dejó su padre. El mitad bestia tiene la Tessaiga, una poderosa espada que puede acabar con cien yokais a la vez de un solo golpe, además tiene otras habilidades y para colmo robó el ataque de Luna infernal que el señor Sesshomaru desbloqueó de su espada, Tensaiga. Mi señor no perdona que un arma tan formidable esté en manos de un inútil que no podrá explotar todo su potencial por su sangre impura. Colmillo de acero sería mucho más grandiosa con el poder de mi amo que con el de ese tonto mestizo."

"En otras palabras tu señor envidia a Inuyasha por la espada." dijo Shimo para molestarlo.

"Ja, ja, ja. ¿Eres tonto niño? Mi amo bonito es superior a ese hanyo. Inuyasha jamás podría vencerlo. No hay nada que envidiar. Quizás antes mi señor quería la espada,porque él era el más adecuado para tenerla, pero ahora con Bakusaiga, la espada que se forjó de su propio poder Yokai, Tessaiga tiene un oponente superior." dijo muy orgulloso el diablillo.

" ¿Y qué habilidad tiene la espada del señor Sesshomaru? , la que le dejó su padre." intervino Fubuki, la historia familiar del daiyokai le resultó muy entretenida.

" Colmillo sagrado puede revivir a las personas, las regresa de la muerte. Yo mismo fui revivido por ella." dijo altivo.

" Wow, es un arma fantástica. No pensaría en enojarme con un regalo así." dijo el kamaitachi con gran admiración.

"Mi amo no le encuentra gran utilidad, es mejor un arma que pueda acabar con sus enemigos. Colmillo explosivo, esa sí es una espada destructiva."

"Bueno, bueno, no perdamos el hilo del asunto, dijiste que el maestro Tomoe se parecía a Inuyasha. ¿Por qué? El señor Tomoe no era un hanyo, era un yokai completo y temible." dijo Shimo queriendo saber a qué se refería el yokai de ojos saltones.

"Inuyasha también se enamoró de una humana hace mucho tiempo, una sacerdotisa que guardaba la perla de Shikon. Pero el muy idiota se dejó engatuzar por ella, y la mujer lo selló en un árbol por cincuenta años. Él no es tan fuerte como mi señor, pero sin duda pudo haber acabado con esa mujercilla fácilmente, pero cayó como un tonto. Ahora está con una chiquilla atrevida muy extraña y vive entre humanos una vida casera. Tal vez no sea un pura sangre, pero tiene un poder yokai que viene de la línea más poderosa de demonios perros."

Jaken contó brevemente lo ocurrido con Naraku para explicar que la mujer después de la destrucción de la perla de Shikon había desaparecido por un largo tiempo.

" Pero parece ser que Inuyasha ama verdaderamente a esa joven. La esperó por tres años." argumentó emocionado Fubuki, la historia de Inuyasha con esa chica era muy bonita.

"Supongo. Él parecía un perrito abandonado todo el tiempo que ella desapareció." dijo el diablillo con su mano en su barbilla recordando las pocas veces que pasaba por los cielos de la aldea con su señor.

La diosa, quien seguía pintando su cuadro, estaba atenta a todo lo que decía el diablillo. Sabía que podía contar con la indiscreción de Jaken, era muy hablador y tarde o temprano diría algo útil. Ahora conocía más sobre los hechos de la perla de Shikon, creada por la sacerdotisa Midoriko. Poco había oído de ella en el pasado, ya que en ocasiones los cielos dejan que estas situaciones pasen. Su deber como deidad es que las cosas ocurran según su curso.

Por otra parte también conoció más de la historia medio hermano de Sesshomaru, la cual seguramente el daiyokai nunca le hubiera contado. No sólo por su frialdad, sino por su desprecio hacia Inuyasha.

-Aunque por lo que contó Jaken, hubo momentos en los que se unieron para derrotar a su enemigo en común. Tal vez, sólo tal vez no sea tan indiferente a su hermano.- pensó la diosa.

"El amor nos hace actuar de formas inimaginables." dijo por fin la deidad invernal después de guardar silencio en todo la conversación de los yokais. "Dijiste que él era muy arisco. No es de extrañar después de que tuvo que cuidarse solo, siendo rechazado por todos. Seguramente tuvo una vida triste. No podemos culparlo por lo que pasó con la miko, seguramente vio en ella el cariño y amor que siempre se le negó. Ahora él ha encontrado en esta otra joven a quien puede verlo tal y como es y lo ama sin prejuicio."

"Ay, ama es muy lindo lo que dijo." respondió Shimo sorbiendo sus mocos.

"Señora…" Fubuki leyó entre líneas, de inmediato notó que empatizó rápidamente con la historia del hanyo por su propio pasado. Lo vio en su rostro, se había ensombrecido un poco.

" Sigue siendo una tontería, pero quizás es su mitad humana lo que lo hace comportarse así." contestó de mala gana Jaken. Se le estaba pegando un poco las actitudes de su amo. "Como sea, es igual a ese amigo suyo."

"Su historia es un tanto diferente, pero supongo que el sentimiento es el mismo." respondió ella con suavidad.

"Creo que ese tonto de Inu…"

Jaken no continuó lo que iba a decir, porque en ese momento Sesshomaru apareció, así que guardó silencio para no importunar a su señor mencionando el nombre de su medio hermano.

La diosa se rió internamente, divertida por la actitud del diablillo que temía al daiyokai. Ella retomó su trabajo, mientras los pequeños kamaitachis volvían a su juego, Jaken fue con ellos a seguir regañandolos. Parece que el diablillo sólo vivía para estar malhumorado.

Sesshomaru por otra parte se sentó a la sombra de un árbol no muy lejos de donde la diosa seguía pintando. Con su vista aguda seguía el movimiento de la mano de Ria sobre el lienzo. Vio a las personas retratada y no reconoció a ninguna, él suponía que era de quienes hablaban antes de su llegada.

Él había oído parte de su conversación en su camino de regreso, la simpatía que tenía la diosa por la historia del mestizo y su extraña mujer. Por su parte todo ese sentimentalismo era demasiado humano para él, por lo que le parecía patético, y se lo hizo saber.

"Ese sentimentalismo humano es patético."

"No lo es. Estoy segura que no importa la situación en la que se encuentre esa chica, tu hermano no temerá ni dudará enfrentarse a lo que sea, incluso lo que esté más allá de sus fuerzas, para protegerla. Mi amigo haría lo mismo. Contrario a lo que crees, ese sentir no debilita, sino que impulsa, da valentía y hace hacer cosas asombrosas. Es un tipo de poder que no comprendes." respondió la diosa sin inmutarse ni dejar de pintar. Supuso que por su sensible oído, algo habría escuchado. No le molestaba que él pensara eso, ella comprendía que los yokais difícilmente tenían otro concepto de los humanos, sobretodo los daiyokais. Ya había pasado por eso con Tomoe, pero no hay duda de que Sesshomaru no era nada parecido a él. Él era demasiado frío, demasiado misterioso, era inmutable.

"No es algo que me interese comprender." respondió con indiferencia.

"Estoy segura que no." dijo ella, la comisura de sus labios había vuelto a formar una pequeña sonrisa y un pequeño sonido, casi inaudible se emitió.

Y de nuevo, esa seriedad que la caracterizaba con los extraños había desaparecido por unos segundos. Sesshomaru la oyó y le pareció extraño, tanto como aquella vez cuando su rostro mostró que deseaba ver el cambio de color de sus ojos. Pero volvió a restarle importancia y ya no le respondió.

Shimo que en ese momento se había acercado para decirle algo a su ama había abierto exageradamente los ojos cuando presenció por primera vez en mucho tiempo a ella ser alegre frente a desconocidos. Bueno, aunque técnicamente, ella estaba espaldas al yokai y nadie pudo ver su risilla, seguramente el inuyokai sí pudo oírla.

-El amo Mikage estaría contento si la viera así.- pensó alegre el kamaitachi de ojos azules - ¿Oh, pero qué habrá hecho el yokai que a mí señora le habrá parecido divertido? - rápidamente miró al hombre pero sólo no vio apoyado contra un árbol ignorando todo como siempre.

"Shimo, ¿ocurre algo?" la diosa había dejado de pintar cuando vio que el pequeño hurón estaba parado a unos pasos de ella.

"Ah, no mi ama. Solo quería pedirle permiso para dar una vuelta por los alrededores. Estoy un poco aburrido y ya que nos detendremos aquí por un tiempo, pensé en ir a explorar. Hoy el calor no es tan insoportable."

"Claro, Shimo, ve. ¿Fubuki irá contigo?"

"No lo creo, se quedará con el sapo. Creo que le agrada."

La deidad miró hacia donde estaban los dos yokais que parecían hablar de algo.

"Y a ti no."

"La llama bruja, mi señora. No podría agradarme nada." dijo molesto.

"Solo ignóralo. Es su personalidad."

"Imposible."

"Está bien" dijo divertida, acariciando su cabeza. "Ve entonces."

"Gracias. ¡nos vemos, ama!" El kamaitachi se fue corriendo a gran velocidad muy contento. La diosa solo sonreía mientras lo veía irse. Miró de nuevo hacia Fubuki y Jaken y sus ojos expresaron ternura.

-Fubuki siempre congenió mejor con los extraños. Es mejor así, ya es más que suficiente con las peleas de Shimo y Jaken- pensó ella con gracia.

A pesar de cómo iba la situación de su búsqueda de la gema divinal, ella estaba conforme con su suerte. No imaginó que viajar con el gran inu yokai y su sirviente podría ser algo ameno. Un aire diferente.

Jaken era muy malhumorado y se enojaba rápidamente por cualquier cosa, y aunque a veces sí prefería que se callara, le parecía cómico sus discusiones con Shimo o las veces que una piedra salida de la nada lo golpeaba para que hiciera silencio. Por otro lado, Sesshomaru y su actitud fría que parecía amenazar de muerte a todo aquel que lo mirara, no tenía ese efecto en ella. Totosai le había dicho que le tuviera paciencia, pero realmente no era tan difícil. Tenían este pacto silencioso, y ella sabía que lo cumpliría, el yokai tenía honor, y lo respetaba por eso.

Hablaban solamente lo que era necesario, quizás si intercambiaran más ideas, sí sería difícil tolerar su actitud creída de gran señor. Eso le divertía, a veces su aire de superioridad se hacía más evidente, y a ella le parecía estar por primera vez en la corte celestial siendo mirada desde arriba por las grandes deidades. Ahora, tampoco lo subestimaba. Sabía que él no dudaría en matar o quitar de en medio a quién lo molestara. Y por ahora ella encabezaba esa lista, así que era cuidadosa con lo que decía, pero a veces como hoy, le llevaría la contraria.

-No me desagradan del todo.-

El sol ya estaba bajando del cielo, poco a poco los colores rojizos y naranjas se disipaban en el horizonte.

La diosa ya había terminado la pintura de la familia del ex kitsune. Incluso le había dado tiempo de hacer unos dibujos del paisaje con Fubuki y Jaken. Ellos no se habían dado cuenta, pero la diosa capturó con su carboncillo alguno de sus momentos, en uno incluso el diablillo reía jocosamente. Se había estado burlando de algo. No hizo ningún boceto del daiyokai porque lo conocía lo suficiente para saber que él sí se daría cuenta que lo estaba dibujando, y seguramente no le agradaría la idea. Claro que pudo haberlo hecho sin mirar, pero honestamente no tenía interés en retratarlo.

Los dibujos que hacía serían un agradable recuerdo de su paso por la era sengoku.


"! Ama, korihana ! Ya he vuelto" la voz de Shimo se oyó estrepitosa desde lo alto.

"Y ¿cómo te ha ido?" preguntó ella.

"Aggg, ya volviste, chiquillo escandaloso." dijo Jaken que se acercaba a donde estaba la deidad junto con Fubuki.

"Pues sí, sapo verde y feo."

"Ya no empiecen. ¿Viste algo interesante?" intervino Fubuki.

"Ah, sí hermano. De eso justamente venía a hablar. Mi señora, a que no adivina qué día es hoy."

"¿Hoy? Estoy algo perdida con las fechas." confesó ella.

"Es Tanabata" dijo contentísimo el niño.

La diosa lo miró con gran sorpresa, y luego miró al cielo tratando de encontrar las famosas estrellas del festival. Y en efecto las vio acercarse.

"La princesa Orihime debe estar muy contenta de su encuentro hoy con Hikoboshi" susurró.

"Y su excelencia, el gran Tenkou debe estar molesto." dijo entre risas Fubuki.

"Claro que sí" agregó Shimo uniéndose al humor de su hermano.

"¿Cómo te diste cuenta, Shimo?" preguntó la joven invernal.

"Ah, es que no muy lejos de aquí hay una aldea, es algo grande. Y vi que se preparaban para el festival. Estaba todo muy lindamente decorado y cuando vi que tenían las tiras de papel de los deseos en gran cantidad lo supe. El festival de las estrellas. Señora, ¿cree que podemos ir? Por favor." rogó con su mejor cara de inocencia el kamaitachi, pestañando varias veces, haciendo que su mirada azulina fuera demasiado adorable.

" No lo sé, Shim..."

"La princesa Orihime no le perdonaría si no celebra con ella su gran alegría, piénselo mi ama. Ya sabe como es de quisquillosa." la interrumpió Fubuki, quien como su hermano puso su mejor cara de ruego.

La diosa los miró con los ojos entrecerrados, sabía lo que estaban haciendo. Es cierto que su buena amiga Orihime pedía a todos que celebraran este gran momento con ella en el mundo celestial, pero en este tiempo ellas aún no se conocen y tampoco podría ir al evento celestial. Sin embargo no podía decirlo, por su secreto de los viajes en el tiempo.

"De acuerdo, vamos a ese festival." dijo derrotada por sus sirvientes. Aunque en el fondo sí deseaba ir y distraerse un poco, además aunque todavía no conocía a Ori en esta época, celebraría la felicidad de su querida amiga.

"Yujuuu" dijeron al unísono los kamaitachis.

"Un momento de qué hablas bruja, ¿ crees que estamos viajando de vacaciones y podemos hacer paradas cuando quieras? ¡Qué falta de respeto, muchacha! Se quedarán todos quietos hasta que mi amo regrese y diga lo contrario." dijo refunfuñando el diablillo de piel verdosa, ya que poco antes de que el kamaitachi volviera, su señor había vuelto a irse. El diablillo pensaba que era porque no soportaba estar tanto tiempo en el mismo espacio que los celestiales.

Una vez más Fubuki sujetó a su hermano que quería ir a pegarle al diablillo.

" Sesshomaru dijo que partiríamos mañana. Así que no estoy interfiriendo con el viaje. Cálmate un poco Jaken." respondió serena la deidad.

"Aún así no deberías ir a esa aldea humana." dijo molesto por su equivocación, era cierto su señor había dicho que partirían mañana, así que técnicamente no había impedimento para que salieran esa noche.

"No creo que puedas impedírmelo." dijo dándole una mirada traviesa. Los niños se aguantaban las ganas de reír tapando su boca con sus patas. "¿Te gustaría venir?" lo invitó. Los kamaitachis la miraron sorprendido.

"Ja, ¿por qué pisaría yo la aldea de unos tontos humanos?" dijo con sorna.

"¿No estás cansado del pescado y los hongos? Seguramente hay mucha comida en el festival." dijo ella tentándolo a pensar en aceptar la invitación.

"Bueno…" respondió él con torpeza, de verdad sí le gustaría comer algo diferente para variar.

"Tu señor salió y seguramente volverá en la mañana cuando tengamos que irnos." y él volvería, tensaiga lo tenía unido a ella.

"Los humanos son muy asustadizos, correrán y gritarán cuando vean yokais." Jaken insistió.

"Eso se puede solucionar"

La deidad tomó su bolsa donde guardaba todas sus cosas y sacó varios trozos de papel. Era papel celestial, con el que se hacen talismanes, sellos y sutras. Cuando una deidad escribe algo en ellos, lo que escriba se materializará como si fuera un hechizo, pero siempre y cuando no sobrepase las capacidades de quien lleve el talismán.

Korihana tomó pincel y tinta y rápidamente escribió sobre ellos, cuando hubo acabado, puso un talismán en la cabeza de Jaken y el papel desapareció. El diablillo trató de retroceder y evitar el hechizo de la mujer, pero ella fue más rápida. Con fuerza apretó los ojos esperando que algo le ocurriera pero no pasó nada.

"¿Qué pasó?" preguntó abriendo los ojos después de un rato de no sentir nada.

"Míralo tú mismo." dijo la dama invernal extendiendole un espejo rectangular de tamaño mediano.

"¡Qué me has hecho bruja!" gritó de gran susto el diablillo, quien no podía creer lo que veía. Era él, pero como un anciano humano. Su piel había cambiado de su color verde a un tono moreno claro, tenía el cabello blanco recogido en un moño y sus ojos habían reducido un poco de tamano pero seguían viéndose grandes y amarillos. Su estatura era la misma, lucía muy humano. "Soy, soy, soy, un humano!"

"No eres humano, solo tienes la apariencia de uno." dijo con diversión Shimo. "Aún como humano te ves muy feo."

"Cállate mocoso." gritó pegándole en la cabeza con su bastón.

"No te preocupes, Jaken. Es solo un hechizo. ¿Ves?" Fubuki le mostró uno de los talismanes que había hecho la diosa y vio que estaba escrito en ellos "apariencia humana."

Después la diosa puso los otros talismanes en la cabeza de los pequeños y estos tomaron la apariencia de niños con cabello oscuro, pero conservaron el color de sus ojos.

"Cuando les quite los talismanes, volverán a su apariencia de siempre. No han dejado de ser yokais. Iremos al pueblo, volveremos más tarde. Si quieres quedarte solo pues, no puedo hacer más."

La diosa caminó siguiendo a Shimo que guiaba el camino a la aldea, ella no había cambiado su apariencia, pues ya se veían como humana, a parte de sus ojos, claro.

" ¡Oigan, espérenme !" el diablillo se apresuró corriendo para alcanzarlos, no quería quedarse solo, además de que tenía hambre.


¿Qué opinan? ¿Les ha gustado?

Quiero aclarar que no tengo nada contra Kikyo, aunque soy team Inukag. La cosa es que Ria solo sabe de Inuyasha lo que Jaken ha contado, por lo que para ella, la primera chica de la que él se enamoró quería dañarlo.

Les preocupa que Ria no quiera pintar a Sessh? Jajaja, les dije que su relacion avanzará lento, pero creanme, sí que va a retratarlo.

Por ahora ella está dejando entre ver (un poquito) una imagen menos indiferente y seria. Hasta el amo bonito lo notó!

Prometo que la segunda parte de este capítulo, que tendrá otro nombre, será un pasito de acercamiento.

Por favor, déjame saber tu opinión! No quisiera tener que dejar la historia porque está bastante avanzada T_T

Animame a seguir escribiendo! XOXO.