Hola, queridos lectores!

Ha pasado un tiempo, espero que estén bien. Les traigo otra actualización de esta historia, espero que la disfruten. Por cierto había olvidado darle un título al capítulo anterior así que ya pueden verlo.

Un saludo especial a quienes han marcado esta historia como favorita y tambien la siguen: MorohaHNY - Pattborges - Yami no ojo - Avalon 071292 - eileen schott93 - mariee 98 - saralasheras - Tiana yutani - kmerrriak


Capítulo 21: El chal de la deidad del invierno

El clima caluroso de ese día molestó mucho a la ex deidad. Ria sentía que necesitaba algo que la refrescara, pero era difícil hacerlo cuando no podía descuidarse ni por un instante de su oponente.

Tal como había dicho la noche anterior, el reto que había lanzado contra el gran daiyokai se llevaría a cabo ese día. Tan pronto como amaneció el grupo había empezado a moverse. El ambiente como de costumbre estaba rodeado de las pláticas de los youkais más pequeños.

Fubuki notó que su señora estaba más silenciosa que habitualmente, eso considerando que de un tiempo acá, su ama era más conversadora a pesar de la presencia de los yokai. El kamaitachi preguntó si algo le ocurría, pero ella lo tranquilizó indicando que no era nada.

El oji negro lo aceptó y no preguntó más sabiendo que en ocasiones su señora se dejaba atrapar por el pensamiento y que eso no necesariamente se debía a algo malo, por lo que volvió a la charla que tenía con su hermano.

Korihana, que estaba sobre Ah Un, por su parte miraba cuidadosamente el chal que tenía entre sus manos.

Con delicadeza lo apretaba sintiendo su poder fluir en él, ella trataba de concentrarse en manipularlo. En momentos lo sentía demasiado denso y aflojaba su agarre.

-Ahhh, es tan frustrante-

Ah Un pudo sentir la frustración de la mujer que estaba sobre sus lomos y gentilmente volteó una de sus cabezas y la acercó a la ninfa. Ría viendo la noble acción del animal, lo acarició dulcemente y le sonrió.

-Gracias- pensó ella.

Korihana entendió que el dragón pudo sentir su molestia y trató de calmarla. Después de todo, es algo común en los animales reconfortar a alguien por quien sienten apego. Y aquel pacífico yokai se había encariñado con la dama invernal.

-No me perteneces, pero al menos, durante este viaje, hasta que el camino de tu señor y el mío se separen, serás mi acompañante, ¿verdad?-

- Seamos amigos, Ah Un-

El sentimiento de tranquilidad que le transmitió, tenía el mismo efecto que cuando los humanos acarician a sus mascotas, y eso la relajó. Pareciera que el dragón entendiera lo que ella acababa de pensar y le respondiera asintiendo levemente. Eso dibujo una sonrisa en el rostro de la ninfa cuyos ojos diamantinos celestes brillaban suavemente.

Pronto ella se dio cuenta que la mano que sostenía el chal estaba más relajada. El poder que emanaba se acoplaba a ella y ahora se sentía liviano y cómodo como si tanto el objeto como la ex diosa al fin se complementaran.

-Qué interesante.- pensó Ria al entender cómo por fin lo que la inquietaba empezaba a adaptarse a ella.

-En el pasado nunca intenté usar el chal como una proyección de mí misma, solo usaba su poder de vez en cuando como último recurso cuando no podía continuar por mis propios medios. Como si fuéramos dos cosas totalmente diferentes.-

Flashback

"Korihana querida, debes portar el manto. Este es el símbolo de tu autoridad como diosa del invierno" el dios de los cielos acercó el chal lavanda para ponerlo sobre los hombros de la joven que estaba parada frente a él.

"Su excelencia, no es mi intención ofenderlo, pero no… no me siento cómoda usándolo." Aquel trozo de tela celestial le pertenecía a Hyozan, quien lo había dejado antes de irse, y ella se sentía muy dolida por lo ocurrido por lo que prefería no tener aquel objeto que le recordaba tanto al Dios invernal."Sé que es necesario para iniciar el ciclo invernal, y le aseguro que lo usaré tal como lo hice antes de que se descubriera todo, pero no puedo aceptarlo como mío."

Korihana trataba de mantener un semblante firme, pero en aquel entonces ella no cuidaba tanto de no reflejar sus emociones, así que no fue difícil para Tenkou notar la incomodidad de la ex ninfa.

" Pequeña sé que no es fácil, y admiro tu fuerza y carácter para hacer frente a todos los que dudan de tu capacidad. Veo tu melancolía aunque tratas de cubrirla, pero créeme que esto es necesario. Si no abrazas tu nueva identidad como Señora del Invierno, siempre sentirás que estás supliendo a otro."

El anciano dios trató de reconfortar a la bella joven y darle ánimos mientras daba pequeñas palmaditas en el hombro de la nueva deidad.

" Este chal es el símbolo de la deidad del invierno, no del inmortal Hyozan, ni de la ninfa Korihana. Únicamente del Señor o de la Señora del Invierno. Si el destino ha querido que hoy tú seas digna de portar ese título y asumir esa responsabilidad, entonces tú eres la actual dueña." Habló ahora con total solemnidad.

Korihana aceptó las palabras de su superior aunque no deseaba tener que aceptar esa prenda como parte de sí.

" Comprendo su excelencia, entiendo lo que implica esto y ya he decidido seguir adelante con esta labor." respondió ella con gran firmeza también. Pronto se inclinó levemente, lista para recibir en sus hombros la señal de su poderío.

"Korihana, ex ninfa de la escarcha y ahora diosa invernal, recibe el símbolo de tu señorío sobre la estación invernal"

Con estas palabras Tenkou puso el chal sobre los hombros de la ahora diosa y desde entonces la divinidad lo usa.

Fin del flash-back

-Creo que aunque entendí las palabras de Tenkou en aquella ocasión, no fue hasta este momento que pude ver el verdadero significado de lo que dijo.-

-Ah Un no es mío, pero por ahora soy su jinete, él cuida de mi y yo confío en él-

-Creo que es justo lo que necesito hacer contigo- Cuando ese pensamiento cruzó la mente de la joven de la escarcha, una sensación de seguridad y confianza la embargó. Había descubierto lo que necesitaba para manipular adecuadamente el chal.

-Tal vez soy una ninfa otra vez, pero sigo siendo la diosa del invierno.- pensó mirando fijamente la tela lavanda entre sus dedos.

"Espero que estés lista"

La voz fría y profunda del inuyokai la sacó de su ensimismamiento y la puso alerta, tal parecía que estaba listo para hacerla pagar su atrevimiento.

"¿Señora de qué está hablan…"

Korihana había saltado del asiento de Ah Un lista para el combate.

"No lo dudes" respondió ella aterrizando gracilmente a una distancia prudente del peli plateado.

"Es mejor que retrocedan" Jaken empujó a los niños a alejarse del espacio baldío en el que estaban y donde supo que su señor y la chica invernal tendría un combate. Él también coló correas a Ah Un para que fuera más fácil apartarlo del camino.

Una brisa sopló entre los oponentes levantando el cabello bicolor de la ninfa, a lo que ella decidió sujetarlo completamente en un moño alto, así mismo amarró con una cuerda las anchas mangas de su prenda superior para que no le estorbasen antes de comenzar.

A gran velocidad el yokai se aproximó a la mujer con sus garras envenenadas listo para cortarla, aunque la mujer pudo prever su acción y lo esquivó sin gran dificultad.

Sesshomaru no tardó en atacarla otra vez, en esta ocasión usando su látigo, que rozó la parte baja de los pantalones chinos que usaba la mujer; sin embargo ella lo evadió lo suficiente para que el corte no alcanzara su piel.

"Creí que atacarías, pero si solo vas a esquivarme, entonces no seguiré perdiendo mi tiempo" amenazó indiferente el yokai volteándose para irse.

-Eres tan engreído- pensó con burla la ex diosa.

Tomando el chal de entre sus hombros, Ría lo convirtió en una cinta alargada y con ella arrojó cristales de hielo como diamantes a la espalda del imponente demonio perro.

Sesshomaru presintiendo el ataque volteo, y con un movimiento de bakusaiga desintegró los cristales.

-Así que este es el poder de Bakusaiga. Será mejor que sea cuidadosa o moriré antes de ver a Ryu-

"Fuiste muy tonta al seguir con esto, debiste dejarlo cuando te di la oportunidad" Una vez más el yokai ondeó su espada y ráfagas de yoki cargadas de veneno se dispararon hacia la ninfa, quien con su cinta creó un escudo de escarcha que parecía frágil y ligero pero que acaparó todo el impacto del ataque evitando que la deidad fuera alcanzada, por supuesto el escudo se destruyó pero evitó que la dañara.

"Voy a continuar" dijo ella con la respiración un poco agitada. Agitando de nuevo su arma invernal, la mujer provocó una neblina de nieve con la que pretendió esconderse para hacer ares al yokai y provocarle algún daño.

Korihana logró su cometido pero antes de poder herir al yokai de ojos dorados este la empujó con fuerza y ella cayó de espaldas al suelo con colmillo explosivo apuntando a su pecho.

"Esperaba algo mejor" dijo con aburrimiento Sesshomaru. Él reconoció que esconderse en la neblina fue ingenioso, pero su aroma aún era persistente, por lo que cuando estuvo tan cerca de él no fue difícil adivinar su posición y hacerla caer.

Korihana no se iba a rendir tan fácilmente, por lo que con un movimiento rápido envolvió el chal, ahora convertido en látigo, alrededor de la hoja de la espada, aprovechando que Sesshomaru no había activado el veneno en ella. Con ese astuto movimiento logró crear una capa de hielo resistente.

La ingeniosa idea sorprendió un poco al yokai, aunque su semblante jamás lo demostró. Ria tuvo la oportunidad de rodar a un lado evitando algún ataque y rápidamente adoptó una posición defensiva.

"Creo que no te decepcionaré" dijo un poco burlesca la ninfa.

La capa de hielo no duró mucho sobre Bakusaiga, pues el yokai hizo que su veneno destruyera todo rastro de hielo.

El combate continuó, y a los ojos de los pequeños youkais espectadores los ataques de su señora parecían más certeros y seguros.

"La señora Korihana lo hace muy bien" comentó animado el ojinegro.

"sí, es genial." agregó su hermano. "Fubuki, nunca creí que el daiyokai tendría un combate de práctica con nuestra ama. Me parece sorprendente."

"Deberían agradecer que mi queridísimo Amo Sesshomaru haya dedicado su tiempo a corregir la falta de destreza de su señora." dijo orgullo el fiel diablillo, alabando como siempre a su Señor.

Los kamaitachis al oírlo solo pusieron sus ojos en blanco.

"Pero Shimo, la espada del señor Sesshomaru destila veneno corrosivo, podría ser peligroso si nuestra ama fuera herida con ello. No podría resistirlo."

"También lo creo hermano, me preocupa igualmente que su yoki sea tan denso que debilite a la señora Ria, eso acortaría su tiempo."

Ambos hurones blancos estaban un poco nerviosos por lo que podía ocurrir, es verdad que por el momento el demonio perro parecía sólo probar la destreza de su señora, pero temían que algo saliera mal.

Jaken conocía el poder de bakusaiga, y rápidamente se dio cuenta que su amo estaba conteniendo el poder demoníaco de la espada, de hecho había reducido su yoki.

-Parece que mi amo bonito no quiere que la chica salga herida, ni siquiera que se debilite su energía espiritual.

Incluso en combate parece que está siendo suave con ella. -

"No deben preocuparse, mi señor no está peleando ni con la mitad de su poder. Esa niña estaría en serios problemas si así fuera. Lo que debe hacer es aprovechar esta oportunidad y aprender." dijo asintiendo varias veces con superioridad.

"Oye, tú, renacuajo" Shimo le gritó al diablillo sintiendo que su actitud era muy odiosa. El hurón blanco estaba listo para abalanzarse sobre el yokai verde pero fue detenido por su hermano.

"Jaken tiene razón, Shimo. Recuerda la noche que se enfrentaron por primera vez. La energía en el aire era muy pesada, casi insoportable."

El ojiazul no discutió más porque sabía que tenían razón, pero eso no hacía que no le fastidiara la actitud del molesto diablillo.

" Lo sé, las circunstancias son diferentes, e incluso la señora Ria ya no es quien era, pero no significa que no sea capaz de mantenerse en pie en un combate real."

Dicho esto golpeó a Jaken en la cabeza y se cruzó de brazos contento por su acción.

"Mocoso malcriado" gritó, antes de echarse a perseguir en círculos al niño traviesos. Fubuki sólo soltó un largo suspiro.

El daiyokai de la luna en la frente estaba un poco molesto. Mientras ágilmente desplegaba sus garras para atacar a la mujer, se cuestionaba por qué estaba siendo paciente con ella.

Por qué no dejaba que bakusaiga emitiera su veneno como de costumbre o por qué ocultaba su yoki. Ella pidió ese combate, debería saber cuáles serían las consecuencias. Sin embargo, ahí estaba él conteniendo su dañino veneno. ¿Le importaba que la mujer saliera herida?

-Qué gran tontería-pensó.

Molesto por esa idea, decidió que ya no sería más blando con ella.

De un momento a otro, los ataques del Inu yokai eran más rápidos y más precisos. Korihana encontró dificultad en evadirlos, el peliplateado era realmente veloz.

La ninfa invernal se defendía con todo lo que podía crear con el chal, pero a penas y frenaba un ataque del demonio perro este la sorprendía con otro acercamiento.

-Es demasiado veloz-

Ya no estaba atacándolo, ahora procuraba defenderse.

La mirada dorada del hombre era firme y fría. Ria incluso podía sentir su enojo detrás de su perfecta máscara de indiferencia. Pero ella no desistiría, después de todo, ella misma lo retó.

"No eres la primera mujer que controla la nieve a la que me enfrento. Y debo decir que tampoco eres un oponente respetable." dijo él con fría burla.

La mujer estaba apoyada en el suelo después de evitar un ataque de energía demoníaca. Ella respiraba con un poco de agitación y sobre su frente una fina capa de sudor se había formado.

Los youkais que miraban estaban tensos por la situación, pues se había vuelto más sería. Jaken incluso notó que ahora su amo estaba siendo más duro con la mujer, casi pareciera que en serio quisiera atacarla.

"¿Amo bonito, no cree usted que es demasiado para la mujer?" dijo un poco temeroso. Pero el sirviente, como casi siempre, fue ignorado.

"Pelearé con o sin provocación, Sesshomaru. Lo que digas no me afecta." la ninfa se puso de pie con elegancia y su rostro también reflejo determinación.

"Hn" el sonido burlesco salió de los labios del yokai al mismo tiempo que este la miraba con autosuficiencia. "Quizás con la motivación correcta mejores."

No terminó de decir sus palabras cuando un látigo de energía verde se extendió hacia los kamaitachis.

Korihana logró desviar el golpe del látigo creando un pequeño torbellino de nieve que por muy poco logró hacer que el golpe impactara en un árbol. Rápidamente ella se puso frente a los pequeños.

"No me equivoqué" dijo otra vez antes de volver a lanzar otro golpe de su látigo que fue directo a la ex deidad,la cual creó un escudo de hielo lo suficientemente resistente para recibir el impacto en su lugar. Para evitar el golpe Korihana se había agachado y puesto un brazo cubriendo su rostro. Afortunadamente Ria sólo sintió los pequeños golpes de los trozos de hielo que caían sobre ella,los restos de su pequeño escudo.

Los yokais menores estaban completamente sorprendidos. Los gemelos habían caído de espaldas ante el rápido movimiento de su señora, admirados de cómo la ex divinidad había resistido al ataque. Jaken no podía ocultar su tensión desde el lugar donde se había escondido para evitar ser alcanzado por el golpe de su amo. El golpe deshizo el cristal justo en el punto donde impactó, a la altura del pecho de la mujer.

"Si esa muchacha no se hubiera agachado, el amo Sesshomaru la habría …"

El solo pensamiento le hizo temblar. Para ser un entrenamiento la situación fue muy peligrosa.

Korihana se levantó inmediatamente sin perder la compostura ni el brío. Dejando claro, que a pesar de estar en desventaja y de haber perdido, no se sentía ni un poco intimidada.

"Tal parece que estás empecinada en continuar, a pesar de tu derrota." comentó sarcásticamente el daiyokai. La reciente situación había puesto de mejor humor al peliplateado.

Con el pensamiento que le atravesó la otra noche, el demonio perro deseaba comprobar que tan alejada de la realidad estaba esa idea. Si realmente le interesaba la seguridad de aquella mujer entonces sería condescendiente con ella.

Pero al no restringir su veneno, sabiendo que sin duda el golpe afectaría su energía espiritual, tuvo la seguridad de que el estado de la mujer no era más importante que para el propósito de liberar a tenseiga.

"Admito que perdí. Me hago responsable de lo que dije." Ria calló por unos segundos antes de proseguir, esperando que el yokai dijera algo más, pero nada más se escuchó de él. "Seguiré entrenando, agradezco que tomaras en serio esta pelea." dicho esto Korihana caminó en dirección de Ah Un y gentilmente acarició sus cabezas, lista para guiarlo por el sendero.

-Bueno ya no queda más por hacer, está claro que él entendió el propósito del 'duelo'. Esto concluye toda oportunidad que tuviera para un segundo encuentro.-

Ambos eran muy inteligentes, que ella ganara o que al menos pudiera mantenerse en pie el tiempo suficiente, significaría que el combate se repetiría. Por lo que Ria podría seguir aprovechando la práctica. Pero el resultado no le permitiría seguir con su plan.

-Bien, sabía que esto era el resultado más obvio.-

El grupo siguió su camino como si lo recién ocurrido no hubiera pasado. Los kamaitachis preguntaron entre susurros a su señora si se encontraba bien, ya que aún se sentían nerviosos por el daiyokai. La ferocidad con la sé enfrentó al final del combate hizo que temieran por la seguridad de su señora.

Korihana les aseguró que se encontraba bien, que sólo debía descansar un poco. Ria siguió el viaje sobre Ah Un y analizó su batalla, necesitaba estudiar sus falencias para poder mejorar sus habilidades. Sesshomaru era muy rápido, lo que la forzó a moverse más rápido de lo usual y eso la cansó, ella no era tan veloz como él incluso cuando era deidad.

Por otra parte, sus ataques eran contundentes y poderosos por lo que pudo crear defensas de hielo que le permitieron huir de los impactos, pero que naturalmente no tenían la misma resistencia de cuando era una divinidad. Sin embargo, por ahora era útil.

La exposición al veneno, aunque sí la mareó, también ayudó a entrenar su resistencia.

-La intensidad de su veneno me ahogaba, y eso que no se comparaba a la potencia que tenía cuando me atacó por primera vez. Pero al menos no me desmayé.

Es verdad que me afectó mucho, pero necesito volver a exponerme a ello si quiero tener más resistencia.-

La tarde era fresca ya que el cielo estaba algo nublado, así que continuaron su camino a pie en tranquilidad. Se movieron por un sendero que los llevaba cerca del pie de grandes riscos. El ambiente pacífico empezó a tornarse en algo más lúgubre.

"Hermano, no sientes que el ambiente está un poco raro." comentó Shimo.

"Así es Fubuki, el aire está cargado de energía maligna, pero no distingo su dirección exacta." respondió el ojinegro mirando en varias direcciones siguiendo el paso de su hermano y del diablillo de ojos amarillos.

"Es como si nos rodeara" dijo también Jaken que percibía la presencia intensa de youkais pero no podía saber qué o dónde estaba. "disfrazan su identidad"

"O están muy arriba para ser percibidos" La ex deidad dijo esto mirando hacia arriba notando lo curiosamente alto que estaban esos riscos y parecía que algo se ocultaba entre las nubes que rodean a la montaña. No debían estar muy lejos de ellos puesto que ella podía sentir su aura demoníaca.

El peliplateado cesó su andar y volteó hacia la mujer. Mirándola con indiferencia se acercó a la ninfa que ya había bajado de los lomos del dragón.

"Tal vez esto sea más adecuado para tus deficientes habilidades." sin ninguna emoción en sus palabras y con su rostro serio y frío. El yokai provocó a la ninfa a mostrar sus habilidades una vez más, sólo que en esta ocasión él no sería su oponente.

Korihana lo miró entrecerrando sus ojos, disgustada por su arrogancia, pero su honor no le permitiría ceder a la burla del yokai de la luna en la frente.

Pronto en el cielo se oyó el aleteo tempestivo de aves, así como sus graznidos. De entre las nubes, una figura redonda como una cabeza gigante emplumada apareció. Ojos y boca gigantes y sobre ellos unas figuras semi humanas.

-Aves del paraíso- pensó con sorna Korihana, no sabía si divertirse por la burla o molestarse por la subestimación.

-Arrogante presumido, ¿crees que tu mala broma me molestará? Observame-

Sus ojos diamantinos celestes destellaban molestia, pero aceptó su juego. Ella vencería.

"Señora…"

"Quédense con Ah Un, niños. No tardaré"

Usando su chal creo un pequeño remolino de escarcha que la elevó hasta un punto más alto de la montaña, donde podría ser observada fácilmente por el ave maligna. Empezó un nuevo enfrentamiento.

"Amo bonito, es verdad que la chica no estuvo a su altura en la mañana, y claro jamás lo estará, porque usted es grandioso. Pero… creo que un ave del paraíso no es nada que ella no pueda manejar con facilidad." Jaken se había parado al lado de su señor quien tomó asiento sobre una gran roca que estaba cerca del camino. Él ni siquiera estaba interesado en el combate de la chica y el ave.

"¿Crees que esto es demasiado fácil para ella, Jaken?"

El diablillo pudo percibir el tono malicioso en la voz de su amo, sin duda le causó un escalofrío. Prefería a su señor indiferente o molesto. Pero cuando él hablaba suavemente casi sonaba como una amenaza burlesca. Eso sí que le daba miedo.

" Bue, Bue, bueno, amo…" tartamudeó un poco al responder. "No es que usted se haya equivocado. Entiendo, ¿Es acaso una burla? Eso debe ser." el diablillo entonces comenzó a reírse nerviosamente casi sudando en su frente.

"Si realmente es un reto fácil, terminará pronto." dicho esto volvió a ignorar al diablillo.

"Ah, sí, claro. Como usted diga, amo bonito" Jaken entendió que su señor no quería ser molestado y fue a esperar junto a los gemelos y Ah Un.

"Estoy furioso, ese yokai se estaba burlando de nuestra ama y señora, Fubuki!" Shimo estaba apretando sus dientes conteniendo su molestia para evitar ser oído por el daiyokai.

"Hermano, nuestra señora no es ninguna tonta. Si ella aceptó combatir al ave del paraíso, está bien."

"Lo sé, ella debe practicar, pero… un así un oponente así, hermano?!"

"La ama Korihana terminará pronto. Mejor esperémosla." calmó el ojinegro al ojiazul.

Los niños se sentaron apoyando sus espaldas contra el gran dragón, esperando que su diosa terminara.

"Y ahora tú que haces aquí?" el rebelde kamaitachi preguntó altaneramente cuando vio a Jaken sentarse cerca de ellos.

"Este espacio es libre, me siento donde quiero. Además, Ah Un está bajo mi cuidado. Niño odioso." respondió molesto ambos giraron sus cara en dirección opuesta.

"Ah, parece que la ama Ria ha terminado, ahí viene." dijo contenido Fubuki que vio como su señora descendía traída por un suave remolino.

Sin embargo, antes de que tocará el suelo, fue derribada por otra ave del paraíso que voló a gran velocidad cerca de ella.

" Señora" gritaron los niños. Pero se calmaron al ver a Ría ponerse de pie de inmediato. Con un ataque de hielo de su chal, pudo alcanzar al ave y terminarla.

Lista para unirse junto con sus sirvientes, fue interrumpida cuando del cielo descendieron una bandada de aves del paraíso listas para atacarla.

"No puede ser, es…" Fubuki no pudo continuar con lo que iba a decir por el asombro de lo que vio.

"Un nido." Jaken terminó.

-Y parece ser el nido más grande que haya visto en toda mi vida- pensó Jaken.

-El amo Sesshomaru, no la subestimó. Este no será un combate fácil.-

Pronto una gran cantidad de monstruos se agolparon para herir a la ninfa. Ellos no podían distinguir qué era aquella chica. No tenía aroma ni aura, eso los enfurecía más, porque no les gustaba los visitantes que escondían cosas.

"Revelate ahora mujer, o tu muerte será tan tortuosa que desearás que hayamos acabado contigo al instante." le gritó uno de ellos.

Korihana no les respondió, solo siguió atacando y defendiéndose. Acabando con los que se atravesaban en su camino. Ella había usado nuevamente sus polvos que cubrían su rastro.

-Se suponía que lo usaba para no llamar mi atención, pero parece que no saber lo que soy les molesta aún más-

Cristales, cuchillas, neblina, y vientos de hielo y escarcha iban y venían en todas direcciones. La ex deidad había perfeccionado la velocidad del uso chal, aunque aún su potencia no era mucha. Pero al menos era suficiente para esos monstruos.

-Quizás te juzgué mal, Sesshomaru. Pero eres extremista. Enviarme a un nido, donde al parecer tienen al ave reina, estás loco.-

-Debo acabar pronto, sigo exhausta de la pelea de la mañana, y al parecer, el aura de estas bestias se está concentrando y…-

La ex deidad había llevado la pelea a los aires. Los youkais al parecer habían descubierto que sí la rodeaban su yoki la debilitaba. Por lo que pretendían atacarla de esa forma. Incluso el ave reina se había unido al ataque.

-Si los purificara acabaría con todos ellos, pero no puedo desperdiciar energía espiritual.-

Pero el círculo se hacía cada vez más pequeño, el yoki consumiría su fuerza y energía.

"La señora Ria está en problemas" gritó Fubuki desde el suelo, preocupado por su dueña.

"Debemos hacer algo" lo instó su hermano. Shimo miró de reojo al daiyokai esperando que este hiciera algo para socorrer a su señora. Pero este solo permaneció quieto mirando la escena.

-Es un malvado. Hacer que mi señora haga esto.- pensó con enojo el niño, pero se contuvo porque sabía que no podía hacer nada contra un gran señor yokai como él.

"Amo Sesshomaru, creo que la ninfa ya aprendió la lección." Jaken se acercó a su señor para sugerirle que ayudara a la chica. Es verdad que ella había sido obstinada creyendo que podría enfrentarse a lo que sea. Pero para el combate no sólo necesitas actitud sino también destreza, y ella fue descuidada al querer tener dos enfrentamientos en el mismo día.

-Bueno nadie podría adivinar que el amo Sesshomaru haría algo como esto. Todos pensamos que se burlaba de ella al hacer que peleara con un miserable monstruo, pero creo que esta vez mi amo bonito se excedió-

"Usted podría acabar con ellos con un solo movimiento de bakusaiga."

"¿No habías dicho que esto era demasiado fácil para ella, Jaken?" comentó el Inu yokai sin siquiera mirar a su sirviente.

"Sí señor, pero esto… emm bueno, yo…" el diablillo no sabía qué responderle, así que balbuceó un poco jugando con su bastón moviéndolo de una mano a otra.

"¿acaso te preocupa ella?"

Sesshomaru estaba satisfecho por lo que ocurrió. Traer a la mujer aquí y enfrentarla a este tipo de situación sin pestañear era algo propio de su naturaleza fría.

Cuando en la mañana comprobó que no tenía importancia para él que ella se lastimara, decidió que le concedería su petición. Ella quería mejorar sus técnicas, lo haría, pero a su manera. Había pensado el Inu yokai con sorna.

En ese momento, aun cuando la vio en clara desventaja decidió que no haría nada para intervenir. Tenseiga no lo había llamado para proteger a la mujer, entonces ella podría arreglárselas sola.

"No, no Señor. Yo solo velo por usted. Pero como la mujer es útil para hallar la gema, pensé que…" Jaken intentó disculparse pero no pudo terminar lo que iba a decir ya que el grito de Fubuki lo interrumpió.

"Hermano no podemos seguir aquí, debemos…"

La mirada de Sesshomaru se giró rápidamente hacia el este, algo extraño se aproximaba. Tenseiga se vibró con desesperación, pero ya era demasiado tarde.

"¡Bakuryuha! " alguien gritó.

Una horda de grandes tornados de viento se dirigían a gran velocidad a la bandada de aves del paraíso. En segundos todos los youkais serían destruidos y por desgracia la ninfa también.

Korihana vio como los torbellinos se acercaban a ellos, no había forma de huir, sería destruida.

"Ama Korihana" gritaron los Kamaitachis desesperados con lágrimas en los ojos.

El daiyokai no pudo evitar mirar con sorpresa lo que estaba ocurriendo, la mujer moriría en instantes. Un sentimiento extraño se inquietó dentro de él y lo impulsó a querer sacarla de ahí. Rápidamente con un movimiento de bakusaiga cortó y desvío el ataque de bakuryuha. Pero uno de los torbellinos había evadido el golpe e impactó en la mujer.

La mirada de todos se horrorizó.

Sin embargo algo extraordinario pasó, antes de que el torbellino la derribara su chal invernal se alargó y la rodeó como una esfera y la protegió desviando el impacto del torbellino. Al recibir el todo el poder del ataque, la esfera se deshizo y la chica comenzó a caer a gran velocidad.

Afortunadamente Korihana nunca recibiría el golpe de la caída, pues unos fuertes brazos la sostuvieron aún en el aire.

Toda esa mezcla de poderoso yoki y energía invernal provocaron que la ninfa perdiera la conciencia por unos instantes, por eso cuando sintió que aún flotaba y que estaba siendo sostenida con mucho cuidado abrió lentamente sus ojos.

Lo que vio fue una silueta que no podía distinguir bien, pero casi tuvo una idea de quién era. Su cabello plateado y ojos dorados que la miraban con preocupación le dieron una pista. Pronto su mirada se aclaró y supo quién era.

"Inuyasha…" susurró suavemente la ex deidad.


Bueno qué les pareció la aparición del invitado sorpresa de este capítulo? Hazmelo saber en los comentarios.

Parece que a Sessh se le pasó un poco la mano en querer probar su punto. Encontró su respuesta a la mala.

No te pierdas el siguiente capítulo!

Agradezco a los lectores que están al pendiente de esta historia desde: USA, Brasil, Rusia, Chile, Canadá, Venezuela, España, Mexico, Alemania, Perú, Argentina, Francia. (lectores de Agosto y parte de Septiembre)

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XOXO!