18ª. Epilogo : Unas historias que contar
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1ª. Parte. : Infancia.
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Ranma empezó su relato…
-Veréis hace mucho tiempo, en un dojo lejano , muy, muy lejano, vivía una princesita llamada Akane, que era visitada con frecuencia por su amado principito llamado Ranma. Los eran muy felices jugando juntos….
Muchos años antes.
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Era de noche, una mujer y su hija mayor estaban en el jardín del dojo. Toda la familia estaba durmiendo. Esa noche Soun y su amigo de la juventud, habían bebido y que al volver a su casa cayó redondo en el salón y allí durmió toda la noche, su mujer lo dejó allí.
Nabiki dormía en su habitación y Akane... la pequeña Akane había invitado a su amiguito, Ranma, el único hijo del mejor amigo de Soun, a dormir en casa, y él se había quedado a dormir en el dojo, como muchos días a la semana. Akane y Ranma, Ranma y Akane. Eran muy buenos amigos inseparables, aunque se tenían mucho aprecio, también tenían peleas por tonterías. Los dos tenían mucho carácter, se protegían mutuamente, pero también eran muy celosos. Akane no le gustaba que ninguna niña se acercara a su amigo, y Ranma tampoco le gustaba que ningún niño se acercara a Akane.
Naoko sabía que pasara lo que pasara esos dos chicos estarían siempre juntos. Que se acabarían casando. Aunque si por alguna razón se separaran, se volverían a encontrar, por que su destino era recorrer juntos el mismo camino.
Pero también sabia que ella no vería eso, que su destino era desaparecer cuando sus hijas fuesen niñas. Había aceptado ese destino, no podía evitarlo. Debía enseñar algo a su hija pequeña, trasmitir una antigua tradición, un ritual, Akane debía aprenderlo y con ella, el chico que sería su protector, o sea Ranma.
Y como no estaría para enseñarlo debía instruir a Kasumi, para que fuese ella la que enseñase a esos dos niños esa milenaria tradición
-¿Lo has entendido bien Kasumi?- preguntó Naoko a su hija mayor.
-Si, mamá, debo memorizar el ritual y enseñárselo a Akane cuando tenga la edad necesaria.
La mujer había estado instruyendo a su hija mayor para que a su debido tiempo enseñará a su hermana pequeña. Kasumi era la más responsable de sus hijas. Nabiki era demasiado materialista, no haría nada gratis y Akane, su pequeña y querida Akane, aún era muy niña, no entendería lo que debería hacer, aunque era la elegida, la que cuando fuese mayor sería quien la sustituiría.
-Kasumi, ven- la mujer se sentó en el suelo y su hija mayor lo hizo a su lado.-Mira que bella es está noche. Se ven bien las estrellas, hay algunas que brillan más que otras, y muchas que no se ven.
-Si, ha y estrellas muy bonitas- contestó la niña.
La mujer la miró y sonrió.
-Los humanos hemos agrupado las estrellas en constelaciones, es decir grupos de estrellas.
-¿Grupo de estrellas?- preguntó la niña.
-Para que lo entiendas en familia. Mira la Osa Mayor- son siete estrellas, como nosotros.
-Nosotros sólo somos cuatro, te equivocas mamá.
-No me equivoco, somos siete. Nosotros cuatro y los Saotome.
-Pero tío Saotome no es de nuestra familia.
Naoko rió.
-Lo será, cuando Ranma se case con una de vosotras, que será Akane.
-¡No te entiendo mamá!.
-Llegará un momento que a Ranma se le dará a elegir a quien quiere como prometida, tú y Nabiki debéis retirados de su elección y dejad sólo a Akane como candidata.- miró a Kasumi-¿De acuerdo?- preguntó a su hija mayor. Estas dijo si con la cabeza. - ¡Sal de ahí Nabiki!, sé que nos has estado espiando mientras enseñaba a tu hermana.
La niña salió de su escondite, no tuvo otro remedio.
-¿Por qué tengo que renunciar a Ranma? Será un niño guapo, y con lo que ya sabe de artes marciales será un campeón del mundo y ganará mucho dinero.
-Él y Akane deberán afrontar muchos peligros, no estaréis tan preparadas como Akane para ser la esposa de Ranma. Debo enseñar a Kasumi para que en el preciso momento sea ella la que enseñe a Akane y a su pareja, o sea a Ranma a hacer el ritual que es tradicional en nuestra familia.
-¿Y no podemos ser nosotras las elegidas?- preguntó Nabiki.
-¡No!. Kasumi es demasiado buena, prefiere las labores del hogar a las artes marciales, y tú prefieres el dinero. Para ser la elegida se debe tener mucho carácter, ser fuerte y a la vez amable y generosa. No rendirse nunca y estar dispuesta a dar su vida por los demás. – miró a sus hijas- vosotras tenéis algunas de las cualidades de para hacer el ritual, pero no todas. La única que puede hacerlo es Akane
Las dos chicas asintieron, pero con pena, ellas querían ser las elegidas, Naoko vio los deseos de sus hijas.
-Ser la elegida no es una vida fácil. Se debe pasar muchos peligros, y estar preparada para afrontarlos. Se debe tener un protector fuerte a su lado que sea capaz de cuidarla siempre.
-Yo encontraré alguien que me cuide siempre. Le pagaré para que lo haga.
Naoko miró a su hija mediana y sonrió.
-La cosa no funciona así, la elegida necesita una persona que no pida nada por estar con ella, que se arriesgue a salvarla sin pensarlo. Alguien que la quiera de corazón. Y la elegida debe hacer lo mismo por su protector. Elegida y protector deben estar unidos por el corazón y el alma. Los dos que velarán por el secreto de nuestro clan deben ser uno- miró a sus hijas- sólo sois unas niñas ahora no lo entendéis, pero llegará el día que lo haréis.
-¿Por qué…?-Nabiki nunca acabó su pregunta, su madre la cortó.
-¡Tú deberías estar durmiendo! ¡Ya te puedes ir a dormir! -Nabiki obedeció sin protestar, esa chica sólo temía a su madre. Pero se preguntó por qué no era su madre la que enseñase a Akane cuando está creciese. La chica pasó por al lado de la habitación de Akane. Ahí dentro estaba su hermana durmiendo con Ranma, esos dos niños se llevaban muy bien, tanto que dormían juntos, lástima no tener una cámara de fotos y… pero en unos años la tendría y…
La chica se durmió pensando en el dinero que ganaría con esas fotos.
En el jardín, Naoko y Kasumi.
-Debes saber algo más- dijo muy seria Naoko a su hija.- Akane está en peligro, en mucho peligro. Hay alguien que intentará deshacerse de ella. Esa persona tiene intereses ocultos que no debe conseguir, no puede conseguir.
-¿Por qué quiere matar a mi hermanita?- preguntó la niña.
-La ve como un estorbo, una molestia entre él y su objetivo, su autentico objetivo. Nunca debe saber lo necesaria que es tu hermana para sus planes, si llega a saberlo la utilizará, pero tampoco debe saber que solamente con Akane no conseguirá nada, que es necesario el protector de la elegida.
-¿Y por eso me estás entrenando?- preguntó la pequeña Kasumi.
-Si, notó que mis días se acortan. Sé que no os veré de mayores,- a la mujer se le escapó una lágrima. Vio a su hija llorar- no es hora de llorar, tú deberás sustituirme. Te dejaré los papeles que necesitará Akane para el ritual y otros para que esa amenaza que quiere destruirla no pueda hacerle daño.
-¿Y tú no podrás ayudarla?- preguntó la niña.
-No, sabes que no me queda mucho. Deberás guiar a la familia. Tu padre sin mi no es nada. Nabiki sólo piensa en divertirse y Akane es una niña. – la mujer cogió las manos de su hija-¡Prométeme que cuidarás a la familia!, ¡ Que protegerás a Akane y a su protector!- Kasumi la miró asustada- ¡Prométemelo!- exigió la mujer.
-¡ Si!, ¡Lo haré!- prometió la niña.
Naoko sonrió, aunque se sintió preocupada, le dio mucha responsabilidad a su hija mayor, aún era sólo una niña. No sabía cuánto le quedaba de vida, esa enfermedad le carcomía la salud. Debía aguantar hasta que Kasumi lo supiera todo.
Cada noche Naoko le enseñaba un poco y eran espiadas por Nabiki, que siempre era descubierta por su madre.
Y muchas noches Naoko miraba hacia la casa. Nabiki no era la única que observaba esas lecciones a escondidas. Dos pequeños príncipes miraban lo que Naoko enseñaba a su hija mayor.
En el presente.
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-¿Vosotros espiabais el ritual?, ¿ Como mamá enseñaba a Kasumi?
- Si Nabiki, no eras la única espía. Yo y Ranma vimos el ritual. Pero lo olvidamos, mamá nos hizo olvidarlo. Recuperamos ese recuerdo cuando leímos el diario de mamá que nos dio Kasumi al irnos.
Ranma miró a Nabiki furioso, había mucho que contar y no quería que nadie los molestarse y eso mismo relato prosiguió.
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Muchos años antes
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Una de esas noches en la que Naoko entrenaba a Kasumi. En la habitación de Akane dormían dos niños. Los dos compartían todo, desde la comida, hasta el vestuario. Y desde luego la cama. A esa hora los dos niños dormían con las manos entrelazada.
De repente ella se despertó y recordó el helado que había comprado su madre, y sintió que le aparecía comer de esa delicia. Miró a su amiguito y llamó.
-¡Ranma!,- No obtuvo respuesta, ese niño dormía profundamente. Lo volvió a llamar una y otra vez, y otra, hasta que se enfadó y le tapó la nariz.
El chico se despertó medio asfixiado.
-¡Eres tonta!, ¿Me quieres matar, tonta?- dijo el niño enfadado.
-¡ El tonto eres tú!- y añadió con pena-yo sólo quería que vinieses conmigo a comernos el helado que trajo mi mamá. – puso los ojitos de corderito perdido- mi barriguita tiene hambre y he pensado que la tuya también.
El chico al sentir la palabra helado, sintió hambre y le gruñeron las tripas.
-Mi barriguita también tiene hambre y ese helado está muy bueno. Bajemos a dar de comer a nuestra barriguitas.
Ella asintió y salieron al pasillo, y bajaron y entre los dos hambrientos niños se comieron la tarrina de helado. Se lavaron las caras y escondieron la caja de helado ya vacía. Y subieron a acostarse, cuando pasaban por la ventana del pasillo oyeron a alguien hablar en el jardín, y desde allí espiaron a la madre de Akane enseñarle a hacer el ritual.
Cada noche los dos niños se levantaban a comer a escondidas y espiaban a la madre de Akane enseñarle a Kasumi el ritual que debía enseñarle a su hermana pequeña. De tanto ver esa enseñanza los dos chicos la aprendieron a hacer y recitar las palabras, pero al ser tan niños no entendieron su significado hasta muchos años después.
Esos dos niños no sabían que Naoko sabía que la espiaban, era muy pronto para que lo supieran, debía borrar eso de la memoria de los niños. Con los años recuperaría esos recuerdos. Pero por ahora era demasiado peligroso para ellos saber eso. Si quien amenazaba la vida de Akane supiera esa información los dos niños estarían en peligro.
Días después Naoko llevó a un prado a los dos niños, sabía que su enfermedad avanzaba con rapidez, que no le quedaban mucho tiempo. No sabía que ese día cambiaría todo. Que el despreciable ser que quería a Akane muerta actuaría, y cometería un acto imperdonable contra Akane. Que la hija de ese hombre haría sufrir a Ranma y que para deshacerse de ellos los lanzaría a un río para que se ahogasen.
El hombre no suponía que esos dos niños serían salvados por Naoko, aunque eso le acortaría aún más la vida.
En el presente.
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-Mi madre nos salvó, pero empeoró su estado, mientras los dos estábamos en coma en el hospital mi tío exigió que mi padre me matará. Pero mi madre logró salvarme a cambió de la vida de mi primos. Si yo moría, mis primos serían obligados a matarse. Además para salvarnos y no traumatizarnos nos hizo que nos olvidáramos el uno del otro y nuestro recuerdo del ritual.
-Además tía Naoko nos borró la memoria. Olvidamos ese día, al menos en parte. Akane no pudo olvidar que su prima me pegó, que amenazó a su amigo, al que no pudo recordar el nombre. Por la acción, Akane le cogió pánico a esa chica. También le cogió pánico al agua, por eso no podía nadar. Y yo por ese día yo desde que vi a Mana sentir odio hacía ella, inconscientemente me recordaba de ella y de lo que nos hizo, por eso sentía odio a esa familia.
- Mi madre murió por su enfermedad y mi tío me echó las culpas. Me llamó monstruo. Y yo me deprimí. Mi madre al borrarme parcialmente la memoria me borró el recuerdo de mi amigo, no recordé su nombre, sólo que tuve un amiguito. No lo recordé cuando volvió y se convirtió en mi prometido, ahora sé que mis hermanas debían retirarse y no ser candidatas a ser las prometidas de Ranma.
-Cuando huimos de Kyosuke gradualmente fuimos recuperando esos recuerdos. Además tía Naoko nos dejó su diario que nos hizo recordar más cosas, y nos explicó más acerca del ritual.
-Y volvimos a veces, durante días, y empezamos atacar a los envíos ilegales de Kyosuke, fuimos nosotros los que le llevamos a la ruina, y una vez conseguido volvimos a huir al extranjero.
-Y ¿ Cómo os salvasteis al caer al barranco?- preguntó Nabiki.
-Para eso te tienes que esperar, vendrán más invitados. Os tenéis que esperar que lleguen. Ellos nos han estado ayudando durante este tiempo. Fueron ellos los que fueron donde estaba el falso Kyosuke, y su hijos y los desenmascararon.
Todos los miraron. Estaban cansados,. Quedaron para unos días después por la tarde, y contarían como se salvaron. .
2ª. Parte. : Unos días de descanso.
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Habían pasado casi dos semanas desde que volvieron los chicos. Los dos se levantaban muy pronto y entrenaban, después se dedicaban a reparar el dojo, lo volverían a usar como escuela de artes marciales. El restaurante de Kasumi volvería abrir, pero en un local cercano, lo habían comprado con dinero que trajeron los chicos de sus viajes.
Durante ese tiempo no hablaron de sus viajes, si no del futuro. Ahora libres de Kyosuke, podrían abrir el dojo y participar en torneos, ya no necesitaban ocultarse.
En ese tiempo fueron recibiendo visitas de gente que los conocía. Cuando le preguntaban por el tiempo que habían pasado desaparecidos, ellos contestaban con evasivas.
-Aún no es tiempo para hablar de eso, en algunos días los sabéis.- decían ellos, y cambiaban de tema.
Al salir a la calle la gente los saludaba y se alegraba de su vuelta, y los felicitaba por haber vencido a Kyosuke. Según rumores, al ver volver a los dos chicos se asustó tanto que cogió a sus hijos y huyó al extranjero. Otro rumor decía que los tres Tanaka se fueron a un santuario arrepentiros de su maldad. Había tantos rumores sobre esa familia como habitantes había en Nerima y cada día aparecían nuevos rumores, algunos de ellos de lo más loco. Pero pronto la gente olvidó a esa familia y Kyosuke y sus hijos cayeron en el olvido.
Los dos jóvenes al salir visitaban los lugares en los que estuvieron mientras eran adolescentes. Se acercaban al Furinkan y recordaron su vida en ese colegio. Ya no estaba el director Kuno, había huido a Hawai con sus hijos. En ese colegio los dos jóvenes habían vivido muchas aventuras y de allí habían tenido que huir para salvarse de Kyosuke y sus matones, aunque para lograr huir necesitaron la ayuda de sus compañeros y de sus vecino.
Estaban viendo salir a los nuevos alumnos de ese colegio, el uniforme de las chicas había cambiado, ahora era más moderno, con una blusa, un corbatín, unos calcetines negros y una falda excesivamente corta. El de los chicos también había cambiado, una camisa blanca, un pantalón negro, y una chaqueta roja. Y tanto el uniforme de ellos como de ellas llevaba sobre el pecho derecho el escudo del Furinkan.
Se les acercó un grupo de chicos, parecían pandilleros. Iban vestidos como luchadores de Kendo.
-¡Somos el grupo de vigilancia contra maleantes y pederastas, luchamos contra los vagos tanto dentro como fuera del nuestro preciado colegio. No permitimos noviazgos entre alumnos- el chico se rió con desprecio- salvo yo y mis amigos y quien yo quiero.
- Estas mirando a nuestros compañeros. ¡ Unos viejos babosos como vosotros mirar a nuestras preciosas compañeras!, ¡sus piernas bien formadas!, ¡ Sus grandes pechos!,¡Sus…!- recibió un golpe con la espada del líder de ese grupo, ese chico cada vez se excitaba más. En el fondo era un pervertido perturbado.
A la joven pareja no le gustó nada la forma de hablar del líder de ese grupo.
- Se parece demasiado a Kuno.- Ranma recordó la locura de ese chico que los acosó.
Akane tenía baja la cabeza y desprendía un aura negra. Se encaró con quien los había llamado viejos babosos.
-¿Nos has llamado viejos babosos?- preguntó la joven.
Un grupo de personas se reunieron y miraron la escena.
-¡Que error han cometido esos jóvenes!- dijo un anciano de ese grupo de espectadores..
-¡ Ya habéis oído!, ¡ Habéis cometido un error!
-¡Me refería a vosotros!- dijo el hombre-¡Esos dos jóvenes con quien buscáis pelea son los dos chicos más fuerte del barrio!, ¡ Sé enfrentaron a todos los tíos locos que aparecían en el barrio! ,¡ Y vencieron a todos! Incluso al antiguo director de vuestro colegio. Mientras ellos fueron estudiantes del Furinkan mantuvieron a raya a ese loco director y a su hijo- al hombre se le llenaron los ojos de lágrimas.-¡Que tiempos aquellos!, ¡Que grandes batallas protagonizaron esos dos chicos!. ¡Que pelea cuando todo el barrio se levantó en contra del ese mal comisario, y sólo para salvar a esos dos jóvenes.
-¡Barrio que semanas antes nos quiso linchar por un falso rumor propagado por ese comisario- dijo Ranma.
-Una cosa es una cosa, y otra es una cosa- se excusó el anciano.
Los pandilleros miraron a los dos jóvenes, ya sabían quienes eran esos dos. Eran los famosos Ranma Saotome y su pareja Akane Tendo. Habían oído hablar de ellos a sus padres y hermanos mayores. Todos hablaban con admiración de ellos.
-Todos os admiran, pero yo no veo nada en vosotros.- se giró a sus compañeros- si vencemos a esos dos conseguiremos renombre, nos haremos famosos y todo Nerima nos temerá.- ese era el proyecto de ese grupo, expandir sus acciones fuera del colegio y volverse una pandilla temida por todos- ataquemos, hagamos realidad nuestro proyecto
-¡Por la directora Hanako!
Y atacaron a los dos jóvenes. La batalla fue muy breves, en menos de diez segundos acabaron las aspiraciones de ese grupo.
Ranma cogió por el cuello al caído líder.
-Decirle a la directora Hanako, que Saotome y Tendo le harán una visita de cortesía. No queremos pelea, sólo nuestros títulos, para poder convalidar nuestros estudios universitarios- se giró a Akane- Vamos a la heladería.
La noticia de la vuelta de aquellas personas que todo el barrio daba por muertos se expandió con rapidez y llegar a la heladería fue una odisea. A cada paso los paraba la gente para hablar con ellos.
Al final llegaron a la heladería. Estaban un poco sonrojados, algunas de la preguntas que les hicieron sus vecinos eran muy íntimas., demasiado íntimas.
Pidieron su consumición y emperezaron a hablar de cuando eran adolescentes, de sus peleas por tonterías, de tiempos mejores, de un tiempo anterior a Kyosuke. Los dos jóvenes se reían a carcajadas.
Cuando salían de la heladería se encontraron a Sayuri y Yuka, que se los llevaron al centro comercial. Ranma se quiso ir y dejar a Akane con sus amigas, para que las tres hablasen con más libertad, pero las dos amigas de Akane no le dejaron huir. Fue una visita al centro comercial alegre y divertida. Tanto Akane como Ranma ampliaron su vestuario. El chico fue obligado a comprarse ropa más normal.
Cuando se iban a separar, Akane las miró recordando viejos tiempos.
-Mañana inauguramos el restaurante de Kasumi. Esta donde estaba el Neko- Hanten. Se inaugura a la siete y habrá cena. Estáis invitadas.- sonrió enigmática- después sabréis lo que nos pasó desde que tuvimos que huir hasta que volvimos.
-No faltéis-Ranma tenía una sonrisa traviesa en su boca- hemos encargado a las hermanas de Akane que llamé a la gente indicada.
-Os habrán llamado, pero al no estar en casa, no habréis cogido el teléfono. Pero ya sabéis que debéis venir.
Las dos chicas los miraron asustadas, esos dos habían esperado mucho a contar su pasado. Seguro que trataban algo. .
3ª.. Parte.: Una cena inesperada
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Era la hora indicada, esa noche los dos prometidos contarían lo que les pasó desde el día que habían huido. Desde el día que fueron dados por muertos.
Las personas invitadas fueron llegando al nuevo restaurante de Kasumi, que se llamaba igual que cuando estaba en el dojo. Estaban todos lo que fueron al último aniversario de la, ahora sabida presunta, muerte de los dos jóvenes.
Pero faltaban los dos chicos. A media mañana habían desaparecido y dijeron que irían directamente al restaurante, que debían hacer algo antes. La familia no les pudo sacar información , ni siquiera Nabiki, que se sentía frustrada por eso.
Se iba acercando la hora de la inauguración y los chicos no aparecían. Cuando faltaban segundos para la hora indicada, la puerta se abrió y entraron los dos prometidos, todos se alegraron, pero en seguida se pusieron furiosos. Detrás de los dos chicos entraron los personajes más odiados por el barrio. Detrás de Ranma y Akane entraron sus seis rivales… y sus despectivas parejas.
Nodoka al ver a esos que tanto habían sufrir a sus niños se adelantó dispuesta a devolver parte de ese daño. Todos los invitados se prepararon parra combatir a esos jóvenes que no debían estar allí.
Ranma viendo que eso podía acabar mal se interpuso entre los dos grupos.
-Son nuestros invitados- explicó- no quiero ninguna provocación de ningún parte- miró a su madre- nos traicionaron, se unieron a Kyosuke…pero sin ellos no estaríamos aquí, nos salvaron la vida y gracias a ellos pudimos huir. Y al volver, fueron ellos los que transformaron al falso Kyosuke en su autentico aspecto. Ya no podrá volverse nunca más en Kyosuke, conseguimos la cura a las maldiciones.
Su familia y conocidos no estaban contentos con esa explicación.
-Después de la cena se explicará todo, como nos salvamos de la caída y como ellos están implicados en nuestra salvación- Akane no dijo más.
Los allí reunidos no estaban contentos con estar con la gente que traicionó a Ranma y Akane, pero no dijeron nada.
Y entonces se oyeron voces, eran de unos niños, que entraron en tropel sorprendiendo a todos.
-¿Quiénes son estos niños?-preguntó Kasumi- son guapísimos.
-Son nuestros hijos- aclaró Ryoga- me casé con Akari, fue medio año después de huir, a los cuatro meses nació nuestro hijo.
-Yo me casé con una amazona de alta categoría- contó Mousse- estaba prometido a ella, la vencí sin querer con ocho meses de edad, por eso Cologne no quiso que me casara con su bisnieta. No quería desafiar a una superior.
- Yo no estar casada- dijo Shampoo- yo vivir con gato caído a laguna de chico ahogado, abuela hacer que no pueda volverse gato, y ahora ser hombre normal.- todos se horrorizaron por eso. Pero si Shampoo era feliz no había nada que decir.
Ukyo vivía con su antiguo camarero y tenían un hijo, pero tampoco estaban casados.
Los hermanos Kuno se habían encontrado pareja en Hawai, que estaban tan locos como ellos.
Cada uno presentó a sus respectivos hijos, menos dos tímidos niños que miraban a todos con miedo.
Kasumi los miró y de repente se sobresaltó ¡ No podía ser! Dio un paso hacía los niños. Pero el niño abandonó su timidez, se interpuso entre Kasumi y la niña y se puso en posición de defensa.
-No dejaré que le hagas daño a mi hermanita.
Kasumi rió.
-¡Tan protector como tu padre con tu madre! – los dos chicos la miraron con miedo.- No le haré daño a tu hermana, ni a ti tampoco.
-¿De qué conoces a mis padres?- dijo el chico con chulería-¿ Eres una bruja? No dejaré que le hagas daño a mi hermana.- repitió y miró con furia a la mujer.
Ranma carraspeó, y el niño lo miró con miedo.
-No le he dicho nada- se defendió el niño- sólo defendía a Miky.
- ¡Hiro!, ¿ Cuantas veces te he dicho que no ofendas a los adultos?-Ranma miró al chico con severidad.-mira que te quedas sin pastel, y los pasteles de Kasumi están riquísimos.
- No te he de hacer caso, tú y mamá os fuisteis de la aldea de las Amazonas, y nos dejasteis solos.
Akane intervino.
-¡Ya basta!- dijo con firmeza, pero con dulzura- era peligroso para vosotros venir. Siempre que hemos venido, vuestro padre y yo nos poníamos en peligro. Un hombre malo os podía hacer daño. – miró a los niños- tan poco nos queréis que ni nos dais un beso.
Los dos niños se miraron y se abalanzaron sobre Ranma y Akane, que los cogieron en brazos
Ranma se giró hacía su madre.
-Estos niños son mis hijos y de Akane, son mellizos. Nacieron en un pueblo de montaña de Italia. Nueve meses después de irnos. - Miky, Hiro esta señora es vuestra abuela, mi madre, sed educados con ella- y los llevó ante las hermanas Tendo.- ella es Kasumi la hermana mayor de vuestra madre.
-Y ella es Nabiki, mi hermana mediana- Akane puso una risa traviesa- viaja en escoba, no le hagáis mucho caso, ella sí es una bruja. Kasumi y vuestra abuela cocinan bien, pero vuestra tía Nabiki es muy tramposa.
Todos se rieron menos Nabiki.
-No le veo la gracia.
Esa noche cenaron bien, y rieron y cuando era bien entrada la noche , y los niños dormían, empezaron a contar la historia de como se habían salvado. La contaron entre los dos jóvenes y los seis que fueron sus rivales, había cosas que sólo sabían esos seis, Ranma y Akane se enteraron esa noche.
4ª. Parte.: Supervivencia.
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-Mana disparó a Akane yo la aparté y el disparo me rozó el hombro. A causa del disparo y del impulso caí por el barranco y…- Ranma empezó su relato, siendo ayudado por Akane y los chicos que fueron sus rivales.
Cinco años antes.
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Ranma caía por el barranco, no veía salvación. No gritaría, no le daría ese placer al grupo que los persiguió.
De repente notó que chocó con algo y su caída paró, pero con el impacto se le rompieron varios huesos y se le escapó un gemido de dolor.
Mientras Akane había atacado a su prima y viendo su amor caer, decidió reunirse con él en el otro mundo. La joven cayó. No tuvo miedo de morir, el que consideraba su esposo la estaba esperando al otro lado. En los campos Elíseos donde serían felices, sin que nadie los molestase. Ranma vio caer a su esposa y se movió y la cogió por la mano cuando la chica pasó por su lado. Él seguro en la rama del árbol y ella colgando. Poco a poco el chico aunque herido la fue subiendo y los dos acabaron acostados en la rama, él debajo y la chica encima. Se miraron a los ojos.
-¿Estás bien?- preguntó ella viéndolo sangrar por la herida del hombro.
Él le quitó importancia.
-Sólo me ha rozado el hombro, no es nada. La bala no entró en la carne
Ella miró el hombro y vio que aunque, como dijo el chico, era una rozadura, la herida era algo profunda, debían curar esa herida. Por suerte la siempre previsora Kasumi había metido en las mochilas analgésicos y hilo y aguja. Deberían hacer una cura de emergencia.
-Debemos curar esa herida, se puede infectar.
-Primero debemos bajar el precipicio, te cogeré a caballito y bajaré escalando la pared.
-¡No estoy de acuerdo!, seguro que nos caeremos, nunca lo has hecho. Es peligroso.
-¡Si, lo es!, pero no nos podemos quedar toda la vida aquí. No somos de la tribu del fénix, no tenemos alas. Y ya lo hice una vez, ya bajé por un barranco parecido, hace años, cargando a mi padre. Fue uno se sus entrenamiento- no quiso decir que no sólo fue una vez, ese loco que tenía por padre le hizo bajar y subir barrancos con él a caballito o con una mochila llena de piedras, le hizo ese entrenamiento las veces que quiso.
La chica miró al chico a los ojos supo que no mentía, que tío Genma sometió a Ranma a ese entrenamiento y a peores, Ranma desde que se conocieron le había hablado de sus entrenamientos, ella se había horrorizado por como trató ese hombre a su hijo. Pero sabía que su amigo nunca le habló de sus peores entrenamientos, que se lo guardó para si. Si ella lo hubiera sabido, su trato con Genma hubiera sido peor.
-¡De acuerdo!, ¡Bajaremos como tú diga!
Fue en ese instante cuando oyeron crujir la rama y se miraron asustados.
-¡Oh, oh!- exclamaron los dos y callejón al vacío.
No fue una caída directa al suelo, fueron rebotando contra las paredes del barranco, contra alguna rama que fue frenando la fuerza de su caída, a parte sus mochilas amortiguado, en parte, el daño que podían recibir.
Llegaron al suelo bastante heridos, sangrando y a unos metros él uno del otro, y arrastrándose se fueron acercando, y se cogieron por las manos.
-¡Ran… Ranma!- dijo débilmente Akane.
-¡Akane!, tengo hambre quiero un pollo entero, con patatas.- lo dijo para rebajar tensión, aunque le dolía todo el cuerpo.
-Añade una jarra de cerveza- el chico la miró extrañado y ella sonrió- ¡Ya se que no me gusta, que no la he probado, pero prefiero una cerveza a estar aquí.- lo miró- ¿Piensas que es el fin?.
Ranma no pudo evitar ser sincero.
-Sólo un milagro evitaría que no lo fuese. Pero hay una cosa agradable en esto.
-¿El que?
-Que serás lo último que vea en esta vida, será una imagen agradable que me llevaré al otro mundo. Lo último que veré serás tú, la persona que más quiero- dijo el chico.
- Yo también en el otro mundo estaré contenta, pues yo me habré llevado la imagen de quien amo a, tu imagen. Y allí estaré contigo y con mi madre.
-Allí estaré y buscaremos juntos a tu madre- respondió el joven.
Los dos chicos, con su últimas fuerzas se acercaron y se besaron, después el vacío y la oscuridad se apoderó de ellos..
En el presente
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Todos los miraban expectantes, incluso alguien lloraba. Hasta que Nabiki habló.
-Es diferente a como lo contasteis la otra vez.
-Aquello fue un resumen y esto es una versión ampliada- dijo Akane-¡Cállate y no molestes, chismosa! ,¡ Que queda mucho por contar!- Akane estaba furiosa por la interrupción, no era la primera vez que Nabiki cortaba el relato para preguntar cosas tontas..
De nuevo cinco años antes.
Los seis rivales bajaron al final de precipicio, y buscaron a los dos chicos, cerca pasaba un rio.
-Puede que hayan caído al río y se los haya llevado la corriente, en ese caso no los encontraremos nunca- Mousse era pesimista, si no lo veían era que había pasado eso.
-No ser posible, ellos estar cerca- Shampoo tenía un ataque de nervios, quería encontrar a Ranma y Akane- ellos no poder morir. Airen… digo Ranma ser fuerte y no morir. Chica violen…Akane ser también fuerte. Ellos no morir después de caer. Ese barranco no ser nada para ellos.
Se quería convencer de eso. Aunque sabía que Mousse tenía razón, que los dos chicos habían muerto en la caída.
-Mousse tiene razón- Tatewaki los miró- ellos siempre fueron fuerte, pero no tanto como para sobrevivir a una caída así. Pero debemos buscarlos y encontrar sus cuerpos y darles sepultura.
-No dejaré que ningún animal se coma a mi amado Ranma.
Ryoga se dejó caer en el suelo y golpeó con el puño en el suelo. Los otros chicos lo miraron asustados. Ese chico estaba furioso… con él mismo. Sabía que había fallado a la joven pareja, jamás se perdonaría a si mismo haber sido un cobarde.
-¡Es culpa nuestra!, ¡Todo es culpa nuestra!, ¡ No los mataron esa familia!, ¡ Fuimos nosotros!,¡ Debimos ayudarlos en lugar de atacarlos!- y con un tono que demostraba su fracaso-Debimos… debimos ayudarlos cómo hicieron todos. Sus amigos fueron unos valientes, sus vecinos también lo fueron. Nosotros fuimos unos cobardes, que luchamos por separarlos. Que sólo intentamos separarlo.
-No podemos ir hacía atrás, debemos vivir con lo que hicimos, será una losa sobre nuestra vida.
Ryoga seguía llorando en el suelo. No tenía consuelo, se sentía culpable. Había traicionado a su amiga, y lo había hecho de la peor forma, y con ello había provocado la muerte de esa chica y del chico al que consideraba a la vez que su rival, y su mejor amigo.
Ukyo se acercó al chico y se arrodilló, y le puso las manos en los hombros.
-Yo me siento igual que tú, pero no es hora de llorar. Debemos buscar a sus cuerpos y darles sepultura. – miró a los demás- nadie debe saber donde están. Debemos encontrar un sitio escondido donde no los encuentre nadie. No quiero que ese hombre que dice ser tío de Akane encuentre los cuerpos y los mancille.
-Nosotros prometer no decir a nadie, donde estar- Shampoo miró a los otros- ¡Todos prometer!, ¡ Quién no hacer yo matar!
Uno a uno fueron prometiendo no decir donde esconderían los cadáveres de Ranma y Akane, y empezaron a buscarlos. Ya no tenían la esperanza de encontrarlos con vida. Pero si pagarían su falta, escondiéndolos de las pérfidas zarpas de Kyosuke.
Se separaron y cada uno fue en una dirección, sabiendo que Ryoga se perdería y que vagaría por esos bosques, pero si iban separados tenían más posibilidades de encontrarlos.
Ryoga andaba triste, aún apenado por la pérdida que acababa de tener. Había perdido a una de las dos mujeres que amaba. Si estaba enamorado tanto de Akari como de Akane. ¿Realmente estaba enamorado de Akane?, no, por Akane sólo sentía afecto, que él confundía con amor. Por Akane sentía…¿ que sentía por Akane? ¿ Algo o nada?. Movió la cabeza, en realidad, debía reconocerlo, había utilizado a Akane para atacar a Ranma, era un ser ruin que no se merecía vivir.
Iba tan metido en sus pensamientos que no se dio cuenta que tropezó con algo y cayó al suelo. Se enfureció con él mismo.
-¡Torpe!- se insultó el mismo. Se giró y miró con lo que había tropezado y se quedó blanco, la sangre casi se le congeló en las venas. Sintió pinchazos en su cuerpo por eso. Intentó hablar, pero en principio no pudo, lo intentó una y otra vez, hasta que al final gritó- ¡Chicos!, ¡ los he encontrado.
Ryoga se arrodilló, y acercó su mano a los dos caídos. Los dos chicos parecían dormir, estaban juntos, mirándose. Una mano abrazando al otra y la otra entrelazada con la del otro. Ryoga se sintió incómodo como si molestase, parecía haber pillado a los dos chicos en un momento íntimo.
Acercó la mano hacía los dos prometidos y se detuvo, si los tocaba sabía la verdad, que estaban muertos, mientras no los tocase tendría la ilusión que seguían vivos, que en cualquier momento despertarían. Le darían una merecida paliza y huirían, pero eso sólo era lo que el quería.
Los otros chicos fueron llegando y se quedaron mirando a esos dos chicos. Todos comprendieron que habían perdido la partida, que esos dos chicos habían escapado de ellos, que nadie los separaría.
-¡Nosotros perder!- Shampoo lloraba abrazada a Mousse, que también lloraba- nosotros haber perdido desde que ellos conocerse. Shampoo ser egoísta y más ciega que Mousse. Yo provocar esto por seguir leyes de amazona, y no oír lo que decir corazón. Él decir que no deber meterme entre Ranma y Akane. Shampoo no querer escuchar.
-Debemos encontrar un sitio donde enterarlos. Los debemos enterrar juntos como están ahora. Busquemos un lugar seguro que nadie debe encontrar.
-Pero yo quiero llevarme a mi querido Ranma…- Kodachi estaba cegada por el deseo de llevase a Ranma a su mansión y enterrarlo en el jardín de la casa.
-¡No!- gritó Kuno- yo también quiero llevarme a la dulce Akane Tendo conmigo y enterrar su cuerpo rodeada de flores. Pero no podemos. Kyosuke los encontraría. Es más, para nosotros es peligroso seguir aquí, debemos huir y escóndenos. Ese hombre nos buscará, somos sus siguientes piezas a cazar, sabemos demasiado.
Todos supieron que eso era verdad. De ahora en adelante ellos serían las próximas víctimas de Kyosuke, ese hombre no pararía hasta acabar con ellos.
-¿ Dónde podemos esconderlos?- preguntó Ukyo..
-He venido a estás montañas de entrenamiento, cerca hay una cueva es profunda. Allí podemos cavar una tumba y enterarlos.- Ryoga señaló en una dirección .
-¿ Y si alguien encuentra la cueva? Puede encontrar la tumba.
-Podemos taponar la entrada con un derrumbe, con mi golpe de la explosión.
-¡ Que bestias sois!, ¡ Enterrar a dos jóvenes que aún están vivos!, están débiles pero aún siguen vivos. Con un poco de cuidado y mis medicinas mañana despertarán y se podrán cuidar por ellos solos.
Todos miraron a quien había hablado y vieron a Cologne.
-¡Abuela!,¿ Qué hacer tú aquí?
-Os seguí. Cogí mis medidas y os seguí. Debí hacerlo por mi honor de Amazona. Debía evitar la muerte de estos dos chicos. Si no podía evitarlo algo tenebroso se hubiera apoderado de nuestro destino y también nosotros hubiéramos muerto. Nuestro destino está ligado al de ellos. Si ellos viven nosotros vivimos. Si ellos mueren, nos arrastran a la muerte con ellos.
Los chicos la miraron.
-¿Qué quieres decir?.
-Debemos salvarlos -continuó la anciana.
-¡Y entonces Airen ser mío!- exclamó Shampoo.
Cologne la miró.
-Se salve o no, nunca será tuyo, ni de otra mujer. Ranma siempre será de Akane. Siempre han estado juntos, y desde que empezó el jaleo con ese hombre, se unieron más,- miró a los seis jóvenes- no intentéis separarlos, su destino de estar juntos está por encima de vuestros caprichos. Es hora que aceptéis la verdad. ¡Nunca serán vuestros!, Antes teníais una posibilidad, pequeña, pero probable. Pero desde que llegó ese hombre,- suspiró-su destino se unió con fuerza.
- Pero abuela…
- No hay peros que valgan. Debemos curarlos, no están muy heridos. Pero si no hacemos nada si morirán, sus heridas se agravaran. Tenemos minutos para escondernos y curarlos- miró a Ryoga- ese hombre habrá mandado secuaces, para descubrir los cuerpos de estos niños. Debemos llegar pronto a la cueva que dijiste, procura no perderte. Yo iré la última borrando nuestro rastro. No nos descubrirán.
Minutos después llegaron a la cueva, su entrada era difícil de ver. Y era profunda. Se tuvieron que alimentar con conservas, no podían arriesgarse a ser descubiertos por el humo que podía salir de la cueva.
Cologne con ayuda de su nieta y de Ukyo, curó las heridas de los jóvenes, y les dio de beber una apestosa medicina, que debía saber mal, pero bajó la temperatura de los dos esposos.
Al cabo de las horas la anciana reunió a los seis rivales.
-Están a salvo. Despertarán en unas horas, y tardarán días en recuperarse.
-¡Me quedaré con ellos!- dijo Ryoga y Ukyo también quiso lo mismo.
-¡No!, En cuanto despierten nos iremos, no debemos levantar sospechas. Le dejaremos la suficiente comida y medicinas para recuperarse, lo podrán hacer ellos solos.
-¿ Qué hacer nosotros?- preguntó Shampoo.
-Vosotros ir a decir a la familia que han muerto, y que los habéis enterrado en lugar secreto donde nadie los molestará. No debéis decir a nadie donde están, ni siquiera a su familia.
-De acuerdo y después debemos desaparecer, que Tanaka no de con nosotros.- Kuno en ese momento estaba más lucido que en toda su vida.
-¿Y ellos?- preguntó Ryoga.
-Llevaré a Akane a la montaña, allí no nos encontrarán- Ranma había despertado.- ¿no podéis hablar más bajo? – gruñó- aquí no se puede dormir.
-Tú eres el que más chilla- le contestó Akane, que también estaba despierta- después de la montaña saldremos del país, no os diremos donde iremos- sonrió- aún no lo tenemos planeado.
Y unas horas después los seis rivales salieron de la cueva, dejando dentro a los dos prometidos.
Ryoga selló la entrada y Shampoo la ocultó y los seis jóvenes volvieron a Nerima comunicar la falsa noticia de la muerte de los dos prometidos, aún sabiendo que se ganarían el odio de todos..
En el presente.
-Una semana después, ya curados, abandonamos la cueva. La medicina de Cologne hizo milagros, aunque tenía un gusto espantoso.
-Ranma me llevó a la montaña, donde nos ocultamos unos meses.
-Después abandonamos el país- Ranma miró a Akane- nos dio pena, pero no hubo otro remedio. Viajamos en un pequeño barco de un conocido de Cologne.
-Llegamos a Chinas, viajamos por todo el país y acabamos en el pueblo de las Amazonas, donde nos entrenamos durante meses.
-Allí tranquilos, leímos los que nos dejó la madre de Akane y con ayuda de las matriarcas descubrimos muchos secretos en ellos.
-Después cuando estaba embarazada supimos que Kyosuke había enviado secuaces a interrogar a Mousse y Shampoo, y tuvimos que huir. Los enviados de Kyosuke no lo pasaron muy bien en el pueblo de Cologne..A volver con Kyosuke no recordaban lo que realmente les paso
-En estos años hemos estado viajando por varios países del mundo, no estábamos mucho tiempo en un sitio. Hace dos años volvimos al pueblo de las Amazonas, y nos preparamos para arruinar los negocios ilegales de Kyosuke.
-¿Fuisteis vosotros quienes atacaban sus camiones.- preguntó Nabiki.
-Si, venimos, hicimos ataques a sus camiones con mercancías ilegales y provocamos su ruin, y volvimos a China a escondernos. Nunca supo que fuimos nosotros su caída. – comentó Ranma. Miro a Nabiki.- aunque hubo alguien que remató nuestra faena
- Y en el momento propició volvimos para deshacernos de Kyosuke. Nos separamos en tres grupos. Ryoga, Mousse y Kuno, fueron a desenmascarar a los falsos Tanaka, - señaló a sus presuntas ex prometidas- ellas se quedaron con los niños en el pueblo de las amazonas hasta que las avisamos que podían venir, que no había peligro. Y Ranma y yo vinimos al dojo a deshacernos del auténtico Kyosuke.
-El resto ya lo sabéis. Salvo que habíamos avisado a los que nos salvaron la vida que Kyosuke había dejado de ser un problema.
-Nosotros volver y venir para quedar-Shampoo- Japón ser mejor que China, tener más libertad que en mi pueblo. – miró a Ranma-De ahora en adelante vosotros y nosotros estar de nuevo enfrentados.
-Pero si vosotros nos ayudasteis- se quejó Ranma- ya no somos los adolescentes de hace años. No tenemos que volver a pelearnos.
-Si para vosotros es divertido pelearos- Ryoga sonrió- para nosotros lo es molestaos. No lo haremos mientras descanséis o trabajéis. Ni siquiera cuando estéis tomando algo, pero de vez en cuando os atacaremos. No os haremos daño, espero que os divertías tanto como nosotros. Después de esa prosecución iremos todos a celebrar que todo ha ido bien y nos hemos divertido.
Ranma y Akane los miraron, eso seis seguían tan locos como siempre. Los seis rivales se fueron y antes de salir Ukyo se giró.
-Nos vemos en nuestro próximo ataque, o cuando os invitemos a comer.
Ranma y Akane se rieron. Volvían a estar en esa ciudad de locos, la habían echado mucho de menos. Volvían a ser los mismos locos de noche en la casa Tendo todos dormían, los hijos de Ranma y Akane dormían en la habitación de invitados. Los dos esposos se habían quedado y remodelado la habitación de Soun. Dormían todos menos los dos esposos. Estaban en el tejado acostados uno Al lado del otro mirando las estrellas. Akane usaba a Ranma de cabecera
-Hemos estado esperando este momento de hace años- Akane sonrió.
-Desde el momento que tuvimos que salir- miró a la joven de al lado- hubo momentos que pensé que te perdía, que acabaríamos muertos.
-Estuvimos tan cerca.
-Tu tío estaba tan loco, te quiso matar, todo por esa inmortalidad. ¿ Pero por que te llamaba monstruo?. A ti y a tus hermanas.
-Por qué yo era la elegida. Él pensaba que la elegida debía ser su hija. -Akane vio como lo miraba Ranma y decidió aclarar la cosa-No Mana, si no una posible hija suya y de mi madre. Mis hermanas y yo fuimos la causa que todo el plan de su vida fracasase.
-Y A mi me dio esa paliza, y obligó a mis padres que me alejara de ti, por que supo que yo estaba destinado a ser tu guardián. Los dos juntos éramos peligrosos.
-Y para evitar peligro mi madre nos borró la memoria, y obligó a mis primos a firmar un documento en que se debían matar si yo hubiera sido asesinada, pero no cumplieron esa promesa.
- También nosotros firmamos un documentos igual, tu tío nos obligó, aunque éramos muy niños y tampoco lo cumplimos.
-¿ Qué haremos ahora?- preguntó Akane.
Ranma sonrió y abrazó a su mujer.
-Pues llevaremos el dojo, cuidaremos de nuestros hijos, ayudaremos a Kasumi a llevar el restaurante y huiremos de nuestros rivales cuando nos sigan, o comeremos con esa pandilla de locos
-Vamos a divertirnos mucho -rió Akane-, vamos a tener una vida divertida.
Ranma se rió.
-Y se me olvidó decirte que debemos cuidar el uno del otro.
-Estoy de acuerdo- y los dos chicos se besaron bajo la luz de la luna. Ahora tenían por delante un futuro esperanzador.
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Dos viejos iban por un camino de montaña, se dirigían a un santuario, allí vivirían sus últimos años. Sabían que Kyosuke había caído y que sus hijos estaban vivos. No podían regresar al dojo no serían bienvenidos y sus vidas correrían peligro. Mejor apartarse del mundo y pagar sus pecados en ese templo.
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En la cueva de la sirena. Kyosuke, huía, la inmortalidad no servía de nada en ese mundo oscuro. Su bella hija al comer carne de sirena se transformó en un horrible monstruo, , que quiso matarlo. Su hijo murió, eso pensaba él, nunca supo que Yuta huyó sin haber comida de esa carne maldita.
Él tenía que huir continuamente de los monstruos que se ocultaban en esa cueva, sobretodo del que fue su hija. Sin poder salir, siempre oculto, con la ropa destrozada. En ese sitio sin día o noche, sin saber si habían pasado días o años desde que entró. Gritó de rabia y furia. Algún día saldría, algún día mataría a los monstruos, a la que fue su hija también. Lo que no sabia que estaría allí encerrado hasta el fin del mundo, o algún monstruo lo matase. Fuese lo primero que ocurriese, moriría en ese lugar. Allí como dijo Akane, ¿o fue Ranma?, no lo recordaba, se dio cuenta que la inmortalidad era una maldición.
Durante años esperó no morir como una bendición sin darse cuenta que su esperanza de vivir para siempre era falsa. No moriría pero el resto de su larga existencia fue un infierno.
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Fin.
NOTAS DEL AUTOR:
Por fin acabé esta historia,. Largo ha sido el camino. Fue una historia que empecé con ganas, pero de golpe, al pasar el tiempo esas ganas se diluyen como el azúcar en el café, pero también intervino la pereza, y dejar para otro día el final deseado. Ahora me dedicaré a mis dos historias inacabadas y me daré un tiempo de descanso… o tal vez
He reparado ciertos fallos. Cambiado algunas cosas que no me gustaban.
Agradecimientos:
A Arianne Luna: Como vez he acabado mi historia, este capítulo es el final. Gracias por leer esta historia.
A todas las personas que han leído esta historia muchas gracias. Nos leeremos en otra historia.
