Este es un capítulo sorpresa! Como retribución por lo denso de "Nuevos amigos y nuevos enemigos", les traigo algo de ternura uwu

-reddpapaver97


Suika observó detenidamente a Ishigami Senkuu mientras este le colocaba la vacuna. Su expresión era de suma concentración, con un pedazo de su lengua asomándose y el cabello cayendo frente a su rostro.

¿Era ese el mismo Ishigami Senkuu del que Kohaku siempre hablaba? ¿Era ese el hombre más inteligente del mundo? Suika intentó descubrir los secretos que escondía mirándolo hasta que su rostro se arrugó y sus ojos ardieron por no pestañear.

Desde que lo conoció, Suika se sorprendió por su terrorífico aspecto, aunque ahora que había pasado más tiempo con él, se dio cuenta de que no tenía mucho que ver con su fuerza. Kohaku era diez veces más fuerte que él, pero aún lo admiraba, y ella no llegaba a entender aún por qué exactamente.

-¿Eres un científico loco? -Suika le preguntó cuando Senkuu le colocó un algodón en donde la había vacunado y lo pegó con cinta adhesiva.

-Científico es mucho decir. Soy solo un tipo que ama la ciencia y Doraemon.

-Pero eres inteligente, ¿cierto?

-Bueno, eso es un tema de perspectivas. Hay mucho que me falta aprender para considerarme inteligente.

-Kohaku-chan cree que eres inteligente.

Ishigami Senkuu rio de una manera extraña, y miró hacia donde se encontraba su amiga por unos segundos.

-Ah ¿sí?

-¡Claro que sí, Suika no miente!

-Eso es muy bueno.

-¡Lo sé! -Suika exclamó. -¿Cuántos monstruos has matado?

-¿Mmm? No más de tres o cuatro.

-¡¿Qué?! Kohaku ha matado a más de cien!

-¿De verdad? Yo diría que hasta ahora son ciento cincuenta y dos.

-¡Kohaku-chan es genial! ¡Algún día seré como ella! -Suika alzó la voz, y Senkuu rio. -¿Qué? ¿No me crees?

-No, sí te creo. Y veo que admiras mucho a la leona. Ella me ha contado mucho sobre ti, Suika.

La pequeña se sonrojó. Senkuu a veces le parecía igual a un príncipe, aunque tuviese los ojos de ese color y el cabello desordenado. Pero… ¿había llamado cómo a Kohaku?

-¿Por qué le dices leona? -Suika intentó infundirle miedo, pero parecía que a Senkuu no le importaba nada.

-¿No es obvio? Tiene el cabello como una melena de león y es extremadamente fuerte y rápida. Es diez billones por ciento una leona.

Suika evaluó su respuesta por unos minutos, mientras Senkuu ordenaba sus cosas y las metía a su bolso.

-¿Y a ella le gusta que le digas así?

-Al principio no. Ahora ya se acostumbró. -Senkuu sonrió, y volvió a mirar en dirección a Kohaku.

-Muy bien, Ishigami Senkuu. Tengo una última pregunta para ti.

-No sabía que estabas interrogándome. -el peliverde se encogió de hombros.

-¿Por qué Kohaku-chan se enamoró de ti?

-¿Qué?

-Porque tú estás enamorado de ella. Ella es como una princesa guerrera, y tú eres el príncipe que ella protege. Por lo tanto, ambos van a estar juntos al final.

Senkuu miró a Suika como si no entendiera algo tan simple como eso, aunque fuese algo tan claro como el cristal.

-Bueno, no es algo como eso. Yo… ehmm… la leona y yo no tenemos nada.

-Bah. Todos saben que eso no es importante. -Suika rebatió. -Tú estás enamorado de Kohaku, porque crees que es la mujer más bella y fuerte de la tierra, ¿no es así?

-Yo… eh…

-Y tú eres la única persona que Kohaku-chan admira…

-No creo que ella me admire. No tanto, al menos.

-¿Qué? ¿Acaso ella no te lo ha dicho?

Senkuu negó con la cabeza.

-Eso es inaceptable. Diez billones por ciento. -Suika repitió la frase que él había dicho antes, decidiendo que ahora era su favorita. -¿Puedo contarte un secreto? -la niña se acercó a él y agachó la cabeza.

-Eh… ¿sí?

-Cuenta la leyenda que Kohaku rechazó al jefe de la colonia, porque su hombre ideal es una persona muy distinta a él: fuerte de corazón y capaz de conseguir paso a paso, sin cansancio, su objetivo.

Senkuu asintió, lentamente.

-¿No crees que ese seas tú?

Senkuu arqueó sus cejas. Se veía sorprendido.

-Hola. ¿Cómo se ha portado Suika con la vacuna?

La voz de Kohaku hizo a Suika brincar en su asiento, quien miró atemorizada a Senkuu.

-Creo que desvarió un poco, pero ya se ve mejor.

Suika se paró de su silla y le dio al peliverde su mirada más severa antes abrazar a Kohaku con todas las fuerzas que pudo.

¿Cómo podía ser el hombre más inteligente del mundo, ser tan idiota?