Asexual.
Capítulo 3: Celos
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Alastor sabía que lo que estaba haciendo estaba mal.
En lo que cabe, estaba actuando como un lunático celoso… ¡joder! Se permitió pensar, con un ligero toque de asco en sus pensamientos al usar un lenguaje tan vulgar.
Angel pidió permiso a Charlie para salir a trabajar, Valentino tenía un cliente muy especial y no quería quedar mal con él de mala gana, Charlie le dio el permiso.
"Maldición" en ese momento nadie se había percatado de que cierto Demonio Ciervo había estado escuchando todo a escondidas, Alastor en vez de pedir permiso simplemente desapareció.
Sabía que estaba mal… mierda cada paso que daba, era echar más leña al fuego, su sangre hervía de cólera, sin saber el porqué, bueno si sabía, el por qué pero no quería decirle, ni siquiera pensarlo, su sonrisa se había desvanecido de su rostro, reemplazado por un ceño fruncido.
Su perfume estaba en el aire, opacando el alcohol y la inmundicia de las calles.
Entonces lo vio reunirse con alguien a mitad de la calla, un tipo un poco más alto que el, cabello blanco con un elegante traje gris a medida, coronado con una sonrisa de porcelana, se presentó como lo haría un caballero, con beso en dorso de la mano, compartieron algunas palabras y risas, para luego comenzar a caminar.
Alastor los siguió, el camino no le reconoció al principio pero pronto supo dónde estaba… la zona rosa… la calle de hoteles y prostitutas.
Pronto los pasos de Alastor se detuvieron, era una zona muy concurrida, donde podrían verlo he identificarlo más fácilmente.
Así que simplemente vio con ira a Angel desaparecer entre la multitud, con una cólera que hierve en su estómago que hace que las manos tiemblen… y entonces una lagrima rodo por su mejilla.
Alastor tomo la lagrima con uno de sus dedos y la miro por un momento, lágrimas de ira… de impotencia, de tristeza, -Mierda…-, Dijo en voz alta.
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Angel salió agarrada del brazo de su cliente, le encantaba este tipo, cariñoso, atento y dotado, ¡Ja! Además de que siempre pagaba bien, -¿Te volveré a ver pronto papi?-, Le pregunto Angel con una sonrisa.
El demonio sonrió, se acercó para un último beso antes de dejar una pequeña propina en el sostén de Angel, -Claro que si bebe-, Dijo sonriendo y caminando en dirección contraria de Angel.
Y ahí estaba de nuevo, la sensación de ser vigilado, Angel dio una disimulada mirada alrededor, pero entre la multitud y los autos era difícil saber si lo seguían.
Se encogió de hombros y camino de nuevo al club de valentino.
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El demonio sentía frio, mierda algo muy malo lo estaba siguiendo, podía sentirlo en los huesos, no había querido decir nada al principio, porque pensó que era el guardaespaldas de Angel o algo así, pero rápidamente se dio cuenta que era a, el a quien vigilaban.
"Mierda", pensó mientras empezaba a correr, los callejones y parques abandones eran pan comido para él, un sicario en asenso, además su fiel m1911a1 tenía 9 balas listas para ser disparadas.
Corrió rápidamente, sabía que a 7 cuadras de donde estaban llegarían al viejo parque, un lugar al que solo frecuentaban drogadictos y ladrones de poca monta.
Una vez ahí suspiro con cansancio, el sudor empapaba su cuerpo, estaba sin aliento, mierda, pero el sentimiento no se iba.
Rápidamente desenfundo su arma, estaba listo para disparar, cuando el sonido de estática poco a poco comenzó a inundar la habitación.
-¡JAJAJA! ¡Damas y caballeros aquí empieza el show!-, Grito un Alastor en medio de su estática.
El pobre demonio disparo varias veces sin atinarle, -¡Mierda! ¡Yo! ¡Yo! ¡Yo no te he hecho nada!-, Grito en vano el demonio.
-Claro… que si lo hiciste-, Le dijo Alastor, mostrándole una amplia sonrisa.
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Valentino no estaba molesto, estaba… intrigado, las imágenes llegaron por montones, la piel en un árbol, los órganos esparcidos por todos lados, el horror en sus ojos… olía a venganza, ira, mierda, sea quien sea que haya hecho esto, lo hizo con odio.
Valentino miraba las imágenes una y otra vez, las repasaba buscando alguna pista.
-¿Por qué Angel lo mataría de esa manera?-, Pregunto Vox sirviéndole a Valentino un whisky.
-No fue Angel-, Le respondió Valentino secamente.
-¿De qué mierda hablas Val?-, Pregunto Vox mirándolo con extrañeza.
-Esto no lo hizo Angel… alguien más lo hizo-. Dijo Valentino frunciendo el ceño.
Cuando Angel llego se topó con el club envuelto en una misteriosa aura de calma.
Al entrar, todos estaban en sus celulares, hablando entre ellos o bebiendo algo, mientras que Velvet serbia unos tragos a Vox y Valentino que hablaban de algo.
-Buenas noches Jefe-, Dijo Angel acercándose a él, para entregarle el dinero del trabajo.
-Buenas noches Angel-, Respondió Valentino de manera tranquila.
Angel procedió a darle el dinero a Val y espero pacientemente a que lo contara, siguiendo la rutina, pero Valentino no lo hizo, le dio una larga y fría mirada a Angel, provocando que este se sintiera un poco asustado;
-Val, ¿Está todo bien?-, Pregunto Angel un poco asustado ante su inquisitiva mirada.
-Angel, cariño, ¿Paso algo con el cliente?-, Pregunto repentinamente Valentino, tomando de la barbilla a Angel, para que lo viera fijamente a los ojos.
-No Val, no pasó nada-, Le respondió Angel un tanto asustado por su actitud.
-Angel, querido te prometo no molestarme, dime ¿Paso algo malo?-, Dijo Valentino quitándose sus lentos, para verlo fijamente.
Angel en respuesta comenzó a temblar y lágrimas de temor comenzaron a rodar por su rostro, todos en el club miraban con un miedo, pero incluso Valentino se sorprendió, cuando Angel respondió: -No pasó nada-, Valentino lo miro por un momento más, antes de limpiar las lágrimas que amenazaban con salir y rodar por sus mejillas.
-No te preocupes, solo te preguntaba si había sucedido algo, porque el cliente me llamo y me hizo unas preguntas raras-, Dijo Valentino separándose, volvió a la barra tomo un trago de su bebida, -Escucha Angel, no vuelvas al club por ahora, quédate en hotel hasta que te llame-.
Angel lo miro un poco incrédulo y una vez que se calmó pregunto, -¿Seguro Val?-.
Valentino lo miro, sonrió y simplemente asintió, a lo que Angel se despidió y ya fuera del club, se quedó pensando que había sido toda esa interacción.
Mientras caminaba rumbo al hotel, noto como un grupo de persona se reunía para hablar de la brutal carnicería que había sucedido en el parque abandonado.
Angel se paró y miro como algunos demonios limpiaban y metían en bolsa partes mutiladas y ropa rasgada, entonces miro como bajaban la piel que estaba guindada en un árbol y se dio cuenta que había sido su cliente.
Angel corrió al hotel, agitado, sudado y enojado grito:
-¡Alastor que mierda!-
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Y bueno… aquí un nuevo capítulo, sea que ha pasado tiempo pero mi inspiración esta por los suelos, no voy a dejar esta historia, pero tengo otras historias en las que trabajar, además de que no tengo computadora y trabajo desde la computadora del trabajo.
Cualquiera que lea muchas gracias y sin más que decir, será hasta la próxima historia.
