- - El Maleficio - -
Capitulo 03: Amor Prohibido
Las riñas matutinas se repetian con mayor frecuencia a la hora del desayuno, donde ambos se disputaban el 'honor' de prepararlo. Aunque luego de varios intentos fallidos, Ash desistió del 'honor' al darse cuenta de lo unico que le salia medianamente bien –y comestible- era el café. Siempre y cuando no se le quemara el agua…
Ya habia pasado un mes desde su arribo a Ciudad Celeste, y lejos y distantes, parecian las palabras de la gitana y su misterioso maleficio. En todo este tiempo se habia olvidado de ella y su perorata.
Ash se miró en el espejo del baño antes de salir. Últimamente ponia mucho esmero a su aspecto y cuidaba que cada detalle de su ropa y persona se mantuviera en perfecto orden. Peinó algunos mechones rebeldes hacia atrás y volvió a ponerse colonia.
Bajó la escalera ansioso y entró en la cocina. Misty estaba de espaldas a él, colocando tostadas en un plato. Usaba otra de sus inconfundibles boinas que hacian juego con su ropa y que ocultaban su llameante cabello de él.
- Oh, pero si es el entrenador mas amado de Occidente…-
- Al parecer has estado leyendo mucho sobre mi-
- Siempre he tenido debilidad por las historias de horror y lo sabes…-
Ash rió entre dientes –Buenos dias, Misty-
- ¿Donde quedó tu sentido madrugador, Ash?- ella alzó una ceja.
- En Europa junto a mi paciencia-
- Ya veo…- sirvió el café -¿Qué piensas hacer hoy?-
- ¿Estas echandome?-
- Solo pregunto-
Ash le sonrió por encima de su taza –Los chicos y yo rentamos un yate, asi que saldremos a navegar todo el dia-
Los ojos de Misty brillaron de emoción –Oh, que lindo!. Daria una fortuna por acompañarlos!-
- Y porque no vienes?. Hay sitio de sobra para ti-
Tentada, ella lo miró a los ojos y de pronto Ash tuvo la sensación de que no necesitaba hallarse en el mar para estar en peligro de ahogarse. Podria sucumbir sin dolor en esas dos aguamarinas…
- No gracias- Misty frunció y sacudió la cabeza –Es reunión de hombres y no tengo nada que hacer ahí-
Desvió la vista de él y se concentró en endulzar su desayuno. Ash la observó con pesar, esos gestos de imperceptible cambio se sucedian cada vez con mayor frecuencia.
Lo malo es que a él comenzaban a hacerle daño…
- Y que vas a hacer tu?- cuestionó rompiendo el silencio que habia quedado entre ellos.
- Bueno, gozaré de mi merecida libertad- ella le hizo una mueca –Y tengo mucho trabajo de escritorio acumulado…-
- Trabajo de escritorio?. Pero si tienes todo el papeleo en orden!. Y hace años que no entregas una medalla cascada!-
- Soy una persona muy aplicada. A diferencia de algunos…-
Él sonrió –Ahora entiendo porque el gimnasio esta como esta-
- Que quieres decir?- Misty se puso de pie juntando la vajilla. A su lado Ash hizo otro tanto amontonando las cosas en la pileta. Frunció el ceño otra vez –No hagas eso…-
- Hacer qu…?- la pregunta del joven fue cortada por el sonido intermitente del telefono.
Misty alzó la cabeza. Sus mejillas cubiertas por un suave sonrojo.
- Ash puedes encargarte de eso?. Tienes detergente en la gabeta y guantes en el cajón por si quieres cuidar tus manos delicadas!- exclamó rapidamente mientras salia corriendo a atender.
Él la observó. Cada vez que sonaba el telefono ella se comportaba de esa forma tan ansiosa. Como si estuviera esperando un llamado importante que nunca llegaba.
Lavó las tazas y finalmente la curiosidad se apoderó de él. Cerró el grifo y se acercó a hurtadillas hasta la puerta. Desde la habitación siguiente se oia su voz alterada.
- Por supuesto que te perdono, Gary-
'Gary?' Ash se asomó con cautela, solo para ver a su amigo a través de la pantalla del videotelefono.
- Lo siento, Misty. Sinceramente olvidé que habiamos quedado en eso-
- No importa –ella susurró –Ash me ayudó, ya que los demas tambien me abandonaron-
-¿Ash?-
La voz de Gary salió con un cierto dejo de tensión. ¿Celos quizas?.
- Si, él esta aquí conmigo. Lo convencí de que pasara una temporada en el gimnasio-
-Y… te encuentras bien?. Se ha portado correcto contigo, Myst?-
- Ah, pero que preguntas son esas?. Claro que estoy bien. Quieres que te pase con él?-
-No, mejor no. Los veré personalmente en estos dias-
- Vienes para aca?-
-Si…- hubo un segundo de titubeo- Me esperaras, cierto?-
- Sabes de sobra mi respuesta…- la voz de Misty salió muy suave –Será nuestro secreto-
Ese dolor… Ese dolor imperceptible y sofocante estaba en su pecho de nuevo.
-Nuestro secreto…-
- Entonces nos veremos pronto-
-Asi es, cuidate mucho por favor-
- Tambien tu, adios Gary-
- Adios-
Misty colgó el telefono y cerró los ojos. Una sonrisa tonta se formó en sus labios mientras maquinalmente se trensaba el cabello.
Ash sintió que sus ojos se humedecian con esa tristeza que no podia explicar. Ese dolor amargo, agridulce que carcomia sus sentimientos.
- Ash?-
El nombrado se restregó los ojos con las manos –Estoy aquí- esperó que Misty llegara a la cocina –Quien era?-
- Gary- sonrió enormemente- Viene a visitarnos…-
- Visitarte- corrigió Ash con tristeza. Observó el reloj de pared sobre la cabeza de ella –Será mejor que me vaya- Pasó a su lado hacia la biblioteca.
- Ash?- Misty se dio la vuelta al ver su triste aspecto –Pasa algo?-
- No- le sonrió por sobre su hombro –Se me hace tarde-
- Esta bien- se acomodó la boina sobre la cabeza y se acercó a él –Cuidate, y dale mis saludos a los chicos- poniendose en puntas de pie le dio un pequeño beso en la mejilla –No vuelvas muy tarde-
Ash la miró simplemente. Sonrojado y tembloroso, dio media vuelta y salió, antes de que pudiera hacer algo estupido.
- - - -
- Hey, Ash que te pasa?- la voz grabe de Tracey interrumpió sus pensamientos.
- Que?- aturdido observó al muchacho de cabello largo y al otro muchacho barbudo que estaba junto al anterior.
Tracey echó a reir codeando a Brock -¡Tiene la misma expresión tonta que pones tu cuando te enamoras!-
Ash guardó silencio mientras su rostro enrojecia parcialmente.
Tracey miró a su compañero quien le devolvió la misma expresión de sorpresa.
- Ash nunca crei que llegaria a hacerte esta pregunta pero… ¿Estas enamorado?-
- P-porque lo preguntas…?-
- Tienes todos los síntomas- respondió Brock meneando la cabeza y rascandose la barba –Ademas conozco sobre el tema…-
- No lo dudo –Tracey rio otra vez -¿Entonces lo estas o no?-
Ash bajó la vista –No lo sé…-
- Como que no lo sabes?-
- Bueno… supongo que si…-
- ¿Y quien es la afortunada?. ¿La conocemos?-
Brock le pegó un codazo a Tracey como señal de que se callara.
- Por suesto que la conocen. Siempre ha sido la misma…-
- Pero Ash…- comenzó Brock en un tono incierto – No se supone que te fuiste para no llegar a esto?-
- Si…-
- Entonces?-
- Tenia miedo de lo que me estaba pasando, nunca me habia sentido asi… Llegó un momento en el que no podia dominar mis emociones y comencé a sentirme ajeno en mi propio cuerpo. Con cada cosa que hacia o decia, temia traicionarme… Pensaba y actuaba diferente, no podia controlarme…- suspiró entrecerrando los ojos –Crei que el irme y separarme de ustedes, de ella … arrancaria de raiz ese sentimiento. Después de todo no habia tomado demasiado tiempo para crecer, y al no alimentarlo y al tener mi cabeza ocupada con el entrenamiento, desapareceria tal y como habia venido. Estaba convencido de que lo habia logrado. Me sentia bien y otra vez era dueño de mis propias acciones. Pero al llegar aquí…- se cortó sonrojandose otra vez.
- Misty lo sabe?-
- Claro que no!. Como crees que yo podria…?. Ella es tan frágil, tan vulnerable que…-
- Si fue asi, porque aceptaste quedarte en el gimnasio?-
- No lo sé!- exclamó el atormentado joven- Ya ni sé lo que estoy haciendo…-
Tracey se volvió a su compañero con desesperación moviendo tristemente la cabeza.
- Me parece que…- comenzó con suavidad –dejaste pasar mucho tiempo. Misty ahora tiene otras obligaciones-
- Que quieres decir?-
Se giró a Brock como buscando ayuda.
- Los tiempos cambian, Ash… Misty ha cambiado mucho y no me refiero solo a la parte fisica-
- Sigo sin entender. Pensé que ustedes se pondrian felices por mi…-
Brock suspiró con tristeza.
- Olvidate de ella, amigo. Sal de viaje otra vez, vuelve a tu casa…-
El aludido meneó porfiadamente la cabeza – No puedo-
- Tienes dos caminos para elegir y tu escojes la muerte-
- Que?- Ash reaccionó de inmediato al oir las palabras –Porque dijiste eso, Tracey?-
- Es solo una metáfora –este contestó perplejo –Me refiero a que cuando te enamoras dejas de ser lo que eres para convertirte en lo que no eres. Es como si murieras de golpe. Un suicidio-
- No sabia que lo veias de esa forma tan directa-
Ash se apoyó contra la borda. Las palabras de Tracey lo sobresaltaron y por primera vez en todo ese tiempo recordaba las palabras de la gitana. La vida y la muerte…¿Qué camino escogeria él?. Dejó caer la cabeza entre los brazos. Sintiendo otra vez ese dolor agudo e infinito en el pecho. Dolor que ahora por fin tenia nombre. Amor.
Brock lo miró con pesar haciendole una seña a Tracey que tenia identica expresión en los ojos.
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Era la hora previa al atardecer.
Aquella donde el sol es un tenue globo anaranjado que lucha por permanecer impasible en el cielo. Sus rayos debiles brindaban un agradable calor primaveral, y alumbraban escasamente.
Misty disfrutaba de la tranquilidad del gimnasio. Sentada en el borde de la piscina, estrujaba su cabello para quitarle el agua. Acababa de nadar y ahora se disponia a aprovechar los ultimos vestigios del sol para secarse.
Con la cabeza hacia arriba, podia sentir los casi imperceptibles rayos a traves del transparente techo, intentando secarla y enjugarla del agua. Aunque no lograba mucho –por lo avanzado del dia- y porque sus pies chapoteaban dentro de la piscina desparramando miles de gotitas que la mojaban otra vez y que se asemejaban, por el cambio de luz, a diminutos brillitos sobre su piel.
El cielo variaba con rapidez reproduciendo tonos anaranjados, rosados y violetas, advirtiendo la llegada de la noche.
Ash se detuvo apenas pisó el umbral. El espectáculo de colores era hermoso, pero mas hermosa aun era la mujer que los debiles haces de luz se esforzaban en iluminar. Misty.
La habia visto en trajes de baño de dos piezas decenas de veces. Durante la juvenil etapa de la adolescencia mientras crecian imperceptiblemente; cuando nadaban juntos o se peleaban rodando por la arena de la playa. Sin embargo, porque sentia ahora que esto era diferente…?. Como si la situación y el ambiente fueran otros. Como si todo fuera distinto… Él, que ya no podia ni queria dominar lo que sentia. Ella, que ajena a todo continuaba enjugandose el cabello, quitandose restos de agua.
Misty finalmente se arrodilló para levantarse. A pesar de la posición normal en la que se encontraba, las curvas de su cuerpo la hacian ver mas sexy y provocativa que nunca. Todo cooperaba, la escasa claridad, el silencio, el ambiente, los movimientos inocentes y seductores que hacia.
Quizas fue eso lo que llevó a Ash a caminar hacia ella como un zombie. Ajeno a todo razonamiento. Con los ojos muy abiertos, tembloroso, con su corazón palpitante. Sintiendose mas vivo de lo que nunca habia estado.
Misty se sobresaltó al oir pasos –Ash ¿Qué haces aquí…?- avergonzada y apenada se puso torpemente de pie.
- No queria llegar tan tarde sabiendo que estabas aquí sola- murmuró deteniendose frente a ella.
Esta tomó la toalla e intentó cubrirse, pero estaba tan nerviosa que no logro mucho. Sonrojada se llevó una mano al pecho para ocultar parte del pronunciado escote –No debiste venir tan temprano solo por mi-
- Por favor, Myst, sino eres ninguna molestia…-
Se miraron en simultaneo alargando el instante.
Ash extendió la mano y secó varias gotas de agua que se deslizaban de su cabello hacia su mejilla. Su piel era tan delicada que acariciarla era un halago. Misty respiraba con dificultad mirandolo entre sorprendida y alarmada, mientras él deslizaba furtivamente el brazo libre por su espalda hasta la curva de su cintura, sin que ella tuviera noticia de cómo la toalla resvalaba al suelo.
Empezó a oscurecer oficialmente.
Sin embargo sus dedos seguian acariciando sus mejillas, sus labios rosados y humedos, la palpitante curva de su garganta. Ella alzó la cabeza ansiosa, y él aprovechó esa reacción para rozar sus labios con los suyos. La sintió temblar. Volvió a encontrar esa boca febril que se apretó con renuencia a la suya.
Los brazos de Misty cruzados sobre el pecho comenzaron a ceder a medida que los besos de Ash se intensificaban. Él la besaba y ella le respondia con suavidad. Con reserva, como si se sintiera culpable de lo que estaba haciendo.
¿Pero que mas podia pedir él cuando la mas hermosa de sus fantasias correspondia a sus caricias y se abandonaba a sus brazos…?
Y en medio de esa espesa niebla de deseo, ninguno de los dos advirtió que ese abrazo –que debió terminar en otro lugar de la casa- acabó tumbandolos en el piso. La ropa de Ash comenzó parcialmente a humedecerse debido a que su traje de baño todavía continuaba mojado. Los besos siguieron su curso con pasión y pudor. Ambos ignorantes y a la vez conscientes de lo que ocurriria, olvidados de todo, menos de sus propios cuerpos y de la necesidad de sentirse.
Tras un segundo de sosiego, Ash observó a media luz el adorable rostro que yacia bajo el suyo. El debil fulgor nocturno añadia encantos a los que ya tenia.
- Dios, eres tan hermosa…- susurró con voz ronca moviendo con vacilación los dedos sobre los labios de Misty, confirmando con el suave tacto lo que sus ojos veian.
El sabor del agua estaba en ella. En sus cabellos humedecidos, en sus besos timidos ebrios de pasión y en cada milimetro de su piel de terciopelo que recorria fascinado con la yema de los dedos.
Titubeando se detuvo ante el borde de su bikini azul. Deslizó lentamente y hacia abajo los tirantes despejando sus hombros. Las curvas de su pecho se desprendieron e irguieron de la tela revelandose audazmente. Parecia que la naturaleza entera estaba a su favor y que el momento mas importante de su vida sucederia tal y como siempre lo habia soñado. Con ella. La chica de sus sueños, la que él amaba…
Pero repentinamente Misty le agarró la muñeca. Respiraba con dificultad, consciente por fin de lo que estaba pasando.
- No-
Habia un dejo de temor en el fondo de sus pupilas, y mas en el fondo culpa.
- No…- repitió con voz temblorosa –Por favor no…-
Ash estaba duro, con sus sentidos implorandole mas de esa hermosa criatura.
- P-por favor no…-
Ella bajó la vista antes de que pudiera verla a los ojos. Él apoyó las manos en el suelo y se incorporó avergonzado.
- Yo… lo siento… No quise lastimarte…-
Misty tomó la toalla que habia quedado abandonada a varios metros de ella, y se cubrió como pudo. Cohibida y apenada.
- Esto es imposible…- susurró muy quedo mientras retrocedia con los ojos llenos de lagrimas, y acomodaba sobre sus hombros los tirantes del traje de baño –No puede ocurrir esto otra vez, yo no puedo… No debo…-
- Misty yo…-
- Ash no debe haber nada entre nosotros…-
- Pero yo…- se acercó a ella –Yo… te quiero…-
Se quedó dura, de pronto soltó un triste suspiro y fue increíble la forma en que sus facciones reprodujeron la angustia –Ash no puedes enamorarte de mi…-
- Y-ya estoy en…-
- ¡No! –lo interrumpió –Yo no te amo!. No puedo amarte!- apenas la ultima palabra estalló de su boca supo que no debió de haberlas pronunciado. El grito mantuvo a Ash inmóvil. Muerto, yerto.
Misty se cubrió la boca horrorizada por lo que acababa de decir. Mas lagrimas corrieron por sus mejillas. Alterada y nerviosa desapareció por otra habitación. Tiempos después se oia su loca carrera por las escaleras y luego un tremendo portazo.
Él seguia sin moverse. En vano tratando de recuperar el control tras el golpe. El dolor en su pecho se habia magnificado y le impedia respirar. Lagrimas caian de sus ojos sin que él pudiera sentirlas.
Como aquella mañana en la que se habia encontrado con la gitana. La angustia se reproducia de igual manera.
La noche era oscura y sin luna.
He aquí el poder de la vida y la muerte esta en tus manos ¿Cuál camino vas a escoger?
Continuará
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Hola! Luego de tanto tiempo!. Perdón por la demora en actualizar esta historia u.u, prometo que de ahora en mas me pondré las pilas para terminar de publicar este fic–de hecho quedan solo tres capitulos para acabarla n.n-
Por cierto, el proximo capitulo se llamará 'Desdicha' y veremos como sobrelleva el pobre Ashy Boy la terrible noticia de que su amada pelirroja ya tiene dueño… (Adoro hacerlo sufrir!. Eto… se nota, no? n.nU)
En fin, cuidense mucho y gracias por los reviews (Je! Soy muy precavida, los agradezco de antemano!)
Sumi Chan
