Wenus, ants d nada aklrar solamente k la historia contiene SPOILERS DE HARRY POTTER Y EL PRINCIPE MESTIZO. (Ls personajs no son mios, etc... Si fueran mios ahora staria x ahí d viaje n algún lujoso hotel n una playita jejej)

Spero k os wust l nuevo kpi!

CAPÍTULO I:

PODER Y RESURGIR

Algunos lloraron de verdad su muerte. Otros lo fingieron. Pero nadie se esperaría la reacción que tuvo ella. No. Tampoco sabían donde estaba. Llevaba tres años en paradero desconocido, muchos la daban por muerta. Lo cierto era que aunque la vieran pocos la reconocerían.

Porque Ginebra Weasley no era la misma chica que una noche, cuando su hermano, Ronald Weasley, su ex novio, Harry Potter y una de sus mejores amigas, Hermione Granger, se habían ido a la busca de Horcruxes, se había escapado de casa. Sí, la pequeña Weasley se había escapado de su hogar. Se había hartado. De que no contasen con ella. De que se marchasen, sin tomar en cuenta a la pequeña Weasley. Sí, ella era siempre la que se quedaba al margen, a la que ellos debían proteger, la que no podía valerse por sí misma.

No. Nadie reconocería ahora a la antigua Ginny Weasley, más conocida ahora como Ginebra. Porque la joven no se había quedado quieta todos esos largos años. Largo años que la habían hecho madurar, tanto de forma física como mental. Porque muchas cosas habían cambiado en la pelirroja, quizás no un cambio notorio a simple vista, sí un cambio en su interior.

- Así que Harry Potter ha muerto. Ha vencido al Señor Tenebroso, pero ha muerto en duelo después de ello, agotado- un hombre de avanzada edad leyó por encima de su hombro el ejemplar de El Profeta que Ginebra sostenía en alto, con el pulso acelerado-. ¿Eso no cambia tus planes?- le preguntó, cuando ella se dio la vuelta y lo encaró.

- No, no los cambia… Al menos no inmediatamente- repuso la pelirroja, pensativa. Luego le lanzó una mirada furibunda al periódico, que estrujó entre sus dedos y tiró a la papelera.

- Por un momento pensé que te pondrías a llorar- comentó el hombre, con una sonrisa enigmática. Era alto, le sacaba una cabeza y media a la joven, tenía unos preciosos ojos verdes que a la pelirroja le recordaban vagamente a los del recién fallecido Harry Potter y el pelo castaño claro.

- Vaya, yo por un momento pensé que me conocías mejor, Marck- dijo simplemente Ginebra, mirando, melancólica, por la ventana, donde una concurrida avenida se mostraba ante ella-. Que sabrías que por Harry Potter no estaría dispuesta a derramar una sola lágrima.

- De hecho, sé que no has derramado una sola lágrima desde que llegaste- Marck la miró fijamente, como taladrándola con la mirada-. Que solo te has abierto conmigo, y dudo que me lo hayas contado todo… Que por lo que me has contado ya no eres esa chica que conocían tus familiares y amigos cuando desapareciste.

- ¿Acaso eso importa?- murmuró la pelirroja, sin dejar de mirar por la ventana. Sabía que Marck la escuchaba-. Una guerra cambia a todas las personas, yo no iba a ser la excepción. De todas formas, para los amigos y familiares que me quedan…

- A eso me refiero, Ginebra- la interrumpió él, ligeramente molesto de que no lo mirara-. Se ha muerto la mitad de tu familia, algunos de tus amigos… Y no has derramado una sola lágrima por ellos- Marck suspiró, ligeramente exasperado-. A veces es bueno desahogarse.

- Cuando quiera desahogarme, ya te llamaré, gracias- comentó fríamente la pelirroja. Dándose la vuelta y mirándolo fijamente. Marck le aguantó la mirada-. Me voy a dar una vuelta- añadió, dándose la vuelta y dirigiéndose a la puerta.

- No llegues tarde- añadió el hombre, antes de que cerrase la puerta de un portazo-. Aún tenemos que terminar el trabajo de ayer- pero Ginebra ya no lo oía.

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Los acontecimientos se habían sucedido demasiado rápido para su gusto. Ahora estaban en una situación delicada y tenían que ponerle remedio lo antes posible. Lord Voldemort había caído. Y aquel acontecimiento había sumido a todos los mortífagos en un estado de caos continuo. No a él, desde luego.

Draco Malfoy había dejado de ser un niño asustadizo y cobarde para convertirse en un hombre decidido, con las ideas claras y acostumbrado al dolor y la inhumanidad de la que se había visto rodeado. Desde la noche de la muerte de Dumbledore, cuando había escapado de Hogwarts, muchas cosas habían cambiado dentro de él. Ya no era aquel que no se atrevía a matar. Había matado y mucho. Después de su primera víctima, una sucesión se agolpaba de forma confusa en su memoria. Había dejado de sentir compasión, de sentir temor. Porque había comprendido que matando era su única forma de sobrevivir en el mundo al que pertenecía. Al que pertenecía por destino.

Suspiró. Estaba en sus aposentos, en el cuartel general de los mortífagos. Los aurores no habían dado con él y dudaba mucho que lo hicieran, después de todo, el bando con mayores pérdidas había sido el suyo. No entendía qué era lo que había salido mal. Todo había empezado como una redada de los aurores más: Solo que especialmente numeroso. Los mortífagos pidieron refuerzos, los aurores también… Y Lord Voldemort se presentó en el escenario en persona. Harry Potter también. Una intensa lucha entre los dos eternos enemigos y, contra todo pronóstico, Lord Voldemort había caído. Potter había dedicado los últimos años de su vida a destruir todos sus Horcruxes y por fin había culminado su venganza, para morir pocos minutos después a manos de una rabiosa Bellatrix Lestrange.

Ahora, allí, en el cuartel general, todo era un completo caos. Estaban en una situación bien distinta a la de hacía casi veinte años, cuando Lord Voldemort había caído por primera vez. Ahora los aurores les habían quitado el líder, pero ellos eran más y más poderosos. Algunos cobardes habían huido, temerosos de la justicia. La mayoría aún se quedaba en el cuartel general, decidiendo y consultando con sus amigos y familiares cuales iban a ser los próximos movimientos a realizar.

Draco suspiró, preguntándose a sí mismo qué era lo que él iba a hacer. Se sentía intranquilo, en cualquier momento algún mortífago, esperando librarse del castigo correspondiente confesaría a los aurores el paradero del cuartel secreto mortífago. Quizás lo más inteligente sería abandonarlo lo más rápido posible.

Estaba el rubio en sus cavilaciones cuando la puerta fue abierta estruendosamente por una mujer que entró en la estancia, furiosa. Detrás de ella también entró otro hombre, mirándo lacónicamente a la mujer y sonriendo brevemente con complicidad a Draco.

- ¡Todo esto es un desastre!- exclamó con furia la mujer, mirando de forma reprobadora a Draco como si la culpa fuera suya. Los dos hombres intercambiaron una mirada de desconcierto esta vez-. La mitad de los mortífagos están huyendo a países remotos… ¡No podemos permitirlo!

- No creo que amordazarlos o amenazarlos ayude demasiado, Bellatrix- aportó Marcus Flint, tomando asiento en la cama que ocupaba Draco. Bellatrix Lestrange los miró con una mueca de impaciencia.

- Tenemos que hacer algo… ¡No podemos permitir que esos cobardes se vayan! Somos más poderosos que el otro bando, si nos reunificamos a tiempo podremos atacar por sorpresa o algo así- caviló Bellatrix, dando vueltas en círculo por la sala. Draco arqueó una ceja, escéptico:

- Para eso necesitamos impedir que todos los que piensan irse no lo hagan- comentó Draco-. El pánico tras la caída del Señor Oscuro se ha extendido, necesitaríamos un nuevo líder- dejo caer de forma casual. La atención de Bellatrix y de Marcus se centró en él.

- Puede que sea buena idea- aceptó Bellatrix, pensativa, mirando fijamente a su sobrino-. Aunque me inclino a pensar que va a haber problemas a la hora de elegirlo. Todos querrán ser el más poderoso…

- Podíamos organizar una especie de torneo- intervino Flint, mostrándose también conforme con la idea-. Para que quien gane lo haga con autoridad suficiente como para liderar a los mortífagos. No cambiaríamos mucho los objetivos del Señor Tenebroso, sólo el líder, además los hombres de confianza seríamos siendo los que formábamos parte del círculo cercano de él.

- Me parece bien- acordó Draco-. Reunamos al consejo de los mortífagos más próximos, quizás es mejor que el torneo lo hagamos entre nosotros… Se lo comunicaremos al resto de los mortífagos y nos batiremos en duelo- hizo una pausa-. No estará permitido matar, serían grandes pérdidas para nuestro bando que nueve de los mejores mortífagos muriesen en los duelos.

- Está bien- aceptó Bellatrix, luego miró a los dos hombres que la acompañaban-. De todas formas, nadie será rival para mí- y miró despectivamente a Flint y a su sobrino, que sonrió misteriosamente. Y sin más miramientos, abandonó la habitación del rubio para comunicar la resolución que habían tomado. Flint se despidió de Draco con un movimiento de cabeza y despareció también de allí.

Draco se tumbó en su cama y miró al techo. Él mismo, desde la muerte de su padre a manos de aurores, había ascendido mucho de rango entre los mortífagos, era uno de los predilectos de Lord Voldemort. Había aprendido muchas cosas y sabía que tenía posibilidades de ganar el torneo. También sabía que su tía Bellatrix era la rival más directa que tenía. Quien sabe, quizás tuviera posibilidades… Con esa certeza se quedó dormido.

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El plan había salido mejor de lo que esperaban. La mayoría de los mortífagos, animados por la perspectiva de no tener que huir y ocultarse de los aurores y la comunidad mágica, había aceptado con gusto la propuesta de los más poderosos mortífagos. Y las predicciones de Draco se habían cumplido: Bellatrix había superado todas las pruebas dejando una estela de mortífagos en la enfermería del castillo donde se refugiaban y él mismo también lo había hecho sin muchas dificultades (quizás su duelo con Blaise Zabini, su amigo de la infancia, había sido el más complicado). Y ahora estaban ellos dos, tía y sobrino, frente a frente. Había llegado el momento de enfrentarse para averiguar quien de los dos sería el sucesor de Lord Voldemort.

Multitud de mortífagos se habían congregado, curiosos por el resultado del duelo. No se pudo decir que no fuera un duelo espectacular. Los dos dieron lo mejor de sí. Bellatrix tenía mucha más experiencia, como denotaban sus hechizos certeros y precisos, pero Draco había pasado mucho tiempo practicando duelos uno contra uno y conocía muchos hechizos y técnicas para su corta edad. Su tía había sido la que le había enseñado muchas de esas técnicas, y ahora mismo no dejaba de maldecir haberlo hecho.

Y estaba en que Draco conocía bastante bien el único punto débil de su tía. Y es que la mortífaga se concentraba demasiado en el ataque, descuidando la defensa. Draco había sabido llegar al equilibro entre las dos artes y no tardó en demostrarlo, cuando, aprovechando un ataque especialmente poderoso de Bellatrix, conjuró un hechizo defensivo y ofensivo a la vez, que derribó a su tía, dejándola inconsciente. Hubo un momento de silencio, como si el tiempo se hubiera detenido de pronto. Y los mortífagos rompieron en vítores hacia Draco Malfoy, aturdido y cansado, que no se acababa de creer del todo lo que acababa de pasar.

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- Llegó la hora- fue lo único que dijo Ginebra, ladeando la cabeza y mirando fijamente a Marck. El hombre le devolvió la mirada, ligeramente preocupado-. Me voy. Ya he hecho las maletas- añadió, como toda explicación:

- Sabía que este día iba a llegar- Marck se acercó a ella-. Supongo que no volveré a verte- añadió, mientras la abrazaba. Ella le correspondió al abrazo.

- Nunca sabes lo que el destino te depara- mintió ella, con una sonrisa en la cara, sabiendo que jamás volvería a ver a Marck-. Muchas gracias por todo lo que has hecho por mí…- añadió separándose de él sin perder esa sonrisa enigmática, quizás melancólica.

- Sabes que me tienes para lo quieras, si alguna vez te arrepientes…- Ginebra negó con la cabeza, dándole a entender que no pensaba arrepentirse. Marck se encogió de hombros-. Al menos tenía que intentarlo.

- Adiós Marck- fue lo único que dijo, mientras con un simple movimiento de varita sus maletas encogían hasta que ella las metió en el bolsillo de su túnica. Marck la despidió con un movimiento de cabeza, mientras, con una última mirada, ella salía por la puerta, sabiendo que en ese momento dejaba una etapa de su vida para enfrentarse a lo desconocido.

- Ginebra…- oyó detrás de ella. No se volteó, sabía que era Marck- No confíes en nadie, sólo en ti misma- asintiendo, sin mirar todavía atrás, la puerta se cerró y Ginebra emprendió el camino hacia su nuevo destino.

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"Menuda seguridad… ¿Y este es el edificio mejor protegido de la comunidad mágica? Me ha sido mucho más fácil encontrarlo de lo que imaginaba" pensó la pelirroja, mirando frente a ella al enorme e imponente castillo que tenía enfrente. Vio que una enorme puerta estaba custodiada por dos fornidos hombres.

- ¿Quién va?- preguntó desconfiado uno de ellos, desconcertado por ver a una chica joven sola acercarse a la fortaleza. Ginebra suspiró, mientras levantaba su varita y los dos hombres se ponían en guardia. Pero ella era demasiado rápida, con una sacudida de su varita, los dos ya estaban en el suelo, inconscientes.

"Y como las medidas de seguridad sean estas, van buenos" añadió, sonriendo de lado. Observó los grandes jardines que se abrían a su paso y decidió practicar legeremancia en alguien para averiguar lo que quería saber.

Tras hurgar en la mente de tres mortífagos despistados, que no repararon ni siquiera, Ginebra dio con el paradero de Draco. Y sin vacilar se adentró en el castillo, teniendo el suficiente cuidado para no dejarse ver y servirse de las sombras como aliadas. No tardó en llegar a una habitación rectangular, amplia, con una mesa y varias sillas y al fondo, una ventana donde alguien estaba asomado. La persona se dio la vuelta y le sonrió enigmáticamente:

- Sabía que vendrías- dejó caer Draco Malfoy.

CONTINUARÁ...

Wenups, k ls parecio?

Spero k os aya gustado! Jejeje, ps os woi a contxtar a ls reviews, muxisimas asias a tos los k m abeis djado k m an puesto muuui cntenta!

Cliodne: Muxas asias x la valoración! Wenus, ps intntar actualizr lo ants posibl, sta vz m tard un pokito xk stuve normita cn unas dcimillas d fiebr... Spero k no welva a pasar jejeje Besiñes!

Merian: Wenus, ahora ia sabs xk Ginny desaparecio, aunq no e djao mui klro k s exactamnt lo k a estado aciendo todo l tiempo k a dsaparecido, xk tndra muxo k ver luego xDD Muxs asias x tu review, spero actualizr pronto!

Verons: Asias x tus animos! Wenus, aer k opinas dl k n realidad s l primer capi xk l otro era algu asip como una introducción para ntendr la historia jejeje Spero k ste kpi t axa wustado!

Maya.tonks: Wenus, io ia xevaba cn la obsesion d scribir un DG largo, no un one-shot, i sto s lo k me a salido... Ia juzgaran k tal me va c nexo, nop? Jejeje Muxas asias x l review, spero k siwas leyendo!

a-grench: M alegra k t axa wustado l desarrollo d ls cosas, tenia k ponr n un kpi corto algo k kizar ubiera deseado k m xevara +... Pro wenus, podia aer sido peor! Ojala ste kpi tb t wustara!

Nia: Jajaja muxas asias x ls palabras, a una siempr l vien bien k la alaben pa subirs el eg... los animos, eso ls animos... xDD Siro k t siwa wustando muxos besitos!

GineBellaDark: Wenus, sip, a vcs akba aburriendo k todos sean wenitos, alwn tien k sr malo, k nop? Sip, Draco y Gin acen una pareja adorabl Jejeje, spero k t aya wustado st kpi i k t siwa nganxando!

Adhara-16: Wenus, sip, s k a sido corta, xro la idea es acr ls kpis un mui largos xk luego m kedo ataskda... Y supongo k nadie kerra k m qed ataskda, nop? Jajaja, ps intntar sguirla lo ants posibl aer k tal Muxos besos!

TxeILhOpe: Muxas asias, intar seguirla pronto aer si t siwe gustando!

Replika: Muxas asias, wenus, ls inicios sn los inicios y digams k la historia va a dar uns knts giros k aer k tal m qedan! N fin, ojala t siwa gustando muxos besiñes!

Euxis: N fin, no la e podido swir mui pronto, spero no dmorarm tanto pa la proxima jejeje, asi k ojala t siwa gustando! Muxas asias x tu comentario Cuidate!

Muxas asias x ls reviews, no olvidn djar + para acr fliz a sta autora!

AnnaBlack