Capítulo 3


No podía creerlo.

¿Por qué había vuelto en el tiempo?

Era una locura un poco imposible de creer.

"Si, esto debía ser un sueño. Un sueño demasiado real para ser verdad."

"¡¿POR QUÉ ME ESTA PASANDO ESTO?!"

No podía parar de gritar mentalmente mientras tiraba de mi cabello castaño como desquiciada.

– Hija... ¿Estas segura de que te encuentras bien? – Mi padre me miraba como si hubiera perdido la cabeza.

"Cierto, mi padre..."

Intente respirar profundamente para calmar un poco mis locuras. Tome el espejo que deje sobre la mesa antes de tirar de mi cabello y lo volví a guardar en el cajón.

Caminé hacia mí padre que había vuelto a estar parado junto a la cama de la enfermería.

Subí a la cama para pararme en ella y estar casi a su altura.

– ¿Chako que suce... –

No pudo terminar su pregunta ya que inesperadamente me tiré a sus brazos para abrazarlo con fuerza.

– Papá... – Susurré con amor entre sus ropas.

Si había vuelto en el tiempo, realmente aprovecharía cada segundo con él.

– Oh princesa, ¿Necesitas un abrazo de oso de papá? – Susurro mientras acariciaba mi cabello con ternura.

– Smhmm.

Las palabras no salían con claridad de mi boca, ya que él me sujetaba firmemente contra sus ropas.

– Papá te abrazará todo lo que necesites cariño.

Fue inevitable no derramar lágrimas. Extrañaba esto.

En mi vida pasada después de haber conocido a Katsuki en mi infancia. Año tras año nos volvíamos a encontrar por las conferencias de nuestros padres, a pesar de que me hacía enojar, a medida que creciamos, de alguna forma, fui obsesionandome estúpidamente por él.

Mis amigos y los vasallos del reino decían que si yo me casaba con él y uniamos ambos reinos, el poder sería enorme.

Por lo que hice lo posible para que me casarán con él. Lloré, patalie, rompí cosas e hice todo un escándalo para estar junto a él.

Pero, gracias a mi locura por el poder, perdí a mi familia, a mi reino y morí en manos del hombre que yo supuestamente quería.

Tock, tock*

El ruido de la puerta nos devolvió a mi padre y a mí a la realidad.

– Pase. – Dijo mi padre mientras me volvía a recostar en la cama y me tapaba con las mantas.

El pomo de la puerta giró lentamente y se abrió con un suave empujón en ella, luego lentamente Shinsou asomó su pequeña cabeza púrpura con timidez.

– Tío... Bakugo quiere ver a 'Chako...

Mi padre le dio una mirada pensativa y dijo:

– ¿Él realmente quiere verla o su madre lo obligó a disculparse?

Al oír eso no pude evitar tapar mi boca con mis pequeñas manos.

Estaba pasando exactamente lo mismo que viví en mi vida anterior.

Ella lo había obligado a disculparse.

Mís recuerdos de la reina del norte, Mitsuki Bakugou, estaban medios borrosos ya que en mi vida anterior no pude interactuar mucho con ella. Pero, si recordaba como obligaba a Katsuki a hacer cosas que él por orgullo u egoísmo no haría.

Como por ejemplo, pedir perdón.

Mi padre me miró burlonamente mientras yo intentaba esconder mis risas.

– Déjalo pasar. – Dió un suspiro mientras rascaba su cabeza con agotamiento.

– Ujum. – Shinsou asintió con su cabeza.

Desaparecio detrás de la puerta entreabierta por unos segundos y luego abrió toda la puerta.

Y ahí, parado entre el pasillo y la habitación, estaba Katsuki Bakugou.

Mi corazón sintió terror al volver a verlo de nuevo.

Tenía miedo, pero si yo demostraba mis sentimientos, mi padre, que algunas veces tomaba decisiones equivocadas, seguro cortaría sus lazos con el reino del norte por mi.

Pero, al notar que él intentaba ocultar el rubor rosa que continúaba extendiéndose por su rostro junto a su seño fruncido por la rabia mientras miraba el suelo, solo me dio gracia y ternura.

Después de todo, él aún era solo un niño.

Respiré profundamente con los ojos cerrados y lo mire fijamente sin titubear.

– Acércate joven. Ochako ya está despierta. – Dijo mi padre con un cómico gesto de manos para que se acercará.

– Los dejaré un momento solos así pueden hablar, estaré afuera con Shinzo por si me necesitan o pasa algo.

Antes de cerrar las puertas, él nos miró con seriedad.

– Arreglen sus problemas por la paz.

Sentí mi frente sudar, las miradas serías de mi padre me ponían nerviosa. Y como no hacerlo si parecía apuntó de cometer un delito o tortura contra nosotros.

Definitivamente el lado sádico de mi padre cuando se enojaba seguía siendo el mismo tal y como lo recordaba.

El ruido de la silla a un lado de la cama me despertó de mis pensamientos.

Bakugou me miraba seriamente mientras se cruzaba de brazos. ¿A dónde se habían ido sus nervios?

"Agh...¿Por qué debo vivir esto de nuevo?"


Gracias por leer~