Capitulo tres La Pareja
En el balcón deslumbrante por el color blanco del piso, los muros y su derredor, estaba Albert tomando de las manos a Candy quien sonreía, pues ese joven definitivamente sonreía divino. Ella se notaba nerviosa, mientras que él miraba sus ojos y su boca otra vez, ella se sintió intimidada pensaba, ahí va de nuevo otra vez, este quien se cree para tomarme y besarme, para hacer que a mis piernas tambalearse, acaso debería tener miedo.
Mientras que Albert sonreía coqueto, al notar que ella se estaba ruborizando, no podía evitar pensar en esa ternura que ella emanaba pues con sus gestos muy ingenua se miraba. Y es que ella estaba muy nerviosa, casi podía sentirse igual, que era lo que les sucedía, porque ella lo hacía vibrar, que tenía esa joven que sus manos ya sudaban, que su corazón latiendo acelerado se encontraba, como hacía ella para que el perdiera el habla, porque su cuerpo la deseaba.
Ella noto que se estaba acercando y no podía moverse, comenzó temblando, trato de cerrar sus ojos, pues sus piernas la traicionaron, maldita sea mi suerte que me estoy enamorando. Ella quiso moverse aun que fuera solo un poco, pero el al intentarlo, la tomo como un loco, y es que si volvía a escapar como la iba a encontrar, si su cuerpo lo mataba de angustia cuando ella dejo su lugar.
Ella sintió estremecerse como nunca, que me pasa con este que me tiene erizada hasta la nuca, como es posible que haga eso tan cruel, si parece un ángel, con gusto me quedaría con él.
-No te vayas de mi lado princesa, que me has hechizado
-Quien desea irse, si me tienes sujeta.
-Es que si te vas, como voy a encontrarte
- Vamos por favor, cuantas han de gustarte
-Realmente solo tú, créelo no he de mentirte
-Pues no te conozco, porque he de creerte
-Porque ambos lo sentimos de eso estoy seguro
- Vaya que vanidoso te escuchas al hablar
- Y tu tan desconfiada que no me quieres mirar
- Es que estoy que tiemblo de miedo
- No lo creo, jamás te haría daño mi cielo.
-Haces todo el tiempo esto con las chicas
- Te juro que no, solo contigo
-Crees en Dios, para que jures así
- Por supuesto que creo, que un ángel esta aquí
- ¿A caso eres un ángel que bajo del cielo?
- Si, solo para encontrarte a ti.
- Que bien mientes, ángel no puedo serlo.
-Pues a un ángel mencionaste y pensé en mis brazos tenerlo
- Como haces que mi cuerpo tiemble
- Como haces que mi alma grite
- Es en serio lo que estas sintiendo
- Tan en serio que me estoy muriendo
- ¡Muriendo!
- Por besarte de nuevo
En ese momento Albert tomo los labios de ella, quien colocó sus brazos en su cuello mientras que Anthony y Niel, que la buscaban dieron con ellos, ambos vieron como se besaban. Niel dijo
-Mira quien era ella, yo que quería conocerla, Anthony completó
-Yo que sentí que la conocía, resulto ser mi tía.
- Ni modo Anthony, ahí está Elisa
- Ni modo tú, ¿Cuál es la prisa?
-Pero es que ella te ama
- Y qué culpa tengo de eso, jamás la amaría
- Vamos déjate de tonterías,
- Elisa siempre se le hace lo mismo
- Porque hablas así, que te ha hecho ella
-Nada, pero no significa que la ame,
En ese momento bajaban y vieron a Alister entrar con Paty abrazada y Archie con Annie igual. Anthony les dijo
-Que listos primos tengo, ya tienen pareja
- Es que este baile eso solo deja, dijo Archie sonriendo. Anthony les contestó
-Vaya con la verdad que la chica que llamo nuestra atención, es la novia de mi Tío William. Y Ster dijo
-Que bella es, ahora sabemos a quien buscaba, Niel con media sonrisa dijo
- Y también a quien el tío William esperaba.
En el balcón ya salía la luna, una pareja se acariciaba, el tomándola de la cintura, ella limpiando los labios de él.
- Vamos que el baile es nuestro, dijo Albert
-Pero si alguien nos ve, pueden reconocerme.
- Y que deben saber de ti, eres mi pareja
- Bueno lo que pasa es que debo irme
- Porque, si apenas nos encontramos
- Tal vez porque así debe ser
- Eso es imposible, debes estar a mi lado.
- Lo siento estoy comprometida,
- ¿Cómo has dicho?
- No quiero conocer a mi prometido
- Y quien te comprometió
- Es que me comprometieron de niña y no conozco al susodicho
- No lo conoces entonces
- No, la verdad tengo miedo, diré que no puedo
- Porque no puedes
- Porque a ti es a quien quiero. En ese momento él sonrió, le dijo
-Diles a todos que soy tu novio, pues a ti es a quien quiero también.
- De verdad y con eso puedo romper el compromiso.
- Por supuesto a quien comprometen en estos días con alguien desconocido.
- Eso mismo dije yo, y dice que seré su esposa quiera o no.
- ¡Santo Dios!, quien te obliga.
En ese momento ella tomo su mano, lo llevó hacia la fiesta dijo
- Esa señora es mi tía, dice que estoy comprometida con William Andrew
- ¡Con William Andrew!
-Pero dime que me ayudarás, a todos les dirás que soy tu novia y que no dejaras que ellos me casen con un desconocido. Con un leve suspiro dijo
- Te lo juro, mi vida. En ese momento desde arriba se veía a una pareja besándose frente a todos, ella lo abrazó muy fuerte y el hizo lo mismo, abajo la abuela Pauna sonreía, por fin a su amado William casaría.
