Capitulo cuatro La separación

Y después de ese baile, algo extraño sucedió, y es que ahora la Tía el matrimonio ya no le favoreció, entonces fue que planeando llevarse a Candy a Inglaterra, de los Andrew la separó. William estaba molesto, el ya había aceptado el convenio de compromiso, por lo tanto le estaban robando a su prometida.

La abuela Pauna hacía como que no se daba cuenta y todo oía, y es que Sarah le dijo a Rose que escuchó a la Tía de Candy, la tal Lucy que si casaba a la joven ella no ganaría nada, pues pensaba obtener algo por el hecho de traerla y como vio que no tenía derecho a nada, esta se la llevó de volada.

Rose y Sarah, le comentaban a Elroy y esta sonrió de medio lado, respondió,

- El compromiso está hecho y podemos decir que consumado, todos somos testigos de cómo ella lo aceptó, frente al baile y frente a todos, ella bien que lo besó. Rose sonrió apenada y contestó

-Vamos Tía, no exageres, fue mi hermano quien la beso, ella simplemente lo aceptó. Sarah agregó

-Es una burla de Lucy, si cree que va a abusar de nuestra familia, mi esposo investigó y a Inglaterra se llevó a la niña.

En la habitación se guardó silencio y la abuela Pauna sonrió, se alejo sin decir nada y a su William alborotó

-Hijo que a tu prometida la han secuestrado, que debes estar a su lado, que robarla si es necesario para recuperar a esa niña, pues es tiempo que sepas que a Inglaterra fue llevada y en contra de su voluntad y me han contado que no ha dejado de llorar.

Al decirle eso la abuela, los chicos la escuchaban y William muy alterado se molestaba, todos se salieron de ahí, que por nada la dejarían que ella era de William y de todos los demás su futura Tía.

En los puestos investigaba George y el barco había zarpado. Lucy a Candy se había llevado que con engaños y mentiras, a buscar su vestido de novia fue lo que le hicieron creer, pues ella ignoraba los planes de la Tía y de otro chico que la llevaba a conocer.

Llegaban a Inglaterra y una fiesta se presentó, ella tenía que ir sin falta por su enlace en la sociedad y que supieran que ella una gran dama es de verdad.

En la fiesta no faltaban chicos por sacarla a bailar y ella muy sonriente respondía

-Lo siento mucho estoy comprometida. Un hermoso y atractivo joven la vio y cuando esta le respondió este le preguntó

- ¿Y dónde está su prometido?

- Mi prometido no es asunto suyo, el es un gran caballero, al que amo con todo mi corazón. El joven la vio con admiración, pues su padre le dijo que ella estaba comprometida desde niña y a su prometido desconocía, como es que ella ya lo amaría.

-Y si es tan caballero, como es que dejo a tan hermosa dama venir sola.

-Muy simple señor, el sabe que tiene mi corazón, por lo tanto confía en mí, tanto igual que yo en él. Este le respondió

-Interesante respuesta para un hombre al que no conoce y ya está dispuesta,

- Por supuesto que le conozco y ambos somos felices con nuestro futuro enlace.

- Vaya entonces si lo conoce tanto porque su Tía la acaba de traer a su supuesto novio va usted a conocer.

-Debe haber una confusión, mi prometido está en América y es de origen Escocés.

-No mi hermosa dama, su prometido esta aquí en Inglaterra y es de origen Inglés.

- Está usted seguro, que bien que ambos nos conocimos, y el cuenta con dos nombres y un apellido importante.

-Por supuesto que lo sé, me lo acaban de decir, pero que segura está usted de que el la acepte y la ame, si apenas la acaba de ver.

-No señor, yo estuve con él y bailamos, y frente a todos nos besamos.

-Vaya que es soñadora y romántica, pero si insiste usted, con gusto la beso y bailo en este momento.

-Insolente quien se ha creído para faltarme al respeto

- Soy su prometido el que también está dispuesto. Candy lo vio a los ojos asustada, ese hombre estaba loco, quien se cree para hablarle así, y confirmar que es su prometido cuando ella aceptó a William Albert Andrew frente a todos y este aceptó que la ama, como es que ahora le han cambiado al novio, y la ponen frente a este engreído.

-Entonces bailamos o nos besamos. Candy abrió los ojos y con un sonoro golpe, la cara le atravesó, le dijo en voz alta

-Soy Candy White, la prometida de William Albert Andrew, y usted no me falte al respeto, si no quiere que en este instante le llame a la seguridad. Richard que estaba junto a Lucy abrió los ojos al ver como la joven alzó la voz y aseguró estar comprometida, lo más sorprendente es saber cómo Terry la ofendió, para ver que la bofetada le dió.

En ese instante entró la guardia y ante Candy se presentó,

-Usted señorita no puede golpear al Duque de Grandchester

-Y el me puede insultar y amenazar con besarme, a mi una dama comprometida. Terry le respondió

-Su Tía la ha comprometido conmigo Señorita Candy, no como cree usted que ya está comprometida. En eso llegaban varios caballeros y entre ellos se presentaban los Andrew, asegurando, que la Sra. Lucy estaba a su sobrina secuestrando.

Candy en cuanto vio a Albert de entre los caballeros que la rodeaban, se escabulló y corriendo junto a él, le dijo

-Como usted me mintió, que acaso no estaba comprometida contigo.

- Por supuesto que los estás, solo que tu tía te ha engañado y te trajo a comprometer donde ella tuviera algo más que ganar.

- ¡Santo Dios! Me están vendiendo.

- No Candy eso jamás pasaría, tu eres mi novia y mi prometida, este la abrazó y ella en sus brazos lloró.