Capitulo siete Luna de miel

Candy estaba muy contenta ya era su viaje de bodas, el no soltaba a Candy, ella lo cuidaba de todas, y es que su luna de miel era todo lo que siempre quiso, estar a solas con él era estar en el paraíso.

En Inglaterra salía un bote con destino a Singapur, todos con distinto idioma viajarían a ese lejano lugar, una Tía sin papeles se quería escapar y entre todos los sirvientes ella ahí fue a quedar.

En Inglaterra bailaba un Terry despistado, no quería demostrarle a Susana que él se había equivocado, orgulloso e imponente nuestro guapo Duque bailaba y notaba a Elisa que por él se desbarataba.

La familia Andrew publicaba por todo lo alto, que el Jefe de los Andrew por fin le agradó a un santo, que su esposa estaba con él y que viajaría rumbo a su luna de miel, una hermosa postal era la pareja del día, Candy y Albert sonrientes anunciados con todo alto nivel, una foto donde ambos abrazados besándose después sonreían.

Mientras en Inglaterra era un llanto tras otro, muchas damas chillonas envidando a Elisa por ser una millonaria americana que con dote de nacimiento fue elegida , ahora se marchaba de viaje con el amor de su vida, Terry estaba sin una sonrisa muy serio, pero la novia sonreía por los dos, alzando su mano agitada despidiéndose de todos cuan engreída dama al saberse esposa de un Duque, mientras Susana sonreía de medio lado aceptando a su cuñado, pues los padres felices mataban dos pájaros de un tiro y comprometían a Niel antes de meterse en un lío.

Archie miraba las fotos, Stear sonreía, Anthony que iba llegando con ellos sorprendido por la algarabía. Archie le comentó

-Los Legan ya no estarán seguido en casa, ahora se quedan en Inglaterra. Alister sonriente agregó

- Todos los Andrew, adoramos a Candy, pues no solo con nuestro Tío se casó, sino que de regalo extra de Niel y Elisa nos libró.

Un telegrama enviaban los Legan que quedaron comprometidos de vivir en Inglaterra con los Duques Ingleses, se disculpaban con los Andrew, pues al parecer los confundieron con millonarios y ambos eran custodiados con muchos cuidados, para que los Escoceses no vinieran a reclamarles porque Terry y Elisa ya estaban casados.

La abuela al saberlo sonreía, Rosemary comentaba que alegría, Sarah siempre quiso vivir en Inglaterra, y hasta Niel se casó de una buena vez, eso es tener mucha suerte, casaron a sus hijos y vivirán en su país preferente.

Albert y Candy abrazados estaban sonriendo viendo el mar desde una linda playa, con una hermosa sonrisa ambos felices, porque la falda de Albert era especial, y el costalito ese también servía, con ambas prendas se pusieron a jugar, ahora Candy ha decidido, que su esposo porte ese traje más seguido.

La Tía Lucy llegaba a Singapur, un hombre bajito de sonrisa confiada, ella con él se marchaba asustada, no conocía nada en ese lugar, pero el señor lo ofreció un cómodo hogar, donde ella cuidaría ahora a su nueva familia, era viudo y de numerosa familia contaba con ocho hijos, ella asombrada por haber aceptado, trabajaba con el señor que sonreía a su lado, pidiéndole que incrementara su familia también, que la cuidaría y que siempre estaría con él.

En un hotel escondido estaba Terry, de su fastidiosa esposa se escapaba, por los pasillos campante y una dama insinuante lo invitaba, a pasear con ella este ni tardo ni perezoso se iba feliz lleno de gozo. La pasaba bien y para cuando volvía, su esposa lo abrazaba asustada pensando que algo malo le pasaría, el venía muy contento por encontrar triunfante a otra dama elegante.

Ya han pasado varios meses y al regresar a Europa dos parejas se encontraban, Elisa saludaba a su Tío Albert y a su esposo Terry le presentaba, Candy con una hermosa sonrisa y abrazados de la cintura los felicitaba. Terry miraba a Candy muy contenta, pues ella se salió con la suya mientras el por confiado le cambiaron de novia. Albert lo felicitó

- Muchas felicidades se ve que son muy felices y Elisa mostrando los dientes se despedía de sus parientes. Agitando sus manos ambos se despedían mientras Terry miraba a Candy y ella sonreía.

En los traslados pasaban los Ingleses se marchaban, Candy y Albert a su yate regresaban. Al llegar a Escocia una gran comitiva los esperaba, todos sonreían por fin regresarían.

Escocia completa tomaba fotografías, y en los periódicos se anunciaba a la feliz pareja que esperando bebe ya estaban.

En Inglaterra, no todo era felicidad pues los meses de luna de miel y los intereses prometidos que se habían equivocado y todos fueron testigos, pues no era una joven millonaria era una norte americana sin dote, pero no podían anunciar el error cometido pues entonces serían el hazme reír para las noticas del mundo y su titulo quedaría comprometido.

Con el paso del tiempo y las situaciones cambiantes nacían dos niños en Inglaterra triunfantes, eran el hijo de Elisa un chico pelirrojo de mirada azul intensa y el hijo de Susana un castaño con ojos del mismo color, Terry sonreía de lado orgulloso con su cuñado el muy… pues al parecer ambos niños se parecían al Duque pero se justificaban porque todo quedaba en familia.

En Escocia también se anunciaba a un par de niños preciosos eran gemelitos y ambos muy bonitos sonreían para la foto anunciada a todo color que los hijos escoceses se parecían al mejor pues ambos niños sonreían igualito a su Padre y uno de ojos verdes el otro de ojos azules con ricitos ensortijados.

Todos fueron muy felices y Niel a Susana se llevó a América y a Inglaterra jamás volvió, por esos tontos comentarios de su hijito mayor. El tuvo tres niñas más y todas eran hermosas. Mientras Elisa y Terry ya no quisieron más, con un solo pequeño se decidieron quedar. Y es que Terry pensaba que lo que menos has de querer en tu casa lo has de tener…. Pues hijito era muy parecido a él, pero su rojizo cabello lo tenía sorprendido.

Albert y Candy se fueron a vivir a Chicago y con el tiempo dos hijas tuvieron también, Albert feliz porque su esposa siempre amo a su natal Escocia y se lo demostraba con mucho interés que cada que podía lo vestía con su traje escocés.

FIN

Se agradecen sus comentarios y si este tipo de historias te gusto leer,

Con gusto y muy contenta las volverás a ver

Pues escribo para que lean y es un digno placer

Mayra Exitosa

Escribiendo goza.