FIC
Touch Down Al Corazón
Por Mayra Exitosa
La llegada de su madre fue algo que ambas esperaban, su conversación, en el pequeño departamento estudiantil, fue muy larga y por fin, sincera. Estefany le contaba detalladamente sobre Erick su padre, y como temía no ser aceptada por su abuela, quien sabía que no estaba bien tener hijos fuera del matrimonio, ahora saberla embarazada de quince semanas y media, le daba orgullo y a la vez temor, Candy esperaba un bebe y lo había ocultado para continuar sin perjudicar a su novi madre, pudiendo afectar a su bebe y a ella solo por ocultarlo. La familia Mc Allen, estaba feliz, deseando poner su apellido en su nieta, por lo que deseaban registrarla lo antes posible, como una Mc Allen, sin embargo, Albert aseguraba que su hijo estaría naciendo como un Andrew y no como un Mc Allen, fuera niño o niña, sería muy querido en su familia.
Al final la conversación con la abuela de Candy no fue tan rígida, por el contrario, fue amable y muy bonita, pues Candy tenía varios primos hermanos y todos menores que ella, bastante guapos y su abuelo estaba mas que feliz que su nieta siguiera los pasos de la medicina, como ellos lo eran, así que se ofrecían a que Candy se quedara ahí en sus estudios mientras llegaba la fecha del cambio de nombre y la próxima boda.
En una llamada, Candy le confesaba a Anthony su noviazgo con su hermano y como ella estaba estudiando en Ohio, pero que su corazón estaba con Albert. A lo que lo haría tío en mayo.
- ¿Cómo que tío, Candy?
- Soy demasiado abusiva y… me aproveche de tu hermano… y… lo siento Anthony, se que perderé tu confianza, pero juagar limpio en americano, no es tan limpio como crees. Albert que escuchaba su explicación reía por como se justificaba y se culpaba de estar embarazada, mientras su madre feliz en otro teléfono le decía a Robert que serian abuelos solo si se casaban, pues Candy pensaba jugar carreritas con ella y ya había tenido varios campeonatos de atletismo. Albert que escuchaba esa explicación, ahora sabía porque Candy le decía de esa manera las cosas a Anthony, así el se salía de la habitación, dejándolas en tranquilidad y marcaba a su madre, comentando todos los detalles y su noviazgo, la haría abuela y Candy no era White, era Mc Allen.
Contrario a lo que se pensará, Fanny y Robert salieron a las Vegas y se casaron el día de San Valentín. Sin avisar a nadie, ambos tomaron su luna de miel, y ganarle a su hija. Quien los haría abuelos próximamente siempre y cuando estuvieran casados.
Los Mc Allen por fin pudieron darle su apellido a Candy a lo que para entonces ya estaban en marzo. Para esto, la familia Andrew, se preparaba para una boda a distancia en Ohio, donde se casaría Albert y Candy un fin de semana, posterior a este, se trasladaría el cambio universitario para que Candy descansara un semestre y posterior retomaría sus clases en Chicago.
- Ya que nazca nuestro bebe, nos iremos de luna de miel. Lo prometo mi vida.
- Solo si ganas Albert, mi bebe y yo estaremos muy contentos de saberte campeón.
- Tu madre nos ha dejado su departamento, ella se ira a vivir con Robert ya que esta mas cercano al restaurant, y comprare una casa para nosotros después, cuando avancemos más e los estudios.
- Para mi es mas que suficiente, aunque si vienen mis abuelos, se llenara el departamento, al parecer todos vendrán al nacimiento de nuestro hijo.
- Eso me da gusto, también mi familia desea estar presente, mamá está muy emocionada, será su primer nieto o nieta.
- Albert, cuídate mucho, no podré estar en los partidos, pero sabes lo mucho que me preocupas.
- Lo se amor, estaremos bien. Jugare con cautela y estaré concentrado, saber que estas esperándome, me tiene muy feliz, mi vida.
El partido comenzaba y Albert estaba en su posición aun estaba muy reñida la final, el se entregaba en su partido, ahora que pronto sería padre, lo hacía sentirse responsable de todos, juagar el partido fue muy intenso, Candy estaba en su departamento escuchando los halagos y comentarios que daban de su amado Albert ya estaban en la cuarta parte y el partido continuaba por dos puntos bajo, solo requería una posibilidad y deseaban aprovecharla, fueron los minutos mas intensos de su juego, y por fin lo lograban al no arrojar el balón, se iba por un costado y formaba el touchdown esperado, pañuelos saltaban, había un pero, sin embargo el balón estaba ahí, el mariscal estaba lesionado. Fue sacado en camilla y llevado a hospital, Candy se trasladaba junto a Rosemary su suegra, quién la acompañaba,
- Tranquila Candy fue una lesión en una pierna, estará bien.
- Si lo sé. Es un partido ganado con sabor a lágrimas, me tiene muy preocupada.
- Eso le hace daño a tu bebe. No llores Candy.
- Si no lo veo, me sentiré así. En el taxi, ambas mujeres iban, pero el trafico no las dejaba avanzar. Candy sin esperarlo se rompía su fuente y asustada, Rosemary llamaba una ambulancia, el taxi, sacaba una sirena, pidiendo espacio de paso. Ambas se iban por el medio de la calle principal, lo que hubiera sido mas de cuarenta y cinco minutos se hizo en quince.
Albert estaba en radiografías cuando fue avisado de que su mujer estaba en labor de parto, su coach avisaba al equipo que su mariscal estaba bien, sin embargo, no podía irse porque lo ocupaba su mujer ya que sería padre y el tenía que ir a recibir a su hijo.
El festejo del campeonato continuaba, el con yeso en su pierna adolorido, era cubierto ahora para ingresar a acompañar a su mujer, ella pujaba con fuerza y el llanto del pequeño hacía que todo el equipo que esperaba afuera en los pasillos se quedara en agonía, pues no solo el mariscal estaba detenido, ahora su hijo estaba por nacer.
La familia de Candy comenzaba a llegar, Robert y Fanny estaban en la sala de espera, pues Albert y Rosemary habían estado con ella. Llegaba Anthony y su amiga, corriendo, preguntando y viendo que la sala esperaba todo el equipo de americano. Una televisora anunciaba que el joven mariscal, campeón de su equipo recibiría en cualquier momento a su hijo, al haber llegado lesionado a un hospital.
El medico general confirmaba que la lesión tendría al mariscal tres meses de ausencia. A lo que el cirujano a su lado llegaba y preguntaba por la familia Andrew y Mc Allen, todos levantaban mano, y este con media sonrisa al ver que la expectación ahora la tenía el partero, confirmaba,
- Es un niño grande de cincuenta y ocho centímetros y pesando cuatro kilos con cien gramos. La madre y el niño se encuentran bien. Un grito general y Albert salía en silla de ruedas donde este era levantado por sus compañeros, pues había nacido el próximo mariscal de Chicago.
Los Mc Allen llegaron durante la semana, la boda sería en Chicago y todos se apuntaban, Candy era rodeada por sus tíos y su abuelo, emocionados porque el pequeño William causaba sensaciones, en el equipo de su padre, este recibía regalos de su equipo, mamelucos con su logotipo y ofertas para su padre, quien ahora Los Osos de Chicago se disputaban su ingreso a la NFL, Albert tenía una convalecencia de tres meses, una carrera por terminar, pero una posibilidad de ingresar a las grandes ligas, Candy tenía una boda en puerta, un marido famoso y un hijo apadrinado por equipos de futbol americano, al nacer en el campeonato final de la universidad.
La tranquilidad de aquella cabaña, que fuera de su abuelo Andrew, ahora de su nieto, hacía que pudieran aislarse y cuidarse, habían tenido una boda, un hijo y un campeonato en un solo mes. El estar lastimado de su pierna no fue impedimento para cuidar de ella, para ver a su hijo pedir sus horarios de alimentos y amar a su mujer quién estaba mas que enamorada al tener a dos campeones en casa,
- Mamá llama a diario, tu madre quiere que regresemos y tu y yo escondidos aquí con nuestro hijo, mis abuelos insisten en que nos vayamos a Ohio y Anthony quiere que su sobrino aprenda a montar desde pequeño. Albert soltaba las carcajadas, sentado cuidando de su hijo, una pierna lesionada y su mujer recostada en su cama, escuchando sus palabras por estar ahí, solos como la familia que acababan de formar y que, aunque eran muy jóvenes, tenían un gran equipo que los respaldaba, una familia que los protegía y un lago camino aun por recorrer.
- Candy, si acepto entrar a la NFL, mi carrera se iría mas lenta, tenemos que esperar y avanzar en nuestros estudios, tu terminaras medicina, yo negocios internacionales y jugar, será continuar a un en la universidad un poco menos por esta temporada, hasta que mejore mi pierna, vendrá la rehabilitación y te debo nuestra luna de miel amor.
- ¡Albert! Sabes que eso no me importa tanto, estar contigo y con nuestro hijo, es mucho más de lo que imaginaba. Ya veremos cómo marchan las cosas, creo que la emoción del campeonato y tu dedicación fue lo que más llamó la atención de todo, por eso te ofrecieron esa posibilidad.
- Estamos de acuerdo. Nos esperamos, mi madre se ofreció a ayudarnos con su nieto, ahora que estaremos estudiando en Chicago. Y Anthony quiere tener cerca a su sobrino por haberle quitado a su amiga.
- ¡Sigue con eso!
- Debe ser un pretexto mi vida. Nos quieren con ellos.
- Desde antes de ser tu novia, para mi eran mi familia, Tu madre y Anthony siempre estuvieron conmigo, mi madre trabaja mucho y aunque ahora tenemos a Robert, sigo siendo unida a Anthony.
- Mientras que continúen asistiendo a los partidos, ahora tendremos a William y Anthony no querrá que ni le dé el aire.
- En eso si estamos de acuerdo, mi hijo podrá asistir a tus partidos cuando este mas grandecito, ahorita es mejor que continuemos así.
- Lo sé amor. Albert dejaba a su hijo en la cuna, lo cubría y se iba con ella, besaba sus labios y la cubría, su pierna era una lata de momento, pero no una queja para no estar con ellos ahora, adoraba como había tomado entereza en tener a su hijo, a pesar de ser tan joven, no se había rendido y siempre pensando en ambos, la amaba y tenerla a solas, era un regalo que con la lesión podía aprovechar agradablemente.
Siete años después
Hoy recibimos a nuestro nuevo Mariscal de Campo, Bert Andrew ahora de los Bears de Chicago, causaba sensación, su familia en un palco lo observaban, Había finalizado sus estudios de medicina, aun estaba con su especialidad de pediatría, Su hijo lucía su camisa y su gorra apoyando a su padre con una mano indicando que era el número uno. Candy estaba orgullosa de su marido, la NFL ya lo había estado acosando por mucho tiempo y ahora por fin lo tenía, su madre le había entregado las cuentas de los negocios, Anthony y el eran socios de la empresa que había dejado su padre y que había dado buenos rendimientos durante años.
Anthony se había graduado con honores en Administración y el junto al administrador principal George Johnson ahora se hacían cargo de los negocios que deseaban incrementar ganancias. Rosemary la madre de ambos, aceptaba una relación con George, ahora que sus hijos ya estaban tomando las riendas de sus vidas ella se daba una oportunidad al amor de nuevo.
Candy estaba emocionada, Albert le había comprado una mansión ahí en Chicago, para que pudiera tener un hogar donde tener mas hijos, y ambos estaban planeando darle hermanos a su hijo. Desde el campo el giraba su rostro a verla, ella sonreía emocionada y el le hacía un guiño, como siempre que la miraba, ahí estaba su fan, esta vez acompañada de toda su familia, hoy iniciaba con los Osos de Chicago como Mariscal de Campo, pero su mayor logro, era ella, su princesa veloz.
FIN
Gracias por leer y por comentar, deseando muchos finales felices,
agradezco su paciencia y su sincero apoyo en cada historia, espero continuar mejorando
Un abrazo a la Distancia
Mayra Exitosa
