Disclaimer: Lo dije al principio¿lo tendré que repetir en cada capítulo?

Hola a todos! Muchas gracias por leer y ser tan rápidos, y por dejar vuestras palabras. Os diré que me parecía raro por que las escenas van en la tónica de lo que leistéis y hay muy poco del resto de personajes, pero ya veo que os gusta, como a mí, me alegro. A ver unas palabritas para vosotros antes de seguir leyendo:

Sheamoonie: Hola¿por qué no me sorprendió ver que eras mi primer rr:) Me hizo mucha ilusión verte por aquí. Pues a mí no siempre me gusta como escribo :S En fin, si este te gusto ya verás más adelante que están mis preferidos. Y uff sabes? Esto iba a ser un One-Shot como el otro que leíste, y llevo ya un montón de capítulos, las cosas de la musa cuando escribo slash nunca las comprenderé. Nos vemos, besos.

Riku Lupin: Hola! bienvenida a la lectura. Creo que me has dejado sin palabras con las tuyas. Muchas gracias, aunque creo que solo coincido en lo de que es original, el resto... No sabía que iba a despertar tantas emociones con solo un capítulo. Eso es bueno, siempre digo que el primer capítulo de una historia es difícil por que tiene que dejar "atrapado" al lector sin revelar demasiado. Un gran halago el que me haces. Uy me temo que si con esto estabas a punto de llorar vas a necesitar un paquete de clinexs. Sobre el final que sea triste... Te advierto que me gusta hacer cosas realistas, conforme leas la historia y veas como va tu misma podrás decidir si el final será triste o no, pero hay muchos tipos de tristezas ya en todo lo que hay escrito así que no quiero desanimarte por qúe sé que la historia es buena (aunque esté feo que yo lo diga) pero hay cositas más tristes y también... unos momentos muy bellos que no querás perderte si este te impresionó tanto. Tu confia en mí y sigue leyendo, el capítulo final esta escrito y creo que dejará un buen sabor de boca. nos vemos y gracias por tus palabras.

sakumino: Hola! También a tí me alegro de verte, que buenas que sois conmigo. ¿Engancha? Genial! a sí me gusta hacerlo. Malfoy no podía delatar a Harry, si caía uno caía el otro, por eso dije que los necesitaba "en igual de condiciones" Por muy premios anuales que sean el bosque sigue estando prohibido para los alumnos. Creo que segirá así o incluso mejor, yame lo dirás. Besos!

Inocent Muggle: Saludos! Alguien más nuevo, que bien. Por tus palabras o tu nick no acierto a saber si eres chica o chico, así que espero no meter la pata al referirme a tí. Lo de raro es por que entre todas las historias que tengo escritas esta no sigue mi línea general de narrado, tal vez por eso la veo algo rara, y por el hecho de que al principio se desarrolla todo la historia así como has leído al principio. Cuando la comencé a escribir a mí me encantaba pero pensaba que a los lectores os podría llegar a aburrir pero ya hay más gente que la ha leído y para nada se ha aburrido, por lo menos en todo lo que llevo escrito que ya es bastante. De reacciones Gryffindor y Slytherin te prometo que te dejaqré con la boca abierta. Gracias por tus palabras y tu ánimo. Espero que este te guste más. Y sí, cuando escribo intento hacerlo desde los sentimientos que conozco y me meto tanto en mis personajes que me siento parte de ellos. Muchas veces es precisamente eso lo que me atranca al escribir un capítulo, me pasó con el 8 que me ha teníado bloqueada más de tres semanas por que no lograba expresar bien como me sentía ahí (y es que yo misma era tan Harry como Draco) Que me digas eso me hace pensar que has leído con detenimiento mis palabras y las has asimilado casi tanto como yo. Muchas gracias. Nos vemos.

N.17 : Saludos a tí también, me encanta ver que además de gente conocida conozco a más lectores. Es una pena que el rr se haya cortado, o al menos eso parece pero gracias por decir que no te parece raro. Me encanta ver que aún con escritos que no son los acostumbrados consigo llegar a los lectores. Lo de que Malfoy no lo denunciara se lo he respondido antes a Sakumino. Pero además es que ya verás conforme avance la historia el por qué no lo denuncia. El resumen que le puse a la historia te puede dar una idea de por que no lo hace. Una pena ya te digo que se haya cortado el rr, pero gracias por tomarte el tiempo de leer y mucho más de decir que lo hiciste. Espero que siga gustando.


CAPITULO 2: UN LUGAR PARA LA VERDAD

Si esperaba que sus insultos lo alejaran se equivocó. De nuevo un día más llegó tras él y, a pesar de no gustarle su presencia se negaba a dejar de acudir o de cambiar su costumbre para no darle el gusto de pensar que le había hecho desistir. Por dos noches más aguantó su presencia callada y también el calló pero a la tercera... no pudo controlarse por más tiempo.

-. No sé a qué juegas Malfoy, - dijo serio, tratando de controlarse.- pero te aseguro que no lo lograrás.- El único gesto que percibió de él a sus palabras fue un leve pestañeo, tampoco esta vez parecía dispuesto a responderle. Giró la cabeza hacia él y lo miró exasperado.- ¿Y acaso ves lógico tu silencio?- Él siguió manteniendo su postura y, tras unos segundos de silencio, Harry resopló molesto a su actitud.- ¡UFF! Tenías que ser la mayor serpiente de todo Hogwarts.- Le espetó resentido.- Entonces Malfoy volvió la cabeza hacia él y lo miró enarcando las cejas.

-. La energía del silencio permanece Potter- Fue la respuesta inesperada que recibió a la vez que le apartada la mirada. No hubo malicia alguna en su voz y le pareció una afirmación demasiado profunda incluso para ser una de sus ironías. Pero aún así no comprendía el mensaje.

-. ¡La energía del silencio!- Exclamó exasperado por su frase filosófica.- ¿Y qué diablos significa eso?.

Pensó que se reiría de su ignorancia, del modo en que le hacía ver su incomprensión, pero no... Durante unos segundos el rubio siguió callado, como evaluando si explicarle o no y entonces, apoyó las manos a ambos lados de su cuerpo y apontocando el peso del cuerpo en sus brazos lo vio alzar la cabeza hacia el cielo, posando su vista en las relucientes estrellas.

-. No se puede comprender a una persona sin saber respetar antes sus silencios.
-. ¿Qué?- Su exclamación ni siquiera pareció inmutarle, él seguía con su pose firme y altiva como siempre, impasible a todo, mientras Harry sentía como el corazón se le aceleraba cada vez más ante aquella extraña situación.- Cómo si una mala pécora como tú pudiera comprender a alguien.

Inesperadamente sus ojos se clavaron en los suyos, gris excesivamente brillante por la rabia contenida, pensó, y entonces se puso en pie y, sacudiendo sus manos pausada y elegantemente para liberarlas de la tierra adherida le habló más sereno de lo que nunca pensó podría hacer.

-. Tal vez no, pero... Eres tú quien últimamente insulta cual serpiente.- Harry abrió los ojos sorprendido, en cierto modo llevaba razón en lo que decía.- Cuando el león deje de rugir tal vez la serpiente sisee.

Y dicho esto se marchó.

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Tenía que admitirlo, durante todo el día esperó ansioso la noche; sus escasas palabras lo habían desconcertado pero no menos su actitud, aunque extraño incluso de admitir, Malfoy le había sonado sincero y , si había entendido bien, el chico no buscaba pelear con él, no parecía tramar nada raro tampoco y sin embargo… daba la impresión de querer algo.

Cuando llegó ya lo esperaba nervioso, aunque no lo quisiera reconocer se había acostumbrado a su presencia, pues el rubio no faltaba ni un solo día a aquella improvisada cita haciendo su presencia tan exasperante como inquietante. Quería saber, preguntar… pero el recuerdo de sus palabras la noche anterior serenó sus inquietudes y lo mantuvo, no sin dificultad, en silencio. Creyó que le costaría semanas hacerle hablar pero si algo caracterizaba a Malfoy era que nunca sabías como iba a reaccionar.

-. ¿Por qué vienes aquí Potter?

Su voz sonó serena, pausada, más cálida de lo que nunca pensó podría oírla, tildada acaso de un asomo de melancolía hubiera afirmado de tratarse de otro, pero al ser él su pregunta le pilló de sorpresa, tanto o más que el hecho de que hoy fuera el rubio quien rompiera el silencio.

-. Ni siquiera mis amigos saben eso- Respondió enojado por el atrevimiento de su pregunta.- No creas que te lo contaré a ti, Malfoy.

Las palabras y el tono de su voz hacían ver su rabia y fue por ello que pensó que de nuevo le reprocharía "dejar rugir al león" como hizo ayer. Más él se mantuvo en silencio, los ojos cerrados por un instante, como si evitara intencionadamente mirarle a la cara o ver su reacción.

-. Entonces tus amigos saben poco de ti.- Harry se ofendió a sus palabras y no pudo evitar replicarle.
-¡Qué sabrás tú de amistad!- Le espetó exaltado, sabiendo como todo Hogwarts conocía que Malfoy no tenía amigo alguno, ni siquiera a esos dos gorilas de Crabbe y Goyle los trataba como a tales.
-Tienes razón- afirmó tan serio que lo descolocó- Pero creo saber por qué vienes aquí.

Harry lo miró de reojo, sus párpados entrecerrados pensando si en realidad el chico conocía el por qué de su estancia allí. Pero ahora fue él quién permaneció en silencio, tenso aunque sin querer reconocer su miedo a que él supiera la verdadera razón que lo hacía acudir al lago cada anochecer, aguantando incluso su indeseada presencia. Malfoy también calló durante unos minutos pero luego sus palabras resonaron en el silencio que los circundaba.

-. En realidad lo sé. Pero me interesa comprender el por qué.- Parecía sincero, su voz limpia sin atisbo alguno de ofensa hacia él, pero eso no evitó que su descaro lo sulfurara.
-Tú no sabes ¡nada!- Dijo enojado.
-Fue aquí dónde ocurrió- comenzó a hablarle lentamente, la vista fija en la otra orilla del lago, como si le hablara a la nada en vez de a él.- Fue aquí dónde una horda de dementotes os atacó a Black y a ti pronto hará cuatro años.- Continuó y escuchar en su boca tal secreto cortó su respiración, le aceleró el corazón y sintió la sangre hervir en sus venas. Debería de haberse marchado en aquel preciso instante pero como siempre le pudo la curiosidad. Palabra alguna salió de su boca, tan impresionado por la certeza que le demostraba que ni capaz se sentía de hablar.- ¿Por qué recordar tales sensaciones¿Por qué rememorar a diario algo que dicen tan insufrible?

Ciertamente ahora su voz iba más allá de sus preguntas, sus palabras le hacían evocar casi la preocupación de un amigo ante la tristeza de otro y, sin saber por qué, lo que hasta entonces no había contado ni siquiera a Ron se escuchó confesárselo a él, a su mayor enemigo después de Voldemort.

-. Te equivocas. No es la frialdad de los dementotes lo que me trae aquí,- respondió estremecido por el recuerdo del ataque y el miedo sufrido entonces, algo que nunca evocaba a pesar de estar allí.- sino la calidez del patronus que nos salvó aquella noche y que por aquel entonces pensaba creado por mi padre.- La voz se le quebró y tuvo que respirar profundamente para serenar su angustia. Malfoy asintió en silencio antes de continuar.
-Prongs…- Dijo tomándolo por sorpresa al oírlo usar aquel apodo dedicado a su padre y mucho más, al no distinguir amenaza en su voz.- Tu padre debió de ser un gran hombre – Harry abrió los ojos en total desconcierto pues nunca pensó escuchar a un Malfoy hablar así de James- y un gran mago si su forma animaga era idéntica a tu patronus.
-¿Cómo…?- Comenzó a preguntar tan dubitativo como nervioso pero él le interrumpió formulando la pregunta que él apenas si podía articular.
-¿Cómo sé todo esto? Fácil.- Harry puso atención a sus palabras con más ansias que nunca.- De todos es sabido que los dementotes os atacaron cerca del lago, por eso sabía del motivo de tus incursiones aquí y, sobre tu padre….- Ahora fue Malfoy quién inspiró fuertemente.- Vi tu patronus durante nuestros TIMOS y, mi 'padre' fue compañero del tuyo como lo somos nosotros; no suele contar nada agradable pero sí que a veces resulta bastante interesante.

Harry guardó silencio, extrañamente sereno a cómo debería estar sintiéndose. Draco Malfoy, su eterno rival, le hablaba con una confianza que él nunca la había otorgado y no solo se atrevía a preguntarle por cosas que él consideraba celosamente privadas, si no que también le hablaba acerca de otras cosas que ni siquiera debería de conocer de él. En otro lugar, en otro momento, seguro que se le hubiera lanzado al cuello como en aquel partido que le costó un año sin jugar al quidditch; en otro momento su mano hubiera ido directa a su pantalón y ahora mismo su varita lo amenazaría con una cruciatas como mínimo, en otras circunstancias….

Sabía que sus palabras, aún faltas de toda frialdad hiriente, debían de haberle asestado una profunda puñalada tanto a su alma como a su razón, era consciente de que aún lo consideraba enemigo y él mismo no admitiría esas palabras, ni siquiera en un amigo. Cuando decidió dar este paso lo hizo pensando que tal vez fuera su última oportunidad y decidió que, mientras estuviera junto a él en el lago, ninguna mentira abandonaría su boca a no ser para protegerle a él, y que daría lo que hiciera falta para tratar de ganar si no su confianza si al menos su compresión. Ante el sonido de su silencio giró el cuerpo un poco hacia él: sus ojos brillaban casi aguados por una emoción contenida a su presencia; sus facciones se contraían y relajaban casi espacmóticamente sin que el se diera cuenta; sus manos aprisionando en sendos puños los pliegues de su túnica a la altura de las rodillas e imbuido de tanta tensión, aún permanecía callado. Necesitaba respirar, verse libre de su presencia para serenarse y siendo consciente de esto retiró presto la mirada de él y se puso en pie directo a marcharse. Después de todo él había respondido a su pregunta, ahora necesitaba de esa soledad. Más cuando ya se alejaba su voz le retuvo.

-. ¿Y por qué vienes tú?- Le preguntó sin más. Draco paró en seco sus pasos y tomó aire antes de contestar, cerrando los ojos sin girarse a mirarlo.
-Para acompañarte.

No supo de su reacción ni quiso saberla así que retomando sus pasos lo dejó sabiendo que su respuesta lo habría dejado más desconcertado aún.

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No acudió al día siguiente, y si el motivo que había dicho lo llevaba allí unido a sus palabras y su actitud de todos aquellos días ya lo desconcertaba, su ausencia ahora solo aumentaba esa sensación; e incluso la desconfianza que hacía días sentía con menor intensidad retornó debido precisamente a su ausencia. Tal vez había llegado el momento de que el Slytherin se cansara de ese absurdo juego.

El segundo día fue él quién faltó deliberadamente, pero inquieto por saber si él había acudido no pudo resistirse a bajar al hall aproximadamente a la hora en que él mismo solía volver del lago. Antes incluso de descender el último tramo de escaleras la puerta del castillo se abrió silenciosamente dando paso al muchacho. Harry distinguió en su cara lo que le pareció una expresión enrarecida, justo antes de que el rubio descubriera su presencia momento en el cual, sus ojos grises se clavaron en los suyos mostrándole en la oscuridad de sus pupilas su decepción. "Malfoy", murmuró inconscientemente, más el chico irguió la cabeza, su porte tan altivo como siempre y, sin volver a mirarlo, se dirigió hacia la entrada de las mazmorras.

De nuevo la desazón lo asaltó el día entero y se replicaba a sí mismo sentirse apenado por haberlo dejado "tirado" la noche anterior.. Pero entonces automáticamente el recelo lo hacía reaccionar, recordándole que él no había pedido su compañía, que no la deseaba y que en realidad, no tenía que sentirse culpable de nada… mucho menos por una mirada de reproche de ese Slytherin en cuestión.

Mientras esperaba pensaba ansioso que no acudiría, que tras su ausencia de ayer el rubio no se rebajaría a venir y fue por eso que un suspiro ahogado quedó en su pecho al percibir su presencia momentos después; se había retrasado, sí, pero ahí estaba… Como todos los días llegó en silencio y se sentó junto a él.

-. No te comprendo Malfoy,- le dijo sereno- y tampoco sé si lo quiero hacer.
- No te obligaré a intentarlo Potter.- Respondió sin mirarle.
-¿Por qué faltaste anoche? .- Draco se arrebujó incómodo en su capa, más por la pregunta que por el frío intenso del mes de noviembre.
-La valentía es Gryffindor, - afirmó como si le costara reconocerlo- y la astucia Slytherin brilló esa noche por su ausencia.- Harry enarcó las cejas al escucharle.- No sabía como enfrentarme a ti.- Sus palabras lo tomaron desprevenido.
-¿Enfrentarte a mí?. ¡Por Merlín Malfoy!; llevas un mes acudiendo aquí casi a diario,- le habló algo más exaltado de lo que deseaba- imponiéndome tu presencia contra mi voluntad y, cuando al fin hablas…. ¿Entonces no eres capaz de enfrentarme?
-Exacto- Respondió casi sin voz, avergonzado por tener que admitir eso ante él. Harry puso los ojos en blanco, en verdad que le resultaba exasperante, pero cuanto más desconcertado le hacía estar, más curioso se volvía.
-Me sorprende esa 'sinceridad' que intentas mostrar.- Malfoy se giró a mirarlo como pocas veces hacía estando allí.
-No saldrá mentira de mi boca estando aquí Potter, puedes creerme o no.- Afirmó clavando la mirada en sus ojos y haciendo que se sintiera incómodo.
-El día que crea a un Malfoy estaré acabado.- Le replicó sin apenas darse cuenta de sus palabras hasta que vio el rictus exasperado que producían en su cara.
-Intento aprender de mis errores Potter,- dijo visiblemente enojado- El estigma que mi padre me impone es tan inevitable como tu destino.- Harry se estremeció al escucharlo, temeroso de que también sobre esto supiese el chico.
-¡Mi destino no está tatuado en mi brazo izquierdo!- le espetó rabioso.

Malfoy cerró los ojos estremecido, tragó saliva intentando con ello quitar el nudo que atenazaba su respiración y, como accionado por un resorte, se puso en pie inesperadamente.

-. El mío tampoco lo está aún.- Harry intentó replicarle pero no le dejó opción.- Tendrás tiempo para pensar mis palabras Potter. No volveré aquí hasta que las nieves que nos acechan se retiren y, si fueras listo, tampoco tú lo harías; Hogwarts tiene rincones más cálidos donde recordar a un padre que se lo merece.

Como cada noche, sin despedirse, se alejó del claro y se introdujo en la espesura del bosque para retornar al castillo, esta vez el dolor perforándole las entrañas.

"¿Es que siempre sería así?" - pensó desesperado.- "¿Es que cada noche provocará en mí más incógnitas de las que resuelve¿Y por qué me importa¿Por qué siquiera tendría que plantearme el creerle? Es un Malfoy, Draco Malfoy…. El mismo engreído que arremete contra mí desde antes incluso de saber quien era" –pensó recordando la incomodidad que las palabras de un nov mocoso de once años le habían provocado en Madam Malking.- "¿Por qué extraña razón te portas ahora así?"

Helado hasta los huesos a pesar de la ropa, la capa y su hechizo reconfortador, decidió volver a la calidez de su torre mientras recordaba angustiado sus palabras, avanzando entre las sombras del bosque: "No saldrá mentira alguna de mi boca estando aquí Potter"; "¿Y tenía que creerlo?"; "El mío tampoco lo está aún…."

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Y cumplió su promesa…. Durante una semana más Harry aún acudió al lago, incluso ya nevado, esperando en pie una presencia que día tras día no llegó; justo cuando empezaba a desearla, cuando infinidad de preguntas se arremolinaban en su mente anhelando unas respuestas que si de alguien podía obtener eran de él, aunque no supiera si creerlas o no.

En clase nada había cambiado. Malfoy se comportaba igual que siempre, tanto con él como con sus amigos y si se dirigían palabra entre ellos no iban más allá de insultos y desaires; más el hecho de ser los dos Premios Anuales les impedía realizar acciones evidentes que dieran origen a una pérdida excesiva de puntos por su parte pues, supuestamente, ellos tenían que velar por que eso no ocurriese.

Casi un mes sin hablar con él lo estaba volviendo loco a pesar de que le costaba reconocerlo y, la tercera semana de diciembre ya no aguanto más. Quería hacerlo reaccionar, de un modo u otro, así que se propuso lo que nunca había hecho; casi cien puntos perdió en la última semana de clase por sus acciones contra él, a las que el Slytherin apenas si respondía contadas veces manteniendo así sus funciones y responsabilidad, pero siempre su mirada hacia él desafiante. Mc Gonagall y Hermione acabaron reprendiéndole severamente, y avasallándole a preguntas que no respondió ni a su amiga sobre el por qué de su actitud. Pero no fue la mirada enojada de sus compañeros de Casa al ver los relojes, ni la amenaza de castigo de Minerva lo que le hizo desistir de su acción, sino el inesperado encuentro esa misma noche con un Malfoy francamente exaltado que, asaltándolo inesperadamente en un solitario pasillo bien pasada la media noche, lo increpó.

-. No seas estúpido Potter, perder puntos no servirá de nada- Le había dicho empujándole contra la pared.
-Necesito hablar contigo- Le espetó, más enojado por su asalto repentino que por otra cosa. Una leve sonrisa se había perfilado en sus labios a sus palabras y, en apenas un murmullo que dejó depositar junto a su oído, había respondido antes de marcharse.
-La nieve todavía cubre el lago y tú aún no confías en mí.

Y tras éste fugaz encuentro seguía estando mucho peor que antes.

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A pesar de la invitación de Ron a pasar esas fechas en La Madriguera tenía muy claro que quería pasar su última Navidad en la escuela y su convicción incluso se reafirmó cuando la subdirectora pasó la lista en la que se apuntaban los que permanecerían allí esas fechas e, inesperadamente, encontró su nombre, grabado con un trazo elegante, el primero de la lista. Muchos sudores le costó convencer a sus amigos de la innecesidad de que le acompañaran, sobre todo a Hermione que afirmaba ser su deber el quedarse como Premio Anual que era; más la invitación de Ron unida a la 'relativa tranquilidad' de que Gryffindor contaba con la presencia del otro Premio la hizo claudicar, y es que el amor puede hacer milagros, incluso sobre la responsabilidad exacerbada de su amiga.

Pero ni siquiera en las vacaciones de Navidad cambió su actitud hacia él, apenas eran veinte estudiantes los que habían quedado en Hogwarts, todos mezclados a una misma mesa en el comedor, y ni siquiera una mirada de él que no fuera de desprecio obtuvo en ese tiempo.

Antes de que acabaran las vacaciones y retornaran el resto de los alumnos se atrevió a enviarle una lechuza citándolo esa noche en la Sala de los Requisitos. Tenía que hablar con él y aquel era el lugar más indicado para hacerlo sin interrupciones, de sobra sabía que él conocía el lugar desde quinto curso así que nada revelaba con aquella citación. Su cara aquella mañana al recibir el correo fue inmutable y por eso creyó que asistiría pero esperó en vano por largo rato y, desesperado, se acabó marchando; maldiciéndose al final por rebajarse así ante él, por no atender a la lógica que le advertía estar despertando a un dragón dormido, y enfadado consigo mismo al pensamientos de que tal vez Malfoy estuviera siendo, por una vez en su vida, sincero con él.

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El mes de enero se le hizo eterno y esperaba el deshielo con un ansia tan inusitada que hasta le hacía estar irascible con todo y por todo, teniendo que achacar su ánimo a la presión de los cada vez más próximos EXTASIS. Ron y Hermione trataban de apoyarlo, quizás con la idea de que era la presión a acabar Hogwarts y tener que enfrentarse a un futuro incierto lo que tenía en este estado tan irritado a su amigo. Pero él sabía que no se debía a nada de eso, que era su propia inseguridad lo que se lo producía, el pensar un día que Malfoy solo trataba de acercarse a él para tenderle una trampa y, al día siguiente, recriminarse seriamente el no darle una oportunidad. O tomaba una decisión o se volvería loco.


N/A: Soy muy quisquillosa tanto con lo que leo como con lo que escribo, con esto mucho más. Bien por eso mismo esta anotación. Yo al menos tenía el pensamiento de que Lucius Malfoy era de la edad de Snape y de los merodeadores, al menos siempre lo tuve por compañero de Snape. Esto es un dato erróneo, puesto que a partir de un artículo publicado en el Profeta en OdF todos sabemos que Malfoy padre tiene 6 años más que todos ellos. Pero bueno al hacer esta historia olvidé "ese pequeño dato" y lo puse como lo tenía en mente durante los 4 libros anteriores. Por eso Draco dice a Harry que su padre fue compañero de James pero no es cierto (me gusta seguir la línea temporal real de JK pero cuando me la salto lo advierto) en este caso solo es eso lo que varía con los libros oficiales, pero quiero dejarlo claro por si alguien es tan quisquilloso como yo misma. bueno igual que dije en el capítulo anterior lo de los premios anulaes. Nada más

Espero que os haya gustado también este. Nos vemos