DISCLAIMER: Los personajes son mio diga JK lo que diga "Ahora que vamos despacio, vamos a contar mentiras" dice la canción ¿no?. :)

Bueno y después de la tontería... Pasemos a lo serio que es lo que queréis ¿no? Gracias a todos por estar ahí, qu espero que sigáis :)

Sheamoonie: Uhmmm cuantas cositas... Pues sí, soy como tu, escribo, leo, releo y repaso mil veces. Pero soy peor! Generalmente no subo hasta tener toda la historia al completo para atar y desatar a mí gusto, solo que en este caso nunca llegué a pensar que se me iba a alargar tanto, si no... os aseguro que aún no estarías leyendo. Pero ya empecé a subirla en otros sitios y no quería dejarla sin poner aquí. ¿Tu hermana es tu beta? Uhmmm mi beta creo que la conoces, es Mahe Guilmain, mi coautora también endos fics no slash que tenemos juntas,y una estupenda autora de la que se me puedo fiar me dirá si está bien o no pero... Ella no gusta del slash entre H/D así que este fic sube sin beteo alguno (panico me da como me pasó con el otro que hice solo que aquel fue el primero y tenía más miedo, ya me voy soltando también en este género) Bueno digamos que antes de subirlo aquí me betearon las lectoras de mi foro pero en fin, siguen siendo lectoras ya! Que miedo tenía al principio pero ya se me quitó. A ver lo de Lucius, pues sí supuestamente al menos coincidieron un curso o dos pero... vamos que con tanta diferencia de edad no me cuadraba para lo que quería, pero solo era un simple comentario de pasada, no es algo importante en la trama ese comentario de Draco, solo que ya dije que soy muy quisquillosa y me gusta aclarar :) Muchas gracias por lo de perfecto pero... espera a seguir leyendo que los hay mejores aún no has leído ningun capíitulo de los "mimados". Es verdad que este está mejor pero es que ya es un segundo y tiene más trama que cubrir y eso que en cierto modo va rápido el paso del tiempo (que no la historia) Con "la forma de hablar de Draco" uff si que tengo problemas para poder reflejarla no te creas que no me cuesta con lo de "muchas palabras que soy yo" condensar tanto en tan poco me cuesta infinidad pero muchas gracias por el halago de la intriga, todo un honor. Y sí harry se siente muy "angustioso" te lo digo por que sé muy bien como se siente, pero ya verás toda la que le espera. Hace demasiado que no me paso por tu perfil pero es que tengo poco tiempo y se me va, pero a ver si yo también me saco un poquito de tiempo para disfrutar de lecturas. Uff me pasé escribiendo... Ves como soy de demasiadas palabras:) Besos.

Ala pues a leer que hoy no tengo más que responder. Espero que disfrutéis.


CAPITULO 3: CON UNA VIDA EN LAS MANOS

Como si todo quisiera confabularse contra él aquel año el invierno se estaba prolongando más que nunca y parecía querer hacerse eterno, aumentando así la espera con él.

Aún cuando la nieve no se había derretido retomó su hábito de acudir al lago. Sus aguas, totalmente congeladas y endurecidas por una gruesa capa de hielo, le recordaban más que nunca la frialdad repentina que asalta tu cuerpo cuando los oscuros seres de la noche te acechan y rodean. Pero echarle la culpa al hielo o a la nieve de las sensaciones que lo asaltaban esos días no eran más que un estúpido pretexto que ni él mismo se creía… Malfoy no volvería hasta que las nieves se retiraran y, aunque ya no solía nevar, las aún bajas temperaturas nocturnas mantenían de un blanco angelical los terrenos del castillo. Podías pasar días, incluso un par de semanas más antes de que el hielo desapareciera completamente.

Durante la primera semana de febrero habían comenzado a aparecer grandes claros de zonas libres de nieve, pero aún hacía mucho frío, y algunas áreas del bosque permanecían níveas al igual que la altas torres de Hogwarts.

Ni el hechizo impermeabilizador ni el reconfortador, parecieron tener efecto cuando la segunda semana se sentó en el suelo por primera vez aquel año; su cuerpo tembló casi convulsionado por el intenso escalofrío que lo recorrió. Se arrebujó en su capa y esperó, como últimamente, pues sinceramente… no hacía otra cosa más que esperar desde diciembre. No pensaba que fuera a acudir, no aún…. Había afirmado no volver hasta que las nieves se retiraran por completo y su actitud había sido impermutable durante todo este tiempo por eso esperaba impaciente que llegara el momento. Sentir su presencia aquella noche lo sobresaltó como el primer día, pero sonrió inevitablemente al saberlo ahí.

Llegó en silencio, con su modo tan característico de acercársele y, cuando ya pensaba que ocuparía su lugar a su izquierda, lo sintió tras de sí. Por un instante desconfió, mantuvo la respiración y cerró los ojos asustado. Unas milésimas de segundo después le sintió apoyar la espalda en la suya, como si nada… Sobresaltado por su gesto abrió los ojos al máximo y, separándose de él, se giró para hablarle.

-. ¿Qué haces?- Le preguntó bruscamente, más el rubio ni se inmuto al contestarle.
-Ponerme cómodo- Respondió simplemente.
-¡Búscate un árbol para apoyar tu delicada espalda, Malfoy!- Le espetó aún retirado, mirando hacia atrás, ladeado. Más el chico permanecía sentado tal cual llegó, las rodillas elegantemente sostenidas por su brazos.
-No seas tonto Potter.- Le dijo sereno- No te voy a pegar nada….- Su voz destiló un leve tinte de esa fina ironía tan característicamente Malfoy.- Además, aún hace mucho frío y ambos estamos congelados a pesar de los hechizos reconfortadores. Juntos tendremos más poder…- En este momento el Slytherin hizo una pequeña pausa en la que Harry pensó haber escuchado un ligero suspiro y luego continuó.- Y no tengo ganas de coger una pulmonía solo por que tú seas un cabezota.

Harry arrugó el entrecejo a sus palabras pero, tras pensarlo un momento, llegó a la conclusión de que llevaba razón; sus conjuros unidos los resguardarían mejor del frío que ya le calaba hasta los huesos. Tímidamente se giró de nuevo hacia el lago y dejó que su espalda reposara lentamente en la del rubio quien recibió el peso de su cuerpo como si pareciera haberlo estado esperando, conocedor de que tras su reticencia él aceptaría.

-. Así que tonto y cabezota- le recriminó sus palabras- Empiezas el año parlanchín e insultón.
-¡Venga Potter!- Dijo riendo divertido.- Te he llamado cosas peores para que te mosquees ahora por esto. Y además, es verdad. Solo un tonto cabezota vendría aquí con este frío.
-Entonces…. ¿qué haces tú aquí?- Preguntó intencionadamente para devolverle el insulto.
-Hace más de diez días que vienes, y aunque no me gusta romper mis promesas, pensé que tu impaciencia merecía que lo hiciera.
-Tan creído como siempre- Dijo enojado, pero más consigo mismo por oír esa verdad que con el otro chico.

No le respondió y sólo percibió de él el movimiento de negación de su cabeza a modo de reproche. El silencio calló sobre ellos y, a pesar de desear intensamente saber un sin fin de cosas ahora que tenía oportunidad de hablar no se atrevía a hacerlo, pues no sabía que temía más, si esa incertidumbre de los dos últimos meses, o el saber unas respuestas que le revelaran lo que temía un desastroso plan contra él.

-. ¿Y bien…?- Su voz tembló al comenzar a preguntar, pero luego logró que sonara tan firme y sibilante como siempre.- ¿Lo pensaste?.- Harry respiró profundamente antes de asentir.- ¿Y qué decidiste?- Preguntó nervioso, la tensión invadiendo su cuerpo. El momento había llegado por fin. Ahora sabría si su esperanza era tan solo un sueño o podía hacerse realidad.
-¿Decidir?- Le respondió dudoso.- Aún no sé que pretendes, tengo infinidad de preguntas que responderme y¡ni siquiera sabía que tuviera que decidir nada!- Las palabras le salieron de la boca atropelladamente, igual que le asaltaban el pensamiento. Malfoy resopló exasperado a su lado.
-Puedes preguntar cuanto quieras Potter, más ningún valor hallarás a mis respuestas si antes no decides si me crees o no.- "¡AH! Era eso lo que había que decidir" - pensó Harry como perdido- "¿Pero cómo hacerlo sin saber…?"
- ¿Qué quieres de mí Malfoy?- Preguntó de repente, recordando una promesa voluntaria que el chico le hiciera sin pedirla, manteniendo la absurda esperanza de que él la cumpliera.
-Tu amistad.- Seco, contundente, pero no frío…. Harry abrió los ojos sorprendido, tomando aquella respuesta como la más inverosímil de todas las que le hubiera podido dar.- O tu confianza al menos.- añadió su voz apagada sabiendo que algo más era demasiado.
-Amistad- Dijo después de un silencio.- Confianza…. ¿Acaso es eso posible después de seis años de rivalidad?. ¿Después de todas las veces que nos has atacado a mí y a mis amigos?- Su voz se iba exaltando al igual que él a sus recuerdos.- ¿Es posible con alguien como tú?- Ninguno podía verse la cara tal y como estaban sentados, pero la tensión que ambos soportaban en ese momento podía sentirse hasta en la dureza de sus músculos. - ¿CÓMO TE ATREVES A PEDIRME ESO? – Terminó completamente enojado.

Draco guardó silencio. Sabía que sería difícil, que se lo tenía merecido, pues se lo había ganado a pulso año tras año, acción tras acción; y cosas así no pueden olvidarse en unos meses, tal vez ni una vida entera.

-. De nada sirven ya las disculpas Potter, así que no me disculparé por el pasado. Tan solo diré que…. Me arrepiento de no haberme decidido antes.
-¿Decidirte?- Harry esperó en vano su respuesta.
-¿Por qué me atrevo a pedírtelo….?- Harry se dispuso a escuchar con atención.- Por mi bien.

Justo lo que sabía que iba a escuchar. No podía ser de otro modo, nada hacía Malfoy si no era por sí mismo o su propio interés. Pero eso… no le aclaraba nada.

-. Y por el tuyo….

Apenas fue un murmullo, unas palabras inesperadas pronunciadas por una voz que, claramente atenazada por los nervios, habían hablado dificultadas por su boca. Pero aquellas palabras, aunque inaudibles, hicieron eco en el silencio de la noche, resonando fuertemente en su interior como si de la reverberación de una gran campana se tratase, dejándolo más desconcertado aún.

-. Por mi bien….- Repitió sintiendo como el chico a su espalda retenía inesperadamente su respiración.- Explícame, como si fuera un crío de tres años,- agregó ironizando- qué bien me puede aportar confiar en ti.

Malfoy dejó escapar el aire de sus pulmones tan profundamente que Harry pudo sentirlo tras de sí. Le hubiera gustado poder ver su cara en ese momento, pero permaneció quieto, sentado y adosado a él; disfrutando de el calor que así se proporcionaban mutuamente, impaciente por escuchar una respuesta que el chico aún no le daba ni con el pasar del tiempo.

-. Puedo respetar tu silencio Malfoy- Dijo para animarle a hablar- Pero no te comprenderé si no hablas y… No puedo creer en aquello que no comprendo.

Aún permaneció callado unos instantes más, aumentando desmesuradamente su impaciencia y desazón. Y, cuando al fin abrió la boca, no fue para responder a su pregunta, sino para formularle otra que lo dejó anonadado.

-. ¿Qué harás cuando te gradúes?- A pesar de toda la sorpresa Harry le respondió veloz y con sinceridad.

-. Intentar sobrevivir.- A su espalda sintió como Malfoy inclinaba la cabeza un par de veces en gesto mudo de afirmación inconsciente.- ¿Y tú?- "Qué pregunta más tonta" se dijo a sí mismo.

Inesperadamente el chico giró levemente su cuerpo hacia la izquierda al tiempo que echaba su cabeza hacia atrás y, desconcertado por su gesto, sintió como Malfoy dejaba reposar la cabeza sobre su hombro derecho. Todo el cuerpo se le encogió mientras la melena semi plateada del chico comenzaba a deslizársele desde el hombro al pecho. Pillado de improviso, en un primer momento ni había reaccionado y, cuando ya intentaba retirarse pera evitar aquella incomodante situación, su voz le hizo permanecer estático.

-. Ayudarte a conseguirlo.

Sus verdes ojos se abrieron en sorpresa y pensó que no había escuchado bien. Más el peso de la espalda de Malfoy apoyada en la suya, así como su cabeza que aún permanecía reclinada sobre él, le afirmaba que aquellas palabras eran tan inverosímiles como la confianza con la que el chico le dejaba reposar la cabeza en su hombro, con una confianza tal que no hubiera demostrado ni su propia amiga Hermione. No sabía que hacer, decir o creer... Pero es que no era para menos. Eternos segundos de silencio que no completaron ni medio minuto, fueron interrumpidos de nuevo por su insinuante voz.

-. Si me dejas...- Musitó girando apenas el cuello, depositando así las palabras junto a su oído, con lo que le pareció un tono de lo más suplicante.

Harry sintió como su pecho subía y bajaba acelerado al compás de una respiración cada vez más marcada por la desazón que lo embargaba, contrarrestando así con la total inmovilidad que el rubio mantenía a su espalda. Sabía que en esa posición podía ver de reojo su cara y, sin duda alguna, él estaba pendiente hasta de su más mínimo gesto. No lo veía, no sabía de su reacción, pero podía respirar su tensión e impaciencia.

-. No esperaba esa respuesta- afirmó casi sin voz, sobrecogido tan solo al recordar su propuesta.

Malfoy giró de nuevo la cabeza y finalmente la alzó liberando su hombro de esa leve presión que le apretaba más en la boca del estómago, debido a los nervios y una incomodidad salida no sabía bien de dónde.

-. Sé la respuesta que esperabas.- Le dijo dejando escapar un profundo suspiro. -'Hacerme mortífago', es lo que querías escuchar.- Harry enarcó las cejas al tono de su voz, deseando más que nunca poder mirarlo a la cara, intentar descubrir en el azul grisáceo de sus ojos si hablaba con sinceridad.- Y eso es lo que se espera de mí Potter.
-Pero tú...- Cortó su frase dudoso, Harry estaba atónito y no sabía cómo expresar la avalancha de pensamientos que lo asaltaban.
-Es lo que espera de mí... No es lo que yo quiero.- Harry seguía sin poder creer ni una palabra de lo que le decía a pesar de que parecía hablar con franqueza, y su asombro era desorbitado.
-Nunca has demostrado lo contrario- le dijo desconcertado.- Y es más, algunos pensábamos que ya lo eras.
- Mejor, así no sospecharán.- Dijo sereno.
-Así soy yo quién sospecha- Le replicó más exaltado de lo que pensaba.

Silencio...

-. Está bien. Te revelaré algo... Al igual que la Orden del Fénix, el Lord no admite magos menores de edad entre sus filas.- Harry se estremeció al oírle nombrar a la Orden.- Pero también sus seguidores actuamos por nuestra cuenta en el colegio.- Un resoplido indicó que no hacía falta que lo jurara, aunque hasta aquí no le revelaba nada nuevo.- Cuando acabe el curso, tras la graduación- Malfoy hizo una breve pausa que sin saber por qué le hizo encoger el corazón.- Unos quince mortífagos más pasaran a engrosar sus filas.
-¿Quince?- Repitió sobresaltado Pero... ¡Pero no sois tantos en Slytherin!- Le gritó- Deben ser también Hufflepuffs y Ravenclaws- Comentó ingenuamente.
-Y Gryffindors.- Completó el rubio sobresaltándole.
-¡Venga ya Malfoy!- exclamó nervioso.- Ninguno de ellos lo haría.- añadió seguro de sus amigos, no sería Malfoy quien lo hiciera desconfiar de sus compañeros.
-Tú lo has dicho, NINGUNO- Recalcó con tal seguridad que Harry se sintió estremecer.
-¡Las chicas!- Reaccionó sin pensar, y el silencio de Malfoy junto a su ausencia de reacción lo atemorizó al pensamiento de que le estaba diciendo la verdad.- ¡Hermione!- dijo haciendo un rápido ademán para levantarse que el chico impidió velozmente reteniendo con fuerza su brazo.
-Está a salvo... Por ahora.

Apenas si procesó la información con todos sus nervios. Quería correr, volver al castillo, alertarla, hablar con ella... saber si su amiga había observado algo sospechoso en sus compañeras de habitación.

-. Suéltame Malfoy- Le ordenó tirando de su brazo, más lo único que logró fue que lo retuviera con mayor presión.- ¡He dicho que me sueltes!- repitió girándose un poco hacia él y encontrándose su mirada seria clavada en sus ojos, mientras que aun se debatía por soltarse.
-Escúchame Harry...- Oírle pronunciar su nombre lo hizo alzar las cejas y que dejara de moverse.- Nadie tocará a la sang... – Inesperadamente Malfoy calló y rectificó, dejando su insulto inacabado.- ... a Granger mientras estemos en el colegio.

Desconfió¿cómo no iba a hacerlo? No podía creer lo que oía pero, si había una sola posibilidad de que alguien de Gryffindor fuera partidario de Voldemort, tenía alertar a sus amigos, a Hermione sobre todo, si es que era una de sus compañeras. Pero fueron sus palabras las que le hicieron serenar su inquietud pensando que tal vez fuera mejor sacar toda la información posible ahora que el chico parecía querer darla. Aunque aún tuviera que pensar si la creía o no.

-. ¿Qué te hace pensar que esté a salvo?- Preguntó con un deje de incredulidad en su voz, al tiempo que lo miraba con ojos entrecerrados.
-Sé que lo está- Afirmó soltándole al fin el brazo.- El Lord nos prohibió tocarla. La quiere para sí.
-¿Qué?

Sus ojos se abrieron desorbitados al pensamiento; dos leves ideas de lo que sus palabras podían significar anidaron raudas en su cabeza, haciéndolo estremecer tanto por una como por la otra. Un amago de sonrisa ironizada apareció en la cara de Malfoy y, como si supiera lo que estaba pensando, le aclaró.

-. No seas retorcido Potter, el Lord tiene mejores seguidores entre los que escoger para divertirse.- Su ironía lo enfureció.
-¿Para qué la quiere entonces?- Le gritó más por el temor que sentía por su amiga que por su expresión.
-Para hacerte sufrir¿para qué si no?

No es que su voz sonora más fría que de costumbre, no, es que hablaba como si el sufrimiento no tuviera importancia, como si eso fuera algo normal de aceptar, y las palabras no fueran más que vocablos lanzados al viento y desprovistos de todo significado o sentimiento. Y eso…. Eso lo enojó aún más.

-. ¡Ya lo hace con cada vida que arranca!. ¿Por qué no Ron, o Lupin?. ¿Por qué precisamente ella?- Preguntó casi desesperado.
-Por que el sufrimiento es mayor cuando se inflinge en el ser amado- Respondió firme, aunque con un leve tinte apenado en su voz que Harry no distinguió.
-¿Pero por qué piensa que la amo?- No podía comprenderlo.
-Yo mismo se lo dije- Le respondió ahora casi sin voz.

Harry entrecerró los ojos a sus palabras y, malhumorado, añadió poniéndose en pie rápidamente.

-. Ahora sí que la has cagado, Malfoy.- Al girarse se dio cuenta de queél también se había puesto en pie con la velocidad del rayo, y lo miraba serio, profundamente, sin atender a la furia que le reflejan sus ojos.
-No niego lo que hice ni lo que fui- Habló contundente y frío, acercándose a él peligrosamente.- Lo que soy ni yo mismo lo sé- Añadió sin desviarla la mirada para, un segundo después, algo más relajado aparentemente, terminar su frase. –Lo que puedo llegar a ser está en tu mano.

Harry lo miró sorprendido. Aún sin creerlo sus palabras parecían sinceras, y calaban más allá del entendimiento, intentando abrirse paso hasta el corazón.

-. Esta noche he puesto mi vida en tus manos Potter.- Harry se quedó clavado al suelo, su vista perdida en el gris repentinamente oscurecido de los ojos del chico.- Si quieres mi cabeza no tienes más que proclamar esto en tu torre y Draco Malfoy nunca llegará a graduarse.

Por un momento ambos quedaron en silencio, frente a frente; mirada profunda de verde sobre gris intensamente plateado, incredulidad sobre un miedo nunca visto anteriormente… Y entonces, él cerró los ojos y se giró en silencio comenzando a retomar el camino hacia el castillo, bajo su aún atenta y desconfiada mirada.

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A la mañana siguiente, y con toda la discreción que pudo, trató de preguntar a su amiga por sus compañeras de habitación. Conocía a Parvati y a Lavander, pero aún había otras dos a las que apenas si conocía por verlas en la sala común; siempre juntas y aisladas del resto, con un carácter tan tímido y reservado que ni siquiera siete años de compañerismo y convivencia las había hecho abrirse a los demás. Y, lo que nunca vio demasiado extraño, una noche entera en vela le hizo pensar que ahora todo podía encajar.

Hermione se sorprendió por su interés y en el brillo de sus ojos creyó descubrir que su atención iba encaminada a otros temas y, conociendo la perspicacia de su amiga, la dejó pensar así. De todos modos , nada descubrió a través de ella de aquellas dos completas desconocidas, tampoco su amiga sabía mucho más que él a pesar de compartir la habitación con las chicas todos esos años.

Desconcertado, angustiado y deseoso de contar a sus amigos lo que sabía no comprenderían, dudó tanto en acudir esa noche al lago que no sabía ni qué hacer. Él había prometido que iría y, a pesar de querer saber, el miedo a la trampa lo atenazaba siendo incapaz de dejarlo decidir. Ya era tarde y en caso de que él hubiera acudido tal vez ya no estuviera allí debido a su ausencia.

Una idea asaltó repentinamente su mente y le pareció estúpido no haberlo pensado antes…. Tal vez así lograse descubrir algo.


N/A: Vaya en este fic no paro de usarlas. Bien veamos según teorías que corren por ahí no se si sabeís que se cree que hay aún "dos alumnas" de Gryffindor que desconocemos. Aquellos que sepan del respecto sabrán que eso sale de pensar que según JK los dormitorios en Hogwarts tienes 5 camas y solo conocemos a tres de las 5 supuestas chicas! En eso he basado la idea de que hay "dos chicas desconocidas" que Harry apenas conoce de verlas en la sala comun. JK no nos cuenta aún nada de ellas, aunque en su famosa libreta (cuyas imágenes publicó escaneadas a medias) salían nombre y anotaciones que ya podía decir para que las usa. En fin, yo he hecho valida la teoría y esas son las chicas que comenta nuestro moreno. Por si os interesa!