Disclaimer: Todo todito todo pertenece a JKR, excepto la parte que me corresponde de imaginación al crear escenas que no creo que ella cree nunca (Cuanto "credo" ¿no?)
Hola a todos! Hay gente nueva en la lectura de lo que me alegro mucho, y alguna que otra cuestión de las retrasadas. Al igual que a algunas no les ávisa de las actualizaciones a tiempo a mí algunos rr me llegan tardíos al mail, de todos modos intento no dejarme a nadie atrás. Os respondo y seguimos la historia. Que aproposito es uno de mis capítulo mimados
Rocio de Luna: Bienvenida a la lectura. Muchas gracias por tus palabras. Espero que sigas viendo al rubio tan profundo como siempre. Sabes? No suelo clavar la personalidad de este chico (o al menos antes de este fic lo pensaba así) pero si me decías que lo hago tendré que empezar a creer que puedo hacerlo. SOy muy inconformista con todo, mucho más mis propias cosas y eso hace que no lo valore bien y este siempre pendiente de segundas opiniones que a veces no es muy bueno. Pero muchísimas gracias de verdad. Espero que este capítulo te guste por que es uno de mis preferidos. ANDA! ya decía yo que me sonaba tu nick! Es que fuiste tú quien me dejo rr en "Desde la verdad" Uff mira por donde he echado un vistazo ahora allí. Muchas gracias también por tus palabras a esa historia, por que aquella fue mi primer shasl, tenía un pánico terrible a no poder transmitir lo que escribía y encima me salió como yo digo un "mimadisimo" Hasta hace poco tenía a UO en un concepto muy por debajo de aquel mini que leíste pero conforme ha ido avanzando la historia creo poder afirmar que quedará tan bella como aquella, al menos para mí. Muchísmas gracias de verdad.
Sheamoonie: No te aviso, bueno leíste dos capis sin esperar!. Me da la impresión de que el 4º casi no te dejó respirar o eso o se te acbó el tiempo. Es que yo cuando leo algo que me atrapa totalmente me resulta imposible comentar casi al mismo tiempo que leo y viendo el 1º y 2º rr me dio esa impresión (si es así me alegro que te atrapara tanto) Te aseguro que con la escena de la espalda yo suspiré tambi´ñen mogollón. No me considero romantica empedernida pero si que me gusta que las cosas vayan desarrollandose lentamente, que exista un "algo" en lo que basar una relación. Quizás es que cuando escribo reflejo en las historia el como veo yo la vida. Me encanta esa escena, es una de mis mimadas! AH! ya se que conoces a Mahe ;) que a proposito le transmití tus palabras y se puso colorada, dice que sigo siendo su manager pero es que cuando hablo de ella es verdad lo que digo y no me puedo contener. Me dijo que te diera las gracias. A ver lo de Hermione... el Lord no la quiere realmente para hacerla sufrir a ella, sino a Harry! Mas que con esa idea deberías de haberte quedado con la frase de Draco al respecto, por que ya verás que luego volverá a salir en la historia. Como dice Rocio este Draco es profundo y a sus palabras hay que ponerle atención. En fin creo que no debería de decir eso. Y a lo otro... "todo depende de la musa, siempre depende de ella". Bien el otro capi, pues sí se le acaba el tiempo pero... Es que aún no te lo he contado; bueno sí, si investigas las palabras realmente sí que lo he dejado intuir pero no lo he dicho al 100 eso nunca lo hago en mis escritos hasta que creo llegado el momento. Así que aquí lo tienes, igual que la respuesta a por qué no acude Harry aunque eso sí que se vislumcidaba algo más. Espero que este también te guste y que te avise la alerta! Gracias por seguir ahí. Cuidate.
RSC : Bienvenido a la lectura a tí también. Gracias por decir que te dejé picadísimo, todo un halago por que eso pretendo al escribir contar una historia sin revelar todo desde el principio. Sobre el salsh... "Para todo hay un tiempo" aunque ya advertí en el primer capítulo que no tiene escenas fuertes tipo lemon, no me va ese rollo ni en lo hetero ni en lo homo, siempre busco más la expresión y el desarrollo de los sentimientos. Pero bueno alguna escena habrá lo prometo por que ya se está fraguando. Eso sí si esperas mucho al respecto siento decir que irá en esta línea, no quiero que nadie luego se lleve una decepsión pero slash haberlo hailo, si no no podría la historia como Slash. Lo de seguir... pues como siempre depende de la musa y del mundo muggle que me tiene muy atrapada pero intentaré haceros esperar lo menos posible. Gracias por estar ahí.
Inocent muggle: Te he echado de menos, en los otros dos capítulos me gustaron mucho tus rr, espero que sigas por ahí. Nos vemos espero.
CAPITULO 5: CONFIANDO
Corría acelerado por el bosque, deseoso de llegar al claro del lago donde dudaba encontrarlo ya. También hoy se había visto imposibilitado a llegar antes pero, aunque tarde, debía de intentarlo; tenía que ir por si él aún estaba allí, o por si de casualidad se lo encontraba de vuelta. Aunque después de aquella mirada dudaba mucho que el rubio siguiera acudiendo a lo que pensaría una cita despreciada.
Sentir los golpes de las ramas en brazos y piernas ni siquiera lo inmutaban; el rasguño en su cara de una hoja afilada cual daga solo lo alentó a correr más, deseando profundamente llegar y encontrarlo, poder explicarle el por qué de sus más de seis días sin volver.
Ya vislumbraba los árboles que limitaban el claro del bosque cuando una voz le hizo detener. Al principio no la pudo reconocer pues se escuchaba distante y demasiado apagada. Se quedó paralizado tras el mismo arbusto dónde él se escondiera el primer día y entonces, escuchó claro su grito angustiado. Paralizado al entendimiento de su voz no reaccionó y cuando Malfoy volvió a hablar lo pilló tan de improviso que permaneció escondido, escuchándolo sin saber por qué.
-. No te exigí tu amistad. Sabía que no tendría tu confianza… Me bastaba con que creyeras que no te mentía, que no sería una amenaza para ti… Solo quería tu apoyo para soportar el estigma que impondrán en mí.
El sonido de un pedrusco al hundirse en el agua, unos metros más allá, impulsado seguramente por una enérgica patada, lo sacó de su letargo y, avanzando con paso firme hacia el claro, se dirigió a él con lo que pensó una pregunta inapropiada al escucharse pronunciarla.
-. ¿Desde cuando el silencio te hace hablar solo, Malfoy?
Nada más revelar su presencia Malfoy se giró veloz hacia él, su expresión pasando de la sorpresa a la ira con la misma velocidad de la luz.
-. Tú, asquerosa y sucia cucaracha.
Le espetó totalmente enojado, dirigiéndose hacia él, acortando instantáneamente el breve espacio que los distaba y, alzando raudo la diestra, el puño cerrado, le lanzó un gancho directo sobre su mandíbula. Entre el dolor y la sorpresa dirigió su mano al carrillo dolorido, haciendo florituras para no caer abatido de culo por la fuerza de un impacto inesperado que le hizo trastabillar hacia atrás. Cuando apenas sintió los pies firmes en el suelo y pudo alzar los ojos empañados por lágrimas de dolor, observó los suyos sorprendidos, asustados y arrepentidos de su acción.
-. Yo…
-¿Ahora usas los puños Malfoy?- Lo interrumpió frotándose ligeramente su mandíbula dolorida, al tiempo que con la otra mano recolocaba sus ladeadas gafas.
-No quería hacerlo Harry.- Replicó nervioso.- ¡De verdad!- El rubio se veía nervioso, arrepentido y evitaba sus ojos avergonzado.- No sé qué me pasó.- Terminó apenado, el puño ejecutor cerrado, caído al lado del cuerpo, temblando tanto como él. Esto no era propio del chico que creía tener delante.
-La tensión suele liberarse como agresividad.-Afirmó muy serio, mirada desconfiada clavada aún en él.
Pero para su mayor sorpresa, y como si un hechizo se lo provocase, Malfoy se dejó caer a sí mismo al suelo ante sus ojos; desplomado aparentemente por el peso de la angustia, quedando arrodillado ante él, la cabeza agachada… Un "lo siento" que apenas si logró articular en palabras impactó los oídos de Harry quien no pudo evitar la certeza de saber que su disculpa había sido totalmente sincera. Viéndolo así, avergonzado como nunca lo pensó, y más por una reacción que podía incluso creerse lógica en él, se estremeció por la angustia del chico que permanecía estático en la posición adoptada. Lentamente se agachó y, poniéndole la mano sobre el hombro izquierdo, le habló:
-. Soy yo quien debería disculparse, Malfoy.- A sus palabras el chico alzó ligeramente la cabeza hacia él.- Piensas que juego contigo y… No es así. – Draco arrugó el entrecejo involuntariamente y observó de reojo como Harry tragaba saliva visiblemente, como si le costara trabajo seguir hablando.- Intenté avisarte, hacerte ver de algún modo que mis ausencias eran involuntarias- Lo escuchaba en silencio, mirada desviada del centro de sus ojos, pero muy atento.- Mc Gonagall me ha retenido con tontos pretextos cada noche, tal vez sospechando de mis merodeos. No quería que te pillara por mi culpa. Y además… - Harry apretó la mano en el hombro del chico que al gesto inesperado sí lo miró directamente- … Hubiera hecho demasiadas preguntas que yo no habría sabido responder y que tú no habrías contestado.
La compresión trasmitida en sus ojos Malfoy se permitió relajarse un poco, aunque su faz seria aún permitía ver su malestar. Sin saber apenas como reaccionar, Harry dejó caer el peso de su cuerpo sobre sus talones, quedando así sus ojos a un nivel inferior a los del otro muchacho.
-. Y ahora que sabes por qué no vine…- Dijo más tranquilo.- ¿A qué te refieres con eso de que se te acaba el tiempo?
La tensión volvió a él y, en sus ojos entrecerrados, el gris irradió rabia hacia él en el escaso tiempo en que tardó en girarse hacia el lago, sentándose en el suelo sujetando contra sí las piernas, la barbilla casi apoyada en sus rodillas. Harry permaneció callado, mirándolo, esperando su respuesta.
-. Te has divertido¿verdad?- Dijo enojado.- Has oído todas y cada una de mis palabras dichas sin saber que escuchabas y te has reído de ellas.
Su voz destilaba tanta pena como ironía y no pudo evitar sentir cierta compasión hacia él. Sabía el duro golpe que eso suponía al orgullo del chico. También él tomó asiento ahora, de espaldas al lago esta vez, apoyando ligeramente su espalda contra la de Draco y, cuando le habló, lo hizo muy consciente de lo que sus palabras significarían.
-. Nunca me ha divertido ningún tipo de desgracia, Malfoy. Ni siquiera las tuyas de antaño cuando bien te las merecías. Aunque ante ti mostrara lo contrario.- Sintió como el rubio tensaba un momento su cuerpo al sentir como se adosaba a su espalda y mientras se enderezaba continuó hablándole antes de que lo fuera a interrumpir.- No puedo confiar en ti, ni mucho menos ofrecerte mí amistad- Dijo en clara alusión a lo que le había escuchado decir- Pero… -Hizo una breve pausa y suspiró.- Estoy aquí, y aún nos queda medio curso antes de que tiempo se cumpla- Un estremecimiento recorrió al Slytherin cuando se repitió mentalmente sus últimas palabras, las cuales sabía tenían un significado muy diferente para él.- Intentemos aprovechar al máximo la oportunidad.
Sus palabras trajeron algo de esperanza a su corazón. A pesar de todo él estaba ahí y, si bien reconocía desconfiar aún de él, si que se veía que ponía voluntad por acercársele, por creer en lo que parecía imposible de creer. Permaneció callado, disfrutando de la sensación de saberlo relajado, a pesar de que acababa de aceptarle un puñetazo; apoyado en él como si fueran los dos amigos que difícilmente nunca llegarían a ser.
Era tarde, más que ninguna otra noche de las que permanecieran allí, pero no sería él quien rompiera el escaso momento de paz del que ahora disfrutaba. Se quedaría hasta el alba si es que él deseaba hacerlo.
-. ¿Has pensado que existen más opciones?- Rompió Harry el silencio rato después.
-¿A qué te refieres Potter?- Preguntó serio.
-Supón por un momento que, te creo…- Malfoy alzó las cejas gratamente sorprendido y, ansioso por escucharlo, esperó que continuara.- Si al graduarte aún mantienes firme tu actitud, yo mismo apoyaría tu ingreso en la Orden. No creo que Dumbledore objetara al respecto.
Sus palabras iban más allá de una simple suposición. Aunque el Gryffindor no lo reconociera, al mantener esta conversación, demostraba que había pensado bastante al respecto, que había evaluado casi todas las opciones pero… no tantas como él. Harry se olvidaba de algo fundamental, no trataba con un cualquiera, sino con un Malfoy, y él mejor que nadie sabía lo que su apellido representaba, para el mundo y para él. Embargado por la emoción su voz sonó temblorosa al empezar a hablar.
-. Agradezco tu ofrecimiento, Potter. Desde el corazón que crees que no tengo.- Harry no pudo evitar sonreír a su apreciación, pues ni siquiera Draco parecía ofendido de sí mismo al afirmar aquello.- ¡Pero se te olvida que hablas con un Malfoy!- Le gritó exaltado, haciendo que un respingo lo asaltara a la contundencia de su exclamación.- Mi padre no lo perdonaría nunca- Añadió angustiado- Y solo sería un peligro más para todos vosotros.- "¿Era pena eso que su voz le intentaba trasmitir?" – No descansaría hasta encontrarme y, matarme.
Harry quedó estático a la firmeza de su afirmación, sabiendo que el chico llevaba razón.
-. ¿Qué vida me esperaría?. ¿Una vida en la que no podría hacer otra cosa que ocultarme de él?- Harry cerró los ojos angustiado al recuerdo de lo que una vida así podía llegar a provocar en un hombre joven. Él lo había vivido a través de Sirius.-¿En la que no sería útil a tu causa por que ni siquiera podría andar libremente por la calle con todos los vasallos del Lord tras de mí? No Potter, ese no es camino para mí. Esa opción no es válida para quien ya fue concebido con el solo propósito de engrosar las futuras filas del Lord, e incluso de llegar a ser su diestra.
Harry se estremeció a sus palabras. El joven sonaba tan serio y convencido de lo que decía que no podía más que ser verdad. Una verdad que esta vez no resultaba nada difícil de creer aunque, por eso mismo, había algo que no le podía cuadrar.
-. ¿Y por qué renuncias a ese poder?- Malfoy no esperaba esa pregunta, pero reaccionó veloz.
-. ¿Y tú lo preguntas?. ¿Tú que siendo uno de los magos más poderosos desprecias tu propio poder?
-. Yo no soy….- Intentó replicarle, más él siguió hablando.
-. Hay un poder más grande que todo el que pueda ofrecer el Lord. Un poder que tú mismo desconoces aún Potter. El mismo poder que me hace saber que mi elección es correcta.
"Otra vez" pensó Harry poniendo los ojos blanco, de nuevo respondía una pregunta simple con una complicada frase filosófica que no llegaba a entender.
-. ¿De qué poder hablas Malfoy?- "¿Qué es eso que tanto anhelas?. ¿Es esa tu trampa para mí?" Pensó sin atreverse a pronunciar en alto sus dudas.
Pero no le respondió, se mantuvo cabeza erguida y vista fija al otro lado, completamente callado. El sonido de lo que le pareció un suspiro reprimido le impulsó a insistirle, a no respetar su silencio esta vez.
-. Una vez aseguraste por ti mismo no mentirme estando aquí.- Le dijo intentando así picar su orgullo y hacerle hablar.
-. Y es por eso que guardo silencio, Potter. No te voy mentir, pero tampoco te voy a revelar el mayor de todos mis secretos.- Harry permaneció un instante en silencio, sus ojos deseando haberlo podido mirar.
-. Grande tiene que ser ese poder para que confíes así en él- Le respondió a su clara negativa a revelárselo. Draco dibujó una gran sonrisa en sus finos labios y dejó que la sensación provocada por su pensamiento recorriera su cuerpo reconfortándole antes de responder.
-. Algún día… tú también lo descubrirás- Terminó con un deje de tristeza.
-. ¿Sabes?- Le oyó preguntarle divertido.- Comienzo a pensar que tal vez no es tan descabellado contar con alguien como tú entre las filas enemigas.
-. ¿¡QUÉ?- Preguntó exaltado y girándose para intentar mirarlo, aunque él no le afrontó hasta después de hablar.
-. ¡Claro! Hasta Voldemort mismo se volvería loco intentando comprenderte.
Dos gemas verdes traspasaron sus ojos con una calidez que las palabras no mostraban y, totalmente nervioso, hasta tartamudeó al preguntar.
-. ¿Estás… Estás hablando en serio?
Harry lo miró en silencio, descubriendo sorprendido el nerviosismo y la duda que asaltaran al joven frente así. Y, por un momento, no vio al Malfoy que siempre había observado; no vio la seguridad que solía irradiar, ni altivez alguna en sus gestos. Y eso le animó a confesarle lo que apenas él comenzaba a comprender.
-. Todo lo serio que puede hablar un loco que empieza a creer a su enemigo.
El corazón le dio un vuelvo dentro del pecho y se sintió tan emocionado que hubiera podido llorar de felicidad. Ahí estaba, Harry Potter, EL-Niño-Que-Vivió y al que creía tan inalcanzable como la luna mismas, ofreciéndole una oportunidad de futuro que, a pesar de ser lo que más anhelaba en el mundo, nunca llegó a pensar en serio que lograra de él.
-. Mucho tendrás que demostrar llegado el momento Malfoy. – Dijo, su mirada penetrante sobre él, para mostrarle la convicción de sus palabras.- Para que algún día pueda afirmar confiar en ti.
- Eres mi última oportunidad Potter- Afirmo visiblemente emocionado- No creas que la voy a desaprovechar- No eran las palabras que realmente hubiera querido pronunciar, pero no halló otras mejores que dirigirle en ese momento.
-. Sigue viendo, Malfoy, aún queda mucho que decir entre nosotros.- Draco asintió sonriente, hasta que el eco de una advertencia le hizo borrar su sonrisa paulatinamente.- Y nada de pegar puñetazos por una ausencia.
Lo miró en silencio. Hacía rato que los dos permanecían frente a frente y, tras dudar un instante, afirmó observando su cara.
-. Mañana estará amoratado- Dijo tímidamente. Potter hizo una mueca al responderle.
-Buscaré un hechizo que lo oculte.
-¿Puedo?- Preguntó dudoso, su voz más suplicante que sus propios ojos.
Dudó. Sabía bien a qué se refería con tan simple pregunta, pero eso conllevaba ponerse frente a él y a su varita, en un acto de fe tan grande que nadie en su lugar se atrevería a hacer. Sin embargo sus ojos le decían que era sincero, que sólo quería ayudar, que su ofrecimiento nacía de la propia culpabilidad del chico por haberle inflingido aquel golpe. Y, al fin y al cabo, él no conocía ningún hechizo deese tipo y tendría que buscar en un montón de libros hasta encontrar el apropiado. Tras unos segundos de intensa tensión, y aunque dudoso, asintió con la cabeza sin desviar sus ojos de los de él.
Lentamente Malfoy dirigió su diestra al bolsillo de su túnica y, empuñando su varita la alzó hacia él entre el pequeño espacio que los separaba, manteniéndole también la mirada. El asomo de una sonrisa en la comisura de los labios del rubio a pesar de toda su seriedad, lo atenazaba involuntariamente. Podía sentir toda la tensión de su cuerpo ante la situación pero permaneció quieto frente a él, ahuyentando mentalmente sus miedos a lo que estaba permitiendo.
La varita se le posó suavemente sobre la mandíbula dolorida y, al arrullo del murmullo de su hechizo, la sintió deslizarse por la curva de su cara, posando su magia en él.
-. Déjame ver…
Malfoy lo miraba interesado, poniendo atención primero a su perfil derecho y, finalmente, al lado antes dañado, con una expresión en su cara que le hacía sentirse extrañamente escrutado.
-. Perfecto.- Aclaró asintiendo, a la vez que guardaba su arma de nuevo. Harry hubiera respirado aliviado de no ser por su proximidad.
-Gracias.- Respondió intuyendo el efecto de un hechizo bien hecho. Sus ojos relucieron cual luna antes de responderle.
-Gracias a ti, por confiar.
De nuevo sus ojos se perdieron en la infinidad del otro; unos relucientes de una gratitud nunca esperada, los otros sorprendidos aún de su propio arrojo.
-Deberíamos de volver, Potter- Dijo rompiendo ese contacto poniéndose en pie.- Snape es demasiado madrugador y…
-Podría pillarnos- Terminó la frase por él poniéndose él también en pie.
-Y eso sería lo peor que podría pasarnos.- La sombra que oscureció sus ojos repentinamente lo alertó más que sus palabras.
-¿Qué tan malo sería a parte del castigo?- Malfoy hizo un gesto muy significativo con su cabeza.
-Ya hablaremos de eso, Potter. Ahora sé que yo también puedo confiar en ti- Y diciendo esto se giró para, saludándole con la mano, confirmar su visita al día siguiente.
Harry lo vio alejarse, observando casi admirado la elegancia que el chico ponía a sus pasos incluso en un terreno tan dificultado como el claro del bosque y, posándose la mano en la cara, comprobó que no solo le había ocultado la hinchazón, sino que con su hechizo le había reducido también el dolor. Una sonrisa se perfiló en su rostro al pensar que ni siquiera Ron le creería si le contara esto. Y sería lógico, pues ni él mismo podía creerse aún la confianza que le acaba de mostrar al chico que hasta poco antes consideraba enemigo.
Bueno pues ahí está y no será el único capi mimado de esta historia, hay otro y se perfilan dos más así que a ver como acabamos!
