Día 2

08:10

Kirara regresó de su paseo matutino tal como acostumbra hacer todos los días, entro a la casa por la ventana del sótano. Se dirigió a la cocina donde siempre esta servido su desayuno cuando ella regresa, pero solo encontró su plato vacío. Se preguntaba si quizás Sango había olvidado servirle el desayuno. Entonces fue a la sala a recostarse un rato, se dio cuenta que Sango aun estaba dormida, se acercó a ella y comenzó a maullar. Sango no se movía, así que Kirara frotaba y frotaba su cabeza con la mano de Sango, pero ella seguía sin responder. Así que la gatita no tuvo mas remedio que recurrir a medidas drásticas, trepo al sillón de a lado, calculo el impulso necesario y salto cayendo encima del pecho de Sango, la cual al sentir las garras de Kirara sobre su piel se sobresaltó e involuntariamente movió la palanca del respaldo del sofá haciendo que ambas cayeran de este.

Sango se golpeo en la cabeza y las costillas, se sentó mientras aun se quejaba de los golpes observó a Kirara que estaba tan tranquila lamiéndose las patitas y limpiándose la cara, esto la molesto terriblemente. –Kiraraaaaa… me las vas a pagar- la gatita no lo pensó dos veces y se echó a correr, -Ven acá, Kirara- decía Sango aunque por supuesto sin esperanza alguna de que la gatita obedeciera.

-Ven, no te voy a lastimar… mucho- Kirara seguía corriendo de un lado a otro, de repente sonó el teléfono así que Sango desistió en su intento de saldar cuentas con Kirara y contesto. Era Kouga, llamaba porque ya era algo tarde y Sango jamás había faltado al trabajo así que estaban preocupados por ella. –En seguida voy, solo deja cambiarme de ropa- Sango colgó y se alisto rápidamente.

Sango abrió la puerta y dijo -Ya me voy, Kirara. Cuida la casa-, cerró con llave y se marchó. Kirara solo maulló como si en verdad le dijera Adiós. Regreso a la cocina, busco algo de comer y se dio cuenta que su plato estaba servido, ni ella se dio cuenta a que hora Sango lo lleno pero sabía que eso significaba que estaba perdonada. Termino su comida, fue a la habitación y se durmió sobre la cama de Sango.

Día 2

09:25

-Vaya si que es tarde- Sango miro el reloj y se pregunta porque se quedo dormida, nunca ha llegado tarde ni siquiera por un minuto, y ahora lleva casi hora y media de retraso. El tráfico no ayudo mucho que digamos, en una ciudad tan grande como Tokio es normal que este saturada de automóviles y que el tráfico se ralentice en las horas pico.

-Al fin llegue…- Sango se dice a si misma, estaciona su auto en su lugar designado, una ventaja de trabajar en un lugar donde laboran pocas personas. Cierra el auto y se dirige a la puerta principal. Desliza su tarjeta de identificación por el lector al lado de la puerta, en la pantalla puede observarse el texto "Leyendo ID… ID Tigresa… Identificación Verificada. Sincronizando PDA. Bienvenida Tigresa" La puerta se abre, la hora de entrada se registra en el servidor central, en el registro de la puerta y además en la PDA de todo agente que trabaja para la unidad 09. Así que no hay forma de evitar que se den cuenta cuando alguien llega tarde.

Día 2

10:00

Justo cuando Sango se dispone a sentarse en su escritorio recibe un mensaje. "Sango-san, venga a Inteligencia, tenemos información que puede serle útil" el mensaje provenía de Kouga. –Espero que realmente sea importante- dijo Sango mientras se ponía en marcha hacia el departamento de Inteligencia.

El departamento de inteligencia tenia su propia ala dentro del edificio, este departamento se encarga de reunir y organizar toda la información de los casos que se están siguiendo además de archivar los que han sido completados. No solo recolecta información, sino que también la analiza y trata de dar pistas a los agentes para completar su misión exitosamente.

El encargado de este departamento, es un hombre que lleva por nombre Ryoshi, su barba y aspecto fornido podrían hacer pensar que no es muy hábil en el mundo de la informática, sin embargo es de los mejor hackers del planeta, durante su juventud fue uno de los pocos que aprendió el código de honor y conducta de un verdadero hacker, puede entrar a los sistemas pero nunca destruirlos. Y ahora usa sus conocimientos y experiencia para guiar a todo un equipo de trabajo que solo usa sus recursos para ayudar a los agentes de la sección 09.

-¿Qué ocurre Kouga, por qué me has hecho venir hasta acá?- le dice Sango justo cuando llego al departamento de inteligencia. –He sido yo quien te ha mandado llamar- se escucha una voz muy grave, proveniente de la oficina contigua al lugar donde esta parada Sango. –Ryoshi…- dice Sango totalmente sorprendida. –Tu compañero ha venido a buscar información tal como tu le indicaste, sin embargo, no hemos podido serle de mucha ayuda. Este sujeto, el tal Comadreja, no existe en ninguna base de datos, no tenemos información disponible sobre él-

-¿Pero que dices?- Sango responde totalmente anonadada, si el DI (Departamento de Inteligencia) de la unidad 09 no tenia información alguna es porque simplemente no existía. –Pero hay algo mas- Continuo diciendo Ryoshi -Durante la búsqueda se bloqueo el acceso a algunas redes que jamás había visto, pude entrar a una de las redes pero no acceder a ninguna de las computadoras, misteriosamente pertenecen al gobierno pero requieren autorizaciones mucho mas altas de la que tenemos cualquiera de nosotros y con el jefe fuera de la ciudad no nos queda mas que esperar-

-Ya veo, gracias Ryoshi- respondió Sango y se disponía a salir de la oficina cuando Kouga le pregunto – ¿Qué piensa hacer, Sango-san?-, -¿No es obvio, si no me pueden dar información entonces la buscare yo misma- Y diciendo esto, Sango se dirigió al elevador, pasados unos segundos se escucho la voz de Sango diciendo –Novato, ¿Vienes o no?- Kouga reaccionó y corrió a alcanzarla.

Ambos entraron en el elevador, se quedaron callados durante algunos segundos, hasta que Kouga dijo –¿Sango-san?-, -¿Si?- respondió ella mientras miraba hacia arriba, -¿Qué paso esa noche?- dijo Kouga finalmente. –Ni yo lo se, supongo que me confié demasiado- Kouga solo suspiro ligeramente. –¿Eso era todo?-, Kouga solo respondió moviendo la cabeza. El elevador se detuvo, Sango salio primero y le dijo a Kouga –Ve a la armería, trae mi equipo, di que es para mi y ellos sabrán que armas darte- Kouga comenzó a caminar cuando Sango agrego – Y gracias, sin ti quizás no estaría viva-