Sugerencia: Lean las notas de al final... :3 al terminar de leer el cap 3 se los recomiendo.

Dead Famous

Por Rozefire

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Capítulo 21

Si vas al bosque hoy…

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"No creo que esto sea una buena idea." Kagome vociferó su opinión.

Kikyo parpadeó sorprendida y dejó de arreglar su cabello en el espejo del corredor. Ella volteó para ver a Kagome con una incrédula mirada. "Perdón?"

Sango y Miroku que estaban sentados al otro lado de Kagome en la base de las escaleras voltearon intencionalmente y se tornaron excesivamente interesados en las rayas de color en los escalones de mármol en el que estaban sentados. Kagome los miró a los dos antes de notar que no iba a recibir alguna ayuda de ellos, así que regresó a Kikyo. "Todo esto de la entrevista a la que Inuyasha debe ir hoy… no creo que deba hacerlo."

Kikyo volteó completamente para encararla. "Y por qué no?"

Kagome se retorció bajo el escrutinio. "Creo que es muy pronto… Inuyasha parecía realmente molesto de que perdiera, y tal vez confrontar las preguntas de todos en una entrevista tan pronto de haber perdido no es una buena-"

"Kagome," Kikyo la interrumpió con un tono brusco. "Inuyasha ha estado enfrentando esas preguntas toda su vida. Está acostumbrado. Además, si él no se aparece en la entrevista no parecerá muy deportista como él. De hecho todos pensarán que está amargado por perder-"

"Lo cual es cierto." Intervino Kagome.

"Pero no podemos dejarlos pensar eso." Kikyo la interrumpió firmemente. "Pero qué demonios te hace pensar que Inuyasha no sería capaz de hacerle frente hoy?"

Aparte del hecho de que dijo que cometería suicidio si tenía que responder más preguntas? De acuerdo, el recuerdo de Kagome de la conversación que había tenido lugar la noche anterior era un poco distante. Ella había estado insistiendo en eso desde entonces, preocupada a su manera de mamá gallina y sus sueños habían sido invadidos por su preocupación. Ahora estaba casi segura de que él estaba implicando que quería terminar su vida. "Bueno…" comenzó ella inquieta. "Hablé con él anoche… y parecía, para mí, que realmente no quería ir a hablarle a la prensa hoy…"

"Lo que él quiere y lo que tiene que hacer, son dos cosas completamente diferentes." Kikyo frunció el entrecejo. "No hay discusión, Kagome, él tiene que hacerlo."

"Pero…" ella hizo una mueca levemente. "Creo que realmente no quiere hacer esto…"

"De verdad?" Kikyo cruzó sus brazos.

"De verdad, realmente, no quiere hacer esto…"

Sango miró a Kagome dudosamente. "Es él o tú quien no quiere ir a hablarle a la prensa."

"Miren, no estoy inventando esto!" Kagome trató de convencerlos. "Le hablé a ese joven anoche y estaba perturbado! No creo que debamos ir a ningún lado donde habrán personas haciéndole preguntas – está bordeando la depresión!"

"Estás exagerando." Dijo Miroku, no severamente.

"Se los estoy diciendo, no creo que Inuyasha está lo que ustedes llamarían… feliz." Ella levantó un dedo en dirección de la cima de las escaleras. "Pueden apostar los ahorros de sus vidas a que él no va a bajar esas escaleras con una gran sonrisa porque estoy diciéndoles que está deprimido!"

"Buenos días a todos!" La puerta del elevador timbró y salió un más bien animado Inuyasha, blandiendo su brazo perfectamente curado. "Nunca he visto el cielo tan azul, ustedes?"

Kagome quedó boquiabierta.

"Era hora que te presentaras." Le dijo Kikyo, invitándolo a seguirla mientras se dirigía hacia la puerta del frente. "Necesitamos irnos si queremos llegar antes de la aglomeración."

"Lo sé, lo sé," bostezó él levemente pero felizmente fue tras ella. Sango golpeó suavemente los brazos de Kagome y salió tras el par junto con Miroku, dejando a la estudiante en los escalones, perdida y muda en su propio mundo.

Luego se enfureció.

"Cómo se atreve…!" Siseó ella bajo su respiración y se precipitó tras el grupo, por las escaleras y hacia donde dos limosinas esperaban. Ella atrapó a Inuyasha por la manga, justo cuando estaba entrando en el segundo vehículo. "Qué pasa contigo?"

Él le parpadeó, el epítome de inocencia y confusión. "Nada."

"Al diablo." Gruñó ella. Los otros tres estaban muy lejos para escuchar lo que decía. "Anoche estabas abatido, como si le hubieras vendido tu alma al diablo y la semana pasada estabas llorando en mi hombro porque estabas destrozando tu habitación – no me digas que no pasa nada contigo!"

La mano de Inuyasha se lanzó y la arrastró por las solapas hasta que estuvo ligeramente nariz a nariz con él. Su expresión era tormentosa. "Este no es el momento para probar mi paciencia!" dijo él tranquilamente en el tono más peligroso y mortal que había escuchado. Él soltó su blusa y la empujó. "Ahora entra en la limo con los otros."

Kagome abrió su boca para decirle lo quisquilloso que era, cuando se dio cuenta que la limo del frente ya estaba alejándose de la baranda. Ella le dio una mirada. "Muy tarde."

"Entonces te quedas aquí." Dijo él cortamente y entró en la limo. Comenzó a cerrar la puerta tras él pero Kagome lo atrapó rápidamente antes de cerrarla.

"De ninguna manera, Kikyo dijo que esto probablemente tomará toda la tarde – no voy a haraganear en este lugar por toda una tarde sin nada que hacer y nadie con quien hablar." Le dijo ella acaloradamente.

"Me importa?" él dirigió una impaciente mirada hacia el extremo de los chóferes en la limosina. "Kagome, mira, te compensaré después, sólo no salgas esta vez."

"Tanto me odias?" Ella frunció sus ojos.

Él le frunció sus ojos. "No soy lo suficientemente estúpido para responder eso. Sólo… esta vez, tienes que quedarte aquí."

"Por qué-"

"Porque-" él se calló rápidamente y bajó su voz. "Porque no me lo agradecerás si vienes esta vez – tienes que quedarte aquí. Confía en mi."

"No confiaría en ti en tanto como pueda lanzarte." Espetó ella y entró por la puerta.

"Kagome!" siseó él.

"Inuyasha!" Siseó ella, tomando su asiento y cerrando la puerta con un golpe. "Así que tenemos que viajar juntos – vive con eso!"

La limo ya se estaba moviendo e Inuyasha se tensó donde estaba sentado, mirando ansiosamente de Kagome a la cabina del conductor y luego a ella. "Bien." Gruñó él, pero no se relajó.

Kagome volteó sus ojos ante su comportamiento. Era casi como si le preocupara que ella fuera a decirles a todos sobre su pequeña conversación… bueno, sí, pero no entraría en detalles importantes como el hecho de que él había llorado. Ese aún era un secreto entre ellos. Pero tal vez había sido un poco rápida en asumir que estaba lo perturbado suficiente para considerar el suicidio… tal vez sólo había sido un cambio de humor donde se había estado sintiendo un poco bajo. Se veía mejor hoy… menos deprimido y más enojado ante el mundo. Probablemente era lo mejor…

"Siento hacer tu vida tan difícil." Dijo ella en un tono levemente amargo. "No te entiendo… pareces como si estuvieras dando tu alma un minuto y luego al siguiente actúas como si nada pasara – tienes una cubierta en tus emociones tan fuerte como una concha de almeja."

Ella lo miró, pero frunció irritada al encontrarlo observando la cabina del conductor intensamente con sus brazos cruzados. No estaba escuchando.

"Mirar ese vidrio divisor es mucho más interesante que escucharme?" preguntó ella secamente.

"Mm." Respondió él, más prueba de que estaba lejos con las hadas.

Kagome suspiró y volteó su atención fuera de la ventana, observando el mundo pasar con ese extraño tinte oscuro que venía de las ventanas. Por ahora se estaba aprendiendo el camino dentro de la ciudad de corazón, probablemente podría salir de la villa al centro sola sin ayuda, y sólo había estado en este distrito por una semana y un poco.

Lo cual fue por qué se sorprendió levemente cuando la limo tomó un repentino giro hacia la izquierda ante las luces del tráfico cuando sabía que debían ir directo. Cuando se alejaron de la vía principal Kagome observó la primera limo seguir directo por la ruta que normalmente tomaban… entonces por qué ellos iban por este camino?

"Uh… Inuyasha?" ella frunció levemente. "Estamos tomando un atajo?"

"Shh." Él la silenció tranquilamente, manteniendo sus ojos fijos en el piso entre sus pies. Sus brazos aún estaban cruzados pero ahora su mano se había deslizado para descansar dentro de su chaqueta. Estaba frunciendo muy profundamente.

Ahora Kagome estaba completamente confundida. No reconocía el camino por el que iban y estaba casi segura que esta no era la ruta hacia la arena donde la entrevista se supone tendría lugar. Las tiendas que marcaban el centro estaban siendo reemplazadas por más casas suburbanas. Kagome sólo podía observar con creciente desconcierto cuando esas casas fueron dejadas atrás para ser reemplazadas por más paisaje rural.

"Creo que vamos por el camino equivocado." Le susurró Kagome a Inuyasha después de haber estado viajando por esta ruta un rato. "Tal vez debas ir a preguntarles si-"

"Cállate." Le respondió él, con los ojos aún desviados al piso.

La limosina comenzó a desacelerar mientras entraban a un bosquecillo de árboles. Altos pinos se levantaban a cada lado del camino con campos de agricultura rodeándolos más allá de los árboles. Kagome miró a Inuyasha, preguntándose por qué no estaba sorprendido por esto… cuando la limo llegó a un alto ella se levantó y se inclinó, dirigiéndose a la cabina del conductor. "Bien, que este no es el camino a la arena-"

Inuyasha la agarró mientras la pasaba en el asiento a su lado. "Sólo siéntate y haz lo que digo."

Nada tenía sentido, menos Inuyasha. Ella lo miró acusadoramente. "Qué está pasando aquí? Por qué nos hemos detenido en medio de la nada – debemos estar media hora tarde!"

"Shh!" él clavó su codo en su costado, haciéndola chillar y alejarse apresuradamente. Pero no era que estuviera tranquila, escuchó enfadadas voces viniendo del compartimiento de los conductores. Ella no podía ver quien estaba ahí porque el vidrio divisor estaba arriba… pero estaba segura que usualmente sólo tenían un chofer para la limo, pero sonaba como si hubieran al menos dos. Ella miró a Inuyasha. "Qué está pasando?"

La limo se movió levemente cuando los dos conductores salieron, y cuando lo hicieron, sus palabras se volvieron más claras.

"A dónde nos has llevado? Estamos entre estados-!"

"Sólo regresa al auto."

"Debimos haber ido directo al empalme cuarenta y dos."

"Dije regresa al auto."

Kagome trató de asomarse por la ventana para ver lo que estaba pasando pero los dos choferes parecían estar en frente del capó, obscureciendo cualquier vista que pudiera tener. "Creo que están perdidos." Ella saltó y se dirigió hacia la puerta.

"No, no lo hagas!" Inuyasha se abalanzó tras ella, pero sus manos cayeron cortos y ella estaba fuera del vehículo antes de que pudiera detenerla.

"Qué sucede?" preguntó ella, rodeando el frente de la limo. Los dos choferes vestidos en sus trajes negros voltearon a mirarla. El de la izquierda parecía tan confundido como lo estaba ella, pero el otro sólo se veía enfadado. "Creo que perdieron el giro atrás…"

Ella se desvaneció mientras el enojado chofer de repente buscaba en su chaqueta negra, como si estuviera por sacar algo del bolsillo escondido.

Una rayada y más bien vieja arma.

El segundo conductor sólo tuvo un momento para registrar frío shock cuando el arma fue girada hacia él y el gatillo fue halado. Kagome hizo una dura mueca cuando el arma disparó fuertemente, con un sonido que parecía más como un fuerte pop que un bang. El conductor cayó al suelo con un golpe, un horrible agujero en su pecho con una húmeda mancha roja que lentamente estaba extendiéndose.

Estaba muerto… no había duda de eso.

Kagome no podía retirar sus ojos de él. Ella sintió frío con shock y se sintió separada de todo… sus oídos estaban timbrando y su estómago se estaba revolviendo con enfermantes mariposas. No pudo moverse cuando el primer conductor venía por ella. Pero el frío y duro agarre de su brazo fue suficiente para regresar en foco su mundo, pero para entonces era muy tarde.

"No – suelta!" gritó ella mientras él torcía su brazo detrás de su espalda. Ella no se atrevió a luchar más cuando el caliente cañón del revólver fue empujado en su boca, chocando contra sus dientes. Claramente podía oler el hedor del azufre con eso cerca.

Ningunas palabras podrían describir lo completa y absolutamente aterrorizada que estaba.

Algo metálico sonó tras ellos. "Déjala ir."

El alguna vez el chofer – si era un chofer – volteó repentinamente, trayendo a Kagome en frente como un escudo humano. Ahora no sólo tenía un revolver negro en su boca sino que también tenía una brillante y plateada pistola apuntada hacia ella por ninguno otro que Inuyasha.

Probablemente habría demandado una explicación si no tuviera el cañón de un arma cargada en su boca. Sólo podía gimotear levemente cuando el hombre tras ella apretó su agarre en su brazo, torciéndolo dolorosamente.

"Si aprietas mucho ese gatillo," siseó el hombre al lado del oído de Kagome. "Le dispararé – lo juro por dios!"

Kagome trató de suplicarle a Inuyasha con sus ojos, tratando de advertirle no hacer nada precipitado o estúpido… porque era su vida en la línea. Pero él no estaba mirándola, en vez de eso su mirada estaba fijada en el hombre tras ella… pero el arma en sus manos titubeaba inciertamente, como si buscara una abertura.

"Tira el arma!" Gritó el tan llamado chofer.

"No!" Respondió Inuyasha, cambiando su postura.

Era Kagome, o él se veía realmente incómodo sosteniendo esa cosa?

Kagome tragó preocupada. "In-g-sha…" Trató de hablar ella, pero sólo resultó siendo empujada desde atrás furiosamente. Ella cerró sus ojos y silenciosamente comenzó a recitar una oración para que nadie halara ningún gatillo.

"Te daré a la cuenta de cinco." Le advirtió el hombre. "Si no tiras el arma para entonces le volaré el cerebro."

Kagome comenzó a hiperventilar. Tírala Inuyasha… por favor no lo provoques…

"Uno…"

Kagome no se atrevió a abrir sus ojos. Por favor…

"Dos…"

Un estrépito en el camino alquitarado hizo abrir de golpe los ojos de Kagome. Inuyasha había soltado el arma, y ahora estaba levantando muy lentamente sus manos en el aire. Kagome no pudo evitar sino sentir una enorme y temblorosa ola de alivio cuando el hombre sacó el arma de su boca y en vez la giró hacia Inuyasha… eso la hacía una mala persona?

"Manos arriba donde pueda verlas."

Inuyasha frunció levemente.

"Ahora patea el arma hacia mi." El chofer señaló el arma plateada con la suya. "Intenta algo divertido y ella muere." Él regresó el arma a Kagome, presionando el frío borde del cañón en su sien. Ella tragó con dificultad, otra vez mirando a Inuyasha por ayuda… pero dándose cuenta que probablemente era inútil.

Inuyasha dudó sólo un momento, mirando entre ella y el chofer antes de avanzar y patearla… duro.

El arma plateada salió disparada del suelo, propulsada por el pie de Inuyasha, y dirigida hacia el chofer, golpeándole justo en la cara… Kagome apenas tuvo tiempo de retirarse para evitar ser golpeada. Pero la táctica fue efectiva cuando el chofer gritó de dolor, aflojando su agarre en Kagome al mismo tiempo. Eso le dio la oportunidad de zafarse, colapsando contra el costado de la limo respirando duro… y dándole a Inuyasha la abertura que necesitaba.

"Bien…" dijo decisivamente la superestrella mientras el chofer se sujetaba furiosamente su entrecejo herido. Pareció notar de repente que estaba siendo aventajado y rápidamente trató de levantar el arma negra… pero muy lento.

Con un rápido movimiento Inuyasha le arrebató el arma de su mano y la giró hacia su propietario, empujando la punta metálica contra su frente.

Ella chofer era una temblorosa ruina. "P-p-por favor… t-te lo ruego… por-por favor…"

"P-p-por favor matarte?" Inuyasha parodió su tartamudeo, antes de resoplar despectivamente. "Debería dispararte ahora mismo."

El hombre sólo tembló y tartamudeó aún más incomprensiblemente. Comparado a él, Kagome se sintió orgullosa de sí misma. Pero miró a Inuyasha con cautela… ciertamente no confiando en él con una peligrosa arma. Ella deslizó su mirada lentamente hacia el hombre desparramado en el camino a unos pocos metros… todavía estaba en la misma posición, pero la mancha de sangre había dejado de extenderse y lucía pálido.

Estaba muerto.

Kagome sintió frío mientras le dirigía una dura mirada a su asesino.

"Tú fuiste el que le disparó a Kouga, no es así?" Continuó Inuyasha, agachándose lo suficiente para recoger su propia arma plateada y se enderezó para presionarla contra el pecho del chofer. "Sabía que tenía que ser uno de mis choferes… nadie más tiene acceso a las llaves de los autos. Así que qué estabas planeando hacer esta vez? Matarme a mí y a la chica en medio de la nada y tirar nuestros cuerpos en ese canal por allá?"

Kagome trató de calmar su respiración, pero era difícil… sabiendo que había llegado muy cerca de terminar su vida esta vez.

El hombre no estaba proporcionando ningunas respuestas útiles. Sólo susurrando algo bajo su respiración que sonaba como una oración.

"Para quién estás trabajando?" demandó Inuyasha retirando el seguro de ambas armas, haciendo al hombre muequear. "Dime o te llenaré de plomo!"

Él dijo eso tan vehementemente que Kagome se sorprendió. "Inuyasha…?" respiró ella.

Él la miró con una mirada conflictiva, pero no disminuyó su amenazante comportamiento hacia el falso chofer. "Dime!" siseó él. "O terminas como tu compañero de allá."

Qué irrespetuosa forma de hablar de un pobre muerto… Kagome comenzó a oponerse a los métodos de Inuyasha.

"J-Jinko… Jinko Aida." Tartamudeó el hombre.

Inuyasha frunció. "Quién es ella?"

"J-J-Jinko… Ai-"

"Está bien, está bien!" Replicó Inuyasha impaciente. "Eso es todo lo que necesitaba saber."

Con un empujón envió al hombre esparramado al suelo cerca a los pies de Kagome… y entonces niveló ambas pistolas hacia él. Kagome vio lo que estaba haciendo y entró en pánico. "No! Qué estás haciendo! No puedes-"

Ella se interrumpió con un grito cuando Inuyasha vació los cargadores de ambas armas. Ensordecedores estrépitos envolvieron a Kagome quien estaba arrodillada tan cerca… sólo pudo lanzar sus manos sobre su cabeza y apretar sus ojos.

Eventualmente los disparos se detuvieron abruptamente, con un eco de clics de las armas vacías. Inuyasha chasqueó su lengua con irritación en el frígido silencio que siguió y lanzó ambas armas a un lado como si fuera basura trivial.

Lo mató… en verdad lo hizo… Kagome tembló donde estaba acurrucada cerca a la llanta de la limo, incapaz de mirar. Por primera vez estaba asustada de él. Él no es mejor que el hombre que-

"E-estás loco!"

Ese grito no había venido de Inuyasha.

Kagome levantó su cabeza y miró con amplio shock al chofer que temblaba aún más horriblemente que ella… y con buena razón. Blancas virutas en el alquitrán alrededor de él marcaban donde cada bala había golpeado el camino… había jugado con él.

"Levántate." Dijo Inuyasha con gran disgusto. Él agarró al hombre por el brazo y lo levantó arrastrando hacia la limo. Abrió una de las puertas traseras y lo metió. Una vez que la puerta estuvo cerrada, él fue al compartimiento de los choferes y sacó la llave de la ignición, cerrando el vehículo seguramente.

El asesino no iba a ir a ninguna parte.

Kagome continuó reuniendo sus alterados nervios en el suelo, imágenes de lo que había pasado destellaron ante sus ojos. Ella había visto a alguien ser asesinado…

Inuyasha se agachó a su lado… se veía preocupado. "Estás bien?"

Ella luchó por encontrar palabras mientras sus ideas destellaban imágenes de él pateando el arma hacia el chofer. "Si hubieras fallado… estaría muerta."

"Fallé." Dijo Inuyasha fríamente. "Estaba apuntando a sus bolas."

"Oh…" Kagome asintió lentamente antes de mirar al chofer muerto… aparentemente no había estado en el negocio con el otro hombre… era un inocente.

"Mejor llamo a la policía." Dijo Inuyasha mientras se enderezaba y sacaba un teléfono de su bolsillo. Kagome lo desintonizó mientras se acercaba lentamente hacia el muerto, mirando su rostro y esos ojos vidriosos sin vida.

Ella no lo conocía pero se sintió agobiada con culpa y pena… tal vez si no hubiera salido del auto tan pronto él no hubiera sido asesinado. Pero sabía que era poco probable… ese asesino probablemente le hubiera disparado de todas formas…

Inuyasha puso al tanto a la policía tras ella "… sí, él está encerrado en nuestro vehículo… a una milla interestatal entre Hoka-shi y Kussa-shi… cerca a la costa…"

Kagome se arrodilló al lado del chofer muerto y cautelosamente alcanzó para rozar el revés de sus dedos contra su mejilla. Todavía no estaba totalmente frío… pero tampoco caliente.

Tenía una familia? Esposa? Niños…? Su vida le había sido arrebatada tan rápidamente… había sido tan fácil de tomar. Kagome se sentía horrible por eso mientras levantaba su mano y gentilmente cerraba esos ojos sin vida. Pero no podía hacer nada más que sólo cerrar sus ojos.

"Kagome, no toques eso." Gritó Inuyasha fuertemente mientras cerraba su teléfono y lo guardaba en su bolsillo.

Kagome se endureció ante su elección de palabras. "'Eso'?" repitió ella. "Eso es un ser humano – tu chofer! Cómo puedes llamarlo 'eso'!"

"Él… está muerto." Dijo Inuyasha, con apenas una gota de remordimiento en su voz. "Es muy tarde para comenzar a atarse a él."

Ella le dio una insultada mirada. "Eres patético… sabes, pensé que eras insensible para soportar a tus fans – pero soportar a tus empleados que dan sus vidas por ti es una historia diferente! Verdaderamente eres el más idiota… idiota en el mundo!" Ella volteó su furiosa mirada hacia el hombre muerto, apretando sus dedos en la tela de su manga como si tal vez pudiera regresarle un poco de vida.

Ella lo escuchó suspirar tras ella. Luego, lentamente se agachó a su lado y comenzó a salir de su chaqueta. Ella lo observó aprehensivamente mientras alcanzaba para depositar el abrigo mahón sobre la cabeza alto cuerpo del hombre, bloqueando la herida de bala de vista y la palidez de su complexión.

Tal vez estaba un poco agradecida…

"Vamos," gentilmente él tiró de su codo mientras comenzaba a levantarse. "Vamos a sentarnos por allá." Él señaló hacia el borde pastoso del camino a una corta distancia.

Ella asintió entumecida y le permitió levantarla y llevarla hacia la orilla. De hecho, en realidad él consiguió llevarla más allá de lo que originalmente había señalado… hasta que se sentaron en el pasto a buena distancia de la limo con el asesino encerrado dentro y su víctima yaciendo a su lado.

"Nunca antes había visto un muerto." Dijo ella tranquilamente, mirando al suelo. "Nunca he visto a alguien matar…"

"Siempre hay una primera vez para todo." Dijo Inuyasha insensible de cierta forma.

Por primera vez ella notó lo insensible que había estado con todo el asunto. Alguien que lo conociera menos bien hubiera pensado que era frío e indiferente de ver gente muerta… pero Kagome tenía la sensación de que estaba al borde. Ella nunca había visto a alguien más inestable que Inuyasha en ese momento.

Pero tenía la sensación de que ésta no era la primera vez que él había visto a alguien morir… Esto estaba agitando recuerdos desagradables para él?

"Qué estabas haciendo con un arma?" preguntó ella si rodeos, pinchando las hojas de pasto a su lado.

Él se tomó su tiempo antes de responder. "Los vi discutiendo desde la ventana de arriba esta mañana… a los choferes… vi a uno entrar al auto y luego vi al otro cargando un arma antes de entrar en el asiento del chofer. Imaginé que él era el misterioso pistolero de antes, y que estaba planeando algo para este viaje…"

"Es por eso que querías que me quedara?" preguntó ella, deseando completamente haber atendido su advertencia.

Él asintió. "Vine preparado para asustarlo… estarías sorprendida de cuántas personas me subestiman y a mis propias habilidades… piensan que cuando peleo en un cuadrilátero son sólo efectos especiales y que no puedo lastimar realmente a alguien fuera de la arena…"

Kagome asintió levemente, aún perturbada de que hubiera llevado un arma con él en primer lugar.

"E-estás bien?"

Kagome lo miró de repente, detectando el inconfundible titubeo en su voz. Su expresión era calmada… pero podía ver que la mano que descansaba ligeramente sobre su rodilla estaba temblando levemente. Ella movió su cabeza cuidadosamente como respuesta a su pregunta. "Tú?"

Él la miró largo rato antes de que también sacudiera su cabeza, luego desvió su mirada rápidamente hacia los árboles al otro lado del camino.

Kagome se sentó en silencio un tiempo, contemplando los eventos, cuando de repente el teléfono de Inuyasha timbró otra vez… desde el bolsillo de la chaqueta que estaba puesta sobre el chofer muerto. Ellos lo miraron un momento antes de que Inuyasha tomara un respiro. "Probablemente es Kikyo preguntándose por qué no hemos llegado…"

Él no estaba en condición de tratar con ella. "Déjalo entonces." Dijo ella tranquilamente. Ignorando su mirada de sorpresa, ella se acercó a él y descansó su cabeza en su hombro. "Estaba tan asustada…" susurró ella como si eso la disculpara de querer estar cerca.

Lentamente él colocó un brazo alrededor de su hombro y ella se relajó totalmente contra él, cerrando sus ojos mientras se permitía sentirse a salvo. Ella no lo hizo, por supuesto, añadiendo que era por Inuyasha que había estado asustada…

Pero por supuesto todo lo que pasó cuando cerró sus ojos fue ver al chofer siendo herido… una y otra vez como si su mente estuviera pegada en repetir.

Era una imagen que probablemente llevaría a su tumba…

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Continuará…

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Nota de Inu: Un saludo muy especial para todos los maravillosos lectores de esta historia de Rozefire y muchas gracias por el apoyo… aprovecho este pequeño espacio y con permiso de LR-CHAN para aclarar una pequeña inquietud q he leído por ahí: esta historia sin duda es un INUXKAG sólo que está manejada de una manera diferente a la gran mayoría de historias que estamos acostumbrados a leer en M, aquí el motor de la historia definitivamente no es de tipo sexual para los que esperan q pase algo así entre los protagonistas… je je… lo siento por ese lado pero no se desanimen, a partir de aquí la historia comienza su desenlace o el 'giro' en donde se podrá ver un poco más claro el acercamiento entre ellos… y por supuesto, donde se irá develando el misterio de 1992… Con esto, espero haber aclarado sus dudas y muchas gracias por hacérnoslas llegar y a ti LR-CHAN por todo… Mientras tanto, sigan disfrutando de este fic y nos veremos hasta la próxima…

Notas de LRCHAN: Bueno lo único que quiero dejar en claro es que como he venido diciendo en algunos capitulo es que este fic no es nuestro. Es de Rozefire. Y lo tengo que aclarar porque creo que a algunas personas no les a quedado en claro este punto y creen que el fic es mío. Yo solo cumplo con el deber de subirlo y revisar pequeñas cosas UU. Por la parte de la traducción en su gran mayoría se lo deben agradecer a Inuhanya . Quería aclarar esto desde el capitulo 19 pero a la justas he podido subir el capitulo x3. Problemas familiares T3T . Y...Publicidad!. He creado un Foro ˆˆ. De anime. Y invito a que lo vean. Porque esta muy solito XD. Recién lo cree el jueves. Y podríamos decir que soy el único gato posteando aquí. Les agradecería que se unieran y postearan. Este es el link:

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