Adios
A la mañana siguiente era noticia de primera plana en todos los periódicos Tokashi el gran y respetable miembro de la sociedad había sido brutalmente asesinado la pasada noche, Tokio tomo el periódico y lo abrió en la primera plana, ver el nombre de Tokashi y asesinado en el mismo párrafo casi le hizo escupir el te verde que apenas estaba bebiendo
-¿Pasa algo?
-El periodico... -dijo ella sorprendida
-¿No habías leído la noticia?
-Apenas lo estoy haciendo –dijo ella leyendo con rapidez el articulo, el hombre en cambio parecía muy calmado, la joven mujer no se molesto en terminar de leer el articulo, ya que a los pocos segundos dejo el periódico con un largo y profundo suspiro
-¿Terrible no?
-Mucho –dijo ella fingiendo una falsa tristeza, para que negarlo, esa era una de las mejores noticias que había recibido en mucho tiempo
-Tal parece que todo fue un ajuste de cuentas
-Vaya –dijo Tokio aparentando estar interesada –no me sorprende de seguro eran algunos a los que Tokashi les debía, o tal vez un ladrón
-Posiblemente lo primero... ya que aquí dicen que el no pudo haber sido asesinado por un simple ladrón
-¿Ah no?
-No, ya que no le quitaron ninguna de sus pertenecías
-Lo más seguro es que no llevara ninguna –dijo Tokio con sarcasmo su padre ignoro dicho comentario y prosiguió
-Además de que un ladrón no podría haberlo asesinado de esa manera, ya que dicen que solo unos pocos manejanese estilo depelea
-¿Un luchador?
-Más bien un espadachin
-¿Espada...?
-Hai... eso te pasa por no terminar de leer todo el articulo–la joven abrió mucho sus ojos verdes, su padre continuo –decían que solo unos pocos pueden hacer cortes de forma transversal
-¿Corte transversal?–Tokio se llevo una mano a la boca y reprimió una risa que rápidamente convirtió a una tosesita forzada
-¿Estas bien?
-Estupendamente –dijo Tokio con una gran sonrisa, su padre alzo una ceja extrañado, Tokio en cambio le miro sonriente, se tomo su te de un solo sorbo y se levanto de la mesa -ahora si me disculpas, llegare tarde a mi entrenamiento –y antes de que el pudiera hacer o decir nada, la joven salió de su enorme casa rumbo a su entrenamiento teniendo solo una cosa en mente:
"Hajime-kun así que era eso lo que tenías que hacer"
Mientras tanto en el cuarte de Aizu del shinshengumi, dos jovenes capitanes se encontraban realizando sus primeras actividades del día, el más alto Harada,comenzaba con el entrenamiento de sus subordinados en cambio en más bajito Okita leía placidamente el peridico de esa mañana
-Y sigan así
-¿Hasta cuando capitán Harada?
-Hasta que yo de la orden
-Si capitán...
-Que bien se siente tener el mando...¿no Okita?
-...
-¿Okita?
-...
-¿Okita?
-¿Perdón Harada-san, decía algo?
-Vaya hoy si que estas en las nubes
-Si es porque algo que estaba leyendo
-¿Interesante?
-Mucho¿acaso no ha leído el periódico Harada-san?
-No, nunca lo hago –dijo el capitán como orgulloso de su flojera, Okita sonrió forzadamente y dijo
-Pues debería de hacerlo más seguido
-¿Por qué?
-Porque así se daría cuenta de las noticias que suceden a nuestro alrededor
-¿Eh?
-Primera plana –dijo Okita enseñándole el periodico en donde este pudo leer el encabezado
-¿Qué quieres que... WOAUUUU... "Asesinan un importante empresario de la ciudad de Aizu"...¿Tokashi?
Como respuesta Okita sonrio indicandole que estaba en lo correcto haciendo que el otro capitán le arrancará casi con violencia el periódico y empezó a leer rápidamente
-El hombre fue encontrado muerto en la madrugada por unos policías que estaban de ronda...¿acaso crees que Saito?
-Supongo –dijo el con una sonrisa
-Y yo que pensé que...- y justo antes de que pudiera terminara su frase apareció el aludido
-Buenos días
-Buen día Saito-san
-¡Vaya, no vas a morir pronto!
-¿Qué?
-¿Acaso no sabes?
-¿Qué?
-Tu competencia, es noticia de primera pagina
-¿Okita, podrías explicarme lo que trata de decir este tonto?
-Saito-san ¿ya ha leído el periódico de esta mañana?
-No, todavía no¿algo importante?
-Tokashi –dijo este con una sonrisa, Saito curveo sus labios al tiempo que tomaba el periódico que le tendía el capitán Harada
-Okita eso no es importante
-Debo de suponer que...
-Que Tokashi es un hombre con una pésima suerte- dijo este sacando su caja de cigarrillos los cuales había tenido algo abandonados en los últimos días
-Entiendo
-Vaya entonces debes estar muy feliz¿no Saito?
-Umm
-Finalmente
-Umm
-Al fin, al fintienes el camino libre para esa preciosu... –este al ver la terrible mirada que le profesaba su camarada opto por cambiar las palabras –mujer
-Umm–mascullo el aventando el humo del cigarrillo por sus delgados labios
-Bueno con la excepción de...
-¿mm?
-Buenos días capitanes
-Jinei –respondieron con rapidez los dos capitanes que habían estado junto con el, la tarde anterior.
-Jinei, hace tiempo no te veía –Jinei observo al capitán de forma altiva
-Saito-san, he leído de tu maravillosa hazaña, en el periódico, noticia de primera plana debes de estar orgulloso
-Orgulloso de llevar a cabo mi propia justicia, si, estas en lo correcto
-Yo más bien diría estar orgulloso de mostrar a todo Japón de lo que eres capaz, cuanto te pones celoso
-Tan ingenioso como siempre
-¡Tu.. que carajos demonios estas haciendo aquí!
-Tambien soy integrante de shinshen
-Por desgracia
-Harada callate... ¿Jinei que quieres?
-Cuanta frialdad tal pareciara que ni el amor te caliente
-¿Jinei me vas a decir que es lo que quieres o tendré que cumplir la promesa que te hice el otro día?
-No será necesario Saito
-Bien entonces dinos que quieres o tendremos que empezar a repartir unos cuantos golpes
-Tu cállate
-Solo trato de ayudarte ¬¬
-Ayudas más quedándote callado
-¿Y bien Jinei? estamos esperando –dijo esta vez Okita con su sonrisa encantadoramente sombría, Jinei vio al más bajito de los capitanes y luego al más alto que le observaba de forma insolente, curveo sus labios un poco
-El Ishinshishi–dijo entonces para sorpresa de todos
-¿Qué?
-¿Qué es lo que pasa con el Ishinshishi?
-Kondou-sama y Hijikata-sama, recibieron una noticia el Ishinshishi y el Battosai estarán en Tokio han mandado una orden...
-¿Qué orden? habla rápido
-Los capitanes deben de presentarse en el cuartel del shinshengumi de Tokio el día de hoy
-¿Qué?
-mmmm, que raro
-¡Mentira tu estas planeando algo! –dijo Harada rápidamente –¡es imposible que tu te enteres de una orden mucho antes que nosotros, eres solo un soldado!
-Un soldado que esta cuando se le necesita, si ustedes hubieran estado cuanto llego la noticia, no tendría que perder mi tiempo explicándoles nada
-¡Aún así no te creo nada!
-Si no me crees puedes traer a cualquier persona y te diran lo que ya te he informado
-No te creo...
-Basta Harada –dijo en voz alta Saito el cual dio un paso adelante y encaro a Jinei -Por esta vez, vamos a creer en ti Jinei porque me temo que dado la complejidad del asunto no podemos darnos el lujo de ausentarnos
-Claro capitán Saito
-Pero que te quede claro que si es una mentira, me vas a hacer enojar bastante, y no me querrás ver enojado te lo advierto Jinei
-Lo tendré en cuenta capitán Saito
-¡Okita, Harada, vamonos!-dijo Saito dandose la vuelta escuchando como los otros dos capitanes le imitaban dejando atrás al soldado.
-Hai
-Pero...
-Vamos Harada-san
-Pero...
-Callate y camina –gruño Saito Harada volvió su cara hacía Jinei el cual sonreía ampliamente
-¿Pero que te pasa, estas borracho o que?... vas a creerle algo de lo que dijo ese imbecil
-...
-¿Por qué no contestas nada?
-...
-Habla con un demonio
-Quieres callarte de una vez...
-No
-...entonces tendremos que ignorarte
-¿Que pero...
-Vamos -dijo para pronto Okita doblando en una esquina de la posada en donde tenian una excelente vista del soldado, pero este no contaba con la misma suerte
-Estupido -mascullo Saito encendiendo nuevamente un cigarrillo
-Bien dicho Saito-san
-¿Que... que esta pasando aquí... Okita, Saito...
-¡Que te calles!...¿Okita?
-¿Si?
-¿Crees que se lo creyó?
-Yo creo que si –contesto Okita
-¿Qué, demonios?
-Cállate –dijo Saito en voz baja
-¡Pero que... ¿porque nos vamos¿de verdad vamos a ir a Tokio? estoy seguro que esta mintiendo
-Silencio
-¡No, no me voy a callar, tu no oíste lo que el dijo ayer, parecía un desquiciado, no podemos irnos, no podemos!
-¡Que te calles, no vamos a irnos a ningún lado!
-¿Que, pero? –el joven capitán volteo su cara hacia el 1er capitán que sonreía ampliamente –pero... tu... tu...
-¿Realmente creía que no le iba a decir a Saito-san?
-Pero... ¿cuándo?... yo ni me entere y...
-Apenas llegue ayer, Okita fue a contarme sobre Jinei, es obvio que va contra mi y contra...
-¿Contra tu...
-Ya se va –contesto Okita interrumpiendo a Harada el cual guardo silencio para ver a el soldado el cual ya se encontraba ya algo lejos -Tal parece que si se creyó
-Imbecil, jamás caeríamos en una trampa tan sencilla -dijo Saito viendo al hombre con su fría mirada dorada
-Pero...
-Kondou-sama y Hijikata-sama no van a estar nada conformes con su comportamiento-dijo para pronto Okita casi a punto de reir
-Ni ellos ni yo...
-Pero...
-Lo mejor será que lo sigamos
-No–dijo Saito sacando un nuevo cigarrillo de su paquete –va contra mi, y yo seré el que lo siga, aunque más bien le esperare...ya que si lo conozco como se, solo hay un lugar al que va a ir
-Buenos dí... ¿sensei?-hablo Tokio, pero la primer palabra fue más alta que la ultima, al ver con sorpresa, como su preciado lugar de entrenamiento ahora parecía una vil bodega llena de montones de cajas, por todos lados, arqueo sus cejas, al ver en el centro de estas a su maestro, y se sorprendió aún más al ver que el ni siquiera se dignaba a voltearle a ver, así que hablo un poco más fuerte
-Sensei...
-Ah Tokio... buenos días, no te oí llegar
-¿Sensei... que esta pasando?
-Me pasas esa caja -dijo este señalando sin mucha importancia una pequeña caja que estaba cerca de los pies de la joven, esta se inclino al tiempo que decía
-Hai
-Gracias
-Sensei...
-¿Si?
-Aún no ha respondido mi pregunta
-¿Qué pregunta?
-La que hice hace rato... ¿qué esta pasando?
-Tokio...
-¿Esta haciendo la limpieza o algo así... porque si no... –el hombre finalmente se volteo a ver directamente a su alumna –si no entonces significa que...
-Tokio –el hombre suspiro un poco y le dijo suavemente -supongo que llego el momento
-¿El momento de que?
-Siéntate Tokio –dijo este guiando a su alumna hasta la entrada de el dojo, en donde, el se sentó, seguido de ella que le observaba con el seño fruncido -Sabes Tokio, Aizu ya no es la ciudad segura que yo creía
-¿Sensei?
-¿Te has enterado de el asesinato ocurrido anoche?
-¿El de Tokashi? –la mujer se puso colorada al tiempo que veía que su maestro le miraba de forma reprochante
-Si el de tu prometido... leí la noticia en el periódico y aunque no conocía personalmente a Tokashi su... "particular" muerte tan repentina, me sorprendió
-Déjeme explicarle...
-Te voy a ser sincero Tokio, a pesar de que nunca le conocí, no me desagrado demasiado la noticia... se lo que te ha hecho–la mujer sonrió –pero...
-¿Pero?
-Pero como el represéntate de la escuela Kamiya Kasshin, he de decir que no puedo aceptar ese tipo de justicia, justicia que se esta utilizando demasiado en Aizu...
-Sensei...
-Aizu, ya no es la ciudad en la que yo crecí... sabes Tokio...ver una muerte tan cercana me ha hecho pensar
-¿En que?
-En Sango y en Kaoru... en Kaoru en particular, todavía es una niña y vienen tiempos difíciles... llenos de violencia, violencia en la que no quiero que se vea involucrada –el hombre levanto la cabeza, estaba haciendo un poco de frió –hace frio...se acerca el invierno...
-Hai...aquí en Aizu es muy duro el invierno
-Si, pero no en Tokio
-¿Qué? –la joven abrio mucho los ojos y se levanto exaltada -¿Sensei... que esta?
-Tokio
-¿Se van a ir?
-Si Tokio, partiremos hoy mismo –la joven parpadeo un par de veces, parecía no entender muy bien la idea, se llevo una mano a la cabeza, alejando un mechón de sus ojos
-Se van a ir –repitió ella mascullando las palabras
-Lo siento
-Es mi culpa
-¿Qué?
-Es mi culpa, sensei... usted se va por el asesinato de Tokashi y si Hajime, no –la mujer se llevo las manos al nacimiento del pelo se veía bastante perturbada –todo esto es mi... culpa...-el hombre se levanto y tomo fuertemente de los brazos diciéndole duramente
-Deja de decir eso Tokio, no es tu culpa...
-Pero...
-No es tu culpa... ni la de tu amigo...
-Es que el... Hajime, ase..
-Lo se... si alguien tocara a Sango o a Kaoru, tal vez reaccionaria de la misma manera
-No... es que... –mascullo ella al tiempo que sentía que las lagrimas le quemaban los ojos –lo siento
-Una guerrera Kamiya, no debe de ofrecer disculpas, al menos no por eso –la chica se veía sumamente apenada, seguía llorando –deja de llorar
-No puedo
-Si puedes... eres fuerte Tokio, no me decepciones
-Si sensei –mascullo ella limpiándose las lagrimas con las mangas de su traje de entrenamiento, hubiera querido hablar más con el, pero la delicada voz de la mujer Kamiya, le interrumpió
-Veo que Soujuro ya te dio la noticia
-Si, lo ha hecho –dijo ella con voz queda viendo a su sensei y luego a ella, se sonrió forzadamente
-Vamos ven... mejor dejemos a Soujuro con esto, y... ayúdame... con algunas cosas de mi cuarto
-Si Sango-san –el hombre volvió la cara hacia el montón de cajas frente a el, y viendo un trazo de madera en donde estaba escrito el nombre de su alumna, se inclino y lo tomo:
"Tokio Takagi"
Unas horas más tarde, la joven Takagi y la mujer Kamiya ya terminaban de empacar las ultimas pertenencias de las familia
-Y esto es lo ultimo
-Si...
-El carruaje llegara en cualquier momento
-Si...
-¿Toki?
-No puedo creer que esto este pasando
-¿Uh?
-No dejo de sentirme culpable
-Pero porque...
-¿Acaso no lo sabe... lo de Tokashi, y Hajime...
-¿Tus dos novios? –la joven se puso colorada y le vio de forma grosera, la mujer le dio un suave golpe en medio de la frente como para hacerla reaccionar y dijo burlonamente
-Vamos es solo una broma
-¡SANGO-SAN, porque hizo eso!
-¡Porque parece que las palabras, no funcionan contigo jovencita!
-¿Qué?
-¡Quiero ver si puedo sacarte esa absurda idea de la cabeza, no fue tu culpa!
-Pe...
-Pero nada, Tokio, creí que ya te lo había dicho Soujuro
-Si lo hizo
-Desde hace tiempo Soujuro y yo habíamos hablado sobre esto de la mudanza y tomado una decisión
-¿Eso quiere decir que...
-Pensabas mudarnos la siguiente semana, debimos haberte dicho... además no pongas esa cara tan larga, Tokio, ni siquiera esta lejos, puedes llegar en máximo dos horas
-¿Eh... en serio?
-Claro que si...no es un adios para siempre Toki, cuando las personas se desean ver nada impide que eso pase
-Sango-san...
-Además creo que eso será lo mejor...
-¿Por qué dice eso?
- Porque ahora que tienes tu novio, tienes que dedicar mucho más tiempo a tu chico
-¡Sango-san¿Qué dice?
-Vamos Toki, no seas tan inocente
-No lo soy
-Me das la razón ya ves... mejor encárgate de tener dos que tres niños cuando nos volvamos a ver
-¿Queeeeeeee?
-No me digas que tengo que explicártelo con manzanas...
-Pe...pe...per...pero que esta diciendo
-No es para que te pongas así, es lo más normal del mundo
-¡SANGO-SAN! -gruño la chica poniendose colorada desviando por unos segundos su mirada hacia sus pies en donde la pequeña Kaoru jalaba su traje de entrenamiento
-Toki-chan, Toki-chan, Toki-chan.
-Ah, Kao-chan
-Toki…
-¿Que pasa pequeña?
-Papa dice que vas a ir a visitarnos pronto ¿es cierto?
-Claro que es cierto¿o acaso no quieres que vaya?
-¡Por supuesto que si!
-¡Anda Kao-chan, vamos a jugar!
-Hai –dijo esta siendo jalada por la pequeña niña que ya se corría al jardín
-Voy a extrañarla –dijo la mujer hablando levemente al sentir detrás de ella la presencia de su esposo
-mmm
-¿Acaso tu no?
-mmm
-¿Siempre tienes que ser tan frío?
-¿Qué quieres que diga?
-No se tal vez, algo como que tu también lo harás...
-Como si no lo supieras
-A veces eres demasiado... –la mujer sonrió y le volteo unos pocos segundos -se te esta pegando lo del novio de Tokio
-¡No me compares con ese imbecil!
-¡No seas tan temperamental!
-Tokio
-¿Si sensei?
-Ven aquí
-Hai ¿qué pasa?
-Quiero darte algo
-¿En serio?
-Toma –dijo este sacando de detrás de su espalda una bonita shinai, que reconoció al instante por ser la unica que había visto con el nombre de su escuela grabado
-Ah, sensei...
-Tomala
-No, no, no puedo es su espada
-No repito ordenes Tokio –la mujer vio a su maestro directamente a los ojos y tomo la espada, no sin dedicarle una mirada nostálgica a ese bonito trozo de madera
-Muchas gracias sensei
-Es un simple regalo, no tienes... que...
-Lo voy a extrañar –mascullo ella viéndolo dulcemente
-Te dije que no lloraras –dijo este de forma impertativa, la chica accedio suavemente con cabeza y apreto los ojos tratando de ocultar el brillo de las lagrimas
-No lo haré sensei
-Toki
-¿Sango-san?
-Aquí esta la dirección, no es difícil llegar, te esperamos
-Ire lo más pronto que pueda
-Kaoru, ya tenemos que irnos, no vas a despedirte de Toki
-...
-¿Qué pasa Kao-chan, no vas a decir nada? –la mujer se inclino un poco para quedar a la altura de la niña, la cual se veía igual o más afligida que ella
-¿Si vas a ir a visitarnos?
-Claro
-¿Y vas a jugar conmigo?
-Por supuesto
-¿Y vas a llevar tu novio, aquel malcarado?
-¿Te cae mal?
-No... parece simpático
-En ese caso, lo llevare aunque tenga que arrastrarlo –la niña sonrío ampliamente y abrazo a su amiga, la cual contuvo las lagrimas que había prometido a su sensei
-Volveremos a vernos Kao-chan, te lo prometo
-Hai
-Y ahora –dijo ella tomando un bonito pañuelo color azul claro, que traía como adorno para el pelo, con el cual le recogio el cabello en una cola alta
-Te ves preciosa
-Gracias
-Ya llego el carruaje... Kaoru, tenemos que irnos
-Si...
-Buena suerte Tokio
-Gracias Sango-san
-Nunca olvides que eres un miembro importante de la escuela Kamiya Kasshin
-No lo haré maestro
-Nos vemos Toki
-Nos vemos Kao-chan –la joven mujer vio como los tres integrantes de la familia subían al carruaje y abrían las ventanas para ver por ultima vez su dojo y la alumna de este, el carruaje se movió apenas unos pocos segundos después justo el tiempo necesario para levantar su mano bien alto y despedirse a gritos
-¡Los voy a extrañar, adiós Sensei, Sango-san, Kaoru-chan! –escucho como las partes femeninas le respondían de la misma manera, mientras sus voces quedaban opacadas, por el ruido de los caballos y la lejanía cada vez más evidente, escucho unos pasos fuertes detrás de ella, no tenía necesidad de voltearse, pues sabía quien era
-Se han ido, Hajime, se han ido
-...
-¿Hajime?
-Debo decir que es una verdadera lastima –dijo una voz que no le resulto nada familiar, se volteo sintiendo el corazón en la boca, no hubo necesidad de preguntar quien era, le reconoció, el pelo, la ropa, sus extrañas facciones, era Jinei
-¡Usted, el hombre al que Hajime...pero pensé que era el... el que...
-Si tu querido noviecito era lo más indicado¿no bonita?
-No me llame así –dijo ella temblándole la voz, al tiempo que sus ojos se clavaban en los de el -¿dónde esta Hajime?
-¿Acaso soy adivino?
-¿Dónde está Hajime?
-Temo que para decirte, antes tendrás que vencerme bonita
-He dicho que no me llame así –dijo ella sujetando con tanta fuerza su shinai, que casi le dolieron las articulaciones, el hombre resoplo con una gran sonrisa en la cara al tiempo que decía
-Patético...
-¿Qué ha dicho?
-Que es patético ver tu arrogancia... acaso crees puedes vencerme con un simple y mugroso trozo de madera
-Pues con un trozo de madera he vencido a el capitán Saito, su superior
-No seas tan confiada bonita...tu jamás vencerías sola a uno de los capitanes,
-Ya lo he...
-Tu querido Hajime-kun, no cuenta, ya que es obvio que te dejo ganar solo por lo muy guapa que estas
-Mentira
-Y si te soy sincero no lo culpo
-Eso es una mentira...
-¿Acaso quieres una prueba? –gruño el acercándose a su rostro temiblemente, Tokio se estremeció al ver que ese hombre tan asqueroso se le acercaba le miro de forma terrible, la sonrisa de el hombre se incremento y con una mirada terrible continuo –te la daré... pelea conmigo
-¿Qué?
-¿Qué acaso tienes miedo?
-...
-¿Qué no has dicho que eres la mujer que ha vencido a el gran capitán Saito Hajime?... si eso es así, no tienes ni que preocuparte por pelear con un soldado de clase baja como yo –la mujer abrió la boca para poder decir algo, más de sus labios no salió ni media palabra, solo se inclino un poco y tomo su shinai que estaba en el suelo, y se limito a mirarlo de forma amenazante
-No se como llamar eso, si arrojo, o estupidez
-A pelear –mascullo ella con la boca seca, dio gracias que vistiera su traje de entrenamiento pues le ayudaría a moverse de forma más fluida y si bien era cierto que no podría vencerle al menos podría hacer algo de tiempo para que su capitán apareciera
-Demasiado confiada, pero te recuerdo bonita, que yo no te dejare ganar solo porque eres guapa
La joven apretó los labios, y con un movimiento rápido se puso en su postura clásica de defensa de la Kamiya Kasshin
-Defensa, bien planeado.. pero no te será suficiente –dijo el casi conteniendo la risa
-Eso ya lo veremos
-Si...eso ya lo veremos estupida –contesto Jinei sacando la espada de su funda Tokio, abrio la boca, la tenía seca, observo el brillo de la espada del hombre y se asusto no tanto por el arma, las conocía y dominaba algunas, más bien lo que le asusto fue la mirada de asesino maniaco que le profesaba, una mirada que nunca había visto ni siquiera en el rostro de su capitán.
Más sin embargo ella como buena guerrera no podía perder, apretó con mucha fuerza la shinai y trato de clavar sus pies en el piso para poder recibir el golpe de un soldado del shinshen. Vio como el hombre corría contra ella a una velocidad que solo había visto en la pelea que tuvo con su amigo, aterrada cerro los ojos preparada para el impacto, escucho como el hombre se mofaba de ella, y esta solo se pudo preparar para el golpe, el cual nunca llego, la mujer extrañada, de que pasara tiempo y no escuchara nada abrió los ojos intrigada y lo que vio le hace casi tirar la shinai de la impresión.
Delante de ella estaba su capitán con la mano en el mango de la espada un cigarrillo en la boca y una pequeña cortada en la mejilla y su cabello suelto luciendo lustroso y hermoso.
-¿Hajime?
-Atrás de mi Tokio...
-H..hai
-Saito –Jinei le observo fríamente -¿por qué?
-Realmente creerías que con esa absurda mentira nos ibas a engañar
-...
-Estupido... eres demasiado estupido, y creo que el único remedio que conozco para la estupidez es la muerte.
Hola, hola, hola, lo siento mucho, no he podido actualizar, me he tardado una eternidad, pero ya casi lo termino, falta muy poquitito,casi nada, espero que les guste y que todas las chicas lindas que me han dejado sus comentarios, me los vuelvan a dejar, Ady, Hada, GabyHyatt, Aninis (lo escribí bien?)me gusta mucho leernos me alegra el día, bien creo que es todo por hoy. Me despido de ustedes esperando que se hayan pasado muybien el año nuevo y el día de reyes y todasaquellas fiestas que se me esten pasando. Y a aquellas que no han dejado reviews y les gusta mi fic, espero sus comentarios, criticas o lechugazos y tomatazos. Y si a alquien le interesa una imagen de mi fic, nomás me avisa, que me he pasado haciendo unos cuantos con photoshop y toda la cosa bueno nomás por decir, ahorita ya me voy bye.
Atte: Midory
