Disclaimer: Este anime no me pertenece; por lo tanto, no presenten cargos en mi contra por robar el deporte o los personajes del anime, y por favor no me demanden porque ya dije que este anime no me pertenece.

Si por alguna razón me encuentro con que hay cargos en mi contra por robar el BAKUTEN SHOOT de Aoki Takao, me las arreglaré para librarme de ellos e inculpar a mis buenos y confiables amigos, Tala Ivanov y Kai Hiwatari.

Por su atención, gracias.


El Viaje a Inkheart:
Segunda Parte

Una de las chicas empujó a Rei y Max al interior de una celda, y la cerró con llave.

—Si logran sobrevivir mientras nuestra líder ve a los otros dos humanos, puede que les demos algo de comer.

Rei se zafó de los brazos de Max, pero tan pronto como lo hizo, Max volvió a aferrarse a él, con sus ojos azules bien abiertos.

—¡Max! —gritó, desesperado.

Max sacudió la cabeza.

—¡NO ME VOY A SOLTAR! —gimoteó—. ¡Esas personas me dan miedo! —señaló a una de las chicas—. ¡SE ROBARON AL SR. AMARILLO SEGUNDO!

— -.-U Max, estoy seguro de que él estará bien… sólo… relájate¿de acuerdo?

Max entrecerró los ojos.

—No me crees, .¿verdad? —soltó a Rei—. ¡Tú no crees que el Sr. Amarillo Segundo es lo bastante especial, .¿verdad?.! —su voz se elevaba cada segundo—. ¡TÚ NO CREES QUE EL SR. AMARILLO SEGUNDO ES…!

—Cállate, humano —espetó una Youkai—. O quemaré tu pequeña tortuga.

Los ojos de Max se desorbitaron y volvió a abrazarse a Rei.

—Pobre Sr. Amarillo Segundo…

Rei dio palmaditas en la cabeza de Max.

—Estoy seguro de que estará bien.


Kai y Tyson golpearon el suelo, impactando sus cuerpos contra el piso de piedra.

Había tres tronos frente a ellos; y en ellos estaban sentadas tres figuras envueltas en las sombras, que los miraban. El trono del centro era el más grande, y los otros dos que estaban a sus lados eran más pequeños, en comparación.

Kai podía distinguir las tres siluetas escondidas en la penumbra. Vio a los dos de los extremos, podía asegurar que eran hombres por la figura; pero la del centro era más curvilínea, más femenina.

Tyson se esforzó para sentarse apropiadamente. Él y Kai tenían atadas las muñecas, los brazos y las piernas. Estiró la mano para alcanzar su bolsillo y buscar la navaja que llevaba consigo de la forma menos notoria posible. Sintió que sus manos tocaban el metal, y buscó a tientas el lugar por donde salía la hoja, y el lugar donde estaba el botón.

—Éstos son dos de los cuatro invasores que encontramos —la Youkai pateó a Kai, quien de repente gritó—. Éste dio una buena pelea, y el otro es un quejumbroso tragón; pero aparte de eso, no tienen nada de especial.

Tyson presionó el botón, y escuchó el débil sonido del aire cortándose en sus oídos. Alarmado, miró a su alrededor para ver si alguien más lo había oído. Pero todos estaban demasiado concentrados en los Reyes para escucharlo. Suspiró de alivio, y empezó a mover el mango de arriba abajo, usando el cuchillo como sierra, cortando la cuerda.

La Youkai que mantenía cautivos siguió viendo hacia las tres figuras.

—¿Cuál es su decisión, Mis Señores y Señora? —preguntó, con una reverencia.

—Haz lo que quieras —dijo ella, despreocupadamente.

—¡Hey! —gritó Tyson, entrecerrando los ojos hacia el trono central—. ¿Quién demonios te crees que eres?

—¡Tyson, shh! —le chistó Kai, mirándolo con furia.

Tyson se retorció un poco y, de repente, las cuerdas se reventaron. Tyson se puso de pie, las cuerdas se resbalaron hacia abajo y las pateó cuando llegaron al suelo. Señaló con el dedo a los tres ante él—. ¡No me someteré a idiotas como ustedes! —mientras avanzaba, se aseguró de patear el cuchillo de bolsillo hacia Kai.

Kai tomó el cuchillo y miró a su alrededor. "Estos tipos se distraen fácilmente… qué idiotas…", pensó.

La figura del centro gruñó. Se puso de pie y enfocó su mirada fúrica en el humano extranjero.

—¡Cuida tu lengua! —le advirtió. Su cola plateada se movió, atrapando la luz del sol y reflejándola. Tyson la miró con furia.

—¡Sólo si nos tratan con respeto! —contraatacó.

—¡Tyson, cállate! —volvió a chistar Kai. Tyson gruñó.

—¿Ni siquiera te importa cómo nos traten?

Kai lo miró con más furia aún.

—¿Qué demonios estás pensando? —gritó—. ¡Si no mantienes tu boca cerrada, nos llevarás a la tumba más pronto de lo que quisieras!

—Bueno, .¡discúlpame por tratar de conservar mi dignidad! —gritó Tyson, encarándolo.

Las cuerdas de Kai también se reventaron, y se puso de pie.

—¡Creo que te dije que mantuvieras la boca cerrada!

—¡Argh, deja de regañarme! —gruñó Tyson.

—¡No te estoy regañando! —le gritó Kai.

—¡Sí, sí lo estás! .¡Siempre lo haces!

—¡Sólo regaño a las personas que son idiotas flojos que causan problemas en cualquier lugar! —gruñó Kai.

Los ojos de Tyson relampaguearon sombríamente.

—¡Yo no causo problemas en cualquier lugar! —protestó.

La figura del centro intervino.

— -.-U eeeeh… ¿chicos?

—¡Ocúpate de tus propios asuntos! —le gritaron los dos.

La Youkai se deslizó de vuelta a su silla.

—¿Entonces en qué situación crees que estamos? —atacó de nuevo Kai.

Los ojos azules de Tyson volvieron a brillar con furia.

—¡Seria fue quien hizo esto! .¿Es Seria MI pariente? .¡NO! .¡Es TU pariente descerebrada, idiota psicótico!

La figura del centro suspiró. Tomó el brazo de la persona sentada a la derecha y lo empujó hacia la luz.

Tyson y Kai dejaron de pelear el tiempo suficiente para ver quién era el otro ser.

Tyson ahogó un grito.

—¡OH DIOS MÍO! —señaló dramáticamente a Tala—. ¡TÚ! .¡YO TE CONOZCO!

Tala y Kai pusieron una cara que expresaba su sentir a las mil maravillas: -.-U

—Sí, lo conoces —murmuró Kai.

Los ojos de Tyson se desorbitaron.

—¡OH DIOS MÍO! —volvió a gritar—. ¡TE CONVIRTIERON EN UNA COSA PERRUNA! —se volvió a Kai, sujetando su collar—. ¡Y NOSOTROS SOMOS LOS SIGUIENTES! .¡NOS CONVERTIRÁN EN COSAS PERRUNAS!

Kai empujó a Tyson lejos de sí. Encaró a Tala y señaló a los otros dos.

—Si tú estás aquí, el otro tipo debe ser… Bryan, .¿correcto? .¿Y quién es la perra?

Tala vio de reojo hacia atrás.

—Ella es alguien de aquí… dijo que éramos lo suficientemente "femeninos" para estar en este grupo —dijo, con un ligero escalofrío por la simple idea—. No soy femenino —masculló.

Kai le lanzó una mirada huidiza.

Tyson bufó.

—¡Sí, claro! .¡Eres el tipo más femenino que conozco! Quiero decir, .¿cuánto tiempo te toma arreglarte el cabello? .¿Una hora? .¿Y porqué te importaría? Es como… si fueras mitad niña o algo así. Y además… —se detuvo, notando la mirada furiosa de Tala—. Ya me callo —chilló.

La chica en el centro entró a la zona iluminada. Se veía extrañamente familiar… Era una castaña con ojos cafés. Llevaba una blusa rosa y una mini-falda blanca.

Tyson dio un grito.

—¡OH MI DULCÍSIMO DIOS! —señaló a la chica—. ¡ES HILARY!

A cada miembro de la turba Youkai le salió una gota de sudor.

Una de las Youkai se acercó a Kai.

—¿Siempre es tan melodramático? —susurró.

Kai suspiró.

—Desafortunadamente, sí —respondió en el mismo tono.

Tyson tomó el brazo de Kai.

—¡KAI! .¡TENEMOS QUE SALVARLA! .¡TALA PROBABLEMENTE VA A COMÉRSELA!

Tala le lanzó a Tyson una mirada de disgusto y estupefacción mientras Hilary le lanzaba una peligrosa. Kai arrancó al extremadamente hiperactivo niño de su brazo mientras se controlaba para no estrangular a Tyson.

—No soy caníbal —gruñó Tala—. Y no pienso convertirme en eso pronto.

—¡Más te vale! —gritó Hilary, señalando a Tala, quien la miró con furia—. ¡Tengo una larga vida por delante y no quiero que nadie la arruine! Y si alguien lo hace… —hizo un puño con la mano derecha y golpeó la palma de su mano izquierda para establecer su punto.

—¿Tienes una vida?

Aparentemente, la descerebrada pregunta de Tyson lo metió en otro montón de problemas, de los que él culpaba a Kai y Seria, mientras Hilary lo perseguía alrededor de la frontera de Inkheart con una espada que parecía casi imposible de sujetar por una chica de su edad.

Y de repente… otra vez era una tipa regañona, puñetera y petarda…

De repente, de alguna manera, Bryan se las arregló para arrastrar a los dos quejosos y bocones idiotas y los arrojó en el suelo.

Hilary envió a Tyson una última mirada antes de levantarse y sacudir el polvo de su falda. Sonrió dulcemente y se volvió a hacia las otras Youkai.

—Bueno, entonces suelten a estos hombres. No tendremos que dispararles, reducir sus cráneos a polvo y desgarrar su cuerpo pedazo a pedazo —dijo alegremente.

Kai y Tyson sintieron que el estómago se les contraía al oír las palabras de Hilary.

¿Dónde estaba Kira cuando la necesitaban?


—¡No! .¡Espera, regresa! —gritó la vieja mujer en Inglés.

Kira miró hacia atrás y dejó salir un gemido de exasperación.

—¿No puedes dejarlo ya, anciana? —gritó por sobre su hombro.

—¡No! —gritó la anciana, bajando la velocidad ligeramente—. Estaba jadeando y el sudor corría por su frente—. ¡Tengo que predicarte sobre Jesús!

—¡NO NECESITO NINGUNA PERDICACIÓN! —gritó Kira—. ¡DE CUALQUIER FORMA NO VOY A IR AL CIELO!

La anciana siguió persiguiéndola.

—¡Ahí es… donde estás mal, querida! —dijo la mujer en un japonés forzado—. ¡Cualquiera puede llegar al Reino de los Cielos! —prosiguió, aún persiguiéndola.

Kira trató de evitar que la arena le entrara a la boca, pero era inútil. "¡Desearía haberlo pensado mejor y comprar uno de esos mantones que usa la gente cerca de India!"

—¡REGRESA! —gritó la anciana otra vez, corriendo a través del desierto.


Nota de la Autora: Robé a la "anciana predicadora" de una historia de Gravitation titulada "Fleeing Inspiration". Si eres el autor(a) de esa maravillosa historia, .¡lo siento! Sólo estoy usando a la anciana para un agregado humorístico. Ni siquiera alcanzará a predicar en serio… tomará uno de los papeles principales en este fic más adelante, así que… eeeh… ejem… ¡Review!