Hola ¿cómo van? Espero que bien. Solo quería agradecerles el apoyo que han estado dando a la historia, que ya está empezando a tomar ritmo y la gente me ha estado felicitando por ese trabajo, en verdad motiva a seguir creando contenido y expandir esta historia hasta llegar al fina, cosa que queda un rato para lograr.

Bueno, hace un tiempo comenté mi idea de hacer capítulos especiales contestando dudas, pero creo que cambiaré el formato a resolver las dudas entre capítulos para que no se queden a la deriva, así que… ¡Aquí están las respuestas!

Marwuiis: muchas gracias por tu apoyo, siempre procuro informarme antes de escribir algo, aunque sea un mínimo, se agradece muchísimo el apoyo que estás dando. Con tus dudas no puedo decir mucho ya que negar o afirmar algo sería tremendo Spoiler a futuro, pero sí puedo resolver algo:

sí, la misión de Takigakure pasa cercano a los eventos del país de las olas, siendo este arco un poco antes que los eventos de la misión del equipo 7, pero de una vez digo que Hinata no tendrá nada que ver con la misión. Hay partes que Hinata puede participar en el canon o similares al canon como los exámenes, pero no forzarla a meterla en calzador en los arcos del Naruto original, se pierde el chiste de imaginar ¿no creen?

Brasil & Amanda Costa2: Thank you very much for your support, especially for reading it in a language that is not yours. Really, thank you for that.

PopCorn01 & rotsui: También muchas gracias por el interés en la historia, espero que la estén siguiendo y la estén disfrutando.

HimiBR: No sé si mejor Sensei que Kakashi, pero hace lo que puede XD.

Compartes un caso similar que con Marwuiis ya que negar o afirmar algo puede ser un Spoiler importante, así que mejor lo dejamos así. Solo diré que la interfaz guarda una sorpresa más grande de lo que la propia Hinata imagina, creo que en este arco empezarás a ver el qué. No menciono más.

Agradezco mucho su apoyo, mil gracias por eso. Ahora, sin tanto relleno, que disfruten de la historia.

Si se preguntan el porqué del retraso, vean "La Última Esperanza de Krypton" para ver la breve explicación.

XXX

Las recámaras de un sótano oscuro se iluminaron con el paso de un Jounin, el más fuerte de la aldea de Takigakure. A partir de las actualizaciones recientes, Kiseki no dudó en llegar hasta su destino para tomar cartas en un asunto a zanjar. Dentro del sótano, diferentes habitaciones selladas con Fuinjutsu se vieron, en su gran mayoría sin ningún huésped en su interior, pero Kiseki buscó una en específico.

En el interior de una celda más grande que las demás, Kiseki vio a la chica de pelo verde encerrada en la habitación. Al contrario de lo esperado del horrible lugar, la chica pareció tranquila, tarareando una canción aunque no tuviese las credenciales para nombrarse una gran intérprete. No obstante, Kiseki no pudo tomar esa canción como una seguridad absoluta. Con un ligero golpe en el muro metalizado, Kiseki llamó la atención de la chica que abrió los ojos y detuvo su canción.

— Bien, hagamos esto rápido; ¿quién eres?

— Fuu.

— ¿cuántos años tienes?

— Tengo trece años.

— ¿Qué eres?

— Soy una ninja de Takigakure — dijo ella, aunque Kiseki permaneció mirando a Fuu, lo que causó que suspirara en frustración —. Y el demonio del Nanabi.

— Jinchūriki, no es lo mismo.

— Jinchūriki, demonio, creo que poco importa ¿ya puedo irme? — dijo Fuu con aburrimiento, caminando hasta la salida de la habitación mientras le daba la espalda a Kiseki después que este abriera la cuenta.

— Fuu, entiende, esto no lo hacemos porque te consideremos un peligro, consideramos al Nanabi un peligro y eso te superó en el combate contra Hinata — explicó Kiseki, pero Fuu pareció no prestar atención a sus palabras —. Está bien, estás molesta, lo entiendo, pero que eso no evite que ya no te relaciones con la chica de Konoha.

Eso último hizo detener a la chica, aún sin mirar a Kiseki, filtrando algo de su energía en el área. Tan pronto la energía fue liberada algunos guardias socorrieron a cada uno de los lados de Kiseki. Sin embargo, viendo lo relajado que estuvo el Jounin pese a la intranquilidad del lugar hicieron que ambos guardias bajaran un poco la guardia.

— Por supuesto que no. Después de todo, Hinata y yo seremos amigas — dijo Fuu, dando pequeños saltos mientras salía del sótano, conociendo el camino de memoria.

Por su lado, Kiseki solo pudo suspirar de resignación, una pequeña sonrisa incrédula adornando sus labios antes de desplazarse a atender nuevos asuntos, acompañado de los guardias que lo escoltaron hasta la salida pese a no recibir un afirmativo o una negación por parte del Jounin.

XXX

Los días en el hospital pasaron bastante rápido. El veneno de Sane terminó siendo algo irrelevante al poco tiempo y la energía de Kiba y Akamaru rezumbó en todo el lugar. Por su lado, Hinata, aunque todavía adolorida del último golpe de Fuu, pudo responder con solvencia los ataques de Kiba en su sparring amistoso. Viendo los eventos en retrospectiva y que el asunto no fue tan serio como pensó, Hinata se sintió un poco mal el haber sido derrotada, en especial que de no haber recibido ese último golpe pudo haber dado una batalla más que significativa.

No obstante, una cosa compensó a los hallazgos que ella descubrió en su tiempo en el hospital. Sin mucho que hacer, Hinata observó con detenimiento todas sus estadísticas, sorprendiendo los resultados; su nivel aumentó, varias habilidades que fueron usadas en su combate aumentaron exponencialmente y, sobre todo, su dominio en el Estilo de fuego: Jutsu gran bola de fuego incrementó sin comparación alguna.

La conclusión fue obvia: la mejor forma de progresión para Hinata no fueron los libros, las enseñanzas o las prácticas; como su nombre lo indicó, la experiencia en campo real fue lo que le permitió evolucionar. Ella se alegró de esto, considerando que la fuerza actual de ella no se comparó en lo más mínimo en lo que ofreció el mundo.

La experiencia de un combate parejo, el sentir la adrenalina, la velocidad, los golpes. Hasta cierto punto la excitó y le hizo entender el sentimiento que sus amigos y cercanos más apasionados demostraban en los combates, como Lee o como Naruto. El combate contra Fuu fue una experiencia maravillosa en varios sentidos. Aunque ella supo que tampoco fue su elemento, no le apasionó lastimar a otros y en otro punto de vista de los eventos lamentó un poco los acontecimientos envueltos en la batalla.

Ella supuso que esa emoción proveniente del combatir fue solo otra de las facetas que no conocía de ella misma, o algún calibre que la interfaz ofreció para ella como respuesta al ímpetu y determinación de varios de sus compañeros, ofreciéndole una nueva fuente de exaltación para mantenerse fortaleciendo porque, a fin de cuentas, fue la prioridad de la interfaz el crecimiento de Hinata como Shinobi… incluso si fue un poco en contra de los pensamientos originales de la chica. Lo que más agradeció que hubiese aumentado de nivel fue Mente rápida. Las cosas fueron cada vez más lentas cuando activó la habilidad, notando el golpe al estómago de Kiba a kilómetros y el tiempo suficiente para reflexionar sobre los acontecimientos de los últimos días.

Retomando mayor prioridad su sparring, Hinata redirigió el golpe de Kiba, desplazando su brazo a un lado más abierto. Aunque Kiba vio el movimiento e intentó reaccionar, Hinata finiquitó el encuentro con un golpe preciso en el hombro.

— ¡Oh, mierda! Oh… eso duele — dijo Kiba, quejándose del golpe de Hinata —. Soy yo o tu golpe fue mucho más doloroso esta vez.

Al comentario de Kiba, Hinata se puso algo nerviosa, levantando un poco sus manos en señal de disculpa. Sin embargo, ella notó algo interesante. Aunque antes no lo vio de forma consciente, el punto en que Kiba fue golpeado por ella pareció fluctuar. Usando su Byakugan, Hinata notó un poco el problema, notando la falta de circulación de Chakra por el brazo, causando el dolor punzante que Kiba estaba sintiendo.

Con un golpe preciso, Hinata reactivó el punto del Chakra de Kiba, haciendo que el chico suspirara de alivio por recibir un efectivo tratamiento. Sin embargo, Hinata ignoró el agradecimiento, abriendo su boca, impactada con sus manos que las alzó para verlas a contraluz. Pronto, la boca abierta que empezó a traer moscas cambió a una resplandeciente sonrisa que opacó cualquier brillo del ambiente. Con pequeños saltos, Hinata sonrió con fervor, en una completa euforia.

Para confirmar lo que pareció ver, Hinata activó de nuevo el Byakugan, sonriendo aún más si es que fue posible. Ella los vio, ella vio lo que su primo, padre y otros ancianos del clan vieron, ella vio lo que los más dotados del Dojutsu lograron ver; los Tenketsus.

Girando su cabeza, moviendo su mano hacia arriba, Hinata vio la categoría del Byakugan, confirmando las palabras del sistema. En ese pequeño enfrentamiento con Kiba, Hinata alcanzó el suficiente nivel para ver los Tenketsus de las personas, no logrando contener su sonrisa de felicidad.

— Eh, Hinata… estás dando… ¿eh?

Ignorante a todo, Hinata abrazó a Kiba en su emoción, cerrando los ojos en completa alegría y ensoñación. Sin embargo, cuando esa ensoñación disminuyó hasta el punto en que ella recuperó una compostura más tranquila, Hinata se dio cuenta de que nunca estuvo abrazando a Kiba. En su lugar, entre sus brazos estuvo Fuu, la chica de pelo verde de Takigakure que la saludó con una sonrisa bastante animada.

— ¿Fuu? — preguntó Hinata, empezando a calmarse lo suficiente para que sus emociones no la invadieran de nuevo —. ¿Q-Qué estás haciendo aquí?

— No lo sé. Te vi saltando y revoloteando y quise unirme.

— Yo — Hinata trató de explicar, pero las palabras no llegaron a su mente, avergonzada de la poca categoría en su accionar por algo tan simple, ruborizándose un poco que Kiba y Fuu vieran su acto.

— Awww, estás avergonzada. No te preocupes, te veías muy linda cuando sonríes así — dijo Fuu, solo aumentando el rubor de Hinata.

— Oigan… eh ¿alguien me explica qué está pasando aquí? — preguntó Kiba, acompañado de Akamaru con un ladrido, sin entender mucho de los acontecimientos recientes.

— Yo, eh, bueno. A-A veces, los miembros del clan Hyuga p-podemos ver más allá de los límites del Byakugan. B-Bueno… acabé de enterarme que superé ese límite.

— Déjame aclarar esto ¿tu Byakugan acabó de evolucionar? ¿así como así? — preguntó Kiba, ganándose un asentimiento de Hinata.

— Antes no podía verlos, no con toda claridad, pero ahora son claro. Cuando los veo con mi Byakugan, los Tenketsus tanto tuyos como los de Fuu son claros para mí. A-Antes no podía hacerlo, y para los miembros de mi clan dicen que solo los más habilidosos pueden hacerlo, entonces…

— Oh, entiendo — interrumpió Kiba, captando la emotividad de su compañera de sentirse poderosa, siendo algo similar cuando alguien de su clan domina los Jutsus más importantes.

— Woah ¿significa que eres más fuerte de cuándo combatimos?

— S-Sí, es una forma de decirlo — respondió Hinata a la pregunta de Fuu.

— Ehem — llamó Kiba, ganando la atención que deseaba — Hinata ¿te importaría presentar a tu nueva amiga?

— Oh, por supuesto — dijo Hinata, separándose un poco para que Fuu y Kiba se vieran —. Kiba, ella es Fuu, es la Shinobi que me enfrente-

— Y fue derrotada — interrumpió Fuu, solo recibiendo un silencio incómodo por parte de ambos Shinobi de Konoha.

— Y me derrotó hace unos días.

— Hola — saludó Fuu, apretando la mano de Kiba con fuerza, este último algo impresionado del agarre de la chica.

— Vaya, tienes fuerza, además que derrotaste a mi compañera y ella es un duro hueso de roer.

— ¡Kiba! — chilló Hinata, recuperando algo del rubor que estaba desapareciendo hace unos momentos.

— ¿Qué? Digo la verdad. Que no reconozcas tu propio poder es otra cosa.

— Es cierto, eres muy fuerte, me tomó mucho derrotarte… — dijo Fuu, aunque Hinata notó que su halago solo fue para causar más vergüenza a Hinata.

— Por favor, paren — habló Hinata, casi como un susurro apenas audible, causando que tanto Fuu como Kiba se rieran de la chica.

— Veo que amanecieron de buen humor.

interponiéndose en la risa de ambos chicos; Kurenai, junto a Shino y otras dos personas con bandanas de Takigakure que caminaron hasta quedar a una distancia respetable de los otros Genin.

— Oh, señor Teishi, señora Tanka ¿qué hacen aquí? — preguntó Fuu, mencionando a dos de los miembros de la brújula.

— ¿No es evidente? Nosotros nos encargaremos que los Shinobi de Konoha cumplan con su labor — respondió Tanka con algo de agresividad, algo que molestó a todo el equipo 8 aunque no lograron expresar su opinión sobre la mujer.

— Bueno, tampoco nos pasemos, solo queremos ayudar con la búsqueda, y como Tanka y yo somos los mejores en términos de rastreo pensamos que sería ideal que fuésemos nosotros los que reanuden la investigación — dijo Teishi, tratando de aligerar un poco las palabras de Tanka —. Por cierto, Jounin-Sensei, esto es para usted.

Dando un paso más cerca de Kurenai, Teishi sacó un pergamino; el contenido marcó todos los avances de la investigación que el propio Takigakure logró obtener a lo largo de los días antes de la llegada del equipo 8. Dando una leída rápida a su contenido, Kurenai empezó a trazar el mejor rumbo de acción para ejecutar la misión con eficiencia.

— Bien, esto es lo que haremos: Kiba, tú acompañarás a Lady Tanka por el lado oeste de la aldea. La zona forestal fue limpiada casi en su totalidad, pero puede que tu olfato pueda detectar algo. Con las habilidades sensoriales de Tanka pueden discernir el Chakra discordante, por lo que me comentaste ayer con relación a la discordancia de Chakra. Kiba puede ayudarte.

Tanka asintió de mala gana, pero fue ignorada por todos al escuchar las continuas órdenes de Kurenai.

— Hinata, tú y Fuu se encargarán del lado norte de la aldea. Esta zona es caracterizada por zona rocosa y pozos de agua profundos. Con tu Byakugan y la sensibilidad en el ambiente de Fuu pueden cortar el área con facilidad. Fuu, según me comentó Kiseki, posees un Jutsu de comunicación a distancia.

— Sipi, mi Jutsu de frecuencias de ondas telepáticas puedo generar frecuencias similares al sonido para transmitir mensajes de forma telepática. De hecho puedo hacerlo justo ahora.

Para sorpresa de Kurenai, las palabras de Fuu se clavaron profundo en su cerebro. No fue un ruido que ella pudo ignorar tapándose los oídos, fue literalmente poner en tu cabeza un mensaje, uno que ella deseó poner. Aunque la sorpresa fue más grande que el dolor, eso no evitó que Kurenai mirara algo disconforme a Fuu, en parte por la poca seriedad que tomó el asunto. La mirada no pasó inadvertida por Fuu que canceló su Jutsu con rapidez, algo avergonzada que su pequeño juego no haya causado el impacto que ella esperó.

— Bien… supongo que es efectivo — siguió Kurenai, quitándole peso a la acción pasada, acercándose a Fuu antes de darle un pequeño artefacto sobre su muñeca —. Este reloj te permitirá tener un mejor control del tiempo. Cada hora todos nos enlazaremos con tu técnica para presentar avances.

— P-Por supuesto ¡A la orden capitana! — exclamó Fuu, levantando su brazo y sacando su pecho en pose militar para recibir el mensaje para consternación de Kurenai que tuvo que usar toda su experiencia para no reprender a la chica de nuevo.

— Hinata, recuérdalo si por casualidad se le olvida a Fuu.

— Sí, Kurenai-Sensei — respondió Hinata con una leve reverencia de respeto.

— Shino, tú irás junto a Teishi al este de la aldea. Los Shinobi de Takigakure no tienen permitido entrar en casa de civiles, pero puede que tú seas capaz de encontrar algo con tus insectos.

— Mientras yo los distraigo con mi gran carisma — bromeó Teishi, aceptando la idea con gusto.

— Espera ¿por qué los Shinobi de Takigakure no pueden entrar en casa de civiles? Eso no es un poco… no sé, estúpido — preguntó Kiba, confundido por la normativa de la aldea de la cascada.

— Esta ligado a un pacto por los líderes del pasado que involucró una cierta separación de los civiles de los ninja, lo que impide a cualquier Shinobi de Takigakure entrar en casa de civiles sin importar el contexto, incluso los ninjas renegados cumplen eso.

— Pero se rumorea que Suien, el líder de los secuestros cuenta con su propia camada de Shinobi extranjeros, personas que no están atado a esas leyes por lo que es probable que podamos encontrar algo ahí — explicó Kurenai, complementando la aclaración que hizo Teishi.

— ¿Y tú qué harás Jounin? No me digas que oler flores — dijo Tanka, señalando que todos los presentes fueron divididos exceptuando a la propia Kurenai.

— Me reuniré con Kurone y Yokaze al sur. Kiseki, Hakuro y Shibuki vigilarán el centro en su extensión.

— ¿Shibuki? — preguntó Hinata, no recordando ese nombre de los archivos que Kurenai les pasó sobre los miembros de la brújula.

— ¡Es mi mejor amigo! Es el hijo del líder. E-Es algo reservado, pero es genial cuando lo conoces un poco — dijo Fuu, recibiendo un asentimiento de comprensión por parte de Hinata.

— Si todo está claro ¡Dispérsense!

Con la señal de Kurenai, todos los miembros reunidos separaron caminos a sus respectivas asignaciones mientras la propia Jounin desapareció en una pequeña brisa de hojas provenientes de su Jutsu del cuerpo parpadeante. La búsqueda intensiva de civiles dio inicio.

XXX

Fuu y Hinata corrieron por un rato hasta llegar a su destino. En contra de lo anticipado, el viaje fue en su mayor parte silencioso, limitándose a Fuu guiando a Hinata por el camino correcto para llegar. En el momento en que llegaron a las cuevas, Hinata tuvo que fijarse con detenimiento en una de las tantas entradas a la cueva: una gran apertura circular recubierta por varias deformaciones rocosas que no impidieron que la belleza natural se desvaneciera, además de iluminación interna si las diferentes sombras a contraluz del sol de Taki fueron una señal. Aunque la apreciación fuese a detalle, Hinata no demoró más que un par de segundos antes de caminar hasta la entrada.

— Oye, Hinata — habló Fuu, haciendo detener a Hinata en seco al escuchar su voz, esperando que la extrovertida chica hubiese estado hablando por los codos en lugar de permanecer callada la mayor parte del viaje.

— ¿Sí?

— Verás, yo… antes que entremos, quisiera hablar contigo de algo — dijo Fuu, aunque la vacilación de su voz y el timbre alto de esta parecieron marcar algo más casual Hinata supo de inmediato que Fuu hablaba en serio, o lo suficiente para tomar las cosas como tal —. E-Es sobre el enfrentamiento. Sé que impedí que llegaras a tus amigos, y te lastimé, y aunque quiero pensar que no estás molesta por esto, creo que debería disculparme por… bueno, hacerte preocupar por tus amigos.

Hinata escuchó a Fuu, sonriendo con suavidad cuando ella terminó de hablar. Extendiendo su mano, Hinata abrió su palma hacia la chica de Taki, dejándola un poco descolocada por su accionar.

— No puedo decir que no fue algo que no me molestó, pero no estoy molesta contigo, Fuu. Y si aún lo deseas, creo que ambas podemos ser amigas.

— ¡¿De verdad?!

— S-Sí — dijo Hinata, tartamudeando por los repentinos cambios de humor de Fuu.

— ¡Gracias! ¡Gracias! ¡Gracias! — gritó Fuu, lanzándose para darle un abrazo a Hinata que solo pudo chocar unas cuantas veces la espalda de la chica en correspondencia a este, siendo aplastada con fuerza por los delgados brazos de la chica de pelo verde —. Oh, Dios, pensé que estarías molesta, en especial por lo de antes. Cielos, me quitas un peso de encima.

Con energía renovada, Fuu jaló a Hinata al interior de las cuevas, sin lograr oposición alguna por parte de la chica de Konoha que tuvo que seguir el veloz andar de Fuu, siendo más la sorpresa que la incapacidad lo que causaron que un tramo considerable los pies de Hinata fueran arrastrados por Fuu.

Como Hinata pensó, y Kurenai especificó, la gruta interna de las cavernas fue una serie de bifurcaciones con iluminación propia. Mientras Hinata fue arrastrada por Fuu, ella activó su Byakugan para escanear el ambiente a mayor detalle. La visión mejorada del Byakugan pareció ayudar a percibir nuevos detalles que antes no logró captar, y ese nuevo entorno. La claridad del funcionamiento interno de las cavernas a través de puntos concentrados de Chakra fue una revelación asombrosa, no fueron piedras y riscos formados enteramente por la naturaleza, gran parte provino de una ardua manipulación natural para modificar el medio a su conveniencia.

Las diferentes concentraciones de Chakra generaron una adaptación constante, como ver el reloj interno del mecanismo que Hinata y Shino captaron cuando entraron a Takigakure, mismas concentraciones de Chakra que generaron la iluminación del ambiente, y esa misma concentración de Chakra condujeron por las grutas acuáticas del lugar.

Deteniendo el movimiento de Fuu en seco, ahora fue Hinata quien arrastró a la chica hasta uno de los pozos del lugar, provocando que Fuu perdiera el equilibrio antes de pegar un pequeño chillido de sorpresa antes de acompañar a Hinata. La visión de las diferentes raíces de Chakra que se originaron de los diferentes pozos cautivó a Hinata quien tuvo que mirar a profundidad para entender algo del funcionamiento de todo.

— Supongo que estás usando tus ojos saltadores para encontrar algo interesante.

Byakugan — corrigió Hinata, un poco más molesta de lo que pensó que Fuu se burlara de sus ojos, algo que la chica notó de inmediato pues no respondió de vuelta a la corrección.

Dejando el tema a un lado, Hinata concentró todo su enfoque en explorar las aguas. El acercamiento en su reflejo fue tanto que Fuu tuvo que reaccionar para no permitir que Hinata cayera en el agua por la falta de firmeza en su postura – además de lo distraída para contraer su Chakra para mantenerse a ras del suelo -. Poco le importó a Hinata que, ignorando las acciones de Fuu, sumergió su rostro dentro del agua.

La visión del Byakugan proveyó de un panorama diferente al convencional a Hinata. Las aguas en las que se introdujo mostraron varios pasajes de Chakra recorriendo toda la ciudad. Fue como si las corrientes lograran ser traslúcidas, y Hinata vio todas y cada una de ellas circular los animales a través de ellas, siendo esos animales el Chakra.

Sacando su cabeza del agua, Hinata supo que sus ojos pudieron haber hallado una pista clave de cómo los secuestradores lograron burlar a las personas locales por tanto tiempo. Sin embargo, en el momento en que Hinata trató de quitarse la chaqueta, la malla de su pecho; Hinata solo pudo ser interrumpida cuando Fuu se alarmó por la acción de la chica.

— E-Espera ¿q-qué haces? No se supone que hagamos eso, ya sabes, dos chicas no es natural y…

— Fuu ¿de qué hablas? — preguntó Hinata, no entendiendo los desvaríos de su amiga.

— ¡Desvergonzada! ¡Te estás quitando la ropa en frente de mí! — dijo Fuu, señalando con un dedo juzgador a Hinata, poco a poco dimensionando las palabras de la chica de Taki antes que un rubor empezara a pronunciarse en las mejillas.

— N-No fue mi intención ¡Lo juro! Y-Yo sólo, y-ya sabes, yo — balbuceó Hinata, dándole la espalda a Fuu que seguía mirándola con pavor.

— ¡Yo que voy a saber! — respondió Fuu de un grito.

Sin embargo, Hinata se sorprendió un poco al voltear para ver de nuevo a Fuu, lanzando un grito al aire por lo que vio.

— ¡¿Q-Qué haces?!

— Bueno, ya que no tenías vergüenza de desnudarte en frente de mí, me resultó natural que no te importase que me desnudase enfrente de ti — dijo Fuu, usando su razonamiento para burlarse un poco de las decisiones de Hinata, pero no impidió que abandonara su idea —. Viste algo con tu… Byakugan, y quiero acompañarte.

— E-Está bien — respondió Hinata, separándose de la chica para no ver algo inapropiado.

— ¿A dónde vas?

— Eh ¿pero no dijiste que no querías-?

— Ah, eso, es que no sabía que tomabas esas cosas con naturalidad. En Taki, no acostumbramos a ver el cuerpo desnudo del otro, sea hombre o mujer ¿pensé que era algo de cultura general? No creí que para la hoja habría poca relevancia el desnudarse.

— N-No, Fuu, no deberías desnudarte de esa manera — dijo Hinata, pero sus palabras terminaron en ruidos sordos.

Aun así, la relevancia de la situación fue poca, ambas chicas quedaron en interiores, dejando a un lado su ropa y armas al lado del pozo para recuperarla después. De un chapuzón, ambas chicas nadaron en el agua. Fuu se limitó a seguir a Hinata, distrayéndose con la poca vida marina que hubo en el lugar mientras Hinata continuó su rumbo.

Al llegar al origen de todas las bifurcaciones, Hinata notó que eso solo fue el origen de un pequeño segmento de bifurcaciones. A menos de 600 metros otra línea de bifurcaciones se dividió en otro sector, y a 800 metros ocurrió lo mismo. Varios puntos de tierra bifurcaron en diferentes ramificaciones de Chakra circundante. Todo ese Chakra acumulado en el origen. Otra de las grandes ventajas de ver los Tenketsus fue la ampliación de visión de Hinata. Recorriendo el lugar a varios kilómetros, Hinata observó el punto de origen.

Con la visión transparente que permitió el Byakugan, Hinata notó que el Chakra no provino de un solo punto, o dos. Ella comprendió de dónde se originó todo el Chakra de la cueva, del bosque, de la civilización, de la aldea; el árbol. El gran árbol en el centro de la aldea fue que originó toda la fuente de Chakra y, a su vez, la fuente se alimentaba del mismo Chakra producido para suministrar nuevos sectores y generar nuevo Chakra. Fue tan lejos que la extensión del árbol llegó a puntos alejados de la propia aldea, incluso más allá. Una gran conexión natural provino del árbol, reemplazando cualquier raíz con las líneas de Chakra que sostuvo no solo la aldea, sino más allá.

Ante tal revelación, Hinata deseó explorar a profundidad el cómo de todas las interconexiones, sus derivaciones naturales, los cruces entre ecosistemas que el árbol permitió vivir. No obstante, tampoco pudo quedarse mucho tiempo; ya había pasado un par de minutos desde que ingresó al agua y comprendió todo eso. Con algo de apuntes mentales mientras usó Mente rápida para acumular todo el conocimiento en el menor tiempo posible, Hinata nadó para regresar, sin perder de vista la ruta por la que tanto ella como Fuu ingresaron.

Por su parte, la chica de cabello verde se quedó mirando algo más profundo. En un principio Hinata pensó que se trataba de una breve distracción de la chica, pronto comprendió que Fuu no estaba jugando. Nadando un poco más profundo en el agua, ambas chicas vieron algo interesante, o más bien Hinata vio algo, siendo Fuu algo que encontró llamativo.

Nadando con más ímpetu, Hinata empezó a nadar a mayor profundidad. Sin embargo, antes que ella lograra alcanzar el suelo, Fuu la detuvo. Hinata se preguntó por qué, pero ella no pudo replicar. Corrientes de un tinte rojo empezaron a salir del cuerpo de Hinata, un pitido agudo sacudió los sentidos de Hinata. Aunque trató de nadar, Hinata encontró el acto imposible cuando todo su cuerpo empezó a sentir una presión insoportable.

Fuu, que también pareció sufrir de los efectos en menor medida, tomó a Hinata rápidamente. Cuando ambas ascendieron un poco del agua, Hinata logró recuperar la sensación en su cuerpo, separándose con suavidad de Fuu antes de nadar por su cuenta, liderando el camino para volver al pozo por el que vinieron. Como un torpedo, ambas chicas salieron al pozo. Aunque el aire no les faltó pese al tiempo prolongado dentro del agua, ambas chicas salieron inhalando a grandes bocanadas, ambas tapándose los oídos por el pequeño chillido que ambas sintieron.

— ¿Q-Qué fue eso? — preguntó Hinata, algo angustiada del repentino cambio en toda la situación que impulsó a ambas chicas a salir del agua.

— La presión — respondió Fuu, con bastante seriedad —. Las aguas del lago tienen una presión que incluso con Chakra no podemos suplir. Siempre he intentado ver qué hay en la superficie del río, pero siempre me sangran los oídos antes de llegar hasta ese punto.

Hinata miró sorprendida a Fuu. No es que fuese ignorante de los efectos de la presión, pero sentirlos y saberlos fue una situación completamente diferente, era el hecho de que los efectos son paulatinos, no algo espontáneo como resultó ser. La idea de un Jutsu antiguo debajo del lago de Takigakure fue una idea que Hinata no descartó por completo de su mente. Sin embargo, antes de escalar a su lado más analítico, una pequeña risa de Fuu resonó en la zona, llamando la atención de Hinata.

— Bueno… no esperé que nuestra primera salida de chicas fuera una casi muerte, ni la segunda — bromeó Fuu, riendo con más fuerza a pesar del chiste malo.

Pese a lo malo de la broma, la risa de Fuu fue tan alegre y contagiosa que Hinata la acompañó con su propia risa, asintiendo a su declaración con algo de entusiasmo.

— A-Aunque fue entretenido, si no contamos esa última parte.

— ¿Bromeas? ¡Si esa fue la mejor parte! — reprendió Fuu, con una brillante sonrisa mientras nadó más cerca de Hinata —. De todas formas tendremos que volver, solo encontrar la forma de penetrar la presión y ver qué hay abajo. Mi espalda me está dando escalofríos y eso quiere decir que mi instinto está muy ¡Muy! Alerta.

— Sí… — dijo Hinata, más animada y relajada después de la desagradable experiencia, flotando en el pequeño pozo junto a Fuu antes que una pequeña epifanía le llegó a la mente.

— Fuu ¿qué hora es?

XXX

— Entonces… ¿cómo funciona eso de las brújulas? — preguntó Kiba, caminando detrás de Tanka mientras la ninja de Taki observaba el ambiente con atención —. Dicen que son la élite de la aldea, lo mejor de lo mejor, aunque debo decir que uno de sus miembros fuese derrotado por dos Genin que apenas salieron de la academia deja mucho que desear.

— Tal vez si Sane hubiese luchado en serio no estarías burlándote de ella — respondió Tanka, volteándose para mirar con hostilidad a Kiba que solo regresó su mirada con una igual de desafiante —. Y si no mal recuerdo, fue tu perro y tu compañero quienes derrotaron con Sane. Tú, por otro lado…

— Desgraciada — reclamó Kiba, junto a un gruñido de disgusto de Akamaru.

Interacciones similares continuaron por todo el trayecto. Tanka, pese a ser una mujer cercana a la mediana edad si es que ya no estaba en ella, su actitud fue un fiel reflejo de una chica adolescente con bastante prepotencia, aunque en ningún momento reflejo de estupidez o ignorancia, sino la arraigada sobriedad de un accionar más joven, libre, y a la vez molesto para cualquiera a su alrededor. Eso sumado a la volatilidad de su naturaleza junto a la agresividad de Kiba y toda su alianza pendió en un delicado equilibrio entre la tensión y la pelea.

Aun así, Kiba se mantuvo a las órdenes de ella. En su clan estuvo muy enfocada la idea de seguir al Alpha en todo momento, a menos que se anteponga con el objetivo primario de la caza. La caza, en esta ocasión, fue la búsqueda de nuevas pistas por el bosque y, pese a las críticas que él pudo tener sobre Tanka, Kiba admitió que su guía no fue del todo incorrecta, siendo de las pocas ocasiones que la experiencia que su cuerpo empezó a cargar se hiciera reflejo en el exterior.

No obstante, las indicaciones precisas de Tanka no ayudaron a encontrar algo que pueda llamarse de relevancia en toda la investigación. Los diferentes aromas del lugar, similares hasta cierto punto de los árboles de Konoha, se destacó un olor más frío y tranquilo, en gran parte al limitado acceso de sol que hubo en toda la aldea. Pese a ello, Kiba pudo oler algo peculiar, algo que no ayudó mucho a la investigación, pero abrió su curiosidad.

— ¿Qué son esos? — preguntó Kiba, señalando unas frutas agrupadas en un racimo entre los árboles, haciendo sonreír de forma jocosa a la mujer de Taki.

— Eso, mi querido compañero canino, son uvas de Takigakure — explicó Tanka, saltando del suelo para tomar un racimo de la fruta en solo unos instantes, la breve demostración de poder permitió ver que, pese a su desagradable actitud, no era una mujer que subestimar —. No son tan dulces como las uvas que debes conocer, pero son excelentes para hacer vinos.

— Vinos, eh… — dijo Kiba, el desgano en su voz no pasó por alto a Tanka que se horrorizó por la falta de ánimo del chico.

— ¡¿Cómo no puede gustarte el vino?! ¡Que blasfemia!

— Sí, bueno ¿qué vas a hacer? Esa mierda sabe amarga.

— Es porque nunca has probado un vino decente — dijo Tanka, tomando del racimo en su mano una de las uvas —. Abre la boca.

— En verdad esperas-

— No fue una pregunta — dijo Tanka, casi empujando la uva al interior de la boca de Kiba para su furia, pero aguantó para no causar mayor conflicto pese a estar muy cerca de su límite —. Notarás un poco de amargura en su sabor, pero siempre está presente ese ligero sentimiento dulce que hace mejorar-

— Salado — interrumpió Kiba, dejando confundida a Tanka —. No sé qué fruta has comido, pero esto sabe salado.

— ¿Salado? Que tonto, eso no sabe- — dijo Tanka, tomando una de las uvas antes de llevarla a la boca, pero tan pronto la fruta tocó su paladar tuvo que interrumpir su burla, tomando con mayor seriedad el enfoque —. Es salado.

— ¡¿Ah?! ¡¿Qué dijiste?! Creo no haberte escuchado — dijo Kiba, acercando su oído a Tanka de forma exagerada, sacando provecho del error de la Jounin.

Sin embargo, la Jounin dejó a un lado las burlas y la mezquindad. Con los gritos de Kiba al fondo, Tanka procedió a tomar algunas muestras de uvas, comiendo diferentes racimos de diferentes árboles. Con cada bocado, Tanka quedó más preocupada. Unos ojos interrogativos observaron con detenimiento las frutas en su mano, las teorías remolinaron su cabeza.

— Oye, niño.

— ¡Kiba! Dios cuantas veces-

— Kiba, esto es serio — dijo Tanka, haciendo que Kiba detuviera su rabieta —. Huele.

Algo confundido, Kiba olfateó la fruta, sin entender del todo el plan de la mujer.

— Bien, intenta detectar en el aire un olor semejante a este.

— ¿Por qué-?

— ¡No preguntes! ¡Solo hazlo!

Kiba se calló. Pese a ser de las personas que dan batalla, pelear cuando esa mujer estuvo en ese estado fue una mala idea, recordando la misma expresión cuando su madre se molestaba por algo. Aun así, ese cambio tan repentino de actitud lo descolocó.

Sin importar sus pensamientos, Kiba olfateó el aire para concordar el olor de la fruta con este. No duró mucho antes que el Inuzuka oliera algo que concordara. Con más esfuerzo, Kiba detectó la dirección del nuevo origen del olor. Fue difícil, pareció que el olor fue diluido en grandes cantidades, apenas siendo la sombra de lo que alguna vez fue. Tal vez para el olfato de otro animal hubiese quedado perdido, pero para los sentidos de Kiba definitivamente eso estuvo en el rango.

— Lo hallé.

— Guía el camino, Kiba — dijo Tanka, a lo que Kiba asintió para correr por los árboles, permitiendo que su nariz hiciera todo el trabajo en su cuerpo, guiándolos hasta su destino.

— No entiendo ¿por qué es importante el sabor?

— Por el origen del sabor — dijo Tanka, manteniendo su ritmo al de Kiba para no adelantarlo —. Esas frutas no deben saber saladas, de ninguna pueden saber saladas. Pero eso no es lo peor, lo peor es la clase de sal que contenían.

— ¿Qué quieres decir? Sal es sal ¿no? — dijo Kiba, no captando el punto de la Jounin.

— No comparado con sal marina. Las tierras de la cascada tienen una frontera marítima, pero la ubicación de la aldea está muy alejada. Las aguas circundantes son de agua dulce.

— Ok, eso es raro ¿y eso que tiene que ver con las frutas?

— El agua de todo Takigakure se origina del río. Poco importa ensuciarlo o sacudirlo, superficialmente poco importa, pero si el agua en su interior está salada.

— Significa que el agua no solo de las plantas, frutas y árboles debe estar salada.

— Debe estarlo todo. Pero fue en un tiempo preciso.

— ¿Tiempo preciso? — preguntó Kiba, necesitando del contexto para entender.

— Todos los habitantes de Takigakure, ya sea los civiles o ninjas, disponemos de raciones de agua mensuales. Las aguas de Taki no son para nada abundantes pese a vivir en una cascada, el agua potable debe racionarse con inteligencia.

— Adivinaré; el cambio del agua salada con el agua dulce fue justo cuando renovaron el agua dulce.

— Tal vez un día o dos, pero sí — dijo Tanka, compartiendo la idea con Kiba que empezó a comprender por completo —. Aun así ¿por qué cambiar el agua? ¿qué tiene que ver esto con los secuestros?

— Puede que sean situaciones diferentes — sugirió Kiba —, puede que quien esté haciendo eso esté aprovechando los secuestros para lastimar Takigakure.

— Una nueva forma de perturbación a la paz, cuando en unas semanas la nueva renovación solo provea agua imposible de ingerir… quien lo diría chico perro, tienes más mente de lo que pensé.

— Hpfff, y yo pensando que por fin te comportas como alguien de tu edad — replicó Kiba, aunque la breve broma no se interpuso en el objetivo de ambos.

La teoría de Tanka no se alejó de la realidad, el olfato de Kiba los llevó hasta las orillas del río central. Corriendo, Tanka se deslizó sobre la arena de la orilla para tomar un poco del agua del río. Cuando la bebió, para su gran decepción, el sabor del agua fue lo que esperó.

— Dulce… sabe dulce.

— Entonces-

— Eso no confirma nada — interrumpió Tanka, sabiendo lo que diría el Shinobi de Konoha —. El agua es más profunda, necesitaríamos una visita submarina para confirmar eso.

— No se puede nadar, sacar una muestra ¿y ya?

— No, las altas presiones del agua impiden que los Shinobi naden. Las profundidades del lago son similares a estar cinco kilómetros bajo el agua, los civiles son aplastados a quinientos metros, los Shinobi a dos kilómetros… mencionaste que el olor es diluido ¿lo sigues sintiendo?

— Ahora que lo mencionas — Kiba volvió a olfatear, lo que ocasionó que pronto frunciera el ceño mientras inspeccionaba nuevas zonas para confirmar —. El olor desapareció, ya no lo huelo.

Tanka pensó un poco, reuniendo la información para intentar hilar la razón de todo. Sin una palabra, Tanka caminó a paso rápido, seguido de Kiba que resopló por el accionar tan libre de Tanka, sintiéndose como una herramienta en uso y desuso para su conveniencia. Ante el creciente malestar de su dueño, Akamaru, que se mantuvo oculto en la capucha de Kiba, dio un pequeño ladrido de consuelo, siendo correspondido por una caricia en su cabeza.

— Sí, sí, lo sé Akamaru, esto huele mal, huele muy mal.

XXX

Shino y Teishi llegaron a las afueras de la zona residencial civil, hogar de los humildes y los desprotegidos, a la vez de los leales y los tranquilos. Las personas del pueblo vieron desde la distancia a los dos Shinobi llegar a su zona. No fue una rareza encontrar Shinobi merodeando en su área, pero los miembros de la brújula no frecuentaban otros lugares que no fuese su hospital como un primer auxilio, y menos acompañado de un Shinobi extranjero. No ayudó que Shino mantuviera su capucha y su estoicidad, dándole menos confianza y misticismo a su figura, algo que Teishi supo que no necesitaban en ese momento.

Eso no fue suficiente para generar desconfianza. La apariencia de Teishi, aunque algo estropeada por algunas cicatrices en el rostro, no quitó la confiabilidad de esta, con rasgos afilados, un cabello café recogido en cola de caballo y una boca pequeña, pero con uno de los ojos más honestos y sencillos que Shino vio en su vida, algo grandes pero sin exagerar. Además, la sencillez de su prenda y que no fue una réplica del uniforme Shinobi también ayudo a entrar en calor a los aldeanos, siendo una chaqueta azul sin el tirante derecho, dejando el chaleco colgando sin tanta firmeza, además de unos pantalones de un azul más claro y sandalias ninja del mismo azul que la chaqueta.

Aun con las dudas civiles, los aldeanos no parecieron ser reacios a la presencia de Shino o Teishi, más bien curiosos de lo que estaba pasando. Los más jóvenes fueron a buscar a Teishi, siendo un referente local que los niños admiraban, los más grandes buscaron a Shino para interrogarlo, manteniendo la cordialidad en todo momento. No fue hasta que los ancianos de la zona llegaron para controlar a las personas, despejando a los niños y dejando las preguntas de los jóvenes para luego.

— Me informaron de tu llegada, lord Teishi.

— Vamos, el lord sale sobrando, Teishi está bien — dijo el ninja de Taki, pero él mismo supo que sus palabras terminarían en el olvido de los aldeanos.

— Oh, sí, bueno, lamento mi formalismo. Y usted es… — dijo uno de los ancianos, dirigiéndose a Shino que solo dio una reverencia cortés.

— Shino Aburame, ninja de la hoja, un placer.

— Un hombre con modales, eso me gusta, algo que los niños podrían aprender — dijo el anciano, mirando de reojo unos niños con falsas sonrisas, sin encontrarse muy arrepentidos de las múltiples travesuras que brindan al pueblo —. Pero es de preguntar, no solo al joven sino a ti también Teishi ¿cuál es la razón de su visita?

— ¿Acaso no puedo visitar mi viejo hogar de vez en cuando? — bromeó Teishi, aunque ninguno de las personas estuvo muy convencido pese a la gentileza de su expresión —. Estamos descartando diferentes lugares puntos del secuestro comprometedores.

— Oh, sí, los secuestros. Los Shinobi han estado muy ocupados por eso.

— ¡Sí! Jaja, dímelo a mí, he sentido estas semanas bastante pesadas, he de admitir — dijo Teishi, sonriendo con torpeza mientras pasaba una mano por su cabello —. Y bueno, sé que no podemos entrar en los hogares, pero estaría bien que nos permitieran recorrer el sector, puede que encontremos algo que pueda ayudarnos.

La expresión del anciano, afable y servicial, pronto tomó un rumbo más serio, incluso ofendido a la vista de Shino que evaluó la situación en su silencio.

— Por supuesto, Teishi, puedes observar el sector, aunque debo decir que no esperes encontrar mucho.

— Gracias, y lamento mucho las molestias.

Con esto, tanto Shino como Teishi pasaron a través de los ancianos y los aldeanos, todos menos animados que antes. Al cruzar un par de casas, las personas reunidas dejaron de verse en el fondo, haciendo que Shino tomara cartas en el asunto. Por lo demás, el desarrollo de la conversación fue algo llamativo para Shino, en especial por lo conflictuado que se vio a Teishi en todo momento.

— ¿Creciste aquí? — preguntó Shino, descartando las posibilidades del porqué la expresión.

— ¿Es tan evidente? Bueno, muchos niños que muestran potencial e interés en las artes ninjas se desplazan a una zona diferente e imperceptible para los civiles, es como separarse en dos mundos diferentes que están bastante conectados.

— ¿Y el anciano?

— Es el Yasutaro, ha sido el representante del sector civil durante más de cincuenta años. La que estuvo a su lado fue su esposa Yoshie, y a su derecha su mejor amiga la señorita Koyumi. También los ancianos Yoshikazu, Nokana, Kane y Hatsune… los conozco a todos desde que era un niño — dijo Teishi, permitiendo que su nostalgia se reflejara en su voz.

— Debes entender, Shino, que ser un Shinobi de Takigakure siendo de origen civil es duro, no porque el organismo impida eso o porque los Shinobi de clanes o familias de fuerte afiliación ninja te rechacen, sino porque es una brecha que se construye por completo. Los ancianos pueden verme — dijo Teishi, deteniéndose un momento para mirar a un par de niños jugando las atrapadas.

Shino también se detuvo, curioso de lo que pensó Teishi al mirar alrededor. Él vio como una chica de pelo gris capturando con avidez a los diferentes chicos y chicas del juego. Sus movimientos, con gracia y eficiencia, atraparon a todos con una enorme facilidad, habiendo reclamos rápidos por parte de todos que discutieron la absurda diferencia entre ellos y ella.

— No importa qué tanto intentes volver a adecuar en tu vida anterior, ya no puedes dejar de lado el hecho que eres un Shinobi. Cuando eres reclutado no hay vuelta atrás; te vuelves una figura de autoridad o un ser impasible.

Los niños volvieron a jugar, aunque esta vez se invirtieron los roles. Todos los niños se enfrentaron a la chica de cabello gris, una docena de esos pequeños contra una sola persona. Fue un juego injusto, los niños no lograron seguir el ritmo de la chica de cabello gris en ningún punto. No importa si fueron los más rápidos, fuertes o astutos de su grupo, esa chica superó a todos sin muchas complicaciones, llegando al punto en que la diversión fue reemplazada por la frustración, empezando a lanzar embestidas más peligrosas y violentas en un banal intento de capturar a la chica.

— Comprendes, quieras o no, que ya no eres parte de ellos, y ellos ya no pueden hacer parte de ti. Son mundos muy diferentes que no están destinados a congeniar… — concluyó Teishi, observando como la niña se despidió de los chicos cuando el último de ellos cayó al suelo rendido por el esfuerzo desmedido —. ¡Pero bueno! ¿Quién diablos soy? Maldita sea, estoy hablando como un anciano, Kiseki se burlaría si me oyera decir todo eso.

— No, no lo haría — replicó Shino, sorprendiendo un poco a Teishi que bajó un poco el nivel de su sonrisa por una más tranquila.

— Eso no importa, lo importante es…

Cambiando su enfoque, Shino y Teishi siguieron caminando. Solo unos segundos pasaron antes que pequeños insectos terrestres fueron adhiriéndose a Shino, acumulándose en una gran manada que pasó desapercibida por muchos de los civiles que no observaron los insectos ocultarse en los pantalones cafés del Shinobi de la hoja.

Tan pronto los insectos dejaron de reunirse, Shino y Teishi dieron otra vuelta a la aldea. Teishi intentó observar debajo del suelo y los portones de los diferentes lugares, visualizando algo incriminatorio por su cuenta, no siendo más que una fachada civil por el trabajo que le correspondió a Shino que se quedó al lado de Teishi en todo momento, concentrado en los diferentes informes que sus insectos le brindaron.

Fue hasta que un leve suspiro salió de los labios de Shino que Teishi se dio cuenta que el chico tuvo algo que decir. Aun así, ninguno de los dos se apresuró a nada, dando una tercera inspección para dejar las cosas claras a los civiles que nada extraño estuvo pasando, siendo constantemente vigilados en las ventanas más por inquietud que por una real investigación.

— Eso sería todo, gracias por permitirnos inspeccionar el lugar, señor Yasutaro.

— No lo menciones — dijo el anciano, el respeto hacia el Jounin intacto y sin dobles intenciones, pero todos sabían que no fue la más sincera de las respuestas.

— Espero que puedas regresar en mejores circunstancias — dijo Yoshie a Teishi que asintió con levedad.

— Lo haré.

Con todo dicho, ambos Shinobi abandonaron el lugar, con algunos niños y jóvenes despidiéndolos con la misma alegría de antes, ignorantes del objetivo de la visita y solo emocionados de conocer a Shinobis de forma directa. Cuando los niños se separaron de ellos tras unos saludos y juegos amistosos por parte de Teishi y leves palabras de Shino, ambos Shinobis cambiaron su enfoque por uno más serio, aunque sin abandonar el buen humor de hace unos momentos.

— Y bien ¿qué lograste encontrar?

— Antes de presentar el informe, es imperativo que deba preguntar algo — dijo Shino, haciendo que Teishi levantara un poco su mano y le hiciera una señal para que continuara —. ¿Estás seguro de que el uso de técnicas ninja extranjeras no viola con los propósitos de su acuerdo entre civiles y ninja?

— Para nada, es un vacío legal. Los Shinobi no pueden entrar porque cada casa tiene un pequeño Fuinjutsu a su alrededor que llama la atención al dueño de posibles infiltraciones por parte del Shinobi, pero solo funciona con el Chakra del usuario registrado, es decir, cualquier ninja de Takigakure. Tú y tus compañeros, siendo de Konoha, no hacen parte de ese sistema, lo que hace que seas invisible para el sistema y los aldeanos no sepan que algo entró en sus casas.

Shino entendió, resoplando en acuerdo a la explicación del Jounin antes de organizar la información de la manera más propicia para comunicar lo que encontró.

— Los instintos de Kurenai-Sensei parecieron correctos, mis insectos encontraron diferentes artilugios en varias casas distintas.

— ¿Artilugios?

— Armas, tinta, etiquetas explosivas, todo un arsenal resguardado en los hogares para ser usados.

Teishi vio sorprendido la información, teniendo un momento para asimilarla antes de negar con contundencia.

— Eso es imposible, los civiles no se involucrarían en algo como esto.

— Los sótanos de varias casas no solo poseen armamento, también equipo de protección. Mis insectos tuvieron que repetir el procedimiento para verificar si en verdad existía la posibilidad de que algo como eso pudo hallarse en los hogares. Fue absoluto, sin protección ni ninguna duda hay bastante equipo bélico para luchar contra una oleada de enemigos, un arsenal entero entre los edificios — concluyó Shino, pasando un poco de la incredulidad del Jounin que solo elevó aún más su frustración con cada palabra dicha por el Aburame.

Aun así, Teishi no reprendió ni se quejó de Shino. En su lugar, con un par de respiraciones, una cálida sonrisa adornó sus labios, aunque su puño permaneció apretado de ira contenida que Shino supo que liberaría en el momento en que todo eso terminase.

— Si lo que dices es cierto, entonces debemos informar al Lord Hisen sobre todo. Algo como esto puede desencadenar un conflicto interno bastante grave.

XXX

Kurenai caminó por la zona que le especificó Kiseki. Las indicaciones en el mapa fueron claras, pero esa falta de voluntad en explicar el lugar a donde iba dejó a Kurenai caminando, esperando que algo sucediera, una gallina sin cabeza explorando el área adyacente. Con algo de recelo contra el Jounin de Takigakure, Kurenai avanzó por los riscos que el sur de la aldea brindó.

Eso fue otro aspecto que Kurenai notó. En una primera instancia pareció que la aldea era más chica de lo que eran las otras grandes aldeas; grave error. La aldea, solo en su zona civil, apenas abarcó un 10 por ciento de todo lo explorable que hay en la fauna y la flora por ofrecer, un completo ecosistema diverso en montañas y prados, bosques y ríos, una maravilla natural al alcance de cualquiera. La tranquilidad del ambiente fue lo único que impidió a Kurenai maldecir el nombre del Jounin por media hora después de caminar sin mucha pista durante todo ese tiempo. Al contrario de la creencia popular, la paciencia no fue una virtud de Kurenai; imitarla, por otro lado…

No obstante, Kurenai tuvo un cambio repentino de enfoque.

Sin avisar, Kurenai se sorprendió cayendo de un cañón de un momento a otro. Por memoria muscular al estar acostumbrada a situaciones de alto riesgo, Kurenai pudo adherirse en las paredes sin muchas dificultades, saltando sobre las piedras para volver a la cima del risco. Al volver, Kurenai volvió a mirar atrás, confundida de lo que acabó de pasar, pero lo que vio solo la dejó aún más atónita.

Una hermosa ciudad entre las montañas emergió de la nada. Casas de madera pegadas entre las piedras, estructuras tan majestuosas como las construcciones de Konoha. Personas caminando por los puentes y caminos de madera que conectaron con los diferentes niveles, logrando descender por escaleras de madera abedul hasta una choza de techo rojo. Fue como ver a Konoha como una construcción minera, fue como ver a Konoha como si fuera una…

— Cascada.

Pese a la maravillosa vista, Kurenai tuvo que apartar la mirada cuando la ciudad se opacó en una densa nube gris que se condensó en sus ojos. Más por la sorpresa que por la irritación, Kurenai volteó la mirada a un lado, evitando que las partículas del humo se acumularan sobre sus ojos.

Después de girar un par de veces la cabeza para clarificar su vista, Kurenai vio a un hombre; uno entrados en sus cincuenta, de cabello y barba de un castaño opaco y encanecido, con gafas sobre su nariz fumando un asqueroso cigarrillo, quitando la colilla sobre la punta de su bata tradicional roja ocultando su cinturón que sostuvo sus pantalones negros, para finalizar con unas sandalias ninja del mismo color del pantalón.

— ¿Qué le pasa? — preguntó Kurenai en voz alta, pero el hombre pareció sacar otro cigarro de su caja.

— Un ninja siempre debe estar atento. Si no puede mantener la guardia cuando puede ver cosas nuevas entonces debería reconsiderar su profesión — dijo el hombre, prendiendo su cigarrillo con un poco de Chakra de fuego generado por sus manos.

— Esa no es la forma de tratar a un invitado.

— No lo tome personal, Shinobi de la hoja, esto es algo que siempre traté de inculcarle a mi alumna — dijo el hombre, caminando hasta las escaleras de abedul que Kurenai vio hace poco —. Yokaze nos está esperando en el nivel 4, sígueme.

Sin muchas opciones, Kurenai emparejó el paso del hombre para acompañar su ritmo. Pese a las advertencias de antes, Kurenai no pudo evitar maravillarse por lo que vio; las complejas construcciones y los pisos lisos a un punto sin comparación, una perfecta armonía entre las piedras, la fauna que erosionaron las rocas y la arquitectura, con las diferentes señales para indicar los caminos. Kurenai nunca esperó encontrar lo que podría describirse como una metrópoli subterránea en Takigakure, ni en sus más recónditos sueños.

— Señor Kurone, específicamente dónde estamos.

— Esto, Shinobi de la hoja, es a lo que llamamos "el resguardo" — explicó Kurone, sacando parte del humo mientras empezó a llenar un formulario en la entrada de la choza de techo rojo —. Aquí los Shinobi de Taki estudiamos, compartimos y nos fortalecemos, es nuestra propia división militar.

— Pensé que las chozas eran las únicas viviendas.

— ¿Y los cientos de Shinobi de Takigakure se agrupan para vivir en, no sé, treinta cabañas? ¡Ja! — dijo Kurone, burlándose un poco de la irracionalidad del comentario —. No niña, para nada. Este lugar solo es un acceso a los Shinobi del lugar. Esas cabañas están limitadas a la población civil. Nosotros no podemos entrar en sus viviendas, a cambio que el Jutsu que oculta la entrada a este lugar se mantenga fuera del ojo que no controla su Chakra.

— ¿Me quieres decir que hay una aldea oculta, debajo de una aldea oculta para las demás aldeas ocultas? — preguntó Kurenai, intentando comprender la explicación de Kurone, además de ingeniarse un extraño trabalenguas en el proceso.

— Es una forma muy interesante de decirlo.

Kurenai volvió a ver todo su entorno, lo avanzado y completo que se veía todo eso y la impresionante vista es lo que le ocasionó un gran malestar en su interior, sin darse cuenta de que todo el tiempo estuvo caminando la dirección que marcó Kurone, como un pato siguiendo el andar de su madre.

— No lo entiendo.

— ¿Entender qué?

— ¡Esto! ¿Cómo los Shinobi pueden vivir en estos… lujos, mientras la población civil tiene que vivir en una aldea mucho menos avanzada e incómoda para ellos? — dijo Kurenai, enfatizando su punto señalando un edificio en específico antes de subirse a un ascensor para descender unos niveles —. Ese edificio, el de la cruz. No debo ser una genio para saber que debe tener mejores instalaciones que el hospital en el que atendieron a mis estudiantes.

— Entonces qué ¿me reprochas de no haber llevado a tus estudiantes al mejor?

— No, lo que digo es que los Shinobis de Takigakure están aislando a la población civil de todo esto.

Kurone volteó la mirada, siendo la primera vez en todo ese tiempo que vio a la ninja de la hoja a los ojos.

— ¿Así que serás la abogada de los desamparados? No. Takigakure es en su mayor parte una aldea militar, este resguardo está enteramente enfocado a la disposición y necesidades de un Shinobi. Un aldeano corriente no tiene las herramientas para sobrevivir tanto tiempo por esta zona.

— ¿Sobrevivir?

— El ejemplo más simple, que se caiga de un risco. Para nosotros, es tan fácil como adherirnos a la pared y aquí no pasó nada. Para ellos, bueno… ¿alguna vez has comido puré de papa? Se ven similar — dijo Kurone, irritando a nuevos niveles a Kurenai que solo lo solidificó en una cara aún más fría hacia el hombre, sin saber si es por las palabras y los ejemplos o la enorme indiferencia en que lo dijo todo.

— Pues se adapta, se acomoda para una vida solidaria entre civiles y Shinobi.

— Eso es imposible — respondió Kurone, dejando salir un poco de humo, con la mínima decencia de no ser enfocado en la Jounin de Konoha.

— ¿Por qué?

— Porque rompe con todo lo que valora Takigakure.

Aunque Kurenai trató de replicar su comentario, el ascensor se abrió. Casi de inmediato, un chico de ojos ámbar y cabello amarillo, con un uniforme ninja estándar de color lila se paró justo al frente de ellos, jugando con una raqueta pegada a una pelota, haciéndola rebotar una y otra vez, una y otra vez. Kurenai supo que se trataba de Yokaze, recordándolo como uno de los importunados que participaron en la desacreditación de las habilidades de sus estudiantes.

— Excelente — dijo Kurone, mirando su mano en la que estuvo un reloj, cosa que Kurenai no notó en primer momento —. Y justo a tiempo. Ya que estamos todos reunidos, no hay otra razón que continuar con el caso. Yokaze, si eres tan amable.

Pese a no responder verbalmente, Yokaze caminó hacia un pequeño segmento de escaleras, más enfocado en jugar con su raqueta que en prestar atención en el camino. A pesar de lo atrapante del artilugio, Kurenai deseó que el chico se tomara las cosas más en serio, aunque no fue de sorprenderse después de pensar que él junto a Sane eran los más jóvenes de los miembros de la brújula, solo siendo unos cinco años mayores que sus estudiantes.

Lo que hubiese Kurone pareció pedirle a Yokaze dio frutos. Después de seguir a Kurone en unas escaleras y un breve pasillo, los tres Shinobi ingresaron en un cuarto lleno de monitores. Kurenai miró con atención el lugar, lleno de maquinaria de la que en su gran mayoría no tenía idea de cómo funcionaba qué o qué. Ella no necesitó esa información ya que Yokaze pareció mover entre diferentes puestos de control y dispositivos, bastante mecánico en su movimiento, en el sentido en que pareció repetir la misma acción que no se vio natural por la monotonía y el aburrimiento en que Yokaze hizo todo.

— Bien, todo listo — dijo Yokaze, mirando entre los Shinobi mayores de un lado a otro —. Creo que no nos presentaron, Yokaze.

— Kurenai.

Tras un asentimiento distraído, Yokaze volvió a jugar con su raqueta. El chico pareció ser bastante inofensivo, aunque Kurenai supo de primera mano que esa clase de Shinobi de tan baja impresión siempre guardaban algo peligroso en su arsenal, ya sea algo del que tienen tanto orgullo que se confían o algo que siempre será una última baza que saben aprovechar con un genio excéntrico. Kurenai quiso creer que fue la segunda opción, pero la actitud tan despreocupada y relajada la dejaron en serias dudas.

Con un sonido en seco proveniente de una de las máquinas, Kurenai vio el origen del ruido; una de las pantallas de la sala pareció reproducir un video de una grabación de hace un tiempo. Kurone movió una pequeña rueda de una de las máquinas, haciendo que las imágenes de la grabación pasaran a altas velocidades, retrocediendo y adelantando de vez en cuando una secuencia en específico.

— Ahí es — dijo Kurone, señalando la silueta de una pequeña sombra escondida en la columna de soporte de los cimientos del lugar —. Ese es el hombre que estamos buscando, se hace conocer cómo-

— Suien, sí — dijo Kurenai, intentando aclarar su vista para enfocar la apariencia del hombre con más detalle.

Tras voltear para ver a Kurone, el hombre mayor esperó para recibir una explicación por parte de Kurenai, entendiendo qué trató de intuir.

— Kiseki me lo explicó antes de venir aquí, a quien estamos buscando.

— Entiendo, pero ese no es Suien, es uno de los secuaces — dijo Kurone, algo de molestia en su indiferente voz filtrándose —. Ese debe ser Fusozu, uno de sus secuaces y exshinobi de Takigakure.

— Bien, entonces es uno de nuestros objetivos ¿lograron atraparlo?

— No, infortunadamente. Ahora, no significa que todo fue en vano — dijo Kurone, detallando una nueva toma del Shinobi rebelde entre los diferentes puestos del resguardo —. ¿Ves esa puerta? la que intentó abrir antes de tener que realizar una retirada forzada, ahí se encuentran los suministros de alimento del resguardo.

— ¿Por qué se retiró?

— Fue por mi — dijo Yokaze, dejando a un lado su raqueta para tomar del hombro a Kurenai en un medio abrazo que ella no esperó —. Es que tuvo tanto miedo de mí que huyó con el rabo entre las patas.

— Ejem… si bien la participación de Yokaze fue un gran artífice de su pronto escape, también existe la posibilidad que las circunstancias no se dieron en el momento más adecuado — dijo Kurone, volviendo a señalar la pantalla, solo que esta vez en lugar de una imagen fue la característica del reloj de registro de la grabación —. El movimiento se realizó a la una de la tarde, la mejor hora para atacar.

— ¿A plena luz del día?

— Es el momento en que hay menos vigilancia. Esos ninjas saben la precaución excesiva que le tomamos a las noches heladas, por lo que no es conveniente atacar por la madrugada que es el ideal en otras aldeas.

Aunque Kurenai aceptó la explicación de Kurone, también se preguntó el objetivo de todo esto. La linealidad de las acciones de Suien más parecieron diferentes actos de vandalismo y desorden público que un plan concreto. Ella supo por mano de Kiseki que él buscaba el agua del héroe, pero no entendió el cómo podría conseguirla a través de saboteos de rápida recuperación.

— Aquí es cuando nosotros entramos en juego — dijo Yokaze, separándose del hombro de Kurenai —. Debemos ir a cazar unos topos que se colaron entre las paredes ¿no le parece, lord Kurone?

— Aunque hemos cepillado hasta el último rincón del resguardo, ninguno de nuestros hombres es tan hábil para los Jutsus ilusorios. Tengo curiosidad si ellos lograron ocultar su presencia por medio de uno.

— Y para eso me necesitan, una especialista en Genjutsu — concluyó Kurenai, compartiendo la iniciativa del hombre mayor —. Bien ¿qué esperamos? Vamos a hacerlo.

— ¡Excelente! Me agrada su iniciativa, es muy necesaria.

— Antes tengo que hacer algo, pero ustedes pueden ir adelantándose.

Tanto Kurone como Yokaze se miraron un momento, esa curiosa conexión que se crea entre dos individuos que han compartido múltiples experiencias juntos al punto de conocer lo que piensa el otro.

— Te estaremos esperando afuera.

Kurenai, quien prefirió estar aislada en sus conversaciones, solo pudo asentir en agradecimiento de poder usar un terreno el cual no le pertenecía. Tan pronto como ambos chicos salieron de la sala visual, Kurenai trató de llamar a Fuu para recibir el primer reporte de avances.

XXX

Shibuki caminó por un rato en un mismo punto, dando un par de pasos antes de voltearse y seguir derecho, otra nueva tanda de pasos y volver a voltearse, en un bucle interminable. El chico esperó la llegada de los dos miembros de la brújula. En todo el proceso solo pudo imaginar los diferentes escenarios, mordiendo su pulgar izquierdo. La realidad es que no se sintió listo para esto, pero ver que tres mocosos de la hoja estaban en el rodaje lo hizo molestar, además que Fuu pareció congeniar bastante con la chica del grupo, causando que su impulso de participar en la misión tomara juego, pese a mantenerse callado en todo momento del conflicto envuelto con Sane, Kiseki y su amiga.

Al fin de cuentas, Shibuki solo fue un chico simple, con habilidades bastante ordinarias, de ojos negros y cabello marrón largo sencillo, de camisa verde azulado y pantalones grises, con un protector que solo cubrió uno de sus hombros y su pecho, con unas sandalias negras corrientes, y con el mayor inconveniente que posiblemente la única razón por la que deseó participar en toda esa redada se encontraba a kilómetros en otro punto de la aldea.

Aun así, Shibuki no tuvo que esperar mucho la llegada de los otros Jounin, dejando de caminar para prestarles atención con sumo respeto. Por un lado se encontró Hakuro Fukui, miembro del clan Fukui especializado en las espadas que ella misma portó en su espalda, dos gemelas. una mujer alta, envidiada por las más hermosas de la aldea, de un largo y brillante cabello negro, ojos amarillos y un rostro esbelto y fino que le vino perfecto a su templanza y su seriedad. Su traje no la ayudó ni la perjudicó, siendo el estándar en las líneas de defensa secreta de la aldea, un homólogo del traje ANBU de Konoha, solo que con pantalones negros y medias blancas que ocultaron gran parte de sus sandalias negras.

Pero sin duda trabajar con Kiseki le sobrellevó un ataque cercano al corazón. Miembro del clan Shiozake y al igual que Hakuro un habilidoso espadachín de espada doble, solo que este las portaba a cada lado de su cintura. Con una camisa sin mangas y bandas grises en su cintura que dejó al descubierto su pecho y sus brazos, con pantalones negros y vendas blancas desde su pantorrilla hasta sus sandalias negras, Kiseki mostró con su sola presencia su conformidad ante todo, su fuerza ante todo. Él es la cúspide de poder en su aldea… de casi toda su aldea.

Esa es la tranquilidad que reflejaron esos dos lo que deseó Shibuki. Aunque el papel de ninguno de los tres fue algo indispensable para la investigación ni tampoco su seguridad se encontró en riesgo – en el papel – Shibuki no pudo evitar sentirse estresado, temeroso de las posibilidades y las expectativas, irritado de las tenaces presiones que su mente le provee a un cuerpo que no puede mover un mísero músculo. Y es por eso, que ante toda la angustia acumulada que Shibuki los miró mansamente.

— Vaya ¿quién dijo que el jefe es mal padre? El chico llegó antes que nosotros — bromeó Kiseki, soltando una leve risa que no le hizo particular gracia ni a Hakuro ni a Shibuki, aunque este último lo miró con un poco de molestia en lugar de la indiferencia respetuosa de la mujer.

— Deberíamos de empezar — dijo Shibuki, dejando su estupor al lado, en clara muestra que los dos Jounin no captaron su turbulencia interna mostrada por el movimiento de hombros de Kiseki y el consentimiento con la cabeza de Hakuro.

Sin mucha demora, los tres saltaron a través del tronco, adhiriéndose sobre la madera para escalar a las aperturas de este e ingresar en su interior. Ya adentro, los tres miraron el lugar con normalidad. Pese a la interesante vista de los diferentes túneles que el interior del árbol proveyó, ninguno de estos fueron caminos que los tres locales no hayan explorado ya, pasando de largo por varias bifurcaciones y adentrándose en el tronco hueco para ver su interior.

Adentro fue muy diferente. Un espacio amplio, iluminado por focos naturales del árbol que iluminaron en luz amarilla todo el interior del precioso paisaje. La corteza de las ramas fue traducida en viejos relatos del pasado de Takigakure, varias generaciones imprimiendo en su madero las historias y remembranzas de los héroes de antaño. No solo eso, los miembros de la brújula del pasado también estuvieron ahí, impresos en el momento de su muerte para que su nombre quedara inmortalizado en su legado y los desafortunados traidores ni siquiera tuvieran el honor de estar impresos en sagradas escrituras.

Shibuki, pese a la belleza, solo pudo enfocarse en un sector en específico, un sector que marcó los nombres de los líderes de la aldea y su árbol genealógico, categorizados en sus características y sus hazañas, desde los humildes hasta los deshonrosos. Una larga lista de nombres que culminó con el nombre de Hisen, el padre de Shibuki, como el liberador de su pueblo de la opresión ejercida por Iwagakure y una independencia verdadera gracias a la mano de Konoha.

— Bien, no parece haber nada raro por esta zona, debemos continuar — dijo Kiseki, revisando el suelo azul del lugar para referenciar alguna anomalía imperceptible.

A pesar de la historia detrás, lo que vio Kiseki fue posiblemente lo más importante de la habitación. Ese suelo azul solo se debió al Chakra acumulado del árbol congeniando para expandir su bendición a todo lo vivo en la aldea y más allá, siendo de vital importancia su supervivencia. No obstante, por las particularidades de la aldea, nadie vio conveniente el cuidado del árbol mismo, requiriendo de un poder sin igual para quebrar ese sistema de Chakra del árbol y los miembros de Taki siendo lo bastante atentos y respetuosos para no necesitar de una guardia verdadera.

Shibuki no tardó en salir por uno de los agujeros de la zona para unirse a Kiseki y Hakuro que avanzaron antes que él. Ambos miembros caminaron en el interior, charlando un rato sobre cosas sin sentido y posibilidades de la misión. Kiseki, con su ardiente actitud, mantuvo el mayor dinamismo, como si fuese un titiritero que controló sin muchas dificultades las riendas de la conversación mientras que Hakuro, como los hilos del títere, marcando el modo y la forma de esta.

Sin que ninguno de los dos pareció percatarse, los tres llegaron a la zona más profunda del árbol. Un lugar aún iluminado por luces, solo que estás de un verde más apagado haciendo de la habitación más oscura de lo normal; sombría hasta cierto punto. Tampoco ayudó la humedad que se filtró en el ambiente, dejando un olor algo desagradable. Aun así, Shibuki no estuvo asustado, siendo una zona más corroída por las circunstancias ambientales que por estar diseñado como un lugar tétrico.

— Bueno, supongo que tendré que revisar por acá — dijo Kiseki, apuntando con una de sus espadas a la base del árbol antes de clavarlas en un punto en específico, uno en el que un corte profundo fue hecho en el pasado —. Ustedes pueden ir a la zona superior para ver algún cambio.

— Espera ¿entonces cuál fue la necesidad de bajar hasta acá? — preguntó Shibuki con algo de molestia.

— Oh… se me olvidó comentarles — dijo Kiseki con una sonrisa culposa, dejando a Shibuki más molesto por hacer perder el tiempo de forma innecesaria, suspirando en exasperación antes de volver por la madera podrida para subir hasta la zona superior del árbol —. No tienes que enojarte.

— A veces eres un poco inconsciente de los demás.

— Me gustaría pensar que soy considerado — dijo Kiseki, aún manteniendo su buen ánimo pese a la reprimenda de Hakuro que no tardó en acompañar a Shibuki a la zona alta, dejando a Kiseki para hacer su labor.

Hakuro vio al chico caminando con rapidez, permitiéndose un espacio para liberar un poco del enojo causado por la pequeña jugarreta de Kiseki. Cuando se calmó lo suficiente, Hakuro, en extraño giro de los acontecimientos, inició una conversación.

— Sabes que no es alguien que le gusta tomarse las cosas tan en serio.

— Pues debería, esto es algo que debería tomarse bastante en serio — respondió Shibuki, caminando un poco más rápido que antes al sentir que su molestia regresaba por el tópico de la conversación.

— ¿O él no se lo toma en serio, o tú te la estás tomando más en serio de lo que deberías? — preguntó Hakuro con cautela.

— ¿Te parece que múltiples secuestros no ameritan nuestra completa concentración?

— Nunca dije eso, esto es importante y algo con lo que no se debe jugar. La vida de varios civiles y camaradas están en riesgo, pero es el enfoque al que le das tu seriedad lo que preocupa.

— ¿Qué quieres decir? — preguntó Shibuki, siendo detenido por Hakuro quien se agachó un poco para llegar a su altura.

— Sé que aceptaste esta labor un poco presionado, que quieres hacerlo bien, que sientes que esta es tu gran oportunidad. Déjame decirte que las oportunidades son muchas, y esta, en comparación a las situaciones reales en las que estarás envuelto en el futuro no significan mucho. No debes sentir que toda esta sección de trabajo depende de ti y el cómo actúe Kiseki determine tu forma de liderazgo cuando esto no es una prueba para eso.

— ¿Cómo no lo va a hacer? ¿cuándo será la oportunidad en que tendré entre mis hombres a dos miembros de la brújula? — dijo Shibuki, elevando un poco los humos, aunque eso no hizo que Hakuro perdiera la paciencia ni un segundo.

— El liderazgo y la valentía nacen en los momentos críticos, puntos de inflexión que debemos tomar nuestro rumbo, elegir la conformidad y la salvación o el riesgo y el heroísmo. Hay quienes dicen que para ser un buen líder debes ser muy estúpido y desconsiderado, pero esa estupidez solo nace del riesgo que los líderes toman, esa desconsideración es la última carta después de miles de tiros a la baraja. No sientas que cosas pequeñas como estas hundan tanto en tu mente, puede que otros grupos puedan hallar cosas más enriquecedoras para hallar a los culpables de estos actos.

Shibuki giró la cabeza, haciendo que Hakuro soltara su hombro antes de continuar con su caminata en un silencio tranquilo.

No obstante, ni Shibuki ni Hakuro alcanzaron a llegar cuando los sonidos de rápidos pasos se aproximaron desde el fondo. Para el oído humano no significó la gran cosa más allá de un pequeño traqueteo, pero para el oído más agudo o experimentado fue una estampida. Con un borrón, Shibuki apenas pudo reconocer la figura azul de Kiseki, avanzando a una alta velocidad hasta la cima del árbol.

— Vamos — dijo Hakuro, corriendo a una velocidad intermedia para alcanzar rápido a Kiseki sin que Shibuki se perdiera en su sprint.

Al llegar, Hakuro tuvo que preguntarse el porqué de la corrida. La cima del árbol solo fue rodeada por diferentes canales de Chakra que desprendieron las ramas del árbol desde una temprana instancia, funcionando casi como un sistema nervioso vivo entre la savia que fue reelaborada en base de Chakra.

Eso no impidió que Kiseki continuara con su corrida, viéndose bastante alterado, o más bien, enfocado en encontrar algo lo más pronto posible. Hakuro quiso preguntar lo que buscaba, aunque Shibuki se le adelantó, intentando hallar rastros a través de herramientas de algo que sintió en las raíces subterráneas.

Después de un rato, Kiseki halló una gran jeringa en forma de rastrillo, haciendo que hubiese dos grandes agujas en lugar de una. Sin dudarlo mucho, Kiseki presionó sobre uno de los canales de ramas, extrayendo parte del Chakra de la circulación aunque no la suficiente para causar un daño significativo en el sistema.

Shibuki se encontró extrañado del accionar de Kiseki, recordando múltiples ocasiones en las que el ninja de camisa azul apenas si reaccionó a las situaciones, quitándole peso o solucionándolas sin mayores complicaciones. Esto, sin embargo, fue una faceta completamente diferente de lo que fue él; más serio, más enfocado, más alterado.

Tras completar la extracción, Kiseki habló

— Tengo que llevar estas pruebas al laboratorio. Hakuro, Shibuki, permanezcan en la zona alta, puede que logren encontrar algo que pueda servir y si es similar a lo que encontré, entonces lo compartiremos en la reunión en la casa principal esta noche.

— ¿Pero qué fue lo que encontraste? — preguntó Hakuro con amabilidad, para ser respondido sin mucho en que hondar por Kiseki.

— Un cambio que no debía ocurrir.

XXX

Todos los equipos, desde el de Hinata y Fuu, hasta el de Hakuro y Shibuki se reunieron en la sala de reuniones de la brújula. Pese a los breves informes telepáticos que Fuu proveyó – con una retraso poco sorpresivo de media hora – tampoco fue una pista definitiva, siendo más informaciones sueltas para compartir una gran teoría, o por lo menos un esquema de la situación a un mejor entendimiento generalizado.

— Aquí están — dijo Kiseki, entrando en la sala con algo de sudor en la frente, siendo el último de los miembros de la junta que llegó, incluyendo a Sane que por fin logró salir del hospital después de tomarse algunos medicamentos analgésicos, dejando a la chica algo descompuesta, pero lo bastante activa para participar.

— ¿Qué están? — preguntó Yokaze, bastante curioso de lo que pudo traer Kiseki en la bolsa que llevaba, dejando su pequeño juego de bolas a un lado.

— Esto es lo primero que quiero que discutamos — con eso dicho, Kiseki retiró de la bolsa dos pequeñas muestras de Chakra en tubos de ensayo, además de papel que resumió la información de lo que estaban viendo —. No voy a extenderme en el análisis científico, solo lo que pude explorar.

— ¿Y qué exploraste? — preguntó Tanka, acercándose para ver con mayor detalle las muestras suministradas.

— Los Shinobi de la hoja no deben de saber, pero los miembros del clan Shiozake son los encargados de vigilar el flujo de Chakra proveniente del árbol. Nacemos con un dote espiritual y físico mayor al promedio para soportar la exploración de las bobinas de Chakra internas del árbol.

Aunque se entendió la idea, fue Hinata quien lo comprendió mejor. Pese a ver al árbol más en su enfoque más externo, ella logró dimensionar la magnitud que debió recorrer Kiseki a través de la exploración de la red de Chakra tan monstruosa como las líneas que ella vio, sorprendiéndose de la capacidad para aguantar el masivo poder que estas poseían.

— Con esto, solo pude llegar a la terrible conclusión que el funcionamiento de las bobinas internas no es… correcto, por llamarlo de algún modo.

— ¿Correcto? — preguntó Hisen a su camarada.

— Sí. En varias secciones se vio manipulada, suministradas por un Chakra externo, algo antinatural.

— ¿Por casualidad lograste identificar su origen o qué pudo haberlo causado? — preguntó Kurenai, sugiriendo ideas para el origen de una nueva pista.

— No. Sé que las bobinas fueron alteradas, pero no el Chakra reactivo. Lo que me preocupa son los posibles cambios que esto pudo haber causado.

— ¿Cómo el cambio en la estructura molecular del agua? — preguntó Tanka, haciendo que Kiseki se concentrara un poco.

— Es cierto, las frutas del bosque supieron saladas ¿es debido a que alguien jugó con el Chakra del árbol? — complementó Kiba, haciendo que Kiseki negara con la cabeza.

— No, los cambios no están referidos a un entorno molecular, sino estructural, cómo…

— ¡Como los cambios internos del río! — gritó Fuu, saltando hacia Hinata de un lado a otro en total ánimo —. Cuando Hinata y yo nadamos por el río central-

— ¿Nadaron por el río central? Eso no estaba en sus órdenes — recriminó Tanka, haciendo que Fuu se encogiera un poco, aunque continuó su explicación sin mucho retraso.

— Cuando nadamos, Hinata y yo sentimos una enorme presión ejerciéndose sobre nosotros. En un primer momento pensamos que fue la presión del río, lo cual es cierto…

— Pero la presión generada no fue algo natural, fue repentina. De un momento a otro la presión pasó de una tolerable a una que apenas logramos Fuu y yo escapar…

— ¡Entonces Hinata dijo "oye, y si en lugar que fuese la presión normal del río fuese una manipulación del mismo entorno"!

— R-Recordé la entrada a Takigakure, y también vi la complementación de Fuinjutsu en las paredes de la cueva, y pude observar un extraño cambio en las aguas con mi Byakugan cuando llegué al punto de la presión, e-entonces pensé que tal vez algo como eso pudo haber ocurrido…

— ¡Y ahora tú mismo dices que fue una manipulación que pudo haber generado cambios! ¡Eso pudo ser producto de ese cambio! — terminó Fuu, sorprendiendo a todos por la extraña dupla que ambos elaboraron en tan poco tiempo.

— Hmmm — gruñó Kiseki, evaluando la teoría de las chicas un momento antes de empezar a conectar algunos puntos —. Entonces no fue tanto el cambio de sabor en sí, sino un cambio molecular en el fondo del río, tal vez más, un cambio espacial que hizo que el agua se tornara como si fuesen aguas profundas de mar.

— Sí, las frutas sabían a agua salada de mar, esa fue la mejor explicación que encontré — apoyó Tanka, redondeando una información para contrastar y dar clara la idea.

— Bien, entiendo que todo eso resolvió un pequeño misterio ¿pero eso cómo ayuda para el caso de los secuestros? — preguntó Kiba.

— Es simple; ocultación — dijo Sane, dejando la pared en la que estaba recostada —. Los Shinobis rebeldes que enfrentamos son conocedores de la estructura interna de Takigakure, no es ningún misterio. Lo más seguro es que un especialista habilidoso de Fuinjutsu logró cambiar un poco el mecanismo interno de las cuevas del norte para crear un espacio fantasma en el cual resguardarse en base a agua marina.

Al escuchar eso, Teishi abrió mucho los ojos, bastante callado para lo que normalmente eran sus aportaciones, no queriendo participar en la conversación. Sin embargo, Shino no tuvo ninguna vergüenza en compartir su fragmento de información.

— No conozco mucho del arte del Fuinjutsu, pero deduzco que no deben poder crear espacios como esos tan amplios.

— ¿Por qué lo dices? — preguntó Kurenai, curiosa del aporte de su estudiante.

— El señor Teishi y yo exploramos el área civil de la aldea. Gracias a mis insectos pude hallar una basta cantidad de herramientas y equipamiento Shinobi oculto en los polvorientos sótanos de los civiles.

— Mierda — habló Tanka, en voz baja para que nadie escuchara, pero esa nueva pieza de información hizo que Kurone calara un poco de su cigarro para expulsar el aire contaminado al exterior, lo bastante apartado para no molestar a los demás.

— Eso significa…

— ¡Significa que los secuestradores no usan el espacio para ocultar su armamento, sino para mantener cautivos a los secuestrados! Eso contesta muchas preguntas que el señor Kurone, la Jounin de Konoha y yo debatimos — dijo Yokaze con humor, interrumpiendo a Kurone que lo miró con dagas por la horrible intromisión a su diálogo, aunque los otros ya estuvieron más acostumbrados a esa clase de actitudes.

— Si mi compañero me lo permite — continuó Kurone, haciendo que Yokaze retrocediera un poco con una sonrisa gatuna —. Nuestra pista recayó en la infiltración de uno de los secuaces de Suien entrando en los suministros de alimentos y las reservas de agua mensuales. La presencia de Yokaze pareció alertar al secuaz conocido como Fusozu quien no pudo actuar deliberadamente en nuestra contra. Esto nos dio una clara intencionalidad de infligir contra nuestra subsistencia.

— Pensamos que, aprovechando el revuelo de los secuestrados, los perpetradores aprovecharon la oportunidad de debilitar a los soldados de Takigakure limitando las opciones y control de la situación — dijo Kurenai, haciendo que Hisen apretara el puño con fuerza al ver el panorama completo de las pistas y teorías compartidas por todos.

— Ese… ¡MALDITA SEA! — gritó Hisen, sorprendiendo a todos los presentes de la sala, un grito ensordecedor que dejó los chillidos de Fuu como meros murmullos —. Así que ese es tu enfoque, no es así ¿Suien?

— Su… ¿enfoque? — preguntó Hakuro, quitándose la sorpresa de su expresión para cuestionar a su líder.

— Estos secuestros, estos ataques, esta forma de operar. No, esto no se trató nunca de recuperar civiles… esto es una venganza — dijo Hisen, levantándose de su asiento para mirar una vieja foto en la que todos los miembros activos junto a Shibuki y él se posaron en conmemoración —. Desea vengarse de mí, de ustedes, de Takigakure. Los rehenes son solo el medio de entretenimiento para él, uno que no podemos ignorar, mientras acaba con la estabilidad y virtudes que hacen Takigakure, Takigakure. Ese desgraciado, está golpeando muy bajo.

— ¿Lord Hisen? — preguntó Teishi, acercándose a su líder para ayudarlo a recuperar la compostura después de su arrebato.

— Todo está conectado, ahora lo veo.

— ¿Pues yo sigo sin entender? ¿cómo todo eso está conectado con los rehenes? — preguntó Kiba, siendo oportuna pese a la severidad de miradas que se ganó por esta, haciendo que tanto él como Akamaru gruñeran en un desafío vacío.

— Si lo que dice el joven de la hoja es cierto, es probable que Suien manipule el lado civil a su conveniencia, habiendo un gran campo libre para que afecte las redes de Chakra del árbol y pueda dispersarse para atacar el resguardo a voluntad. Está acabando con los recursos, con la voluntad y el valor por una esperanza falsa. Desea acabar por completo en Takigakure, y desea hacerlo primero desde lo social.

— El alma de un pueblo es un gente, es un antiguo y trillado dicho, pero cierto — dijo Senji, permaneciendo tranquilo en todo momento mientras tomaba un poco de su té.

— Por consiguiente, esto ya no es una misión únicamente de rescate; es un conflicto político a gran escala.

En esos instantes, la sala tuvo tanto ruido como una tumba. Los presentes pensaron la mejor forma de llevar a cabo todo. Los rehenes continuaron siendo su prioridad, pero el apunte de las pistas suministradas fueron algo impactante y peligroso para tomarlo a la ligera. En un panorama más amplio, fue una batalla de múltiples frentes que no se sabía cuándo atacaría.

— Debemos tomar prioridades — dijo Kiseki, ya teniendo una idea clara de lo que debieron hacer —. Y nuestra principal prioridad es desmontar ese espacio creado para retener a los rehenes. En el mejor de los casos salvarlo, en el peor exponer la ubicación de nuestros enemigos y liberar presión del árbol central.

— Estoy de acuerdo, pero también debemos vigilar el entorno civil para no levantar sospechas — dijo Sane, también analizando diferentes puntos, antes de señalar diferentes puntos en el mapa al lado de la investigación de Kiseki —. También debemos protegernos en nuestra contra, situaciones que nos dejen vulnerables. Yo propongo una vigilancia general por parte de nuestra armada, en especial estos tres.

— La zona civil, el resguardo y los calabozos — dijo Kurone, asintiendo en confirmación al ser los puntos más relevantes —. También es primordial dar protección a los enfermos, los hospitales deben de ser custodiados en un segundo nivel.

— Al igual que los niños, tal vez reunir a los menores con grupos de Shinobi de su edad para que los protejan de cualquier riesgo — sugirió Kurenai, aunque Kiseki rechazó la idea.

— Eso es un enfoque muy especializado. Los infantes y niños estarán protegidos con la protección general del pueblo, así que es redundante separarlos; no, es incluso contraproducente al permitir concentrar una gran masa de personas vulnerables solo los vuelven en un blanco más fácil.

— Y por ese mismo lado deben ir los ancianos — dijo Hakuro, aceptando la idea de Kurone con bastante naturalidad, dejando a Kurenai algo decepcionada por la respuesta a su idea.

— Bien. Reúnanse por la mañana para dividir los equipos de protección. Por ahora, elaboraré el grupo de desarme, ya sabemos que las cuevas del norte son claves. Entonces, Kiseki…

— Espera, Lord Hisen — interrumpió Kiseki, haciendo que todos dudaran un poco de lo que estuvo haciendo, pidiendo alto silencio por un momento.

Frunciendo el ceño, Kiseki, sin previo aviso, lanzó un Kunai a una columna cerca de la puerta. Sin esperar mucho, una figura negra salió del edificio, una que no evitó que lograra ser mirado por los más rápidos; una sucia rata salida de las cloacas.

— Un espía — dijo Teishi, antes de perseguir al topo junto a Hakuro y Yokaze, mientras otros miembros de la brújula como Kiseki o Tanka tomaran un rumbo diferente para cortar posibles escapes.

— Equipo 8, formación Lilmuta.

— ¡Oh, sí! ¡Es hora de divertirse! — gritó Kiba en completa euforia, saliendo junto a su equipo en saltos largos para acompañar a los otros Jounin a cazar al intruso.

La hora de la investigación terminó, la cacería apenas comenzó.

XXX

Nombre: Hinata Hyuga

Edad: 12 años

Sexo: Femenino

Origen: Konohagakure no Sato (Aldea escondida entre las hojas)

Título actual: Heredera del clan Hyuga (+25% de progreso en habilidades del clan Hyuga)

Nivel: 23 XP – Siguiente nivel (1560/18000)

Estadísticas

HP: 940/1140

CP: 1030/1830

STR: 37 (40)

VIT: 29 (32)

AGI: 61 (67)

INT: 46

WIS: 37

LUC: 25

CHA: 21

Afinidad natural: Agua, Rayo

Puntos: 63pt

Ryō: 120.000

Habilidades

Cuerpo de jugador: [lvl Max]: La habilidad le permite al usuario recuperarse de daños, regenerar Chakra perdido y curar estados de salud cada vez que duerme o toma descansos. Sin embargo, es importante anotar que, en caso de estados de salud graves como lesiones o envenenamientos más allá del nivel del usuario pueden no ser afectados por la habilidad, dependiendo de curación convencional para su preservación.

Mente de jugador [lvl Max]: Le permite al usuario el pensamiento lógico y racional en situaciones de riesgo y una protección mayor a enfermedades mentales. No obstante, no impide por completo que el usuario no sufra de la mente. Si el usuario se enfrenta a situaciones por encima de su nivel puede empezar a padecer emociones que la habilidad no logra neutralizar como miedo o ansiedad.

Tienda de habilidades [lvl Max]: Un espacio que altera las cualidades físicas y mentales del usuario para adecuarla a los 'artículos' que la tienda le provee. Se puede adquirir diferente tipo de habilidades, técnicas, movimientos y talentos a partir de los puntos obtenidos por subir de nivel o misiones de alta recompensa. Los 'artículos' mejorarán de calidad y utilidad a medida que el usuario suba de nivel.

Jutsus

Jutsu de transformación [lvl 84. 29%]: Le permite al usuario cambiar de apariencia a otras personas o animales. En niveles bajos la habilidad no dura más que unos pocos segundos y las copias son deficientes, ya en niveles altos permite administrar mejor la cantidad de CP empleado, la calidad de la imagen proyectada y el tiempo en que permanece en el jutsu.

Jutsu de sustitución [lvl Max]: Le permite al usuario reemplazar su cuerpo con elementos cercanos, activándose cuando el usuario es golpeado revelando que el otro objeto fue el que interceptó el golpe. La efectividad de la técnica se eleva al aumentar su nivel, como su velocidad de ejecución.

Jutsu de clonación [lvl Max]: Le permite al usuario generar una ilusión de copias de sí mismo que confunden al rival; no son reales, por lo que los clones no moldearan Chakra incluso al máximo nivel. A mayor nivel aumenta la efectividad y calidad de los clones.

Jutsu clones de sombra [lvl 21. 85%]: Le permite al usuario generar clones corpóreos, replicando sus habilidades y vestimenta, incluyendo armas. Además, la disolución del clon provee al usuario original de las memorias de las copias. Alta precaución en su exceso, requerimiento de altos niveles de Chakra para su ejecución.

Jutsu del cuerpo parpadeante [lvl 55. 13%]: movimiento instantáneo que mueve el cuerpo a altas velocidades, permitiendo ir con rapidez a distancias cortas y largas en el momento en que se ejecuta el Jutsu.

Jutsu: transferencia de Chakra [lvl 38. 19%]: Permite al usuario catalizar su Chakra a los demás. En niveles avanzados permite al usuario transferir Chakra de dos fuentes ajenas a ella.

Jutsus elementales.

Viento

Chakra elemental (Viento) [lvl 37. 16%]: la canalización de Chakra elemental permite al usuario un mejor dominio y adaptabilidad en el uso de Chakra elemental específico. Los jutsus de viento se enfocan en la canalización de Chakra lo más delgado y fuerte posible, siendo considerado un elemento que prioriza el poder del corte para sus jutsus. Tienen ventaja sobre los jutsus de rayo y desventaja sobre jutsus de fuego.

Rayo

Chakra elemental (Rayo) [lvl 56. 87%]: la canalización de Chakra elemental permite al usuario un mejor dominio y adaptabilidad en el uso de Chakra elemental específico. Los jutsus de rayo son mortíferos para complementar con Jutsus de medio y largo alcance, además de generar estados paralíticos en combates frontales, siendo un elemento versátil. Tienen ventaja sobre jutsus de tierra y desventaja sobre jutsus de viento.

Estilo de rayo: asesinato eléctrico [lvl 39. 66%]: permite al usuario crear una ola de electricidad a partir de sus manos. El usuario puede variar su poder de un pequeño choque eléctrico a una poderosa corriente de electricidad capaz de destruir una roca sólida. Sellos: Jabalí - Carnero Serpiente.

Estilo de rayo: red de relámpagos [lvl 25. 83%]: El usuario dispara un rayo de chakra eléctrico de su mano a un objetivo, lo que lo detiene en seco por un corto tiempo. Sellos: Serpiente - Tigre - JabalíTigre.

Estilo de rayo: elekiter [lvl 27. 53%]: El usuario concentra Chakra en su palma para electrificar a su oponente a corta distancia.

Estilo de rayo: esferas eléctricas [lvl 31. 14%]: El usuario crea esferas de energía eléctrica y las lanza al enemigo. Cuando hacen contacto con el enemigo, las esferas lo electrocutan y lo arrojan hacia atrás. Esta técnica también se puede usar en sucesión rápida o disparar varias bolas a la vez. Sellos: Pájaro - Serpiente - Mono - Carnero.

Agua

Chakra elemental (Agua) [lvl 50. 13%]: la canalización de Chakra elemental permite al usuario un mejor dominio y adaptabilidad en el uso de Chakra elemental específico. Los jutsus de agua se destacan por el control del ritmo de la pelea, obstruyendo y redireccionando el movimiento del oponente, además de ser el elemento más maleable entre los cinco elementos principales. Tiene ventaja sobre jutsus de fuego y desventaja sobre jutsus de tierra.

Estilo de agua: boca de serpiente [lvl 31. 22%]: permite al usuario generar una columna giratoria de agua que tendrá la forma de una serpiente con fauces. Esta serpiente puede girar y seguir sus metas y tragárselas. Después de que se los ha tragado, se convierte en un río que lleva a el enemigo a una buena distancia. Sellos: Mono - Rata - Tigre - Dragon - Caballo Dragon.

Estilo de agua: cortador de agua [lvl 26. 49%]: El usuario invoca una ola lineal de agua que se dispara desde el suelo a altas velocidades hacia su objetivo. Es lo suficientemente fuerte como para cortar limpiamente la roca. Sellos: Perro - Caballo - Tigre Ratón.

Estilo de agua: muro de agua [lvl 24. 84%]: Ya sea formado por el Chakra del usuario o el agua natural, el usuario genera un muro cristalino de agua que deja al adversario sin punto ciego por el que atacar, la calidad y magnitud de la técnica depende del dominio y Chakra del usuario, pudiendo hacer crecer o expandir el muro. Sellos: Tigre - Serpiente - Rata - Serpiente - Tigre

Fuego

Chakra elemental (Fuego) [lvl 32. 19%]: la canalización de Chakra elemental permite al usuario un mejor dominio y adaptabilidad en el uso de Chakra elemental específico. Los jutsus de fuego son de alto poder destructivo para ataques de media y larga distancia, convirtiendo todo a su paso en cenizas. Tiene una ventaja sobre jutsus de viento y desventaja sobre jutsus de agua.

Estilo de fuego: Jutsu gran bola de fuego [lvl 20. 16%]: se almacena grandes cantidades de Chakra dentro del cuerpo, convirtiéndolo en fuego para expulsarlo en una masiva esfera en llamas. El alcance de la técnica depende del Chakra almacenado en la garganta del usuario. Sellos:Serpiente - Carnero - Mono - Jabalí- Caballo Tigre.

Artes ninjas

Puño suave [lvl 65. 84%]: Taijutsu insignia del clan Hyuga. Un estilo elegante y firme que concentra sus golpes en el daño interno. Esta habilidad engloba los diferentes estilos que el usuario aprenda a lo largo de su vida, creando ramificaciones del estilo único del usuario.

Byakugan [lvl 26. 43%]: Kekkei Genkai visual. Le permite al usuario visualizar elementos a grandes distancias además de una vista casi panorámica. En niveles bajos solo mejora la vista promedio, a partir de lvl 10 se desbloquea el Dojutsu completo, en lvl 25 la vista de los Tenketsus.

Control de chakra [lvl 81. 5%]: Reduce la ejecución de CP en los jutsus como el manejo libre de su cantidad en niveles avanzados.

Sellos manuales [lvl 55. 12%]: La clave de liberación de varios estilos de Jutsu. El nivel no solo depende de la velocidad de ejecución de los sellos, también su soltura, memoria muscular y calidad, variedad y secuencia de sellos memorizada.

Shurikenjutsu [lvl 73. 95%]: Arte del lanzamiento de armas como Shurikens o Kunais. La habilidad, precisión y ángulo de lanzamiento mejora a medida que avances de nivel. Esta habilidad no solo se enfoca en armas arrojadizas, cualquier elemento de calibre similar como piedras o cubiertos son afectados por esta habilidad.

Kyūjutsu (Arte del arco) [lvl 32. 47%]: un Bukijutsu especializado en las armas de largo alcance que requieran el uso de cuerda y lanzamiento de objetos. Elementos como arcos, ballestas o tirolesas se ven afectados por el crecimiento de la habilidad, al igual que la precisión en otras técnicas.

Modificaciones

Análisis [lvl 32. 63%]: Le permite ver al usuario datos de relevancia de objetos, personas, animales y lugares que desee. A mayor nivel, puede descubrir grandes secretos que ni los más expertos de cada campo podrían deducir.

Acelerador [lvl 40. 98%]: la velocidad natural en combate se ve incrementada, manteniendo el ritmo de la mente y el cuerpo a velocidades sobrehumanas. A mayor nivel, mayor la velocidad natural del usuario.

Mente rápida [lvl 38. 82%]: el usuario aumenta la percepción natural, permitiendo captar y pensar a niveles inhumanos. A mayor nivel, mayor velocidad de procesamiento y recolección de datos del entorno.

Vista lince [lvl 36. 12%]: la trayectoria de proyectiles puede ser vista por el usuario. A mayor nivel, mayor precisión en la vista y mejor respondiendo a variabilidades en la trayectoria del proyectil.

Aumento VIT [lvl 24. 86%]: el usuario aumenta en un 5% la estadística de VIT. A mayor nivel, el porcentaje de aumento puede incrementar (aumento actual 10%).

Aumento STR [lvl 24. 45%]: el usuario aumenta en un 5% la estadística de STR. A mayor nivel, el porcentaje de aumento puede incrementar (aumento actual 10%).

Aumento AGI [lvl 28. 27%]: el usuario aumenta en un 5% la estadística de AGI. A mayor nivel, el porcentaje de aumento puede incrementar (aumento actual 10%).

Instinto [lvl 31. 96%]: permite al cuerpo y mente reaccionar y comprender a diferentes situaciones con corazonadas e impulsos. En algunos casos, hará que alguna de las dos actúe por su cuenta, sin la constancia del movimiento por parte del usuario.

Rasgos

Amabilidad: se caracteriza al usuario por su amabilidad y bondad (+5 de progreso en situaciones que involucren CHA).

Flexibilidad: el usuario posee una flexibilidad innata lo que permite realizar movimientos de este estilo con naturalidad (+20% de progreso en habilidades que involucren AGI).

Poca confianza: el bajo autoestima del usuario hace que dude de sus propias cualidades (-10% de progreso en cualquier desarrollo de habilidad).

Perseverante: demuestras una voluntad inquebrantable cuando te lo propones (+30% de aceleración de progreso en periodos largos de entrenamiento).

Prodigio: el avance de tus habilidades y conocimientos demuestra ser por encima del promedio, alcanzando puntos que muy pocos pueden lograr (+20% de aceleración en cualquier progreso).

Relaciones

Hiashi Hyuga – 10/100 (Familiar non-grato) [?]

Hanabi Hyuga – 0/100 (Familiar conocida) [?]

Neji Hyuga – 50/100 (Familiar non-grato) [?]

Kurenai Yuhi – 0/100 (Maestra confidente) [?]

Tenten Higurashi – 20/100 (Amiga) [?]

Ino Yamanaka – 30/100 (Amiga) [?]

Naruto Uzumaki – 70/100 (Amigo) [?]

Sasuke Uchiha – 0/100 (Conocido) [?]

Shino Aburame – 30/100 (Amigo) [?]

Kiba Inuzuka – 40/100 (Amigo) [?]

Fuu – 10/100 (Amiga) [?]