Titulo: Nueva Vida.

Autora: Mariet Malfoy Snape.

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Llovía.

Gotas cayendo tranquilamente desde el cielo, teñido de un color gris. Gotas deslizándose silenciosamente por los vidrios de las ventanas.

Viento, agitando furiosamente los árboles cercanos a la Mansión. Viento, helado, que enfriaba el cuerpo, sin piedad.

Como aquel día.

Flash Back

El discurso había terminado. Los aplausos iban desapareciendo. La multitud se dispersaba por el Gran Comedor. Se escuchaban varios gritos de alegría, felicidad. Sollozos de los mayores, al ver a sus hijos graduados.

Abrazos. Besos. Felicitaciones. Todo el mundo encerrado en su mundo.

Menos una joven.

Los rizos castaños caían suavemente alrededor del rostro, dándole un toque angelical. El vestido negro, ceñido a un cuerpo ya de mujer. La fina cadena, adornada con una lagrima... parecida a las gotas de agua que se veían caer a través de los cristales del salón.

Los ojos castaños, miraban todo con infinita tristeza.

A lo lejos vio a su amigo pelirrojo, recibiendo palmaditas cariñosas en su espalda de parte de su padre. Un moreno era abrazado por una señora regordeta que intentaba secar las lágrimas que caían de sus ojos.

¿Y ella?

De pronto los ojos se volvieron más tristes y sintió como su garganta se cerraba. Las manos, sosteniendo su diploma, temblaban ligeramente.

Los recuerdos de sus padres llegaron a su mente nuevamente. Recuerdos felices. Su madre junto a ella, interesada por los deberes que hacía en verano. Los libros que leía junto a su padre. Salidas al teatro. Picnic's en algún parque cercano.

Sintió como su corazón latía dolorosamente. Recordándole que ella seguía allí. Pero sus padres no.

Vio con terror, como sus amigos intentaban abrirse paso entre la gente para llegar hasta donde ella se encontraba. Y el miedo la inundo.

No podían verla así.

Dio media vuelta, alejándose rápidamente de ahí, haciendo oídos sordos a los gritos: "Hermione espera".
Salio por las puertas del Gran Comedor, con la determinación clavada en sus ojos. Sus pasos apresurados eran el único sonido en los desiertos pasillos. Se encontraba cerca de las puertas que daban al exterior, así que antes de llegar hizo un hechizo enviando su diploma a su habitación y con fuerza empujo las puertas y en segundos la lluvia acariciaba su cuerpo. Se estremeció levemente, pero sin darle importancia, camino mucho mas tranquila hasta llegar a un árbol cerca del lago. Dejo que el susurro del viento se llevara sus dolorosos pensamientos. Dejo que el agua la empapara completamente, agradeciendo poder sentir ya que creía que nunca más lo haría.

Dejo que su mente quedara en blanco. Pensar en nada. Solo... estando ahí, en silencio. Lejos del bullicio.

Pero este fue roto por unos pasos.

Giro su rostro hacia el sonido y vio con sorpresa a un joven de cabellos platinados que se acercaba con una mirada de tristeza. Igual a la que ella tenia segundos antes. Volvió a mirar al lago, sin importarle que justamente él se encontrara a su lado, mirando también el mismo paisaje.

Pego un pequeño salto, al sentir una suave tela posarse sobre sus hombros, acunándola del frió. Miro los ojos plateados con agradecimiento y él sonrió. Sin sarcasmo, sin odio. Solo una sonrisa. Y ella devolvió el gesto. Se paro frente a él y extendió su mano.

.- Felicidades Draco-. felicitó Hermione.

Él tomo su mano con delicadeza y la beso tiernamente.

.- Igualmente Hermione.- concluyó Draco.

Ella volvió a sonreír con las mejillas levemente rosadas.

Otra vez silencio.

Y luego un susurro dicho con preocupación.

.- Vamos-.pidió Draco.

Draco la abrazo por la cintura y la guió con pasos tranquilos hasta el castillo. Y ella se dejaba guiar. Sabiendo que no habría peligro. Que el odio había quedado hace tiempo atrás.

Siguieron caminando, ya refugiados por los muros del castillo. Subieron escaleras hasta el cuarto piso y siguieron caminando hasta estar frente al retrato que custodiaba las habitaciones de los premios anuales. El hombre que custodiaba el lugar no hizo comentarios al ver al chico rodeando la cintura de la castaña, sino que sonrío brevemente.

.- La copa es de Gryffindor-.

Draco hizo una mueca al decir la contraseña y se arrepintió enseguida al ver el brillo peligroso en los ojos de Hermione. Sonrió encantadoramente y entro en la sala llevándose con él a la chica que rió... con una risa tan cristalina que su corazón, al oírla, latió furiosamente.

Y ella noto su turbación y callo. Y Draco la miro fijamente, implorando a los Dioses para que el sonido volviera.

Hermione encendió la chimenea y se quito la capa, acomodándola cerca del fuego, sin dejar de sentir la insistente mirada del rubio. Tomo asiento en la alfombra, cerca del calor que proporcionaba la chimenea.

Draco se acerco a ella y se sentó detrás de él. Sus piernas estiradas a los costados de la chica y sus brazos rodeando el cuero, frágil para él, de la castaña.

-. Los extrañas-. Dijo al cabo de unos minutos de silencio. Sus ojos fijos en el danzar de las llamas como lo estaban los de Hermione.

-. Y tú a los tuyos-.

Él asintió, acariciando sin proponérselo, la mejilla de su acompañante.

La castaña giro su rostro, clavando sus ojos en los de Draco. Mordió su labio inferior, signo de que estaba nerviosa. Y el rubio se estremeció al ver aquel simple gesto.

Y acerco sus labios. Rozándolos con los de ella. Estrecho mas el abrazo, sintiendo los tibios labios de la chica jugando con su labio inferior. Abrió su boca, dejando que una aterciopelada lengua jugara con la suya.

Ambos corazones latiendo al mismo ritmo. Respiraciones acompasadas. Mejillas sonrojadas. Amor en su estado más puro.

Se separaron despacio, sin abrir los ojos todavía.

Ella sintiendo el leve sabor a menta de Draco.

Él sintiendo el leve sabor a chocolate de Hermione.

-. ¿Nueva vida?-. Pregunta Draco abriendo los ojos.

Ella sonrió.

-. Nueva vida-.

Volvieron a besarse. Con el mismo amor, con la misma ternura y tranquilidad.

Tranquilidad al saber, que a pesar de haber perdido a sus seres queridos, se tenían a ellos mismos.

Sabiendo que sin importar que, ambos estarían juntos. Volviendo a sentir después de tanto tiempo. Disfrutando de la noche que seguía por delante. Creando un futuro juntos.

Fin del Flash Back

El reloj marco las doce y una mujer suspiro con cansancio. Se levanto del sillón, gruñendo al mas puro estilo Severus Snape... (N/A: Sorry, no pude contenerme, amo a mi Sev ) al tener que dejar esa comodidad. Salio de la sala, dirigiendo sus pasos a la salida.

Afuera seguía lloviendo. Pero no le importo. Salio al exterior como todos los años en esa fecha. Volviendo a caminar, dejando que otra vez las gotas acariciaran su cuerpo.

Solo camino unos metros y se detuvo al ver que una persona se acercaba a ella. Caminando con paso pausado.

Sonrió levemente.

Dejo que el hombre la besara y también dejo que la guiara hasta el interior de la casa. Llegaron a la sala. Ella rió al verlo todo mojado. Él la miraba fijamente.

La mujer tomo asiento frente al fuego y él se coloco detrás de él. La abrazo y beso su cuello.

.- ¿Los niños?-. Pregunto en un susurro.

.- Duermen-. Respondió Hermione antes de lanzar un suspiro. – Eli tiene que levantarse temprano.

Asentimiento.

Silencio.

.- Feliz aniversario Hermione-.

.- Feliz aniversario Draco-.

Se besaron como años atrás. Y desde la puerta una niña de 6 años sonreía junto a un niño de 8 años.

.- Igual a los años anteriores-. Dijo Eli lanzando un suspiro soñador.

.- Y siempre será así-. Respondió su hermano Luca.

Ambos dejaron a sus padres solos. Disfrutando de otro aniversario.

Fin.


Notas de la autora:

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Besos!

Mariet Malfoy Snape