Calambres en el alma

Summary: Aoshi rescata a Misao de una situación desagradable… se llevan mal al comienzo, pero como sabemos, del amor al odio hay un solo paso…pero que ocurrirá con la actual pareja de la ojiazul que es rico y famoso? Cuales serán los secretos que esconde la chica de la trenza? UAºA&M

N/A: Acá traigo ooootro fic... es el segundo de RK que publico (el otro es de Sano y Sayo) mientras que este tratara a otra pareja que tampoco es la protagónica… (jeje no es difícil imaginarse cual!) Si ya se, tengo 6 fics en proceso y voy a volverme loca con tanto, pero weno! Me gusta escribir! Y dentro de todo me queda bastante tiempo libre para dedicarme a esto… no se si soy buena o no, simplemente lo hago por que me gusta, y si a ustedes también mejor!

Obviamente es un UA… y puede que tenga algo de lemon… (jeje dedicado a dos amigas xD!) Ojalá les guste!

Aclaraciones Narrativas:

Narración en 3era persona

-Diálogos-

Pensamientos

'Narración en primera persona por alguno de los personajes'

(Aclaraciones de la autora)

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Capitulo I

Fuegos artificiales, primeras lágrimas

Arrastrando los pies caminaba por las calles vacías el sábado por la noche, vísperas de navidad habiendo una vez mas huido de la persona que debía amar… las cosas ya no eran como hace tres años atrás, allí habían comenzado y aún hoy no habían acabado. Le dolía el alma. El cuerpo. El corazón. Sus ojos que ya parecían haber perdido la luz propia que los caracterizaba, que los hacia brillas como luciérnagas en medio de la oscuridad más profunda, se fijaban nada mas en como sus pies se movían lentamente uno después del otro, trasladando su cuerpo lejos de la casa de sus continuas pesadillas.

Levanta la vista al oír voces que provenían de un callejón, al acercarse a ver se encontró con un par de muchachos algo mas grandes que ella en edad y mucho mas que ella físicamente hablando. Al verla asomarse tímidamente por entre el par de paredes ambos sonrieron a la vez pensando que después de todo no sería una noche tan aburrida como creían.

-Espera, yo la vi primero –dijo uno de ellos poniéndose de pie.

-Mhp…siempre te quedas con lo bueno…-agregó el otro molesto pero sin atreverse a contradecir a su compañero que ya estaba a unos cuantos pasos de la asustada joven de cabello azulado.

Cuando estuvo frente a ella la tomo bruscamente de la muñeca y la acercó a si ante un grito de la chica que el joven se apresuró a callar poniendo su mano sobre la boca de ella.

-No podemos dejar ir tan pronto a las visitas…-dijo en voz baja mientras besaba su cuello a lo que la chica cerró los ojos asqueada.

-Dejame en paz idiota! –gritó ella intentado soltarse, pero él hombre la sostenía con fuerza impidiéndole alejarse.

-Porque te molestas? Solo jugaré un rato contigo…-esbozo una diabólica sonrisa que hizo que la joven se asustara y temiera lo peor.

El ojinegro comenzó a acariciar su espalda mientras desprendía los botones de la camisa de la joven ignorando sus insultos y sus continuos intentos por huir, cuando tubo oportunidad mordió con todas sus fuerzas la mano del sujeto haciéndolo dar un alarido de dolor y alejarse un poco.

-…Así que eres una gatita malvada…-dijo furioso mientras frotaba la herida, lleno de ira se acerco dándole una bofetada a la muchacha, al ser ella tan liviana y delgada el golpe la hizo salir por los aires golpeándola contra una de las paredes… vio como nuevamente el tipo se acercaba otra vez sonriendo y su mente se entregó sin mas a un profundo sueño mientras sentía como un liquido espeso bañaba su frente.

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La conciencia volvió a ella lentamente haciéndola abrir los ojos…Al comienzo solo veía intensas luces, pero luego su vista ya no estaba nublada, aunque le dolía terriblemente la cabeza… se incorporó y miró a su alrededor lista para defenderse ante cualquier ataque pero descubrió que se encontraba en una habitación pequeña, apenas decorada con un velador, y todas las demás cosas necesarios que parecían algo raídas y viejas… su cuerpo estaba cubierto por sabanas limpias y al llevar una de sus manos al lugar donde anteriormente la habían herido encontró una venda…

Cuando se disponía a salir de la cama, bastante asustada ante la situación de encontrarse en un sitio completamente desconocido giró la cabeza al oír chirriar la puerta al abrirse.

Pobre muchacha, debía estar asustada… fue muy afortunada de que pasara por allí y los viera… tane indefensa… tan frágil e impotente ante la brutalidad de esos hombres quien se proponían usarla como si fuese un objeto descartable… Lo que mas me preocupaba es que se asustara al verme, al saber que la traje a mi casa sin su permiso…pero que mas podía hacer?...

Al encontrarse con los ojos azules del muchacho que acababa de atravesar la puerta el corazón de la joven volvió a acelerarse…no permitiría que se acercara…imaginaba lo que quería de ella… no permitiría que ese hombre le tocara ni un pelo mas… Al ver la cara de temor de la joven, el chico de cabellos azulados se acercó con lentitud intentando no asustarla…

-Déjame… aléjate de mi idiota… no permitiré que vuelvas a tocarme!-gritó apartándose mas hasta quedar contra la pared.

-Tranquila, no te hice ni te haré nada malo…-respondió él sentándose a un lado de la cama mirando a la joven muy serio, sus ojos eran fríos, y parecía no mostrar ninguna clase de sentimiento o deseo por nada.

-Mhh…-dudó un momento y luego suspiró, no parecía como los tipos de antes, pero porque estaba allí con ella?- quien eres? Porque estoy aquí? Me trajiste tu? que pretendes de mi? Di algo! –exclamo casi gritando mientras lo tomaba por el cuello de la campera que llevaba.

-Responderé una a la vez…-dijo tranquilamente haciendo que ella lo soltara y volviera a sentarse- Mi nombre es Shinomori Aoshi, te encontré en el callejón inconsciente con unos tipos que no parecían tener buenas intenciones… te escuche gritar así que fui a ver… no fue difícil hacer que te soltaran, y una vez que hubieran huido como no sabia que hacer contigo no me quedo mas remedio que traerte aquí, a mi casa…

La joven frente a él se quedo estática mirándolo… no podía creer que la hubiera rescatado de ese modo sin siquiera conocerla…no podía ser una mala persona… había actuado mal al haberlo tratado de ese modo…

-Lo lamento, creo q te juzgue mal-dijo la chica de la trenza extendiéndole la mano- Soy Misao, Misao Makimachi –sonríe levemente- gracias y perdona las molestias.

-No fue nada-toma la mano su mano a modo de saludo- aun te duele?-agregó refiriéndose a la herida que tenía en la cabeza.

-Solo un poco…-respondió sentándose mejor y acomodando las sabanas.

-Deberías andar con más cuidado si vas sola por ahí de noche-comentó a modo de reproche.

-Mhp… no te metas en lo que no te incumbe-respondió ella molesta ante su comentario, él no sabia nada sobre ella! No tenia ningún derecho a opinar de ese modo!

-Bien bien…-hace una pausa y se pone de pie- quieres que te traiga algo de tomar Misao-chan? –sonríe levemente-

-Misao-chan? No soy una niña pequeña! Ya tengo 18 años! Con quien crees que estas hablando tonto!-se pone de pie en la cama girando sus brazos de un lado a otro como si fuera a golpearlo.

-Eres pequeña para mi…-asiente y sale de la habitación dejando a la joven más sorprendida que antes, luego de suspirar se sienta sobre la cama y mira su reloj- Las once y media… ya debe haberse preocupado por mi… paso mas de una hora…-mira el techo que parecía haber sido remendado varias veces cubriendo goteras- supongo que va a enfadarse si no regreso antes de las doce…

La puerta volvió a hacerse oír dejando ver al muchacho con una bandeja en las manos en las había una taza de te y un par de rodajas de pan.

-Crees que voy a comer eso?-comentó ella al ver lo q le ofrecía, pan y te? Acaso no la había reconocido? No sabia quien era ella?

-Mhp… haz lo que quieras-respondió él con tono indiferente dejando todo sobre la mesa. Hizo una pausa y miro a la ojiazul de reojo- debes estar muy sola para pasear sola la noche de navidad…No es extraño con ese carácter que tienes…

-Hay gente esperándome-respondió en tono frió ella sin mirarlo- Por tu culpa me retrase!... Claro, dices eso porque el que esta solo, no tienes a nadie que te quiera o que se preocupe por ti, por eso me trajiste! Crees que haré algo por ti? Que seré la chica que te haga feliz? Eres un tonto! Intentas aprovecharte de lo que paso para hacerte el héroe! Pero no caeré en un truco tan sucio, soy Misao Makimachi! Que te quede bien claro que…

El discurso de la joven fue interrumpido por un molesto Aoshi quien la tomo de la ropa zamarreándola notablemente molesto.

-Deberías medir tus palabras, que no se te olvide que sigues en mi casa! Si no te gusta puedes irte ahora mismo!-la soltó bruscamente haciéndola caer sentada en la cama con los ojos bien abiertos antes su repentina reacción violenta, hacia unos momentos parecía una persona pacifica, incapaz de matar a una mosca. No podía dejar de mirarlo, entre asustada y sorprendida… sintió como sus ojos comenzaban a llenarse de pesadas lagrimas que sin poder controlar surcaban sus blancas mejillas…bajo la cabeza sollozando en silencio…estaba asustada…confundida…en parte era verdad… ella estaba sola…siempre rodeada de luces, colores y música, de gente que decía quererla pero que solo se aprovechaba de su fama o de su dinero… No tenía amigos reales, ni amor real, ni fama real, todo se lo debía a su pareja… a la que ni siquiera amaba en realidad. Su vida era un asco.

-Misao?...-murmuró el joven frente a ella un tanto preocupado- estas bien? Que sucede?

-Tonto…eres un completo idiota…-murmuró la chica llevando las manos a sus ojos intentando detener el llanto, la habitación estaba en completo silencio, solo se escuchaba el tic tac del reloj y el angustiado murmullo de la joven- Estoy sola…completamente sola…

-La tonta eres tu…-toma a la chica del rostro obligándola a que lo mire, parecía triste y asustada a la vez, una mezcla de emociones increíbles- No tengas miedo no voy a hacerte nada…-suspira- Dime, porque lloras?

-Me asustaste…pensé… pensé que… -sin poder seguir hablando por el nudo que se había formado en su garganta apoya el rostro sobre el pecho del avergonzado ojiazul quien no estaba seguro de que hacer- … no vuelvas a tratarme así…

-Si, lo lamento…-asiente y acaricia suavemente la cabeza de la chica quien de a poco parecía calmarse.

En eso, los dos se sobresaltan al oír unas cuantas campanadas que anunciaban que por fin habían llegado las doce y los fuegos artificiales característicos comenzaron a estallar en el cielo llenándolo de variados colores luminosos a los que los niños pequeños gritaban asombrados y felices.

-Shinomori-kun…-murmuró Misao mirándolo, luego esbozo una sonrisa dulce- feliz navidad…

-Feliz navidad Misao-chan…-le devolvió la sonrisa a la joven quien lo abrazó con fuerza, temiendo que se esfumara en el aire, que tan repentinamente como había aparecido se fuera sin dejar rastro, dejando solo ese sentimiento cálido que dejan los sueños agradables luego de que terminan por la mañana.

-No vas… a irte?-murmuró ella con la voz aun algo entrecortada.

-No por ahora-respondió a su vez un tanto sorprendido por las palabras de la joven que minutos antes le había gritado.

-Sabes? Ya no estas solo en noche buena…-sonrío levantando la cabeza para mirar sus ojos de zafiro.

-Tu tampoco lo estas…-le devolvió la sonrisa.

-Vamos a ver los fuegos artificiales!-exclamo poniéndose de pie de un salto secando lo que quedaba de liquido salado en su rostro. Su acompañante asintió y la chica de largo cabello lo tomo de la mano arrastrándolo al exterior de la casa. Misao miró hacia todos lados intentando reconocer el lugar, pero nada de lo que veía le resultaba familiar… aunque eso era lo que menos le importaba en ese momento, se sentía feliz de estar allí y ver las luces estallar en el cielo junto al muchacho que acababa de conocer por accidente.