El del embarazo complicado
En el FAC
-Mirad, chicos, lo que vosotros no sois capaces de entender, es que para nosotras, besar es algo tan importante como lo demás.
De nuevo, estaban todos reunidos en el Fourth Avenue Café, ésta vez, dividido por sexos; Kaoru sentada en la esquina derecha (la derecha de Kaoru) del sofá, Megumi sentada en el sillón de esa zona y Misao sentada en una silla, entre Kaoru y Megumi; mientras que en la sección de los chicos, Sano estaba sentado en el sofá, Aoshi en el reposabrazos, con los pies en la mesa y Kenshin a su derecha, bien separado de Kaoru y también con los pies en la mesa.
Sano apoyó los codos y entrelazó los dedos antes de contestar:
-Sí, claro, ya lo sé!- dijo en un tono más bien jocoso. Todas las chicas se le quedaron mirando. De verdad?
-Sí!- le respondió Megumi, como si fuera algo obvio
-Claro- la secundó Misao- a partir de un beso se puede saber todo.
-Desde luego- finalizó Kaoru, que se había abrazado a sus piernas.
-Pues, yo creo que para nosotros- respondió Kenshin, haciendo un abanico con el brazo, para señalar a sus amigos- besar es algo así como un telonero. Algo así como ese grupo que has de aguantar hasta que- alzo los brazos y puso tono de admiración- salga Mark Knopfler al escenario.
-Sí- le apoyó Aoshi- y no es que no nos guste el telonero, pero no nos gastamos el sueldo de un mes para... para... para ver sólo al telonero.
-Veréis- prosiguió el pelirrojo- lo que ocurre es que cuando acaba el concierto, por muy bueno que fuese Mark, todas las chicas seguís pidiendo a grito volver a ver al telonero, mientras nosotros estamos en el coche, soportando todo el tráfico e intentando no quedarnos dormidos.
-Ah, sí?- cuestionó Misao- pues permitidme daros un consejo: más os vale que vuelva a salir el telonero, porque de no ser así, acabaréis yendo a un concierto de Village People solos.
Mientras las chicas se felicitaban por la genialidad del comentario de Misao, Sanosuke frunció el entrecejo, le dio un pequeño golpecito en la pierna a Aoshi y le preguntó:
-Oye, aún seguimos hablando de sexo?
Aoshi le asintió y le enseñó el pulgar, como queriendo decir "amigo mío, eres un lince"
Al día siguiente En el Museo de Historia Prehistórica de TokioAoshi estaba en uno de los muestrarios, junto a dos maniquíes que simulaban ser trogloditas y una mujer.
-No, si me parece muy bien, pero... no crees que está un poco enfadada?
La pequeña discusión se centraba en los dos maniquíes, un macho y una hembra, que, según Aoshi, no aparentaban pertenecer a la época que se supone debían pertenecer.
-Normal, tiene problemas.
-En serio?
-Mientras "él" está persiguiendo a otras chicas con su garrote- señalando al maniquí macho- "ella" tiene que estar en casa quitando el olor a mastodonte podrido- señalando al maniquí hembra.
-Está bien, Yuki, pero ellos son "cavernícolas"- bajando el tono de voz y haciendo cosas raras con las manos- y sus problemas son más del tipo "Vaya, ese glaciar enorme se está acercando mucho..." y no del tipo "Vaya, hace tres días que no veo a mi cavernícola..."
La mujer se quedó en silencio un segundo, mirando al cristal, cuando dijo
-Y... hablando de problemas, no es esa tu ex-mujer?
Aoshi se giró y rápidamente volvió a la posición original mientras se alejaba.
-Nop, no lo es...
Ya estaba cerca de la salida cuando su compañera le detuvo llamándole:
-Oh sí, sí que lo es- se acercó al cristal y saludó- Hola, Yumi- saludando por el cristal, mientras la otra le respondía.
-Vale, de acuerdo, sí lo es- Aoshi se giró y saludó, con una sonrisa estúpida.
Cuando le indicó a su ex, que pasará por una abertura lateral, le pidió a Yuki:
-Por qué no me esperas en la Era Glacial?
Su compañera se marchó y mientras entraba su mujer, intentó distraerse colocando bien el muñeco macho, consiguiendo únicamente quitarle un brazo, que cayó pesadamente en el suelo. Aoshi se agachó rápidamente e intentó volver a ponerlo, pero viendo como su ex-mujer ya se estaba acercando, optó por únicamente agarrarlo y rezar por que Yumi no lo viera.
-Hola...- saludó él, sin saber bien que decir.
-Hola...- le respondió ella, un poco nerviosa.
Tras un momento de duda, se abrazaron amistosamente, con el curioso efecto de que el brazo del cavernícola quedó tras la cabeza de Aoshi, asustando a su ex-mujer considerablemente.
Cuando se separaron, Aoshi tiró el brazo bien lejos, escuchándose un "Ay!" al impactar dicha extremidad con el cráneo de otra persona, pero eso no es importante (N.A. Bueno, el hombre acabó en el hospital con 23 puntos en la cabeza... pero no fue grave XD)
-Hm...
-Hm...
Ninguno de los dos sabía muy bien que decir, así que Aoshi soltó la cosa más inteligente que se le vino a la cabeza:
-Estás estupenda y eso... no lo soporto
-Lo siento... gracias y, tú también estás muy bien.
-Bah, ya sabes, aquí cualquiera... que esté erguido- en una clara referencia a sus amigos primates y no a lo que sé que estabais pensando... o sólo yo estoy tan salido? Bueno, ya me diréis.
De nuevo, un silencio incómodo se volvió a instaurar entre ambos que, para variar, fue roto por Aoshi
-Y... qué hay de nuevo? Sigues siendo...
-Lesbiana?- interrumpió ella, intuyendo la pregunta
-Bueno... puede decirse así...
Ella, con una sonrisa de circunstancia, asintió varias veces
-Bueno, nunca se sabe, por probar... y... tú familia?
-Bueno... Satsu sigue estando medio-loco y empieza a decir tonterías sobre que un elefante rosa y una vaca amarilla se aproximan para acabar con la humanidad (N.A. Y eso es medio loco? Joder, ya me imagino a un loco entero... "Cuidado, el ejército de los chimpancés enanos peludos están atacando la base de Marte, hacen falta refuerzos" el tío jugando en calzoncillos en el cuarto de baño... patético) y mi tía Yoshiko...
Ella, mientras relataba, se acercaba a una roca de cartón-piedra para sentarse, cuando Aoshi la interrumpió:
-A qué has venido, Yumi?
Ella dudó un segundo, se giró hacia él con una sonrisa y le dijo:
-Estoy embarazada
-Embarazada?- repitió él al instante.
A causa del shock, Aoshi se inclinó levemente hacia delante extendió un poco el brazo, mientras ponía una mueca ligeramente agresiva, estando en una similitud MUY sospechosa con respecto al Homo Erectus que se hallaba junto a él. Yumi, inmediatamente, intercambió miradas entre ambos descendientes de monos, con una mueca de extrañeza. Aoshi, al percatarse de ello, miró a su derecha y se concienció de que estaba en una pose medianamente ridícula, por no decir MUY ridícula, postura que fue rectificada inmediatamente a una más erguida y natural, tras unos segundos de confusión, por la noticia y por haber descubierto su parentesco con el homínido.
En el apartamento de KaoruPara romper con la costumbre, todos estaban sentados en el salón, viendo un culebrón, excepto Misao, que estaba en su habitación.
Mientras en la teleserie, la protagonista daba un sonoro portazo, Kenshin dijo:
-Algo me dice que en éste episodio de Apartamento para tres va a haber más de una pelea.
-Pues entonces ya lo he visto- dijo Megumi, apagando el televisor.
En ese momento, Kaoru se levantó de estar arrodillada mientras limpiaba la mesa y le quitó un vaso a Sanosuke del que en ese momento estaba bebiendo, ocasionando que el pobre casi se ahogara:
-Has terminado? Gracias- habló sola la pelinegra, mientras dejaba el vaso en el fregadero
-Sí, lamento mucho haberme entretenido al tragarme el medio litro que quedaba- respondió él, con cara molesta.
Kaoru se quedó mirando la mesilla que había junto al sofá y sobre la que había una bolita de papel y exclamó:
-De quién es esa bolita?
-Oh, es mía- contestó Kenshin- Escribí una nota y luego me di cuenta de que no la necesitaba, así que hice una bolita con ella...- dirigió una mirada dubitativa a la chica que se acercaba hacia la bolita con llamas alrededor- y ahora desearía estar muerto.
En el momento en el que agarró la bolita, giró su vista hacia el sofá, haciendo que Kenshin se convirtiera en una simple mancha sobre él, del enorme susto que llevaba encima, pero, para salvación del pelirrojo, Kaoru tan sólo golpeó el cojín, a lo que Megumi dijo:
-Pero, Kaoru, si ya lo habías ahuecado...
-Lo siento, chicos, pero no quiero darles a mis padres más munición de la que ya traerán.
Cuando Kaoru ya se retiraba, Kenshin hizo un comentario de los suyos, uno muy inteligente:
-Y ya sabemos lo crueles que son los padres respecto a como estén de ahuecados los cojines de sus hijos.
En ese instante, un cuchillo de carnicero, pasó a unas micras de la cabeza de Kenshin, cortándole algunos mechones y haciendo que el pánico se dibujara en su rostro.
-No me contradigas, Himura!- le amenazó Kaoru, con otro cuchillo en la mano y MUCHAS llamas a su alrededor.
Kenshin se quedó estático y Kaoru, un poco más calmada, se dirigió de nuevo al sofá, para poner bien el manto que lo cubría.
-Kaoru, hola...- le dijo Megumi, insegura- Ahhhh!- gritó la chica, cuando Kaoru le dirigió una mirada que congelaría al mismísimo infierno- me das miedo, quiero decir, que estás como muy caótica y frenética... entiendes?
-Eso, tranquilízate- intervino Sano, jugándose la vida de nuevo- jamás verás a Aoshi ponerse caótico y frenético cuando vienen vuestros padres.
-Eso es porque ellos creen que Aoshi nunca falla y lo hace todo bien, él es el príncipe de la familia- cogió unas frutas que estaban sobre la mesa de la cocina y se dirigió a dejarlas en la mesa del comedor, cuando volvió a hablar- al parecer fue coronado antes de que yo naciera.
Entonces, Kenshin, que se estaba leyendo un libro junto a la ventana dijo:
-Eh eh eh!- señalando por la ventana
-Qué ocurre?
-Un tipo desnudo haciendo flexiones.
-Qué? A ver eso...- respondieron todos.
-Oorrrggghhhh- exclamaron, al verlo.
En es momento, Misao apareció.
-Alguien ha visto mi anillo de compromiso?
-Sí, es precioso- respondió Megumi que, al igual que Sano, tardaba algunos instantes en procesar la información.
Al percatarse de que esa era no era la respuesta y no conseguía dar con otra mejor, Megumi se giró y se dirigió a la cocina.
-Oh no, oh no, oh noooo!- gritaba la chica mientras se acercaba al sofá, se arrodillaba frente a él y miraba bajo un cojín.
-No, no hagas eso! Ella está...- le susurró Megumi, mirando de reojo a Kaoru.
La chica terminó su inspección del sofá, dejándolo todo desordenado, causando la ira de Kaoru y comenzó a registrar bajo la mesa.
-Oh Dios, como si no me horrorizara lo suficiente tener que dárselo mañana "Hola, Sou, te acuerdas de mí? Soy la chica que te dejó plantado en el altar delante de toda tu familia y tus amigos" Como si eso no fuera suficiente, ahora tengo que devolverle el anillo y no sé como, si no tengo anillo...- lo último, lo finalizó semi-berreando.
-Tranquila, Misao, lo encontraremos, verdad?- amenazando con su mirada al resto, que rápidamente captó el riesgo que suponía oponerse a ayudar en la búsqueda.
-Oh, sí, por supuesto- todos dieron un bote y se pusieron al instante a buscar el dichoso anillo.
Tras unos segundos de rastreo, todos agachados, Sanosuke dijo algo inteligente:
-Y, cuándo lo llevabas por última vez?
-Jolines, seguramente, antes de perderlo.
Sano sonrió forzosamente.
Kenshin, apoyado en la nevera, tras un instante de reflexión, añadió:
-No se oye mucho "jolines" hoy día.
Misao se levantó y comenzó con una reconstrucción de los hechos.
-Sé que lo tenía esta mañana- avanzó hasta la cocina-, sé que lo tenía cuando estaba en la cocina con...
-Ferrán Adriá?- preguntó Kenshin, intentando hacerse el gracioso, pero sin conseguirlo
Misao se quedó mirando una lasaña que había sobre la mesa y continuó:
-Dios mío, no me mates Kao...
-Oh, no! No puede ser! Tan sólo te había pedido una cosa...- finalizó, con tono de fastidio.
Kaoru cogió la lasaña y la levantó para mirarla a contraluz e intentar ver algo, pero el tomate se lo impedía... cuando Kenshin, sonriente, sugirió:
-Kaoru... ya sabes que no es así como se busca un anillo de compromiso en una lasaña.
La pelinegra dejó el recipiente en la mesa y se retiró diciendo:
-No puedo hacerlo...
-Yo sí- añadió Kenshin-. Chicos?- Megumi y Sano se situaron cada uno a un lado del pelirrojo que finalizó- Vamos a atacar.
Cogieron tres tenedores y comenzaron a desmenuzar la lasaña, que, dicho sea de paso, no se merecía un final tan desgraciado.
En ese momento, alguien tocó la puerta y Kaoru, aún dolida por la pérdida de aquella lasaña, a la que consideraba como su obra maestra y casi como su hija, fue a abrir. Al hacerlo, se encontró con su hermano, que estaba con la corbata deshecha, la gabardina entre los brazos en jarras y aspecto derrotado.
-Hola...- saludó él, sin variar la expresión vencida de su rostro.
-Ese no ha sido un "hola" feliz- dedujo Kaoru.
-Yumi está embarazada.
-Ooooaaaahhhhhh- exclamó sorprendida la joven Shinomori.
Todos se giraron, estupefactos, salvo alguien...
-Oh, lo encontré- exclamó Megumi, incorporándose, que aún no se había dado cuenta del drama de Aoshi.
-Pero... eh... que... co... m... cu... a...- intentaba decir Kaoru, pero no lo conseguía, mientras su hermano entraba en el apartamento.
-Sí...- contestó Aoshi- di eso durante un par de horas más, resbálate con una cáscara de plátano e igual te sientes como yo ahora.
-Pero... cómo encajas tú en esa historia?
-Bueno... Yumi dice que quiere me involucre y que... Kamatari está de acuerdo... sólo que soy yo el que no quiere comprometerse
-Yumi era magnífica, la echo de menos.
Todos miraron a Megumi, que, a pesar de su limitada capacidad de reacción, se dio cuenta al instante de que había dicho lo que no debía, donde no debía y cuando no debía.
-"Involucrarte"? – preguntó Kaoru, mientras ayudaba a su hermano a sentarse.
-Es verdad, se supone que tu parte del trabajo ya está hecha- intervino Kenshin, intentando levantarle la moral a Aoshi, sin conseguirlo.
-Además... quieren que vaya mañana para cuando le hagan la ecografía...
-Y qué harás?- preguntó Misao.
-No tengo ni idea- respondió Aoshi
Entonces todos se quedaron en silencio total unos segundos... cuando se empezó a oír el golpeteo del acero de los tenedores contra el cristal del recipiente para la lasaña. Todos se giraron, extrañados y allí estaba Sano, haciendo gala de su gran sensibilidad, mientras engullía la lasaña.
Cuando notó las miradas sobre él, al instante se detuvo, cuando estaba a punto de ingerir más comida y dijo:
-Mejor que tirarla...
No, si es verdad lo que yo decía, éste no tiene la sensibilidad en el corazón... ni en el culo... la tiene en el estómago, el pobre.
Unas horas despuésKaoru le extendía una bandeja de entremeses a Ikumatsu, su madre, mientras Aoshi platicaba tranquilamente con su padre.
Antes habían estado hablando sobre una tal Ayumi Takamura, que quería llamar a Kaoru por algo que aún no había sido siquiera indicado.
La madre cogió una de las rodajas que Kaoru le ofrecía y un instante después, una mueva de asco se dibujó en su rostro:
-Qué es lo que sabe a curry?- dijo
-Pues el curry- le respondió la joven, indignada
Inmediatamente y con un gesto molesto, dejó la rodajita en la mesa y Kaoru se depositó la bandeja en la mesa, cuando Aoshi dijo:
-Pues, yo... yo creo que están buenísimos, de... de verdad.
Se inclinó rápidamente para coger uno cuando su padre, ignorándolo, dijo:
-Te acuerdas de la hija de los Takamura? Estaba loca por ti
-Todas estaban locas por él!- gritó su madre, haciendo un gesto con la mano, como si fuera lo más normal del mundo.
-Oh, mamá, por favor...- respondió su hijo, pues se temía que lo que estaba por llegar no iba a ser bueno para Kaoru, precisamente.
La joven, comenzando a sentirse excluida, intervino:
-Y para qué iba a llamarme Ayumi?
Su madre se giró y le respondió:
-Oh! Acaba de graduarse y quiere trabajar en algo de cocina... o comida... o no sé qué. Bah, es igual, el caso es que le dije que tú tenías un restaurante.
-No, mamá, no tengo ningún restaurante, trabajo en uno.
-Pero no es necesario que lo sepan- respondió la madre, girándose de nuevo hacia Aoshi y Kogoro.
Al girarse, cogió uno de los cojines y comenzó a golpearlo para apelmazarlo y Kaoru comenzó a irradiar una ira asesina muy peligrosa.
-Aoshi, te importa venir a ayudarme con los spaghetti?
Cuando el joven se levantó, la madre cogió la copa y mientras le daba un sorbo, dijo:
-Oh, estás haciendo spaghetti, qué fácil de hacer- finalizó en un tono desdeñoso.
Kaoru, con un cuchillo en la mano, miró con furia a su madre, mientras Aoshi se apartaba un poco, ya que no quería salir lastimado.
Se calmó un poco y, dirigiéndose a Aoshi, y habiendo soltado el cuchillo, por supuesto, le preguntó:
-Oye, esto te parecerá tremendamente egoísta por mi parte, pero... por un casual tenías planeado mencionar el asunto del bebé y las lesbianas? Eso me daría un respiro con mamá.
Aoshi puso cara de fastidio, pero al ver los ojitos casi llorosos de su hermana menor, tuvo que aceptar
Un poco despuésEstaba toda la familia sentada en la mesa, con los spaghetti, cuando la madre sacó el tema principal del que se hablaba en el club:
-Y Misao, lo que le ha hecho al pobre Soujiro y a su vida. Vimos a sus padres en el club y no jugaron nada bien.
-No voy a deciros cuanto se han gastado sus padres en la boda, pero 4.445.372 yenes es mucho dinero.
Kaoru miró significativamente a su hermano, cuando su madre dijo:
-Aunque, por lo menos, tuvo la oportunidad de plantar a un hombre en el altar.
Kaoru dibujó una sonrisa molesta, y le preguntó:
-Qué has querido decir?
-Nada- respondió su madre, sonriendo- es sólo una expresión.
-No, no lo es.
Entonces su querido padre, intervino:
-No le hagas caso a tu madre, eres independiente y siempre lo has sido. Incluso cuando eras pequeña, rechoncha y no tenías amigos te sentías tremendamente bien.
Kaoru, que se había emocionado con las palabras de su padre, cambio su sonrisa sincera a una sonrisa molesta. Kogoro continuó:
-Leías en tu habitación... hacías puzzles...
Kaoru continuó con su sonrisa forzada.
Una hora más tarde-Verás, cariño- le dijo Kogoro, que aún seguía en la mesa, con los demás- hay gente como tu hermano, que necesita aspirar a lo más alto, tiene su museo y va publicando sus artículos- le dio una palmada en el hombro a su hijo, orgulloso de él- mientras que otras son felices siendo simple y llanamente lo que son y que puedo asegurar que ellos jamás tendrán un cáncer.
La conversación continuó por esos lindes, hasta que de nuevo, el padre mencionó otros temas que fastidiaban a Kaoru, como el sobrepeso femenino (debido a su trauma infantil) y las mujeres con desordenes sicóticos obsesivos, como el orden.
-Y... tú, Aoshi, no tienes nada que contar?
Al ver que su hermano parecía no entender la indirecta, Kaoru apoyó su cabeza en su mano y con el codo, aplastó, disimuladamente, la mano de su hermano, que entendió rápidamente el mensaje.
Aoshi se levantó y comenzó a andar en círculos alrededor de la mesa, mientras hablaba.
-Veréis... ehm... supongo que os estaréis preguntando que es lo que ha pasado exactamente entre Yumi y yo. Veréis, lo que ocurre es lo siguiente: Yumi es lesbiana- sus padres se quedaron atónitos ante la revelación- Vive con un chico, que se ha cambiado de sexo y ahora es chica que se llama Kamatari- ahí ya estaban MUY sorprendidos- y está embarazada... de mí, pero ella y Kamatari van a criar al bebé.
Sus padres se miraron entre ellos, cuando la madre se giró hacia Kaoru y con voz atónita y tono de reproche, le dijo:
-Y tú no has podido evitarlo?
En ese instante Kaoru llegó a una conclusión: Su madre era MUY cabezota cuando quería.
Aquella misma noche En el FAC-Tan terribles son vuestros padres?- preguntaba Sano, que estaba sentado en la barra y junto a él estaba Kenshin, que estaba sentado en una banqueta que había cogido "prestada", ignorando al hombre que estaba sentado en ella y que se quedó sin café y sin algo más, y tenía los pies apoyados en el reposabrazos del sofá.
-Pues... verás, ellos son como profesionales. Miden su esfuerzo, controlan el tiempo y tiran de la experiencia para conseguir hacer su trabajo- respondió Aoshi.
Tras una sonrisa general, Kaoru, que estaba tumbada en el sofá, habló:
-Veréis, ya se sabe que no se pueden cambiar a los padres, pero si pudiera, yo querría los tuyo- dijo, señalando a su hermano.
-Cht… lo siento- Aoshi se levantó, le dio un beso en la frente a su hermana y dijo- voy a mear.
Cuando se fue, Megumi habló:
-Pero aún es peor cuando eres gemela.
Misao, que había estado limpiando la máquina de café, intervino, sentándose en la espalda del sofá:
-Tú eres gemela?
-Sí y no nos hablamos. Verás, ella es una de esas mujeres super-preparadas.
-A qué se dedica?- preguntó Kenshin, por la simple necesidad de abrir la boca.
-Es camarera.
Tras unos segundos, Misao les pidió que desalojaran el salón del Café, porque tenía que recoger, que ya era tarde. Cuando se iban, Kaoru preguntó:
-Kenshin, tú eres hijo único, a ti no te pasan estas cosas, no?
-Pues verás, no, pero de pequeño tenía un amigo imaginario, al que mis padres querían más que a mí.
Tras abrazar a Kaoru, en busca de apoyo para superar tan duro trauma infantil, se fueron, dejando a Misao sola con el hombre que está media hora meando en el cuarto de baño.
Cuando Misao comenzó a recoger el polvo con la escoba, Aoshi salió del baño y se paró justo en la puerta, al ver que no había nadie, excepto la joven Makimachi.
-Tanto he tardado?- preguntó
Misao se giró le sonrió y le dijo:
-Estoy recogiendo ya.
-Oh, y… quieres que te ayude?
Misao dudó un segundo, pero inmediatamente después de ese segundo, le dio la escoba a Aoshi.
-De acuerdo, gracias- le dijo.
Mientras Aoshi se arremangaba y se disponía a barrer, la joven se sentó pesadamente sobre el sofá y apoyó los pies en la mesa haciendo que a Aoshi se le cayera una gotita, pero decidió no decir nada y barrer, haciendo una buena obra.
-Oye… no estarás nerviosa por tu cita de mañana con Sou?
La chica dudó un segundo pero contestó:
-Un poco... mucho. Qué algún consejo? Ya sabes, como a ti también te han abandonado...
Aoshi dibujó una mueca curiosa y contestó:
-Pues a lo mejor, una de las claves podría ser, creo yo, que no mencionaras la palabra "abandonado". Además seguramente lo que te encuentres sea un hombre hundido y destrozado, así que intenta no aparentar estar fantástica, aunque te cueste.
Misao sonrió ante la sinceridad de su amigo, y éste continuó:
-Sabes, yo podría ir y devolverle el anillo a Soujiro, mientras tú acompañas a Yumi y Kamatari al tocólogo, seguro que os divertiréis.
Misao negó esa posibilidad con la cabeza y comenzó una nueva conversación:
-Te acuerdas del instituto? No creías, en aquella época, que simplemente te enamorarías y serías feliz con esa persona que recibió tu amor?
Aoshi, que estaba detrás del sofá, se quedó mirando fijamente a Misao, sin decir nada. La joven, al no percibir respuesta, dijo, en un tono ligeramente molesto:
-Aoshi?
-Sí, sí, aquí estoy.
Aoshi apoyó sus manos en el respaldo del sofá y Misao dijo:
-Jamás pensé que acabaría así...- al finalizar la frase, apoyó su cabeza en la mano de Aoshi.
Éste se sonrojó, sorprendido, y dijo:
-Yo tampoco.
Al ver que Misao estaba casi dormida, cogió una silla, sin mover la mano y se sentó, mientras se volvía a quedar mirando a la joven Makimachi.
A la mañana siguiente En la consulta del ginecólogoYumi estaba sentada en la camilla mientras observaba unas figuras que representaban a bebés en el vientre materno y en distintas fases de desarrollo, cuando la puerta se abrió.
-Hola, siento llegar tarde- dijo Aoshi, entrando- se ha complicado mucho la cosa con el tráfico y antes he tenido un problema con un dinosaurio al que le faltaba una pieza y no encontrábamos nada similar y de ese tamaño- le dio un beso a su ex-mujer y en ese momento entró Kamatari.
-Hola- saludó.
-Aoshi, te acuerdas de Kamatari?
-Claro, cómo olvidarme?
La chica le tendió la mano y éste la estrujó, mientras decía.
-Bien fuerte, como siempre.
De nuevo, un silencio incómodo que Aoshi, rompió:
-Y estamos esperando a...
-La Dra. Kawagami.
-Ah... Doctora... así que es una...
-Mujer- finalizó Kamatari
-Ya, claro, una mujer...- masculló molesto Aoshi.
-Y ella conoce nuestra... "peculiar" situación?
-Sí, y nos apoya muchísimo- contestó Yumi.
-Bien, bien, eso es... genial.
Kamatari extendió un zumo, a lo que Aoshi dijo:
-No, gracias.
Aunque al instante se dio cuenta de que él no era el destinatario y le pasó el zumo a Yumi.
De nuevo el silencio.
Aoshi comenzó a andar por la habitación y de la mesa de la doctora cogió un aparato mientras reía. Entonces empezó a mover las dos pinzas que tenía, como si fuera un pato y a hacer:
-Cuak, cuak.
Yumi le dijo:
-Eso... es para abrirme el cuello del útero.
Rápidamente lanzó la cosa rara lo más lejos que pudo, cargándose una ventana e intentó concentrarse en otra cosa.
En la consulta del Dr. SetaMisao, abrió con cuidado la puerta, asomó ligeramente la cabeza y preguntó:
-Sou?
El chico, que estaba operando a un niño, se giro y le dijo:
-Oh, Misao, pasa.
-Seguro? No interrumpo nada?
-Bah, tranquila, Rai aún tiene para varias horas.
-Qué?- grito el niño, incrédulo y preocupado.
Soujiro se levantó y se quedó frente a Misao un segundo.
-Y… qué tal?
-Bien... y tú? Tienes buen aspecto...
Soujiro amplió su sonrisa y entonces... sonó el timbre de la secretaria:
-Doctor Seta, Kensuke Aida se está ahogando en la sala de espera.
-Enseguida voy, Yuki.
Cuando Misao y el niño se quedaron solos, se miraron fijamente y Misao dijo:
-Le he dejado.
El niño, serio, le respondió
-Me parece bien
De vuelta al ginecólogoAoshi, a quien el silencio y la inactividad le estaban matando, decidió jugar un poco con los muñequitos de niños que tenía la doctora... cuando uno de ellos se le resbaló de las manos y comenzó a hacer malabarismos con él hasta que lo agarró y lo dejó de nuevo en su sitio.
Tras otros instantes de silencio, Aoshi habló:
-Y… a la hora de tomar decisiones importantes... como nos las arreglaremos?
-No sé.. ponme un ejemplo...- respondió Yumi
-Pfff, no sé... bueno, ya sé: El nombre del bebé.
-Yutaro, si es chico, Mini, si es chica.
-Como... el coche?- preguntó Aoshi, con una gotita.
-Como mi abuela- respondió ella, enfadada
-Vaya pues... a mí, Mini me suena a coche...
Yumi decidió ignorar el comentario y Aoshi continuó:
-Que tal... Aoko?
-Aoko… - murmuró Yumi, que estaba empezando a considerar esa posibilidad.
-Decidimos que sería Mini- intervino Kamatari, molesta
-Ya, y nosotros juramos pasar la vida juntos, las cosas cambian, acostúmbrate.
Kamatari se calló. Aoshi se giró hacia Yumi y le dijo:
-Creo que yo he hecho una propuesta que debe ser considerada.
De nuevo en la consulta del Dr. SetaMisao estaba sentada en la silla de Soujiro, que en ese momento entraba en la consulta. Misao se levantó y dejó en su silla al doctor, que continuó con el pobre niño, hasta que Misao, que le había estado observando, preguntó:
-Porqué estás tan moreno?
Soujiro se quitó la mascarilla y le respondió, mientras impulsaba ligeramente la silla:
-Me fui a Aruba.
-Oh. Te fuiste solo en nuestra Luna de Miel.
-No- respondió él, sin perder la sonrisa- me fui con Ayumi.
-Ayumi? Ayumi, mi dama de honor?
-Sí... de hecho, somos pareja.
-Oh... vaya... Qué?- Misao le cogió la cabeza y la puso por debajo de la suya- te has injertado pelo!
-Quieta, quieta- le dijo, soltándose del agarre- aún no está fijo.
Se separaron y ella se giró, indignada.
-Verás yo... quería darte las gracias.
Misao se giró para escucharte.
-Verás, hace un mes yo quería hacerte daño, más del que le he hecho a nadie en mi vida... y yo soy dentista...
-Aahhmm...
-Verás, ahora con Ayumi... soy completamente feliz.
De nuevo en el ginecólogo-Qué tiene de malo Kaori?- preguntó Kamatari
-Kaori Shinomori? No, gracias, verdad que no?- le preguntó Aoshi a Yumi.
-De acuerdo... no se llamará Kaori Shinomori
-Gracias- respondió Aoshi
-No... quiero decir que no se llamará Shinomori
-Cómo? Kaori Komagata?
-No exactamente... habíamos pensado en Kaori Komagata Honjo
-Pero, qué? Por qué su apellido también?
-Porque también será hijo mío- respondió Kamatari
-Eh… qué? No recuerdo que pusieras esperma
-Me está retando?
-Sí
Se miraron fijamente, rayos saliendo de sus ojos, llamas envolviéndolos a ambos, cuando...
-QUIETOS!- gritó Yumi
-Pero, Yumi, por qué no está mi apellido? Me temo que yo también he contribuido.
-Pero, Aoshi, no estarás sugiriendo Komagata Honjo Shinomori, porque eso le causará a la pobre criatura un trauma infantil del tamaño de Nueva York.
-No, claro que no, yo propongo Shinomori Komagata Honjo
-No no no, tú ves su estrategia? Sabe que nadie jamás dirá todos esos apellidos, todos dirán sólo Shinomori y se saldrá con la suya.
-Qué? La mía? Verás mi idea de tener un hijo jamás se ha asemejado ni en lo más mínimo a esto que está pasando.
En ese momento, entró la doctora en la sala:
-Buenas tardes... disculpad la demora. Ha habido algún mareo?- preguntó con voz afable
-Me temo que sí... y muy gordo- respondieron todos
-Le preguntaba a la embarazada pero... gracias por la información- dirigiéndose ya a Yumi exclusivamente, añadió-. Veamos, échese aquí...
-Bueno, yo me voy yendo ya...
Aoshi ya empezaba a irse cuando un ruido, como a latidos de corazón amplificados, le hicieron darse la vuelta.
Se situó junto a Yumi y le cogió una mano mientras miraba la pantalla en la que veían imágenes de la criatura que se encontraba reposando en el vientre de Yumi.
-Oh... es precioso...- dijo Aoshi
-Lo veis...- sollozó Yumi, que estaba a punto de llorar por la emoción
Unas horas despuésEn el apartamento de Kaoru
Estaban todos sentados, menos Aoshi que estaba junto al televisor, viendo con mucho concentración el vídeo duplicado de la ecografía que le habían dado en la consulta.
Mientras Aoshi señalaba algunos puntos en la pantalla decía:
-Veis? A que es increíble?
Mientras, Sano se concentraba en ver algo en la dichosa televisión, pero lo único que veía eran círculos grises en un fondo negro que le recordaban a unas deliciosas rosquillas... mientras Kenshin decía "Sí, es increíble", pero en realidad no veía nada y no quería quedar como un paleto. Al final Sano, que no lo podía resistir, preguntó:
-Qué estamos viendo?
-No sé, pero creo que la Nave Nodriza está a punto de atacar al Enterprise.
Viendo que sus amigos poseían una increíble sensibilidad, se dirigió a su hermana, que estaba en el sofá de la derecha y le dijo:
-Qué te parece?
-Ajam...- susurró la joven, con un tono deprimido
-Qué te pasa? No estás contenta?
-No
-Sí, sí lo estás, estás emocionada...
-No...
-Sí, sí lo estás, vas a ser tía...
-Oh, cállate- y se levantó empujando a Aoshi, que sonrió al conseguir enfadar a su hermana.
Notas del Autor: Eyyyy, ya estoy de vuelta, sé que me habéis echado mucho de menos, pero no os preocupéis, ya he vuelto para salvaros del aburrimiento XD. Que os puedo contar... bueno, ya tengo casi acabado el capítulo de El Protector, a pesar de que se me borró, lo estoy reescribiendo a toda máquina. También os puedo comentar que cada día me gusta más U2 y que ahora mismo, no puedo dejar de escuchar Miracle Drug y Sometime You Can't Make It On Your Own, os las recomiendo de verdad, son increíbles hasta el extremo. Bueno, también os cuento que he tardado un poco en actualizar porque mehe encontrado inmerso en la redacción de un realto para un concurso contra las drogas, que ya veremos que tal me va.
Ahora, los reviews:
Muchísimas gracias a todos, Naraiel, gabyhyatt, Ane Himura, CiHnTiA, O.o. Kaoru-chan .o.O, KaoruHimura IX y Sayo-23. Ya he contestado a todas vuestras dudas por email (alguno de ellos en alemán... jeje) y espero que lleguen, si no, los volveré a contestar aquí.
Espero vuestros reviews y os agradezco a todos (revieweadores o no) vuestro tiempo leyendo esto y el resto de las notas. Arigatô Gozaimasu
Como ya comenté en las NA de mi fic Derrotado (del que os pido vuestra opinión) One, de U2 ha sido elegida como la canción con la letra más bonita de la historia y así aprovecho para recomendarosla. Aquí os dejo otra composición poética de cosecha propia, que tendrá versión cantada algún día... espero que os guste
Droga Milagrosa
Llega a tu mente
La cambia de color
Pero el problema aparece
Cuando entra en tu corazón
Aunque cierres la puerta
Siempre tiene una llave
Y aunque la atranques con promesas
Siempre la abre
Ella marcará tu camino
Igual que amarías a un recién nacido
Chorus:
Puedo verlo en tus ojos
La estás buscando
Y tarde o temprano
No la encontrarás
Serás encontrado
No existe ciencia
Capaz de analizarla o limitarla
No existe alma humana
Capaz de rechazarla
Si eres capaz de quedarte
Yo te acepto encantado
Si haces que no tenga sentido espacio
Y el tiempo... desparezca
Si haces que la lógica y la razón
Se vayan de mi lado
Ysólo tenga el corazón
Chorus
Siempre hablamos de drogas de diseño
Y tú, que eres la más antigua
Eres la más peligrosa, ya que al desaparecer tu efecto
Eres muy dañina
Bajo tus efectos
Todos llegamos al mismo cielo
Sin saber que al pasar el tiempo
Resultó ser sólo un sueño, feliz sueño
Pero es innegable, que eres única
Pues eres la única droga
Que tan sólo consumiendo más de ella
Se obtiene una cura
Esta es sólo la primera parte, ya colgaré la segunda... cuando la acabe, jeje.
Otro tema; últimamente, quizás no en vuestras zonas, no paran de darse situaciones violentas a causa de minucias como los equipos de los que se es fan, la religión, el color... son problemas que, es cierto que llevan bastantes años muy presentes, pero que nunca han sido tratados con la seriedad que se merece. Verán, no comprendo a qué viene esto, tan burros somos los humanos? Qué lógica tiene eso? No ven que somos iguales? Una nariz, dos pies, dos manos,veinte dedos, dos ojos... es que lo único que importa es lo que nos diferencia, no lo que nos une? Lo reconozco, soy pesimista en cuanto al futuro de la raza humana, pero aún así me gustaría poder preservar la esperanza de queeste problema se arreglará algún día... Sin embargo, cada vez quesalgo a la calle, me veo obligado a tirar de fe para preseravr esa esperanza. Niñatos pegándole a vagabundos para grabarlo con el móvil, niñas que se pelean hasta estar en el hospital porque el mal nacido de su novio le parece gracioso... yo pregunto, donde coño está la gracia? Venga, si alguien tiene una razón fundamentada y sostenible, que me la exponga y en ese momento retiraré esta opinión de aquí, pero me temo que eso jamás sucederá, pues la violencia es producto de la irracionalidad y de la inmadurez, que tan sólo se da en animales y niñitos de papá.Cada vez que pienso que uno de esos gilipoyas puede llegar a presidente del gobierno... me dan ganas de morirme, de verdad.
Una última cosa. En la última gira de U2, Bono llevaba una cinta en el pelocon un mensaje claro y conciso que ojalá pueda llegar a ejerceralguna influencia en esta podrida sociedad. En sus conciertos, Bono decía esto, más o menos; "En un muro, muy cercano a esta ciudad, el muro de la esperanza, hay un graffiti, que dice COEXISTID, Cristianos, Judíos, Musulmanes. Es verdad, no os miento".En la cinta de su cabeza, pone:
چOE۞IS†
(Para leerlo, copiadlo y pasadlo a Tahoma, en el Word)
El mensaje está formado por un signo árabe, uno judío y uno cristiano, de ahí la profundidad de lo que intenta transmitir.
Ojalá la sociedad no tenga que volver a soportar todo lo que pasó y que, por culpa de nuestra ineptitud, está a punto de volver a pasar.
Muchas garcias por vuestro tiempo. Sed felices y aprovechad la vida para vivirla, no para quitársela a otros.
Se despide
michel 8 8 8
