DE AMOR NO SABES NADA
CAPITULO X I: ANIMO...
Cuando mas de la mitad de los invitados se habían retirado, los amantes también decidieron partir , se despidieron de sus amigos, los cuales en cuanto vieron que se levantaban se colocaron discretamente en una mesa y fingieron no haberlos vistos; observaron como se alejaban y no solo ellos sino también las personas que aun quedaban, despertando de inmediato murmullos relacionados con su secreta, o aun no confirmada relación. Intrigados por lo que escucharon los cuatros voltearon a verse, y sin decir nada solo asintiendo con la cabeza se pusieron de pie y decidieron seguirlos, encabezando la marcha Havoc.
Se encontraban a una buena distancia, lo suficientemente lejos para no ser descubierto pero lo suficientemente cerca para no perderlos de vista; agradecían que hace rato pasaban la media noche y no habían transporte, motivo por el cual regresaron caminando; su curiosidad se acrecentó cuando llegaron al departamento de la teniente estaban seguros que Roy se quedaría con ella.
En su lugar vieron como al abrirse la puerta Black Hayate salía a recibirlos, Roy le acariciaba detrás de la oreja, Riza se encontraba ya en el interior de la casa, parada frente a él dedujeron los militares; se puso de pie Roy y estaba por caminar hacia la casa cuando el perro comenzó a ladrar en dirección a la esquina; brindándole con esto la certeza de que sus sospechas eran ciertas. Se despidió de ella dándole un beso en los labios, en cuanto cerro la puerta, Roy se encamino en dirección donde se encontraban los hombres que al ver que se acercaba trataron de ocultarse lo mejor que pudieron, el alquimista paso de largo pretendiendo no haberlos visto, aliviados decidieron regresar a sus casa pero antes de que pudieran seguir avanzando se vieron envueltos en un circulo de fuego, mientras se culpaba uno al otro escucharon la voz del creador de su trampa.
-bien señores, puedo preguntar que hacen por aquí. – cuestiono con seriedad.
-vamos no tenemos porque darte explicaciones de lo hacemos, somos libres de andar por donde sea.-respondió fastidiado Havoc.
- Creí que seguían en la fiesta tratando de conseguir una bella chica. Si tienes razón entonces nos vemos.- despidiéndose con la mano y dándoles la espalda.
-no fastidies, lo dices porque tu tienes a miles a tus pies inclusive a...- antes de que pudiera seguir hablando de mas, sus compañeros le taparon la boca con sus manos a Havoc..
-decías Havoc, te escucho.- volteo la vista y camino hasta posarse frente a ellos, ante el silencio de los cuatro volvió a hablar.- en fin si no tienen ganas de seguir hablando pueden quedarse aquí, el circulo de fuego se desvanecerá dentro de una o dos horas, nos veremos entonces.- y antes de que se girara escucho la voz de Fuery.
-taisa, espere no puede hacernos esto, nosotros solo queríamos cerciorando de lo que ya sabíamos desde hace mucho.- explícate Fuery - fue todo lo que pronuncio Mustang, tratando de sonar indiferente, pero sus compañeros reconocieron en su voz el dejo de curiosidad.
-que mas será, pues tu relación con la teniente Hawkeye, desde hace cuanto están saliendo.- se escucho por primera la vez de Breda.
-Bueno pues...- antes de pudiera seguir hablando Havoc los invito a su casa.
-Oigan que les parece si mejor vamos a mi casa así podremos charlar mejor, estamos casi frente la casa de la teniente y no me gustaría que nos escuchara.
-Si tienes razón es una mujer hermosa pero también es muy peligrosa, personal mente me gustaría vivir un poco mas.- concluyo Farman.
Ya en la casa de éste, Roy los puso al tanto desde hace cuanto salía con Riza, cuando termino Havoc dejo escapar un largo silbido de sorpresa.- Valla que si es mucho tiempo, pero dime una cosa no estarás pensando dejarla pronto cierto?.
-que, no para nada, que te hace pensar eso.
-Mustang, de todos los hombres, tu eres el mas mujeriego que hemos conocido, no duras mas de una semana saliendo con una misma mujer.-explicaba Breda
-Pero con la teniente es diferente- agrego Fuery
-Coronel Mustang, no me diga que usted realmente esta enamorado de la teniente Hawkeye.- preguntaba perplejo Farman, mientras que instintivamente se levantando golpeando con sus manos la mesa, al igual que todos los demás.
-Enamorado..- permaneció unos minutos pensando en la respuesta que les daría; no es que no sintiera ese tipo de sentimientos por ella al contrario; pero las cosas se dificultaban cuando de darles una respuesta a sus amigos que lo conocían como el mayor casanova de toda central se trataba. Se dio cuenta que los cuatro lo miraban con renaciente interés así que sin titubear contesto.
– si así es, amo a Riza. Es algo que no puedo explicar, pero desde hace mucho tiempo había sentido por ella algo que nunca antes había experimentado con otras mujeres.-comento con tono sereno.
-Y entonces en todo ese tiempo no has salido con alguna otra mujer.- pregunto intrigado Breda.- conociéndote Mustang.
-No te equivocas mis días de casanova terminaron hace mucho. Aunque no me crean le he sido fiel en todo ese tiempo, nunca haría algo que la lastimara, de entre todas las personas que no me gustaría verlas sufrir, Riza es la primera y mucho menos por culpa mía, eso seria algo que nunca me perdonaría, es decir ella es lo mas importante para mí, sacrificaría todo por verla siempre feliz.- cuando dejo de hablar todos sus compañeros tenían rostros de estupefactos y conmovidos por las palabras de Roy, nunca creyeron que él fuera ese tipo de gente. Finalmente Fuery hablo.
-Vaya coronel nunca creí que fuera tan sensible, siempre pensé que era un hombre frívolo y ególatra.- al escucharlo hablar, fue como si el hechizo en todos se hubiera roto, los tres hombres lo miraron con rostro de querer asesinarlo y de la sien de Roy se asomo una vena de indignación.
-Estúpidos, soy sinceros con ustedes y solo lo toman como una simple broma. Me marcho de aquí.- se había puesto de pie y estaba por tomar su abrigo cuando escucho esta vez que Farman le hablaba.
-Coronel si en realidad tanto quiere a la teniente por que no se lo demuestra.
-Ah! Si y como que se te ocurre.
-Aahh! Bueno pues yo... no se haría algo especial para ella; algo como proponerle matrimonio.- termino un tanto inseguro de cómo lo tomaría el alquimista.
-Y crees que eso no lo he pensado ya antes.- cuestiono cabizbajo.- en fin los veré después, que disfruten sus vacaciones.- y sin decir o escuchar mas salió con rumbo a su casa.
Las dos semanas que tuvieron de descanso los militares, fue un alivio para Roy Mustang; eran dos semanas en las cuales no tendría que dedicarse a firmar, redactar y demás cosas rutinarias sin mencionar la hipocresía que debía emplear cada que se encontraba frente a un superior. Fue un tiempo relajante, había días en que la pasaba con sus amigos, ellos solos o otros tantos con Riza acompañándolos, aunque la mayor parte de su descanso la paso con ella, ya sea cenando en restaurantes de lujo, asistiendo a espectáculos o simplemente por extraño que parecía le gustaba estar a solas con ella. El acostado en el sofá de ella, con su cabeza apoyada en las piernas de Riza, mientras esta leía un libro diferente al menos cada tercer día, al tiempo que jugaba distraída con los mechones de cabello azabache de él, y donde reinaba un absoluto silencio. Especialmente había adoptado ese habito desde que tuvo aquella conversación con sus amigos.
Esa madrugada durante todo el trayecto de casa de Havoc hasta la de él, no había hecho otra cosa que pensar en las palabras de Farman y en su respuesta. Indudablemente la idea de desposar a Riza había pasado por su mente miles de veces, desde que descubrió que ella era la única mujer a la cual podía amar por el resto de su vida, y el no tenía la menor duda de querer estar con ella, pero existía algo dentro de él que lo hacia dudar y era el hecho, si ella deseaba lo mismo que el. Esas ideas asaltaron su mente durante los primeros días, pero lo olvido al descubrir o recordar la grata sensación que sentía cuando ella estaba con él; así de la misma manera en que se encontraban ahora.
Había llegado al departamento de Riza mas tarde de lo que habían acordado, habían planeado ir al teatro esa noche y después tal vez a un restaurante; pero al verlo Riza noto su repentino cambio de humor, el cual se había dejado ver días atrás, pero esa noche particularmente lucia desanimado, motivo por el cual ella sin pedir explicación alguna; pues conocía bien el carácter de él y sabía que si algo lo había puesto así con certeza el le contaría, solo claro era cuestión de tiempo. Decidió cancelar los planes argumentando que ella no se sentía con los suficientes ánimos como para estar entre tanta gente; lo cual desde luego era mentira pues ya estaba arreglada. Cuando volvió a la sala; Roy se encontraba sentado en el sofá jugueteando con sus dedos, algo lo estaba incomodando. Riza se acerco a él, se sentó en la otra esquina y con gentileza recostó su cabeza sobre sus piernas; él no hizo o dijo nada solo podía sentir como ella deslizaba sus finos dedos sobre su cabello y a ratos acariciaba su rostro. La calidez y seguridad de que ella lo amaba de la misma manera, expresada en esas sutiles caricias hizo olvidar a Roy su temor y declinar su propuesta de matrimonio, será mas adelante, se dijo a si mismo.
Esa noche era la última antes de que regresaran al día siguiente al trabajo; en aquel lugar, pareciera que el dormía y ella velaba sus sueños, pero el solo estaba recordando ese día. Cuando sintió que ya se había hecho noche, sintió nuevamente la cálida mano de la mujer sobre su rostro, en esta ocasión él puso la suya sobre la de ella, la beso delicadamente mientras se incorporaba y besar ahora sus labios, hubiera podido permanecer con ella toda la noche, pero solo se despido y volvió a su casa. Mañana la volvería a verla con su traje de militar y dándole ordenes, se creo una imagen mental de ella, apuntándole a él con sus siempre fieles armas mientras el trabajaba lo mas rápido que podía, sonrió antes esto y se fue directamente a la cama.
Llego a la oficina cuando ya todos sus subordinados se encontraban realizando sus labores, ellos le dirigieron un rápido saludo militar mientras que Riza le dirigía una cálida sonrisa. Aprovecharon que la teniente Hawkeye salió a dejar unos papeles y tardaría al menos una hora, para cuestionar nuevamente al Coronel acerca de su propuesta de matrimonio.
-creí que esa platica ya estaba conclusa.- exclamo casi sin interés.
-Pues ya vez que no, no me digas que le temes a lo que ella pueda responderte.- cuestión Havoc.- al ver el rostro de Roy supo que había dado en el clavo.
-Coronel dígame una cosa, que mas quieres que ella te demuestre para que tus dudas queden disipadas.- dijo Fuery
-Mucho se ha dicho acerca de los sentimientos de las mujeres, pero todos concuerdan que el silencio y las acciones muestran sus verdaderos sentimientos. – hablo distraído Farman mientras sostenía un libro.
-Si es así, entonces no me cabe la menor duda de lo que la teniente Hawkeye siente por ti, apostaría todo a que ella aceptaría gustosa ser tu esposa.- Breda hablaba mientras mirada el comportamiento del coronel.
-Si yo estuviera en tu lugar, no lo pensaba mas, ella es una gran mujer.- lo alentaba Havoc, mientras los demás corroboraban lo mismo. - y si de Hawkeye se tratara no dudarían en desposarla.
Todas aquellas palabras parecieron haberle dado ánimos y mas que eso confianza, mientras ellos hablaban su mente divago recordando episodios de ellos dos juntos y descubrió que en todas esas veces pudo percibir el mismo deseo de el en ella. Así que tomando una última resolución hablo, ahora mas animado y con mayor confianza. – esta bien lo haré, solo denme una semana y además ustedes deberán de ayudarme.
Todos exclamaron y vitorearon la decisión de su mayor, como si se tratara de un caso que fuera a revolucionar el mundo.- así se habla Mustang y claro que cuentas con nosotros. Con nuestra ayuda la teniente no va sospechar nada, somos mas sigilosos que lobos.
-Se puede saber a que se debe todo este escándalo.-pregunto interesada la teniente al ver la fiesta que se estaba llevando a cabo en la oficina.
Todos se quedaron pasmados y callaron de inmediato, mientras que Mustang los reprendía con la mirada " seguro que no se dará cuenta con ustedes, mas bien creo que es lo contrario" pensó. "estamos celebrando que ya estamos de nuevo en el trabajo", una excusa ilógica y por demás creíble, pero excusa a final de cuentas.
- "ah! Ya veo" fue todo lo que respondió ella antes de regresar a sus labores.
La semana que había acordado Roy con sus amigos estaba por terminar, y él aún no tenia una idea de lo que debía hacer; bien sabía que debía de elegir un anillo, eso era un avance, mínimo si se quiere ver así pero un avance seguro; el problema radicaba en que no sabía que tipo de anillo seria el adecuado para ella "uno grande y esplendoroso, eso siempre agrada a las mujeres" le recomendó Havoc, Farman se inclino por un sencillo y con detalles de piedras preciosas, Fuery y Breda permanecieron cayados no tenían ni la mas mínima idea. Finalmente y por votación unánime, acordaron salir a las calles y preguntarles a diferentes mujeres, acerca de que tipo de anillo era el adecuado y como debería entregárselo.
Las cosas estaban yendo mejor de lo que los militares hubieran pensado, habían recopilado bastante datos acerca de los diferentes gustos con respecto a joyas, pero aunque casi la mayoría coincidía en esperar recibir algo grande y llamativo; Roy no estaba del todo de acuerdo.
No tenía un vasto conocimiento en cuanto a los gusto de que tipo de joyas prefería Riza, pero por lo que había visto que ella usaba cuando salían no eran muy esplendorosas, sino mas bien finas y delicadas; artos por no encontrar la pieza exclusiva para Riza, Havoc y Breda se ofrecieron a interrogar en esa ocasión a la teniente; siempre con cautela y sin despertar la mínima sospecha, como lo acordaron con Mustang. Farman y Fuery se comprometieron a preguntar esta vez a los vendedores y Roy por su parte se le encomendó que pensara y visualizara cual era la joya que mejor le venía a Riza
CONTINUARA...
MINNA SAN ARIGATO GOZAIMASU.
TAO JUN SHINOMORI.
