El chico apretó un poco mas la cobija, que los arropaba en esos momentos, no es que le diera miedo la película, solo que el terror oriental, era tan diferente al occidental.
Después de todo, a todo mundo le encantaba una película de sustos no, ya saben algo estilo la matanza de Texas, o viernes 13.
Lo usual, sangre escurriendo en las paredes, desmembramientos, tripas, escenas de chicas semi desnudas corriendo solo en pantaletas con los senos al aire, antes de que el asesino serial en turno les arrancara la cabeza con una moto sierra.
Lo normal, que uno esperaría que vieran, en una quedada para ver películas, después de todo no era la primera vez, que lo hacían, a un que últimamente la película era lo ultimo que pensaban ambos al estar solos viendo esa televisión, aprovechando que la mayoría de sus familiares, se iban a dormir, jugueteando un poco, siempre intentando no arriesgar demasiado.
Mas miedo sintió, cuando casi son atrapados por la hermanita menor de su novia, en pleno acto, que por el desmembramiento en turno.
Apretó mas fuerte la cobija, pero esa película no era parecida a nada que hubiera visto.
Unas horas antes.
Sid le mostro la USB con una sonrisa, comentando que su prima de Pusan le había pasado unos cuantos enlaces de descarga, de las últimas novedades del cine de terror sub coreano, y ella planeaba que, en esta ocasión, vieran alguna de ellas, dejando para otro momento, desmembramiento en la piscina nueve.
Lincoln, por su puesto había aceptado, pero conforme la historia se iba desarrollando, las caricias y besos que se solían dar, dio paso a la intriga el suspenso, y a un que le doliera admitirlo el pavor.
Y eso que la historia se desarrollaba dentro de cuatro paredes, de un apartamento, bajo el argumento de que el terror mismo vivía dentro de la chica, que no podía dejar de ver a su hermana fallecida delante de ella todo el tiempo.
Era oficial, su corazón estaba acelerado, el terror psicológico sub coreano, era demasiado para él, estaba a un paso de levantarse y fingir que iba al baño, cuando sintió un ligero soplido en su oreja, lo que ocasiono que gritara y saltara fuera del sillón.
No sabía que le dolía más, la risa de su novia, el golpe en el trasero, o que debido al susto tuvo una erección, miro a su novia segundos después, la cual lucia una sonrisa juguetona en sus labios, dejándole en claro, que no podría salvarse de terminar de ver la película.
A un que, si jugaba bien sus cartas, tal vez, y solo tal vez, podría intentar algo más, una vez terminada la película, después de todo, solo estaban ellos dos despiertos en la casa, con los padres de su novia en una fiesta, y su hermanita dormida en su habitación, quizás y solo quizás, podría darle un buen uso al condón que Bobby le regalara como broma en su cumpleaños.
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Sin más nos leemos próximamente, que la fuerza los acompañe.
