Capitulo 10

El nuevo equipo de Gryffindor

Los días habían pasado en el colegio, nada extraño le volvió a ocurrir a Harry... por el momento; Remus le comunico vía lechuza a Sirius lo ocurrido, este de tal preocupación estuvo a punto de abandonar una misión en la que se encontraba por ir a ver con sus propios ojos la salud de su ahijado.

Harry tuvo que enviarle una carta de un metro explicándole con lujo de detalles lo que paso, pidiéndole de favor que no se arriesgara (la misión en la que se encontraba era extremadamente delicada), claro que el chico no sabía lo importante de la misión, pero razono en que tampoco era bastante fácil.

Al final, Sirius desecho la idea al ver la tan extensa carta, más tranquilo siguió con la misión; mientras en el castillo las cosas iban normales en ciertos aspectos, el pobrecillo constantemente tenía que usar pasadillos secretos para evitar el acecho de las alumnas (extraño le resulto que de un día para otro, chicas de todo tipo le lanzaban piropos, lo miraban coquetamente, le enviaban mensajes, cosas por estilo). No era que no lo hicieran, pero ya era tal el grado, que hasta la profesora McGonagall lo fulminaba con la mirada.

Era medio día, tenían clase de Historia de la magia, El chico se esforzaba por no caer al igual que sus compañeros de casa, dormido en esa clase, Hermione tomaba apuntes y de vez en cuando miraba de reojo al chico Vaya, tengo que reconocer que el esfuerzo esta siendo productivo pensó la castaña prestando de nuevo atención en la clase.

En la mañana Harry se tomo una poción que el mismo había preparado, el objetivo era no quedarse dormido, la hizo dos días antes sacándola de un libro en la biblioteca; para ser la primera vez que hacia una poción tan complicadita como esa no le había quedado del todo mal, despierto estaba, tratando de aguantar, de encontrar la clase interesante sobre una revuelta que hubo en los años ochenta sobre el mal gobierno en el ministerio.

Con dificultad apuntaba fechas importantes, nombres de personajes sobresalientes, motivos de la revuelta, como termino y las consecuencias que trajo después. Al terminar la clase, todos salieron despertando de golpe y apretujándose en la puerta.

---Me sorprendes.

---De que hablas, Hermione; dijo Harry saliendo al final ellos dos solos del aula.

---Es la primera vez que no te duermes o distraes en la clase; contesto ella con una sonrisa burlona en sus labios.

---Ya ves, no pienso dejarme vencer en la apuesta; le recordó muy desafiante.

---Esperemos...

Comían muy tranquilos en su mesa, Neville que estaba con ellos, bostezaba discretamente antes de empezar con su comida. Dean se acaba de sentar junto con Lavender con ellos.

---Que aburrido estuvo hoy; comenzó la charla Dean

---No hables por ti; contesto Hermione.

La chica se encontraba leyendo un libro sobre "Hacer embrujos, cuando estas en dificultades", aún comiendo, no dejaba de leer ni un por un segundo, Lavander la miraba con exasperación y sin poder contenerse le arranco el libro de su vista.

---Oye, que te pasa, que te hice para que me quites el libro, Lavander; dijo enojada Hermione tratando de recuperar el libro.

---Nada, pero por lo menos deja de leer mientras comes.

---No eres nadie para decirme que debo y no debo de hacer; replico la castaña.

Harry, Dean y Neville observaban como ambas chicas comenzaban a pelear (no muy fuerte, se podría decir que superficial). Hermione se había cansado de tratar de hacer que la chica le devolviera su libro.

---Me obligas a quitarle puntos a mi casa, Lavander; dijo Hermione regresando su vista a su plato casi lleno de comida.

---¡¡¡QUE!; exclamo la otra desconcertada.

---Lo que oíste; contesto la prefecta.

Lavander sin pensarlo más le regreso el libro, Hermione que solo lo dijo para lograr eso, le sonrió y diciéndole era broma, lo dije para que me lo regresaras . Los chicos que por un momento se temieron de que la chica abusara de autoridad por algo tan importante, dieron un suspiro de alivio.

---Oye Harry, ya sabes quien será el nuevo capitán y los nuevos integrantes del equipo de Gryffindor; le comentó de pronto Dean.

---No, supongo que McGonagall decidirá eso del capitán, y nos dirá como seleccionar a los nuevos integrantes; dijo no muy seguro de ello.

---Pues lo del capitán es obvio; comentó de pronto Hermione.

---¿Cómo lo sabes?; pregunto Neville.

---Fácil, es Harry, lleva seis años en el equipo y Ginny apenas uno, además él sabe más tácticas que ella; dijo con lógica la castaña.

Harry no dijo nada, pero pronto le asalto la idea del terror, temió de pronto ser un mal capitán y de llevar al fracaso al equipo, se imagino como Malfoy se burlaba de él al ganarle con doscientos puntos de diferencia.

---No te preocupes, eres buen jugador; le dijo de pronto Hermione haciéndolo sacar de sus pensamientos.

---¿Cómo sabes...

---No hace falta ser adivina para ver que te imaginaste algo no muy bueno con eso de ser capitán, ya verás que todo saldrá bien; lo tranquilizó ella con esas palabras.

---Hermione tiene razón; comentó Neville con los ojos de emoción.

Terminando de comer se fueron a la siguiente clase: Encantamientos. El profesor Flitwick donde verían como hacer que los pinturas, imágenes en los libros o los mismos retratos tuvieran movimiento (o mejor dicho vida), era un encantamiento muy útil y divertido.

Hermione lo logro al quinto intento, pero Harry en el primer intento, el profesor concedió quince puntos a Gryffindor, esa clase la compartían con los Ravenclaws, las hermanas Patil se habían sentado juntas y Padme (hermana de Parvati) observaba con interés a Harry.

Por estar tan distraída (sin quitarle la vista al chico) en el encantamiento que hacia la Ravenclaw sobre una fotografía familiar, no se dio cuenta cuando logro hacer el hechizo, pero de un momento a otro algo salió mal, ya que inmediatamente en lugar de que las personas se movieran y sonrieran, se escucho un chasquido y en la foto todos gritaban mientras que sus cabezas ardían en fuego.

Los curiosos que estaban cerca de ella, comenzaron al reír al ver como en la foto Padme, vestida con pantalones deslavados de mezclilla de color verde y una blusa de tirantes blanca comenzaba a correr desesperada y lanzaba gritos estridentes. Todos escucharon y vieron como Padme se ponía roja, trataba de arreglar desesperada la foto, pero al fallar en su intento oculto el rostro en el hombro de su hermana gemela.

El profesor con un ligero movimiento hizo que las personas en la fotografía dejaran de quemarse la cabeza. Le recomendó a la chica fijarse mejor en el movimiento en la varita a la hora de hacer el hechizo. Al final de la clase todos comentaban divertidos como se había terminado Padme en la fotografía.

Por la noche Harry se encontraba sentado al lado de Hermione en una de las mesas de su casa terminando la tarea de aquel día; realmente Harry se esforzaba más en las clases, no quería perder ante la castaña, además de que ahora como era más poderoso, necesitaba poder dominar poco a poco sus poderes, con ayuda de las mascotas y de los entrenamientos especiales que tenían cada fin de semana por las mañanas y las clases en la escuela.

La castaña dejo su pluma sobre la mesa y frotándose los ojos del sueño que comenzaba atener, Harry estaba escribiendo las últimas palabras, al terminar miro embelesado a su amiga que se veía hermosa.

---Me voy a dormir; dijo ella con voz cansada.

---Si, yo también; repuso el apartando la vista de su amiga.

---Oye... antes de que retires a tu dormitorio quiero preguntarte algo, espero no ser un poco indiscreta; dijo ella como reflexionando algo.

---Claro, pregúntame

---¿Qué paso con tu chica?; pregunto de golpe mirándolo directamente a los ojos.

---Ah... eso, pues... verás, no se como explicártelo.

En realidad no sabía que decirle, ya que tal chica no existía, supuestamente le había dicho que amaba a otra y corto con ella por eso y protegerla de Voldemort, más nunca le dijo como era la "supuesta chica" y como había ido creciendo ese sentimiento.

Hermione pensaba que no quería decirle, pues tal vez él creía que no era muy adecuado hablar de eso con ella, su ex novia, pensaba que tal vez para él no le era nada agradable decirle sabiendo que aún ella lo amaba. Pero ella necesitaba saber, aunque eso le doliera en el alma.

---Se que te es difícil decirme, pero me importa tu felicidad.

---Gracias por preocuparte por mi felicidad, pero no puedo decirte; se excuso él dándole la espalda a la chica.

---Bien, creo que me mejor me voy; dijo ella, se fue por las escaleras que llevan al dormitorio de las chicas, se sentía triste, no lo podía negar... amaba cada vez más a Harry, quería verlo feliz aunque le partiera en dos su corazón al saber que su felicidad no esta a su lado.

Mientras que Harry se sentía un idiota, la amaba y ella a él, pero por estúpido termino con ella, y por mas que quisiera regresar con ella no lo haría, no quería arriesgarla, ya de por si lo estaba por ser su amiga... sería peor si Voldemort se enterara que la amaba.

Al día siguiente mientras desayunaban silenciosamente ambos, comenzó a llegar el correo, dos lechuzas se posaron delante de Hermione, mientras que a Harry lo hicieron seis lechuzas.

Hermione abrió primero una, mientras que Harry hacia lo mismo. La carta de Harry era de Sirius donde le preguntaba si se encontraba bien que si no le había vuelto a pasar algo, le había comentado que esperaba verlo en la primera excursión a Hogsmeade, y muchas otras cosas más.

---Es de Víctor; exclamo de pronto emocionada Hermione haciendo que Harry dejara de prestar atención a la carta de su padrino.

---¿De quién?; preguntó sin entender.

---Víctor... Víctor Krum; dijo emocionada aún, quito el otro sobre enrollado de la segunda lechuza y esta emprendió el vuelo en cuanto se la hubo desatado, era el periódico el Profeta; ella lo dejo en la mes ay comenzó a leer la carta del búlgaro.

Harry se puso de pronto celoso. ¡¡Como diablos se atrevía ese... a escribirle! pensaba para si mismo, es que acaso no entendió el no de Hermione, cuando le pidió que fueran novios. Tenia unas inmensas ganas de tener enfrente al bulgarcito para decirle que no se acercara más a ella. Se estaba enojando otra vez, de las veces en que su enojo era más de lo normal, trataba de tranquilizarse pero no podía, de solo ver la extensa carta que le había escrito a ella y esta leyendo, mientras ponía diferentes expresiones. Eso fue lo que más le dolió y enojo a la vez; de pronto temió que se alejara de su lado.

Un ruido sordo se escullo en todo el comedor, la causa fue que de pronto, sin razón alguna, los vasos explotaron enfrente de los alumnos y profesores; algunos tenían sus vasos en su manos, otros a su lado, pero todos se quedaron de pronto callados observando añicos los vasos.

Hermione pego tal brinco de la impresión y miro extrañada el resto de los vasos esparcidos en toda la mesa; Harry que estaba en frente de ella, estaba todavía algo alterado, poco a poco comenzó a recuperar la calma, poso su mirada en la mesa de profesores y vio con horror que todos ahí lo observaban sin pestañar.

---Harry que...; comenzó Hermione

Pero antes de que ella pudiera articular algo, se levanto con ímpetu y salió del gran comedor; ella volteó a ver al director, este también la miraba y comprendió que Harry fue el causante del incidente, pero no comprendía, ¿Qué había pasado para que se enojara de esa forma?

Harry caminaba con prisa, dirigiendo al cuarto secreto, donde ahí podría pensar con mayor tranquilidad, necesitaba aclarar sus pensamientos y controlar de nueva cuenta su carácter, no podía darse el lujo de dejar aflorar su enojo así como así.

Se paro frente a un retrato donde se apreciaba un castillo del siglo pasado, estaba cerca de la torre este del colegio, miro a ambos lados del pasillo y al no ver a nadie volvió a posar su mirada en el retrato.

---Leyendas y mitos; dijo con voz clara, después atravesó el cuadro, en vez de este se hiciera a un lado. Camino por un pasillo que era iluminado por antorchas que flotaban en el aire, al final estaba una puerta, la entrada al cuarto secreto.

Entro, miró todo el cuarto verificando que estaba deshabitado, se podía apreciar los estandartes de las cuatro casas colgados en las esquinas, las espadas cruzadas entre sí estaban en la pared que estaba enfrente de él, jeroglíficos en todas las paredes, los arcos colgados y casi al fondo de la habitación, se podía ver claramente las estatuas rodeadas por bolas de fuego, agua, nieve y trueno, sin contra con los retratos que se habían despertado al escuchar a alguien entrar.

Necesitaba sacar ese coraje, así que saco su varita de su túnica y comenzó a practicar deteniendo el tiempo a su alrededor con el hechizo Tiftgobus, para después regresarlo a la normalidad con el contrahechizo Sumbylf.

Realmente el practicar hechizos lo tranquilizaba de sobre manera, eso y el quidditch era lo único que podía hacer calmar o sacra su coraje de una forma. Mas tranquilo decidió ir a clases, apenas tenía cinco minutos para ir con Hagrid a la clase de Cuidado de Criaturas Mágicas.

Al llegar a la cabaña del semi gigante, vio que la clase estaba a punto de comenzar, corriendo los últimos tramos que le faltaban, llegó cansado y casi sin aliento a la clase. Ese día Hagrid se encontraba muy contento.

---Harry, que bueno que llegues a tiempo, siéntate por favor; pidió el profesor.

Harry se sentó sin protestar, la verdad se había cansado correr esa distancia en menos de diez minutos, Hermione disimuladamente se acerco a él, mientras que Hagrid empezaba a dar su clase.

---Bueno este año, este día comenzaremos estudiar unas criaturas muy interesantes, quiero advertirles que deben de ser cuidadosos y respetuoso con ellas, son animales muy tiernos pero cuando se enojan, mejor tengan cuidado con ellas.

Fue al huerto de calabazas que se encontraba detrás de su cabaña, pronto los chicos comenzaron a dar unos pasos atrás, sabían perfectamente que los animales buenos y tiernos según Hagrid, en realidad eran criaturas espantosas y muy agresivas.

Y no se habían equivocado, pues Hagrid pronto volvió con una pequeña caja, en la cual, al destaparla los alumnos gritaron al ver a unas criaturas realmente repugnantes, estas eran mil veces peor que todas las que habían visto en los cursos anteriores. Eran completamente negras azuladas, en su espaldas tenían algo como picos, su boca totalmente deforme y sus ojos tan rojos que daban miedo verlos.

Su piel era totalmente lisa y pegajosa a la vez, lo peor de todo era el aroma que desprendían en aquellos momentos. Hagrid los miraba con sus ojitos brillantes de la emoción; las chicas ponían cara de asco, algunas con ganas de vomitar ahí mismo, pero los chicos no se quedaban atrás, se tapaban con su túnica la nariz, Neville no pudo evitar casi caer desmayado del olor, Seamus hablaba con voz chillona, haciendo comentarios nada agradables de esas cosas, parecía una niña pequeña reclamando por su paleta de hielo.

---Estas hermosas criaturas se llaman Tremsp, ahora son apenas una crías, tendrán que alimentarlos y ponerles un nombre, solo será por un mes; comentó entusiasta a la clase.

Las caras de miedo no se hicieron esperar por los alumnos, las caras de horror que pusieron al saber que durante un maldito mes, estarían cuidando a esas repugnantes bestias. La caja se empezó a mover, asiendo que los que estaban más cerca de ahí retrocedieran; las chicas murmuraban entre si sobre eso y miraban con desaprobación al profesor.

---Será en equipos de cuatro, por favor tomen uno por equipo y comiencen a trabajar, antes deben de saber que cada vez que se sientan amenazados, despedirán ese olor, así que no se extrañen cuando pase. También que si se sienten protegidos y queridos despedirán un olor muy delicioso; si llegan a enojar podrían atacarlos (algo que ningún alumno dudo ni un instante).

Nadie entendió las palabras de Hagrid, como esas cosas se podían sentir protegidos, y sobre todo queridos, dudaban que alguno de ellos llegará e querer a esas asquerosas criaturas, menos que fueran capaces de despedir un aroma no oloroso.

Harry, Hermione, Seamus y Parvati hicieron equipo, cogieron uno mediano, este de pronto despidió un aroma mucho peor, encogiéndose aún más, Seamus que lo había cogido junto con Harry pusieron cara de fuchi, volteando su cabeza a un lado.

---Bien, lo primero es ponerle nombre; comenzó a decir Hermione.

---Ehhh...; artículo Parvati sin poder encontrar algo adecuado a eso.

---No tengo ni la más remota idea; dijo de pronto Seamus.

---Que les parece Tristan; propuso Harry.

---No crees que es un poco, nosé... siento que es un nombre para una persona; opino Seamus.

---Puede, pero tampoco le vamos a poner un nombre grotesco; dijo esta vez Hermione.

Se quedaron unos segundos pensando, a ninguno se le ocurrió un nombre que no fuera tan ofensivo, ni nada trillado. Harry pensaba que ese nombre no le quedaba como anillo al dedo, pero tampoco estaba del todo mal.

---Apoyo a Harry; ese nombre esta al menos decente, algo que es demasiado para esta criatura; dijo Parvati rompiendo el silencio.

---Opino igual; dijo Hermione, Seamus al final acepto y Tremsp se quedo con el nombre de Tristan.

Les dio mucho asco tener que alimentar a la criatura, la comida en si no era desagradable, pero tener que ayudar a la criatura tener que darle en la boca con las manos, fue lo repulsivo que llegaron hacer. Al final e la clase le pusieron un collar en el pequeño cuello que tenia, grabando en una placa de bronce su nombre.

Al entrar al castillo, la profesora McGonagall se acerco a Harry, que estaba acompañado por Hermione y Parvati (Seamus se había quedado atrás, Lavander pidió hablar con él a solas).

---Potter, te espero en mi despacho a las cinco junto a la señorita Weasley, ella ya esta informada, sea puntual, por favor; dicho esto se marcho por otro pasillo.

Durante el resto del día Harry se había puesto muy atento en las clases, en Pociones, el profesor Snape intento quitarle puntos a Gryffindor por la poción de Harry, pero fue grande la sorpresa del profesor, al ver que la poción del chico estaba en perfectas condiciones (la primera vez que lo había hecho el mismo por su cuenta), Hermione se quedo impresionada, pero el que estaba mas así era el chico, ¿Desde cuando Pociones era su fuerte?.

Ya en la tarde, en la hora de la comida no hubo otro incidente como en la mañana, pero no por eso, los profesores le quitaron la vista de encima al chico de cabello azebache, que trataba de disimular no darse cuenta de ese detalle. Hermione había intentado que el chico le dijera que le había pasado, pero Harry no le respondía nada.

Junto con Ginny, se dirigió al despacho de McGonagall, a entrar, la profesora revisaba unos papeles que guardo inmediatamente cuando los chicos entraban. Con las manos les pidió que tomaran asiento ambos, al hacerlos, la profesora los miraba seria, un poco más d elo normal en ella.

---Bien, creo que sabrán para que los llame, cinco integrantes tendremos que buscar para el nuevo equipo de quidditch de Gryffindor, también escoger al nuevo capitán; dijo ella.

Los chicos permanecieron callados, sin decir ni una palabra a la profesora que estaba enfrente de ellos, la profesora poso su mirada en Harry y dijo.

---Serás el nuevo capitán, quiero que hagas lo mejor posible para ganar la copa este año.

---Si profesora; ya lo sospechaba desde que Hermione había hecho ese comentario, pero escucharlo de los labios de McGonagall era muy diferente.

---Colocaran este letrero en la tabla de anuncios de la sala común, donde citaran a los interesados pasado mañana por la tarde a las tres de la tarde; dijo la profesora entregándole el letrero a Harry.

---Profesora, quisiera renunciar a mi cargo como guardiana; dijo Ginny tímidamente.

Tanto Harry como la profesora voltearon y miraron fijamente a la pelirroja, que agachaba la cabeza en esos momentos. ÉL no se explicaba porque lo había dicho.

---¿Podría decirme por que quiere eso, señorita Weasley?; pregunto la profesora.

---Ya no me considero capaz; se excuso ella.

---Lo siento pero no puedo hacer tal cosa, es muy buena y me atrevería a decir que no hay nadie mejor que usted.

---Pero...

---Si es por...; comenzó a decir Harry, el se refería a que los ánimos se le habían ido después de lo de su hermano.

---En parte es por eso, Harry; lo corto ella, sabía lo que él trataba de decir.

---Lo siento, pero dije que no, no se preocupe, usted tiene que seguir con su vida normal; dijo la profesora dando por finalizado el asunto.

Ambos salieron del despacho y en silencio emprendieron camino a la sala común. Cada uno pensando en sus problemas, el chico trataría de subirles los ánimos a la menor de los Weasley, reconocía que no sería fácil peor tampoco imposible.

Llegando a la sala común, Harry pegó el letrero que decía "Mañana a las tres de la tarde en el campo de quidditch, se llevaran a cabo las selecciones para las pruebas de tres cazadores y dos golpeadores. A partir de segundo año podrán realizar las pruebas cada uno con su propia escoba. Atte. Minerva McGonagall". Los que se encontraban por ahí, se arremolinaron alrededor del letrero y comenzaron a comentar entusiasmados entre ellos.

Ginny se sentó al lado de Hermione, esta la abrazo y comenzó hablar en susurros, mientras que Harry colgaba el letrero, al terminar se fue a sentar junto a ella y ayudo a Hermione a subirles los ánimos y convencerla de quitarle esa idea de querer salir del equipo.

Ella al final se los agradeció y les dedico una tímida sonrisa, diciéndoles que eran los mejores amigos que tenia, Colin junto con su hermano Dennis se acercaron emocionados.

---Harry intentare entrar en el equipo, espero que tenga suerte; saltaba emocionado Colin alrededor de ellos mientras que Dennis sonreía con su hermano.

---Suerte entonces a los dos; contesto Harry.

---Gracias; dijeron al unísono los hermanos. Muy contentos se fueron cada uno con sus amigos.

Ginny se puso más contenta al ser contagiada por la alegría de su compañero Colin. Harry y Hermione lo notaron y decidieron pedirle ayuda al chico en subirles los ánimos juntos a la pelirroja.

Al día siguiente a las tres de la tarde, muchos estaban esperando en el campo de quidditch con sus escobas en las manos, había de diversos grados, algunos estaban nervioso, otros impacientes por demostrar sus habilidades.

De pronto en se vio a los lejos a la profesora McGnagall con Ginny y Harry por detrás, ellos iban con el uniforme del equipo y sus escobas en mano. Al llegar donde todos se encontraban, la profesora saco dos pergaminos, un tintero y dos plumas.

---Todos se anotaran en este pergamino, pondrán su nombre y grado, la señorita Weasley anotara a los que harán la prueba de golpeador y el señor Potter a los cazadores; indico con voz autoritaria la jefa de la casa de Gryffindor.

Pronto se encontraban dos filas, se apuntaban en el pergamino correspondiente; cuando todos estuvieron inscritos, la profesora los cayo (de los murmullos de excitación), con una señal en las manos la siguieron al centro del campo.

---Bien, ahora les haremos diferentes pruebas para probar sus habilidades en la posición que hayan escogido, al final, nosotros los evaluaremos y dentro de dos días se darán a conocer los resultados en el tablón de anuncios de la casa; dijo dirigiéndose a todos, que la escuchaban con atención.

Harry y Ginny mientras habían ido por las pelotas, que estaba guardadas en una caja, cuando llegaron al lado de la profesora. Esperaron a que les diera en que iban a consistir la prueba para cazadores y golpeadores.

---Primero comenzaremos con la prueba de los cazadores, dos de ustedes, junto con el joven Potter, trataran de anotar en los aros, como todos saben, la señorita Weasley por ser guardiana, detendrá todos esos tiros, les evaluaremos que tan buenos son dando pases y capaces de anotar; los miraba seriamente dando a entender que dieran lo mejor de ellos. ---Bien comencemos con...; decía mientras miraba la lista.

Habían pasado ya diez compañeros, algunos eran muy buenos dando pases, pero solo dos habían logrado anotar dos tantos cada uno a la pelirroja. Harry era muy buen cazador, y trataba de hacer pases sencillos a los chicos, pero había ocasiones en que no tenía otra que dar pasos muy difíciles y exigirles que aumentaran la velocidad en sus escobas (lograban dar pases, pero iban a un velocidad realmente pésima).

---Creevey, Colin y Creevey, Dennis; hablo frustrada la profesora, (la razón era porque a este paso, tendrían dificultades en encontrar a cazadores) y la verdad no tenía muchas esperanzas de que uno de ellos fuera muy bueno.

Harry estaba montado en su escoba a diez metros de altura, miraba como los hermanos Creevey volaban hacia él, los tres se pusieron en posición y cuando escucharon el pitido del silbato que la profesora, volaron en dirección a los aros, donde Ginny ya los estaba esperando. Decidido el chico de cabellos azebaches, lanzo la Quaffe a Colin que la cogió con gran agilidad (para sorpresa de todos), luego se la pasó a su hermano que también de igual manera, entonces comenzaron acelerar la escoba, Harry también lo hizo y pronto los tres lograban pases buenos. Estando cerca de la portería, Harry se la paso a Dennis, este volando en zizac con su hermano también, se pasaban mutuamente la pelota roja, Ginny seguía la pelota, pero pronto se comenzó a marear, se llevo una mano a la cabeza, pero no pudo reaccionar cuando Dennis logro que la quaffe entrara velozmente por el aro de en medio.

Realmente, ambos hermanos se sincronizaron muy bien con Harry, pronto este les comenzó a exigir más, Dennis y Colin muy contentos lo obedecían, lograban pases que hasta el momento ninguno había logrado; la profesora en esos momentos tenía sus ojitos entrecerrados con un brillo especial, no eran muy buenos en su materia, pero no podía decir lo mismo mientras lo veía jugar de ese modo.

Diez minutos mas tarde, le toco el turno a Lavander en compañía de una chica de cuarto año, llamada Darla, también ellas eran muy buenas; los pases que lograban eran muy difíciles de hacer y Harry poco a poco les ordenaba aumentar la velocidad, la profesora también estaba contenta, ya tenía a mas candidatos de donde elegir.

En total habían sido cerca de veinte que postulaban para ser cazadores, de plano unos tenían que regresar al primer año a tomar lecciones de vuelo y otros practicar más los pases, en total, solo cinco destacaron, los hermanos Colin y Dennis, Lavander, Darla y Jonathan; este último era el que menos goles había notado, pero al igual que los otros lograba hacer pasos muy buenos.

---Bien ahora la prueba para los golpeadores, los que hicieron de cazadores, pueden retirarse. La profesora McGonagall les dijo, aguardo a que se fueran para hablar nuevamente. ---Los cazadores tendrán que proteger a la señorita Weasley y al joven Potter, que estarán lanzándose pases con la quaffe, ellos podrán decirles que manden a las Bludgers a un lugar especifico. Bien, comencemos...

En este caso, los que postulaban para golpeadores, eran muy bueno, pronto la profesora se dio cuenta que estaría difícil de escoger a dos candidatos para el equipo. Todos casi lograban apartar las Bludgers, pero tenían uno que otro error, un error que casi deja Ginny sin nariz.

---Finnigan, Seamus y Clamp, Tifany; dijo la profesora leyendo la lista del pergamino.

Algo nervioso se monto en su escoba Seamus, a su lado, la chica pasaba su pierna por el palo de la escoba, dando un golpe seco en el suelo, ambos llegaron a la altura de Harry y Ginny, que al escuchar el sonido del silbato, comenzaron darse pasos por todo el campo, pronto, las pelotas negras y muy pesadas, comenzaron a perseguirlos, Seamus se esforzaba al máximo en no permitir que golpearan a su amigo ó a la pelirroja; la chica Tifany lograba a la perfección desviarlas muy fácilmente.

Poco a poco, Seamus confiaba más en sus habilidades, haciendo que el nerviosismo se le esfumara pronto, con mayor facilidad lograba sus objetivos, cuando Ginny le indicaba a donde enviar una bludger, él lo lograba con éxito.

Después de otros diez minutos, un chico de segundo y uno de quinto, jugaban excelente hasta que una buldger se le fue directo a la cae del chico de segundo y casi se cae de la escoba. Ginny sufrió un roce en su brazo izquierdo cuando recibía la quaffe; Harry recibió un golpe en la nuca y uno en el codo.

Al final de las pruebas, todos los participantes se fueron muy contentos a la sala común; Harry y Ginny se habían dado una ducha rápida en los vestidores y acompañaron a la profesora a su despacho para ver a quien escogían.

Cuando hubieron escogido entre los tres, la profesora puso en un cartel el nombre del nuevo equipo de Gryffindor, poniendo en primer lugar a Harry al lado de las letras plateadas que decían "Capitán del Gryffindor".

Exactamente dos días después, como lo había dicho la profesora, el cartel se encontraba en el tablón de anuncios de la casa de los leones, donde tenía el nombre de los tres cazadores, dos golpeadores, la guardiana y el capitán y buscador (como primer lugar).

Seamus que bajaba algo adormilado, vio a unos chicos de primero tirandose unos a otros por ser los primeros en leer el cartel, con rapidez se acerco y aventó sin querer a los chicos de primer año.

---Seamus, no los empujes de esa manera; le reprocho Hermione, mientras en su túnica relucía su insignia como prefecta de la casa.

Parvati y Lavander se encontraban con ella, las tres sentadas en los cómodos sillones, mientras platicaban animadamente. Harry bajaba en esos momentos junto con Dean y Neville.

---Si... ¡¡¡Si!... ¡¡¡SIIII! Se escucharon los gritos de victoria de Seamus que feliz saltaba y daba vueltas sobre si mismo muy eufórico, había logrado entrar en el equipo como golpeador. ---¡¡¡Lavander, tu también entraste al equipo, dijo contento posando la mirada en la chica.

---Lose, las chicas me estaban felicitando; dijo ella simplemente con una gran sonrisa.

Parvati se levanto de su lugar y se acerco contenta a su novio, esta apunto de darle un beso en la boca, pero recordó a tiempo que Lavander aún no se enteraba de su relación con él, así que le dio un abrazo susurrándole al oído que más tarde le daría las felicitaciones como se debía.

El tablero contenía lo siguiente...

EQUIPO DE GRYFFINDOR

Capitán de Gryffindor y buscador: Harry Potter.

Guardiana: Ginny Weasley

Cazadoras: Lavander Brown, Colin Creevey y Dennis Creevey.

Golpeadores: Seamus Finnigan y Tifany Luxemburgo.

Cuando el resto de los juegos integrantes vio el cartel, saltaron como locos, los hermanos Creevey saltaron al cuello de Harry, que se cayo con ellos encima, pronto todos estaban riendo y para celebrarlo fueron a traer comida de las cocinas para hacer una pequeña fiesta en la sala.

Lavander le había pedido tener una cita a Seamus, algo que sorprendió a Parvati, que se atraganto con el jugo de calabaza que tomaba en esos momentos, lanzo una mirada inquietante a su novio que asintió muy nervioso. Su novia con evidente enfado se fue a su cuarto a descansar, según les había informado en esos momentos y sin despedirse de nadie se fue de ahí, los únicos que sabían que sucedía eran Harry y Hermione.