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Título original: The Heart, the Soul 3: The Quiet Moments
Autor: Andrew Huang - alhuang©hcs..harvard..edu
Traducción: Miguel García - garcia.m©gmx..net
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Una historia anexa, en la continuidad de "No debo huir" y "En
otras palabras", hora llamada El Alma, el corazón. Se
desarrolla poco después de EOP. Por favor, leer los dos fics que
preceden a este. Al igual que en ellos, se aplican aquí también
las advertencias de revelaciones de lo ocurrido en la serie. Y
recuerden también, que este Shinji es el caracterizado en el
manga: mejor adaptado y con pantalones.

Dedicada a Michael Morgwardt y también a David Tai; éste último
me mosqueó bastante por esta historia en KawaiiMuck. Ojalá les
guste.

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Un fanfic de Oddzilla Producciones, escrito por Andrew Huang
Momentos Tranquilos.
Historia paralela de El Alma, el corazón.
Basada en Neon Genesis Evangelion, (c) Gainax Studios y ADVision
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Shinji estornudó.

El estornudo bastó para despertarlo, y abrió los ojos,
pestañeando, ajustándose paulatinamente a la vigilia.

Había poca luz, suficiente para ver las finas hebras de cabello
castaño rojizo que flotaban frente a sus ojos. Al parecer, eso
era lo que le había rozado la nariz hasta gatillar aquella reacción.
Había también olor a champú.

Tibio. Suave. Hmm. Y luego algo se movió, y Shinji se encontró
de frente a Asuka, que mostraba los signos de estar despertando,
en sus brazos.

Él volvió a pestañear.

--¿Shin...?

Ella tiritó levemente, aunque no hacía frío. Él se la acercó más,
y ella apretó la cara contra el pecho del muchacho

Las pesadillas... Eso. Asuka había gritado la noche anterior, antes
de quedarse él dormido. Al entrar corriendo, la encontró en el piso,
despierta y llorando. No la podía dejar sola, no así, claro que no.
Ella se había quedado dormida poco después, y... ahora, aquí
estaban. Eso.

--¿Por qué no se terminan? --dijo Asuka--. Ya va casi una semana,
y yo, yo... --Respiró temblorosamente--. Las odio.

Sí, las malditas pesadillas esas.

Shinji movió la cabeza. Todavía no era muy bueno para estas
cosas.

--No, no sé --dijo--. Creo que después... después que murió mi
mamá, también fue muy difícil para mí...

Ella emitió un quejido suave. --No estás ayudando.

--Eeeh... perdón, --Unas cuantas palabras le dieron vueltas en la
cabeza--. No te preocupes. Nada, nada más descansa. Hoy no
tenemos colegio, ni pruebas, y Misato ya debe haberse ido...

Ella asintió con la cabeza, y le envolvió el torso con un brazo.
Se quedaron así, en silencio, unos minutos.

--¿Shinji?

Él la miró.

--...no me dejes.

Él se le acercó, poniendo la frente contra la de ella.

--Asuka --contestó, después de un momento--, no me dejes a mí.

Ella lo miró. Hubo silencio. Luego empezó con risitas.

Shinji se encontró de pronto muy confundido:

--Oye, qué, ¿cuál es el chiste?

Asuka se calmó un poco:

--No puedo creer que hayamos dicho algo tan cursi. --Bajó la voz
con fingido melodrama--. "No me dejes a mí". Parece algo de
novela romántica mala.

Luego de unos momentos contemplando aquello, Shinji movió la
cabeza, y rió suavemente:

--Sí, me imagino que sí. Pero bueno, yo nunca hubiera creído...
bueno, todo esto, hace dos semanas --Suspiró--. Es una locura.
Todavía no entiendo.

--Yo tampoco --contestó Asuka. Su voz era ahora más tenue,
la risa ya ausente de ella. Se hundió levemente en el abrazo de
Shinji.

--Eso.

Shinji echó la cabeza hacia atrás, y cerró los ojos. Tanto había
pasado. Algunas cosas que por poco no habían sucedido,
sucedieron. Algunas cosas que podían haber sucedido, no
ocurrieron. ¿Por dónde podía empezar? No, sería más fácil
quedarse con lo que sabía, aquí mismo, en el presente. Esto sí
lo podía entender... Podía entender que alguien, una muchacha,
esta muchacha, estuviera acostada en sus brazos. Bueno... tal vez
eso no lo podía comprender del todo.

Pero más que suficiente.

Dormitaron otro rato más, en aquel ámbito de calma.

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Asuka salió de la ducha, secándose el pelo con la toalla, como era
su costumbre luego de finalizado el baño. Al llegar a su cuarto,
comprobó cuidadosamente que cierta otra persona ya se hubiera ido,
antes de vestirse rápidamente. Hizo abandono del dormitorio y
sintió el sonido, bastante fuerte, de algo friéndose en la cocina.
Y luego, hubo un aroma exquisito...

--Salchichas --balbuceó, tratando de no babear.

Marchó como hipnotizada hacia la promesa de buena comida, y se
encontró ante la estufa a Shinji, que sostenía una sartén de algo
que chisporroteaba aceite con fuertes sonidos crepitantes. Él sintió
las pisadas de la muchacha, y se volvió.

--Bueno, aquí tienes de la "comida normal" que querías --Sonrió--.
Ya sé que ya es bien tarde, pero... , bueno, anoche las compré,
cuando Misato y yo salimos a comprar comida. Me imaginé que
¡AUAUAUAU! ¡Rayos, me dolió!

Tiró la espátula al suelo, tomándose el lugar del brazo donde le
había llegado el salpicón de aceite. Entre quejidos, se fue en
picada al fregadero y puso el brazo bajo el agua corriendo.

--¿...Shinji? ¿Llevas como un año piloteando una EVA, y armas
tanto escándalo por un poquito de aceite de cocina?

Él la miró con cara de enojado.

Ella no se rió de él, por tentada que estuviese. Ni sonrió, aunque
el labio se le torció bastante antes de lograr controlarlo. En cambio,
se limitó a recoger la espátula, apartar al muchacho del fregadero
para lavarla, e ir a la estufa para atender las salchichas que se
freían en la sartén.

--¿Hay huevos también?

Tenía la voz casi --casi-- libre de todo temblor que delatara la
represión de hilaridad.

--¿Ah? Ehh, sí, claro...

Con el rabillo del ojo, pudo ver a Shinji abrir el refrigerador y
sacar cuatro huevos pardos.

--Aquí están --dijo él, poniéndolos sobre el aparador junto a la
cocina.

Asuka terminó de cocinar las salchichas, las puso en un plato,
luego frió rápidamente los huevos, dos para cada uno. Dividieron
también las salchichas, y se sentaron a la mesa a comer.

--Oye, no están mal --comentó Shinji--. A ti por lo general no te
da por cocinar...

Ella se encogió de hombros.

--Cierto. No me gusta quemarme con aceite, me imagino --dijo,
con una sonrisa imperceptible, y levantó una muñeca que presentaba
manchas tenues--. Pero yo no me quejo tanto cuando me quemo.

--Bah. --Shinji se hizo el enojado unos momentos, pero sonrió
para sí después de un rato. Comió en silencio, luego preguntó:

--¿Qué quieres hacer hoy?

Asuka pestañeó:

--¿Hacer? No... no sé. No se me había ocurrido. --Metió un
pedazo de salchicha en la yema del huevo y miró con ojo crítico
el pedazo de enfermedad coronaria--. ¿Tienes alguna idea?

Shinji suspiró, y descansó el mentón en las manos. Llevó la
mirada hacia la ventana abierta, y al sol que entraba por ella.

--Algo para salir de aquí --sugirió--. Llevamos casi toda la
semana encerrados. Digo, o es el cuartel, o la escuela, o el
hospi... emm. Bueno, tú sabes.

Ella lo miró al oír aquello, y encontró la mirada nerviosa del
muchacho. No, no voy a parecer débil. Ya no estoy débil.

--Sí --dijo.

Creo.

--Bueno --siguió ella--, no sería malo, supongo. ¿Podemos ir
al parque, a lo mejor? Después, ahí vemos. --Sonrió.

--Me parece. Vamos. Que Misato lave los platos cuando llegue.
Después de todo hoy le toca a ella.

Y ahora, él sonreía.

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El sol brillaba intensamente y el aire estaba tibio, aunque no
caluroso. Un día excelente para pasear.

Shinji le dirigió una mirada de reojo a Asuka, sudando levemente.
Ella traía puesta una blusa de seda azul y una minifalda negra.
Algo que él nunca antes le había visto puesto, y... Se sobó la
nariz, donde sentía un tanto de presión. Se miró. Sus pantalones
azul oscuro del uniforme y la camisa blanca. Absolutamente
desabrido. Suspiró.

--¡Aah! ¡Mira, allá! ¡Vamos!

Y Shinji se encontró siendo tironeado a toda velocidad hasta
un puesto situado en la intersección de dos senderos del parque:

--¡Oye! ¡Más despacio! ¡Me voy a caer, me... gah! ¿Cómo puedes
correr tan rápido con esa...? Eeeh. Digo. Jejé. --Se volvió a
sobar la nariz.

Asuka lo miró extrañada:

--¿Qué estás hablando? --Meneó la cabeza--. Cómprame un raspado
de hielo --declaró, majestuosa. Aunque su sonrisa distorsionaba un
tanto el efecto.

Shinji se rió, nervioso, y compró un pote de raspado de hielo con
leche condensada y mermelada (como se le había dictaminado),
luego se lo pasó a Asuka. Que raro, reflexionó... siempre se queja de
comer tanta comida japonesa, pero creo que esto es lo más japonés
que puede haber... Y vaya que le gusta.

--¿Y tú no vas a comer?

--¿Ah? ¿Qué? --dijo Shinji, pestañeando, sacado de sus
pensamientos--. No ando con ganas, creo.

--¿No andas con ganas? --Asuka puso cara de extrañeza,
deteniéndose la cuchara a medio camino de la boca--. Come, está
rico.

--Eeeh... este... --profirió Shinji, encogiéndose de hombros,
mudo.

Asuka hizo un mohín de exasperación:

--¿No te voy a tener que obligar a comer, o sí?

Se alejó la cuchara de la boca, y empezó a maniobrarla hacia
la cara de Shinji. Él la miró nervioso, echando instintivamente
la cabeza hacia atrás a medida que la cuchara se acercaba.

--Ya, no te voy a hacer nada --dijo ella--. Siempre y cuando
no me muerdas tú primero. --Una sonrisa colmilluda le vino a los
labios.

Los ojos de Shinji se desorbitaron. Esto sí que era raro. Ella
nunca había dicho nada así antes. Pero bueno... Empezó a
inclinarse hacia ella, hacia la cuchara que ella sostenía delante
de él, y abrió la boca. Y justo cuando estaba a punto de tocar la
cuchara con los labios...

--¿Qué? ¡Oye! --exclamó.

Asuka le dirigió una sonrisa burlona, con el mango de la cuchara
ahora asomando de la boca de ella.

--¡Caíste! --dijo, sonriendo como loca mientras él ponía cara de
enojo--. Ah, déjate de hacerme muecas. Es que es demasiado
entretenido molestarte.

Él la observó continuar riéndose durante otro minuto más,
terminar el resto del raspado y lanzarl miradas divertidas. Al
final, el gesto de enfado del muchacho cara se relajó, para ser
reemplazado por una sonrisa tenue. Bueno, ella podría haber
estado mucho peor en vez de esto. Me imagino que debería
alegrarme por eso.

--Bueno, vamos... sigamos caminando, ¿sí? --propuso.

Ella asintió, y continuaron la marcha, hacia el lago que se
hallaba en el centro del parque.

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¨

La expresión de su cara había sido invaluable, reflexionó Asuka,
mirando el agua.

El agua... Ja, tremendo lago. Apenas un estanque. Bah, ¿a quién
querían engañar? Nada más que un hoyo en el suelo con un poco
de agua dentro. Y, y...

--Me gusta este lugar --dijo Shinji.

...y a Shinji le gustaba. No lo molestes; no arruines el día.

--Es medio chico.

--Es tranquilo.

Asuka asintió con la cabeza. Había que concederle eso, al menos.

--Vienes seguido aquí, ¿cierto? Te ves tan, tan, cómodo aquí.

--Sí. Me acuerdo de la primera vez que vine. Bueno, más o menos.
Fue después de uno de los ataques de Ángel; no sé cuál. Con el
tiempo a uno se le van olvidando, ¿no crees?

--...No, no creo. --Asuka apretó los dientes.

No me hace nada de bien pensar en eso. Cambia el te... ¿ma? El
tren de ideas de Asuka se detuvo cuando sintió la mano de Shinji
cubrir suavemente la suya. Suspiró.

--Perdón.

--Y deja de disculparte. Juraría que ya te dije que no andes
diciendo eso a cada rato.

Shinji se detuvo ante aquello, pestañeando. Murmuró:

--O fuiste tú o fue Misato. No me acuerdo cuál fue.

Asuka se rió, una risa genuina aunque suave:

--¿Típico de nosotras dos, eh?

Ella volvió a mirar el agua, quedándose en silencio. Casi de
modo incosciente, movió levemente la mano y entrelazó los dedos
con los de él.

--Es la primera vez que vengo con alguien --dijo Shinji de repente.

Asuka se volvió a mirarlo, un tanto sobresaltada por su voz en el
silencio. Lo estudió con cuidado, cuando él volvió la cara para
mirarla a los ojos.

Ah, esos ojos de él, de nuevo...

--...Tenías que salir con algo así de cursi, ¿cierto? --preguntó
con una sonrisa apretada.

Shinji pareció un tanto dolido, como era de esperarse.

--¿No te cansas nunca de molestar? --se quejó.

Ya todo parecía estar siendo como en los viejos tiempos. Pero no
del todo.

Asuka soltó una risita, y le punzó un hombro con el dedo en gesto
juguetón.

--¡Por supuesto que no! --exclamó--. ¡Yo soy la gran Souryuu
Asuka Langley! ¡Yo no me canso nunca!

Y fiel a lo esperado, Shinji se puso a reír también. Luego de poco
rato, no obstante, ambos volvieron a caer en el previo silencio,
nuevamente mirando el estanque.

Para qué dije eso, pensó para sí la pelirroja. Había arruinado
bastante el momento.

Porque daba miedo, se respondió unos segundos después. Perderse
en esos ojos... Era una cosa cálida, maravillosa, pero también...
daba miedo.

Bah. Sé fuerte, carajo.

Entonces se recargó, livianamente, descansando la cabeza en
el hombro de Shinji. Él se puso rígido... por un instante.

Pero... es bueno recibir ayuda, cuando tengo que ser fuerte. Sí.

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¨

La tarde se consumió, y llegaba ahora al primer atardecer. El sol
alcanzó aquel punto del cielo donde es posible mirarlo directamente
sin dañarse la vista, e iluminaba todo con una fiera luz roja.

Shinji se sentió fervientemente poético en aquellos momentos, pero
estaba aquejado por una falta de talento como para seguir aquel
impulso. Por tanto, se conformó con:

--Bonito el atardecer.

Los dos iban ahora caminando de regreso al departamento, uno al
lado del otro. Asuka había estado callada casi del todo, nada más
disfrutando el escenario. Ella asintió en silencio, murmurando un
suave "sí", pero nada más.

Siguieron caminando, y Shinji no pudo sino mirarse de reojo la
mano derecha, que iba tomada de la mano izquierda de ella. De
manera bastante obvia. En público.

Caramba.

Y así y todo, y así y todo... Hombre, por qué me cohibo tanto, se
preguntó. Anoche dormimos en la misma cama, por todos los cielos.
Pero aquí, tomados de la mano, y hace rato cuando se recargó en mi
hombro, igual me da y apuesto que voy a seguir así... ¿Iré a cambiar
algún día?

--¿Pasa algo?

La pregunta de Asuka rompió las cavilaciones de Shinji y lo tiró de
vuelta al presente.

--Tenías la frente arrugada --siguió Asuka.

Los dos dejaron de andar, y se miraron. Shinji vaciló un momento,
y luego levantó la mano, todavía tomando la de Asuka.

--¿Por qué todavía no me acostumbro a esto? --preguntó--. O sea...
¡anoche hasta dormimos junmmmmmff!

Shinji se tambaleó hacia atrás, en parte por la sorpresa, en parte
por la fuerza con que Asuka le había tapado la boca con la mano
libre. Ella tenía los ojos muy abiertos y estaba furiosamente roja.

--¡Idiota! ¡Hay gente escuchando, que no te das cuenta!

Asuka miró rápidamente el entorno, y en efecto, había unas
cuantas personas mirando en dirección a ellos. No obstante,
su mirada de furia les conminó a seguir con sus asuntos. Ella
suspiró, y dejó caer la mano, luego volvió a mirar a Shinji... que
ahora se sobaba la boca.

--Au...

--¡Ah!

Asuka movió otra vez la mano hacia la cara de Shinji, aunque
de manera más suave esta vez. Sin embargo, él se apartó
instintivamente ante aquello, echándose levemente hacia atrás,
y esto causó que Asuka volviera a bajar la mano.

--Pe... perdón, Shinji. --Se mordió el labio mirándose los pies.
Pedir perdón todavía era difícil--. No... no tenía por qué hacer
eso.

En realidad, sí, era correcto impedir que él dijera algo tan
bochornoso... pero... ah...

--Emm. No importa. Creo que, eeh, no debí haberlo...
mencionado.

Se quedaron en un silencio incómodo, ambos sin mirarse. Al final,
Asuka empezó a caminar de nuevo... y quedó parada enseguida,
con un pequeño tirón del brazo de Shinji. Era que no se habían
soltado las manos. Asuka le dio a Shinji una mirada incierta, y
movió los dedos levemente como para soltarse. Pero Shinji no
hizo sino mostrar una sonrisa tenue, y apretó la mano sólo un poco.
Ella le hizo una seña afirmativa con la cabeza, y tiró de él en
dirección a la casa, una vez más.

Retomaron la marcha en silencio, perdidos en sus pensamientos
durante un rato. Luego, al doblar una esquina, Asuka habló:

--Bueno. En cuanto a, a lo que tú decías... Te entiendo.
Para mí también es extraño. O sea, yo no...

Suspiró, luego volvió un poco la cabeza para ver a Shinji asentir
con cada una de sus palabras.

--Estas cosas... demoran --terminó.

Y ya sé que me he demorado mucho en llegar a esto siquiera, se
dijo. Al menos logré llegar. Sí.

--Llegamos --anunció Shinji de repente.

El muchacho se hurgó en el bolsillo, extrajo las llaves, y abrió la
puerta del departamento. Entraron los dos, y él cerró la puerta.
Luego se volvió hacia ella, y ella hacia él.

Se miraron, y pestañearon un par de veces.

--Bueno, la pasé bien --dijo él.

--Sí, bien --dijo ella.

Se quedaron en silencio, todavía sin moverse.

--¿Fue una cita? --preguntó él.

--¿Y por qué me preguntas a mí? --preguntó ella.

Y entonces movieron la cabeza y se rieron.

--Sí, supongo que sí fue cita --admitió Asuka--. Gracias.

--Gracias a ti.

Y nuevamente, se detuvieron, y se miraron, en silencio. Hubo,
de pronto, una especie de tensión en el aire.

Si había sido una cita, entonces este era el final de la cita.
Era de conocimiento bastante público que al final de la cita...
Sólo que ambas partes vivían en el mismo lugar. Decirse "buenas
noches" no era opción, porque igual iban a seguir juntos. Además,
todavía no era de noche.

Todos esas ideas corrieron por sus cabezas, en una forma u otra.
Los dos lo sabían..., algo tenía que pasar. Así que algo pasó.

Shinji puso una mano en el hombro de Asuka y se le aproximó,
rápidamente. Acercó la cabeza, y luego presionó sus labios
contra los de ella durante un par de preciosos segundos, antes
de quitarlos y apartarse. Sonrió, con cara de cierta timidez, y
luego salió corriendo por el pasillo hasta su cuarto, y abrió la
puerta y entró de un salto y la cerró al estar a salvo dentro.

Asuka, mientras, seguía en la puerta. Se llevó una mano a los
labios, un tanto aturdida con lo que había sucedido.

--Huyó --murmuró.

Con eso, se dio media vuelta y caminó por el pasillo, estupefacta,
a su dormitorio, a ponerse algo más normal para estar en la casa.
Todavía tenía la mano en los labios, que estaban ahora doblados en
una sonrisa sutil.

Y Misato salió de la cocina, con la acostumbrada (aunque, de
momento, completamente olvidada) lata de cerveza en la mano,
también con una sonrisa en los labios. "Están creciendo, ¿cierto?
Qué bueno, Shinji. Qué bueno, Asuka".

¨

Fin.

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Por fin. Por fin terminado. Esto tan corto, después de meses
de estar dando vueltas y trabajando ocasionalmente en él. x.x
Detesto andar bloqueado. Ah... Este capítulo fue inspirado por
un doujinshi donde Asuka arrastra a Shinji a algo así como una
cita. Muy bueno, muy bonito, y... no es hentai, cielos. Se llama
Asuka, Rabukome suru, cuyo autor es un tipo que se hace llamar
"Isutoshi", y puede encontrarse en la colección de doujinshi
All's right with the world, publicada por Movic. Difícil de
encontrar, eso sí.

La próxima va a ser Misato. Estoy bastante ansioso por escribirla
a ella. Pero ojalá que pueda hacerlo más rápido que éste. n.n;;;

Nuevamente, gracias por leer.