Notas de la autora: quisiera dedicar este fic a unas personas que he conocido que comparten esta misma afición que yo. Esto es para Blanca (Yumi), Cris (Itnia), Gertru (Akanechan) y Paula (Kunoichi). Son unas chicas excepcionales y me alegro mucho de haberlas conocido. Os lo dedico chicas!

Y de repente la besó.

Kagome no supo que pasó hasta que notó unos labios cálidos posándose sobre los suyos. Y, sin saber por qué, correspondió al beso. Ese beso cálido y lleno de ternura…

Ella no era consciente de unos brillantes ojos dorados que observaban desde la rama de un árbol, la más cerca de su ventana.

Tampoco fue consciente del puñetazo que le propinó Inuyasha al tronco en el que se apoyaba.

Y no notó el momento en el que las últimas hebras de pelo plateado se dejaban ver, describiendo el camino por el que volvía su dueño.

Volviendo al pozo devorahuesos.

El adiós

Los personajes no me pertenecen y hago esto sin ánimo de lucro. Espero que les guste.

Capítulo 5

"ggg" mientras hablan
'ggg' lo que piensan

Kkkflashback

XXX cambio de escena

Kagome seguía en el quinto cielo, saboreando esos labios que acariciaban su boca con ternura. Ansiando ese calor que emanaban de ellos, y en un momento que se detuvo a coger aire, pues se estaba quedando sin aliento, una palabra salió en forma de susurro de sus labios.

"Inuyasha…"

El beso se detuvo y Hojo se apartó, mirándola embelesado. Sus mejillas, de un color carmín, le daban un cierto aire cómico. Ella permanecía con los ojos cerrados cuando escuchó la voz de alguien.

"Qué dijiste Kagome?"

Esa voz? Abrió lentamente los ojos…primero uno…luego el otro. Sabía a quien se encontraría, e interiormente rogaba porque todo haya sido un sueño y nada más. Pero cuando pudo enfocar su vista, se encontró con esos ojos castaños del muchacho, que la miraban con cierta alegría y timidez.

Cómo había podido confundir a Hojo con Inuyasha?

Era extraño, porque ella sabía que era Hojo el que había iniciado el beso. Simplemente se dejó llevar por sus sentimientos, y de repente el mundo desapareció para ella, y en su mente se imaginó que esa boca que buscaba desesperadamente la suya no era otra que la del medio demonio. Queriéndola… amándola.

"Nada" contestó ella avergonzada. Interiormente suspiró aliviada.

Hojo volvió a agacharse y repetir el proceso… pero esta vez ella le detuvo en su intento.

"Lo siento, yo… estoy con alguien. Lo siento" bajó la cabeza intentando no encontrarse con esa mirada inquieta. Qué mas podía decirle? Esperó durante unos instantes que le parecieron eternos, con sus manos juntas en su regazo, un pie golpeando constantemente el suelo, en un gesto de nerviosismo… Hojo solo la miraba intentando procesar lo que acababa de pasar. En un momento estaba feliz…y al otro sus sueños habían sido tirados por la borda. Pero no podía culpar a esta chica. Al fin y al cabo había sido él el que había realizado ese gesto tan osado.

"Disculpa Kagome, no quise incomodarte. Mañana nos vemos en la escuela, de acuerdo? Hasta mañana" y sin dejar que ella contestara a su saludo, salió rápidamente por la puerta de la habitación de la chica. Lo último que la joven vio de él fue su espalda.

'Hojo, perdóname' pidió mentalmente. Dicho esto, recogió los libros que habían sido esparcidos por toda la mesa, intentando poner un poco de orden dentro de ese caos. Cuando hubo finalizado, se asomó a la ventana y miró la luna. Dentro de poco sería luna nueva.

"Inuyasha…"

"Estaba enfadado Kagome, muy enfadado. Yo recién descubriendo mis sentimientos por ti, y tú con otro. Bueno, ya sabes que yo siempre me hago ideas precipitadas de las cosas" se detuvo un instante aguantando un sollozo repentino que amenazaba con escaparse. Cerró los ojos fuertemente en señal de protesta y llevó el cuerpo de la muchacha más cerca del suyo.

Lo más cerca posible.

Y apoyó la mejilla de ella contra la suya, enredó su mano en el cabello de la chica, se posicionó en la curva del cuello y dejó que un par de lágrimas que no pudo retener, bajaran por su rostro.

En esta posición, siguió hablando al oído de ella, susurrando de vez en cuando su nombre…

Inuyasha salió del pozo, ya en su época. Shippo le esperaba hablando con Kirara sobre temas triviales, cuando escuchó unos murmullos salir de la estructura de madera. De pronto el cabello plateado de Inuyasha se hizo visible, brillando con la luz de la luna.

"Inuyasha! Así que yo estaba en lo cierto. Dónde está Kagome?" preguntó el pequeño zorrito inocentemente.

"Keh! Ella no vendrá hoy"

"Pero…" no pudo terminar la frase. El hanyou ya había salido corriendo a subirse a la rama más alta del árbol en el que había sido sellado por Kykio. Se quedó allí toda la noche contemplando la luna.

'Pronto será luna nueva' pensó y un nombre se hizo paso al exterior a través de sus labios. "Kagome…"

"Lo más frustrante fue ver que no volvías. Estuve pensando durante la semana siguiente que estabas con él. Y yo solo quería partirle la cara…"

"Inuyasha, por qué no vas a recoger a Kagome? Hace un par de días ya que volvimos y no te he visto moverte. Si no nos damos prisa perderemos la pista de Naraku. No creo que se quede mucho tiempo en las montañas del norte. Y tenemos que comprobar si ese rumor es cierto" habló Miroku a Inuyasha. Más bien a su espalda.

Hacía una semana desde que había ido a buscarla y la había encontrado con el humano aquel. Apenas habló con nadie desde entonces y todos estaban un poco preocupados. Cierto es que ellos se peleaban muy seguido, pero no de esta forma. El hanyou solo respondió con uno de sus famosísimos "Keh!"

"Inuyasha!" gritó Shippo a la vez que de un salto llegaba hasta el hombro derecho de este, sujetándose con fuerza al haori rojo. "Ve a por Kagome de una vez"

Él solo lo cogió por la cola y lo lanzó a los brazos de Sango. Luego se levantó y se marchó sin decir una palabra a nadie. Varios pares de ojos seguían mirando la puerta de la cabaña totalmente sorprendidos.

"Pero qué le pasa?" preguntó la cazadora de demonios.

"Kagome y él debieron tener una discusión muy fuerte. Hace como una semana que fue a buscarla y volvió sin ella e incluso más enfadado" contestó Kaede sin mirarla, calentando al fuego un poco de sopa a modo de cena.

"Pero es raro, normalmente la señorita Kagome siempre vuelve antes, nunca les había visto así" comentó Miroku. Todos asintieron.

XXXXXXXX

A unos pocos kilómetros de donde se encontraba Inuyasha con el cuerpo de Kagome, podemos encontrar tres figuras que caminaban en dicha dirección. Más concretamente, hacia el claro en el que había tenido lugar la batalla contra Naraku.

Sesshomaru iba a la cabeza, andando despreocupadamente, con ese aire altanero que lo caracteriza. Jaken iba algunos metros más atrás, caminando delante del monstruo que los acompañaba, con las riendas de Ah Un en una de sus manos. Rin iba subido en el bicho de dos cabezas.

Todos iban callados menos la niña, que iba felizmente cantando algo que escuchó a los niños de un pueblo por el que pasaron hacía unos días. En realidad solo se había acercado ella para buscar algo de pan. Una de esas ocasiones en las que el sirviente Jaken se había tenido que quedar a cuidar de la chica, por orden del youkai, mientras éste iba a investigar alguna pista hallada de Naraku.

"Aiiro ni chirabaru nanatsu no hoshi yo
Sorezore ni ima omoi wa tsunori
Uchikudakarete ai o sakenda

Nigedasu koto mo dekizu ni
Yume ni sugaritsuku
Ikasamana hibi nado ni wa mou makenai…"

De repente Sesshomaru hizo una pausa en su caminar, causando que sus acompañantes también se detuvieran.

"Rin!" llamó el demonio de pelo plateado, y la niña calló.

"Qué ocurre señor Sesshomaru?" se atrevió a preguntar el demonio verde, soltando las riendas de Ah Un, pero siempre llevando la vara de Testas consigo.

Pero no recibió ninguna respuesta. Su señor simplemente se quedó viendo el horizonte por unos instantes, como escuchando u oliendo en la lejanía. Así que solo pudieron detenerse y esperar. De pronto, y sin previo aviso, escucharon un seguro "Naraku" de los labios del líder. Y entonces emprendió su marcha de nuevo, sin mirar atrás siquiera.

"Ah! Señor Sesshomaru, espere a Jaken!" pidió el demonio verde que echó unos pasos hacia atrás para tomar entre sus manos, de nuevo, las riendas del animal y seguirlo, mientras que Rin volvió a iniciar su canción…

XXXXXXXX

Inuyasha llegó de nuevo al pozo asegurándose a cada momento de que no le seguían. Entonces se apoyó con la espalda en el borde, sentándose en la hierba que nacía cerca de la madera, y miró la luna, dándose cuenta de que al día siguiente sería luna nueva. Así estuvo por varios minutos hasta que escuchó unos ruidos que provenían de los árboles cercanos. Oteó el aire con su nariz, pensando que quizá fueran sus amigos que habían ido a espiarle, como siempre. Pero no, era un olor diferente, un olor a … demonio.

"Estupendo, me servirá de distracción" dijo en voz alta mientras hacía crujir sus garras, poniéndose en posición de defensa. De entre los matorrales apareció un bicho enorme, con forma de gusano, con unos ojos redondos y muy grandes ocupando casi todo su frente. De donde se supone que debería estar la boca, le salían unos pelos largos y negros también, contrastando con el color de la piel que era de un tono rojizo.

"Keh! Menudo bicho de pacotilla, tú no me durarás ni dos minutos" dijo muy seguro el medio demonio, lanzándose en un gran salto, con la palma de su mano completamente abierta, el brazo estirado, y una muy conocida frase "Garras despedaza almas!" Sin embargo, aunque el bicho era muy grande, era rápido. Inuyasha se había confiado bastante pensando en lo inútil que sería esa cosa, y no vio venir uno de esos pelos que se posó en su hombro, antes de ser despedazado en mil pedazos. Cayó justo detrás de la criatura, mientras trozos de la carne se esparcían por todos lados, y de repente notó un intenso dolor, llevando la mano al foco del mismo. Se quitó la parte del haori que cubría su hombro y se encontró con una marca de color rojo fuego que recorría toda la zona, desde la omoplato hasta el inicio del pecho, haciendo la curva del hombro derecho.

Aunque le dolía, no quiso darle mayor importancia, y ya liberado de sus tensiones, saltó a través del pozo, para traer a Kagome de vuelta, aunque fuera a rastras.

Cuando llegó a la habitación de la chica la encontró sentada sobre su escritorio, escribiendo en un cuaderno esos garabatos, que a él le parecían más bien conjuros.

Entró a través de la ventana, la cual siempre estaba abierta para él. "Kagome" dijo totalmente serio y sin emoción alguna. "Tenemos que irnos, tenemos pistas de Naraku y…" pero cuando se quiso dar cuenta unos brazos femeninos le rodeaban completamente, el cabello azabache haciéndole cosquillas en su barbilla, y un olor a flores de cerezo tropezó en su nariz.

"Inuyasha! Qué bien, pensaba que no vendrías!" dijo la joven casi con lágrimas en los ojos.

"Yo…esto…yo" el gesto le había sorprendido tanto que no era capaz de reaccionar. Entonces ella despegó su rostro de su pecho y sus ojos se encontraron. Miró detenidamente la cara de la muchacha. Esos bellos ojos castaños posados en los suyos, su nariz respingona, invitando a posar un tierno beso en ella, sus labios carnosos, llamándolo con desesperación y deseo… Fue entonces que recordó el grandioso éxito (es irónico por supuesto) de la chica con el asqueroso lobo y el estúpido humano. Se separó de ella bruscamente y cambió su gesto a uno de enfado.

"Tenemos que irnos, hemos localizado a Naraku en las montañas del norte"

"Pero no puedo, pasado mañana tengo mi último examen"

"No importa, esto es más importante"

Kagome se estaba empezando a enfadar. "Perdona, pero mi vida aquí también es importante!" dijo casi gritando. "He trabajado mucho y no pienso tirar mis esfuerzos por la borda. Solo te pido hasta pasado mañana"

"Keh!" se cruzó de brazos y miró a la pared "He dicho que no, nos vamos ahora y no hay más que hablar"

"Inuyasha…" amenazó la chica con voz de o cambias tu actitud o digo la famosa palabra.

"Ya, lo que pasa es que tu te quieres quedar con el humano ese"

Ese comentario la descolocó por completo. De repente, y todavía asimilando lo que acababa de decir, lo vio darse la vuelta y dispuesto a marcharse. Pero cuando ya tenía un pie puesto en el alféizar de la ventana se detuvo al oír su voz.

"Lo viste" no era una pregunta, era una afirmación.

"Keh! Pues claro que lo vi. Vine a por ti y te encontré con el humano ese, pero no te molestes, partiremos sin ti"

"Espera Inuyasha" le detuvo poniendo una mano en su hombro para evitar que se fuera, pero no esperó que él se dejara caer al suelo en un gesto de dolor, pegando un grito muy agudo, y llevando una de sus garras a donde ella había posado, hacía tan solo unos segundos, su mano de mujer.. Esto la asustó. "Qué…qué te pasa?" No le dio tiempo a responder, pues se agachó a su lado y le quitó la ropa que cubría la zona en donde le había tocado. "Dios mío" gritó, llevándose las manos a la boca, evitando gritar.

"No es…nada" contestó el muchacho intentando levantarse. Pero volvió a caer de bruces. Cada vez se sentía peor.

"Pero…cómo que no es nada? No vas a moverte de aquí. Espera" e imponiéndose a la actitud distante del hanyou, lo ayudó a levantarse y lo tumbó en la cama. "Quédate aquí y no te muevas" entonces salió corriendo de la habitación en busca de su madre y del botiquín. La marca que tenía Inuyasha no le gustaba nada en absoluto. Parecía una especie de quemadura, pero tenía que ser algo más que eso porque empezaba a coger un tono verdoso.

Apenas unos minutos después llegó Kagome toda acalorada, tirando de su madre, y ambas le quitaron al muchacho la parte de arriba de su vestimenta, para poder observar mejor.

"Qué crees que pueda ser mamá?"

"Pues parece una quemadura Kagome, pero no lo es. Tiene que ser algo más, aunque no soy una experta. Necesitaría la ayuda de un especialista."

"No…nece…sito…" insitió el hanyou levantándose. Pero unas finas manos se lo impidieron, volviendo a tumbarle con mucha ternura.

"Inuyasha, qué te atacó?" preguntó angustiada la joven. A través de su tacto notó como aumentaba la temperatura corporal del chico de forma peligrosa. Y lo peor era que no sabía qué es exactamente lo que le pasaba.

Mediante gestos y palabras sueltas consiguió explicar al animal con el que se había peleado. Kagome acudió corriendo a su estantería a coger un libro de youkais. Desde que iba a la época del Sengoku, se había hecho con todo tipo de información acerca de las leyendas de demonios de entonces. Y ahora tenía una amplia biblioteca. Recorrió con rapidez las páginas, intentando buscar algo que se compaginara con la descripción. Y cuando su desesperación alcanzaba el límite, detuvo su búsqueda, sintiéndose exitosa.

"Éste?" preguntó, enseñando la imagen que había descubierto. Inuyasha abrió un ojo con dificultad, el dolor se estaba extendiendo por su cuerpo a velocidades muy altas. "Sí" pudo contestar antes de caer en la inconsciencia.

Kagome no se dejó llevar por el pánico y leyó en voz alta lo que ponía.

"Fokutoro, especie de gusano gigante con bigotes venenosos. Esos bigotes, en contacto con la piel, dejaban una marca en la zona infectada. El veneno que desprendía a través de ellos era muy potente provocando náuseas, estados febriles, dolor generalizado e incluso pérdida del conocimiento. Si no se trataba a tiempo podría causar la muerte. Esto no lo notaría la víctima hasta por lo menos media hora después…" avanzó unas cuantas páginas más hasta que lo encontró. "…se dice que la gente de la época intentaba vencer este veneno preparando un brebaje de…"y echó una ojeada a los ingredientes. Por suerte disponía de todos ellos, ya que se había traído varias hierbas medicinales que eran casi imposibles de encontrar. "Mamá, me voy a preparar…"

"Trae hija, lo haré yo. Tú quédate con él"

"Pero…"

"Si despierta será mejor que te encuentre a ti, además, así ayudarás a que se recupere más rápido. Yo prepararé esto, no te preocupes. Mandaré a Sota con una palangana con agua para que intentes bajarle la fiebre, te parece?" dijo ofreciéndole una sonrisa sincera.

"Está bien" se rindió Kagome, y llevó la silla de su escritorio hasta situarla a la vera de la cama en la que se encontraba Inuyasha. Este movimiento fue aprovechado por su madre para salir de la habitación. La chica tomó una de sus garras entre sus manos y una lágrimas escapó por su mejilla cuando vio su rostro, en el que estaba plasmado la imagen del dolor. "Vas a estar bien…" susurró.

XXXXXXXX

"Así que Inuyasha finalmente ha ido a buscar a Kagome" dijo Sango mirando hacia el interior del pozo.

"Eso parece, pero antes de marcharse se entretuvo con algo" contestó Miroku recogiendo un pedazo de carne del gusano.

"Bueno, pues no podemos hacer nada hasta que regresen, será mejor que nos vayamos a dormir" Sango empezó a caminar en dirección a la aldea con Shippo subido en uno de sus hombros. Pasó al lado del monje tranquilamente…

…hasta que notó una mano en su trasero.

Plafff

"Nunca aprenderá" se dijo Shippo cuando volvían a emprender él y la chica el camino a la aldea.

Miroku estaba detrás, medio enterrado en el suelo, con una enorme marca de mano en su mejilla.

XXXXXXXX

Toc! Toc! "Hermanita, puedo pasar?"

"Sí Sota, pasa" contestó Kagome secándose las lágrimas que recorrían su cara a la vez que un niño pequeño aparecía tras la puerta. Él acercó la palangana con agua fría que le había entregado su madre, y la dejó en manos de la muchacha. Lo puso en la mesita de noche que tenía al lado de la cama y mojó un trapo que colgaba de uno de los laterales. Escurrió los restos de agua sobrante y lo puso en la frente del hanyou, que se movía inquieto desde hace un buen rato.

"Inu-no-niichan" dijo Sota más para sí que para el resto de los presentes. Luego se giró hacia su hermana, que se había vuelto a sentar en la silla que antes ocupaba. "Se va a poner bien?"

Kagome dibujó su mejor sonrisa, para no preocuparle "Pues claro, es Inuyasha. Su cuerpo de medio demonio es mucho más fuerte que el nuestro. No te preocupes, ya verás como mañana estará mejor. Ahora vete a dormir, que te tienes que levantar temprano para ir a la escuela"

Sota, más calmado por las palabras de la chica, abandonó la habitación cerrando la puerta tras de sí. Entonces Kagome pudo dejar esa sonrisa falsa que había puesto delante del niño, cubriendo su rostro con una expresión de miedo e incertidumbre. Volvió a tomar su mano.

"Inuyasha, tienes que recuperarte…

…por mí"

Y así estuvo, con la garra del muchacho firmemente asida, por más de media hora hasta que su madre entró a la habitación con el líquido que actuaría como medicina y un ungüento que también aconsejaba el libro usar. Ambas curaron a Inuyasha en silencio. Inuyasha tragó casi forzadamente. Kagome dudaba de que en ese momento el fuera consciente de lo que estaba sucediendo. Le untaron la crema en el hombro y se lo vendaron, dejando actuar sobre la herida. Luego las dos se le quedaron viendo durante unos instantes.

"Ahora solo nos queda esperar" comentó la madre de Kagome. Intentó reconfortarla posando una de sus manos sobre la de su hija.

"Gracias mamá, puedes ir a acostarte. Si hay algún cambio te avisaré"

Madre e hija se dieron un beso de buenas noches y después la señora abandonó la habitación, dejando a la muchacha sentada de nuevo en la silla. Ella se acercó un poco al rostro del medio demonio y estuvo observándole por horas.

A eso de las tres de la madrugada la inquietud de Inuyasha cesó, cosa que tranquilizó de alguna manera a Kagome. Esta apartó un mechó rebelde de eso precioso pelo plateado, y estuvo acariciando la mejilla del chico, rogando porque despertara.

Poco tiempo después cayó profundamente dormida.

XXXXXXXX

"Koga, qué tal te encuentras?" el líder de los lobos y su manda habían vuelto a su guarida.

"Y cómo quieres que me encuentre? Auch!" se quejó el demonio.

Naraku le había cogido imprevisto y, aunque Koga se defendió bastante bien de sus ataques, finalmente fue alcanzado. Después de todo, el poder que este había adquirido mientras estaba escondido en el monte Hakureizan fue enorme, y por mucha velocidad que tuviera el lobo en las piernas, apenas aguantó unos minutos en pie.

Derrotado e inconsciente, Naraku le arrebató los fragmentos de la joya de las cuatro almas, y se marchó sonriendo maliciosamente, dejando a un Koga tendido en el suelo, muy mal herido.

Así fue como lo encontraron Hakkaku y Ginta, un tiempo después. Ellos habían intentado seguirle el paso, pero su líder era simplemente muy rápido. Como estaban cerca de su guarida, decidieron llevarlo para allá y curarle esas horribles heridas.

Lo que no previeron es que se despertaría de tan mal humor después de su inconsciencia.

"Dónde está ese maldito de Naraku?" preguntó muy enfadado. Sus compañeros se miraron entre sí con temor. "Decidme!" exigió.

"Pues…Naraku ha sido derrotado…por Inuyasha" contestó Ginta finalmente. Sin embargo no quiso terminar la frase, temía lo que su camarada pudiera hacer cuando se enterara.

"Ese maldito chucho!" gritó Koga, aún más enfadado. "Tengo que ir a verle, seguro que ha puesto en peligro la vida de Kagome"

"Pero Koga, tú no puedes moverte" dijo Hakkaku, intentando sacarle de su terquedad. "Además,…necesitas descansar…"

Koga los miró indeciso…

… y en seguida notó que algo le ocultaban. Se sentó nuevamente, dejando descansar sus piernas sobre las rocas, y fulminándolos con la mirada dijo: "Está bien, si no me lo decías ahora os las veréis conmigo"

"Decir qué? No hay nada que decir…jejeje…verdad Ginta?"

"No…cla…claro que no…" ambos se pasaban sus manos por sus nucas, intentando parecer casuales.

Pum! Pam! Sendos chichones aparecieron en las cabezas de ambos que, agachados para poder curar a Koga, estaban a su completa disponibilidad. "Quiero saber qué es lo que pasa y quiero saberlo ahora. Porque tengo que ir frente al chucho ese y recuperar a mi mujer!"

Ginta suspiró. "Me temo que eso no va a ser posible Koga?"

"Y por qué no?" preguntó sin comprender.

Ambos lobos se miraron, derrotados, y fue Hakkaku quien respondió.

"Porque…la señorita Kagome…está muerta"

Continuará…


Uf! Uf! Madre mía. Si el anterior era largo este lo es más. 11 páginas de Word. Bueno, qué os ha parecido? Aquí hay muchas sorpresas, quiero decir, aparecen más personajes que aún no habían salido a escena. Pero, aunque os parece poquito, ambos, tanto Sesshomaru como Koga tendrán más papel más adelante. Qué os ha parecido? Dejarme mensajitos, que sabéis que me gustan mucho.

Para sesshi23: gracias por tu review. Me sorprendio muchisimo porque me llego poco después de yo actualizar. Espero que te guste este capítulo, y sigue atenta, porque de vez en cuando dejaré caer cosas importantes. Un beso!

Para miho.neechan: pues gracias por tu agradecimiento (viva la redundancia, se dice asi?) pero la verdad es que yo agradezco que me escribais. Me dan muchisimos animos a escribir. Espero que este capitulo mas largo sea también de tu agrado. Besos

Para Minue: Pues si, la chica los tiene a todos comiendo de la palma de su mano. Yo también quiero! jeje, en fin, que nuestra protagonista seguirá muerta de momento, pero aquí os voy dejando cosillas para que os entretengais. Espero que te haya gustado, un beso!

Para MartaBatoussai: bueno, pues aqui otro capi mas. siento decirte pero Kagome si que esta muerta. Aunque ya veremos que pasa al final. Me estoy pensando hacer el final feliz o triste (jajaja, mira que soy mala) bueeeeno, tendreis que verlo, que si os lo digo no tiene gracia. Espero que te haya gustado. Besos!

Para GriS ChAn : con Inuyasha...no lo se, ya veremos. Pero como ves me gustan los besos asi que quiza haya alguno. Y quiza haya algo mas...Eso os lo dejo para que lo descubrais. Espero que te haya gustado. Besos!

Para Hally777: pues gracias por tus halagos. Si, es cierto que es triste, pero todo tiene solucion dentro de mi cabecita. Lo que pasa es que os llevara un tiempito descubrirlo. Intentare actualizar pronto, lo prometo. Espero que te haya gustado. Besos!

Para Andrea: y este que tal? Aun no revive la chica, pero al menos os voy dando pequeños caramelitos para que os endulceis un poco. Espero me tengais paciencia porque tardaremos aun. Espero, tambien, que te haya gustado. Besos!

Para samantha-sama: pues muchas gracias. Te digo lo mismo que he dicho anteriormente. Sobre si resucita o no tendremos que verlo mas adelante. Espero que este, mientras tanto, te haya gustado. Un beso!

Para kamissInuxAomesiempre : tranquila mujer, tendreis que tener paciencia. Creo que el final os gustara a todos, sea cual sea, lo que pasa es que aun tienen que pasar muchas cosas. No desesperes! Espero que este capi te haya gustado. Un beso!