"Eres mía" dijo Inuyasha con voz gutural, subiendo una mano por el abdomen femenino con una caricia realmente erótica y dispuesto a tomar a su presa cuando la voz de la mujer le llegó hasta sus sensibles orejas.

"No puedo" Kagome abrió enormemente los ojos cuando al fin su mente se volvió clara como la nieve. Él no se separó de ella sino que, dándole otro sensual beso y lamida al cuello de la joven preguntó.

"¿Por qué no?"

Y ella, tomando fuerzas de flaqueza y evitando los suspiros que el muchacho le arrancaba con cada una de sus caricias dijo. "Estoy saliendo con Hojo"

El adiós

Los personajes no me pertenecen y hago esto sin ánimo de lucro. Espero que les guste.

Capítulo 16

"ggg" mientras hablan
'ggg' lo que piensan

Kkk flashback

XXX cambio de escena

"Ahhh… que bien se está aquí" suspiró la pelinegra cuando se tumbó sobre el esponjoso colchón de su cama. Al llegar a su época y agradecer que su familia no estuviera para no tener que explicar la prenda toda manchada de sangre que llevaba puesta, se dio un muy agradable y largo baño, relajando todos sus músculos con el contacto del agua caliente rozando su blanca piel. Más de dos horas había estado en el refugio de la bañera, descansando su agotado cuerpo por la noche en vela.

Apartó la toalla rosa y amarilla que aún cubría sus humedecidos cabellos, posándola a un lado de la almohada, y volvió a recostarse sobre la cama, dejando escapar otro largo suspiro y mirando algún punto perdido del techo de su habitación.

Acercó la mano derecha a su rostro, rozando suavemente con los finos dedos sus labios, marcados por ese delicioso y anhelante beso del hanyou. Aún podía notar sus manos acariciando su cuerpo y la lengua recorriendo su cuello y hombro. Frunció el ceño ligeramente rememorando la despedida que habían tenido en el pozo.

"No puedo" Kagome abrió enormemente los ojos cuando al fin su mente se volvió clara como la nieve. Él no se separó de ella sino que, dándole otro sensual beso y lamida al cuello de la joven preguntó.

"¿Por qué no?"

Y ella, tomando fuerzas de flaqueza y evitando los suspiros que el muchacho le arrancaba con cada una de sus caricias dijo. "Estoy saliendo con Hojo"

Inuyasha detuvo su avance por el cuerpo femenino, separándose ligeramente para poder mirarla a los ojos.

"¿Qué?" preguntó, sintiéndose aún en ese estado de excitación y desconcierto.

"Bueno… yo" Kagome se maldijo a sí misma por el calor perdido. Pero… ¿qué podía decirle? Ella se prometió a sí misma hacía tiempo ya que no volvería a sufrir por el medio demonio. Es por eso por lo que decidió salir con Hoyo. Después de todo siempre dicen que un clavo quita a otro clavo…

¿No?

Ciertamente no era su caso. Pero… simplemente no podía.

"Yo…" volvió a susurrar la joven, temiendo encontrarse con esos ojos dorados que ahora la miraban fijamente en una mezcla entre dolor y furia. Podía sentirlos posados en su persona, estudiándola. No perdiendo detalle alguno de ella.

Un silencio incómodo se produjo entre ellos. Ninguno se movió. Kagome estaba muy nerviosa por la reacción de él. Desde que había decidido intentar reparar su atormentado corazón dejándose abrazar por los brazos de otro hombre, había mantenido su vida privada en completo secreto. Ni siquiera Sango sabía que ella tenía a otra persona. Y es ahora, cuando podía sentir de alguna manera ese dolor, sin ni siquiera mirarlo, de Inuyasha… en este momento es cuando se preguntaba el por qué de su silencio durante todo este tiempo. Al fin y al cabo, Inuyasha también tenía a otra persona a quien amar. Por eso… ¿por qué no se lo había dicho¿Por qué no había tenido el valor¿Por qué se avergonzaba?

Porque le sigues amando. Pase lo que pase.

Esa voz en su interior que había tratado de acallar tanto tiempo volvía a resurgir de entre las sombras. Y Kagome tuvo que aceptar la verdad. Esa verdad que intentó encerrar en algún lugar recóndito de su alma. Ella no amaba a Hoyo. Amaba a Inuyasha. Siempre lo había hecho. Siempre lo haría.

"Entiendo" esas silenciosas palabras la despertaron de su ensoñación, trayéndola al mundo nuevamente. Recordándola en donde estaba, y la situación en la que se encontraba.

Inuyasha, tras pronunciar esas palabras, le dio la espalda a la chica. "¿Volverás?"

"¡Claro que sí!" gritó Kagome con más sentimiento del esperado. La duda le molestaba. Cierto es que ella no pertenecía a este mundo, pero tenía muchos amigos allí de los cuales no quería despedirse.

"Bien, estaremos en la aldea de Kaede" tras esto comenzó a caminar a pasos lentos pero firmes, no volviéndose ni una sola vez. Ella lo vio alejarse, sintiendo el corazón oprimirse en su pecho una vez más. Pero no hizo nada, no intentó detenerle. Dejó caer amargas lágrimas por su rostro, que aún bajaban como torrentes cuando llegó al otro lado del pozo.

"Inuyasha…" dejó escapar nuevamente de sus labios. Había estado pronunciando ese nombre una y otra vez. Cuando llegó a la casa, dibujó la mejor de sus sonrisas, evitando que su familia se enterara de los terribles sucesos acaecidos. Al hallar la nota colgada con un imán en el frigorífico sobre la semana de vacaciones que su madre, junto con su abuelo y su hermano, se habían tomado para ir a visitar a unos familiares, pudo dejar escapar esa farsa, volviendo sus facciones a mostrar el estado de tristeza y desconsuelo que sentía.

Se giró para tumbarse de costado, quedando a su vista la foto enmarcada que tenía en la mesa. Esa foto que había observado por largas horas todas esas veces que se pasó en su época cuando Kikyo se les unió. Era una imagen de ella e Inuyasha. Cuando llevó una cámara fotográfica al pasado, todos estuvieron sorprendidos de ese extraño objeto que podía capturar imágenes con tan solo apretar un botón. Sacó fotos a todos sus amigos, por supuesto oyendo a cada rato las protestas del medio demonio sobre la pérdida de tiempo en la que estaban inmersos, pudiendo aprovechar ese momento de paz para salir en la búsqueda de nuevos fragmentos.

En un momento de descuido, Shippo le quitó la cámara a Kagome, tomando una foto justo en el instante en el que ella hizo funcionar el conjuro sobre el collar de piedras y colmillos que rodeaban el masculino cuello de Inuyasha.

La joven sonrió ante el recuerdo. Una sonrisa triste, que fue acompañado de más gotas de agua salada que se desprendían de sus ojos.

"Inuyasha" llamó su nombre, ahogando los sollozos sobre la almohada…

… hasta que se quedó dormida.

XXXXXXX

"Soy un tonto" dijo un hanyou, subido a la rama del más alto de los árboles, observando el atardecer.

Se había pasado allí horas. Después de despedir a Kagome en el bosque, fue a por Sango, Shippo, Miroku y Kirara, que se habían quedado esperándoles en la cueva en la que pasaron la noche.

Cierto es que no llegó con muchos ánimos, pero ellos no preguntaron. Se habían acostumbrado a las continuas peleas entre ambos, dejando las razones de las mismas en privado.

La aldea de Kaede los recibió con los brazos bien abiertos, pues las noticias de la muerte de Naraku se habían extendido como la pólvora, teniendo en cuenta que apenas habían pasado dos días. Hubo largas celebraciones con grandes manjares obtenidos del campo y cocinados por las aldeanas. Miroku se sentía en la gloria, rodeado por tanta mujer bella. Aunque ahora sus manos estaban muy bien sujetas por una firme Sango que, aun sabiendo que el monje no haría nada depravado o de su estilo, no podía evitar sentirse un poco recelosa por la perversión que portaba el hombre.

Inuyasha no se unió a la fiesta. En un momento de descuido, se escabulló por entre los árboles, alejándose lo máximo posible para obtener un poco de intimidad. Encontró un árbol de su gusto y se hizo paso hasta la rama más alta, desde la que tenía espléndidas vistas del paisaje y atardecer.

Así es como le encontramos ahora, sumido en un mar de desesperación y rabia, aún sintiendo el joven cuerpo de la chica apretado contra el suyo. Acordándose de los suspiros que él le había arrancado. Toda ella le gritaba que también lo quería. Que estaba dispuesta a convertirse en uno con él, consciente e inconscientemente.

"¿Cómo pude olvidar una cosa así?" suspiró por enésima vez.

"Por cierto, te traje esto, con ellas puedes hacer un te muy bueno para casi cualquier tipo de enfermedad" y le tendió la bolsa de hierbas que aún tenía bien asida en su mano.

"Esto… gracias" tomando la bolsa de sus manos y sin saber realmente qué decir. Sus miradas se encontraron repentinamente, el aire que los rodeaba cambió y la situación en la que se encontraban pasó a ser, de alguna forma, un tanto íntima. Así fue como ocurrió que Hojo, sin haberlo planeado en momento alguno, se agachó acariciando la punta de la nariz de Kagome con la suya y pidiendo, silenciosamente, casi rogando con la mirada el permiso que buscaba para unir sus labios.

La muchacha tuvo un momento de incertidumbre, pero si quería olvidar a Inuyasha el chico delante de ella era siempre la mejor opción. Un chico guapo, inteligente, que siempre se había preocupado por ella… así que fue la joven misma la que alcanzó los labios del muchacho, despidiéndose con un tímido beso. Rozando con su boca la de él, mínimamente, en una caricia íntima y muy tierna.

Cuando se separaron para respirar, una cara de felicidad fue la que se encontró Kagome en el rostro de Hojo, y él pudo decir que la había visto sonreír.

"Hasta pronto… Kagome" dijo él, y sin esperar respuesta alguna se dio la vuelta y emprendió el camino hacia su casa. Kagome vio como desaparecía escaleras abajo, se llevó una mano hasta los labios, aún sintiendo ese suave roce de instantes antes.

(…)

Convencido de que si volvía a echar un vistazo era solo por el bienestar de ella, volvió a deslizarse por la estructura, llegando casi al instante a la época futura. De un salto salió a la superficie y abrió, sin hacer ningún ruido, las puertas que daban acceso al exterior. Se acercó hasta la gran casa y se coló por la ventana abierta del cuarto de ella intentando hacer el menor ruido posible.

Sorprendido de no encontrarla en la cama como todas las noches que ella pasaba en su época, se deslizó hacia el pasillo, bajando lentamente las escaleras que daban acceso al piso de abajo, sorprendido de encontrar tanta luz a estas horas y una amena conversación entre los presentes.

Sus sentidos no le fallaban. Había detectado el sabroso aroma de Kagome desde que entró a su habitación, pero el olor masculino recién lo captaba, no pudiendo evitar que un ligero gruñido como muestra de posesión escapara de su garganta, pero lo suficientemente bajo para no ser descubierto.

Vio que ambas figuras se levantaban y se dirigían hacia la salida, para alivio del hanyou, que los observaba escondido. Pero su corazón se detuvo cuando vio que, aunque fue el chico quien se inclinó sobre ella, fue la propia Kagome la que alcanzó los labios de Hojo, rindiéndose ambos a un, aunque no apasionado, pero si dulce y cariñoso beso.

No pudo aguantarlo más. Salió por el mismo lugar por el que había venido evitando hacer cualquier tipo de ruido que delatara su presencia, y se escabulló por ese pozo que lo llevaría a su mundo, con el corazón completamente destrozado.

"Kagome…" susurraron sus labios a los resquicios de sol que se ocultaban en el horizonte. '¿Te habrás entregado ya a él? Ciertamente no lo decía tu olor. Pero…' frunció el ceño. 'Cierto es que tu olor…' y sin darse cuenta de que empezó a hablar en voz alta. "… tu olor no es el mismo."

"No, y vas a tener que decírselo" una voz chillona e infantil llegó hasta sus finos oídos. Logrando no caerse por el susto que le había provocado Shippo al aparecer tan repentinamente, le lanzó una mirada que bien podría haber derretido hasta al más valiente. Pero el kitsune no se dejó amedrentar. Subió el también por el árbol hasta alcanzar al medio demonio, que le miraba con cara de pocos amigos.

"¿Qué haces aquí?"

"Te llevo siguiendo desde que saliste de la fiesta… lo sorprendente es que no te hayas dado cuenta" contestó Shippo.

"¡Keh¿Qué quieres?"

"¿Por qué se fue Kagome?"

"Eso no es de tu incumbencia. Además, ella quería volver a su época, no hay nada que yo pueda hacer" contestó Inuyasha cruzándose de brazos y mirando en otra dirección.

Shippo le miró por un instante con la mirada seria, pensando detenidamente en sus próximas palabras hasta que…

"¡Auch¿A qué demonios vino eso?" dijo el hanyou, frotándose la zona de la cabeza golpeada por el kitsune que, tras el salto dado para llegar hasta su objetivo, había vuelto a caer sobre las piernas del muchacho.

"A que eres tonto" Inuyasha le lanzó otra de esas miradas que matan. "Después de todo lo ocurrido… ¿vas a dejar que se vaya con él? Además, debes decirle su condición, ella tiene derecho a saberlo."

"¿Lo sabes?" preguntó sorprendido.

"Tengo buen olfato al igual que tú Inuyasha. El que sea más pequeño no quita que sigo siendo un demonio. El cómo ha ocurrido no lo se, aunque tengo una ligera idea teniendo en cuenta que no has querido contarles como Kagome regresó a la vida. Igualmente, ella tiene derecho a saberlo"

"No"

"¿No?" preguntó Shippo confundido.

"Tengo que encontrar la forma de cambiarlo. Yo la he hecho sufrir ya bastante. Tiene derecho a ser feliz. Por eso tengo que encontrar la forma de que ella vuelva a ser como antes"

Shippo iba a contestar pero se detuvo, los ojos de Inuyasha nunca habían mostrado mayor tristeza. Él, para quien Inuyasha y Kagome eran lo más cercanos a unos padres, se dejó invadir por esa pena, compartiendo el mismo sentimiento. Se acurrucó junto al medio demonio, dejando que sus bracitos le abrazaran para darle consuelo.

Cuando la noche ya había caído sobre el Sengoku, Inuyasha regresó a la aldea, llevando entre sus brazos al kitsune ya dormido. Se sorprendió al encontrar a Sango esperándole sentada al lado de un Miroku rendido al mundo de los sueños. Por las posturas de ambos, daba la impresión de que llevaran esperándole un buen rato.

"¿Sango?"

"Schhh…" rogó ella. Se levantó y cogió a Shippo cuidadosamente, posándolo en el regazo del monje. Ninguno de los dos se despertó. "Kirara, cuida de ellos" susurró a la gata. Ésta tan solo asintió, transformándose en su forma de lucha, y se acurrucó al lado de los adormilados seres.

Sango sonrió, antes de volver a endurecer su gesto y mirar al hanyou "Tenemos que hablar, ven" le cogió de la mano y le llevó casi a rastras por el mismo camino que habían venido. No se detuvo hasta que no sintió que estaban lo suficientemente lejos como para tener privacidad. Para su sorpresa, el hanyou en ningún momento se quejó.

Ya en un claro bastante oculto, se sentaron a la vera de unos árboles.

"¿Por qué se fue Kagome?"

"Dijo que tenía que volver a su época"

"¿Y?"

"¿Y?... ¿Y qué?"

"¿Qué hiciste para que tuviera que volver a su época así, tan de repente?"

"¿Por qué siempre asumís que es culpa mía?"

"Porque siempre lo es" una gota cayó por la cabeza del medio demonio.

"¡Keh! Se fue porque quiso, yo no hice nada"

"Inuyasha" pidió la exterminadora. "Muchas cosas hemos pasado ya juntos. Creo que es hora de hablar seriamente"

Para su sorpresa, Inuyasha aceptó estas palabras. Estaba cansado ya de las verdades a medias y, en cierta forma, tenía curiosidad por lo que Sango quisiera decirle.

"Sango, tengo una pregunta"

"Dime"

"Bueno yo… esto… tu sabes que Kagome…"

"Que la amas" contestó ella tranquilamente ante su titubeo.

"Sí… ¡No! Bueno…" el sonrojo de su cara no podía ser mayor.

"Inuyasha, la amas. Y hasta que no aprendas a aceptarlo ante ti mismo, no vas a tener a Kagome contigo. Se que algo ha pasado entre vosotros, por la cara con la que apareciste cuando viniste a recogernos."

"La besé"

"¿La besaste?" no pudo evitarlo. Aunque tenía muy claro los sentimientos que se profesaban el uno al otro, que le dijera tan claro repentinamente lo que sentía era algo de lo que no pudo evitar sorprenderse.

"Yo… bueno" el sonrojo se hizo aún más intenso. "La quiero, lo admito. Reconozco que he estado muy confundido con respecto a mis sentimientos. Siempre Kagome y Kikyo. Dos caras de una misma moneda. Pero cuando la vi morir… No hubieron dudas Sango. Hubiera muerto por ella. Hubiera muerto por Kagome sin dudarlo. Luego ella volvió a la vida y yo… me sentí bien de tenerla con nosotros nuevamente. Pero quiso irse. Y yo no quería que se fuera. Y la besé. Yo… bueno… quería…quería… el caso es que ella está saliendo con otra persona" carraspeó, intentando disimular el nerviosismo que su aceptación le había causado.

"Ya veo" contestó la muchacha, callando por unos instantes.

"Así que, como ves, no puedo hacer nada. Kagome ya no es nada mío, si es que alguna vez lo fue"

"No puedo creerlo Inuyasha. ¿La vas a dejar marchar¿Tan fácil?" preguntó la exterminadora, mirándole seriamente a los ojos.

"¡Keh¿Y a qué demonios te refieres con eso?"

"Inuyasha, solo te lo voy a decir una vez y espero que lo comprendas" la mujer se levantó de su asiento y se acercó al ser que la observaba con curiosidad. Se agachó delante del medio demonio, posando una rodilla en el suelo y una mano en uno de los hombros masculinos.

"Kagome nunca ha dejado de amarte. Es una lástima que ella no viera lo que yo vi cuando murió. Ten en cuenta que, en su mente, tú eres el mismo hanyou que suspiraba por una sacerdotisa muerta en vida. Tú has cambiado, o quizá eras así y no lo sabías. Muéstrale al verdadero Inuyasha"

Dicho esto la mujer se levantó y emprendió el camino de vuelta a la aldea, dejando a un hanyou bastante desorientado. Él la vio marchar, y se quedó en el mismo sitio hasta que todos sus sentidos, no solo el de la vista, la perdieron completamente en la oscuridad de la noche.

Alzó su cansado y pesado cuerpo de la hierba sobre la que se había sentado, y dirigió sus pasos hasta el cercano pozo que hacía las veces de puerta o pasadizo entre tiempos, dejando que los rayos lunares bañaran su rostro y sus cabellos, provocando que su blanquecina melena dibujara una especie de halo sobre la cabeza del chico, dándole un aspecto casi angelical y etéreo.

"Muéstrale al verdadero Inuyasha"

Las palabras de Sango se repetían una y otra vez en su cabeza. Y así, con la luna y las estrellas como únicos testigos de sus actos, saltó al interior de la estructura.

XXXXX

¡Ding¡Dong!

El sonido de la puerta despertó a una somnolienta Kagome, que se tuvo que frotar los ojos varias veces hasta que su mente trabajó en los sonidos de su alrededor.

¡Ding¡Dong!

Volvieron a repetir con insistencia. Desde luego no había mucha paciencia hoy en día.

"¡Ya voy!" gritó bajando las escaleras. Le dolía ligeramente la cabeza por todas las lágrimas que sus ojos habían derramado. Lo que menos necesitaba era un vendedor de puerta en puerta ansioso por deshacerse de sus productos. Tenía la impresión de que podría descargar la tensión gritando unas cuantas palabras malsonantes, pero se contuvo.

¡Ding¡Dong!

Alcanzó el pomo de la puerta, segura de no poder esconder esa expresión de pocos amigos que se le había dibujado en la cara.

"¿Pero quién…?"

"¡Kagome! Menos mal…" suspiró un joven de ojos amables.

"Hojo…" dijo la voz sorprendida de la muchacha. "Que bueno que viniste. Pasa, quería hablar contigo"

El muchacho la miró sin comprender bien esa voz algo fría, pero lo atribuyó al sueño que parecía que sentía la joven, pues las ojeras bajo sus ojos revelaban pocas horas de descanso.

Y así, descalzando sus pies de los incómodos zapatos que llevaba metiéndolos dentro de unas más reconfortantes zapatillas, entró al interior.

Continuará…

Bueno, pues aquí el siguiente capítulo. No os podéis quejar, he sido bastante buena, que os lo estoy poniendo prontito. Poco… muy poco ya. Disfrutarlo mientras se pueda, besitos!

Para catumy: ains wapa! que hace mil que no te contesto por aki eh? Claro, como siempre te metes en tu cuenta te dejo mensajitos privados. Pero esta vez me dio pereza :p Me vas a decir, y aqui lo dejas? Lo se, pero es una forma de pedirte que continues tu tb o te voy a hacer estos cortes en cada capi:p un besito nena.

Para Silivia-Chan: hola nena, es verdad que estas mas que ausente.Ja,ja,ja solo por ti hare lemon (aunque ya lo habia pensado, jijiji) pero si, a ver si te conetas mas a menudo que se te echa de menos! que ademas tenemos muchas sorpresitas, como una nueva web de Ranma y de Inu Bueno wapisima, nos vemos besotes!

Para lorena: bueno, tus deseos son ordenes :p nop, de verdad que ya todo iran siendo caminos de rosas. De hecho mi cabecita ya esta pensando en cositas que espero que os gusten pa el proximo capi. Pero el final se acerca. Disfrtarlo! besos!

Para tlap: XXDDDD me hace gracia que todos penseis que inu se merece lo que le esta pasando. Aqui la conti, besos!

Para Asesino: Hola! gracias por decir que mi fic es commplicado, lo tomo como un piropo, realmente me ha encantado! Aunque queria responderte a algunos puntos que me planteas en tu review. En primer lugar gracias por escribir. Siempre es bienvenido. En segundo lugar lamento que no te haya gustado el desenlace, aunque me alegro de tu sinceridad. Pero... lo siento, nunca dije que mi fic fuera alegre, o que todo fuera a ser un camino de rosas. Es un fic de romance y de drama, y me siento bastante orgullosa de haber cumplido con ambos adjetivos. Nadie te obliga a leerlo, pero te puedo asegurar que he leido fics que tienen finales angst, que también son una delicia aunque te arranquen par de lágrimas. Lo unico que no me ha hecho mucha gracia, si no te importa que te lo diga, es tu frase: "VI TU IC Y DECIDI LEERLO TODO YA QUE ME PARECIA LARGO, AL CARAJO, QUE DEPRECION DE MIERDA, LOKO, NUNCA MAS VOY A LEER FF ASI POR FAVOR. mAS DRAMA EN LA PUTA SERIE NO HAY, Y VOS NO PONES MAS DRAMA ACA! DEJAME DE JODER, HACE UN CUROS DE VIDA FELIZ, QUE TUI VIDA SEA ASI DE DEPRIMENTE NO TIENE QUE DECIR QUE NOS TENGAS QUE ARRUINAR A TODOS LA UNICA DIVERCION QUE TENEMOS DE LEER FICS FELICES, CLARO CN ALGUN QUE OTRO PROBLMEA PERO NO TANTO DE INU KAG." Bueno, varias frases de hecho. Te repito que yo no obligo a nadie a leer en ningun momento. Pero no creo que estes en posicion de decir algo sobre mi vida. Y no pretendo joder a nadie poniendo las cosas dificiles a nuestros personajes. Pero... la vida no es facil tampoco. Aunque te puedo asegurar, y varios de mis mas cercanos conocidos que estan por aki pueden confirmarlo, que tengo una vida realmente feliz. Y si tu tb la tienes te aplaudo por ello. Pero repito, no entiendo que tenga que ver mi vida con el fic, puesto que ambos son dos cosas completamente diferentes. En fin, que no me voy a meter mas en el asunto. Y si, por que no, si quieres leer un fic en el cual solo te entretengas a modo de comedia o romance pasteloso (tipos de fics que tb adoro) lo siento enormemente porque te has confundido de lectura. En fin, besos!

Para samantha-sama: aqui dejo un capi un poco mas largo que el anterior. Y tu tranqui... que cuando puedas leer lees, Me alegro de haberte servido de ayuda y espero que te guste el capi, besos!