Los personajes pertenecen a J.K. Rowling y a la Warner Bros.

Capítulo 7 : Confesiones de amigos

-Y bien?- preguntó Ron sentandose al lado de Harry- Arreglaste todo con mi hermana?

La mayoría de los hermanos Weasley, a la excepción de Percy, se habían reunido con Harry en la habitación asignada por madame Weasley como dormitorio de Harry.

-Ya podemos llamarte cuñado?- preguntó Fred dando un codazo en el costado de Harry.

-Por qué no mejor "hermanito"? – añadió George dejando escapar su risa.

-Lo lamento chicos- dijo Harry- Ginny y yo sólo somos amigos- Mentiroso!- se dijo a sí mismo, recordando los besos apasionados que habían compartido, la espalda desnuda de la chica y las curvas de su cadera que se revelaban debajo de la suave tela de su vestido blanco.

- Es una lástima – dijo Ron con un tono ausente y el ceño fruncido.

-Sí que es una lástima!- afirmó George- nada como tener el socio inversionista en la familia.

Eso da más... más ... – se detuvo buscando una palabra.

-Más seguridad?- aventuró George con una sonrisa que revelaba que no era esa palabra en la que realmente pensaba.

- Más obligación!- rió Fred con descaro. Harry dibujó una media sonrisa. Se sentía fatal mintiendo a sus amigos.

-Realmente no estoy mintiendo-se dijo para acallar su conciencia.

-Y qué tiene mejor esa ojos-estirados que mi hermana?- interrogó Ron levantándose con violencia.- Acaso Ginny no es lo suficientemente buena como para tí?- dijo mirando a Harry directo a los ojos.

Todos los que estaban en la habitación miraron a Ron y después a Harry, quien permanecía con la boca abierta sin comprender la reacción de Ron.

-No me miren con esa cara de idiotas!- exclamó Ron enojado.- Ginny a sufrido bastante esperando por años a este imbécil y ahora, en lugar de recuperar el tiempo perdido, se casa con esa ojos-estirados.

- A qué se debe esa explosión? –preguntó Fred sin entender a su hermano pequeño.

- A sentimientos represados durante mucho tiempo o a una verdadera preocupación por nuestra hermana?- intervino George.

- Estoy cansado de verte haciendo el idiota todo el tiempo, Harry- continuó Ron sin prestar la menor atención a sus hermanos- Primero pasaron años sin que te fijaras en Ginny, después te haces su novio y YO LO ACEPTO. Luego desapareces de su vida. Finalmente, la dejas por otra. ESTA ES LA TERCERA Y ULTIMA VEZ QUE PERMITO QUE LE HAGAS DAÑO A MI HERMANA!- concluyó lleno de furia.

Harry no sabía qué responder. El joven miraba atónito a su amigo y con la sensación de haberse perdido algo en el camino. Los gemelos se miraron entre ellos y luego George se volvió hacia Harry y le dijo en tono solemne.

-Amigo, comprendemos que la solidaridad familiar está por encima de todo...

-Pero la solidaridad comercial es también demasiado importante como para ignorarla- agregó Fred mientras ponía una mano sobre el hombro de Harry.- Por eso preferimos eclipsarnos..

-Si necesitas de nuestra ayuda, sabes donde encontrarnos..- continuó George antes de ser interrumpido por su gemelo que agregó en forma fatídica...

-Si no la necesitas, con gusto asistiremos a tu funeral... De qué color prefieres la corona fúnebre?- Y sin esperar respuesta se desvanecieron con un PLOP!

Ron no reaccionó lo suficientemente rápido como para fulminarlos con la mirada, así que se concentró en el objeto de su ira: Harry.

-Estoy esperando tu respuesta... No, mejor EXIJO UNA EXPLICACION!

-Ron, yo...- Harry no salía de su asombro. Qué diablos le pasaba a Ron? Con qué derecho le gritaba de esa manera?

-Hey, Ron!- llamó Bill tratando de mejorar un poco la situación que se ponía cada vez más tirante.- No crees que estás exagerando un poco?

-EXAGERANDO YOOO? – gritó Ron fuera de sí- Y tú, no crees que es hora de que te ocupes un poco más de tu hermana menor?

-NO ME GRITES, RON!

-Calma, calma, chicos- intervino Charlie bajo un tono apaciguador- Cada quien tiene su vida privada y nuestra hermana y Harry no son la excepción. Además, ellos son adultos...

-QUE ADULTOS NI QUE CUERNOS DE DRAGON! – siguió gritando Ron- Ginny es una niña, nuestra hermana menor. Y no va a ser un...

Ron no pudo continuar la frase. Al volver la cabeza para mirar a Charlie, sus ojos consiguieron los de Ginny que estaba parada detrás de su hermano mayor con los brazos cruzados sobre su pecho. Detrás de ésta, una enojada Hermione parecía hechar fuego por los ojos.

- Mucho cuidado con lo que vas decir hermanito. – Cortó fríamente Ginny.

-Cuando pararás de hacer y decir tonterías?- preguntó Hermione molesta.

Ginny avanzó de un paso elástico hacia el centro de la habitación. Harry aguantó la respiración con los ojos fijos sobre el cuerpo de ella. Cada movimiento le hacía recordar una caricia y le hacía desear descubrir la piel que se hallaba bajo el vestido. El joven dejó de escuchar y ver lo que pasaba a su alrededor para perderse en sus pensamientos y sus deseos con los ojos fijos en el cuerpo curvilíneo de Ginny. Bill y Charlie observaban fíjamente a Harry sin que éste se diera cuenta. Luego de algunos segundos intercambiaron un guiño.

-Deja de tratarme como una niña, Ronald!- exclamó Ginny con un poco de enfado en la voz.

-Esto se pone bueno... – murmuró Charlie.

-Señorita- contestó Ron adoptando un tono de superioridad- Permítame recordarle que usted ES una niña.

Ginny dejó escapar un suspiro de resignación. Miró a todos en la habitación y preguntó:

-Alguien más en esta habitación olvida que ya tengo veintiún años?

Nadie respondió a la pregunta. Ginny se volvió para mirar a su hermano y decirle pausadamente:

-Ronald, créeme cuando te digo que comprendo tu actitud, pero estoy HARTA de que me trates como una niña o una idiota. Soy una mujer, Ronald. Una mujer hecha y derecha, con todos los deseos propios de mi edad. Sé perfectamente afrontar las consecuencias de mis desiciones y te lo voy a probar.

Sin darle tiempo a nadie de reaccionar o de contradecirla, Ginny avanzó hasta donde estaba Harry, lo miró un segundo y tomando el rostro del joven entre sus manos, lo besó apasionadamente mientras restregaba su cuerpo al del joven que no supo qué actitud tomar. El chico se tambaleó a causa del ímpetu del beso y de la debilidad que de pronto sentía en sus piernas.

Ginny se volvió y con el mismo paso elástico se dirigió hacia la puerta.

-Ah! Se me olvidaba!- exclamó dándo media vuelta desde la puerta para fijar a Ron con la mirada- Harry y yo sólo somos amigos, los dos lo decidimos así. Tú sabes, yo soy una niña y mi amor hacia él no era otra cosa que un sentimiento infantil. – dijo con ironía. Harry se sonrió disimulando sus sentimientos y bajando la mirada. Todavía temblaba a consecuencia de ese beso que le removió cada fibra de su cuerpo y que hizo crecer en él una oleada de deseo. Ginny salió de la habitación.

Ron quedó en el medio con la boca abierta y mirándo el vacío en la puerta.

- Está loca!- pensó el pelirrojo.

Un segundo después de la salida de Ginny, ésta asomó la cabeza por el marco de la puerta y agregó:

- Y no estoy loca... por si acaso... – Con una gran sonrisa se encaminó hacias su habitación.

-Y bien? – preguntó la señora Weasley cuando Ginny entró de nuevo a su habitación. – Me contarás qué ocurre después de la demostración que hiciste?

Ginny suspiró, sacó su varita del bolsillo y haciendo un hechizo, aseguró la puerta cerrándola.

-Qué puedo decirte que ya no sepas, mami?- preguntó a su vez Ginny con una voz cansada

-No lo sé... tal vez la conversación entre Harry y tú?- se aventuró la mujer.

-Harry me dió "explicaciones" si lo podemos llamar así. Me dijo por qué debe casarse con Cho y decidimos quedar como amigos.

-Sólo como amigos?- preguntó Molly.

Ginny la miró en silencio, en sus ojos se reflejaba una infinita tristeza.

- Sí, sólo como amigos... aunque yo quisiera algo más... mucho más- dijo casi susurrando.

La señora Weasley abrazó a su hija y la atrajo hacia su pecho.

-Ginny, cariño, cuanto daría por no verte sufrir.

-Me besó, mami. – dijo Ginny en el mismo tono de voz que había usado antes- Me besó como nunca... como yo siempre había soñado. Me besó como un hombre.

La señora Weasley no pudo evitar tensarse un poco. Ginny, que sintió la rigidez del cuerpo de su madre, levantó la cabeza y la miró.

-No fué su culpa, mami. Yo también lo quise.

-Lo sé, hija. Tú estás enamorada de Harry desde que tenías diez años, cuando lo viste por primera vez en la estación de King Cross.

-Siempre soy tan evidente?- sonrió Ginny.

-Soy tu madre- dijo Molly por toda respuesta.- Y ahora, qué piensas hacer?- preguntó.

-Estar a su lado estos meses antes de su matrimonio. Disfrutar de la felicidad que nunca podré volver a tener.- suspiró la joven mientras unas lágrimas rodaban por sus mejillas.

-Cuenta con mi apoyo.

Ginny se volvió para mirar a su madre a los ojos. No cabía duda, su madre la comprendía y sobre todo la apoyaba.

-Estás segura?- preguntó con temor.

-Completamente- afirmó Molly.- Tú mereces ser feliz, hija. La vida te ha negado tiempo y amor y yo daría el resto de mi vida por verte feliz. Pero no puedo cambiar el destino. – la mujer bajó la mirada con tristeza, como si ese pensamiento no fuera la primera vez que cruzaba por su mente. – Sólo recuerda que aún tienes toda tu vida por delante. No hagas algo de lo que puedas arrepentirte.

-Mami!- exclamó Ginny abrazándola con fuerza- Eres tan especial!

-Soy también tu amiga, hija, no lo olvides nunca.

-Me siento extraña hablándo de estas cosas contigo.

-Que no se enteren tu padre o tus hermanos, sobre todo Ron. – dijo Molly sonriendo.

-Lo amo, mami.

-Lo sé, hija. Me hubiese gustado que Harry se casara contigo, siempre lo he querido como a un hijo. Sólo te pido una cosa.

-Cuál?- quiso saber Ginny.

-Que el día que Harry se case, que ese mismo día, tú comiences a verlo como lo que es: solo un amigo, que ha decicido hacer su familia.

-Lo haré... palabra de bruja.

- Y ahora me voy- dijo la señora mientras se ponía de pie.- Voy al cuarto de Ron a rescatar a Harry antes de que mi hijo lo descuartice... Además, Hermione debe estar impaciente por los detalles.

Molly deshizo el hechizo que Ginny había puesto en la puerta e inmédiatamente ésta se abrió cediendo a la presión del cuerpo de Ron que trataba de escuchar la conversación de las dos mujeres.

-DESDE CUANDO EXPIAS DETRAS DE LAS PUERTAS?- rugió la señora Weasley entre sorprendida y molesta.

-Te lo dije!- sonó, desde la cocina, la voz de Charlie.

-Es que nunca va a aprender? Hace tontería tras tontería- se lamentó Hermione, quien también estaba en la cocina.

-Y desde cuando se cierran las puertas en esta casa? – preguntó Ron a la defensiva. Molly fingió pensar un poco.

-Desde antes que tú nacieras.- dijo- De hecho, desde que Bill, siendo aún muy pequeño, empezó a levantarse por las noches y corría a nuestra habitación entrando sin tocar la puerta. Imagínate,- añadió con una sonrisa pícara- casi que no podemos hacer a tu hermano Charlie.

Las carcajadas de Charlie y Bill retumbaron por toda la casa. La señora Weasley bajó satisfecha a la cocina, mientras Ron, con las orejas rojo fuego, se encaminó hacia su habitación.

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Próximo capítulo: Apartamento de soltero?

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