Para que vean que soy buenita, actualizo rápidamente… Ahora el turno es de ustedes…Sean buenitos y dejen reviews… si no, cómo diablos quieren que continúe la historia ?
Todos los personajes de J.R. con derechos de la Warner después de aflojar unos cuantos millones. La historia es mía, sin fines de lucro y con fines de divertir a mis lectores.
Capítulo 12 : Una visita inesperada.
Ese sábado fué, definitivamente, un día inolvidable para todos. Hacía mucho tiempo que Hermione, Harry y los pelirrojos Weasley no se divertían de esa manera. Jugaron Quidditch, pasearon, bailaron y para fortuna de Ron, comieron todo lo que quisieron ya que Harry encargó pizzas, postres y helados mientras los gemelos, Bill y Fleur proveían la bebida. A nadie se le escapó las miradas de complicidad y los gestos cariñosos que abundaban entre Harry y Ginny. El roce constante y « accidental » entre sus manos, los besos al aire y sobre todo, la mirada de « idiota perdido » que según Bill y Charlie, podía leerse « a leguas » en los ojos verdes de Harry. Solo Hermione tenía algunas reservas en relación a este comportamiento, pero se guardo muy bien sus opiniones para ella sola.
Al final del día, cuando el sol se deslizaba suavemente sobre la línea del horizonte, el grupo decidió regresar a Grimauld Place para tomar sus cosas y regresar cada quien a su casa. Harry tomó la mano de Ginny y la llevó hasta la cocina, donde podían hablar tranquilos.
-Preciosa- comenzó el chico- Te parece bien si nos vemos en una hora ? Te espero aquí y luego saldremos para darte esa noche especial que te prometí- dijo mientras la abrazaba por la cintura y ella apoyaba sus manos sobre los hombros de él.
-Una hora ? Gracias por confiar tanto en mi belleza natural Harry, pero después de un día como el de hoy, necesito al menos dos horas para estar presentable.- dijo la chica.
-Dos horas ? Por qué las mujeres necesitan tanto tiempo si siempre se ven bien ? solo quiero que te pongas algo muy casual y nada de vestidos.
-Hey ! – dijo ella golpeandolo suavemente sobre el hombro- A tantas has esperado que sabes que todas nos tardamos ? Y cómo es eso que siempre nos vemos bien ? Las que lo logramos necesitamos dedicarnos tiempo.- dijo la pelirroja frunciendo el ceño.
-Hummm- murmuró Harry complacido- Son ideas mías o capto un dejo de celos en tu voz ?- Ginny se movio algo incómoda entre sus brazos.
-Estás loco !- lanzó la chica para defenderse.
-Ni siquiera un poquitico ?- preguntó él con una sonrisa pícara.
-Lo estás tú ?- devolvió ella.
-No, la verdad no- reconoció Harry- Pero no me has dado motivos. Sin embargo, debo reconocer que cuando estabamos en Hogwards, si por mí hubiese sido, muchas cabezas habrían rodado. Imaginaba que un pretendiente sin cabeza no te agradaría mucho. Quien quisiera tener un colega de Nick-casi-decapitado como novio ?
-Ja-ja-ja- rió Ginny falsamente- Muy gracioso El-niño-que-vivió. Tampoco tuve TANTOS novios.
-Quieres apostar, aún tengo la lista.
-Hey, qué significa eso ?- chilló Ginny.
-Significa que tengo controlada a cada una de las personas que se han acercado a ti y sí, soy celoso y contigo posesivo. Alguna objeción ?- Terminó mientras se inclinaba y rozaba sus labios con los de ella.
-Pues sí… mmmm-Ginny no pudo decir más, Harry selló sus labios con un profundo beso ahogándo así cualquier sonido y cualquier argumento.
-Hrumm, hrummm- alguien carraspeó desde la puerta.- Disculpen par de tórtolos- dijo Fred.
-Pero antes de irnos queríamos hablar un momento con Harry. – El aludido se separó perezosamente de los labios de la pelirroja.
-Tenemos que soportar esto ? – preguntó Fred a George señalando hacia la pareja con los labios.
-Por el bien de nuestras economías, nuestro negocio y nuestro proyecto… sí.
-Y olvidas el equilibrio de la comunidad mágica ? Qué sería del mundo sin «El-Salvador-del Siglo » ?
-Pero el caso es que es nuestra hermanita…
-Y él parece un lobo hambriento y pervertido en cuarentena….
-Hey ! BASTA ! – chilló Ginny.
-Te salvaste que fuimos nosotros y no Ron quien entró, cuatro-ojos.- Harry sonrió, conocía muy bien el humor de los gemelos Weasley. Por el contrario, Ginny estaba furiosa por la interrupción.
-Bueno, mejor me voy. – dijo la chica sacudiendo furiosa su cabellera.
-Nos vemos en una hora ?- preguntó Harry.
-Dos, Harry-el-Impaciente, dos horas antes de tener a este sueño pelirrojo en tus brazos nuevamente.
-Y qué voy a hacer en tanto tiempo ?
-Bañarte y cambiarte de ropa te dice algo ?- preguntó coqueta Ginny.
-Fred- dijo George a su gemelo- El día que me veas igual de cursi, recuérdame suicidarme.
-Con gusto hermanito. Y por favor, haz lo mismo conmigo.- dijo el hombre en tono solemne. Ginny los empujó indignada mientras salía de la cocina.
Harry escuchó la proposición de los chicos con impaciencia.
-Está bien, hagámos algo. Déjenme dar un baño y preparar todo para la llegada de Ginny, mientras tanto, les prometo que voy a pensar en todo lo que me han dicho y les daré una respuesta dentro de un rato.
-Está bien- dijo Fred.
-No esperábamos menos de tí- dijo George.
-Nosotros subiremos tambien para darnos un baño y preparar todo para irnos.
-Hagan como si estuvieran en su casa- dijo el moreno mientras salía disparado hacia la sala de baño.
-Qué me pongo ? – dijo Ginny sin aliento mirando su guardaropa, sentada en el suelo, en medio de su habitación en La Madriguera.
-Cuál es el dilema ?- preguntó Hermione.
-No sé qué diablos ponerme. Voy a salir con Harry al Londres Muggle. Y estoy segura que una túnica llamaría la atención.
-No- afirmó Hermione categórica- No llamaría la atención, se vería ridícula. A ver… veamos qué tenemos aquí.- Con paso decidido caminó hasta deternerse frente al mueble, examinando el contenido del armario.- Sabes a dónde van a ir ?
-Dijo que a comer algo y a bailar, pero que nada de vestidos.
-Bien, conociendo a Harry no irán a un lugar sofisticado donde tengan que hablar en susurros y guardar por lo menos un metro de distancia entre ustedes- dijo severa- Así que algo casual será lo indicado.- hermione tomó un pantalón negro y un suéter rojo del armario.
-Estás loca ?- preguntó Ginny escandalizada- Ese suéter es horrible.
-Eres o no eres bruja ?- preguntó la morena algo impaciente. Extendió la ropa sobre la cama y la observó con detenimiento.- Veamos, primero vístete para saber qué es exactamente lo que debo hacer.
A regañadientes la pelirroja se metió un pantalón negro algo ancho que se cerraba sobre su cintura y un sueter rojo bastante holgado.
-Hermione, yo había pensado…- empezó Ginny a refutar la elección de su amiga con gran desánimo en su tono de voz.
-Calla, chiquilla. – cortó Hermione quien ya tenía su varita a la mano. Hizo girar a Ginny sobre sí misma y haciendo una floritura, la ropa sobre el cuerpo de Ginny empezó a encogerse.
-Hey !- exclamó ésta asombrada mientras observaba como la ropa iba cambiando de aspecto.
-Solo dí « stop » cuando consideres que van bien sobre tu cuerpo. – dijo Hermione.
Despues de algunos « retoques » Ginny se miró al espejo y sonrió divertida.
-Nada mal, de hecho estoy sorprendida. Dónde aprendiste a hacer eso ?- le preguntó a la morena.
-Fué durante el verano después del cuarto año. Recuerda lo que pasó con mis dientes y con la túnica del baile de Ron ?
-Sí- afirmó Ginny- pero dónde está la relación ?
-Pues, imaginé que si existía un hechizo para acortar los dientes, tambien lo había para la ropa, si lo hubiese sabido, el pobre Ron hubiese lucido una túnica más apropiada. De todas formas no pensarás que las brujas costureras hacen todo con aguja e hilo, no ?
Hermione pasó un ancho collar de pequeñas piedras rojas de fantasía alrededor del cuello de Ginny, y un brazalete del mismo diseño en su brazo. Ginny se miró al espejo. El pantalón negro se amoldaba como una segunda piel sobre su cuerpo y se cerraba pocos centímetros bajo su ombligo, dejando ver perfectamente la curva de la cadera. El suerter finalizaba algunos centímetros más abajo de la línea del busto, dejando ver la piel sedosa de su abdomen.
-Y ahora, los zapatos- dijo hermione extendiéndole un par de sandalias negras con un tacón impresionante.
-Te ves sexy- dijo Hermione. Realmente lo estaba. Se veía y se sentía más mujer. Un brillo especial iluminaba su mirada.
-Humm, cita con Harry esta noche ?- preguntó la voz de Molly desde la puerta.
Ginny se volvió sobresaltada y de pronto un inexplicable sentimiento de culpabilidad le atravesó el estómago. Por reflejo, cruzó sus brazos cubriendo el vientre.
-No, no te cubras- dijo Molly interpretando erróneamente su gesto. – No puedo decir que me encanta verte así, pero sí debo reconocer que te ves terriblemente atractiva.- La mujer se acercó hasta el lugar donde estaba su hija y la hizo girar.- Aunque corra el riego de que tu papá me corte la cebeza por esto…. Está aprobado tu atuendo.
Ginny la abrazó emocionada.
-Gracias mamá- le dijo sinceramente.
-Hummmm, falta algo, ya regreso.- dijo la mujer mientras salía velozmente de la habitación. Las jóvenes se miraron sin comprender. Un par de minutos después, Molly entraba de nuevo con un primoroso frasco de perfume en sus manos.
-El perfume es un accesorio indispensable en una mujer- dijo mientras rociaba alrededor de Ginny, a treinta centímetros de distancia. Una nube de fragancia envolvió a la pelirroja impregnando su piel ligeramente. –Y ahora sobre los puntos estratégicos.
-Huele exquisito- dijo la chica.
-Regalo de tu padre. Basta de charla, es tarde, así que supongo que debes marcharte ya.
Hermione le extendió una ligera chaqueta negra que hacía juego con el pantalón.
-Por si vas a un sitio más formal, o por si tienes frío, pero no te la pongas ahora.
Riendo las tres mujeres se dirigieron al salón donde estaba la chimenea. La voz de Ron tronó furiosa cuando vió el atuendo de Ginny.
-A donde diablos crees que vas vestida de esa manera ? – gritó. Ginny se miró confundida.
-Debo decir que te ves sencillamente… ESPECTACULAR !- dijo Bill con un tono de inconfundible admiración.
-Viniendo ese comentario del esposo de una mujer mitad veela, es un verdadero cumplido- acotó Hermione.
-QUE OTRA COSA SE PUEDE ESPERAR DE ALGUIEN QUE USA BOTAS DE PIEL DE DRAGON Y UN COLMILLO EN SU OREJA ? -gritó Ron más molesto que antes.
-Ron- dijo pausadamente Molly- CALLATE.
-Por Merlín, qué es lo que pasa ?- preguntó la voz de Arthur Weasley.
-Rápido, vamos- dijo Molly tomando un puñado de polvos flú y arrojándolos a la chimenea al mismo tiempo que empujaba a Ginny hacia la misma. La joven entró entre las llamas verdes trastabillando y apenas pudo citar la chimenea de Grimauld Place cuando, sin conseguir el equilibrio, todo comenzó a dar vueltas.
-RONALD WEASLEY-La voz de Molly sonaba furiosa- deja de molestar a tu hermana. Y tú, querido- se volvió hacia Bill mientras suavizaba su tono de voz- gracias por apoyarla.
La chimenea de La Madriguera escupió una nube de humo de entre la cual surgió la delgada figura de Percey Weasdley.
-Hola familia- preguntó con una voz un poco ruda.- Quiero hablar con ginny inmédiatamente.
Harry estaba terminando los últimos toques al salón para recibir a Ginny. Había hecho aparecer varios ramos de rosas amarillas, las preferidas de la joven. Había bajado la luz hasta reducirla a una penumbrasensual y acogedora. Un agradable aroma flotaba en el aire y en el salón, había hecho aparecer una pequeña mesa redonda primorosamente vestida de lino blanco y adornada con rosas amarillas. En el centro de ésta, una hielera de plata labrada enfriaba una botella de champagne. Dos copas de cristal tallado se erguían orgullosas al lado del frío recipiente. Para terminar, una campana de plata sobre una pequeña bandeja ocultaba en su interior un estuche de terciopelo que encerraba un regalo para la pelirroja : un magnífico brazalete de brillantes que Harry contaba darle cuando pudiera dejar de besarla.
-Si no estuviera seguro de que mi hermana puede maldecirme por el resto de mi vida, me enamoraría de tí, Harry- dijo George entrando al salón y observando con asombro todo lo que el joven había hecho. Fred y Harry rieron ante el comentario.
-Espero que a tu hermana ….- un sonido proveniente de la chimenea hizo que Harry se interrumpiera- Rápido, desaparezcan, al menos déjenme recibirla solo ! – dijo empujándo a los gemelos hacia la puerta. Los chicos se desaparecieron en un ligero plop. Harry intentaba que sus manos no temblaran tanto mientras abría la botella de champagne y decía :
-Estaba impaciente por verte nuevamente.
-Oh ! Gracias querido, yo tambien.- respondió una voz femenina a espaldas del moreno. Harry se heló al escuchar aquella voz y se dió vuelta lentamente.
-Cho !- exclamó – Pe… tartamudeó.
-Oh amor- dijo la asiática lanzándose hacia Harry y rodeándolo con sus delgados brazos.- Si hubiese imaginado que me extrañabas tanto, hubiese venido antes.
-Yo… yo… nnn…- Harry no podía articular palabra. La joven se paró frente a él y sacudió su larga melena negra, lacia y brillante, mientras ponía sus manos en su cadera.
-Oh, vamos Harry, creo que después de todo este tiempo sin vernos, merezco más que simples palabras. -Dicho esto, comenzó a soltar rapidamente los botones de su blusa blanca.
-Cho, no hagas eso, por favor- pidió Harry.
-Oh, querido, si sé que lo deseas tanto como yo- La joven ya se había despojado de su blusa, sus senos estabas apenas cubiertos por una pequeña prenda de encaje negro que hacía juego con la minúscula falda de cuero brillante que llevaba. Empujando a Harry hasta el sillón donde el chico cayó de espalda, se acostó sobre él con una agilidad sorprendente.
-Te he extrañado tanto mi amor- dijo mientras lo besaba y se sentaba sobre la cadera del chico.
-Cho, déjame hablar por favor. Este no es el momento ni el lugar de….
-Siempre es el momento y el lugar es dondequiera que estemos juntos- dijo la joven abriendo violentamente la camisa de Harry haciendo que algunos botones saltaran de su sitio. Harry trató de empujarla cuando unos nuevos ruidos provenientes de la chimenea, captaron su atención y el pánico se reflejó en su mirada.
Envuelta en humo y haciendo una trepitosa entrada, apareció en el salón Ginny Weasley.
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Los quiere.
Marysle
