Bueno, aquí estoy de regreso. Sí, sé que mucho me odian porque tardé muchísimo en actualizar. Lamento no haberlo hecho pero mi compu estaba resfriado... es decir con un virus que lo mantuvo fuera de circulación... y a mí también. Consejo: No habran correos de los cuales desconocen la procedencia. Ni siquiera puedo darles el nombre porque perdí todo... y hablando de todo, incluídos los capítulos de esta historia, así que tuve que reescribir.

Gracias a todos por su apoyo, críticas, comentarios y ... (por qué no?) hasta por los e-mails con insultos porque no continuaba la historia. Lo que pude, lo contesté desde un cyber, pero me disculpo con todos aquellos y aquellas que no recibieron respuesta a sus correos y con aquellos (sobre todo estos) a quienes les prometí una actualización en 2 semanas y no fué posible. Mis más sinceras disculpas y mi humilde agradecimiento a todos ustedes, seguidores de esta historia.

Ahora, por favor, disfruten este capítulo y después... dejen críticas.

Se les quiere.

Marysle.

Capítulo 13 : El traidor está entre nosotros.

Ginny salió literalmente disparada de la chimenea como si ésta la hubiese escupido. Ahora estaba sentada en el suelo tosiendo, mientras que con una mano trataba de disipar la densa nube de humo verde que la sofocaba. Realmente no había sido una entrada brillante.

-Maldita sea !- pensó la pelirroja- Por qué diablos tenían que empujarme en el mismo momento que entré a la red ? Por la sangre de todos los dragones, que nadie me haya visto !- Suplicó fervientemente mientras se preparaba para abrir los ojos. A partir de ese instante, los desastres se sucedieron uno después del otro.

Lo primero que se escuchó fué un sonido de vidrio rompiéndose que hizo sobresaltar a la pelirroja, Harry dejó caer la botella de champagne cuando su brazo perdió la fuerza ante la entrada de Ginny al salón. La pelirroja, sorprendida y adolorida, abrió sus ojos en dirección del ruido, sólo para alcanzar a ver a Harry, con la camisa abierta y con una mujer encima que le besaba el abdomen.

-Ginny !- exclamó Harry al mismo tiempo que, haciendo esfuerzos por liberarse, empujaba a Cho con violencia. La asiática perdió el equilibrio y cayó al suelo sentada, de una forma muy poco elegante.

-Mierda !- gritó ella ante la sorpresa y el dolor de la caída. Al escuchar la voz de Harry mencionando a Ginny, giró la cabeza hacia donde el moreno miraba y la vió.

Entonces era verdad. Allí estaba una bonita joven, ahora arrodillada, mirándo fijamente a Harry, con los ojos exorbitados y llenos de lágrimas. Cho reaccionó rápidamente, no había tiempo qué perder.

-Vaya, vaya- dijo mientras se levantaba del suelo con movimientos graciosos y elegantes.- Amor, que susto me diste, veo que aún sigues un poco nervioso- dijo mirando a Harry- Y a quién tenemos aquí ?- preguntó mirando a Ginny como si fuese la primera vez en su vida que la veía, mientras movía su cuerpo sugerentemente, enfatizando su desnudez. Harry estaba petrificado, mudo ante la mirada de dolor y odio que podía observar en los ojos de Ginny. Cho se acercó a él rozándolo con sus senos. -Quién es esta encantadora niña ?- preguntó poniendo su tono mas venenoso.

Ginny se puso de pie como pudo. Trató de sacudir un poco de cenizas de su rostro en un gesto que quería ocultar las lágrimas que amenazaban con rodar por sus mejillas. Respiró profundo y levantó la barbilla en un gesto de desafío.

-Ginny Weasley, querida Cho- dijo la joven- No creo que te hayas olvidado de mí… Soy inolvidable, como he podido comprobarlo.- dijo mirando a Harry enfatizando el doble sentido de su frase. El hombre la miraba fijamente con sus ojos verdes en una mirada suplicante.

-Ah, la Weasley, la Chica-de-todo-el-mundo- dijo Cho llena de desprecio.

-Cuidado con lo que dices Cho- atajó Harry.

-Tú CALLATE- le gritó Ginny y acercándose a él le dijo lentamente.- No necesito que me defienda nadie y mucho menos tú. - Ginny sintió algo en su estómago. Desde cuando Cho entraba a Grimauld Place ? Desde cuando Harry se burlaba de ella ? Desde cuándo Harry llamaba a Cho después que ella partía. Maldito traidor !

-Ven Ginny, tenemos que hablar- dijo el joven tomándo a Ginny de un brazo.

-Suéltame !- gritó la pelirroja sacudiéndose violentamente.- Y hazte un favor Potter, olvídate de mí !

-Pero Ginny…-comenzó a decir Harry pero fué interrumpido por la pelirroja.

-Pero Ginny nada ! Ginny no existe ! Ginny se murió ! Olvídate de Ginny !

-Qué linda escena de « ménage familial »- interrumpió Cho con una sonrisa burlona dibujandose en sus labios.- Ya basta Harry, tenemos cosas más importantes que hacer- su tono de voz volvía a ser venenosamente seductor. Harry se volvió a ella y la mirada de desprecio que vió reflejada en los ojos verdes desconcertó a la asiática. -Las cosas se estaban poniendo mal – pensó la joven- y a situaciones desesperadas, medidas desesperadas- En el acto, sacó su varita de la bota en un movimiento rápido que pasó completamente inadvertido tanto para Harry como para Ginny que se miraban fíjamente como dos fieras. Cho apuntó con su varita a Harry y murmuró :

-Desmaius !- En el mismo momento en que el hechizo hizo impacto sobre Harry, el cuerpo de este perdió toda la fuerza y calló hacia atrás de una forma estrépitosa. Ginny observó la escena impotente, al ver a Harry tendido sobre el suelo, hizo un movimiento en su dirección pero escuchó la voz de Cho amenazante :

-No te muevas o el próximo blanco serás tú.- dijo la asiática. Ginny se volvió a ella y la miró con odio.

- Qué vas a hacer Cho ? –le preguntó con un tono de desafío. La asiática respiró profundamente y con calma se dirigió a Ginny ignorando la pregunta de la pelirroja.

-Pero mira qué apariencia de callejera- rió Cho burlándose del atuendo de Ginny.

-Callejera ?- contraatacó la pelirroja- Y qué se puede decir de tí ? Un sostén negro, una blusa transparente, una minifalda como para que se te resfríe el hígado y unas botas brillantes. No salgas sola, te pueden confundir en cualquier esquina.

La asiatica enrojeció.

-Al menos yo estoy con mi novio en nuestro futuro hogar.- replicó ella.

La menor de los Weasley sintió odio. Eso confirmaba sus suposiciones. Harry le había jurado que ese era su refugio, que era un lugar solo para ellos y que ella sería quien decidiera quien iba y quien no. Puras mentiras.

-Me pareces que sobras. Mi novio y yo tenemos algo de tiempo sin vernos y ardemos en deseos de estar el uno con el otro… Ya sabes, una sola vez después de un par de días no nos basta. Además, Harry me pidió que viniera urgentemente para decidir nuestro viaje de luna de miel. – mintió con descaro, lográndo que su tono de voz sonara perfectamente normal. La alusión a la boda hizo sentir a Ginny el tan conocido dolor, una mueca cruzó su rostro. Este fué un hecho que no se le escapó a Cho y decidió aprovechar su pequeña ventaja. -Ya ves, querida- dijo en tono irónico- Mejor te vas antes que Harry te heche delante de mí y te humille aún más. Y a propósito… Apártate de mi camino, si no lo haces te aplastaré como a un insecto.

-No te tengo miedo Cho- respondió Ginny tratando de mantenerse digna.

-No es miedo lo que quiero inspirarte, poca-cosa. Siempre has sido una mujerzuela, siempre has estado detrás de Harry como un perro faldero, mejor dicho, como una perr…

-Ni te atrevas a insultarme ! Ni una palabra más o…- Ginny hizo ademán de buscar su varita y se dió cuenta que no la tenía consigo. Por supuesto que no la tenía, había pensado que no la necesitaría en una noche romántica con Harry.

-O qué ?- se burló Cho- No era suficientemente grande tu sostén como para guardar tu varita ?- dijo mientras acariciaba con sus finos dedos la suya. Se acercó a Ginny y enredó la punta de su varita en el collar de esta. Con un movimiento rápido lo reventó. Cientos de pequeñas perlas rebotaron por el salón y rodaron por el suelo. –Baratijas, Weasley. Tu mal gusto es deplorable. –Rió y se acercó a la joven olfateando a su alrededor. –Perfume barato, de gata en celo- Apuntó a Ginny sobre el pecho.- Weasley, Weasley, Weasley- dijo en un tono condescendiente, como si hablara con una niña traviesa.- Has pasado los límites de mi paciencia. Puedo regresarte a la cama de San Mungo por otros cuantos años. Te gustaría ?- preguntó burlándose- Extrañas tu camita en el hospital ?.

-Eres una idiota Cho- dijo Ginny retrocediendo.

-Aquí la única idiota y la única regalada eres tú- Relaskio !- gritó la joven. Un haz de luz golpeó a Ginny haciéndola aterrizar al pie de la chimenea. El golpe dejó a la joven aturdida. Cho se acercó a ella y usando nuevamente la varita, le rasgó el suéter a Ginny.

-Siempre has sido una pobretona de mal gusto- le dijo- Malfoy tenía razón cuando se burlaba de tí y de tu familia.

La pelirroja intentó incorporarse. Tenía un fuerte dolor de cabeza producto del golpe contra la chimenea. Cho aprovechó para lanzar un hechizo silenciador sobre la puerta.

-Quieta- dijo Cho, la fiesta apenas comienza- su varita volvía a apuntar sobre Ginny.- Veamos, qué puedo hacer para que esta Weasley deje de perseguir a MI Harry ?- Cho fingía meditar pero su mirada no se apartaba de la pelirroja que nuevamente intentó ponerse de pie. – Parece que nunca obedeces, Weasley… Mira que buena soy, voy a ayudarte… Alarte ascendere!- el cuerpo de Ginny, bajo el hechizo, se deslizó por la pared en sentido ascendente, moviéndo brazos y piernas, tratando de librarse de la fuerza que la mantenía elevada y pegada a la pared.

-No te ves mal- rió Cho- Hasta pareces una escultura de mal gusto ! Dónde te pondremos ?- Cho no dejaba de apuntar la varita sobre Ginny- Movilicorpus !- exclamó y con un movimiento rápido de su varita, dirigió a Ginny sobre el alféizar de la ventana. La dirección de la varita de Cho cambiaba constantemente de una lado a otro del salón y a cada movimiento, Ginny era arrastrada como una muñeca. Sus movimientos desenfrenados reforzaban la impresión de una marioneta sin cuerdas. Cho reía ante el espectáculo.

-No gritas Weasley ? No pides ayuda ?- preguntó la joven perversamente- Ah , Sí, es verdad. Puse un imperturbate, de todas formas nadie te escucharía… Aunque, me parece que lo que querías es estar a solas con mi novio- dirigió una mirada hacia Harry que yacía tendido, inmóvil, sobre el suelo. –

-Eres muy valiente frente a una persona desarmada- dijo Ginny.

-No seas idiota Weasley, no voy a caer en tus provocaciones. Esa psicología barata no funciona conmigo.

-Y qué funciona contigo, Cho ? Acaso no ves que Harry no te quiere ?

-Eres tú quién me lo dice ?- Cho rió- No sabes nada de lo que Harry y yo hemos vivido juntos.

-Tienes razón, no sé nada. Quizás porque como no es importante para él, Harry no ha dicho nada de eso. Si hubiese querido, se habría casado contigo hace años.

-Estás agotando mi paciencia Weasley. No quiero que te metas más entre Harry y yo o la próxima vez te irá peor.

-Basas tu vida amorosa en amenazas ?- provocó Ginny- Me das lástima !

-Silencius !- gritó Cho furiosa, el hechizo impedía que se escuchara lo que Ginny decía.- Recuerda esto Ginny : No vuelvas a acercarte a Harry o lo lamentarás durante mucho, mucho tiempo. Tú y tu familia- Ginny se movía sin poder comunicar lo que pensaba.- Y ahora, vamos a mandarte a casita. Mimblewimble ! Confundus !- volvió a exclamar en dirección de Ginny. La chica cayó violentamente al suelo atontada. Cho se acercó a la chimenea, lanzó un puñado de polvos flú y con un movimiento rápido y violento de su varita, envió a Ginny hacia el fondo de la chimenea, entre las llamas verdes, donde cayó con fuerza, al tiempo que la asiática murmuraba : La Madriguera ! Ginny desapareció.

Cho se volvió hacia Harry y caminó lentamente hasta ponerse a su lado. Desde su altura lo miró con desprecio.

-Te juro que me las pagarás Harry Potter. Esta y todas las humillaciones que he sufrido de tu parte. – La punta de su bota brillante rozó la mejilla derecha del hombre.- Es verdad que en un principio te quise, nunca te he amado, pero sí te quise. Ahora lo único que siento por tí es desprecio y odio. Sí, te odio con todas mis fuerzas.- su pie acariciaba suavemente el abdomen de Harry- Qué indefenso te ves !- rió con sarcasmo- Una a una te cobraré las pocas lágrimas que derramé por tí… y hoy comenzó mi fiesta. – Apuntando con su varita la habitación exclamó :

-Obliteración ! – el hechizo borró las pistas de la lucha sostenida con Ginny y todo vestigio del paso de la pelirroja por el salón.- Reparus !- los objetos rotos por el impacto del cuerpo de Ginny sobre ellos, volvieron a su estado normal. Se hacercó a Harry y lo apuntó con su varita- Confundus !- murmuró. Pareció meditar un segundo- No, eso no es suficiente- se dijo y apuntando nuevamente hacia el pecho del hombre, dijo con voz firme :

-Obliviate !- sonrió. Se sentía confiada, segura de sí misma.- Mobilicorpus !- con su varita dirigió el cuerpo de Harry hasta ponerlo sobre el sofá. Tranquilamente se abrió otra vez la blusa, abrió la camisa de Harry y se instaló nuevamente sobre este, tal y como estaban al momento de la llegada de Ginny. Su mirada recorrió nuevamente el salón para asegurarse que todo estaba en su lugar y que no se le escapaba ningún detalle. Sonrió satisfecha y sus brillantes ojos negros se fijaron sobre Harry. La mirada de odio dió paso a una expresión de mujer enamorada.- Enervate !- dijo en un susurro.

-Para qué quieres a Ginny ?- quiso saber Hermione. Percy se volvió para mirarla y alzando una ceja le dijo :

-Esto es un asunto familiar y le incumbe sólo a la familia.- Al oír sus palabras, Hermione palideció.

-Hey !- gritó Ron volviéndose hacia Percy. El brillo de sus ojos era aún más violento que unos minutos antes.- No te permito…- comenzó a decir pero fué interrumpido por Molly.

-Percy, te exijo que te disculpes con Hermione !- gritó furiosa la matriarca de la familia al mismo tiempo que rodeaba a Hermione con sus brazos.

-No es necesario… - dijo tímidamente Hermione, tratando de evitar una nueva disputa familiar con Percy.

-Tienes razón- dijo este y todos pensaron que le daba la razón a Molly y que se disculparía con Hermione- no es necesario que me disculpe. Pero si quieren que te quedes, me da igual. Quiero hablar con Ginny y pedirle unas cuantas explicaciones.

-Con Ginny ? Explicaciones de qué ?- preguntó Bill, que al igual que todos los presentes, no entendía nada.

-De su comportamiento inmoral !- exclamó Percy- Por culpa de ella, el nombre de nuestra familia está enlodado !

-De qué hablas ?- quiso saber Molly.

-De qué hablo ?- estalló Percy- De que tu preciosa hija no hace sino perseguir hombres comprometidos y todo el mundo en el ministerio lo sabe. No quiero que su estúpido e inmoral comportamiento comprometa mi puesto en el ministerio !

-Un momento !- interrumpió Artur Weasley- Yo también trabajo en el ministerio y no he escuchado nada de inmoral acerca de nuestra hija.

-Pues todo el mundo sabe que tu hija está detrás de Harry y como bien sabes, Harry es una persona importante en el miniserio, nada de su vida personal se escapa del ojo público.

-De qué ojo público hablas ?- continuó Arthur- Harry siempre ha sido muy reservado con su vida personal, nadie sabe nada de él, ni siquiera dónde está viviendo ahora !

-Pues sí, lo saben. Cho estuvo nuevamente en el ministerio buscándo a Harry. Y esta vez me pidió ayuda y yo se la dí-dijo orgulloso.

- Exactamente, a qué ayuda te refieres ?- quiso saber Bill temiendo lo peor.

-Cho lleva dos días tratando de localizar a Harry y yo conecté la chimenea del ministerio a la de Grimauld Place para que Cho pudiera ir hasta allí. Me parece tan injusto que Harry trate de esa manera a su prometida, una chica tan dulce y encantadora como ella, por estar corriendo detras de cualquier escoba con faldas.

-Te recuerdo que la « escoba con faldas » a la que te refieres es nuestra hermana menor.- dijo Bill levantandose molesto de la silla, con los puños cerrados y una mirada de furor brillando en sus ojos.

-Calma ! Calma !- la voz enojada de Arthur se oyó nuevamente.

-A eso me refiero !- continuó Percy- A que es nuestra hermana y está de boca en boca ! Yo mismo ví y escuché como Cho hablaba de ella con otras personas del ministerio, quejándose que desde que Ginny despertó, Harry no se ocupa de ella, ni siquiera está ya interesado en la boda ! Esa pobre chica tiene todo la carga de la preparación de la boda sobre ella y Harry no se ocupa por estar pendiente de Ginny. Que dicho sea de paso, no tiene nada que buscar con un hombre comprometido !

-Un momento !- quiso recapitular Molly- Entonces tú conectaste la chimenea del ministerio con la de la casa de Harry ?

-Sí- contestó Percy con un tono de orgullo en su voz por una labor bien hecha.

-Y cuándo fué eso ?- preguntó Molly.

-Hace más o menos una hora, tal vez menos.- Todos se miraron entre sí- Qué pasa ?- quiso saber Percy.

-Que gracias a tu brillante idea, quizá Ginny y Cho coincidieron en Grimauld Place.- dijo Bill.

Instintivamente, todos consultaron el reloj de los Weasley, donde cada manecilla correspondía a un miembro de la familia. En ese preciso instante la manecilla con el nombre de Ginny saltó de « en peligro » a « en camino a casa », pero este movimiento no fué percibido por nadie, a la excepción de Hermione, que un segundo antes que todos había dirigido la mirada al reloj.

-Mejor vete- dijo Molly, aún con su tono molesto. -Ginny está de regreso y será mejor que no te consiga aquí en este momento.

-Sí, mejor me voy- dijo Percy con un brillo de temor en sus ojos, imaginandose con una de las famosas maldiciones de Ginny encima- Me voy con la satisfacción del deber cumplido, con la conciencia tranquila después de realizada una buena obra !- y diciendo esto con un tono de discurso político, desapareció con un ligero Plop !

La tensión que se sentía en aquella parte de la casa de los Weasley era casi palpable. Por un corto instante que a todos les pareció demasiado largo, ningún sonido rompió el silencio. Luego, del hogar surgió una espesa nube de humo verde. Por segunda vez aquella noche, Ginny salió como escupida de una chimenea. Su cuerpo dolorido rodó por el piso. La hermosa chica que hacía algunos minutos había partido riendo para la cita de una noche inolvidable estaba tendida en el suelo con un aspecto lamentable. Ginny estaba de nuevo en casa.